
Altschmerz
Altschmerz,
cansancio hacia los mismos viejos problemas que siempre hemos tenido, los mismos defectos aburridos y ansiedades que nos han estado atormentando por años.
A la mañana siguiente lo primero que hizo fue conseguir un ejemplar del profeta, dejó de comprarlos hace mucho cansado de las absurdas noticias que ponían, pero sabía que si quería encontrar algo relacionado con el niño que vivió estaría ahí, grande fue su decepción al ver que en primera plana solo había una noticia de un supuesto lio amoroso de un sangre pura.
Tenía esperanzas de encontrarse algo parecido a "El niño que vivió regresa de entre los muertos" o algo así, debió suponer que después de tantos años entre las sombras no se dejaría ver tan fácilmente, pero no pueden culparlo, hablaba de Potter, ese idiota no se daba cuenta cuando lo espiaban después de site años siendo la comidilla del mundo mágico.
Aun algo decepcionado regresó a casa y abrió la tienda como de costumbre, estaba algo lúgubre, hoy no llovía, pero estaba nublado y no entraba la luz suficiente como para que el lugar se sintiera acogedor, con ayuda de su varita encendió las luces del local, así estaba algo mejor.
Se dirigió a su estudio, pero antes de entrar giró su mirada hacia la entrada de la tienda solo para ver que no había nadie.
Negó para si mismo mientras entraba a su estudio, obviamente no estaría ahí, ¿en qué estaba pensando?
Ayer terminó el trabajo de varios días gracias a que no podía parar de pensar en cierto hombre a no ser que estuviese ocupado, así que siguió con sus investigaciones, actualmente estaba trabajando en una poción para calmar la paranoia y la ansiedad que genera, una poción más efectiva que el filtro de paz, en su día le habría venido bien algo así sin la necesidad de que le durmiesen por completo.
Y ese fue el resto de su día, investigando a base de prueba y error, y, aunque logró avanzar en su investigación, se sintió decepcionado al acabar la jornada, hubo un momento en el que la pequeña campana sonó, e ingenuamente pensó que sería Potter cuando solo era una pequeña niña que venía a hacer los recados se sintió tan estúpido, debía haber esperado que fuese la niña, después de todo venía todas las semanas ese mismo día para comprar alguna que otra poción, siempre presumiendo de lo mayor que era por venir aquí sola, al menos eso le alegró un poco el día, era agradable que alguien le tratase como una persona normal.
Quizás fue absurdo por parte de él esperar que fuera Potter, pero no pueden culparlo, ese maldito solo vino a perturbarlo y lo había logrado, lo más lógico de pensar es que viniera para seguir lo que había empezado y continuar con su sufrimiento.
Después de cerrar la tienda subió a su casa, nada mas entrar una lechuza se posó en su ventana mirándolo expectante, sin esperar más se aceró y abrió la ventana, enseguida reconoció a la lechuza de su madre.
-Ha sido un vuelo largo, descansa-acarició a la lechuza antes de tomar la carta y un paquete
El ave voló dentro d la casa y se posó en su lugar habitual, Draco no tardó en sentarse en el sofá y abrir la carta.
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Mi querido Draco,
Sé que solemos escribirnos mínimo una vez a la semana, pero no puedes culpar a una madre por querer hablar más con su hijo, por eso mismo me gustaría que me escribieses más a menudo contándome tu día a día, soy consciente que debes estar ocupado, pero estoy segura de que podrás reservar un poco de tiempo para tu madre. Esto solo me hace pensar lo fácil que serían las cosas si vinieras a Francia, podría verte todas las semanas, y la gente aquí es muy amable, no nos juzgan por nuestro pasado, al menos no tanto como en Inglaterra, es un lugar hermoso lleno de vida donde creo que podrías ser feliz, podrías abrir una nueva tienda aquí, o, incluso, podrías llegar a ser profesor, sé que siempre quisiste serlo. Tengo un último favor que pedirte, por favor hijo mío, no me mientas de nuevo acerca de tu vida, sé que no estás pasando por tu mejor etapa y eso me rompe ,pero me duele más que no me lo cuentes, espero que con este aviso puedas confiar en mi lo suficiente como para contarme cómo estás.
Pd: junto a esta carta te envío una caja con bombones artesanales, quizás ayuden a endulzarte uno poco tus días.
Con amor, tu madre.
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Suspiró cansado, ya habían tocado este tema varias veces, pero su madre aun parece no entender que él no quería irse Francia, es cierto que es un lugar hermoso, pero no puede verlo como su hogar, aunque tampoco está muy seguro de poder llamar a este sitio su hogar, pero al menos era un lugar conocido y se había acostumbrado a vivir ahí.
Es vergonzoso de admitir pero era verdad, el gran Draco Malfoy tenía miedo, lo cual no es nada nuevo, siempre se vio a si mismo como un cobarde, por algo no estaba en gryfindor, por algo eligió el camino fácil pensando solo en su familia sin importarle otras personas, quizás después de todo si merecía estar en Azkaban.
Y ahí estaban de nuevo, esos malditos pensamientos intrusivos, volviendo una y otra vez cada cierto tiempo.
Y le habían dejado claro que no debía culparse, por Merlín era solo un niño asustado tratando de sobrevivir en un mundo de locos, Pansy siempre le decía que no estuvo mal, que era mí única salida si quería vivir y que cualquiera en su lugar habría hecho lo mismo, pero eso era mentira, solo tendría que ver a Potter, literalmente se enfrentó a la oscuridad desde que era un niño y nunca dudó, nunca pensó en abandonar por mas roto que estuviese, aun cuando no tenía nada daba todo de si mismo, como esperan que no esté decepcionado de si mismo si siempre piensa en lo que Potter hizo y él no, en donde triunfó y en donde fracasó.
Han pasado años y aun sigue siendo igual, con los mismos defectos des pasado, casi parece que el tiempo no pasó para él, y lo odiaba, odiaba no poder cambiar, odiaba pensar así de si mismo, quisiera que solo un día pudiese irse a dormir sin tener la tentación de obliviarse en ese momento y despertar sin todos estos pensamientos que le acechan, pero hasta para eso era un cobarde.
Cansado ya de todo abrió el paquete encontrándose con una bonita caja lujosa, la abrió con cuidado y miró su interior, había una variedad considerable de bombones, ya había probado casi todos, su madre solía ponerle sus favoritos siempre y algunos nuevos para probar, pero ahora mismo no quería hacerlo.
Tomó uno de sus favoritos y lo comió de un bocado, sabía exactamente como recordaba, esto le recordaba a los tiempos donde recibía dulces en el gran comedor, sin duda eran mejores tiempos.
Aun con eso en mente se levantó con caja y carta en mano, dejó los bombones en la pequeña cocina y todavía con la carta fue a su habitación, guardó en un pequeño cofre la carta junto a las otras que su madre le envió y lo guardó en un lugar seguro, se sentó en su escritorio y empezó con su respuesta a su madre.
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Querida madre,
Le prometo escribirle más seguido, no importa el trabajo que tenga que hacer, ya sabes cuanto amo nuestras conversaciones no me las perdería por nada.
Creo ya haberte dicho que no tengo planeado mudarme, sé que las cosas podrían ser más fáciles si me machase, pero no puedo hacerlo ,ya me he asentado aquí y por fin los magos y brujas de los alrededores no me ven como una amenaza o como un monstruo, casi se siente como un hogar de verdad. El otro día el viejo cascarrabias, aunque creo que debería dejar de llamarlo así y llamarlo Joe, me saludo y hasta sonrió cuando nos cruzamos en la calle, por sino lo recuerdas y no ves el semejante logro que eso, la primera vez que me vio me escupió a los pies y recitó todas las razones por las cuales un dementor debería besarme, no se lo tomes en cuenta, al parecer su querida hija murió en la guerra y era la única familia que tenía, yo también estaría así si hubieses muerto, solo te cuento esto para que veas el cambian y , que de algún modo, estes mas presente en mi vida.
Pd: Gracias por los bombones, como siempre son una delicia, intentaré que duren más que os últimos.
Con todo mi amor, Draco.
La guardó en un sobre y se la entregó a la lechuza que esperaba, esta la tomó y se marchó volando al igual de como entró.
Tras cerrar la ventana regresó a su habitación sin nada más que hacer se preparó y se fue a dormir, es triste que lo único en lo que pueda pensar ahora es que quizás mañana sea peor, pero tendría que afrontarlo.
...
Se despertó agitado con respiraciones rápidas, apenas pudo moverse minutos después de haberse calmado, pero siguió mirando el techo asimilando que solo fue un sueño.
Ha tenido estas pesadillas desde hace años y aun no era capaz de recordar absolutamente todas o que es lo que había pasado, pero algo que si recordaba era el miedo, puede que el sueño cambiase, pero la sensación siempre era la misma.
Ya calmado lanzó un tempus y miró la hora, era un poco más temprano que de costumbre, pero decidió levantarse ya, nunca era capaz de volver a dormir y estaba decidido a no volver a necesitar de la poción sueño sin sueños.
Lo primero que hizo darse una ducha fría para despertarse del todo y prepararse un té para calmarse, no estaba de humor para comer.
Aun estaba amaneciendo, pero parecía ser un buen día, no estaba lloviendo ni nublado como de costumbre, quizás, después de todo, sería un día tranquilo y agradable, incluso podría ir a dar un paseo por Londres.
Cuando fue la hora se preparó para bajar, antes de salir por la puerta tomo la caja de bombones que su madre le regaló, no pueden culparlo, no le quedaba mucho trabajo y nadie vendría, no está de más poder tomar un dulce o dos de vez en cuando para hacerle más amena la mañana.
Bajó y abrió la tienda como de costumbre, aparte de eso no tuvo que hacer mucho más que preparar algunos pedidos, los ingredientes que pidió no llegarían hasta mañana y ya había repuesto las estanterías, así que lo único que le faltaba era revisar sus gastos y ganancias, lo cual hizo sentado en el mostrados mientras tomaba de vez en cuando unos de los bombones.
Como siempre sus cuentas estaban bien y lo que ganaba era más que aceptable, la verdad cuando empezó con esto no tenía muchas esperanzas en el negocio, pero el destino le sorprendió, sus pociones tenían una buena reputación y al estar en un lugar remoto la gente prefería encargarlas, por esa razón no sabían quién era el pocionista a menos que fueras ahí en personas o investigaras un poco.
Aun que estaba entretenido tenía que admitir que se estaba empezando a aburrir, pensó que sería gracioso que Potter entrara ahora por la puerta como una ocurrencia tardía, después de todo de alguna manera siempre se lo encontraba cuando más se aburria y le entretenía molestarle.
Sacudiendo ese pensamiento de su mente tomó otro bombón.
Una pequeña campana sonó acompañada con pasos.
Levantó la mirada y lo vio.