Sirius Black (parte 1)
El pequeño Regulus de diez años asomó su cabeza por la barandilla de la escalera para echar un último vistazo a la silueta de su hermano mayor que estaba saliendo por la puerta junto a su madre, de camino a la estación 9 ¾ para partir a su primer año en Hogwarts. Regulus no había querido despedirse correctamente de Sirius. El día anterior había llorado en su habitación y como su madre no lo tenía permitido, él simplemente no salió. Estaba enfadado con su hermano por dejarlo solo en la casa con sus padres, hasta ese momento siempre habían estado juntos, si Regulus lloraba, siempre estaba Sirius para hacer algo peor y evitar que al pequeño le lastimaran, si Sirius quería reírse, Reg siempre había estado dispuesto a hacer de niño bueno para que el mayor realizara sus travesuras, todo eso se acababa, Regulus lo sabía.
Sirius giró la cabeza mirando directamente a donde su hermano pequeño estaba asomado, en el fondo, Sirius tenía claro que Reg no podría evitar salir a despedirse. No se lo puso difícil, solo sonrió y salió por la puerta seguido de su terrorífica madre que lo empujaba con cuidado de no arrugar su elegante toga.
Regulus volvió a su cuarto directamente y cerró la puerta, listo para mirar al techo durante horas y practicar su táctica de no sentir nada, la iba a necesitar durante todo el año, ahora que Sirius no estaría cerca. Sabía que solo era un año, solo tenía que esperar un año para estar saliendo por esa puerta junto a su hermano, ambos listos para ir a la escuela, como debía ser, lejos de su familia.
Regulus se animó, su hermano volvería por navidades igualmente, no sería tan horrible. Decidió que era más interesante pensar en lo que Sirius haría al llegar a la escuela. Claramente sería un Slytherin, todos los Black lo eran, Sirius siempre había sido muy revoltoso y diferente al resto de la familia, pero Regulus estaba seguro de que su hermano iría a Slytherin. Se encontraría con sus primas, Bellatrix y Narcissa, o Bella y Cissy como Sirius las llamaba, Regulus no pudo evitar reírse solo al pensar en eso, él nunca se había atrevido a acortar los nombres de nadie, mucho menos de un Black, Sirius, por el contrario, lo hacía siempre, Cissy, Bella, Reggie…
¡Podría jugar Quidditch! Sirius y él siempre habían soñado con unirse a equipos escolares de quidditch, oh, Sirius, sería un golpeador excelente, Regulus se uniría como buscador, sería genial poder jugar en el mismo equipo.
Probablemente Sirius haría muchos amigos nuevos, eso no molestaba a Regulus, él también contaba con hacerse una pandilla al entrar al año siguiente, seria genial poder invitar a todos sus amigos a pasar las vacaciones o a comidas familiares. Walburga, la madre de ambos chicos, había entregado a Sirius un listado de apellidos a los que acercarse y a los que mejor no, siempre que Sirius no hiciera de las suyas respecto a esto, todo estaría bien.
El pequeño Black siguió fantaseando sobre las aventuras de su hermano al llegar a la escuela hasta que se quedó profundamente dormido, una leve sonrisa dibujada en su rostro.