Astrafilia

Harry Potter - J. K. Rowling
M/M
G
Astrafilia
Summary
[Astrafilia, fascinación por los truenos, relámpagos y rayos.]Años después de la guerra y con su nombre acabado ,Draco Malfoy abre una pequeña tienda de pociones en un barrio poco concurrido del mundo mágico ,realizando todas sus ventas por envío.Camina por las calles muggles para evitar encontrarse con cualquier viejo conocido ,disfrutando esos momentos de tranquilidad imaginando lo que su vida pude haber sido sin todos sus errores del pasado.Poco después de la guerra ,el profeta anuncia la desaparición de Harry Potter ,el niño que vivió ,poco sabe el mundo mágico cuánto ha cambiado la vida de su salvador ,nadie se imagina la criatura en la que se convirtió.Es una sorpresa cuando estos dos se encuentran por pura casualidad ,lo es aún más para Harry cuando percibe el olor de su viejo rival.oHarry aparece un día en la tienda de su viejo rival después de enterarse de que Draco Malfoy es su compañero predestinado, le visita constantemente intentando crear una nueva relación. Draco no entiende como es posible que Harry esté vivo y mucho menos porqué va a su tienda.
Note
Esta historia también la publico en Wattpad en mi cuenta ArcusLunae.
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Tumspringa

Tumspringa,

La tentación de abandonar nuestras vidas y optar por una más sencilla.

 

-Me estas jodiendo- murmuró para si mismo y su increíble suerte aun mirando a la figura que se acercaba

-Vaya, no me había dado cuenta-dijo Harry maldito Potter, abriendo de más los ojos y la amenaza de una sonrisa jugando en su rostro

- ¿Qué haces aquí? - preguntó molesto dejando el bombón para requerir en su antiguo enemigo

-Vaya, creo que estoy teniendo un dévà vu -se acercó mirando a su alrededor solo para mirar de nuevo a Draco-parece que tus gustos no cambiarán.

Le miró algo desconcertado levantando una ceja, Potter, para aclarar su pregunta silenciosa, desvió su mirada hacía la caja en su mostrador.

-Responde a la pregunta-no tenía paciencia para esto

- ¿Tratas así a todos tus clientes, o soy un caso especial? -soltó una pequeña risa mientras lo decía, no le vi lo gracioso-solo estoy aquí como la última vez.

Levantó una vez más su ceja- ¿Otro resfriado?

-Me alegro de que te acuerdes-dijo sonriendo-pero no, esta vez es algo más.

Y luego no dijo nada más, solo le siguió mirando con esa estúpida sonrisa.

- ¿Vas a hacer que pregunte o...? -dijo irritado por los segundos perdidos

-Oh, cierto, necesito: pasta cura quemaduras, un limpia-heridas y... esa poción que sirve para espantar a las doxys, ¿Cómo era? -le dijo a nadie en particular

Por un momento pensó que estaba bromeando, no fue así

- ¿Doxycida? - respondió a la pregunta exasperado-por Merlín Potter, dimos eso en tercer año, y literalmente el nombre lo dice todo, sabía que eras malo en pociones pero no imaginé que tus capacidades a ese campo fueron las mimas que un mago de diez años.

Y ahí estaba, un pequeño tic en su ojo, un pequeño destello de irritación se alegraba de saber que aun podía tener ese efecto en Potter

-Han pasado años desde que no me informo sobre estas cosas, mi memoria ya no es lo de antes

-Hablas como si tuvieras ochenta años, pero tienes razón, tantos años fuera del mundo mágico pasa factura, de hecho, me sorprendería si aun fueras capaz de lanzar un simple lumus-una pequeña sonrisa se formó mientras lo decía, de algún modo extrañaba poder molestar a alguien asi

-Ya no tengo varita-lo dijo tan naturalmente que por un momento pensó que escuchó mal, pero su sonrisa ya no estaba ahí, le miró directamente a el

No podía ser cierto, ¿intentaba que bajase la guardia? Debía haber algo detrás de todo esto.

- ¿Vaya? ¿El mago más poderoso sin varita? – pensado rápidamente en una respuesta coherente-No me digas, ¿puedes usar magia sin varita? -soltó a penas pensarlo

De un momento otro toda su confianza se fue y se tensó

-Antes podía, pero no creo considerarme más como un mago, no desde hace mucho-por primera vez desde que entró en la tienda desvió su mirada de la de Draco

¿Escuchó bien? No, no podía ser cierto, eso era una locura

- ¿What? -fue corto, no dijo nada más después de eso, solo le siguió mirando estupefacto

Ni si quisiera poder controlar su expresión, si pudiera verse querría matar a sí mismo.

Esto era absurdo, ¿considerarse? ¿cómo exactamente dejaba uno de desear mago? ¿ya no le gustó el mundo mágico? Aunque pensándolo bien es cierto que no tuvo la mejor experiencia que un joven mago podría tener, y sí, el mismo había pensado más de una vez en borrarse la memoria y huir, pero nunca querría dejar de ser un mago, su magia era suya y era de las pocas cosas que nadie podría arrebatarlo, pero si eso fuera cierto y ya no quería nada que ver con el mundo mágico, ¿se puede saber qué hace en una tienda de pociones en el mundo mágico?

- ¿Puedo? -dijo Potter sacándole de sus pensamientos a la deriva, no está seguro de cuánto tiempo pasó, y tampoco sabía de lo que estaba hablando

- ¿Perdón? - responde desconcertado como si fuera un absoluto idiota

Tal vez lo era en estos momentos

El moreno llevó su mano al mostrar y luego la levanto justo enfrente de los ojos grises con algo en ella.

Un bombón.

Ahora si estaba confuso.

-Hace años que no pruebo el chocolate- respondió ante la mirada del rubio, como si eso explicara todo

Evidentemente no explicaba nada

-Tomare tu silencio como un si-dijo simplemente para despues introducir el dulce en su boca

¿Le acababan de robar un bombón delante de él?

- ¿Se puede saber qué haces? -medio gritó cuando se dio cuenta de lo que acababa de pasar- Estos son un regalo desde Francia, no tienes ni idea de su valor

-Tranquilo, tampoco es para tanto, solo fue uno-le quitó importancia con un movimiento de la mano solo para luego quedarse extrañamente callado mirando a un punto fijo, parecía estar replanteándose algo- ¿Un regalo tiene dicho? -dirigió su mirada de nuevo a Draco- ¿De quién?

-De mi madre, idiota, una vez gryffindor siempre lo eres, ¿no? Siempre haciendo las cosas sin pensar por un segundo lo que podría pasar-soltó todo lo que pensaba sin siquiera quererlo.

Quizás fue tonto de su parte enfadarse por algo así, pero que se jodan todos no le importaba

-O-oh...-tartamudeó, su semblante serio cambió a uno avergonzado-vaya, lo siento, si lo hubiera sabido...-se llamó, pareció calcular sus próximas palabras- ¿Cómo está Narcisa?

- ¿Hablas en serio? - preguntó irritado, no le quedó mucha paciencia

-Sí, cierto, perdón-parecía cada vez más inseguro y frustrado-déjame compensártelo, por favor.

Vaya, eso no se lo esperaba.

Si seguía siendo igual de idiota, es de esperar que siga cumpliendo siempre con su palabra.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó de nuevo, parecía ser ya su coletilla.

Potter parecí confuso por la pregunta.

-Ya te lo he dicho, necesito unas pociones-respondió como si fuera algo obvio.

-No-le miró directamente a los ojos-no me refiero a eso, dices ya no considerarte un mago, sin embargo, vienes al mundo mágico a comprar, no solo eso, vienes aquí, de todas las tiendas posibles vienes justo a la mía , la primera vez pudo ser pura casualidad, ¿pero vuelve ahora? Algo no me cuadra, ¿no tienes miedo de que te delate? Llevas desaparecido por años, una noticia como esta podría venderla por una pequeña fortuna, y...

-No lo harás-le interrumpió el moreno sin ningún decoro

- ¿Perdona? - preguntó desconcertado y algo molesto

-Que no lo harías, no me venderías a la prensa, no tu-dijo eso último más bajo, con una mirada seria

Eso solo le molestó aún más.

- ¿Y cómo estas tan seguro, si se puede saber?-soltó una risa amarga-parece que tantos años en las sombras te están pasando factura, ¿acaso no me conoces?

-Sí, te conozco-sonrió mientras lo decía- y también se cómo es tu situación ahora, tu nombre está arruinado, no creo que nadie te crea, y probablemente eso tu lo sabes y solo quieres intimidarme, aunque, aún me extraña algo, ¿Por qué no usas toda tu fortuna? No creo que esto sea lo único que te puedas permitir-miro alrededor de la tienda- aunque me gusta, lo único malo es la ubicación, y esto me lleva a mis dos conclusiones, quieres esconderte de la sociedad mágica y no llamar la atención o no quieres usar tu herencia porque te sientes culpable de todo lo que hizo tu familia e intentas castigarte a ti mismo para compensarlo-no lo dijo con burla ni descaro, era más analítico sumado a curiosidad

Pero de algún modo eso enfureció a Draco, más de lo que le habría enfadado si fuera una burla.

Quizás porque no solo una era verdad, sino que las dos lo eran.

-Fuera

- ¿What? -parecia genuinamente confundido

-Fuera de mi tienda-dijo más firme esta vez, se negó a mostrar cómo le había molestado

Pasaron unos segundos hasta que la comprensión se hizo visible en el rostro de Potter

-Espera, no era mi intención que sonara así, yo no quería...

-He dicho -sacó su barita de su manga-fuera de mi tienda-pronuncio lentamente cada palabra mientras apuntaba a Potter con su varita

Sin embargo, aun con la amenaza de poder recibir un maleficio, Potter no apartó su mirada de la de Draco, pareció afectado, varios sentimientos pasaron por sus ojos, pero no pudo descifrarlo.

Bajó la mirada y por unos segundos se mantuvo así, solo para darse cuenta de la vuelta y marcharse sin decir nada, dejándolo solo con el tintineo de la muerta.

Draco soltó todo el aire que no sabía estaba conteniendo, hacía mucho que no se sentía así, tan afectado por las palabras que otra persona dijo, ya se había acostumbrado a las burlas por las calles, a las críticas en los periódicos, pero sin duda Potter siempre fue capaz de causarle alguna reacción aun sin proponerlo.

Necesitaba calmarse, cada segundo que seguía enfadado era como una derrota y no iba a permitir eso.

Tuvo la tentación de tomarse una poción para calmarse, pero sabía que si lo hacía entraría en un círculo viciado, ya le pasó una vez, no lo repetiría.

Ese día decidió cerrar temprano, no estaba en condiciones de recibir a nadie, y por un día no pasaría nada, subió a su casa y lo primero que hizo fue prepararse un té, mientras esperaba a que el agua se calentase encendió la radio, Blaise se la dio de regalo hace años como una broma, quien diría que ahora la usase en momentos como este, con el ruido de fondo terminó de preparar su té y empezó a tomárselo aun en la cocina.

Ya con el primer sorbo sintió como se relajaba, el calor de la taza envolvió su cuerpo dándole una sensación de calma y pudo dejar de concentrarse tanto en su respiración para poder pensar más claramente en lo que había pasado.

Potter le había dicho sus verdades en su cara, y al parecer ni se dio cuenta de que esto lo afectaría.

Sin duda seguía siendo igual de inconsciente con sus acciones, siempre hablando antes de pensar y extrañándose por como reaccionaban los demás.

Pero aun así estaba en su derecho a enfadarse, no puedes decirle eso a la gente de la nada, no importa que se cierto.

Porque sí, todo lo que dijo era cierto, está un poco impresionado de que Potter sea el primero en darse cuenta de sus verdaderos motivos, y de algún modo eso era aún más humillante.

Quería esconderse de todos, eso no era tan difícil de adivinar, cualquiera en su posición querría que todos se olvidases de él, pero lo que más le afectó fue lo segundo, sí, se sentía culpable por todo lo que su familia hizo, y no solo por lo que hizo en la guerra, no, su apellido ya estaba manchado desde hace mucho tiempo, la única diferencia eran que era muy buenos escondiéndolo, pero a hora todo era diferente, ya no quería depender de los sucios trucos que hicieron sus antepasados, la última vez que lo utilizó fue para comprar el local, y antes de eso le compró una casa en Francia para su madre, y eso fue hace años, lleva años dependiendo solo de si mismo y nadie más, porque no lo necesita, hace años tomó la decisión de ser el único que tomaría las riendas de su vida y aceptar todos sus errores, que no eran pocos, y afrontar las consecuencias.

Era cierto que le dolía cada vez que se acordaba de todo, esos pensamientos siempre venían en el peor momento, cuando estaba tranquilo leyendo un libro o tomando un café, siempre estropeando el momento, pero lo tenía merecido y estaba dispuesto a sopórtalos, uno cosecha lo que siembra después de todo, y aun con eso claro, aun había momentos en lo que deseaba huir de todo y empezar desde cero, a un lugar donde nadie le conociera o no juzgases sus actos del pasado, pero sabía que eso nunca sería posible y se resignaba a esta vida.

Fue a darle un sorbo más a su té cuando se dio cuenta de que lo había terminado, limpió la taza con un movimiento de varita y la dejo en su lugar, con un tempus vio que aún era temprano, quería acabar el día ya pero tampoco quería desperdiciar aquel valioso tiempo, algo resignado bajó para preparar los pedidos que seguían en su lista de espera.

Esperaba que el mañana fuera algo mejor.

 

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