
#38. Come y bebe como él maldito Enrique VIII.
«——————————»
CAPÍTULO 12
#38. Come y bebe como él maldito Enrique VIII.
«——————————»
.
«——————————HP——————————»
.
Harry estaba revisando algunos archivos de casos antiguos en su sala de estar cuando Lamorak salió de su chimenea.
—¡Lam!
—Hola, Harry.
—¿Qué estás haciendo aquí? ¡Hola!
—¿Es este un buen momento?
—Sí, sí, por supuesto, ven a sentarte, ¿Puedo traerte algo?
Lamorak se humedeció los labios con nerviosismo.
—Ah, oh ¿Agua?
—Sí, por supuesto —dijo Harry. Lamorak lo siguió hasta la cocina. Revoloteaba ansiosamente junto a la mesa de la cocina, jugueteando con una extraña bufanda formada por corchos de botellas alrededor de su cuello.
—¿Luna te dio eso? —preguntó Harry.
—Tengo que decirte algo —dijo Lamorak.
—Mira, lo siento por el beso —dijo Harry. Lamorak negó con la cabeza, frunciendo el ceño.
—No, escucha… —dijo, pero luego comenzó a toser. Era, con diferencia, lo peor que había escuchado nunca. De hecho, pensó Harry, sonaba como Draco. Lamorak sacó un pañuelo blanco y se lo llevó a la boca mientras tosía y resollaba. El pañuelo estaba manchado con gotas de color marrón oscuro.
"Luna era amiga de ambos".
"Sócrates".
“No estoy seguro de ser la persona adecuada para que hables sobre esto”, cuando Harry lo usó para procesar sus sentimientos sobre la muerte de Draco.
La forma en que su rostro perdió el color cuando Harry dijo cómo habían asesinado a Lucius Malfoy.
El hecho de que Draco Malfoy estuviera enamorado de él, aunque no habían pasado suficiente tiempo juntos para que tuviera sentido.
Draco Malfoy subiéndose la manga para mostrar su Marca Tenebrosa y asintió cuando Harry se resistió.
“Mierda. Lo siento mucho. No fue mi intención aprovecharme”, cuando Lamorak lo besó.
¿Harry acarició antes a Lamorak? ¿Draco? Pensó acariciándolo distraídamente en la espalda mientras tosía. Cuando el ataque comenzó a pasar, Harry le pasó un vaso con agua, que Lamorak, Draco, aceptó agradecido.
—Estás enfermo —dijo Harry.
—Sí.
—Estás realmente enfermo.
—Sí.
—Te estás muriendo.
—Sí.
Harry hizo una pausa.
—Draco —dijo. Los ojos de Lamorak se agrandaron y asintió.
Harry sacó su varita y lo apuntó.
—¡Finite Incantatem! —dijo, y Lamorak se desvaneció. Su cabello castaño se aclaró a blanco, volviéndose delgado y fibroso. El pigmento se desvaneció de sus ojos, dejando solo gris y círculos oscuros se deslizaron debajo de ellos. Su cara se volvió más afilada, más delgada, más bonita y su cuerpo esquelético. Harry sabía cómo era Draco Malfoy, pero verlo transformarse de sano a casi muerto en cuestión de segundos hizo que el cambio fue aún más terrible.
Draco estaba mirando la varita de Harry, su rostro tenso por el miedo, y parecía que no podía respirar.
Harry guardo su varita rápidamente.
—¡No voy a maldecirte! —dijo, pero Draco todavía no podía respirar, aunque claramente lo estaba intentando. Harry sacó una silla de la mesa y empujó a Draco hacia ella.
—Estás bien —dijo— Siento haberte asustado.
Draco jadeó, sus ojos en pánico. Harry se sentó a su lado y puso su mano sobre la delgada y temblorosa espalda de Draco.
—Estás bien —dijo de nuevo, y luego se quedó en silencio, dejando que Draco luchara sin apresurarlo. Pero siguió acariciando su mano arriba y abajo; arriba y abajo de la columna vertebral de Draco, recordándole que él estaba allí.
Finalmente, la respiración de Draco se estabilizó.
—Estás enojado —dijo.
—No —dijo Harry— Estoy confundido, pero no estoy enojado. Te lo dije: confío en ti, Lam.
—Ese no es mi nombre.
—Tal vez sea tu apodo, ahora.
—No seas absurdo.
—¿Estás bien?
—¿No estás enojado? —preguntó Draco.
—¿De verdad pensaste que iba a maldecirte?
Draco asintió. Harry apretó su agarre alrededor de sus hombros y tiró de él cerca.
—Idiota —dijo— Lo siento. No quise asustarte.
—¿No estás enojado?
—No lo estoy. Entonces, ¿Qué? ¿Fingiste ser Lamorak para poder…?
—Quería recaudar dinero para obras de caridad —dijo Draco— Fue menos desinteresado de lo que parece. Quería que la gente fuera amable con mi madre después de mi muerte.
—Eso es desinteresado —dijo Harry.
Draco negó con la cabeza, pero no dijo nada.
Toda la simpatía que Harry había sentido por Draco se había fusionado con la empatía que sentía por Lamorak, y ahora estaba lleno de la más profunda necesidad de proteger, de ayudar. Apoyó su cabeza contra la de Draco.
—¿Así que no estás enojado? —preguntó Draco de nuevo. Harry puso sus manos a cada lado de la cara de Draco y la inclinó hacia él.
—No —dijo con firmeza— Esto obviamente complica mis sentimientos por ti, pero no estoy enojado.
—¿Lo complica cómo? —preguntó Draco, sus ojos se posaron en los labios de Harry. Harry tocó con su pulgar la boca de Draco.
—Complica esto. Me gustas.
—Oh —dijo Draco.
—Te he gustado por un tiempo, ¿No es así?
—No seas aburrido.
—¿Por qué no hiciste un movimiento? ¿Cómo Lamorak?
Draco se separó, frunciendo el ceño.
—Eso sería un consentimiento bastante dudoso, Potter. ¿Cómo crees que te sentirías si descubrieras que te acostaste con un mortífago?
—Complicado.
—Es un eufemismo —dijo Draco.
La compresión se estaba asentando lentamente en Harry.
—Realmente vas a morir.
—Pensé que no me ibas a extrañar, personalmente.
Harry se movió incómodo.
—No lo dije de esa manera.
—¿Cómo lo dijiste entonces?
—Pensé que era objetivamente triste que te estuvieras muriendo, pero no éramos… no éramos cercanos. O al menos, no pensé que lo fuéramos. Harry frotó su mejilla contra el hombro de Draco. No debí haber estado averiguando mis sentimientos al respecto contigo. No sabía que eso era lo que estaba haciendo.
Draco suspiró.
—Está bien, Harry —se levantó— Escucha, todo se está acelerando un poco ahora, así que no sé si te volveré a ver.
—¿¿Qué??
—Probablemente estaré en cama para el final de la semana. Solo tenía que decírtelo… así que, me iré ahora, ah… y, por cierto, estoy enamorado de ti. Muy bien, me voy, muchos lugares por ver, cosas que hacer.
—¡Draco!
—¿Es este tu polvo flu? ¿Te importa si uso un poco? Usare un poco.
—Draco, espera.
Draco se detuvo con la mano llena de polvos flu.
—¿Si, Harry? ¿Tú me amas también? ¿Es así?
—No —dijo Harry— Espera. Pensé que tenías dos meses.
—Parece que no.
—Todo esto está sucediendo tan rápido.
—Siempre fuiste lento.
—¡Cierra la boca!
—Te gusto mucho más como Lamorak —dijo Draco con tristeza.
—¡Yo no… yo… esto es malditamente confuso!
Draco suspiró.
—Lo sé. Mira, avísame si decides que me amas, ¿Sí?
—Draco. No puedo, has tenido meses para procesar todo esto. No puedo amarte de repente.
—Debido a la Marca.
—No —dijo Harry— Bien. Un poco. Pero porque te estás muriendo. No hay… no hay tiempo.
Draco lo miró con una expresión ilegible.
—Cierto—dijo— No puedes amarme porque me estoy muriendo. Me muero porque no puedes amarme.
—No seas tan dramático —dijo Harry.
Draco hizo una mueca.
—Haría una diferencia para mí, Harry. Si te lo permitieras.
—Ni siquiera estaba seguro de estar enamorado de Lamorak —dijo Harry con impotencia.
Draco lo miró por un largo momento, luego asintió.
—Eso es lo que esperaba —dijo en voz baja— Así que. No te preocupes por eso. Adiós, entonces Harry.
—No seas ridículo. Iré a visitarte.
—No tienes que hacerlo.
—Yo quiero. Me gustas, Draco.
Draco sonrió.
—Eso es inesperado —dijo, antes de salir.
.
«——————————HP——————————»
.
.
«——————————DM——————————»
.
Pansy le echó un vistazo y le sirvió un vaso de whisky.
—Solo un poco, Pans. No fui a pelear al frente en el maldito Somme19.
—Siéntate, bebe tu whisky como un buen chico y cuéntame qué pasó.
Draco hizo lo que le dijeron. Siempre había sido bastante obediente para ser justos. No era un rasgo que le hubiera servido mucho.
—Le conté todo —dijo.
—¿Todo?
—Bueno, no sobre la maldición.
—¿Por qué no? —preguntó Blaise desde afuera de la puerta, donde había estado escuchando.
—Cristo —dijo Draco— Cuando sea mayor, viviré solo en una casa grande y contaré secretos en un lugar seguro.
Los ojos de Pansy se llenaron de lágrimas repentinas. Ella parpadeó varias veces. Blaise abrió la puerta, entró y se sentó en el suelo junto a la cama de Pansy.
—Tomaré un whisky, querida Pansy —dijo— Dicho sea de paso, ¿Siempre has tenido un carrito de bebidas en tu dormitorio? ¿Deberíamos preocuparnos?
—¿Por qué no le dijiste sobre la maldición? —preguntó Pansy, como si Blaise no hubiera hablado. Se arrastró hasta el carrito-bar y se sirvió un whisky.
Draco se encogió de hombros.
—Porque está preocupado por cómo se sentiría Harry, por supuesto —dijo Astoria desde la puerta— ¿Puede entrar Millie? Ha estado sentada en el pasillo bajo un hechizo de desilusión durante horas esperando regreses.
—Algún día espero ser reportera, como mi heroína, Rita Skeeter —dijo Millie, quitándose el encantamiento de desilusión y sentándose en la cama junto a Draco. Entonces, ¿Potter te ama?
—No —dijo Draco rotundamente.
—Y si le contaras sobre la maldición, evitaría que se enamorara de ti de forma natural —dijo Pansy.
—Sí —dijo Draco.
—Más concretamente —dijo Astoria— Harry se sentiría responsable de tu muerte si no pudiera romper la maldición.
Draco bebió lo último de su whisky y se lo tendió a Pansy para que lo llenara.
—¿Deberías mezclar eso con tus pociones? —preguntó Daphne, entrando furtivamente a la habitación de Pansy y comenzando a hacer una ronda de gin-tonics.
—A la mierda —dijo Draco, al mismo tiempo que Pansy decía— Lo comprobé; está bien.
—Por lo menos no te ataco —dijo Blaise— ¿Recuerdas la última vez que le mostraste tus sentimientos a Potter?
—¿Quién dijo algo sobre sentimientos?
—Draco cree que nadie sabe que está enamorado de Potter —dijo Millie— Él piensa que es un gran secreto.
—Te perseguiré si no tienes cuidado, Millie. Esa es una amenaza legítima.
—Tu poción para el dolor desaparecerá pronto —dijo Pansy— Deberías comer algo mientras puedas. Tu madre se quedará a pasar la noche, le dije que viniera a las ocho.
Draco se inclinó contra ella.
—Qué buena esposa serás, Pans.
Pansy lo empujó y lo ayudó a ponerse de pie. Los demás se quedaron en su habitación mientras iban a la cocina, donde Draco se sentó en el mostrador y Pansy hurgó en los armarios.
—¿Huevos?
Draco se estremeció.
—¿Pan tostado?
Draco se estremeció.
—Draco. No solo puedes comer pure de manzana.
—Es lo único que no me provoca arcadas.
—Come un huevo cocido.
—No puedo. Haz otro hechizo de nutrición.
Pansy suspiró, lanzó un hechizo sobre él (solo ardió un poco, debido a los analgésicos) y le dio un tazón de pure de manzana.
—Todavía podría enamorarse de ti —dijo, mientras le entregaba la cuchara. Draco dejó el tazón y saltó del mostrador para poder agarrarla por los codos.
—Pans —dijo— Vamos, no, eso no es justo.
—¡Él podría! ¿Cómo se lo tomó? ¿Cuándo le dijiste que era Lamorak?
—Se lo tomó bien, pero eso significa que el hombre ha recibido malas noticias desde antes de tener dientes.
—No te atrevas a rendirte, Draco Malfoy. Piensa en tu madre. Piensa en mí.
—¡Estoy cansado de esperar!
Pansy cerró la boca, sorprendida. Draco respiró hondo para tranquilizarse antes de volver a hablar, y funcionó. Sonaba bien.
—Puedes esperar, si quieres. Pero deja de pedírmelo. Hace las cosas más difíciles —se apartó el cabello de la cara— Dios, morir me hace tan aburrido. ¿Ya no soy divertido?
—Pareces divertido —dijo Pansy débilmente.
—Dos de Diez, chiste muy pobre, nada original ni bien ejecutado. Dos puntos por un buen momento cómico —dijo Draco.
—Cómete tu pure de manzana.
Para cuando terminó, su cabeza había comenzado a pulsar con fuerza. El analgésico estaba desapareciendo. “Al menos”, reflexionó, antes de que se pusiera demasiado mal, “Ya no seré capaz de pensar, pronto”.
.
.
.
...CONTINUARÁ...