Inmortal She [H.P] [HoTD]

Aemond tuvo un raro sueño con Lucenys.

Ella estaba completamente vestida de blanco, su cabello castaño cayendo en una sinfonía de rizos perfectamente peinados. Sus zapatos parecen de tela que se enrollan alrededor de las piernas.

Aemond la observó danzar en puntillas, con la gracia de una criatura sobrenatural. Parecía una figura etérea que los bardos componían cientos de poemas y canciones.

Su dulce rostro ligeramente redondeado, la inocente imagen de Lucenys con catorce años estaba frente a él, bailando como una blanca pluma al viento, en un movimiento, un velo blanco muy delgado cubrió su rostro.

Cuando trataba de acercarse a ella, ella giraba  sobre las puntas de sus pies, girando y girando haciendo la tela fina de su vestido y velo se movieran en sincronía de sus pasos. 

Aemond se acercó a ella, sujetó su mano y le quitó el velo del rostro. Al separar la tela del rostro era Lucenys Black que lo miraba, el vestido se había teñido de negro, con su cabello oscuro como la noche perfectamente peinado e internos ojos grises viéndolo.

Ella paso sus manos por el cuello de Aemond, inclinando levemente su cabeza como si pidiera ser besada. 

—Ābrar syt ābrar, kepa (Vida por vida, tío) — le susurró en Valyrio y un frío le apuñaló el pecho.

Aemond bajo la mirada para encontrarse con una daga de plata hundirse en su pecho, regresó su mirada a Lucenys, sus ojos grises brillando intensamente adornando por una sonrisa malvada.

Se despertó en la oscuridad de su cuarto respirando profundamente. La mirada, el gris tormentoso de Lucenys le heló el pecho.

A la mañana siguiente se encontró con ella en los jardines paseando con Potter. Ambos sonreían mientras ella le decía algo, ya que Potter contuvo una risa. Aemond se quedó sentado debajo de un árbol mirando a lo lejos a la pegajosa pareja.

—Oh. Aquí estas — dijo una voz, Aemond giró su cabeza encontrándose con Rhaena, en sus manos tenía un libro muy delgado.

—¿Qué tienes en la mano?

—Oh. Una especie de revista de personas — contestó Rhaena enseñándole la portada. En la cubierta había un retrato de Lucenys con Potter — La hereda Black dice que es muy popular en su mundo. “El corazón de bruja” que ingenioso nombre.

Aemond le arrebató la revista leyendo lo escrito:

"El compromiso de dos nobles familias: Lord Harry Potter contraerá matrimonio con la Heredera Lucenys Black"

Miró el retrato de Lucenys. Sentada en una silla, luciendo un vestido sin mangas, de color negro con cadenas de finas de plata, sus brazos cubiertos por largos guantes de encaje negro.

Abrió buscando más información mientras Rhaena lo llamaba bruto.

Rebusco hasta que encontró el titulo que decía : “La unión de dos casas nobles”

En el fin del verano de 1997 se llevó a cabo en Black Manor el baile de compromiso de Lord Harry Potter con la hermosa Hereda Lucenys Black.

Todo mundo conoce las hazañas que el joven Lord ha obtenido en los últimos años dentro del Mágico, siendo reconocido con un mago de un talento excepcional.

La joven pareja se ha mostrado contenta y satisfecha con su compromiso.

Es de conocimiento público que Lord Black tuvo una profunda amistad con los fallecidos Lord James Potter y la encontrando Lady Lily Potter, siendo padrino del joven Lord Potter, llegando a ser criado dentro de la misma casa Black.

No es una sorpresa el anterior cortejo entre ambos jóvenes y ahora su compromiso. Su fecha de matrimonio está fijada luego de la graduación de ambos magos al finalizar sus estudios.

Lo que esta periodista puede afirmar es que la unión de ambas familias posicionarán a ambos magos en la cima de la sociedad sangre pura.

Al final del texto había otro retrato de ambos, diferente al de la cubierta. Ambos parados uno al otro lado, con Lucenys entrelazada al brazo de Potter, una pequeña sonrisa posada en sus rojos labios.

Detrás de Lucenys estaba Madame Black, vestida de negro y encaje, detrás del Potter estaba un hombre que debía ser Lord Black por el parecido en ciertas facciones a Madame Black y Lucenys.

La revista fue arrancada de sus manos, Rhaena le frunció el ceño: — Has estado más imbécil de que la versión malvada de Lucenys viniera. ¿Qué demonios te pasa?

La mirada de Rhaena era profunda, como dagas de amatistas, luego de unos segundos sus ojos se abrieron como los de una lechuza.

—Eres tu — susurró Rhaena — Él culpable de su suicidio

Aemond se puso de pie y cerró su mano sobre la garganta de Rhaena. Su prima soltó un gemido lastimero.

—Yo que tu cerraría la boca a menos que quieras acabar en las fauces de Vhagar — dijo Aemond con voz amenazante — Puedo darte el mismo final de tu madre bajo las llamas de Vhagar.

Rhaena lo miró con pánico. Y Aemond continuó con su amenaza apretando un poco más el delgado cuello de su prima: — Incluso si Daemon me rebana la cabeza, te llevaré al Séptimo Infierno conmigo. Quédate callada. ¿Entiendes?

Rhaena asintió con la cabeza con una mirada de terror, Aemond soltó el agarre de su cuello y ella dijo: — Pronto volverán a su mundo. Ella ahora tiene a alguien que la ama de verdad. — tosió ligeramente — Pobre idiota.

Rhaena se fue del jardín y Aemond giró su cabeza notando que Lucenys y Potter ya no estaban.

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La noche antes de emprender el viaje, mamá Walburga encontró bolsas de lonas con un hechizo de expansión para su viaje de casi un mes.

Ropa, suministros, (toallas de lino encantada en caso de tener el periodo). También encantó una carpa para que fuera igual a la que ocuparon para el Mundial de Quidditch.

El rey proporcionó un caballo para Lucenys y Harry, algo que ambos tenían conocimiento en equitación.

—Debe ser un mapa astrológico para poder compararlo con el que tenemos — explicó por tercera vez — Según Sirius ya han pasaron tres meses desde su desaparición.

Lucenys soltó un gemido frustrado pensando en Granger y que pronto se acercaban los EXTASIS.

Esa odiosa sangre sucia y la posibilidad que obtenga el mejor promedio de la generación ponían de mal humor a Lucenys.

—Si las cosas salen bien, podrán tomar los ÉXTASIS una semana después — dijo mamá Walburga — Ya Sirius ha acabado con el Ministerio. No se verán afectados, mejor, pueden preguntarle a sus amigos que han tomado y tener ventaja.

—¿Debemos ir con el tuerto? — preguntó Harry — Ese sujeto, tiene algo que no me da confianza.

—El hecho de que sea un príncipe les da acceso a la Ciudadela — dijo mamá Walburga.

—Y si nos quieren dejar entrar, Lucenys puede usar la Capa de Invisibilidad y robar los mapas astrológicos sin que se den cuenta — comentó Harry.

—Es una muy buena idea, mi amor — Lucenys enredó sus brazos alrededor del cuello de su esposo y lo beso en los labios.

—Bueno, parece que tienen un plan de emergencia — sonrió orgullosa la abuela — Vayan a dormir, que salen a la primera luz del día.

Lucenys y Harry asintieron con la cabeza y salieron hacia su habitación.