No grites, finge estar bien
Capitulo 1: No grites, finge estar bien.
—Cállate, Malfoy —casi gritó rabioso un joven adolescente con mejillas todavía rellenas de grasa de bebé y bonitas pecas esparcidas en un rostro lechoso y cabellos intensamente rojos.
Su nariz arrugada marcaba con intensidad su desagrado y los ojos azul cielo estaban contraídos en un iris apasionado. Miró los puños, la postura defensiva y la ropa vieja. No vieja cool o vieja vintage. Era desgastada y fea. Pero estaba limpia y había un cuidado servicial.
¿Qué mierda? ¡¿Qué mierda?!
Hubo una inhalación profunda y lenta. Lo hizo, con sutileza mordió su lengua para sustituir un pellizco en el brazo. Ugh, dolió, no titubeó en aplastar la lengua, podría ser un sueño. Debería ser un sueño.
—¡Por Merlín, si se trata nada más y nada menos que la niñita Malfoy! —Un largo brazo tomó con ímpetu su muñeca y ondeó sus volantes en los brazos.
La túnica era de un suave verde menta que realzaba sus ojos plateados, dijo su madre. Recuerda vagamente la discusión, era esa época en la que se encontraba en disyuntiva con su apariencia. Quería verse como su padre, aunque también quería usar lo último en tendencia de acuerdo a la revista "Corazón de bruja".
—Por favor, George, es señorita Malfoy, y ten cuidado o se enterará su padre que arruinaste su vestido—, el otro gemelo pelirrojo sonrió. ¡Advertencia!, demuestra su mirada. Apreció el roce de su espalda, habían grabado una runa explosiva con tinta invisible sobre su encaje la cual se activaría al momento de sentarse en algún sitio.
En aquella época, intentó no meterse en problemas con los gemelos Weasleys, escuchó historias aterradoras de otros Slytherins, historias de fracturas y pérdida de extremidades al grado de ser tratados en San Mungo.
Los gemelos vestían una camisa blanca sencilla y pantalones negros que seguro imitaba la moda muggle de sus compañeros de clase. "La ropa muggle es fresca y cómoda, perfecta para escabullirse y hacer travesuras, la ropa de magos tradicionales tiene muchísimas capas" leyó algo parecido una vez en "El Quisquilloso", una entrevista exclusiva con el héroe de guerra George Weasley.
Fred acarició las hebras del cabello de Draco con un dulce gesto. Entumecido, Draco no hizo nada, notó que los ojos de George duraron mucho tiempo sobre su nuca. El viejo Draco se hubiese alejado ante el primer indicio de acercamiento, porque, antes muerto que ser tocado por un traidor a la sangre.
—¿Te mordió la lengua el ratón, Malfoy? —exclamó venenoso George.
—Sí, vamos, Malfoy, continúa, ¿qué más decías sobre nuestra madre?
Dio un paso para atrás, miró a Ron con los labios apretados. Demasiada gente para armar un escándalo en medio del banquete organizado por el ministerio de magia.
—Esto no ha terminado, Weasley —con un vaivén dramático de su capa, caminó furioso hacia la red flu.