Está adentro
Capítulo 6: Está adentro.
Incluso con su mente protegida, apreció su pecho agitarse. No confiaba en Remus, el único Lupin en quien confiaba al cien porciento era Teddy, puede que no nazca en la nueva línea temporal. Una punzada agrió su paladar.
—Draco —Remus apretó su hombro—, está bien. A partir de hoy, estarás cambiando el destino de Harry y tuyo para bien.
—¿Con qué bases afirmas que mi deseo es cambiar el pasado? Quiero ir a casa —dice tajante. Remus parpadea.
—Oh, puede que haya dicho algo que no debía.
¿Qué no dijo? Anhela morirse. Hay un resquicio de esperanza de regresar a su época. Tonto y banal, ¡lo sabe! Probablemente estaría encerrado en el hogar ancestral de los Black con su magia afectada por el torbellino de emociones. Una pequeña parte de él le decía "levántate, tienes que hacerlo si quieres salir de esta mierda". Lo hizo después de la guerra, después del 2015 y espera que la tercera sea la vencida.
Por supuesto que cambiaría el pasado. No tenía que ser un maestro en el tiempo para saber que si Lupin está aquí, significa que lo hizo. Lupin es un asqueroso Gryffindor, por lo que su corazón le dicta que tiene que ser valiente por él. Ugh, tan tierno.
Lupin es su futuro y Draco es el pasado de Lupin.
—No volveré a casa. No soy un viajero del tiempo decente. Poseo versiones de mí sin desearlo —Draco rio por lo bajo—, estábamos bien.
—Draco, lo siento muchísimo.
—¿Ahora qué? ¡Tengo que ir con mi abuela que a la vez es mi esposa! Existe un límite para la oclumancia. ¡Mi psicólogo no estará feliz! —. No supo cuándo se puso de pie, retomó asiento—. ¿Cuánto tiempo estaré aquí?
—No mucho, por lo que sé.
—¡Maravilloso! ¿Algún mensaje de mi otro yo?
—Varios. Mencionó que fuese cauteloso. El lapso en el que estés atrapado aquí lo aprovecharás al máximo.
Draco soltó un suspiro. Qué insoportable es el Draco del futuro.
—¿Qué hay de ti?
—No hay que preocuparse. Procuraste mis menesteres. Mi dirección —Remus saca un papelito de su manga—, arregla lo que tengas que arreglar. Estoy para ayudarte.
—Bien. Te veré tan pronto termine aquí.
Remus asintió.
—Te acompaño a la salida.
—No será necesario.
—Fue medio kilómetro de la entrada a la biblioteca.
—Lo sé.
Draco cerró la boca y lo observó desconcertado. Remus salió de la biblioteca y Draco le siguió.
—¿Cómo sabes?
Es un hombre lobo en la mansión. Padre jamás permitiría semejante ofensa, Remus levantó la comisura de su boca en una tímida sonrisa.
—Spoilers.
—Ah, también me gusta Doctor Who.
***
Lucrecia Malfoy, de soltera Moreau, provenía de una reconocida familia pura sangre en Francia, próxima a degenerarse, aunque existía uno que otro bastardo rodando por allí. Su familia practicó el incesto durante generaciones, en los últimos años fue difícil para la familia Moreau conceder un heredero, siendo Lucrecia la última de su línea generacional. Ningún sangre pura sensato comentaría las repercusiones de sus propias prácticas.
Lucrecia se casó con Abraxas. Previamente se reunieron dos veces en cenas organizadas por las familias. No creció romance por lo que leyó en sus clases de historia, cumplieron con su obligación de traer un varón a la familia Malfoy.
—¿Cómo se atreve el ministerio?, ¡un auror en la mansión! ¡Enviar a semejante cosa! ¡Un mestizo! Sospecho que será un vampiro —comentó asqueada.
Un hombre lobo en realidad.
Los libros no retrataron lo cerrada de mente que fue la familia Moreau. Como diría su Harry, "gracias a Dios ya no están".
Draco reprimió un gruñido. Los Malfoy fueron unos racistas pero, reconocían los riesgos de procrear entre ellos, y en ocasiones especiales, aceptaban los matrimonios mestizos. Permitió que Lucrecia siguiera hablando mientras ingresaban al salón de los Black mediante red flu.
Impresionante, la arquitecta y esplendor, la opulencia. Esta fue la época dorada de los Black. Los anfitriones y reyes de la sociedad pura sangre. Fascinante, en cuarenta años, este mismo recinto serán ruinas y polvo. En setenta años, Harry tendría en la sala de estar una pantalla de setenta y cinco pulgadas para ver Friends.
—Lucrecia, te ves maravillosa. Deseamos lo mejor para el heredero Malfoy —se inclinó en reverencia. Draco hizo lo mismo.
—Es un placer, Walburga. Felicidades por sus tres meses. Esperamos que sea éxitoso el nacimiento.
Walburga Black le sonrió, Draco, conocedor, miró el trago amargo de la mujer. Su cuarto embarazo, tres abortos. Sirius nacería a finales del 59. Quería sentir pena, recordaba la fotografía encantada que le gritaba a Harry basura mestiza y se le pasaba.
—Oh —Lucrecia se sostuvo de su brazo, Draco miró el ceño de las cejas obscuras y el cabello lacio agitarse—, disculpen. Da patadas fuertes.
Ah, es verdad. Padre está allí. Había estado ignorando la situación por su bien mental.
—Lord Malfoy, permítame presentarle a Cornelius II Fudge, íntimo amigo de mi esposo.
Pensar que habría un tercero y se convertiría en ministro de magia. Montó su mejor sonrisa social y la obra empezó.