Traducción: "The Bucket List" de GallaPlacidia

Harry Potter - J. K. Rowling
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Traducción: "The Bucket List" de GallaPlacidia
Summary
Draco morirá en seis meses si no logra que Harry Potter se enamore de él. Dado que eso no va a suceder, bien podría pasar sus últimos días trabajando en su lista de deseos. ¿Clases de tap? ¿Escalar una montaña? ¿Escribir poesía? ¿Tríos? ¿Cocaína? ¿Conocer a su adorable sobrino, Teddy Lupin? ¡Draco lo hará todo!Con un Draco alegremente pesimista, la perra reina devota Pansy Parkinson y un Harry que no puede evitar notar que algo parece DIFERENTE en Draco, en estos días.
Note
IMPORTANTE: La presente es una traducción del fanfic de GallaPlacidia “THE BUCKET LIST” . Quien ha eliminado su cuenta en esta plataforma, así como todos sus fanfics, como una fan que ama su trabajo he decidido traducir sus fanfics al español para que sus fans de habla hispana podamos seguir disfrutando su trabajo. Nota de GallaPlacidia en la versión original: Inspirado en una hermosa historia de Khasael llamada “Somebody To Love”. También estoy en deuda con “You’ve Got The Antidote For Me” de Kandakicksass y “IDK My BFF Hermione” de Lettered.¡Hice un Podfic de esto! https://archiveofourown.org/works/25642150 Si te apetece escuchar lo elegante que creo que suena Draco: (Pista: Mucho). Además, ¡Únete a mi boletín de newsletter.gallapod! Notas de la traductora: El enlace original del Podfic fue eliminado de la cuenta en AO3 de Gallaplacidia, los únicos enlaces disponibles son: Gallapod.podbean Y newsletter.gallapod que encuentras en el enlace anterior.En mi perfil podrán encontrar enlaces donde podrán descargar los fanfics de GallaPlacidia en su versión en inglés (descargados de AO3), así como los Podfics que GallaPlacidia hizo.
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#50. Comprarme uno de esos divinos trajes muggles para que la gente pueda ver mi trasero.

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CAPÍTULO 3

#50. Comprarme uno de esos divinos trajes muggles para que la gente pueda ver mi trasero.

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La cena fue un éxito espléndido. Draco se había glamurado así mismo para tener cabello oscuro y rizado y rasgos más toscos. También había cambiado su voz, de modo que era un poco más alta que la suya. Se paseó por la fiesta, alimentándose de la energía de la gente, presentando a los invitados a la izquierda, a la derecha y al centro. Se había preocupado por la colocación en la mesa, pero estaba bastante seguro de que la disposición de los asientos era perfecta.

 

   —Harry Potter —dijo Potter, extendiendo una mano para que se la estrechara.

 

   —Lamorak Toujours —dijo Draco, estrechando la mano de Potter— Es un placer conocerte.

 

   —Normalmente no me gustan estas cosas —dijo Potter, mirando a los demás invitados. Parecía un poco nervioso, lo que Draco encontró desconcertante— Todos siempre esperan que yo sea interesante.

 

   —Nunca esperaría eso de ti —dijo Draco, y Potter… para gran sorpresa de Draco… se rio.

 

   —Bien —dijo.

 

   —Te he puesto al lado de un aclamado virólogo —dijo Draco— Pregúntale sobre la viruela de Dragón, siéntate y relájate.

 

Potter se rio de nuevo.

 

   —Mientras no tenga que ser encantador.

 

   —Luna sugirió que las conversaciones triviales no son tu fuerte —dijo Draco.

 

   —Parece ser lo tuyo —dijo Potter, sonando casi envidioso— Te he estado observando. Puedes hablar con cualquiera.

 

   —Bastante fácil, cuando nadie sabe quién eres —dijo Draco, porque sabía muy bien cómo sería esta noche si mostrara su verdadero rostro…

 

   —Si —suspiró Potter.

 

“Tal vez podría hacer que se enamorara de Lamorak”, pensó Draco.

 

   —No funcionaría —dijo Pansy, cuando él lo sugirió— Sin engaños, ¿Recuerdas?

 

   —Este hechizo es ridículo —dijo Draco.

 

Cuando miró a Potter a mitad de la cena, estaba charlando alegremente con el aclamado virólogo. La comida estuvo deliciosa, el vino abundante, la música de buen gusto y las donaciones llegaron.

 

   —Un cuarto de millón de galeones —dijo Luna, cuando contaron todos los cheques al final de la noche— Eso es mucho dinero, Draco.

 

   —Soy bueno organizando fiestas —dijo Draco— Es porque soy un hereje sin principios.

 

   —¿Lo eres? —preguntó Luna con curiosidad.

 

   —Creo que sí, si —dijo Draco.

 


 

La fatiga se apoderó de él lentamente. Al principio era difícil levantarse de la cama. Entonces fue difícil conciliar el sueño. Luego comenzó a quedarse dormido cada vez que intentaba leer, lo que lo llenaba de pavor, porque tenía un estricto horario de lectura que cumplir, y no podía leer cincuenta libros si se quedaba dormido a mitad de página.

 

Compró un barril de poción Pimentónica y guardó un poco en una petaca. Si tomaba un trago cada hora más o menos, podría funcionar como antes, aunque tenía efectos secundarios: dedos nerviosos, palpitaciones en el corazón. Se sentía nervioso todo el tiempo. Pero valía la pena, porque solo le quedaban cinco meses y había mucho que hacer antes de eso.

 

Él y Luna organizaron otro evento: una cata de vinos.

 

   —¿Tengo que escupir? —preguntó Potter, acercándose sigilosamente a él.

 

   —Ciertamente nunca te haría tragar —dijo Draco. Potter se sonrojó furiosamente y tosió en su brazo.

 

   —Escuché que recaudaste una tonelada de dinero después del último evento —dijo.

 

   —Un cuarto de millón de galeones —dijo Draco con orgullo— Suficiente para agregar una nueva ala al orfanato de huérfanos de la guerra. ¿Has estado ahí?

 

   —No —dijo Potter.

 

   —Oh, es bastante agradable —dijo Draco, que había estado hace unas semanas «#21. Visitar el orfanato de huérfanos de la guerra y pensar en sus pecados»— Arte terrible en las paredes, sin embargo. Todos esos pobres huérfanos van a crecer con una estética distorsionada.

 

Potter se rio de nuevo. Parecía que Potter encontraba divertido a Lamorak, lo cual lo desorientaba, porque Draco estaba seguro de que, si hubiera dicho lo mismo sin su disfraz, Potter lo habría mirado con ira.

 

   —Entonces, ¿A eso se destinará el dinero de esta noche? —preguntó Potter— ¿Mejor arte?

 

   —Tristemente no. Integración de Hombres Lobo.

 

   —Esa es una buena causa —dijo Potter— ¿Cómo te metiste en esto? No estuviste en Hogwarts, ¿Verdad?

 

   —No debes hacerte una idea equivocada de mí, Harry. Simplemente me gusta planear fiestas.

 

   —¿Cuál es la idea equivocada? ¿Qué eres una buena persona?

 

Draco sonrió.

 

   —Exactamente.

 

   —Tal vez no me gustan las buenas personas —dijo Potter.

 

   —Deberías haber mencionado eso en tu RSVP8. Te he puesto al lado de un famoso activista ambiental para la cena.

 

   —Normalmente no me gustan las fiestas —dijo Potter— Pero las tuyas están… bien.

 

   —Simplemente no te gustan las malas fiestas, Harry. Ahora, si me disculpas, parece que ese senador estadounidense está coqueteando con Griselda Friedricson y la está poniendo profundamente incómoda. ¡Debo ir al rescate!

 

   —Te llamas a ti mismo una mala persona —dijo Potter, mientras Draco se iba.

 

   —Oh, sí —dijo Draco— Pero un excelente anfitrión.

 


 

   —Quería ir de excursión al Distrito de los Picos —dijo Draco con tristeza. Eran las once de la mañana y aún no había podido levantarse de la cama. Su cabeza latía y sus ojos estaban pesados.

 

   —Tal vez te sientas mejor la próxima semana —dijo Pansy.

 

   —Sí, tal vez —dijo Draco, aunque ambos sabían que sus síntomas no mejorarían a partir de aquí. La poción Pimentónica ya no funcionaba muy bien y tenía frío todo el tiempo.

 

   —¿Qué hay en tu lista que sea un poco más sencillo? —preguntó Pansy.

 

   —Casarme y tener tres hijos.

 

Pansy lo empujó con su dedo índice.

 

   —Estás sintiendo lástima por ti mismo —dijo.

 

   —Quiero ir al funeral de mi madre —dijo Draco— No quiero que ella vaya al mío.

 

   —¿Eso te está ayudando?

 

   —Nunca he estado en un acuario.

 

   —Está bien —dijo Pansy, sonando aliviada— ¿Por qué no te llevas a Teddy?

 

   —Porque es demasiado joven para recordarme y la vida no tiene sentido.

 

   —Draco.

 

Draco se deslizó bajo las sábanas. Pansy se subió y lo abrazó. Ella acarició su cabello.

 

   —Puedes enfadarte si quieres —dijo.

 

   —No hay tiempo para enfadarse —dijo Draco. Él suspiró— Estoy tan malditamente cansado.

 

   —Draco…

 

   —No, Pans. No digas que me amas, ni nada por el estilo. Simplemente no lo hagas.

 

   —Está bien —dijo Pansy. Su voz sonaba bien. La suya también. Podía sentir sus lágrimas donde aterrizaban húmedas en su cuero cabelludo.

 

   —¿Crees que podría combinar? El “#222. Visitar una acuario para comprobar que todavía me gustan los peces” con el “#113. Acariciar a un tiburón.

 

   —Definitivamente —dijo Pansy.

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   —¡Harry, Harry, Harry! ¡Draco fue mordido por un tiburón!

 

Harry miró a Teddy con consternación.

 

   —¿Un verdadero tiburón?

 

   —¡Sí! ¡Fue tan genial!

 

Andrómeda encendió la tetera con una risa seca.

 

   —No era un tiburón muy grande, por lo que me dice Draco. Está bien, lo curaron en San Mungo.

 

   —¿Cómo diablos fue mordido por un tiburón en Londres?

 

   —Estaba tratando de acariciarlo —explicó Teddy.

 

   —Por qué… sabes qué, no importa. Andrómeda, ¿Está bien? Parece que se ha vuelto completamente loco en los últimos meses.

 

Andrómeda sonrió con cariño.

 

   —Creo que simplemente está disfrutando de la vida —dijo— Deberías copiar una hoja de su libro, Harry.

 

   —¡Disfruto la vida!

 

   —¡Draco me llevó a una pantomima y luego irrumpimos en el área detrás del escenario y pude conocer a todos los actores! —dijo Teddy.

 

   —El hecho de que no esté haciendo cosas increíblemente estúpidas no significa que no disfrute de la vida —dijo Harry.

 

El flu ardía en verde y Malfoy salió, vestido con un traje muggle de tres piezas.

 

   —¿Qué diablos estas usando? —preguntó Harry.

 

   —Fue muy caro —dijo Draco a la defensiva.

 

   —Te ves guapo —dijo Andrómeda, lo que Harry pensó que no venía al caso. Obviamente, Malfoy se veía guapo.

 

   —Es un traje muggle.

 

   —Siempre me gustó cómo se veían, así que pensé en comprar uno —dijo Malfoy. Se ajustó la chaqueta— En realidad, compré cuatro. Realmente no entiendo el dinero muggle, pero creo, por cómo se comportó la gente de la tienda, que fui bastante extravagante.

 

   —¡Enséñale a Harry dónde te mordió el tiburón! —dijo Teddy.

 

   —Está todo curado, Ted. Ahora, ¿Estás listo para ir a un “Parque de diversiones”?

 

   —Draco —dijo Harry— No es posible que vayas a un parque de diversiones.

 

   —¿Por qué no? —preguntó Malfoy, frunciendo el ceño— Hice que mi amigo muggle lo buscará en Internet y dijo que estaba abierto.

 

   —¿Tú… tu amigo muggle?

 

Malfoy se veía extremadamente presumido.

 

   —Su nombre es Jack y trabaja en RH. Eso significa Recursos Humanos. Lo conocí cuando navegaba en kayak en Cornualles.

 

Harry sintió como si el mundo entero estuviera fuera de lugar. Draco hacia viajes en kayak a Cornualles y tenía amigos que trabajaban en recursos humanos. Harry llenaba papeleo en el Ministerio de Magia todo el día. Nada tenía sentido.

 

   —¡Parque de diversiones, parque de diversiones! —dijo Teddy.

 

   —Prepárate para divertirte de verdad, Ted —dijo Malfoy, tendiéndole la mano. Harry había notado que siempre trataba a Teddy como si fuera un adulto pequeño. No habría funcionado con todos los niños, pero Teddy pareció estar a la altura de las circunstancias.

 

   —¿Podemos quedarnos hasta que cierre? —preguntó Teddy. Malfoy frunció el ceño.

 

   —Estoy un poco cansado, así que tendremos que ver.

 

   —¿Estás durmiendo mejor? —preguntó Andrómeda.

 

   —No realmente —dijo Malfoy— Pero me estoy acostumbrando.

 

   —Deberías intentar meditar —dijo Andrómeda. Malfoy se rio.

 

   —La gente sigue sugiriendo eso. Ya lo intenté. Mi cabeza está demasiado ocupada.

 

   —¡Parque de diversiones, Parque de diversiones! —dijo Teddy.

 

   —Tengo que darle a la gente lo que quiere —dijo Malfoy, señalando a Teddy— Lo traeré a casa al anochecer.

 

   —No hay prisa —dijo Andrómeda, besando a Malfoy en la mejilla.

 

   —Potter —dijo Malfoy, con un breve asentimiento, y él y Teddy entraron a la chimenea.

 

   —Podrías aprender algo de Draco, Harry —dijo Andrómeda, una vez que se fueron— Tienes que salir de tu zona de confort.

 

Harry estaba tratando de salir de su zona de confort. Seguía yendo a los estúpidos eventos de Luna, ¿No? Aunque, tenía que admitir que Lamorak Toujours era una razón de peso para ir por iniciativa propia. Nunca tenía mucho tiempo para Harry, porque estaba muy ocupado charlando con todos y presentándose a la gente, pero cada vez que hablaban, Harry se sentía brillante e interesante. Sospechaba que eso era solo parte de la habilidad de Lamorak como anfitrión, pero Harry no pudo evitar caer en la trampa. Desde ese desconcertante día en que Malfoy lo abordó en un ascensor y le preguntó si era gay, Harry se había estado preguntando si debería simplemente… salir con un chico. Sabía que le gustaría. No era como si alguno de sus amigos o familiares tuvieran un problema con eso. Simplemente no lo había hecho, todavía. Y Lamorak era guapo, inteligente e ingenioso…

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...CONTINUARÁ...

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