Traducción: "Day Says" de GallaPlacidia

Harry Potter - J. K. Rowling
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Traducción: "Day Says" de GallaPlacidia
Summary
Scorpius, de once años, comienza a escribirle a Harry. Harry comienza a enamorarse de Draco a través de su interpretación en las cartas de su hijo.Con un Draco extremadamente arrepentido que vive con muggles y trabaja en una librería de segunda mano, un Harry aislado y un Scorpius que teme ir a Hogwarts porque sabe que será intimidado allí.
Note
La presente en una traducción del fanfic de GallaPlacidia "Dad says". Quien publicó que eliminaría su cuenta en esta plataforma, así como todos sus fanfics, como una fan que ama su trabajo he decidido traducir sus fanfics al español para que sus fans de habla hispana podamos seguir disfrutando su trabajo.El fanart agregado pertenece a Swymsuyt y ha sido compartido con su permiso.Toda la historia publicada no me pertenece solamente hice la traducción y la correspondiente edición.Disfruten de esta maravillosa historia.
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Capítulo 6

Capítulo 6

 

Hermione estaba notablemente embarazada.

 

   —Lamento no haber estado respondiendo cartas —dijo Harry, incomodo— Empecé a sentir que había tanto que decir que no podía responder sin escribirte una novela completa, y simplemente… no estaba a la altura.

 

   —Eso es lo que dije —dijo Ron— Es por eso que dejé de escribirte hace años. Pero te ves bien, amigo, ¿Qué haces?

 

Harry se encogió de hombros. Ron y Hermione se miraron y Hermione cambió de tema.

 

Durante las primeras horas, Ron y Hermione lo pusieron al día sobre todo lo que se había perdido. Había mucho. La última vez que hablaron, meses atrás, Harry entró por red flu sin previo aviso, se paseó por la sala de estar varias veces y grito «¡Deja de compadecerte de mí!» Y luego salió furioso.

 

Ellos rechazaron sus disculpas.

 

   —Has estado deprimido, Harry —dijo Hermione— Solo desearía que nos dejaras ayudarte.

 

Pero eso era todo, Harry no quería ser alguien que necesitara ayuda. Quería ser alguien quien ayudara.

 

   —He estado pasando el rato con Draco Malfoy —dijo.

 

Ron y Hermione se miraron.

 

   —Kingsley lo menciono —dijo Hermione.

 

   —Vaya.

 

Hermione trabaja en la oficina de Kingsley. Ella estaba en camino de convertirse en Ministra de Magia algún día. Ron, mientras tanto, trabajaba como Auror.

 

   —Bueno, es solo que… hay algo extraño pasando con él.

 

   —¡Lo sabía! —dijo Ron— ¡Está tramando algo!

 

   —No, no lo está —dijo Harry bruscamente— Él es genial, en realidad. Realmente diferente de como solía ser.

 

   —Este es Malfoy de quien estamos hablando, ¿Sí?

 

   —Ron, no seas prejuicioso —dijo Hermione— Hizo lo correcto al final, ¿No? Debo decir, Harry, que creo que estaba tratando de salvarte de Crabbe y Goyle en la Sala de los Menesteres. ¿Recuerdas cómo les decía que no te mataran?

 

   —No me sorprendería —dijo Harry, quien cada vez más se encontraba mirando hacia atrás en su historia con Malfoy en una luz positiva. A veces tenía que recordarse a sí mismo que Malfoy realmente había sido un bastardo— De todos modos, el punto es que hay algo mal con él.

 

Explicó que Malfoy se perdía en su cabeza. Para su sorpresa, fue Ron, no Hermione, quien habló cuando terminó.

 

   —Daño de Pensamiento —dijo.

 

   —¿Qué?

 

   —Daño de Pensamiento. Lo ves mucho con los ex-prisioneros. Es por contacto sostenido con Dementores. Sin embargo, por lo general solo en personas que estuvieron en Azkaban durante unos veinte años.

 

   —Malfoy era muy joven cuando entro —dijo Hermione con tristeza.

 

   —Sí, eso es cierto —dijo Ron— probablemente era más susceptible a eso.

 

   —¿Qué es el Daño de Pensamiento?

 

   —Es terrible —dijo Ron con seriedad— Básicamente, es cuando tus pensamientos se entrenan para seguir ciertas pistas. Las personas sanas pueden tener un pensamiento triste y luego continuarlo con uno feliz. Pero cuando tienes Daño de Pensamiento, dejas de tener acceso a lo positivo. Te quedas atascado en una especie de estancamiento lógico.

 

   —Así que es como… ¿Depresión?

 

   —Un poco —dijo Ron— Realmente no. Son pequeños colapsos mentales. Digamos que tienes Daño de Pensamiento y piensas, soy malo en mi trabajo. Eso te lleva a directamente a Soy malo en todo -> Me despedirán -> Nadie me contratará -> Mis hijos se avergonzarán de mi -> Estarían mejor si estuviera muerto -> Soy demasiado cobarde para suicidarme -> Soy malo en todo. Y luego vuelves al principio otra vez. Escuché que se describe como correr a través de una casa, tratando de encontrar una salida, pero todas las puertas se cierran de golpe cuando llegas.

 

   —Entonces, ¿Cómo es que sale de eso cuando Scorpius le habla?

 

   —Con el Daño de Pensamiento, simplemente estás dando vueltas en un círculo cerrado, buscando un escape. La única salida es si alguien abre una puerta. Si alguien dice algo que rompe el circulo.

 

Esto tenía sentido. Eve, Flora y Scorpius hicieron que Malfoy se sintiera amado, así que cuando le recordaron que estaban allí, lo sacaron de sí mismo.

 

Harry querría ser capaz de hacer eso.

 

   —Es realmente serio, Harry —dijo Ron— He oído hablar de personas que entran en estados catatónicos permanentes debido a eso.

 

   —Es horrible —dijo Hermione— Pobre Malfoy. Debo decir que creo que es realmente injusto cómo lo han tratado. Han renunciado por completo a encontrar a los asesinos de Narcissa.

 

   —¿Su madre fue asesinada? —preguntó Harry. Ron y Hermione hicieron ruidos de exasperación.

 

   —Honestamente, Harry. ¿Cuándo fue la última vez que tomaste un periódico?

 

   —Probablemente alrededor de… ¿1998?

 

   —Narcissa fue asesinada hace mucho tiempo. Mientras Draco aún estaba en Azkaban —dijo Hermione— No sabemos si fue por viejos seguidores de Voldemort, o por Cazadores de Mortífagos.

 

   —¿Cazadores de mortífagos?

 

   —Sí. Vigilantes que andan golpeando a viejos seguidores de Voldemort.

 

   —¿No deberían los Aurores detenerlos? —pregunto Harry acaloradamente.

 

   —Sí, bueno, no es exactamente la máxima prioridad, ¿Verdad? —dijo Ron. Debió haber captado la atronadora expresión en el rostro de Harry, porque se apresuró a continuar— ¡No estoy diciendo que eso sea correcto!

 

   —Entonces debe ser quien ha estado detrás de Malfoy. Al parecer, casi lo matan la primavera pasada.

 

   —Quiero verlo —dijo Ron.

 

   —¿Qué?

 

   —Quiero ver si realmente es daño mental y qué tan grave es. Necesito hablar con él. Llévame contigo la próxima vez.

 

   —Amigo, no sé si es una buena idea…

 

   —No, Harry, tiene razón —dijo Hermione— Ron puede ayudar.

 

   —Sí, está bien —dijo Harry, pero tenía el mal presentimiento de que Malfoy no apreciaría la ayuda de esa fuente en particular.

 

 

***

Malfoy:

Tengo una petición extraña. ¿Estarías dispuesto a reunirte con Ron? Él piensa que podría ayudar con eso que sucede cuando te desconectas.

Sé que te va a molestar que te sugiera esto. Solo piénsalo, ¿De acuerdo?

 

H. Potter

***

 

***

Potter:

Estoy en deuda contigo. Si quieres que me reúna con Weasley, lo haré.

Sinceramente,

D. Malfoy

***

 

Harry no estaba muy seguro de qué hacer con eso. Al final, fue el Sinceramente lo que lo decidió. Sabía que las despedidas de Malfoy tendían a ser significativas, así que asumió que Malfoy era sincero en su deseo de reunirse con Ron.

 

 

   —Hurón —dijo Ron, cuando pasó por el flu al partamente de Malfoy. Malfoy levantó las cejas.

 

   —Comadreja.

 

   —Saben, en un universo paralelo, esos serían apodos adorables —dijo Harry. Ron y Malfoy lo miraron.

 

   —Por favor, siéntete como en casa —dijo Malfoy fríamente. Ron se sentó.

 

   —De acuerdo. Malfoy, Ron prometió no mencionar la guerra —dijo Harry.

 

   —Aunque todavía estás abierto el tiempo para que seas un idiota general de antes de la guerra —dijo Ron.

 

   —Ya veo —dijo Malfoy— ¿Y qué promesa me exiges para asegurarte de que esto no termine en un desastre?

 

   —Ninguna —dijo Harry— Sé que no vas a enemistarte con él.

 

Malfoy parecía encantado. Ron hizo un sonido de indignación.

 

   —¿Confías más en él que en mí?

 

   —Soy muy digno de confianza, Comadreja —dijo Malfoy— Pruébame. Cuéntame todos tus pequeños secretos.

 

   —Harry le lanzó una mirada de advertencia y Malfoy se recostó contra los cojines del asiento, con una sonrisa de suficiencia en su rostro.

 

   —Está bien, Comadreja. Esta fue tu idea. Procede.

 

Ron respiró hondo.

 

   —Harry nos contó sobre la forma en que a veces te pierdes en tu propia cabeza. ¿Podrías describir lo que quiere decir con eso?

 

Harry esperaba que Malfoy se resistiera a responder, pero habló rápida y cortésmente.

 

   —Un pensamiento me enreda y no puedo salir.

 

Ron asintió.

 

   —Y te quedas atrapado hasta que…

 

   —Scorpius o uno de mis amigos me llama para que deje de hacerlo.

 

   —¿Por qué crees que eso funciona?

 

   —No sé.

 

   —¿Cuánto es lo más largo que ha durado?

 

   —Unas pocas horas.

 

Ron lo miró y Malfoy resopló.

 

   —Tal vez doce. Dieciséis, como máximo.

 

   —¿¿Dieciséis horas?? —repitió Harry horrorizado. Malfoy se encogió de hombros.

 

   —Scorpius estaba teniendo una fiesta de pijamas. Revisé algunas cartas antiguas; fue una tontería de mi parte.

 

   —Creo que estás sufriendo daño mental —dijo Ron— Es algo que vemos mucho en mi línea de trabajo.

 

Harry pudo ver a Malfoy resistiéndose a hacer una broma sobre el trabajo de Ron. Después de una breve pausa, Malfoy preguntó, educado como siempre.

 

   —¿Y cuál podría ser esa?

 

   —Soy un Auror. Vemos mucho daño mental entre las personas que han tenido una exposición prolongada a los Dementores.

 

Malfoy cruzo las piernas, pero no dijo nada.

 

   —Puede ser bastante serio —dijo Ron.

 

   —¿Existe una cura? —preguntó Malfoy. Lo preguntó casualmente, pero estaba jugando con el borde deshilachado del sofá.

 

   —Tratamiento. Es importante ver a un sanador mental.

 

   —Esa no es una opción para mí —dijo Malfoy, sonando aburrido.

 

   —¿Qué quieres decir? —dijo Harry.

 

Malfoy se encogió de hombros.

 

   —Lo que dije. No está sucediendo, así que déjalo. No es gran cosa, de todos modos, Eve y Flora siempre están ahí para sacarme de eso.

 

   —Pasaste seis meses con tu brazo en cabestrillo porque un Hipogrifo te miró raro, pero ¿No vas a ir a un sanador mental cuando tu mente estás literalmente colapsando?

 

   —Harry, retrocede —dijo Ron.

 

   —Tal vez estoy fingiendo, Potter —dijo Malfoy, sonando más como lo hacía en la escuela en mucho, mucho tiempo.

 

   —Oh, vete a la mierda, Malfoy, con tu sufrida mierda. ¡Piensa en Scorpius!

 

Malfoy le lanzó una mirada fulminante y luego se giró hacia Ron.

 

   —¿Té, Comadreja?

 

Ron asintió y Malfoy salió elegantemente de la habitación.

 

   —Lo siento, Ron, no sé por qué está siendo tan difícil…

 

   —Él no puede pagarlo —dijo Ron, en voz baja.

 

   —¿Qué?

 

   —No puede permitirse el lujo de ir a un sanador mental. Por eso está reaccionando así.

 

   —¿Cómo lo sabes?

 

Ron miró alrededor de la habitación y Harry notó por primera vez lo barata y deteriorada que estaba.

 

   —Simplemente lo sé —dijo Ron.

 

   —Bueno, eso no es un problema, yo solo…

 

   —No te atrevas a ofrecerte a pagar por él —dijo Ron.

 

   —¿Por qué no?

 

Ron dijo.

 

   —Porque… y no puedo creer que esté diciendo esto, como si me importara… Lo hará sentir como una mierda. Confía en mí. Si quieres ser su amigo, no te ofrezcas a pagar por cosas.

 

Harry comenzó a discutir, y luego se dio por vencido. Sabía que Ron tenía razón. A Ron se le pagaba un salario decente como Auror, lo que había disminuido la tensión financiera entre ellos, pero no podía negar que Ron sabía de lo que estaba hablando cuando se trataba de disparidad económica dentro de las amistades.

 

Malfoy regreso con tres tazas de té.

 

   —Hay algunas cosas que puedes hacer por tu cuenta, sin un sanador mental —dijo Ron.

 

   —Oh, ¿Todavía estamos con eso? Pensé que habíamos seguido adelante —dijo Malfoy.

 

   —Escribir tu proceso de pensamiento puede ayudarte a romper la lógica. Y evita hablar de temas complicados, excepto con personas que sabes que pueden comunicarse contigo cuando caes en un bucle de pensamiento.

 

   —Entonces no será nadie —dijo Malfoy. Ron lo miró sorprendido— Apenas puedo hablar con mi hijo de solo-once-años sobre… todo eso. Y mis amigos son muggles.

 

   —¿Tú y Harry siguen siendo enemigos mortales, entonces? —preguntó Ron.

 

Malfoy tomó un sorbo de té, mirando a Harry, y no respondió.

 

   —Somos amigos cuando estamos borrachos, al menos —dijo Harry. Malfoy se rio.

 

   —Es realmente extraño imaginarlos a los dos emborrachándose juntos —dijo Ron.

 

   —¿Por qué imaginarlo? Vamos al pub —dijo Malfoy.

 

Ron entrecerró los ojos.

 

   —Te lo sugiero para poder envenenarte de nuevo, Comadreja —dijo Malfoy— Terminar el trabajo.

 

   —Cállate, Hurón.

 

   —¿Asustado?

 

   —¡Obviamente No!

 

   —Tal vez son los muggles los que te asustan.

 

   —Malfoy, no provoques a Ron.

 

La expresión de Malfoy se tensó.

 

   —No importa. Fue una idea estúpida. Me disculpo por sugerirlo; Entiendo que Weasley tiene muy buenas razones para no querer tomar una copa conmigo —se puso de pie, recogiendo las tazas aún llenas de Ron y Harry— Gracias por tu consejo, lo aprecio.

 

Ron miró a Malfoy como si le hubiera crecido una segunda cabeza, luego se dirigió a Harry.

 

   —¿Él está bien? —él susurró.

 

   —Sí —dijo Harry— Simplemente ya no es un imbécil.

 

Malfoy fue a la cocina.

 

   —No estabas bromeando —dijo Ron.

 

   —No.

 

   —Pensé que habías estado, no sé, engañado por su buena apariencia o algo así.

 

   —Bueno, está eso.

 

   —Él me agradeció. ¿Quieres ir al pub?

 

   —Tengo muchas ganas de ir al pub, siendo sincero —dijo Harry.

 

Ron negó con la cabeza, luciendo un poco aturdido.

 

   —Bueno, joder —dijo— Vamos al pub con Malfoy.

 

Malfoy no se relajó cuando le dijeron que habían decidido tomar una copa con él. Parecía, en todo caso, más tenso, mientras los conducía a un tranquilo pub muggle al final de la calle y les invitaba una ronda de tragos.

 

   —Quidditch —dijo Harry. Los labios de Malfoy se torcieron.

 

   —¿Quidditch cerrará la brecha entre nosotros, Potter? ¿Es esa tu sugerencia?

 

   —Sí.

 

   —Hmm… morderé primero. ¿Equipo favorito, Comadreja? No, espera, déjame adivinar.

 

Harry tenía razón. El quidditch resultó ser un tema rico, y pronto Ron y Malfoy estaban discutiendo alegremente sobre los Chudley Cannons. A partir de ahí, comenzaron a hablar de la cultura muggle, de la que Ron parecía no poder creer que Malfoy supiera tanto. Malfoy compró ronda tras ronda de bebidas porque era el único con dinero muggle, y cuanto más bebía Ron, más impresionado estaba con la facilidad con que Malfoy manejaba las monedas desconocidas. Harry se recostó en la cabina, sintiendo algo que se dio cuenta que estaba bastante cerca de la satisfacción mientras Malfoy le explicaba el Internet a Ron.

 

   —Entonces, ¿Qué haces con la función de «toques» de Facebook…? —preguntó Ron. Malfoy abrió los ojos dramáticamente. Harry se preguntó distraídamente si Malfoy alguna vez había intentado usar delineador de ojos.

 

   —Nadie lo sabe con certeza, Comadreja. Pero es casi seguro que es sexual.

 

De vez en cuando, Harry escuchaba a Malfoy diciéndole a Ron alguna mentira absurda cobre la cultura muggle y tenía que intervenir.

 

   —Ron, no lo escuches. Los muggles no tienen que llevar tabletas electrónicas para cargar sus teléfonos.

 

   —Oh, ¿No es así? —preguntó Malfoy inocentemente— Debo haber entendido mal; Lo siento mucho, Comadreja.

 

   —Eres un imbécil en el que no se puede confiar, lo sabes —dijo Ron.

 

   —Harry confía en mí para no enemistarme contigo —dijo Malfoy con aire de suficiencia.

 

   —¡Me acabas de llamar Harry!

 

Malfoy parecía mortificado.

 

   —Es por culpa de Scorpius, ¡Siempre te llama Harry, me está pasando sus malos hábitos…!

 

   —No hay problema, Draco —dijo Harry. Malfoy lo fulminó con la mirada.

 

   —Joder —dijo Ron— Ustedes dos en realidad son amigos, ¿No?

 

   —Nunca sería amigo de Potter —dijo Malfoy, levantando la nariz.

 

   —Sí, nos odiamos —estuvo de acuerdo Harry— ¿Nos traes otro trago Malfoy?

 

   —Eres un borracho. ¿Qué será?

 

Cuando Ron dijo que tenía que irse a casa, todos estaban bastante borrachos.

 

   —Bueno, me voy a un club —anunció Malfoy.

 

   —¿Vas a clubes solo? —preguntó Ron.

 

   —Sí —dijo Malfoy, inclinándose sugestivamente al oído de Ron — Pero nunca me regreso solo.

 

   —¡Aleejateedee míiii!

 

   —Iré contigo, Malfoy —dijo Harry.

 

   —Si estás vestido así, no lo harás.

 

   —Lo que sea, solo arréglame como la última vez.

 

   —¿Ultima vez? —farfulló Ron.

 

Cuando salieron, Ron se despidió de Harry con un abrazo.

 

   —Sigues siendo un idiota —le dijo a Malfoy.

 

   —No puedo decirte que lo eres porque Harry confía en mi para no enemistarme contigo. Pero te aseguro que mis pensamientos sobre ti siguen siendo extremadamente antagónicos.

 

Ron se rio y desapareció.

 

   —Bien, ahora para arreglar el accidente automovilístico que es tu sentido de la moda —dijo Malfoy, lanzando varios hechizos a Harry.

 

   —¡Oye! ¿A dónde se fue mi sudadera con gorro?

 

   —Oh, lo siento, pensé que te lo habías puesto por error. Me temo que lo he desterrado, qué vergüenza.

 

   —Eres un idiota —dijo Harry, golpeando su hombro con el de Malfoy, quien sonrió.

 

Era extraño lo fácil que era darse cuenta de que Malfoy se había divertido. Con Ron.

 

   —Estás mejor con él —dijo Malfoy.

 

   —¿Qué quieres decir?

 

Malfoy inclino la cabeza y fijó en Harry una mirada contemplativa.

 

   —Estás un poco más, no sé, despierto. Deberías verlo más.

 

Harry frunció el ceño.

 

   —Lo veo.

 

   —Cuando fuiste al baño, dijo que tiene suerte si te ve tres veces al año —Malfoy se pasó la mano por la nuca— Solo… no subestimes a los viejos amigos, ¿Sabes? Tienes suerte de tenerlos.

 

No por primera vez, Harry se preguntó qué había pasado con todos los amigos de Malfoy de Slytherin. Crabbe estaba muerto y Goyle todavía estaba en prisión, pero ¿Y los demás? ¿Pansy y Blaise, y todos los otros Slytherins que solían reírse de las bromas de Malfoy y admiraban todo lo que hacía?

 

   —Draco —comenzó, pero Malfoy negó la cabeza, como si estuviera tratando de sacarse agua de los oídos, agarró el codo de Harry y los apareció en el club.

 

Como antes, Malfoy les compró una fila de tragos «Harry tendría que empezar a llevar dinero muggle, decidió. No estaba bien que Malfoy pagara todo, especialmente si Ron tenía razón sobre sus finanzas.»

 

Cuando terminaron los tragos, Malfoy presionó su cara contra la oreja de Harry. Harry se estremeció.

 

   —Dime cual es el chico más sexy que ves, y te lo conseguiré —dijo Malfoy, sus labios tocaron la oreja de Harry en algunas de las palabras. Harry se inclinó hacia atrás para mirar a Malfoy, quien escudriño la multitud, impasible. Incluso si no hubiera sido guapo, Harry hubiera querido comérselo con una cuchara.

 

Pero sí, también era jodidamente guapo.

 

   —Uh… ese tipo —dijo Harry, señalando a un chico atractivo al otro lado del lugar.

 

   —Realmente te gustan los rubios —dijo Malfoy. Harry estaba demasiado avergonzado para responder. Malfoy lo tomó de la muñeca, y fue como la última vez. Malfoy tuvo una conversación en voz baja con el tipo, quien luego se acercó y puso sus manos alrededor de la cintura de Harry.

 

   —¿Qué te dijo? —preguntó Harry, cuando regresaron al departamento del chico «Su nombre era Evan». Se le había ocurrido una idea incómoda. ¿Qué pasaría si Malfoy estuviera usando magia para que la gente se fuera a casa con Harry? Quería pensar que Malfoy nunca haría algo así, pero había sido un mortífago…

 

   —Qué eras tímido, pero te gustaba —dijo Evan— Y que, si hacía algo que no te gustaba, me mataría.

 

   —¿Qué?

 

Evan sonrió y lo besó.

 

   —Me dijo que te cuidara —dijo.

 

   —¿Pero por qué aceptaste?

 

Evan se rio.

 

   —Amigo, mírate —dijo Evan— ¿Quién no lo haría?

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