Inmortal She [H.P] [HoTD]

House of the Dragon (TV) Harry Potter - J. K. Rowling
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Inmortal She [H.P] [HoTD]
Summary
En el año 129 D.C la princesa Lucenys Velaryon moría en Dragonstone con catorce años. La versión que el reino conoció fue que el Extraño la reclamo luego de luchar contra una terrible fiebre provocada por la mordedura de una serpiente. La verdadera razón, la princesa había acabado con su vida luego de que al hombre que le entrego su corazón le pusiera un bastardo en el vientre y se negara a casarse con ella.El 1 de agosto de 1980, en el mundo mágico nacía la heredera Lucenys Adhara Black, bruja sangre pura de la Noble y Ancestral Casa de los Black.
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Capítulo 15

Rhaenys sabía que Madame Black seguía observando las estrellas cada noche. Según Proserpina Guant, muchos rituales se deben realizar en un día específico debido a la posición de los atroz y los cálculos aritméticos de las estrellas.

Dentro de la habitación que se le cedió en la Torre de Maegor. Madame Black tenía múltiples pergaminos extendidos por las mesas de madera. Mapas de estrellas minuciosamente detallados y un gran Telescopio dorado que hasta el Maestre más viejo de Old Town envidiaría.

Los nobles estaban impresionados de los visitantes de Ashai, como fueron presentados. En el día, Madame Black estaba en los jardines, tomando el té con las demás damas. Sorprendentemente envolvió a cada dama alrededor de sus dedos, como si tuviera la experiencia de manipular a la nobleza con tacto y elegancia.

—Entonces Lady Cuy ha estado muy cerca del escudero de su esposo — dijo Lady Sam Tarly — Y sus vestidos han tenido que ser soltados de las costuras.

—¿Entonces no nos sorprenderemos que en pocas lunas haya un bebé? — Lady Caswell bebió de su taza.

Rhaenys bebió sin decir nada, Madame Black solo bajo la mirada y miró a Lady Sam Tarly, la dama de Oldtown.

—Lady Tarly. ¿Ha logrado visitar la Ciudadela? — preguntó Madame Walburga. Sus ojos azules grises miraron fijamente a la tía de la reina.

—¿Visitar la Ciudadela? — repitió con una sonrisa divertida. — Los Maestres preferirían quemar sus pergaminos y libros antes que dejar que una mujer pusiera un pie en su lugar.

—Oh, hombres de grandes mentes pero de tan poco confianza — contestó Walburga con una mueca burlona — Tal vez usan tantas cadenas para compensar otra cosa.

Lady Sam empezó a reírse, bajó su taza para cubrir su mano y ahogar sus carcajadas. Proserpina Guant, la nueva protegida de los Black, bebió de su taza ocultando una sonrisa.

—En Ashai los libros están al alcance de todos — dijo la señorita Guant — Dependiendo de quien sirvas tendrás acceso a los libros según tu posición.

—Y es por eso que los Black tenemos nuestra reserva de conocimiento sumamente cautelosa y solo las persianas de estricta confianza se les permite entrar — agregó Madame Black — Me siento, sorprendida, que muchos señores no son afines a la lectura.

—Bueno, de qué sirve a una dama aprender a leer — dijo Lady Talla Whent — Para esos están los Maestres. Ellos me pueden leer mi correspondencia y responder según mis palabras.

Rhaenys torció la mirada con estas damas. Todas medio huecas envueltas en sedas y joyas.

Madame Black soltó un “Hump” pero no dijo nada. Pero Rhaenys leyó claramente en su mirada un tipo de juzgamiento y pena, ambos mezclados en el sobrenatural color de sus ojos.

—¿Y su nieta Adhara ? — preguntó Rhaenys, con la lengua seca de llamar a Lucenys con su segundo nombre.

Lucenys era un nombre precioso, un nombre que Laenor escogió con cuidado y ahora Rhaenys debe llamar por un nombre que escogió otro hombre.

Adhara. ¿Qué nombre era ese?

Bueno, tan particular como lo era el nombre Walburga.

—Ella está ocupada — dijo Walburga— Pero estoy segura que otro día estará dispuesta a tomar el té con nosotras.

──── ∗ ⋅✧⋅ ∗ ────

Ellos estaban en la biblioteca del castillo. Aemond entró al único lugar donde podía perderse en el silencio cuando los vio.

Con una pila de libros cada uno y pergaminos frente a ellos.

Estaban susurrando entre ellos. Potter acercó su rostro al de Lucenys para besarle la nariz, ella sonrió y le revolvió aún más el cabello con su mano.

—No me desconcentre— le dijo Lucenys — Tenemos que estudiar pociones.

—Oh vamos. No estamos en Hogwarts, no debemos estudiar — contestó Potter moviendo su pluma sobre las mejillas de Lucenys — Podemos darnos el lujo de ….

Y la frase del mago quedó a medias cuando los dos notaron su presencia. Ambos se enderezaron, Lucenys lo miró y apartó su mirada con la nariz alzada, como si detestara su simple presencia.

Aemond avanzó hasta uno de los estantes donde estaban los libros de filosofía y se sentó en el sillón cerca del fuego.

Lucenys y el mago regresaron a sus libros, susurrando entre ellos.

—¿Aún crees que fue correcto robarle el libro de pociones a Snape? — preguntó Potter.

—Harry. No le robamos nada — dijo Lucenys con una sonrisa —Él perdió ese libro hace muchos años. Tu tuviste la suerte de encontrarlo, y como Snape ya es un buen Maestro de Pociones. ¿Qué hay de malo en que nosotros nos nutramos de su conocimiento?

Aemond alzó la mirada sobre su libro para ver como ella colocaba su mano sobre la mejilla de Potter. Su pulgar trazó con delicadeza.

—Una pregunta Potter —dijo apartándose de él para ver su libro — ¿Ingrediente de la Amortentia y sus efectos?

—Piedra Luna. Huevos de Ashwinder. Menta y …. — Potter miró hacia arriba — ¿Rosas?

—Espinas de rosas — le corrigió Lucenys. — ¿Particularidades de la poción?

—Percibir el aroma de la persona que nos gusta — Aemond miró de reojo a ellos dos . Potter acercó su rostro hacia el cuello de Lucenys — Por ejemplo, me acuerdo que logré percibir el aroma a vainilla, el de tu perfume. Café, ya que te gusta tomar en el desayuno y — Potter le dejó un beso en el cuello — bayas silvestres.

Lucenys lo apartó rápidamente, sonrojada.

—La poción de amor, no crea exactamente amor — siguió recitando Potter — Solo provoca una obsesión a quien la ingiere. Cuyo efecto es prolongado dependiendo de las dosis dadas.

—Correcto— dijo Lucenys — ¿Qué lleva el antídoto para la Amortentia?

—Ramillas de Azarollo. Aceite de ricino y Extracto gurdirraíz — contestó Potter — Y sabe asqueroso.

—Aún quiero matar a Romilda Vane — Lucenys se mostró molesta — Esa pequeña sangre sucia y sus malditos bombones.

Aemond siguió con la vista en su lista. Así que alguien había tratado de darle esa posición a Potter.

—Poco me importa si es menor a nosotros — siguió molesta Lucy — Si no fuera porque el idiota de Ronald Weasley es un maquina de comer, yo misma la habría lanzado de la Torre de Astronomía.

—Hey, hey — Potter la tomó del rostro — No me pasó nada. Recuerda, solo te amo a ti. Mi magia canta y cantará para siempre por ti.

Aemond alzo su vista, la expresión de Lucy se suavizó, sus ojos parecían brillar.

—Ya, dejemos de miel y sigamos estudiando — respondió ella regresando la vista a sus pergaminos.

Poción de amor.

¿Cuánto querrá Gaunt para preparar un poco?

──── ∗ ⋅✧⋅ ∗ ────

Luego de sus lecciones, ellos dos fueron con su abuela y Gaunt para la cena. Los cuatros cenaban en la habitación de su abuela mientras Poppy ponía las guarniciones.

—Logre convencer al rey que partan hacia la Ciudadela — dijo ella moneras se servía vino — Partían en caballo hasta Oldtown.

—¿Para qué iremos a Oldtown? — preguntó Harry.

—Necesito un mapa astral que no se encuentra aquí en King 's Landing — contestó la abuela. — Y el único lugar donde hay uno de mapas es Oldtown.

—¿Así que debemos ir a Oldtown? — Lucenys miró a su abuelo.

—Tu eres la única en saber las posiciones astrales — mamá Wally la miro — Se que eres capaz de realizar un copia a ese mapa y traerlo para compararlo con el mapa cambiante que tengo aquí. Lo necesitamos para hacer el ritual.

—De acuerdo — accedió Lucenys para luego ver a su esposo — Nuestra luna de miel será en Oldtown.

—No irán solos — dijo la abuela — Un príncipe los acompañará.

—¿Por qué? — preguntó Harry algo molesto.

—Para que los Maestres los dejen pasar sin restricciones. No pueden negarle nada a un miembro de la corona.

Lucenys suspiro

—Bien. ¿Quién será el tercero en este viaje?

—El príncipe Aemond —respondió mamá Wally. 

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