
Acerca de como un duelo cimentó una decisión y levantó una serie de preocupantes preguntas
Seraphina debería haberlo esperado.
No importaba lo mucho que la Presidenta dijera que había faltado a su rol como Director de Seguridad Mágica.
Debería haberlo esperado.
Después de todo, era ella la que siempre había insistido en incluir el duelo entre entidades.
“Es un ejercicio de unión y afecto entre nuestro personal en nuestro encuentro anual, Director”.
Sí, seguro que los chicos y chicas de Theseus Scamander iban a tomarlo como un ejercicio de unión y afecto con los americanos.
Los aurores veían al duelo como lo que era: una competencia en la que iban a aprovechar la oportunidad para revolear varitas y hechizos a diestra y siniestra, para luego divertirse a costa del equipo que perdió.
Primitivo. Obvio. Pero normal.
Cualquier persona vería en una actividad de esas características la oportunidad de demostrar su valía y habilidad, logrando reconocimiento por parte de compañeros que no estaban usualmente presentes en el campo.
Y por eso Percival no participaba de esas experiencias.
Porque hasta ese momento no había precisado reconocimiento de nadie o había tenido algún interés o necesidad de demostrar su valía, pero parecía que ni él podía salvarse de que, en algún momento de su vida, como el pavo real de los jardines de los No-Maj, apareciera una razón para mostrar su mejor plumaje.
_Convoque a esta reunión para recordarles que cinco de los aurors del Ministerio de la Magia Británico nos visitarán hoy. Les pido por favor que no hagan nada estúpido que pueda provocar cualquier incidente internacional mientras nos visitan
“Fabuloso, Sera” pensó el Director de Seguridad Mágica negando con la cabeza ante el acento dramático que le había puesto la mujer al asunto “Ahora, seguramente, van a buscar hacer algo estúpido para generar un incidente internacional”
_Aún vamos a poder hacer la competencia, ¿verdad?
Preguntó Kenneth aclarándose la garganta y Percival tuvo que aguantarse las ganas de reír ante la expresión de derrota de la Presidenta.
_Está bien. Pueden hacerlo. Mientras sea una competencia AMISTOSA, ¿estamos?
_¿De qué tipo de competencia hablan?
Preguntó Newt mirándolo a los ojos y Graves trato de explicar lo que sucedía, tratando de que no sonará a los ojos de su pareja como una actividad salvaje e innecesaria, producto de un conjunto de matones.
_Es solo un duelo – le explicó – Entre cinco de nuestros aurores y cinco de los de ellos. Cada equipo pelea contra el otro al mismo tiempo
Sin embargo, la reacción del británico logró descolocarlo.
No sólo no puso cara de disgusto, como pensó Percival que haría, sino que Newt parecía francamente entusiasmado con la perspectiva de un duelo entre MACUSA y el Ministerio de la Magia.
_¡Pero eso suena genial! – añadió el magizoólogo viéndolo de nuevo a los ojos – Solía ver a mi hermano participar en duelos y era increíble, porque él es muy hábil y experimentado, así que sus oponentes no duraban mucho. Pero no vino está vez, porque si no me hubiese escrito, aunque creo que algunos de los aurores que vienen fueron entrenados por él. No puedo esperar para verte combatirlos. Estoy seguro que los vas a vencer fácilmente, aún sin tu magia sin varita.
Ehem…
Con todo el respeto que Theseus Scamander le merecía y sin ánimos de sonar arrogante, el británico y su personal, de participar Percival en un duelo, no tenían oportunidad alguna.
Tenía una excelente foja de duelos ganados, siendo solamente derrotado por Gellert Grindelwald, lo que lejos de quitarle renombre, la verdad que le aumentaba la calificación puesto que el mago oscuro sería un enfermo, pero la mayoría opinaba que también era uno de los más hábiles y peligrosos que existían.
_No, Newt. El jefe nunca participa de estos duelos – le aclaró Abernathy a su novio con un suspiro fingido de derrota – Jamás ha aceptado nuestra invitación de unirse al equipo.
“Bien jugado, Abernathy. Bien jugado”
Pensó Graves sonriendo de costado.
El auror había dicho eso a propósito. No como parecía para explicarle algo a Newt, sino para desalentarlo y hacer que el jefe al que ese británico tenía comiendo de la mano no tuviese otra alternativa más que involucrarse en la dichosa pelea.
Seguramente las apuestas eran bastante altas y los de MACUSA debían estar en desventaja ya que venían de perder el año anterior. Abernathy se aseguraba de esa manera de ganar una importante suma a costa de hacer sudar a Percival.
_Ya veo
Murmuró Newt sonando lo decepcionado que el auror había querido que sonará, mientras los demás presentes, incluida la Presidenta iban dándose cuenta de la movida y, como Tina Goldstein, palideciendo ante la perspectiva del combate que se avecinaba.
Mercy Lewis.
¿Dónde había una cámara cuando se necesitaba?
Ese momento merecía ser inmortalizado.
Newt preguntándole si hablaba en serio, mientras con total desparpajo se dejaba sostener la mano por Percival, en tanto sus aurores estaban en distintos estados de aguantar la risa ante la cara de la Presidenta al escuchar lo que iba a pasar.
_Es una competencia AMISTOSA – le recalcó Sera una vez que se hubo recuperado del shock - ¿Estamos claros, Graves? No importa cuánto quieras impresionar… Trata de no sobrepasarte, ¿okay?
El Director de Seguridad Mágica sonrió con picardía mientras le guiñaba un ojo a su propia jefa, logrando que esta gruñera sujetándose el puente de la nariz.
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Víctimas uno, dos, tres, cuatro y cinco, se hicieron presente en el edificio al día siguiente temprano por la mañana.
Como era natural, la Presidenta y él, los recibieron en la entrada.
Percival aprovechó la oportunidad para escanear visualmente a sus futuros oponentes.
Primera diferencia entre el equipo británico y el suyo: los bebedores de té sólo tenían hombres, mientras que MACUSA contaba con dos mujeres. Evidentemente el Ministerio de la Magia prefería resistencia y músculo a agilidad y puntería.
Segunda diferencia: eran demasiado jóvenes. Los americanos, por contraste, eran aurores veteranos casi. Probados una y otra vez en las calles.
Tercera diferencia: ningún superior iba a estar en el equipo, como lo iba a hacer Graves con el suyo.
Cuarta y final diferencia: MACUSA jugaba de local, y eso significaba mucho público que no iba a alentar por los británicos.
El Director de Seguridad Mágica, entonces, luego de recibir los informes confidenciales que el Ministerio de la Magia le enviaba sobre aquellos casos en los que tenían intereses mutuos y de entregar los suyos a los aurores visitantes, se excusó de la reunión alegando que tenía un compromiso y dejando que la Presidenta discutiese de política, mientras sus aurores garantizaban la seguridad de los presentes y paraban la oreja para contarle todo lo discutido en su ausencia.
Este tuvo, entonces, la oportunidad de volver a su oficina para refrescarse y concentrarse en el duelo que se aproximaba.
_Señorita Goldstein – le dijo a Queenie al entrar – Despeje mi agenda a partir de este momento y, por favor, le pido que mantenga a todo el mundo lejos hasta que sea el momento del duelo.
_Sí, señor – le contestó la chica acercándose con la palma abierta – Nadie lo molestará, pero Newt me pidió que le entregara esto.
Graves levantó las cejas con asombro al ver que en ella se encontraba lo que parecía ser un capullo verde que se movía con suavidad.
_¿Es… eso es lo que creo que es?
Le preguntó a la mujer tomando el capullo por una de sus extremidades que era alargada y que asemejaba a una cola.
_Newt dice que es la cría de uno de los que él tiene en su maleta y que desde que nació hace un par de semanas lo ha acostumbrado al olor de las oficinas y de usted para que pueda participar de las actividades de MACUSA.
El Director abrió grande los ojos al escuchar la explicación y observar como el capullo latía y dejaba ver dos ojos negros como la noche por entre las ranuras de su exterior azul y verde.
Un Swooping Evil.
Newt Scamander había estado criándoles un Swooping Evil para que MACUSA y, especialmente, Percival, pudieran usarlo en sus misiones.
_¿Algo más que deba saber?
Le preguntó a la muchacha sin sacar los ojos del regalo que tenía colgando de sus manos.
_Newt dice que todo lo que necesita saber está en el libro – explicó esta entregándole un paquete pequeño – y que… no lo acerque demasiado a las cabezas de los aurores del Ministerio de la Magia, porque sino su hermano iba a darle problemas.
El jefe de los aurores de MACUSA río bajo al escuchar las recomendaciones y asintió entrando a su oficina, para tener, segundos después, abierta su edición de “Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos” en la letra S.
_Ah, aquí estás
Comentó al llegar al final de la letra y encontrar una página añadida, lo que indicaba que la criatura en cuestión estaba en peligro de extinguirse, era demasiado peligrosa y atraería estúpidos a buscarla o era americana y Seraphina había logrado que el magizoólogo la excluyera para no potenciar el turismo de idiotas en busca de criaturas mágicas.
Bien.
Era una criatura clasificada con cuatro X, lo que significaba que podía ser manipulada por magos y brujas cualificados, pero que no dejaba de ser en extremo peligrosa. De origen posiblemente anclado en la Magia u Artes Oscuras, se hallaba extendida en las vegetaciones montañosas y tupidas de África y Asia. Entraba dentro de la categoría de los encefalófagos, por lo que su comida preferida eran los cerebros humanos más, añadía de puño y letra su pareja, estos podían ser reemplazados por sesos de otros animales si esta criatura era criada fuera de la naturaleza.
Percival sacó su varita entonces y apuntando al paquete que le había entregado Queenie y que había dejado a un costado del escritorio, lo abrió dejando al descubierto un contenedor con un par de sesos de vaca.
Instantáneamente el capullo que tenía colgando se abrió y desplegando sus alas el joven Swooping Evil se abalanzó sobre su comida devorándola en un instante.
El Director de Seguridad Mágica de MACUSA contempló la escena analizando a la criatura.
Era una bestia no muy atractiva, pero ciertamente intimidante.
Con sus alas extendidas, su cabeza calaverica y su particular gusto alimenticio, cualquier criminal o enemigo, estaría aterrado de verla en acción.
Naturalmente, no todos los aurores estarían capacitados o podrían manipuar una de esas criaturas. Solamente algunos podrían hacerlo. Pero coincidía con Newt en que podían ser excelentes añadidos a sus tropas y que, porque no se le escapaba la intención del muchacho, a través de la participación de estas criaturas en misiones oficiales, MACUSA misma estaría obligada a establecer excepciones y nuevas regulaciones a sus leyes anti criaturas mágicas.
El Swooping Evil, entonces, una vez alimentado, retornó a su forma de capullo, volviendo a descansar sobre el escritorio, mientras Percival sonreía y volvía a tomar el libro entre sus manos para leer que, entre las otras aplicaciones aparte de asustar y devorar cerebros que tenía la criatura, estaban un veneno que podía potenciar las desmemoraciones y la capacidad de actuar como grilletes y como escudo deflector de hechizos.
Una ventaja, a todas luces, importante. Ya que, aunque Newt le había pedido que no dejará que el Swooping Evil le comiera el cerebro a ninguno de sus ex colegas ingleses, le había entregado el capullo al Director de Seguridad Mágica igualmente, para que lo usará como escudo en el duelo que tendría esa misma tarde.
Sabiendo que, de hacerlo, era muy probable que los aurores visitantes, siendo personal directo de su hermano en el Ministerio, le contarían acerca de que Percival estaba auspiciado por el más joven de los Scamander a tal punto que le permitía trabajar junto con sus criaturas mágicas.
El Director de Seguridad Mágica inspiró y exhaló profundo en ese momento, ya que aunque hubiese pensado en Theseus Scamander previamente, no se había detenido, en medio de la novedad de lo de ambos, a razonar acerca de las implicaciones que podía tener esa misma relación en la estructura de poder de ambos organismos, ya que ninguno de los dos era un desconocido y entre ingleses y americanos siempre había existido una cierta rivalidad, mucho antes de que los No-Maj de las colonias decidieran iniciar la Guerra de Independencia que también había incluido a sus conciudadanos mágicos y que había separado a estos últimos del poder del Ministerio Inglés, como a los primeros del poder del Rey de Inglaterra.
_Voy a necesitar más que flores…
Murmuró Graves levantándose para dirigirse al armario oculto tras la puerta que guardaba algunas de sus mudas especiales de ropa.
Esa tarde iba a tener que lucirse y verse a la altura de las circunstancias.
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Percival terminó decidiéndose por una diferente versión del traje que usaba para trabajar. Una de color uniforme ya que al hacer uso Grindelwald de sus usuales ropajes, no le agradaba pensarse vestido de manera similar, al menos en el tono de colores que había preferido hasta entonces. Y sabía que sus subordinados también aprobaban el cambio, tal y como le había asegurado Queenie, ya que habían terminado igual o peor de frustrados que Graves con el hecho de no haber reconocido que su propio jefe había sido suplantado por tres largos meses.
Totalmente de negro, con un abrigo que llegaba hasta casi sus talones entonces, se dirigió entonces al encuentro de Abernathy, Weiss, Fontaine y Roberts.
Sus aurores, lo saludaron sonriendo de costado. Sin lugar a dudas, dirigidos por Abernathy, habían llegado a la conclusión de que su jefe quería impresionar y, al igual que el Director habían llegado impecablemente vestidos.
_¿Quién está arriba en la tabla?
Le cuestionó al auror mientras se colocaba uno de sus guantes de cuero.
_A favor de los británicos – explicó Abernathy – Son los favoritos. Han ganado por dos períodos consecutivos. Mucha gente no cree aún que va a participar.
_Si hoy ganamos nosotros – les indicó colocándose el otro guante – vamos a tener dos lecciones semanales de duelo, fuera del horario de trabajo.
Un gruñido de queja se escapó de los otros tres, guardando Abernathy un inteligente silencio.
¿Qué esperaban?
¿Qué fuera gratis?
Por el ruido que llegaba de la sala de duelo, era obvio que medio MACUSA estaba adentro del lugar y que los bebedores de té no tenían ni idea de que las cartas de la mesa habían cambiado.
Más, el hecho de que iba a barrer el piso con los aurores del Ministerio de la Magia Británico, cuando casi a propósito los había dejado tener esa ventaja para, como diría Seraphina, favorecer la unión entre ambas instituciones, ya que, en su caso, prefería fomentar otras cualidades en sus aurores, implicaba que, al siguiente año, su personal fuese capaz de obtener el triunfo, esta vez, sin su participación.
Y ello, requería tiempo de práctica, que creía, iba a estar de todos modos bien pagado, puesto que dudaba que los otros cuatro no hubiesen apostado su salario entero en la aventura, mientras que Percival no había movido un dedo para unirse a la mesa de apuestas, específicamente para que el corredor tuviese dudas y permitiera que los británicos siguieran siendo favoritos.
_¿Entramos?
Pregunto Weiss y Percival asintió diciendo.
_Adelántense, arreglen las parejas con la Presidenta, yo tengo algo que hacer antes.
Ninguno de sus aurores le dijo nada.
Naturalmente, habían esperado que quisiera ver a Newt antes de meterse en la pelea, por lo que Percival, aprovechando el entusiasmo que despertó el equipo de MACUSA entrando por la puerta principal, realizó un encantamiento desilusionador, con el objeto de buscar a su enamorado mezclándose entre los asistentes sin llamar la atención.
Tal y como el ruido le había anunciado, el lugar reventaba de gente.
Desde Red, conserje y botones del edificio, hasta el último administrativo, seguramente queriendo comprobar si los rumores de que Graves participaría del evento, se habían hecho presentes en el sitio y, por lo que podía observar al notar como un grupo de brujas y magos efectuaban movimientos de varitas en los costados del salón, la cantidad de público había obligado a la Presidenta, que se encontraba sobre la tarima observando la escena, a ampliar por medios mágicos el espacio para que fuese seguro para los asistentes y los duelistas.
Percival contuvo las ganas de reírse de nuevo ante la expresión de la mujer y, mientras la dejaba hablando con ambos equipos, ocupó sus ojos en hallar a Newt.
_Ah, allí estás.
Susurró divertido al ver al magizoólogo esforzándose por ver el escenario entre tanta gente, acompañado por las hermanas Goldstein.
El americano avanzó sigilosamente, hasta colocarse detrás del británico que, a todas luces, estaba buscándolo entre los futuros competidores y no pudo evitar negar con la cabeza pensando en que, aún si Graves hubiese decidido ser cuidadoso y discreto con su relación, el chico era tan obvio que varias de las personas a su alrededor, incluidas sus amigas, intercambiaban miradas cómplices, expresiones divertidas y risitas.
Aparentemente, no era el único comportándose como un adolescente en todo esto.
Pues bien.
Que hablarán.
En cierto punto, le convenía que lo hicieran.
No sólo lo humanizaba frente al personal de MACUSA, volviéndolo menos distante, sino que, también, estaba seguro que iba a ser un rumor que su gente se iba a ocupar de que les llegará a los británicos. Y, desde allí, no tenía dudas que alcanzaría al hermano de Newt.
Por lo menos, en ese sentido, no creía que los miembros de la familia Scamander pensarían que no estaba totalmente encantado por el muchacho, si Percival había sido capaz de exponerse de semejante manera frente a la Presidenta misma solo porque el más joven de esa misma familia había querido verlo en un combate amistoso.
Y, ya que podía, decidió devolverle al de los cabellos marrones cierta sorpresa que había pasado en la choza de su maleta. Por lo que, mientras usaba su magia para desvanecer el encantamiento que lo había mantenido oculto, le tocó el hombro para sujetar sin ningún desparpajo la cintura del magizoólogo al darse vuelta este, para acercarlo y juntar su frente con la suya.
Varios jadeos y ahogos de sorpresa alrededor, le indicaron al Director que había logrado su objetivo.
_Deséame suerte
Le susurró logrando que el tentador especialista en criaturas mágicas se sonrojase significativamente.
_Buena suerte
Le contestó Newt también en un susurro, tras lo cual, Percival le guiñó un ojo y lo liberó para dirigirse hacia el centro del salón, dónde lo esperaba el escenario del duelo.
_Oh, Director Graves – le dijo Seraphina con sarcasmo al verlo acercarse – Que amable de parte suya de unírsenos.
_Mis disculpas – dijo inclinando la cabeza para saludar a los aurores y a la Presidenta – Necesitaba… ver a alguien antes.
Mientras la líder del Magicongreso único de Estados Unidos giraba los ojos ante la referencia a Newt, Percival se ubicó entre sus aurores, sacando como estos su varita, saludando ritualmente con la misma, para luego llevarla, en su caso, detrás de su espalda al asumir los miembros de MACUSA la posición de combate.
_¿Preparados?
Les preguntó la Presidenta a los británicos, los que se miraron entre ellos dudando en como ubicarse. Era más que obvio que habían ordenado su equipo para combatir a los aurores americanos de acuerdo a las características de estos, a quiénes habían enfrentado el año anterior. La aparición del Director de Seguridad Mágica no había entrado en sus planes y ahora no sólo no sabían que hacer, sino que era totalmente evidente que ninguno quería ser el oponente directo de Graves.
_Caballeros – les recordó Seraphina al ver que los aurores del Ministerio seguían dudando - ¿Les molestaría si les sugiriese una formación de acuerdo a su antigüedad? Sólo por ánimo de que podamos comenzar, ya que tenemos planificadas otras actividades diplomáticas además del duelo y su porteador, al ser internacional, no acepta demoras.
Los hombres se sonrojaron, pero el más antiguo de ellos, de apellido Mason, asintió ante lo cual Seraphina los ordenó de manera que ese mismo auror fue designado como su oponente de duelo.
Pobre tipo.
Seguía siendo un niño para Percival.
Y, evidentemente, sabía de su historia, porque si no se equivocaba había visto un ligero temblor de parte del muchacho cuando había sacado su varita para el saludo ritual.
El Director de Seguridad Mágica chasqueó suavemente su lengua y sus propios aurores se tensionaron a la espera de la luz roja que, unos segundos más tarde, al salir de la varita de la Presidenta dio por inicio el duelo.
Como lo había predicho, tras los primeros hechizos, los británicos habían puesto su músculo a trabajar. La intensidad de sus movimientos era admirable. Se notaba que pasaban mucho tiempo practicando o ejerciendo en el terreno.
“Y contra amenazas efectivas” pensó Graves mientras analizaba el combate deflectando los hechizos en los que su oponente ponía tanto empeño en lanzar que parecía cansado habiendo transcurrido apenas unos minutos “Estos jovencitos deben haberse medido con gente peligrosa como los partidarios de Grindelwald”.
Percival, por constraste, observó de reojo las reacciones de los americanos y respiró aliviado al ver que, sus tropas, se miraban entre ellos y medían sus pasos, en un combate muy reñido, pero que estaba seguro del que saldrían vencedores.
Sin embargo… necesitaban hacer un sacrificio para abrir una brecha.
Por lo que, su segundo al mando, Abernathy, leyendo sus intenciones al sacar algo de su bolsillo, simplemente dejo que su guardia fuese golpeada por su oponente, desarmándolo sin producir daños mayores, pero dándole el tiempo a su jefe de soltar rápidamente al Swooping Evil, provocando que Mason pegase un grito espantado, distrayéndolo lo suficiente como para que Percival pudiese arrojarle un stupefy lo suficientemente potente como para que su contricante cayese metros a distancia perdiendo la varita, mientras el Director retractó la criatura a su forma de capullo.
En tanto Graves se giraba para auxiliar a sus otros aurores, al encontrarse liberado, espero que Newt, al igual que las personas que se hallaban muy cerca del escenario, hubiese podido ver que su criatura había participado de la acción. Más, como todo había transcurrido en segundos y su enamorado no estaba realmente tan cerca de la zona, no podía estar seguro. Aunque los demás sí lo habían estado y, no tenía dudas de que, la participación del Swooping Evil iba a ser uno de los highlights del enfrentamiento.
El segundo auror británico fue mucho más fácil que su líder.
Dos o tres disparos de varita y un escudo por parte de Percival detuvieron al tipo, despertando un grito de parte del público.
Pero para ese momento, la adrenalina se había apoderado del Director y la necesidad de dejarse ver, había dado paso a la necesidad de que su personal saliese lo menos lastimado posible y de que la cosa acabara cuanto antes.
Weiss había logrado desarmar a su oponente, Fontaine seguía peleando con el suyo y Roberts había terminado petrificada por otro. Lo que provocó que, en nada, Graves se encontrase combatiendo a dos aurores por igual: a su segundo oponente y a un tercero que, habiéndose liberado también de uno de los americanos, había acudido a auxiliar a su compañero contra el Director.
Ok.
Esto ya era molesto.
Pensó Percival esquivando un maldito crucio.
¿Cómo se les ocurría utilizar un imperdonable en medio de una sala de duelo?
Los ojos del Director se cruzaron con los de la Presidenta entonces y la mujer suspiró asintiendo. Los británicos habían abierto la puerta a violar las reglas.
Tras lo cual, Graves, giró su varita convirtiendo su ataque en un potente látigo que electrocutó a sus dos contrincantes haciéndolos saltar por los aires.
Si querían una pelea sucia, iban a tenerla.
Los hombres una vez caídos, al verlo levantar nuevamente su varita, dejaron caer las suyas rindiéndose.
_¡Jefe!
Se escuchó el grito de Weiss y al girarse el Director, el cuerpo del último de los aurores británicos caía desmayado delante suyo, develando una agitada, pero triunfante Weiss en el piso.
Percival inclinó su cabeza y saludó a su subordinada con su varita, mientras Seraphina anunciaba que los americanos habían ganado logrando que el público estallará en una ovación y que, muchos de ellos, rodearan a los combatientes, auxiliando a los perdedores y felicitando a los ganadores.
El Director de Seguridad Mágica se encontró rápidamente estrechando manos y recibiendo saludos de todas partes.
Sin embargo, la persona de la que más le importaba recibir uno, no estaba a su lado.
Por un breve instante, la ausencia del magizoólogo después del combate, le había resultado extraña y algo dolorosa porque había esperado que Newt fuese el más entusiasmado.
Hasta que, una mano en su hombro, le llamó la atención. Abernathy, que se había recuperado, aunque aún cojeaba un poco, riendo bajo, le señaló entre la gente, comentándole.
_Me parece que… cumplió su objetivo, Jefe.
Graves levantó la vista entonces y se encontró con la mirada de un muy asombrado Newt Scamander al que las hermanas Goldstein buscaban sacar de su estado, seguramente para que se aproximase.
El americano negó con la cabeza riendo bajo también.
Ese muchacho era el cliché más grande que conocía.
Pero eso no le quitaba ni un ápice de encanto.
Por el contrario, lo intensificaba.
_Discúlpenme, pero – les dijo a quiénes aún querían saludarlo – preciso ver a alguien antes.
La gente le abrió paso entonces, naturalmente murmurando acerca de su destino.
_¿Newt?
Le dijo al magizoólogo ahogando su risa al ver como el muchacho pestañeó, como volviendo a la realidad de un sueño.
_¿Si? Digo… ¡Estuviste impresionante! ¡Es… estoy muy contento por ti!
Murmuró entusiasmado y sonrojado el británico y Percival sonrió abiertamente al ver como este además miraba hacia los costados, mientras juntaba sus manos nerviosamente.
Era más que obvio que entre tanta gente, Newt se había contenido de hacer algo como abrazarlo, probablemente pensando que estaba cometiendo algún tipo de indiscreción de hacerlo, por lo que el americano amplió su sonrisa y se acercó diciéndole.
_Vine por mi recompensa. Creo que la merezco
Lo que, básicamente, era darle carta blanca al magizoólogo para hacer lo que deseara, no importando un comino las conveniencias sociales.
_¿Recompensa? – preguntó Newt y su boca se abrió y cerró un par de veces antes de decir apresuradamente y en voz bastante alta – ¿Quieres ir a cenar?
Muy bien.
Si Newt quería confirmarle a todo MACUSA que estaba interesado en su Director de Seguridad Mágica, definitivamente no le había dejado ninguna duda a nadie, al invitarlo a salir en ese tono elevado de voz, completamente sonrojado y luciendo totalmente adorable en su nerviosismo.
Percival, de hecho, pestañeó algo asombrado al ver el camino que habían tomado los acontecimientos, tras lo cual, le preguntó.
_¿Tú quieres llevarme a cenar?
A lo que Newt contestó aún más nervioso, desviando su mirada hacia los costados, seguramente captando que, desde lejos, probablemente los aurores de su hermano estaban siguiendo la escena como el público más cercano.
_Sí… ¿Sí? Si tú quieres, si no quieres está bie…
Mercy Lewis.
El corazón de Graves se infló en su pecho al ver como el muchacho seguía siendo el más valiente de ambos en materia sentimental, sintiéndose enormemente especial de ser el depositario de tanto afecto.
Por lo que, para que los escépticos terminarán de despejar sus dudas, se adelantó y sujetó suavemente el rostro de Newt para besar con ternura su frente.
_Me encantaría cenar contigo – le aseguró al magizoólogo disfrutando su expresión de alivio y su sonrisa – Espérame unos momentos aquí, que tengo que decirle algo a Seraphina antes de que podamos irnos
El joven asintió y Percival les dirigió una mirada a las hermanas Goldstein, las cuales asintieron sabiendo que el Director les había encargado cuidar de que nadie molestará a su pareja entre que finalizaba sus actividades.
El americano se giró entonces, atravesando nuevamente el público, hasta llegar a la tarima del duelo, dónde fue recibido por sus propios aurores, los aurores visitantes y la Presidenta.
Los combatientes se saludaron, felicitándose mutuamente, dando por cerrado el combate.
_Sus muchachos han mejorado – le reconoció al saludarlo Mason – Pero definitivamente los hubiésemos vencido de no contar con su presencia.
_Veremos el año que entra – río Percival– Prometo no participar, pero también me comprometo a preparar mejor a mi gente
_No lo tome a mal, pero… – le cuestionó el hombre una vez pasada la risa señalando el bolsillo en el que descansaba el Swooping Evil – ¿Me equivoco si en el combate usted hizo uso de… cierta ayuda que en el Ministerio conocemos bien?
Graves sonrió con malicia ante la audacia del tipo y metió la mano al bolsillo para sacar el capullo y dejarlo ver en su palma brevemente antes de volverlo a guardar.
Los ojos del resto de los aurores británicos se abrieron como platos, para luego girarse un par de ellos, sin ningún disimulo hacia el lugar dónde estaba Newt esperándolo.
_¿Algún problema con ello?
Les preguntó Abernathy, haciendo que los visitantes volvieran la mirada, sonrojándose ante su propia actitud.
_Ninguna – comentó Mason – Ustedes son los que deciden arriesgarse.
Los ojos de Percival se entrecerraron al percibir un cierto tono no muy agradable de parte del británico hacia su pareja y sus subordinados se colocaron a su lado con expresiones muy similares.
Newt Scamander ya era considerado parte de su equipo y sus aurores eran muy protectores del equipo con el cual trabajaban.
Sin embargo, antes de que las cosas se pusieran verdaderamente serias, la voz de Seraphina interrumpió el intercambio.
_Director Graves, ¿ha finalizado sus saludos para con nuestros invitados?
_Sí, señora – le contestó mascullando – Creo que los aurores del Ministerio, están más que listos para retornar a su país.
_Perfecto – finalizó la Presidenta con un tono que aseguraba que había escuchado cada palabra y cada implicación dicha y hecha – Yo los acompañaré a su destino, Director. Mis guardaespaldas serán suficientes. Usted y su gente, quedan liberados.
Graves asintió y la mujer se retiró con los visitantes siguiéndola.
_No sé porque siento que vamos a tener que abrir una averiguación respecto de la vida de nuestro magizoólogo favorito en su país de origen
Comentó Fontaine y Percival asintió diciendo antes de dejarlos para ir a encontrarse con dicho especialista para cenar.