La tercera Winchester

Harry Potter - J. K. Rowling Marvel Cinematic Universe Supernatural (TV 2005)
Gen
G
La tercera Winchester
Summary
Altaira Winchester es la media hermana de los icónicos Sam y Dean Winchester, uniéndose a la pequeña familia con 3 años.Ya con 16, y una gran experiencia como cazadora, acompañará a su hermano mayor, Dean, en la búsqueda de su padre, que desapareció tras una cacería en solitario, para eso irán primero con Sam, el hermano faltante, y tratarán de persuadirlo para que se una en su búsqueda.
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Muerte en el agua

—No lo haré Ali, deja de insistir.
—Pero no es justo— se quejo la menor como una niña pequeña, causando que el alto se riera —a mí nunca me deja, ni siquiera cuando me enseñó a manejar.
—¿Sabes manejar?— interrogo su hermano sorprendido.
—No fue por su voluntad, hubo una situación en una cacería donde se evidencio que necesitaba aprender. De lo contrario Dean felizmente seguiria ignorando el hecho de que ya no tengo tres años.
—¿Qué situación?— el tono del más alto era de verdadera preocupación, no le gustaba enterarse que a su hermanita le hubiesen pasado cosas malas, sin que él lo supiera, pese a que hablaban con regularidad cuando se encontraba en Stanford.
—Eso ya paso— le resto importancia Altaira mientras se dirigía a la salida del cuarto.
—Altaira— advirtió el mayor —¿Qué paso? No es lo único que no sé, no creas que me olvide lo comentado en Blackwater Ride— comento mientras le hacia un gesto a su hermana para que se sentase en la cama junto a él.
La joven suspiro frutada y se dirigió a pasos lentos a la inevitable charla con su hermano mayor, la verdad que nunca le contó estas cosas porque no quería preocuparlo; había logrado la vida normal que tanto deseaba, no quería arruinárselo de alguna manera.
—¿Qué quieres saber?
—Todo— respondió con obviedad.
—Eso es muy largo. Dean se ira sin nosotros si tardamos mucho.
—Ali, no intentes evadir el tema— suspiro cansado el mayor —porque comenzaste a cazar. Se supone que no lo harías, que solo investigarías. Dean mencionó, en Stanford, que era porque lo quisiste pero se que es mentira, sé que también querés una vida norma como la que intente tener, y aunque cambiaras de opinión se que Dean nunca te hubiese dejado. ¿Qué paso?
—Después de que te fueras, un año después, papá y Dean estaban casado un hombre lobo en Delaware. Hice lo que hacia siempre, una ves que ellos salían me escabullía a la biblioteca publica mas cercana— una sonrisa apareció en los labios de Sam, sabia que su hermana se escapaba para estudiar lo que pudiese en la biblioteca, que no tuviese nada que ver con lo sobrenatural, ya que su padre no se esforzó tanto por meterla en los colegios como si hizo con ellos (ese era otro de los temas recurrentes de discusión que tenia con su padre), él siempre le enseñaba lo que sabia cuando tenían tiempo libre, pero la mayoría del tiempo dependía de ella misma para estudiar —la tercera noche se me hizo más tarde de lo habitual, no me había dado cuenta de que paso el tiempo. Papá y Dean habían dado con el hombre lobo pero descubrieron que no estaba solo, sino que tenia dos hijos, uno de ellos escapo y busco venganza, llego al motel justo cuando estaba por entrar— Sam se tensó —no llego a morderme, no me entrenaron en vano —rió un poco con amargura —para cuando llegaron, yo estaba mal herida e inconsciente al lado del cadáver del hombre lobo. Después de despertar en el hospital, me lleve el regaño de mi vida y papá se entero de mis escapadas, desde entonces me llevaba a cazar con él, Dean se intento oponer pero...
—Nunca desobedece a papá— termino con resignación el alto —lo siento tanto preciosa— abrazo a su hermanita, sabia que no le gustaba cazar, en realidad no le gustaba matar por el simple echo de que eran seres sobrenaturales. Sam sabia de la diferente opinión que tenia su hermanita con el resto de los cazadores al respecto de los monstruos, como también sabia que esa opinión solo podía ser compartida con él —¿y lo del manejo?— pregunto después de un cómodo silencio.
—Fue en otra cacería, un espíritu vengativo en Texas. Papá termino inconsciente y Dean muy mal herido, teníamos que llegar al hospital pero ninguno estaba en condiciones de manejar y yo tenia 14, Dean terminó manejando al borde de la inconsciencia mientras yo me aseguraba de que mantuviese el volante derecho. Después de eso me enseño a manejar, pero no con el impala, así que recibí un curso intensivo de robo de auto, para después recibir mis clases de manejo— el mayor no pudo evitar reírse de la pequeña anécdota al final del relato.
—Conmigo fue igual— siguió abrazando a su hermana hasta que su estomago rugió —vamos a desayunar, o de verdad Dean nos va a dejar atrás— comentó divertido mientras se levantaban.
—¿Sam?
—Sigue siendo un no. No convenceré a Dean que te deje manejar el Impala.
—¿Por qué no?
—Porque recién me dejo manejarlo, si le insisto no me dejara hacerlo más.
—¡No es justo!
—Lo se.
Altaira decidió comprar su desayuno en una casa de comida vegana, que había cerca del motel, Sam se adelantó a buscar a su otro hermano. Cuando la menor de los Winchester alcanzó a sus hermanos, los encontró en lo que a ella le gustaba denominar concurso de "bitch face", eso hasta que la camarera paso por al lado de ellos y Dean no pudo evitar mirarle el culo, con un suspiro molesto se acercó hasta el mayor y le dio un correctivo en la nunca.
—Auch! ¿Y eso por qué?
—Por parecer un perro en celo— comentó molesta Altaira, mientras Sam se reía de su hermano.
—Oye— Sam llamo la atención de Dean, antes de que su hermano pudiese objetar algo —Lago Manito ¿Está lejos?
—¿Tenemos un caso?— Preguntó la menor mientras agarraba el diario —un ahogado.
—Sí, no encontraron el cuerpo aunque el lago fue dragado— comento el mayor de los tres.
—Genial. De paso puedan enseñarme a nadar— comento mientras salían hacia el Impala.
—Vamos por un ahogado y decides que es el mejor momento para aprender a nadar— comento indignado el mayor.
—Cualquier momento es bueno— respondió con simpleza Altaira solamente para molestar a su hermano.
—Ni lo sueñes.
—En algún momento tendré que aprender a nadar.

 

 

 

 

 

 

Luego de un trayecto silencioso es auto, donde Altaira se dedico a ignorar a sus hermanos, en favor de su lectura sobre análisis de sistemas informáticos; los hermanos Winchester llegaron a la residencia de la víctima ahogada, era una cabaña verde con el techo rojo al lado del lago, sin duda era un lindo lugar, lástima por el desafortunado suceso. En esta ocasión, y por insistencia de la menor, los mayores Winchester se hicieron pasar por agentes de Fauna en vez de agentes federales convencionales.
—¿Will Cartón?
—Sí, soy yo.
—Soy el agente Ford— se presentó el mayor antes de señalar a su hermano —él es agente Hamill, de la agencia de fauna silvestre— terminó de presentar mostrando su placa falsa.
—Yo soy una pasante— respondió la menor de los tres cuando el chico se le quedo viendo.
El hermano de la víctima los llevo a orillas del lago para responder las preguntas de lo que le había sucedido a su hermana, la joven observo con pena al padre de la chica, sentado solo en el muelle.
—Estaba como a unos 100 metros— relató el hermano— ahí fue donde la jalaron.
—¿Crees que no se ahogó sola?— preguntó el mayor de los tres.
—Es que es... era una experta nadadora, prácticamente creció en el lago— el joven observaba el agua como si esperase que en cualquier momento su hermana saliese del lago —estaba tan segura ahí como en su tina.
—No hubo chapoteo, ni señales de tensión— pregunto el más alto.
—No, es lo que le digo.
—Viste alguna sombra en el agua, tal vez alguna forma oscura sobre la superficie— intento una vez más.
— No, ya les dije. Estaba muy retirada.
— Has visto huellas extrañas en la orilla.
— No— el tono a duda alerto a la menor, ya estaba comenzando a dudar del interrogatorio — ¿Por qué? ¿Qué creen que hay ahí?
— Te lo diremos si lo hallamos— respondió el mayor para marcharse sin más.
— ¿Qué sabe tu padre?— Pregunto el alto deteniendo la partida del mayor — ¿Podemos hablar con él?
— Oigan si no les importa, él no vio nada y aún está sufriendo mucho.
— Sí, entiendo— comento para marchase.
— ¿Qué te pareció?— pregunto el mayor, una vez que estaban en el auto rumbo a la comisaria, mirando a su hermana por el espejo retrovisor.
— Es un chico fuerte que no puede experimentar su luto por estar cuidando de su padre— comentó distraída la joven mientras miraba por la ventana — no creo que consigamos nada de él.

 

 

— Disculpen, pero ¿Por qué a Fauna silvestre le importa un ahogamiento accidental?— pregunto el sheriff mientras dejaba pasar a los hermanos a su oficina.
— ¿Seguro que fue accidental?— Preguntó el más alto — Will Cartón vio como algo jalaba a su hermana.
— ¿Cómo qué?— Pregunto cansado mientras les ofrecía que tomasen asiento — no hay criaturas carnívoras en el lago, no hay siquiera una tan grande como para jalar a una persona. Al menos que sea el monstruo del lago Ness— ironizó.
— Sí, claro— contesto igual de irónico el mayor de los hermanos, intercambiando miradas significativas con sus hermanos, era una posibilidad muy loca pero posibilidad al fin y al cabo.
— Will Cartón estaba traumatizado y a veces la mente nos juega trucos— explico el sheriff mientras se sentaba — aun así, dragamos todo el lago, hicimos un barrido de sonar para estar seguros y no había nada ahí abajo.
— Pero es extraño— interrumpió el mayor a la explicación que le estaban dando — porque es el tercer cuerpo perdido este año.
— Lo sé, eran personas de mi pueblo. Personas que yo estimaba.
— Lo sé— apaciguo el mayor.
— En fin— comento suspirando cansando mientras se recostaba en el respaldo de su silla — todo esto ya no será ningún problema.
— ¿Qué dice?— pregunto el mayor alertado por la actitud del sheriff.
— De la presa, por supuesto — respondió con obviedad.
— Ha, la presa. Por supuesto— Altaira estaba por asesinar a su hermano mayor y su pésima actuación, por lo menos Sam disimulaba un poco más — se está filtrando.
— Se está derrumbando y los federales no nos darán dinero para repararlas, así que abrieron la compuertas— apoyo sus brazos sobre el escritorio — en otros seis meses ya no tendremos lago, ni un pueblo tampoco— el sheriff los mira con sospecha — pero como agencia federal ya sabían eso.
— Sí, estaba en el informe que nos dieron— intervino por primera vez la menor de los Winchester antes de que la pésima actuación de su hermano les cause problemas, todas las miradas se dirigieron a ella, que se encontraba sentada en la silla al lado de su hermano mayor, mientras que Sam se quedaba parado por detrás de ella — Como pasante soy la que se encarga de leer el reporte completo— respondió a la pregunta no formulada del sheriff mientras le pasaba una carpeta de expediente que tenia del caso a su hermano — ahí— le señala al mayor, donde se podía leer "Cierra la boca".
— Sí, aquí esta. Lo pase por alto— comento riendo nervioso Dean.
Para suerte de los Winchester una joven de unos veintitantos años, con cabello castaño oscuro casi negro, entro a la oficina del sheriff.
— ¿Interrumpo algo? ¿Puedo volver luego?— todos se levantaron para saludarla.
— Caballeros, señorita, ella es mi hija.
— Un gusto— saludo el mayor estrechando su mano con una sonrisa coqueta — soy Dean.
— Andrea Bar. Hola.
— Hola— respondió el mayor embelesado, mientras los menores Winchester rezaban para que su hermano deje de coquetear con la hija del sheriff, FRENTE al sheriff.
— Vienen de Fauna silvestre— informo el padre, poniendo sus brazos a la cadera, claramente incomodo de que el mayor este cerca de su hija — por el lago.
La joven no supo cómo responder cuando aparece un niño de unos 10 años aproximadamente, de tés muy pálida y cabello largo de un castaño mucho más claro que su madre. El niño no miro a nadie, solo al piso mientras se acercaba a Andrea.
— Oh! Hola— saludo el mayor de los hermanos — ¿Cuál es tu nombre?— el niño simplemente se volteo y se fue. La joven se disculpó con la mirada y siguió al niño.
— Su nombre es Lucas— contesto el sheriff.
— ¿Esta bien?— pregunto el más alto.
— Mi nieto ha sufrido mucho, igual que todos— salió de detrás del escritorio y se paró al lado de la puerta de su oficina, una clara orden silenciosa para retirarse — Si hay algo que pueda hacer por ustedes por favor díganme.
— Gracias— contestó el mayor pero cuando paso por el lado de la hija del sheriff se volteo "casualmente" — ahora que lo menciona, podrían recomendarnos algún motel económico— pregunto mirando directamente a la joven.
— Motel Lakefront, den vuelta a la esquina está a dos calles— respondió amable la joven.
— ¿A dos? Le importaría mostrarnos— pregunto de forma galante causando que la joven se riese.
— ¿Quiere que lo acompañe dos calles?
— Si no es problema.
— Voy hasta allá también— respondió coqueta la joven, mientras los menores Winchester esperaban a que su hermano dejase de hacer el tonto, lanzándose discretas miradas de burlas entre ellos — volver a recoger a Lucas a las tres— informó a su padre mientras se agachaba dónde estaba dibujando su hijo para despedirse.
— Es un lindo niño— inicio la charla Dean, mientras caminaban detrás de la joven hacia el motel.
— Gracias.
— Sí, los niños son fantástico— ese comentario por parte del mayor causo que los menores tuvieran que contener la risa, ganándose una mirada molesta por parte de su hermano.
— Ahí esta— comento la mujer deteniéndose en frente del motel — como dije, dos calles— comento hacia el mayor ignorando completamente a los otros dos.
— Gracias.
— Debe ser duro con su sentido de dirección, nunca podrá encontrar una frase de atracción— comento la joven para retirarse, causando que la menor de los tres soltase finalmente la carcajada — disfruten su estancia— se despido luego de cruzar la calle.
— "Los niños son fantástico"— se burló Sam — no te gustan los niños.
—Amo a los niños— se defendió el mayor.
—Nombra a tres niños que conozcas— le reto con burla Altaira.
El mayor saco su mano del bolsillo para enumera mientras mencionaba los nombres, quedándose completamente en blanco en el proceso, luego de unos segundos sus hermanos pasaron de él y se dirigieron a conseguir un cuarto.
—Estoy pensando— les aclaró molesto Dean, mientras los seguía.

Una vez en el cuarto Dean y Altaira comenzaron a desempacar las pocas pertenencias que tenían, mientras Sam se sentaba con su computadora a revisar las muertes ocurridas en lago. La menor de las tres solo llevaba en su bolsa de lona, tres remeras negras y tres camisas, dos vaqueros oscuros, otro par de calzado militar y un abrigo, el resto era ocupado por sus armas personales y su propio diario de cazador, colocó una muda de ropa sobre su cama (pensaba bañarse mientras sus hermanos hacían la rutina de toda casería, de salir a preguntar por ahí a ver que encontraban) y saco de su bolso una Glock 40 para colocarlo debajo de la almohada de la que será su cama, siempre la del medio, y una navaja de repuesto colocándola debajo del colchón, terminadas sus preparaciones se sentó al lado de su hermano, leyendo lo que aparecía en la pantalla.
—Son tres las víctimas de este año— comento el alto.
—¿Y antes de eso?— interrogo el mayor mientras olía la ropa que desempacaba, viendo cual tendría que lavar y cual aún podía usar.
—Sí, seis más dispersas en los últimos treinta y cinco años, que tampoco fueron recuperadas. Si hay algo ahí está aumentando el ritmo.
—Tenemos un monstruo del lago hambriento.
—Esa teoría del monstruo del lago no me convence.
—¿Por qué?— interrogó Dean mientras se apoyaba en el respaldo de la silla de su hermano para ver por sobre su hombro.
—El lago Ness, el lago Champlain... hay, literalmente, cientos de testigos pero aquí casi no hay nada. Cualquier cosa que este ahí afuera nadie ha vivido para contarlo.
—Espera, Bar— comento el mayor señalando un artículo — Christopher Bar, ¿Dónde he escuchado ese nombre antes?
—Christopher Bar, una víctima tal vez— Sam abrió el articulo donde apareció la nota del diario y la foto de un niño que Altaira reconoció inmediatamente como Lucas — Christopher Bar es el esposo de Andrea y el padre de Lucas. Aparentemente, él llevo a Lucas a nadar. Lucas estaba en una plataforma flotante cuando Cris se ahogó... dos horas... antes de que el niño fuera rescatado.
—Tal vez tengamos un testigo después de todo— comento sin ganas la menor.
—Ahora entiendo porque el niño esta tan asustado— hablo el mayor —observar a uno de tus padres morir no es algo que olvides fácilmente.

 

 

Los hermanos fueron al parque donde sabía que estarían Andrea y Lucas, la más joven de los Winchester decidió cambiar sus planes para esa tarde y acompañar a sus hermanos.
—¿Podemos unirnos?— pregunto Sam cuando encontraron a Andrea sentada en unas de las bancas.
—Estoy aquí con mi hijo— los tres Winchester voltearon en dirección a los niños que jugaban en los juegos, encontrando a Lucas rápidamente, siendo el único niño apartado utilizando una banca como mesa para dibujar.
—¿Te importaría si lo saludo?— Dean no espero respuesta y camino hacia el niño.
—Dile a tu amigo que esta actitud de "Jerry Maguire" no funcionará conmigo— comento la joven mientras Sam se sentaba a su lado.
—No creo que se trate de eso.
—Iré con Jerry Maguire— comento la menor caminando hacia su hermano y el niño.

—Me solían encantar estas cosas— le escucho decir a su hermano cuando lo alcanzo, viendo como sujetaba a unos de los soldaditos de juguetes, lo saludo con un movimiento de cabeza cuando este noto su presencia, el mayor jugo un poco con el soldadito intentando obtener la atención de Lucas —¿Así que los crayones es lo que más te gusta? Es grandioso. Las chicas aman a los artistas— Altaira no sabía si pegarle a su hermano o recordarle que Lucas apenas tenía 10 años —oye, estos son muy buenos— comento mientras revisaba los dibujos pero no consiguió ninguna reacción por parte del niño.
—Déjame intentar— le pidió su hermana mientras le hacía unas señas para que la dejara con el niño, al cual el mayor acepto frustrado.
—¿Te importaría si me siento y dibujo contigo un rato?— Le pregunto a Lucas —no soy tan mala— se sentó en el piso mientras tomaba un crayón y unas hojas en blanco que había en la banca —¿Sabes? Creo que puedes escucharme, solo que no quieres hablar— habló tranquilamente comenzando a dibujar sin dejar de mirar de reojo al menor —No sé exactamente que le paso a tu papá, pero creo que fue algo realmente malo. Y creo que sé cómo te sientes— la joven suspiro, sabía que si quería que el niño hablase un poco debía de contarle algo de ella— cuando era una niña, mucho más chica que vos, solo tenía unos tres años, también vi algo... —no pudo continuar por el nudo que se le formo en la garganta, aun no estaba lista para hablar de eso —como sea... tal vez crees que nadie te escuchará o te creerá. Quiero que sepas que yo lo haré, al igual que mis hermanos— miró al menor que seguía dibujando como si ella no estuviera ahí —no tienes que decir algo. Podrías dibujarme algo, sobre lo que viste ese día con tu papá en el lago. De acuerdo, no hay problema— se rindo, termino el dibujo que estaba haciendo —esto es para vos— le extendió la hoja —es mi familia, este es mi hermano mayor Dean— le señalo en el dibujo —es el que estaba antes aquí, puede ser algo molesto pero siempre me cuida y me protege, él evita que los monstruos me hagan daño; este es mi otro hermano mayo, el que está hablando ahora con tu mamá, es muy listo y amable... a él puedo contarle lo que me da miedo, y si tengo pesadillas me deja dormir con él, aunque ronca— se rió un poco la joven —y esta soy yo, la menor de los tres, aun dependo mucho de mis hermanos aunque soy algo grande para eso, pero sé que a ellos no les importa; y esta es mi casa, en realidad es el auto de mi hermano, pero es lo mismo para mí, ahí es donde me siento más segura, porque es donde están siempre mis hermanos. Los tres vamos de un lugar al otro del país ayudando a las personas y deteniendo a los que hacen cosas malas... como lo que ataco a tu papá— la joven se quedó unos segundos esperando alguna reacción del menor, pero no consiguió ninguna —bueno, te dejare seguir dibujando— le dejo el dibujo y se fue donde su hermano mayor que la esperaba a unos pasos del más alto, que aun seguía hablando con la madre del niño.
La menor de los Winchester no pudo ver lo que Dean si, Lucas tomó el dibujo que había hecho su hermana y lo observaba detenidamente, ambos hermanos se juntaron con el restante mientras escuchaban a Andrea responder a las preguntas.
—Lucas no ha dicho un una palabra, ni siquiera a mí. No desde... el accidente de su padre.
—Sí, lo escuchamos. Lo siento— comento el mayor con sinceridad.
—¿Qué es lo que dicen los doctores?— pregunto la menor de los hermanos.
—Es una especie de estrés post- traumático.
—No pudo ser fácil, inclusive para ti— comento Sam compasivo.
—Nos mudamos con mi padre. Nos ayuda mucho. Es solo... que cuando pienso lo que Lucas ha pasado, lo que vio...
—Los niños son fuertes— le comento el mayor mientras miraba a sus hermanos menores —te sorprendería lo que pueden soportar.
—¿Sabes? Solía ser muy vital. Era duro seguirle el paso, a decir verdad— la joven sonrió mientras recordaba —ahora, él solo se sienta aquí a dibujar y jugar con sus soldaditos. Solo deseo... hola corazón— se interrumpió la joven cuando noto a su hijo acercándose.
El niño la ignoro y por unos segundos miro a los hermanos Winchester para después bajar la mirada al piso, extendiéndole a Dean (que se encontraba parado junto a él) un dibujo, la madre del niño miro sorprendida la acción, era la primera vez en mucho tiempo que su hijo había interactuado con alguien.
—Gracias— comento el mayor mientras tomaba el dibujo con las dos manos, como si se tratase de un objeto extremadamente delicado —gracias, Lucas— este no dijo nada, simplemente se marchó a seguir dibujando.
—Eso fue extraño— comento Sam mientras caminaban de regreso al motel.
—No lo creo— contradijo Altaira mientras miraba el dibujo de Luchas, era de una casa que se le hacía muy familiar pero no podía recordar de donde —dibuja bien.
—¿Por qué no te parece extraño?— le interrogo Dean guardando con cuidado el dibujo en su chaqueta.
—Porque le comente a Lucas que vos me protegías de los monstruos, no me sorprende que haya ido hacia vos.
—¿Enserio?— el mayor no pudo evitar hinchar su pecho de orgullo mientras sonreía.
—¿Por qué le dijiste eso?— pregunto curioso y algo celoso Sam.
—Por qué es la verdad, le dibuje a nuestra familia y le conté muy resumidamente sobre nosotros y lo que hacíamos— sus hermanos la miraron sorprendidos sin creerse que su hermana la haya contado a un niño traumatizado sobre las cacerías —¿Por qué quien me toman?— pregunto molesta ante la reacción de sus hermanos —solo le dije que íbamos de un lado a otro por el país, ayudando a las personas y deteniendo a los que hacen cosas malas como lo que ataco a su padre. Y ahora confirmamos que hay algo verdaderamente en el agua, y que es de nuestra jurisdicción, de lo contrario no hubiera recurrido a vos— le señalo al mayor.

—¿Qué más le dijiste?— interrogó curioso Sam a su hermanita mientras Dean se duchaba.
Ya habían llegado al motel, pasaron horas investigando lo que podía haber en el lago, cenaron y se estaban preparando para irse a acostar, obviamente la primera en reclamar la ducha fue la menor de los hermanos. Altaira se encontraba leyendo recostada en su cama cuando la pregunta de su hermano la distrajo y lo miro sin entender a que se refería.
—A Lucas— le aclaró con un poco de vergüenza —en el parque cuando le contaste sobre nosotros— especifico viendo como su hermanita paso de mirarlo extrañada a sonreírle con ternura y cierta diversión brillando en sus ojos.
—¿Estas celoso Sammy?
—¿Qué? ¡Claro que no!— Respondió indignado evitando darle la razón a su hermanita, eso es algo que jamás haría, pero solo provoco que ella se riera —¿entonces...?
—Creo que ya me olvide...— comentó divertido viendo a su hermano aparentar, desastrosamente, indiferencia al respecto —pero no importa ¿verdad?, total no estas celoso ni nada por el estilo.
—Por supuesto— reafirmó molesto pero después una sonrisa malvada atravesó su rostro —pero podría ayudarte a recordar— sugirió calmadamente acercandose como un depredador listo para atacar, a su hermana, que lo miraba con sospecha —de pequeña había una sola forma de hacerte recordar las cosas— comento divertido al ver el reconocimiento en los ojos de su hermana.
—Ni te atrevas— le amenazo pero sin efecto, Sam simplemente acorto la distancia que le faltaba y comenzó a hacerle cosquillas —¡Esta bien! Está bien, me rindo— dijo entre risas y jadeos.
—¿Entonces?— volvió a preguntar, mientras recuperaba el aire y se recostaba al lado de su hermana.
—Le dije que Dean podía ser molesto en ocasiones pero siempre me cuida y protege, que evita que los monstruos me hagan daño— no pudo evitar divertirse con los celos, que se pintaban sin restricciones, en el rosto de su hermano —También la conté que vos sos muy listo y amable... que puedo contarte lo que me da miedo y que si tengo pesadillas me dejas dormir con vos— su hermano sonrió con ternura ante lo dicho por su hermana —aunque roncas mucho.
—Eso no es cierto— protesto Sam mientras le volvió a "atacar" con cosquillas.
Ninguno de los dos notó que hacia rato que la ducha ya no se escuchaba. Dean estaba parado en el baño con la puerta entre-abierta, sonriendo divertido al ver y escuchar la conversación de sus hermanos menores; sin duda para el mayor los momentos como ese eran extremadamente preciado, pequeños momentos en donde se olvidaban del mundo en el que vivían, y sus horrores, para simplemente disfrutar de ser hermanos y de las tonterías que eso conlleva.

 

 

—Bueno— comentó a hablar el menor de los hombres Winchester, entrando al cuarto del motel —creo que es seguro decir que podemos descartar a Nessi.
—A que te refieres— pregunto el mayor mientras se terminaba de calzar sus botas.
—Pase por la casa de los Carlton— explico Sam sentándose en la cama al lado de su hermano —había una ambulancia ahí. Will Carlton está muerto.
—¿Quién está muerto?— pregunto Altaira entrando al cuarto con café en mano.
—Will Carlton —contesto Dean mientras recibía el café.
—¿El hermano de la víctima?— Altaira le paso el tercer café a su otro hermano, antes de arrastrar una silla del "comedor" del cuarto y sentarse en frente de sus hermanos.
—Si— contesto el alto después de darle un sorbo a su café —se ahogó en el fregadero.
—¿Qué demonios?— dijeron al unísono Dean y Altaira completamente asombrados.
—¿Eso es siquiera posible?— cuestiono la menor intentado imaginar la situación.
—Tal parece.
—Tenías razón. Esto no es una criatura— afirmo Dean —Estamos tratando con algo más.
—Sí, ¿pero qué? —cuestiono el alto, repasando mentalmente todos los monstruos que conocía, intentado hallar uno que cumpla con las condiciones del caso.
—No lo sé. ¿Un fantasma acuático, tal vez? ¿Alguna clase de demonio? Me refiero a algo que controle el agua.
Los tres hermanos se quedaron en silencio meditando lo dicho por el mayor, cuando una idea les llego simultáneamente.
—Agua que proviene del mismo lugar— expreso la menor.
—El lago— dijeron simultáneamente los Winchester mayores.
—Lo que explicaría porque el número de muertos aumenta— término Altaira, cuando vio la confusión de sus hermanos aclaró —El lago se está secando, estará seco en unos cuantos meses.
—Lo que sea esta cosa, sea lo que sea que quiera— razonó Sam comprendiendo lo dicho por su hermana —se le está acabando el tiempo.
—Y si puede moverse a través de la tubería— aporto el mayor —puede ir a cualquier lado, casi a cualquier lugar. Esto va a volver a pasar y pronto— termino de decir el mayor mientras se levantaba a tirar el vaso de su café.
—Y sabemos otra cosa que es segura— comento Sam —sabemos que tiene algo que ver con Bill Carlton.
—Le quito a sus dos hijos— concordó Altaira.
—Me lo he estado preguntando. El papá de Lucas, Chris, era el ahijado de Bill Carlton— informo Sam a sus hermanos.
—Hagámosle una visita al Sr. Carlton— sentencio el mayor mientras toma las llaves del impala.

 

 

Cuando los hermanos Winchester llegaron a la casa del Sr. Carlton, lo hallaron en el mismo lugar que lo vieron la última vez, cuando habían ido a interrogar a su hijo, sentado en el muelle con la mirada perdida en el lago.
—¿Sr. Carlton?— llamo con delicadeza la menor de los Winchester al verlo tan ido, no quería sobresaltarlo.
—Nos gustaría hacerle unas preguntas, si no es mucha molestia— hablo Sam cuando Carlton se volteo a verlos, pero rápidamente el hombre volvió a dirigir su mirada al lago.
—Somos del departamento...
—No me interesa de donde son— lo cortó el sr. Carlton —ya he respondido muchas preguntas hoy.
—Su hijo nos dijo que vio algo en el lago— intentó Sam —¿Qué hay de usted? ¿Alguna vez ha visto algo allá fuera?— el hombre siguió sin decir nada, como si no los escuchara —Sr. Carlton, Sophie se ahogó y Will está muerto. Creemos que podría haber una conexión, con usted o su familia.
—Mis hijos se fueron— hablo por fin el hombre, con mucha pesadez y con lágrimas acumulándose en los ojos —eso es... eso es peor que morir —comento con la voz quebrada —Váyanse... por favor.

—¿En qué estás pensando?— le pregunto Sam a Altaira, al ver que se quedó parada al lado del impala mirando hacia la casa.
—Pienso que el pobre hombre está atravesando un infierno— respondió Dean sin darse cuenta que la pregunta no era dirigida hacia él —Y también pienso que no nos ha dicho algo.
—Dean —llamo la menor —aun tienes el dibujo de Lucas.
—Sí, ¿Por qué? —pregunto mientras lo sacaba de su chaqueta y se lo pasaba.
—Tal vez Bill no sea el único que sepa algo —comento la menor mientras alzaba el dibujo para que sus hermanos lo vieran y lo compararan con la casa de los Carlton.

 

 

—Lo siento, pero no creo que sea una buena idea— Andrea estaba dudosa a la idea que le propusieron los Winchester.
—Solo necesitamos hablar con él— intento de nuevo Dean —solo unos minutos.
—Él no dirá nada ¿Qué es lo que pretende hacer?
—Andrea— la llamo Sam —creemos que mucha gente podría salir herida. Creemos que algo podría haber sucedido allá fuera.
—Mi marido, los otros, ellos solo se ahogaron. Eso es todo.
—Si es realmente lo que crees, nos iremos— le aseguro Altaira —pero si crees que existe la mínima posibilidad de que algo más podría estar pasando aquí... por favor, déjanos hablar con tu hijo.
Al parecer si creía que algo estaba pasando porque les dejo hablar con Lucas, era eso o la seguridad y determinación de los hermanos la termino convenciendo. El niño se encontraba sentado es su cuarto dibujando con crayones rodeado de soldaditos de juguetes, los hermanos se miraron en silencio debatiendo quien era el que hablaría con el niño, la mirada de los mayores recayó en la menor pero ella tenía dudas, ya que Lucas le había dado el dibujo a Dean, tal vez tendría más confianza con él, luego de un corto debate de miradas el mayor de los tres entro al cuarto del niño para acuclillarse a su lado.
—Hola, Lucas. ¿Me recuerdas?— el niño siguió ignorándolo como hacía con todos a su alrededor, el mayor reviso los dibujos que tenía cerca, eran en su mayoría de una bicicleta roja —¿Sabes? Yo— comenzó a hablar mientras se sentaba para estar más cómodo —quiero agradecerte por lo del dibujo, pero la cosa es... que necesito tu ayuda nuevamente— la menor pudo notar desde la puerta que Lucas dibuja a una persona rodeada de líneas, como si fuese agua —¿Cómo sabias que tenías que dibujar esto?— Pregunto el mayor mientras le extendía el dibujo que le había regalado —¿sabías que algo malo podría suceder? Tal vez tu podrías decir sí o no con la cabeza para mí— el niño siguió dibujando como si estuviese solo —estas asustado. Está bien, lo entiendo. Veras, cuando yo tenía tu edad... vi que algo realmente malo le sucedió a mi mamá y estaba asustado también. No tenía ganas de hablar con nadie, así como vos pero eras, yo sabía que mi mamá quería que fuera valiente. Pienso sobre eso todos los días y siempre doy lo mejor de mí para ser valiente... Y tal vez tu papá quiere que seas valiente también— parece que eso surtió efecto en el niño porque dejo de dibujar y lo miro, suspiro y le entrego otro dibujo donde se podía ver una iglesia, una casa amarilla y a un niño con una bicicleta roja —Gracias Lucas.

—Andrea dijo que el niño nunca dibujaba de esta forma hasta que su padre murió— comento el mayor de los Winchester mientras manejaba el impala.
—Existen casos en el que pasar por una experiencia traumática puede hacer que las personas se vuelvan más sensibles a premoniciones, a tendencias psíquicas— explicó Sam desde el asiento del copiloto.
—¿Y si Lucas nos está guiando de alguna forma?— preguntó Altaira desde los asientos de atrás, si desprender su mirada de la computadora, donde buscaba por el área alguna iglesia que concuerde con la del dibujo de Lucas.
—Es solo cuestión de tiempo antes de que alguien más pueda ahogarse— comenta el mayor —así que si tienes una mejor idea...— le insistió cuando vio a su hermano negar la opción que acababa de brindar su hermana.
—Está bien— suspiro resignado —tenemos otra casa por encontrar.
—habrá miles de casas amarillas tan solo en este condado.
—¿Ves esta iglesia?— comento Sam mostrándole el dibujo al mayor —te apuesto que al menos de mil de eses en los alrededores.
—El chico universitario se cree demasiado listo.
—Si ya terminaron de discutir como pareja recién casada— interrumpió Altaira asomándose sobre el asiento y le colocaba la computadora en el regazo de su hermano más alto, ignorando las caras molestas de ambos por su comentario —yo ya me adelante a la tarea. Encontré la iglesia.
—Genial.
—¿Sabes?— Comenzó a hablar el menor de los varones Winchester después de unos segundos de silencio —Lo que dijiste acerca de mamá... nunca me lo habías dicho.
—No es gran cosa— comento el mayor —Dios, no vamos a tener que abrazarnos o algo por el estilo, ¿Verdad?— le dijo después de ver con la intensidad que lo miraba, al mayor no le gustaba hablar sobre cosas "de niñas" según él.

 

 

 

Cuando llegaron a la dirección de la iglesia que encontró Altaira, no tardaron en encontrar la casa amarilla ya que se encontraba justo cruzando la calle.
—Lamentamos interrumpirla señora— dijo a modo de saludo Dean cuando una mujer mayor les abrió la puerta —pero, ¿por casualidad vive algún niño pequeño aquí?— La mujer, que tenía la apariencia de la típica abuela amable de los cuentos infantiles, lo miro asombrada por su pregunta —él, posiblemente, viste... una gorra azul y una bicicleta roja.
—No, señor— comento la mujer con voz triste, parecía que se pondría a llorar en cualquier momento —no desde hace mucho tiempo. Peter se fue hace 35 años, la policía nunca... yo nunca tuve ni idea de lo que pasó— comento melancólica mientras miraba la foto de un niño —él solo desapareció. Lo perdí.
La más joven de los presentes en la sala de estar de la señora, le hizo señas a su hermano mayor a unos soldaditos de juguete, como los que Lucas lleva a todos lados junto con los crayones para dibujar.
—¿Saben? Eso es... es peor que morirse.
—¿Desapareció de aquí, de esta casa?— pregunto el mayor luego de unos segundos de incomodidad por la tristeza de la mujer, luego de decir la misma frase que Bill Carlton.
—Se suponía que vendría en bicicleta... directo a casa... después del colegio— contesto la mujer intentando no llorar en el proceso —y nunca apareció.
Mientras la menor de los Winchester consolaba a la pobre anciana, el mayor curioso por los alrededores hasta dar con una foto donde salía Peter con un uniforme de voy scout su bici roja y otro chico más, al darla vuelta leyó en voz alta.
—"Peter Sweeney y Billy Carlton 1970".

—De acuerdo, este chico, Peter Sweeney desapareció y todo está conectado de alguna manera con Bill Carlton— enumero los hechos que tenías hasta ahora el más alto de los hermanos, desde el asiento del copiloto.
—Seguramente que Bill anda escondiendo algo— aseguro Dean mientras manejaba nuevamente hacia la casa del Sr. Carlton.
—Y Bill, la gente que él ama, está siendo castigada— acoto la menor desde el asiento de atrás —entonces, Bill le hizo algo a Peter.
—¿Y si Bill lo asesinó?— pregunto Sam.
—El espíritu de Peter estará furioso— comento el mayor —debe de querer venganza. Es posible.
Los hermanos llegan a la casa de Carlton pero no lo encuentran, llaman en la casa pero nada, hasta que Dean lo ve en el lago, un pequeño bote a motor. Los tres corren desesperados al muelle llamándolo para que salga del agua. Carlton parece escuchar sus gritos porque voltea su rostro para ver a los hermanos pero inmediatamente los ignora, no paso mucho tiempo para que algo atacase al bote del hombre tirándolo al agua para que nunca más volviese a salir.

 

 

—Sam, Altaira, Dean— saluda sorprendida Andrea cuando ve a los hermanos entrar en la comisaria acompañados de su padre —No esperaba verlos aquí— se levantó de su asiento al lado de Lucas.
—Así que ahora se tutean— comento molesto el sheriff —¿Qué están haciendo aquí?— le pregunta a su hija.
—Te traje la cena.
—Lo siento, cariño. Realmente no tengo tiempo.
—Escuche acerca de Bill Carlton— comento a su padre después de mirar a los hermanos —¿es verdad? ¿Algo está sucediendo en el lago?
—Ahora mismo, no sé qué es cierto pero creo que sería mejor que Lucas y vos se fueran a casa.
Al escuchar las palabras de su abuelo, Lucas salió de su trance asustado y corrió directamente hacia los hermanos abrazándose desesperadamente a la cintura del mayor de los Winchester
—Lucas ¿Qué pasa?
El niño parecía que quería decir algo pero solo salían sonidos desesperados de su boca, Andrea intentaba calmar a su hijo mientras que Dean quería saber que le pasaba.
—Lucas, está bien— Altaira se acercó al pequeño acuclillándose para quedar a su altura y que la mirase a los ojos —Esta bien— Lucas pareció calmarse aunque la joven dudase que fuese por la seguridad de sus palabras, más que nada parecía que se había dado por vencido.
—De acuerdo, para ser claro— comento a decir molesto el sheriff en su oficina una vez que su hija y nieto se habían retirado y los hermanos le contaron todo lo que había sucedido al sr. Carlton —¿vieron algo atacar al bote de Bill... succionando a Bill, quien por cierto es un muy buen nadador, hasta el fondo y nunca lo volvieron a ver?
—Sí, eso lo resume todo— contesto condescendiente el mayor de los tres.
—¿y se supone que debo creerlo a pesar de que le pase un sonar a todo el lago y lo que ustedes describen es imposible... y que no son realmente del Departamento de Vida Silvestre? Así es. Lo verifique. El departamento nunca escucho de ustedes
—¿Ves?— comento el mayor a sus hermanos para luego volver su atención al sheriff —lo podemos explicar.
—Es suficiente— interrumpió el sheriff —por favor. La única razón por la que están libres es porque un vecino vio a Bill sacar el bote antes que ustedes. Entonces, teneos algunas opciones. Los puedo arrestar por simular ser oficiales del gobierno y tenerlos como testigos materiales de la desaparición de Bill Carlton... o podemos decir que fue un mal día, se suben a su auto y dejan a este pueblo en su espejo retrovisor y no vuelven a poner un pie aquí ¡Jamás!— la molestia en la voz del sheriff se iba acentuando a medida que hablaba y señala a los hermanos con el dedo para acentuar lo que decía.
—La opción dos suena bien— sentencio Sam.
—Es la que hubiera elegido.

 

—Verde— dijo Sam al ver que su hermano no se movía con la indicación del semáforo.
—¿Qué?— pregunto el mayor, se encontraba demasiado sumergido en sus pensamientos sobre el comportamiento de Lucas como para escuchar lo que le dijo su hermano.
—El semáforo está en verde— antes de arrancar el mayor se volteo a ver a su hermanita, esta simplemente asintió con la cabeza suponiendo, correctamente, que ambos estaban pensando lo mismo —la interestatal está del otro lado— comento el más alto al ver que su hermano estaba regresando al pueblo.
—Lo se.
—Dean, creo que este trabajo termino— intento convencer el más alto a su hermano.
—No estoy tan seguro.
—Sí, Bill asesino a Peter Sweeney y su espíritu consigue vengarse. Es caso cerrado, el espíritu puede descansar.
—De acuerdo, ¿Qué pasa si nos vamos y esto no está resuelto? ¿Qué pasa si nos perdimos algo? ¿Y si alguien más sale herido?
—¿Por qué piensas eso?
—Porque Lucas estaba muy asustado.
—¿De eso se trata esto?
—Solo digo que no nos vayamos hasta que el chico este bien.
—¿Quién eres y que hiciste con mi hermano?
—Cállate.
—Ali— se volteo el más alto como último intento de hacer recapacitar a su hermano.
—Lo siento Sam, esto con Dean en esto. Es evidente que Lucas tiene una conexión psíquica con el caso, si esta tan aterrado sin poder hablar...— suspiro cansada mientras evitaba ver los ojos de cachorrito que su hermano le lanzaba para que este de su lado —significa que el caso no está resuelto.
—Bien— dijo derrotado.
—Desde cuando eres tan frio con los demás— le pregunto la menor.
—No es que no me interese Lucas, solo creo que el caso está cerrado y que el niño solo esta traumatizado. Si vamos y tengo razón nos arriesgamos a ser arrestados por delitos federales.
—¿y si no la tienes?— la pregunta de la menor pareció dar fin a la discusión, el impala se sumergió en un incómodo silencio hasta llegar a la casa del sheriff.

 

 

Cunando llegaron la casa estaba completamente tranquila y a oscuras, como si no hubiese nadie pero Altaira se encontraba extremadamente ansiosa, podía sentir el cosquilleo en su nuca molestándole constantemente; la actitud de su hermana puso en alerta a Dean que se encontraba a su lado, decidiendo forzar la cerradura, sin embargo Sam no se dio cuenta de la ansiedad que sufría su hermana, por estar mirando constantemente a los alrededores de la casa, como si esperara que en cualquier momento saliese la policía a arrestarlos.
—¿Están seguro de esto? Es muy tarde.
—tranquilo, no tocare el timbre. Simplemente forzare la cerradura – le contesto el mayor mientras sacaba sus ganzúas.
—¿¡Que!?— Grito susurrando el más alto —¿te volviste loco?
El mayor ignoro a su hermano, no tuvo tiempo de hacer nada cuando la puerta se abrió sola rebelando a un muy asustado Lucas.
—¿Lucas? ¡Lucas!— el pequeño salió corriendo hacia el interior de la casa mientras los hermanos lo seguían.
Subieron las escaleras donde el agua chorreaban y llegaron a donde suponían que era el baño, Dean tomo al pequeño y lo aparto de la puerta, para poder abrirla ni bien lo hizo vieron nada más que la bañadera llena pero a Andrea no se la veía por ningún lado. Altaira tomo al pequeño y lo abrazo para calmarlo y para que no viese lo que estaba sucediendo, mientras que sus dos hermanos no se cuestionaron mucho y fueron a la bañadera para sacar a Andrea. Fue un trabajo difícil porque había una fuerza invisible que se los impedía, con toda la fuerza que los hermanos pudieron tener sacaron a la joven del agua.
—¿Puedes contarme?— le hablo suavemente Sam a Andrea, se encontraban en la sala de la casas, la joven ya estaba cambiada y el sol comenzaba asomarse por el bosque.
—No.
Mientras los otros dos hermanos estaban en la oficina del sheriff, que tenía en su casa, revisando cualquier cosa que encontrase para explicar porque el espíritu vengativo estaba tras Andrea, siendo que Bill ya había muerto.
—He. Dean— llamo la menor mientras observaba un álbum de fotos del sheriff cuando tenía 12 años, en un principio lo iba a ignorar hasta que recordó que en los pueblos chicos se conocen todos, y no se equivocó cuando encontró una foto do unos niños con uniforme —¿no es Peter?— le pregunto cuando sintió que estaba a su lado, su hermano no respondió, simplemente tomo el álbum y salió rápidamente hacia donde se encontraba, Sam y Andrea —de nada— dijo sarcástica al aire antes de ir con su hermano.
—¿Reconoces a los chicos en esta foto?— escucho preguntar al mayor cuando llego a la sala.
—¿Qué? No... excepto este que es mi padre, debería tener 12 años en esta foto— comentó señalando la foto donde se encontraba parado junto a Peter.
—El ahogo de Chris Bar— comenzó a decir la menor de los hermanos —la conexión no era con Bill Carlton. Debió haber sido con el sheriff.
—Bill y el sheriff los dos estuvieron involucrados con Peter— comprendió el más alto.
—¿Qué hay con Chris?— Pregunto Andrea completamente confundida —¿Mi padre? ¿De qué están hablando?
—¿Lucas?— Pregunto Dean ignorando a los demás desde que vio al niño caminar hacia la ventana y quedarse parado mirando a un punto fijo —Lucas, ¿Qué pasa?
El niño no contesto simplemente comenzó a caminar hacia la puerta, salió alarmando al resto de las personas que comenzaron a seguirlo por el patio de la casa
—¿Lucas? ¿Cariño?— intento llamarlo la madre pero no obtenía reacción alguna del menor.
El niño se detuvo al principio del bosque y levanto la vista para ver al mayor a la cara.
—Tú y Lucas vuelcan a la casa y quédense ahí— demando el mayor con voz suave para no alterarlos y sin apartar la mirada del menor —¿de acuerdo?
Andrea tomo al niño y se lo llevo, mientras el más alto de los tres se fue hacia el auto a buscar las pásalas.
—¿Qué crees?— comento el mayor a su hermana —¿Peter?— no aparto la mirada del punto donde estuvo parado Lucas, como si esperase que en cualquier momento saliese algo de la tierra.
—No soy experta pero por el suelo no parece que allá un cadáver ahí.
—Paso hace mucho, seguro que es solo huesos.
—Sí pero... el cuerpo en descomposición.... Son nutrientes para el suelo y las plantas, apenas y hay musgo y pasto, no veo que allá crecido nada más— comento la menor mirando las plantas cercanas —igual, repito, no soy experta en nada.
—No, pero tienes buena intuición y ese "radar sobrenatural" en tu cerebro.
—En serio Dean, ¿"radar sobrenatural"?
—¿Cómo quieres que le diga?
Altaira no tuvo tiempo de contestar nada cuando llego Sam con las palas y le dio la que le correspondía, comenzaron a cavar hasta que, a pocos centímetros de la superficie, la pala de uno de sus hermanos dio contra algo sólido. Dejando las palas a un costado los hermanos mayores comenzaron a cavar con las manos sacando una bicicleta vieja pero que aún conservaba el color rojo, la menor no lo pensó mucho cuando el cosquilleo en su nuca volvió pero más suave, saco su Glock de detrás de su espalda mientras se volteaba y apuntaba a un sorprendido sheriff que se acercaba empuñando el arma.
—¿Quiénes son ustedes?— interrogo el sheriff.
—Chicos— advirtió la hermana al mismo tiempo que el sheriff hablo.
—Baja el arma, Jake— le pidió Sam mientras se volteaba lentamente para quedar de frente.
—¿Cómo supiste que estaba aquí?— interrogo mientras la mano con la que sostenía el arma temblaba de la ira y miedo.
—¿Qué paso? ¿Tú y Bill mataron a Peter ahogándolo en el lago y luego enterraron su bicicleta? No puedes enterrar la verdad, Jake— Dean sabía que lo estaba enfadando y que era sumamente estúpido hacerlo pero por lo menos de esa forma el sheriff se concentraba en él y dejaba de apuntar a su hermana —Nada queda enterrado.
—No sé de qué demonios están hablando.
—Tú y Bill mataron a Peter Sweeney hacer 35 años de eso estoy hablando— le respondió Dean, estaba nervioso de que el sheriff apuntase con el arma a sus hermanos.
—Papá— Andrea se acercó alterada por la situación.
—y ahora tiene un espíritu muy enojado— siguió hablándole Dean ignorando a la joven.
—Se va a llevar a Andrea... a Lucas, todo los que amas— hablo Sam intentando hacer que entre en razón, mientras tanto Altaira se mantenía firme apuntando a la cabeza del sheriff que por el momento parecía haber olvidado su presencia, para alivio de sus hermanos— los va ahogar y se va a llevar sus quien sabe dónde. Para que sientas el mismo dolor que sintió la madre de Peter, y después de eso te va a llevar a ti y no parará hasta que lo haga.
—¿Cómo lo sabes?
—Porque es exactamente lo que hizo con Bill Carlton —respondió el mayor en lugar de su hermano.
—Escúchense. Están locos.
—Me importa un demonio lo que piense de nosotros —hablo Dean – pero si queremos derrotar a ese espíritu tenemos que encontrar sus restos, salarlos y quemarlos. Dime que enterraron a Peter en algún lado. Dime que no lo dejaron hundirse en el lago.
—Papá, ¿algo de esto es verdad?— pregunto angustiada la hija del sheriff.
—No. No los escuches— respondió monótonamente —son mentirosos y peligrosos. Incluso me están apuntando con un arma— comento para mirar a la más joven de los Winchester, como si recién recordase de su existencia.
—No soy la única apuntando con un arma.
—Algo trato de ahogarme— procedió la hija —Chris murió en ese lago. Papá, mírame— exigió —dime que tú no mataste a nadie— le rogó cuando logro que su padre la mirase, pero el hombre aparto la vista y comenzó a agitarse —por Dios.
—Billy yo fuimos al lago— comenzó a relatar mientras bajaba el arma, Altaira también bajo su arma pero aun así la tenía lista por cualquier eventualidad —Peter era el más pequeño. Siempre nos aprovechábamos de él... pero esa vez... fuimos violentos. Le sosteníamos la cabeza debajo del agua. No queríamos hacerlo... pero lo hundimos demasiado tiempo y se ahogó. Dejamos ir al cuerpo— prosiguió esta vez mirando al mayor de los hermanos para contestarle a sus anteriores preguntas —y se hundió.
Eso complicaba más las cosas, sin un cuerpo no podían hacer nada para detener al espíritu, pero eso solo era una preocupación para los Winchester, el sheriff tenía como única preocupación que su hija lo entendiera y le perdonase por el error que cometió cuando tenía 12.
—Andrea. Éramos niños. Estábamos muy asustados— el hombre estaba desesperado al ver que su hija no podía ni dirigirle la mirada —fue un error, pero, Andrea... decir que tuve algo que ver con las muertes... con Chris... por culpa de un fantasma no es racional.
—De acuerdo— interrumpió Dean —escúchenme todos. Primero Ali guarda el arma— la menor pareció resistirse al principio pero obedeció, cuando lo hizo el mayor regreso su mirada al sheriff —Necesitamos alejarlos del lago, tan lejos como podamos ahora mismo.
—¡Lucas!— gritó Altaira al ver al pequeño en el muelle del lago.
—¡Lucas!— el sheriff salió corriendo en busca de su nieto, impulsado por el puro terror a perderlo sin importarle si creía o no en fantasmas.
Todos salieron corriendo en dirección al pequeño llamándolo para advertirle y que se aleje del agua, pero el pequeño no los escuchaba estaba tratando de llegar a su soldadito de juguete que se le había caído, y ahora flotaba en la superficie del lago. Cuando llegaron al lago el Sheriff se detuvo con miedo al ver la figura de Peter en el agua, Sam y Dean no lo vieron, y aunque lo hubieran hecho tampoco se detendrían, saltaron al agua para rescatar al menor mientras que Altaira evitaba que la madre saltase al agua también.
—¡No! Lucas estará bien, mis hermanos lo salvaran— le decía una y otra vez para calmarla evitando sus intentos de soltarse e ir al agua —quédate en el muelle.
Después de unos momentos sus hermanos salieron por aire pero sin Lucas, no tardaron en volver a hundirse en búsqueda del menor, mientras Altaira intentaba controlar a una muy desesperada madre.
—Peter, si puedes oírme— comenzó a gritar el Sheriff mientras se metía al lago —por favor, Peter, lo siento.
—Papá ¡no!— Andrea ya no tenía voz para gritar pero tampoco quería perder a su padre.
—Lo siento— prosiguió el sheriff mientras seguía caminando al interior del lago.
Sinceramente Altaira no intento evitar lo que estaba haciendo, si bien la muerte de Peter fue un accidente, la joven consideraba que era lo justo; si el espíritu aceptaba por lo menos Jake podría redimirse salvándole la vida a su nieto, pero ese pensamiento era algo que jamás admitiría la menor, ni siquiera a su hermano Sam.
—Peter, Lucas... él es... él es solo un niño. Por favor, no es su culpa. Es mía ¡Por favor, llévame a mí!
—Jake, ¡no! – grito Dean al salir por aire y verlo en el agua.
—Escuchen, déjenlo terminar— grito el hombre.
El sheriff se hundió y los mayores Winchester fueron tras él para intentar salvarlo. Sam salió a la superficie poco tiempo después mientras negaba con la cabeza, dando a entender que no había podido llegar a tiempo. Segundos fue lo que duro todo pero parecieron años, Andrea grito desgarrada por su hijo y padre mientras que Altaira intentaba detenerla de saltar al agua, cuando Dean logra salir a la superficie cargando a un inconsciente Lucas. Rápidamente lo llevo al muelle donde ahora era Sam quien retenía a la mujer mientras su hermana realizaba los primeros auxilios para salvar a Lucas.

 

 

 

 

 

Horas después de lo ocurrido en el lago, ya para el atardecer, los hermanos Winchester se encontraban guardando sus pocas pertenencias en el impala preparándose para volver al camino. Los tres se encontraban en completo silencio por diferentes motivos, la menor porque no tenía ganas de hablar, se encontraba muy cansada pero consideraba que pese a la muerte de Will Carlton había sido un buen caso, no le afectaba las muertes de Bill y Jack ya que las consideraba justas; el mayor por otro lado era el caso opuesto, se sentía culpable por todas las muertes ocurridas mientras trabajaban el caso, repasaba mentalmente que era lo que podía haber hecho para darse cuenta de las cosas más rápido y lograr salvarlos; en cambio el mediano de los hermanos, se encontraba preocupado por su hermano mayor, el sabia de la tendencia de este de cargar con todas las culpas, incluso cuando no tenía ninguna, de su hermana no se preocupó mucho porque sabía que ella estaba bien, que al contrario del mayor tenía una mente muy lógica y racional, como para cargar con culpas fantasmas y de hacerlo ella siempre recurría a él, incluso cuando se encontraba en Stanford.
—Mira— comenzó a hablar Sam a Dean —no vamos a salvar a todo el mundo.
—Lo sé— respondió sin mucho convencimiento.
—Sam, Dean, Altaira— llamo Andrea, que se encontraba llegando junto con Lucas.
—¡Hola!— saludo Dean mientras se acerba a ellos acompañados por sus hermanos.
—Estamos encantados de haberlos conocido— le comento la madre cuando los hermanos se acercaron —nosotros solo les hicimos algo para el camino. Lucas insistió en preparar él mismo estos sándwiches— comento mientras el niño bajaba la mirada avergonzado, el pequeño se encontraba cargando una bandeja con los sándwiches mencionados.
—¿Se los puedo dar ahora?— pregunto el menor en un susurro muy audible causando que a los hermanos Winchester les surgieran unas sonrisas sinceras en sus labios.
—Por supuesto.
—Vamos, Lucas. Vamos a poner esto en el auto— hablo Dean.
—¿Cómo lo están aguantando?— pregunto Sam después de asegurarse que Lucas no los escucharía.
—Nos llevará tiempo superar todo esto, ¿sabes?—respondió cansada, aún no había tenido tiempo de pensar en todo lo que había ocurrido.
—Andrea, lo siento— comento Altaira, en realidad no lo sentía pero sabía que eso era lo que se decía al entregar la condolencias, y se aseguró de que sonara lo más real posible.
—Salvaron a mi hijo. No puedo pedir más. Papá me quería, quería a Lucas. No importa lo que hizo... solo tengo que... aferrarme a eso.
No digieron mucho más y se acercaron al auto donde se encontraban Dean y Lucas, sin previo aviso Andrea beso a Dean, dejándolo muy sorprendido tanto que ni siquiera pudo responderlo.
—Gracias— fue todo lo que dijo la joven madre.
—Sam, mueve el trasero— demando incomodo el mayor, no era bueno con las despedidas o los sentimientos —tenemos que irnos antes que se haga de noche.
Antes de que Altaira se siéntanse en la parte de atrás Lucas la detuvo con un abrazo.
—Tenías razón— le dijo el niño —Dean me protegió del monstruo.
—Sí, mi hermano se especializa en eso— reveló enternecida, le respondió el abrazo y se subió al auto donde se encontraban sus sonrientes hermanos. Era raro que la gente le agradeciera por su trabajo y las pocas veces que ocurría, como en esta ocasión, a los hermanos les invadía una cálida sensación de realización en el pecho.

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