"Si estás leyendo esto, significa que estoy muerto o desaparecí"

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Final

Advertencia: este capítulo contiene muerte de un personaje. Lean con cuidado y responsabilidad.

De como Harry Potter entendió todo 

Final

Harry lo entendió todo, ese mismo día. Él solamente había sido un personaje secundario en la búsqueda de Malfoy. El propio rubio había descubierto su propio caso y él solamente había recopilado la información, al menos podría rescatar a Malfoy y a los demás que estaban en manos de aquella persona en Rob Royce. Haciendo de lado sus pensamientos, se dispuso a ordenar todo lo necesario, necesitaba su uniforme y algunas cosas más.

No había sentido adrenalina por su trabajo desde hace mucho tiempo, gracias a la búsqueda de Malfoy se había dado cuenta de que su trabajo no le apasionaba tanto como antes. Suponía que su inclinación a convertirse en auror se debía a su padre y a Sirius, pero cuando descubrió la verdad de Severus Snape, y como los merodeadores le hicieron la vida imposible, aquella utopía que tenía de ellos se rompió.

Allí fue cuando el escenario que todos les crearon de su padre se desfiguró, la verdad había sido tan clarificadora que la ficción de un hombre honorable había quedado rezagada. Una explosión de sentimientos le embargó ante todo, no se sentía tan cercano a los Weasley, se sentía incapaz de pensar en cosas positivas, pero por otro lado sentía una extraña adrenalina, incluso podría decirse que estaba nervioso, tenía otros sentimientos extraños que retumbaban al mismo tiempo dentro de sí mismo. 

 Al estar a unos minutos de reencontrarse con Malfoy, sintió... de pronto sintió deseos de ver sus ojos grises y su aura de arrogancia, no entendía ese sentimiento, ¿por qué lo experimentaba hasta ese momento?, sabía muy bien que era peligroso pensar en eso mientras iba a reencontrarse con un mago peligroso. Cuando se dispuso a irse, el ruido que provenía de la chimenea llamó su atención, de ese mismo lugar salieron sus amigos, todos con rostros decididos y con varitas en mano.

-¿Qué? -atinó a decir, la repentina llegada de sus amigos había hecho que Harry olvidara sus pensamientos en un instante.

-Hemos venido a ayudar Harry -dijo Hermione, con una expresión que no miraba desde... la guerra -No creas que vamos a permitir que hagas esto solo.

-Somos tus amigos Harry, eres parte de nuestra familia y no vamos a abandonarte -dijo Ginny mostrándole una sonrisa reluciente.

Ron solamente asintió, él no solía expresar sus emociones directamente, él siempre había sido transparente con sus emociones e intenciones, desde el colegio Harry había logrado entender a su mejor amigo, pero la palabra que Ginny le había dicho, "familia", hizo un eco en su mente. Se había gravado en fuego en su cabeza. Pero, se sintió feliz de poder tener la compañía de ellos, lo apoyaron cuando era nadie y ahora estaban allí, poniendo en riesgo sus vidas, para recatar a Malfoy.

Malfoy, el que insultó muchas veces a Hermione, a Ron e incluso a Ginny, el que les hizo terribles jugarretas, el que se vio obligado a unirse a Voldemort porque su familia se vio amenazada. Harry asintió, firme, no iba a renunciar de encontrar al Malfoy en esos momentos, antes de irse, escribió una carta rápida y la envió a Bélgica, a una casa que quedaba lo suficientemente escondida, quería que ellos estuvieran allí cuando regresara con su hijo a salvo. 

Se habían aparecido lejos de la cueva, no era conveniente que el secuestrador supiera de su repentina llegada para salvarlos. Habían caminado en silencio hacia el lugar, divididos, Ron y Harry iban juntos, mientras que Ginny y Hermione iban más lejos, no querían arriesgarse porque ellas no eran aurores y no estaban lo suficientemente capacitadas por si las cosas se ponían difíciles. Cuando llegaron a la cueva, sintieron aquella energía terrible que les dejó paralizados por un instante, de pronto ellos dos se quedaron sin varitas.

En frente de ellos, Carrow los observaba con una sonrisa de completa arrogancia.

-¡Ya era hora Potter! -se escuchó la voz de Pansy, en algún lugar de la cueva.

-Cierra ya la boca -le dijo Amycus a Pansy.

-¡Cállame! -dijo retadora la pelinegra de ojos verdes, con una voz completamente desafiante y segura. 

De pronto se escuchó un hechizo y una luz que se dirigía directamente hacia Pansy, Harry miró la escena aturdido por la osadía de la inefable, ella sabía que estaba en peligro y aún así se arriesgo, pero nada le sucedió, parecía como si los hechizos no le hicieran ningún daño. La pelinegra miró con burla al hombre y luego le lanzó una mirada a Harry.

-No pueden hacer nada -dijo Amycus volteando a verlos -Sabía que vendrías con uno de tus amigos Potter, siempre escondiéndote como la rata que eres -exclamó con desprecio el criminal. Caminó, sabía que estaban aturdidos por el hechizo que les había lanzado a ese par antes de quitarles las varitas -Pero aprovecharé, tú y Weasley morirán, porque... los utilizaré como sacrificio para traer de regreso a los mortífagos y sin ustedes entrometiendoce, por fin haremos caer a todos los que se opusieron a mi señor.

-Estas enfermo -dijo Pansy, con todo el rencor que pudo sacar desde adentro, pero eligió quedarse en silencio cuando miró las figuras de Hermione Granger y Ginny Weasley acercarse a la cueva.

-¡Cierra la boca Parkinson! ¿Cómo rayos le haces para salir intacta de los hechizos que te mandé? ¡Te haré tomar verasitatum para que confieses! -dijo Amycus, fuera de sí.

En ese momento Ginny lanzó un hechizo potente hacia Amycus, el hechizo acertó, lanzándolo directamente a la pared, en donde estaban los demás atrapados, Harry entonces pudo observar por el destello de los hechizos a los demás prisioneros.

 Zabini estaba inconsciente, Nott tenía los ojos abiertos pero parecía desorientado, Goyle estaba totalmente inconsciente, parecía inerte, Olivia tenía la ropa rasgada y tenía una expresión mortal en el rostro, ella parecía más consiente que los demás y Malfoy, él estaba al igual que Zabini y Goyle. 

-Si vuelven a lanzarme otro hechizo mataré a tus amigos -dijo Amycus apuntando hacia Ron y Harry.

-Estás demente Carrow -dijo Ginny, llena de una férrea determinación en sus ojos, algo que no habían visto desde hace mucho tiempo -Somos dos en contra de ti, no podrás hacer nada.

Amycus les sonrió desquiciadamente a ambas, eso hizo que ambas dieran un imperceptible paso hacia atrás, el mago oscuro hizo una floritura con la varita, una que conocían bien -Avada... -comenzó.

Hermione gritó, interrumpiendo aquel maleficio que enviaría a sus amigos -¡Tu ganas! 

-¡Silencio sangre sucia! Entreguen sus varitas -dijo firmemente. Ambas le entregaron las varitas, con un gesto derrotado, Amycus sonrió malévolamente y las guardó en su bolsillo. 

Luego sacó un libro, dispuesto a seguir con el ritual para traer de regreso a todos, revisó el orden de los objetos y empezó a intentar por primera vez, estaba seguro que funcionaría. No se sentía nervioso, se sentía eufórico porque su plan había resultado tal como lo había planeado.

-Por las fuerzas ancestrales de la magia, yo, Amycus Carrow he de traer de regreso a esos magos, todos representados por las piedras que están colocadas según lo dictan  los antiguos magos, aquellos que fueron elegidos para la magia y que permiten tenerlas - Amycus sonrió orgulloso cuando todas las piedras empezaron a brillar, Hermione gritó, estaba totalmente desesperada, Ginny miró fijamente al suelo, se sentía incapaz, él les había ganado la batalla.

Pero...

Unos gritos de espanto empezaron a sonar, todos los que estaban consientes miraron a la figura de Amycus Carrow, solamente de él podrían provenir aquellos horribles gritos de dolor. Jamás había escuchado algo como eso, todos observaron una luz amarilla que consumía el cuerpo de Carrow. Hasta que lo consumió completamente, hasta que quedó convertido en nada. 

-¿Fueron ustedes? -dijo Ron, completamente confundido. Mientras le hacía la pregunta a Hermione y a Ginny.

-No -dijo Ginny y Hermione al mismo tiempo.

-¿Que acaba de pasar? -dijo Harry intentando procesar todo. 

Entonces la voz de Pansy se escuchó en la cueva -Que se yo, pero... no sé... ¡Podrían desatarnos, saben! -dijo con todo el sarcasmo que pudo recurrir y con la voz mas ácida que pudo elegir. 

Había sido Hermione la que había comenzado a desatar a todos, cuando encontró su varita entre los restos del criminal, mientras Ginny lanzaba hechizos curativos a aquellos gravemente heridos. Ninguno se atrevió a tocar el cuerpo que estaba consumido en el suelo, Harry estaba al lado de Ginny, solamente observando el proceso de curación.

-Goyle esta muerto -dijo Pansy a Olivia, quien solamente suspiró pesadamente.

-Despierta a Malfoy -dijo Olivia a Pansy, luego la jefa de los inefables lanzó un patronus, un tigre apareció, era sin duda elegante y algo que estaba acorde a la jefa -Señor ministro, Potter y su pandilla nos encontraron, tenemos a una persona que murió, el secuestrador murió... estamos en Rob Royce -luego aquella figura se fue a dejar el mensaje.

-¿Qué fue lo que pasó con Carrow? -preguntó Harry a Olivia.

Ella le dedicó una mirada oscura -La magia misma acabó con él.

-¡Qué! -dijo Ron, asombrado y asustado al mismo tiempo.

-No soy especialista en magia pelirrojo -dijo Olivia, seria-El especialista es Malfoy y él no pudo observar que pasó, por ahora solo nos queda esperar a ver si existe una explicación lógica.

Poco tiempo después el ministro llegó junto a aurores y medimagos, ellos los revisaron apropiadamente y Harry, solamente se dedicó a observar a Malfoy, un despierto Malfoy que era atendido por algunos inefables y rodeado por sus tres fieles amigos. Y Harry se permitió suspirar, había logrado ayudar, al menos eso tenía de recompensa.

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