
Febrero del '72
Febrero del ‘72
Los días siguieron, Dorcas y ella cada vez eran más amigas. A sus padres les escribía mucho diciendo que había encontrado a otra amiga. Ellos estaban bastante ilusionados puesto que tras el comportamiento tan ausente y distante que tuvo durante las vacaciones se alegraban de que volviera a ser feliz.
También continuó quedando con Frank. Aunque cada vez era más difícil que se viesen. Frank estaba estudiando muy duro. Quería sacar las mejores notas, y apenas se le veía sin un cuaderno o un libro en la mano. Solían quedar en la habitación de Frank. Estudiaban juntos, y al menos podían ponerse más al día de sus respectivas semanas.
A Martha le hacía mucha gracia cuando oía a Frank quejarse de alguien, ya que él solía llevarse bien con casi todo el mundo. Pero una tal Bellatrix de su mismo curso le sacaba de quicio. Últimamente se la pasaba hechizando a los más pequeños, y el al ser no sólo un prefecto sino el delegado del curso, le quitaba mucho de su tiempo.
-Estoy de verdad muy cansado de ella. Te juro que el año pasado no era así. No sé qué le ha pasado pero ella estaba más tranquila. Desde que ocurrió aquello de su hermana yéndose de casa, no ha vuelto a ser igual.
-¿Tiene otra hermana?. Pensaba que sólo Narcissa lo era.
-No, ella es la pequeña, pero tiene otra hermana. Una 2 años mayor. Antes eran inseparables, ¿sabes? Pero cuando íbamos a 3ero ella empezó a salir con uno de Hufflepuff de su mismo año. No creo que te suene su nombre, se graduaron ya hace un par de años, pero él era un nacido de muggles, y cuando Bella se enteró bueno… Se dice que tuvieron una discusión. Supuestamente, Bella lo aceptó porque pensaba que para cuando saliese habrían cortado pero no. Este verano al parecer Andrómeda se escapó de casa, y ahora Bellatrix está irreconocible.
-Vaya. ¿ No sería mejor que hiciesen las paces? ¿Que hablaran y tal?
-¿No serás tú de repente una psicóloga?- Dijo Frank entre risas- Además deberías de seguir tu propio consejo, ¿No te parece que llevas ya mucho tiempo peleada con James?
Martha suspiró ante eso. Ella sabía que él tenía razón por un lado, pero es que por otro su hermano era insoportablemente insoportable de estar. A cada lado que pasaba tenía que dejar su huella marcada. Ya fuese a las buenas o a las malas.
Durante ese mes, siguió aumentando su cuarto poco a poco, cada semana le añadía unos 5 cm hasta que el cuarto acabó midiendo 15 m2.
James POV
Por su lado, James, a pesar de que no lo demostraba también estaba feliz y desde lejos intentaba que ella estuviese feliz
-Oye, ¿No sería mejor que te acercaras a donde ella para hablar?- Eso le sacó de su trance. Era la hora de comer, y se había quedado disociando mirando su plato de comida por un rato. Se giró hacía donde provenía la voz. Remus.
-No… Ella no me quiere en lo absoluto en su vida. Está muy decepcionada conmigo, y la verdad lo merezco.
-¿Y si hubiera alguna forma de que te perdonase? ¿ Y si quienes la han hecho sufrir obtuvieran un poco de su propia medicina?- Dijo Sirius.
- ¿ A qué te refieres?- Le preguntó con intriga James.
-Sophie y Harry.-
-Henry.- Le corrigió Remus.
- Ese. Ese mismo. Me da igual su nombre. ¿Y si les humillamos como lo hicieron con tu hermana?
- ¡Es una idea brillante!- Dijo Peter.- Ellos no se lo esperan. Piensan que nadie se puede meter con ellos. El otro día vi como Sophie con su súbdito de Ravenclaws y Slytherins se burlaban de una Hufflepuff a la que habían empujado y tirado al suelo. Y lo peor es que no es la primera vez.
-Sabes, creo que se llevaría bien con mi madre.- Comentó Sirius mientras se llevaba una cucharada de lentejas a la boca.
- ¿En serio Sirius, era este el momento ?- Le reprimió Remus. Él en contestación sólo hizo un gesto con sus hombros y siguió comiendo.
- Estoy con Pet en esto. ¡Vamos a darles su merecido!. Les gastaremos tal broma que se arrepentirán del día que se metieron con un Potter.
Tras aquella conversación, estuvieron muchas clases, patios, horas libres y noches pensando en cómo iban a devolvérsela. Era muy difícil, puesto que ninguna idea era lo suficientemente buena. Hasta que la primera semana de febrero, mientras daban un paseo por el castillo, vieron a Lily Evans, de quien James llevaba enamorado todo el curso, con su amigo Snape. Les observaron de lejos y cómo era que Snape no se alejaba de ella ni lo más mínimo.
-Snape parece una garrapata. No se aleja ni un momento de ella.- Comentó James en desesperación.
- ¡Literal!. Está todo el día encima de ella. Pobre Evans, teniendo que aguantar a ese estercolero a diario.- Le respondió Sirius sin separar la vista de ellos 2.
- ¿ Y si hiciésemos que Sophie y Henry no puedan estar juntos en el mismo cuarto?- Dijo de repente Peter.
Los 3 se le quedaron viendo. Remus le pidió que formulara más su propuesta.
-Pues eso. Y si hiciésemos que cada vez que estén juntos en el mismo cuarto, ya sea un aula, el comedor o el patio, ¿ Y si cada vez que estén juntos, por ejemplo… Dijesen todo lo que piensan? Pensadlo. Todos sus secretos, y opiniones. Todo lo que les venga por la mente. Que lo digan.
-Pet, querido amigo, tienes el cielo ganado.- Le dijo James entre risas mientras le daba unas palmaditas en la espalda.
Ante aquello Peter se puso rojo y le dió tanta vergüenza que se escondió dentro de su túnica mientras que sus 3 amigos reían.
La broma la idearon para el 16 de febrero. Sirius sabía algunos hechizos que había leído en la biblioteca de su casa ( para así no tener que estar en el mismo cuarto que su madre ). La probaron entre ellos primero y funcionó bastante bien, pero les seguía faltando el contrahechizo así que James y Sirius no pudieron estar en la misma sala por lo menos 4 días. Hasta que Remus dió con él.
-Son las 10 Pet, seguro que van a pasar por aquí?.- Dijo James impaciente, mientras miraba el reloj.
Se pusieron en parejas, Peter y James, Sirius y Remus, en un pasillo abarrotado de estudiantes que salían de clases. El plan era que Peter realizaría el hechizo a Sophie, mientras que Sirius lo haría a Henry unos metros más adelante. Al haber tanta gente en los pasillos no se darían cuenta. En esa hora ni Gryffindor ni Slytherin habían tenido clase, mientras que los Ravenclaws compartían una con Hufflepuff. Sabían que cuando terminaban las clases ambos solían reunirse por lo tanto esperaron a que estuviesen ambos en el pasillo para realizarlo.
-Si, si. Deberían de pasar en nada. Mira, allí va Henry. - Dijo señalando a su izquierda. Remus, quien estaba en ese momento mirando hacia ellos, les vió, y recorrió con sus ojos donde él señalaba. Al verle, avisó a Sirius. En unos segundos había realizado el hechizo por lo que la mitad del plan ya estaba hecho.
-Bien! Ahora sólo falta que aparezca Sophie.- Dijo James mirando hacia su reloj. Cada vez estaba más impaciente. Al levantar la vista, vió a Martha y empezó a relajarse.- Ya tienen que estar viniendo. Ahí está mi hermana.
James siguió mirando a su hermana mientras andaba. De manera inconsciente. Iba cargada con libros, y cuando Henry pasó a su lado y le tiró lo que llevaba. Por impulso hizo el gesto de ir a ayudarla, pero Peter le paró diciendo que no era momento de echar el plan a perder.
A los pocos segundos apareció Sophie hablando con otras de clase. Cuando pasaron en su horizontal, Peter haciendo como que hablaba con James, lanzó el hechizó. Tras ello, esperaron a ver si había funcionado o no. Se reencontraron con Sirius y Remus, y se sentaron en una de las columnas que había.
- ¿Por qué no funciona?- preguntó James extrañado cuando Henry se acercó a donde Sophie.
-Dale unos segundos. Acuérdate de que a nosotros nos tardó un rato.
-Pero eso fue porque lo habíamos hecho mal, la primera vez. La vez después nos salió bien. No tardó tan-
-¡Mirad!- Gritó Remus cortando las quejas de James. Éste se calló y los 4 miraron atentamente.
Estaban discutiendo, y a Sophie se le caían las lágrimas mientras que sus otras 2 amigas la intentaban consolar mientras que discutían con Henry.
A James le dió pena unos segundos, hasta que se acordó de lo que le habían hecho a su hermana y se le pasó. Sin querer, una sonrisa se le formó en sus labios. A su lado, Sirius, Peter y Remus se reían de manera disimulada.
Martha Pov
Tras salir de la clase de Herbología, y tras una larga hora soportando a Sophie y su séquito, se fue rápidamente a los pasillos principales para dirigirse a la biblioteca a hacer los deberes para la siguiente asignatura. La noche anterior le había dado pereza por lo que le tocaba hacerlos ahora.
Mientras caminaba Henry pasó a su lado y le dió un empujón con el hombro que hizo que sus libros se cayesen. No le dolió mucho pero si le molestó. Mientras recogía vió a su hermano y sus amigos yéndose a sentarse a uno de los bordes de las columnas. Le extrañó puesto que sabía que ellos no tenían clase y lo más normal en esa situación era quedarse en la sala común. Volvió a agachar la cabeza para terminar de recoger los últimos papeles.
Cuando estaba levantándose escuchó unos gritos a la distancia. Frunció el ceño confundida y se giró para ver qué pasaba. Al ver a Sophie llorando, abrazada a sus 2 amigas nuevas Lottie y Verónica mientras que éstas le gritaban a Henry. Los observó durante unos segundos más. No sabía que podían estar discutiendo pero no le importaba lo más mínimo. Fuese lo que fuese esperaba que estuviesen un rato más.
Se dió la vuelta para dirigirse a la biblioteca cuando vió por el rabillo del ojo a Remus, Sirius y Peter riéndose y a James sonreir. Cuando hicieron contacto visual, James que aún estaba sonriendo por la pelea, se le borró, pero Martha le sonrió tímidamente antes de darse la vuelta y dirigirse a hacer los deberes. Cuando ésta se había girado, James le sonrió de vuelta sintiendo una victoria interna.