
Después de una borrachera
Sabo era muchas cosas. Cabezota, testarudo, más listillo de lo que debería, un toque de caótico (vivía con Ace y Luffy, era algo que se daba por hecho), una pequeña mierdecilla... pero tonto no. Lo que sí era además era observador. Y Ace se había estado comportando raro desde hacía unos días. Se levantaba antes y se dormía después. Se notaba en las peleas que tenían juntos. Ace se dormía en mitad y Sabo ganaba, lo cual era genial, pero le estaba empezando a preocupar. No solo porque tendía más a dormirse, sino también porque no se enfadaba por perder ni nada.
Sabo retira lo dicho. Ace sí se enfada y se molesta, de eso no hay duda, pero no tanto como debería.
Y por fin, por fin después de unos días, Sabo logró seguir a Ace sin que este se enterara. Ace era más silenciosamente ágil y bueno en perderse de la vista de lo que uno podría pensar.
Y de alguna forma Luffy estaba ahí con él y Ace aún así no les notó. Bueno, había hecho trampas. Había sobornado a Luffy no con uno, sino dos cocodrilos para la cena. Cuando la carne estaba en juego, Luffy podía sorprenderte. Aunque en algunos momentos se ponía rojo e incluso morado porque al parecer era para que 'no le escuchara'. Como si respirar fuera a delatar les a bastante distancia de Ace. Sabo tuvo que recordarle varias veces que no hacía falta y que respirara. Cada vez se preocupaba más por Luffy. Algún día llegaría en que Sabo no estaría ahí para recordarle respirar o algo.
Cuando llegó a un claro en el bosque, se escondieron en los arbustos. Se notaba que tanto Ace como el tío del pelo azul estaban metidos en una buena discusión. A todo esto, a esa persona no la había visto en la vida. ¿Qué hacía Ace reuniéndose con tipo raro?
Escuchando más de cerca, parecía un tema un poco emocional:
"...Tenía un sueño. Era un soñador con el sueño más absurdo del mundo. Quería ser libre. Y el mundo tiene que estar muy mal como para que alguien quiera serlo y que ese alguien tenga razón en que no lo son. Y como quería ser más libre que nadie, surcó hasta el fin del mundo..." Fue entonces cuando Sabo se dio cuenta de que estaban hablando de Gol D. Roger, el hombre al que se le llamó Rey Pirata.
Y el del pelo azul parecía conocerlo personalmente. Contó cosas que hacían que Sabo sonriera un poco. Ace necesitaba oír de boca de alguien que le hubiera conocido sobre su padre. Y su madre parecía una persona que iría contra todo el mundo para defender a su hijo. Se parecía a Ace, por lo que oía. Sabo conocía muy bien esa cabezonería de Ace.
Entonces fue cuando Ace dijo esa jodida pregunta de las narices, ya debería haber aprendido a no hacerla, y el maldito le llamó pequeño cabrón a Ace. Sabo estaba por saltar encima de ese bastardo y darle una paliza con su tubería, dejando a Luffy libre de su agarre (le había retenido para que no fuera y avisara a Ace de que estaban ahí. También le tapó la boca por si acaso). Pero al menos el bastardo arregló todo un segundo y medio después.
Sabo no sabía que la gente podía hacer algo así. Una masacre y la escondieron del público. El Gobierno estaba más podrido de lo que ya pensaba. Nació noble, para su vergüenza, y había visto lo podridos que estaban los nobles. Los Dragones Celestiales eran aún peores. Pero para llegar a eso... a Sabo le daban ganas de vomitar.
Al menos, el hombre no se centró en ese tema (Sabo no sabía si eso era bueno. Por un lado, quería pasar a lo siguiente para no tener que escuchar. Por otro, Sabo quería enterarse de todo, para clavarse en el alma con esa masacre para no olvidar nunca lo que el Gobierno podía hacer. No sabía para qué le serviría, pero quería hacer algo al respecto aunque no estaba seguro qué). Ace necesitaba escuchar que le querían y que estaba bien que estuviera vivo.
"¡Pero, pero el Rey Pirata era un demonio! ¡Así que su hijo también! ¡No debería haber nacido!"
Y ahí, justo ahí, Sabo se dio cuenta de hasta dónde llegaba de verdad ese odio que Ace tanto tiene. Ace no odiaba al Rey Pirata por ser quien es. Le odiaba porque gracias a que él era su padre, él no podía sentir que mereciera vivir, que hubiera nacido. Le odiaba porque hacía que se odiase a sí mismo.
El hombre lo negó todo. Puso hasta ejemplos. ¿Quién hubiera sabido que el almirante de la flota tenía un asesino en serie como padre? ¿Y qué era eso del padre de Luffy? Sonaba a algo chungo. ¿Y el hombre sabía algo de Luffy? ¿Estaría en peligro? Aunque, si Ace estaba ahí reuniéndose con el hombre, a lo mejor no.
"Pero yo maté a mi madre. Ella pasó veinte meses porque no podía a dar a luz antes y murió por mí culpa."
Mierda, Ace. ¿Cuánto odio tendría que tener hacia sí mismo? El mundo no era justo. Ace no se merecía todo eso.
Al menos el hombre parecía tener bien la cabeza a diferencia de todos esos idiotas que decían lo contrario. Y la madre de Ace demostró una vez más ser muy guay.
"¿Sabes cuál es el mayor pecado de Gol D. Roger según el Gobierno? Querer y ser libre."
¿Pero era eso de verdad un pecado? Es algo que debería tener todo el mundo, libertad.
"¿Sabes cuál es el mayor pecado de un hijo o hija suyo para el Gobierno? La importancia que le daría el mundo a dicho hijo con su sola presencia cuando el mismo Gobierno fue el que le dio esa importancia por tachar de mayor pecador a Gol D. Roger."
Eso no era justo. Ellos mismos habían hecho que Ace fuera 'peligroso'. Y el que tenía que pagar por ello era Ace y solo Ace. Que se metan su hipocresía por el culo y dejen a las personas vivir en paz.
"Son unos hipócritas."
Exactamente. El hombre le estaba cayendo cada vez mejor. A la mierda el Gobierno y a la mierda los nobles. ¿Habría algún club o algo de eso? Sabo se apuntaría en seguida.
"Y no ven que algún día eso les explotará en la cara. Seguramente por un D. A ellos les gustan mucho las explosiones por alguna razón."
Por supuesto que tarde o temprano explotaría. Si comprime mucho algo, acaba por explotar. Y la verdad de algo tan grande se acabaría descubriendo de una manera u otra. Que se quemen esos cabrones. Que ardan, gritando gritos de agonía, y luego Sabo bailaría pisoteando sus cenizas. Ejem. Bueno, pues eso. A veces se animaba demasiado. Aunque se haría una nota mental para investigar reacciones químicas y sus efectos en personas...
Entonces escuchó un golpe en seco. Como si alguien hubiera dejado caer un saco de papas.
Sabo miró con cuidado, alzando la cabeza del espeso arbusto en el que estaban escondidos. Parecía que el hombre se había quedado K.O.
Ups. Ace le acababa de ver. Mierda.
Sabo estaba ahí. Daba igual que mirara para otro lado que que se volviese a intentar esconder otra vez, no serviría para nada. Ace no sabe a quién intenta engañar pero él no va a caer. Ni siquiera tenía cara de arrepentimiento el maldito rubio.
Pero volviendo al tema, Sabo estaba ahí, detrás de unos espesos arbustos. Y le estaba viendo llorar.
Corrección. Sabo Y Luffy estaban ahu viéndole llorar. Estaba claro que esta no se la iban a dejar pasar, pero eso a Ace no le importaba ahora mismo.
Sinceramente, no sabía cómo sentirse ahora. ¿Aliviado de que su maldito padre no los hubiera abandonado a él y a su madre? ¿Contento de saber que le querían? ¿Enfadado por saber más y ya no tener el derecho de odiar a Gol D. Roger? ¿Aterrado de lo que eso significaba para él ahora? ¿Asustado de que alguien sabía quién era su padre? ¿Furioso con el mundo que no era justo? ¿Enfurecido porque no le habían dicho antes? ¿Confundido porque ya no estaba seguro de si quería no haber nunca o no? ¿Exasperado por todo lo que estaba pasando tan rápido? ¿Feliz por saber un poco más de su madre (y a lo mejor, solo una pizca, de su padre)? Había muchas cosas a la vez y al mismo tiempo nada.
A lo mejor era por eso que los adultos bebían. Ace había olido las bebidas alcohólicas de los bandidos y olían horrible, así que el sabor no tenía que ser muy diferente. Pero si hacen que no tengas que lidiar con todo esto... un poco no hace daño, ¿no? Además, Buggy se había bebido dos botellas y media enteras. Parecían bebidas fuertes así que a lo mejor podía probar un poco de esa botella medio llena... pero Sabo y Luffy estaban ahí y no quería que Luffy intentara probar lo alcohólico. Ace ya tenía diez años, pero Luffy tenía siete. Podía no ser muy responsable, pero hasta Ace sabía que Luffy no podía beber (ahora solo le faltaba reconocer que él tampoco tenía la edad mínima apropiada).
Y con tantas emociones, Ace necesitaba consuelo.
Sabo se le acercó lentamente, con cuidado. Había sido pillado con las manos en la masa. Luffy también se acercó, con más decisión y entusiasmo, como hacía con prácticamente todo, la verdad. Y, por una vez, no fue Luffy quien inició el abrazo. Esta vez fue Ace. Un muy sensible y llorón Ace.
Los se sorprendieron. No era normal que Ace mostrara tanto sus emociones aparte de enfado y más enfado (el mundo le odiaba, él no tenía más remedio que estar enfadado con el mundo como respuesta). Y... estaba llorando. Mucho. Era mucho más silencioso que Luffy cuando lloraba. Ace solo escondió su cara en los hombro de los otros dos niños y lloró en silencio, dejando que todo le golpeara a la misma vez. Y sin embargo, se sentía mejor llorando con Sabo y Luffy, como si de alguna manera le protegiera del resto del mundo.
En cualquier otro momento en el futuro, Ace negaría que esto sucedió. Ni muerto lo admitiría. Pero ahora, solo por ahora, estaba bien llorar con Sabo y Luffy abrazándole (mientras tanto, Sabo estaba aliviado de que solo haya sido un abrazo y no otra cosa la reacción de Ace al verles allí).
Buggy no solía tener resaca. Ese era Shanks, después de todo. Sin embargo, en esta ocasión, Buggy se encontraba con un gran dolor de cabeza y con algunas ganas de vomitar. No tardó en correr hacia el lugar apropiado para vomitar más cercano. Era un arbusto que estaba como a tres metros suya.
Luego de tirar todo lo que tenía en el estómago y muchas cosas más, Buggy se incorporó un poco, solo un poco, con cuidado de no provocar más ganas de vomitar. Entonces, su cerebro pareció decidir que por fin, después de bastantes minutos vomitando, era hora de intentar recordar qué había pasado antes de quedarse inconsciente causando esa resaca que estaba sintiendo en esos momentos.
Recordaba al maldito pelirrojo dejándole sordo por el Den Den Mushi. También recordaba haber accedido a sus súplicas de ir a una pequeña isl del East Blue a comprobar si su 'Ancla' estaba bien. Recordaba haber llegado y haber pasado unos días en la gloria. Luego se puso en pánico cuando se dio cuenta que era la isla en la que nació el jodido Garp y que el maldito bastardo pelirrojo ni se lo mencionó. Para después volverse a asustar cuando se dio cuenta de que la terrorífica mezcla entre Portgas D. Rouge y Gol D. Roger estaba en frente de su cara. Paso unos días entrenando al mocoso, intentando sonsacarle la información sobre el niñato del pelirrojo, pero no daba resultados. Entonces empezó una charla sobre un tema del que nunca pensó que volvería a hablar excepto en algún raro (y hasta ahora inexistente) encuentro con el pelirrojo cuyos recuerdos serían borrosos por las tremendas cantidades de alcohol. La parte del alcohol seguía siendo cierta, no cabe duda, las náuseas y ese dolor de cabeza lo demostraban. Aunque no se había percatado de cuándo empezó a beber... o cuándo se había movido de sitio.
Buggy reconocía que a veces se movía en sueños, pero del tipo de moverse en la cama, no de andar sonámbulo y mucho menos tras emborracharse así (porque las pocas veces que se emborrachaba acababan en él cayendo como un tronco a la superficie en la que estuviera y sin levantarse hasta la mañana siguiente).
"¡Hey!" Un gritó le llamó. Ya había sabido que había alguien acercándose, pero no le prestó tanta atención.
Era un niño rubio y de ojos azules.
"Tú eres... Buggy, ¿no?" Buggy alzó una ceja. El niño sabía quién era.
"Sí." No iba a dar más información de la a ue fuera necesaria. Tenía prisa por ir a por agua, tenía la boca algo seca y era bueno para después de haber bebido tanto.
"... Gracias...." ¿Eh?
"¿Gracias por qué?" No había hecho nada por ese niño.
"Por decirle esas cosas a Ace... ¡Pero sigo sin fiarme de ti!" El niñato le sacó la lengua.
¿Conocía a Ace? ¿Un amigo quizás?
El niño se fue corriendo. Bueno, pues eso había pasado. No mucho después, Ace se acercó lentamente. Parecía incómodo.
"Hola." Le saludó Ace.
"Hola." Buggy no sabía qué más decir.
Un ruido se empezó a escuchar de fondo. El niñato delante suya se tensó, como preparándose para un impacto.
"¡Aaaaccceeeeeee!" El grito ya se empezó a escuchar bien. Y Buggy no había sentido nunca una presencia así. Era como rayos de sol mezclados con risas, alegría y libertad. Tenía un cierto parecido a la de su padre capitán en cuanto a la libertad, pero no eran iguales. La presencia del niño que estaba acercándose como un torpedo daba como brincos y botes, algo absurdos, la verdad.
Un segundo, el niño estaba dirigiéndose al otro niñato rubio como un torpedo. Y tenía los brazos moviéndose de formas extrañas que ninguna persona normal podía alcanzar. Parecía de goma.
El niño torpedo se estrelló con el niñato rubio, abrazándole de forma que sus brazos daban varias vueltas por el cuerpo del rubio. Era como de goma... espera... la Gomu Gomu no Mi era la fruta que ese maldito de Shanks le dio sin querer a su niñato.
"¡Luffy! ¡¿Cuánts veces te he dicho que no te lances así?! ¡La última vez fuiste directo a la boca de un cocodrilo!" No eran cocodrilos, eran lagartos gigantes, enormes como todos los animales en esta isla. Seguía sin estar seguro cómo puede haber una isla con un bosque tan peligroso estuviera en el East Blue o en cualquiera de los Blues.
Y había dicho Luffy. El niñato del pelirrojo parecía estar bien y feliz. Ya podía volver a su barco y esconderse unos días más hasta poder volver con su tripulación sin que estos le echaran en cara que su descanso no había terminado. No, espera. La promesa de entrenar al chiquillo con pecas.
"Shishishishi." Maldición, su risa era tan rara y molesta como mucha gente loca en el Grandline. Buggy no era de juzgar a primera vista sin un buen motivo, pero la risa rara era una constante en muchas personas peligrosa y/o extrañas en el mundo. Como la de Big Mom. O las potentes risas de Garp y Shirohige. Los tres son fuertes y raros, hechos para vivir en un mar tan loco y absurdo como ellos. "Lo siento." ¿Acababa de ver a Roger en esa frase? Lo decía de la misma manera que el capitán cuando Rayleigh le regañaba por ser demasiado temerario o estúpido o las dos cosas a la vez. Que cuál era esa manera, preguntáis. Pues de forma que dices las palabras pero suenan con tal arrepentimiento de lo que has hecho como lo arrepentido que estás en realidad, o lo que es lo mismo, no te arrepientes de nada y lo vas a hacer otra vez. "Hola." El niñato parece haberse percatado de que Buggy estaba ahí. "¿Quién eres, nariz roja?" Oh, no. Otro con problemas con su nariz. Ya le daría ese mocoso lo que se merecía. "¿Por qué tienes una nariz roja y redonda?" El niñato va y lo empeora más (Ace estaba en medio de los dos y hasta él puede sentir la molestia y el enfado saliendo de Buggy, no podía evitar pensar que era un clásico de Luffy enfadar con palabras inocentes a la gente). "Mola mucho. Es genial." Ah... eso no se lo esperaba. Parece que al menos el niñato tenía algo de salvación después de todo (Ace pensaba que esto también era muy de Luffy. Insultar y enfadar a la gente inocentemente para luego elogiarlos y decirles lo guays que son aplicando su furia con la misma inocencia de antes. Y todo en un mismo respiro. Ace había pasado por lo mismo que Buggy ahora mismo).
"Ejem. Bueno, es de nacimiento... ¿De verdad crees que es guay." Buggy, por todas las cosas por las cosas que ha pasado, sigue siendo algo inseguro.
"Síp. Es único y por eso es genial." Buggy tenía ganas de llorar. La última vez que alguien había elogiado su nariz era el capitán (Shanks no cuenta. Siempre lo decía en un tono medio en serio medio de broma).
"Claro. Por supuesto que es genial. Soy el gran Buggy." Hinchó su pecho un poco con orgullo (a pesar de que no sentía tal orgullo. Había sido una máscara en la cual apoyarse. Ahora era más bien una costumbre).
"Shishishi. Eres gracioso." El mocoso pareció callarse y ponerse serio por un momento. "Gracias por hablar con Ace y decirle lo que tenía que escuchar. Ya somos cuatro y medio los que Ace tiene para decirle que él es genial." Al menos el niñato tenía algo de inteligencia en algunos aspectos (en el aspecto del que casi todo el mundo por no decir todos carecían). Pero, ¿qué era eso de cuatro y medio?
"Tonto." Ace le dio un puñetazo (no uno serio) al niñato. Estaba avergonzado con sus mejillas sonrojadas. No parecía estar acostumbrado a los elogios (Buggy tampoco lo había estado antes. En su primera vida, al menos, a elogios sinceros. Luego vino su padre el capitán y su estúpida manera de decir cosas buenas de los demás tan fácil y significativa. Su tripulación ahora no paraba dándole elogios de verdad. Buggy sospechaba que se dieron cuenta de la desastrosa falta de piropos que recibía y se pusieron todos de acuerdo en decirle al menos dos o tres cosas buenas al día cada uno de ellos. Buggy estaba muy agradecido de ellos). "¿Y qué es eso de cuatro y medio? En todo caso tres. Y no puedes contar a una persona por la mitad así, hasta yo sé eso... creo..." Vale, Ace también necesitaba aprender a contar.
"Shishishi. Por supuesto que son cuatro y medio. Sabo, yo y Jii-chan." Era verdad, el nombre completo del niñato era Monkey D. Luffy. Esperaba no encontrarse con Garp. "Jii-chan es muy raro y le cuesta decir cosas buenas con palabras en serio. Y el resto de cosas buenas las dice con sus puños. El puño del amor da miedo, pero cuando es más fuerte significa que está más enfadado o quiere decirte algo bueno con mucho cariño. Siempre deja su mano un poco más en tu cabeza después del puñetazo cuando quiere decirte cosas buenas." Parecía que conocía a su abuelo perfectamente. ¿Y qué mierda de forma de expresarse es esa? "Y ahora ha venido Buggy. Nosotros somos cuatro, no tres."
"¿Y la mitad esa?" Ace parecía estar tan sin palabras como Buggy.
"Oh. Eso es fácil. Dadan y el resto de bandidos. Pero más Dadan que los demás. Dadan también esa rara diciendo cosas buenas. Dice cosas malas pero quiere decir cosas buenas muchas veces. A veces las cosas malas son cosas buenas para ella. Pero solo cuentan la mitad porque su forma de decir cosas buenas es más rara que la de Jii-chan." Buggy, con su experiencia y su certificado del habla de los D., entendió ese diálogo contradictivo y sin sentido del niñato. Sentía verdadero orgullo en decir que, tras años de navegar con uno, su entendimiento en el habla D. es muy certera.
"... ¿Dadan dice cosas buenas?" Otra cosa que tenía que apuntar. Expandir el vocabulario de estos dos.
"Claro. Cuando dice niñato del demonio lo dice con cariño. Creo que quiere decir hijo." Ace pareció desconectarse del resto del mundo como teniendo una crisis existencial. Luffy pasó su mano por la cara de Ace varias veces. "Va a estar así un rato. Hey, Bu- Bi- B-" Le costaba decir su nombre o no se acordaba. Seguramente las dos cosas.
"Es Buggy."
"Brao- " Eso era mucho más diferente a lo que estaba diciendo antes.
"Llámame Blue." Se dio por rendido. Mejor algo así que cualquier otra monstruosidad que le fuera a llamar. Espera... ¿le había dicho su otro nombre? No le había dicho a nadie del nombre desde que su padre el capitán muri... sí, bueno, eso. Ya sabéis lo que quería decir. Lo importante ahora era que ni le dijo lo del nombre a su tripulación.
"Blue." Uffff. Menos mal. Desastre evitado. No conocía al niñato bien, pero este era un D. y solo con eso se explicaba todo. "Blue. ¿Es verdad que conocías al Rey Pirata?"
"Sí." El niñato le estaba poniendo ojos con estrellitas. Mierda, sus ojos de cachorrito era uno de los peores que había visto jamás. O de los mejores, según por dónde lo miraras. "Su nombre era Gol D. Roger, no ese estúpido nombre de Gold. ¿Sabías qué fue lo primero que hizo el segundo al mando cuando conoció a Roger?"
A partir de ahí, Buggy contó historias de aventuras que había escuchado de los otros tripulantes del Oro Jackson en las que él no estuvo. Todo fuera por no ponerse sentimental otra vez y revivir todo.
Pasó un rato hasta que una cabeza rubia que había visto antes se acercó a ellos. Buggy no hizo ni caso cuando se sentó al lado del otro niñato y escuchaba la historia, los dos ignorando al todavía al que todavía estaba en mitad una crisis. Ace, en algún momento, se acabó uniendo tbién al grupo con una cara conflictiva. Por un lado, su odio por el Rey Pirata seguía fresco y era difícil de gestionar. Por otro lado, quería saber más de la persona que era en realidad de alguien que le conoció. Al menos añadió algunas historias de su madre en mitad.
Luffy podía ser tonto e inocente de muchas cosas en el mundo. Pero sabía entender a la gente en esos momentos clave como ninguna otra persona.
No entendía muchas cosas. Como por qué está mal querer ser libre según muchas personas. O por qué los nobles eran tan malos y general. Tampoco entendía las mates o la medicina.
Pero sí entendía que el mundo era malo a veces. Era malo cuando querían a Ace muerto por una razón tonta. Ace era Ace y Roger era Roger. Y Roger no era malo, pero a la gente le gustaba decir que lo era porque unos mentirosos lo dijeron. El mundo era malo a sus ojos cuando veía a su Jii-chan con los hombros un poco caídos. Luffy no sabía lo que pasaba en realidad, pero Jii-chan no estaba bien cuando él decía que sí y había hecho algo que no quería. El mundo era malo cuando obligaba a Jii-chan a hacer algo que odiaba hacer. El mundo era malo a veces. Otras veces era más bueno. Como dejar que Blue viniera y conociera a Ace.
Ace necesitaba que le dijeran que le querían y que la gente es muy tonta cuando dicen cosas de gente que no conocen como si les conocieran. Además, Ace estaba más feliz escuchando cosas de su padre y de su madre y Blue le caía bien a Ace.
Blue también era raro y bueno. El mundo también había sido malo con él aunque Luffy no sabía cómo. Lo que sí sabía era que Blue necesitaba que le dijeran cosas buenas, igual que a Ace. También tenía un problema con Gol D. Roger y el resto de su tripulación. No odiaba a Roger, pero sentía tristeza, enfado y arrepentimiento. Luffy seguía sin saber por qué sentía eso, pero Blue hablaría cuando estuviese preparado y Luffy esperaría a que lo estuviera. Blue era bueno con Ace y Ace le necesitaba y a Luffy le caía bien Blue, así que Blue era una persona querida ahora. Además, a Sabo parecía caerle bien también. Solo esperaba que su Jii-chan no se enfadase demasiado. Blue era un pirata, pero Jii-chan vería lo bueno que era para Ace y le dejaría quedarse. Y si no, a Luffy le daba igual. Blue se quedaría.
Además, Blue contaba buenas historias, como las de Shanks. Era muy guay.