
Ese es Regulus
Ese era Regulus.
Vale, Sirius no era la persona más cuerda del mundo. Estaba loco y él lo reconocía. Pero había aprendido muy temprano en su vida que loco no significaba malo. Todos los Black estaban algo locos y él mismo no era una excepción. Y su tiempo en Azkaban tampoco había hecho mucho para su salud mental.
Pero no estaba tan loco como para haber confundido a alguien por su hermano pequeño (antes había sido Regulus, nada de hermano pequeño, porque hubo un tiempo en el que no podía verle sin sentir furia y enfado. Pero ahora había vuelto de esa dichosa prisión y se enteró más de un año más tarde después de escapar de que su hermano pequeño estaba muerto. Y, vale, llegó a odiarle, pero era Regulus y no sus padres, así que no llegó a odiarlo tanto como al resto de su familia de sangre. Además, era su hermano por más veces que lo hubiera negado y había muerto bastante antes de que Sirius hubiera sido lanzando a Azkaban y él ni siquiera se había enterado ni en ese momento, ni después en ese año justo después de Azkaban. Tuvo que enterarse cuando, casi año y medio después de escapar, volvió a mirar con odio al árbol familiar en esa odiosa pared. Su hermano estaba tachado. Parecía más bien hecho a mano, pero Sirius sabía que su madre nunca tacharía a u hermano del árbol familiar a menos que fuera en un acto de angustia por que hubiera muerto. Así que eso solamente dejaba la opción de que Regulus ya no estuviera vivo. Buscó por periódicos y rumores todo lo que pudo y... sí, todos y todo decían que su hermano pequeño murió incluso antes de que Sirius pusiera un solo pie en Azkaban. No se había llevado bien con Regulus por demasiado tiempo, lo que nunca supo fue que él mismo era un hermano tan terrible como para no enterarse de la muerte de su hermano más de una década después. Regulus, el niñato mimado mortífago que seguía a sus padres, volvió a ser Regulus, su hermano pequeño, en su mente).
Su pelo era diferente, el color de sus ojos también, y estaba bastante más pálido (aunque eso era a lo mejor porque parecía no haber dormido en dos semanas, esas ojeras no ayudaban a ocultar su cansancio). El color de su pelo y sus ojos era morado, algo complemente ridículo y con lo que definitivamente Regulus Arcturus Black, heredero aparente de la Casa Black, nunca se hubiera permitido verse en público (ni en privado, a decir verdad).
Más tarde, cuando lo pensó mejo, a lo mejor era por eso mismo. Era algo que el heredero aparente de los Black nunca llevaría y, por tanto, nadie le reconocía como tal. ¿Habría estado todo ese tiempo escondiéndose?
Aunque también estaba el hecho de que parecía tener veintipocos años y no treinta y cinco casi treinta y seis. A menos que hubiera usado algún ritual muy poco conocido, Regulus no se debería ver tan joven incluso con la longevidad de los magos comparada con la de los muggles.
Pero daba igual las diferencias, Sirius reconoció esos ojos en cuanto los vio. Fue golpeado con alguien y seguramente eso le salvó la vida porque justo detrás había tenido ese arco no sé qué muerte que habría asegurado una muerte certera si ese hechizo le hubiera dado y lanzado de lleno a la cosa rara de piedra esa. Estuvo a punto de gritarle o agradecerle a quien quiera que le hubier atirado (no sabía del todo qué hubiera hecho), pero vio a su hermano, los ojos de su hermano pequeño, y todo a su alrededor se empezó a mover a cámara lenta.
Eran morados, pero parte del color de ojos, era todo igual. Había reconocimiento, sorpresa y algo de incredulidad, y Sirius no tuvo ninguna duda de que ese era su hermano pequeño.
Pero la pelea continuó y Sirius le perdió de vista. Volvió a verle cuando todos se enteraron de que Voldemort había muerto, pero estaban tirando de él para una interrogación y Sirius estaba demasiado ocupado intentando lidiar con que estaban intentando al fin comprobar si era uno de los malos o no. Ya se habían tardado, pero podrían haberlo hecho en otro momento en el que SU HERMANO NO ESTUVIERA SIENDO ALEJADO DE ÉL OTRA VEZ.
Porque daba igual lo mal que se llevaran antes, no le había visto en más de una década y había creído que estaba muerto y Sirius seguía siendo un hermano terrible por no poder llegar hasta su hermano pequeño cuando estaba otra vez cerca como nunca antes en demasiado tiempo.
Volvió a verle cuando acabaron de interrogarle a Regulus y por fin parecían darle un respiro a Sirius, pero este se estaba yendo y había pegado un brinco como de miedo al ver a Sirius otra vez y luego no podía ni mirarle más mientras se iba de la escena. Sirius se sintió como un peor hermano si eso era posible cuando unas de las primeras reacciones de su hermano pequeño después de tanto tiempo eran esas. Muchos no hubieran notado el sobresalto ni que estaba huyendo, pero Sirius siempre había sabido lo bueno que era Regulus con sus máscaras y siempre había sido el que mejor las veía (aunque eso no significaba que fuera lo suficiente ¡mente bueno en ello, parecía ser). Pero le perdió la pista poco después y le estaban llamando de vuelta a organizarse para su juicio.
Había estado deseando con dicho juicio por mucho tiempo e incluso tardaron unos pocos días después de descubrir su 'posible' inocencia, pero ahora era lo último que quería.
Sin embargo, daba igual lo que quisiera, porque Regulus ya no estaba y lo único que quedaba era volver a ser un hombre libre para luego poder ir a buscar a Regulus sin ninguna interrupción.
Pero juraba que podía sentir los ojos de ese pequeño cabrón que era su hermano (puede que le quisiera, pero eso no quitaba que Sirius supiera que Regulus a veces podía ser un cabrón cuando quería) en todo su juicio. Fue cuando acababan de declarar a Sirius inocente cuando vio los ojos de su hermano entre la gente. Bueno, estaba detrás de todos los demás en alguna equina, pero no le había visto antes. No duró mucho, pero de alguna forma quedaron en algo solamente con un intercambio de miradas y sin Legilimancia. Se verían después en esa casa de su infancia.
Sirius no tenía ninguna duda de que Regulus podría entrar allí a pesar de que nadie le dejara entrar. Podría no poder recordar dónde estaba, pero como el heredero aparente de la familia (aunque Sirius estaba, por lo que podía sentir en su magia, en segundo puesto de herencia y eso era muy raro porque hubiera jurado que Walburga le había desheredado del todo), su magia estaba muy arraigada a las barreras de la casa y solamente tenía que sentir la conexión sin tener que recordar de qué era exactamente y hacer la metafórica acción de tirar para aparecer (no aparecerse, porque no lo era en toda regla, podía escuchar Sirius la voz de su hermano cunado el explicaba de pequeños otra vez los conocimientos básicos de las barreras de la casa) allí.
También sabía que ese mismo día no iría, que Regulus sabía que habría una fiesta y que no querría meterse en todo eso. No, lo haría al día siguiente cuando todos seguían teniendo resaca y unos enormes dolores de cabeza solamente porque Regulus, como había dicho antes, podía ser un cabrón y quería fastidiar ya que estaba.
Y así fue. Con todo eso, si había alguna duda todavía en su mente sobre si era de verdad Regulus, desapareció. Especialmente cuando apareció cuando Sirius estaba diciendo a todos los que estaban todavía en la casa (todos los Weasley, Remus, Tonks, Andy, Harry, Hermione, la hija de Pandora Lovegood, Neville, Albus, Snape, Moody y algunos pocos más que no venían al caso) que iba a venir alguien y que le daba igual sus resacas, que no le atacaran y que dejaran que el drama se desarrollase. Incluso Albus parecía sorprendido. Molly pareció abrir la boca para decirle seguramente que no podía traer a cualquiera a la base de la Orden, que era un irresponsable, que aunque era ahora libre seguía habiendo una guerra, y bla, bla, bla. Le daba igual.
Y la verdad era que su hermano sabía cómo hacer sus entradas y, por una vez, Sirius se alegraba de que fuera esa clase de cabrón cuando interrumpió justo en ese momento lo que quiera que fuera a decir Molly.
"¡Otro sangre sucia entrando a esta casa! ¡Qué desgracia es esta!" Ese era el sonido de que alguien había venido y Sirius sabía que debía ser Regulus. O alguien que se había dejado algo atrás por toda la resaca que tenía, pero era seguramente Regulus.
Todos salieron del salón al oír los gritos. Algunos más alarmados que otros. Sirius fue el primero, pero no por sorpresa o preocupación como el resto. Todos pudieron ver cómo el cuadro de la vieja de su madre le gritaba a esa misma persona de pelo y ojos morados que no podían ser normales. Aunque se veía mejor, las ojeras habían casi desaparecido y aunque había tensión en su hombros, no veía lo que le hizo pegar un brinco en el Ministerio.
"Veo..." Habló algo lento al principio, como el dramático que era. Si había algo en lo que Regulus y Sirius se parecían, era en que eran unos malditos dramáticos. Pero hizo su efecto. Calló al cuadro e hizo que la atención del resto pasara a ser menos por preocupación y más por una simple atención. ¿Desde cuándo su hermano pequeño podía hacer eso? Sí, era muy bueno con las máscaras y en controlar su lenguaje corporal hasta justo lo que quería, pero nunca tuvo esa naturalidad de atraer a la gente solamente con una palabra. Eso solamente le hizo darse cuenta de que de verdad habían pasado años y de que de verdad ninguno de los dos era como antes, algo que muy en el fondo había sabido pero que nunca se había parado a pensar o darle atención. Siempre era sobre el pasado, el pasado y el pasado, y ahora, por primera vez, pensó en cómo podría ser actualmente Regulus. "Que no ha cambiado mucho." Puso una ligera sonrisa educada en la cara. Sirius podía ver que al menos le divertía que Walburga estuviera en un cuadro y que seguía gritando como una harpía y de que al menos ahora eso era lo único que podía hacer. "Buenas, querida madre." Sirius era evidentemente el único que podía pillar el sarcasmo en la voz. ¿Desde cuándo Regulus podía ser tan sarcástico? Eso fue siempre más cosa de Sirius. "Si pudiera ser, te pido que bajes un poco la voz. Vengo cansado por un par de cosas que tenía que hacer antes de venir y me temo que no podría soportar tanto grito ahora mismo." Y, vale, ¿Regulus acababa de insultar sutilmente a su madre? Sirius sabía que podía hacerlo, pero el impacto estaba que estaba dirigido a SU MADRE. Aunque esta no parecía darse cuenta de que su hijo predilecto acababa de decirle indirectamente que no se estaba comportando como 'alguien de su talla'. Más vulgarmente hablando, acababa de llamarla harpía a la cara.
"... ¿Hijo?" Hubo sorpresa y luego alegría en la cara. "Oh, hijo, qué alegría que no estés muerto. Aunque me pregunto cómo tardaste tanto tiempo en volver." La sonrisa de Regulus se afiló, claramente recordando algo no muy agradable. Aunque solamente 'claramente' para Sirius.
"No hay más arrepentimiento que no pueda sentir por no volver a verte viva madre." Sirius rellenó con 'porque no hay arrepentimiento para empezar'. "Pero me temo que estaba algo atareado con algo sobre el Señor Oscuro y luego tuve unos percances." Los más experimentados pillaron la parte de 'sobre', no había dicho 'para' y eso ya era sospechoso. "Para cuando me di cuenta, todo estaba patas arriba y yo no podía volver. Me temo que estuve más tarde ocupado viajando por el resto del mundo y solamente he podido regresar ahora." Había muchos huecos en esas frases que se podían interpretar de muchas maneras. Si Sirius seguía conociendo algo de su hermano, Regulus sin duda no estaba diciendo ninguna mentira pero tampoco había dicho la completa verdad.
"Oh, entonces no pasa nada. Me alegro que hayas vuelto. El cuadro de tu padre debería estar en la sala con el resto de cuadros de la familia. Claro está, si estos sangre sucia y traidores de sangre no han profanado incluso ese lugar. Salvajes, todos ellos." Antes de que alguno pudiera quejarse de esas palabras, Regulus se acercó al cuadro, el cual sorprendentemente no había empezado otra vez a gritar cuando volvió a insultarles. Favoritismo.
"No te preocupes, madre. Me temo que no podría echarlos porque no he reclamado el señorío Black y son invitados de Sirius, a menos que hagan algo que me ofenda profundamente. Pero creo que podría evitar más... 'profanación', como tú muy bien has dicho. Por supuesto, no te tendrás que preocupar por nada estando yo aquí. Cerraré las persianas y dejaré que descanses. Tanto ajetreo debe de haberte molestado demasiado. Creo que con un hechizo para silenciar el exterior debería bastar para que no tengas que escuchar ruidos innecesarios." Había un brillo en sus ojos y Sirius estaba sonriendo como un loco. Si tenía suerte, Regulus sabría cómo callar a su madre de una vez por todas donde muchos otros habían fallado para la desgracia de todos.
"Por supuesto. Por fin un hijo bueno en la casa. Menos mal que ya no tendré que oír a tanta mala sangre." Dicho esto, Regulus echó las cortinas con demasiadas ganas como para ser el 'buen hijo' que tanto reclamaba su madre y todos podían verlo. Bueno, excepto Walburga. Luego lanzó unos tres hechizo tras coger su varita y la volvió a guardar.
Se giró hacia los espectadores y sonrió con diversión, ahora un poco más verdadera su sonrisa que antes. Apuntó con el pulgar hacia el cuadro ahora oculto con un gesto que el heredero aparente de la Casa Black definitivamente no debería hacer, y levantó una ceja.
"¿Por qué nadie había hecho esto antes?" Dejó unos momentos para reaccionaran.
"La pregunta es..." Se escuchó Sirius a sí mismo decir de forma automática pero todavía con la gran sonrisa de felicidad de ya no tener que escuchar a esa harpía. Por primera vez en mucho tiempo, tanto él como Regulus estaban de acuerdo en algo. "¿Cómo cojones lo has hecho?"
"¡Sirius! ¡Hay niños presentes!" Fue la respuesta automática de Molly a pesar de estar todavía en shock.
"No se preocupe, Sirius siempre fue así. De todas formas, no son niños." Molly estuvo a punto de discutir, pero Regulus siguió después de una pausa que hizo solamente para más dramatismo y para molestar. "Son adolescentes. Y no solamente eso, sino adolescentes que van a una escuela llena de más adolescentes. Seguramente habrán escuchado cosas mucho peores. Además, no es culpa de Sirius, como supongo que le conocerán, también sabrán sobre su vocabulario y tendencia a decir cosas no muy bonitas, digamos. Deberían haber alejado ya a los niños si lo sabían, porque me temo que eso es algo que Sirius cogió de madre, pero en vez de solamente en privado, lo hace tan fácilmente como respirar a todas horas."
"Ohh, Veo que sigues siendo un cabrón." No pudo evitar bromear, pero al menos Regulus no se lo tomó mal. "Comparándome con esa vieja harpía." Paró un segundo y juntó las manos con un fuerte ruido. Sí, él también era un cabrón dramático. "Pero todavía no has respondido a la pregunta del milenio." Como la mierdecilla que era, Regulus levantó una ceja como si les estuviera mirando como si fueran tontos.
"Cerré las cortinas, usé un hechizo de pegamento para que no se separaran tan fácilmente y luego silencié el exterior para el cuadro como oh, el gran hijo que soy." Esta vez, el sarcasmo era más notorio. "Y luego también callé el interior de las cortinas. Si no puedes silenciar algo directamente, entonces cúbrelo con algo y silencia el interior de dicho algo. Es elemental, mi querido Sirius." Y, vale, habían sido muy tontos. ¿Pero desde cuándo Regulus se había leído unos libros escritos por muggles?
"Vale, vale. La pregunta vuelve a ser '¿Cómo no lo hemos hecho antes?'. Listillo." Le chinchó un poco.
"Chucho apestoso." Sirius, obviamente, no se iba a quedar atrás.
"Niñito de papi y mami." Y, ahora que lo pensaba, si se eso le parecía ofensivo a Regulus, entonces a lo mejor debería haberse dado cuenta antes de que eso podría significar que a Regulus no le había gustado seguir tanto esas órdenes y tradiciones. Regulus volvió a levantar una ceja, esta vez en modo '¿En serio vas a sacar eso?' y entonces fue directo a la yugular.
"Seis palabras. Catorce años. Y. Veinte de julio." Mierda.
"Vale. Me rindo." Sirius alzó las manos en forma de rendición. "Era solamente de broma, no hace falta sacar las grandes pistolas. ¡Y acordamos que no hablaríamos de eso nunca más!"
"Corrección, tú dijiste que no se hablaría más de ello y asentiste decisivamente con la cabeza sin confirmar que yo lo hubiera aceptado. Pista: Nunca dije que sí a tu propuesta. Porque eso fue lo que fue. Además, ¿quién dice que yo no esté también de broma?" Una sonrisa traviesa y burlona pasó por la cara de su hermano pequeño y Sirius estaba indignando. I. N. D. I. G. N. A. D. O. ¿Le oís?
"Siento interrumpir, pero creo que es mejor que... movamos esto a un sitio donde todos podamos sentarnos y hablar." Albus fue el que acabó con la escena. El muy aguafiestas. Pero como siempre, los demás le hicieron caso y volvieron al salón.
"Me pido la sillón negro con la ligera decoración verde. Y NO digas que no sigue ahí, Sirius. Porque sé que tú no lo habrías quitado ni habrías dejado que quitaran el mejor sitio del salón." Y tenía razón. Por una vez, Sirius le dejó sin quejarse ese sillón.
"La próxima vez es mío." No sin antes pedírselo para la próxima vez. ¿Qué? Era un sillón muy bueno y una de las pocas cosas buenas en esta maldita casa. Regulus no protestó, así que la próxima vez era suyo por derecho a pedírselo antes.
Cuando todos se sentaron y Molly hizo té para luego darle un poco a todos, Regulus sorbió ruidosamente de su bebida para molestar aún más (además, ni él ni Sirius sabían por dónde empezar, así que Sirius no iba a empezar a señalar cuando ni él mismo podía empezar). Lo que sí le sorprendió a Sirius fue que rechazara el té. Al parecer, se había traído un termo (algo muggle. Sirius seguía sin poder creérselo) con café ya preparado (y seguramente con algo de alcohol. Daba igual, porque Sirius no había bebido mucho ayer para evitar la resaca que no quería tener para esta conversación y tenía preparada toda una botella de alcohol, más alguna más guardada por ahí, para ir bebiendo conforme iba necesitando más. Lo que no daba igual era que Regulus nunca había sido un fan del café. No lo odiaba, pero solía preferir el té).
Una vez que Snape parecía a punto de explotar, Molly habló.
"Un segundo. Los menores de edad deberíais salir. Esto es un asunto de adultos." Antes de que alguien pudiera quejarse, Regulus habló.
"De hecho." Dijo levantando una mano en modo de interrupción, otra vez parándose para mayor dramatismo. "Esto es en realidad un asunto entre Sirius y yo. Después se podría hablar entre más gente porque esto también podría afectar a vuestra Orden, pero en un principio y por encima de todo, es personal y solamente entre mi hermano y yo." Y Sirius estaba simplemente feliz de haber sido llamado hermano. "Sin embargo, sé de sobra que necesitamos a más gente aquí para que la situación entre ambos no se descuadre demasiado y resultaría, seguramente, mucho mejor emocionalmente con gente aquí que impida que nos pasemos solamente con su sola presencia. Estoy seguro de que Sirius está de acuerdo en esto conmigo. Y yo digo que si van a estar aquí, todos aquí presentes estaréis aquí. Da igual la edad. Seguramente Sirius me dará la razón en esto y también está la razón de que no quiero repetir esto una y otra vez. Además, todos los menores de edad se acabarían enterando para cuando sea mañana a esta misma hora y todos lo sabemos."
"No me opongo." Dijo felizmente Sirius. Por fin alguien que le apoyaba en que los 'niños' deberían estar presentes en estas cosas. Como nadie podía refutar nada, Regulus prosiguió en su intento de molestarlos con otro largo y ruidoso sorbo.
Paró cuando ya alguno empezó a verse a punto de explotar, Regulus respiró profundamente una vez.
"Supongo que debería empezar presentándome. Por favor, no empiecen apuntando con sus varitas y les ruego que me dejen terminar. Ya es difícil empezar una vez y dos veces sería un poco demasiado." Paró otra vez mientras barría con la mirada a toda la sala desde su sillón antes de seguir hablando. "Para los que me deberían conocer aquí, mi nombre es Regulus Arcturus Black.
Soy el hermano pequeño de Sirius Orion Black aquí presente y parece ser que sigo siendo el heredero aparente de la Casa Black a pesar de todo lo que ha pasado." Paró un poco más, viendo cómo muchos se tensaban pero al menos no alzaron sus varitas. "Según mi reputación, soy el hijo que 'salió bien' entre Sirius y yo, lo cual también significa que, en su momento, recibí la Marca Oscura.
Y no empecéis a sobresaltaros los que no lo sabíais, porque os puedo asegurar que ni la sigo teniendo ni la recibí bajo mi propia voluntad ni con mi expreso permiso." Y vaya, eso eran noticias para Sirius. Sabía que Regulus no estaba mintiendo. A pesar de todo, Sirius siempre sabía cuándo mentía Regulus. "La mayoría sabréis que se me dio por muerto antes de la primera caída de ese, lo siento por mis palabras, cabrón.
Seguramente también habréis oído que tenía una pequeña obsesión por dicho cabrón. Era cierto, pero no como pensáis. Esos dos que se hacen llamar mis padres me pillaron desprevenido el verano antes de mi séptimo año y me obligaron a que me dieran la Marca Oscura. Sonrieron cuando yo estaba retorciéndome de dolor en el suelo aún con mi cuerpo no totalmente mío. Como veréis, no les tengo ningún cariño. Después, si lo necesitan, reafirmaré esto bajo los efectos del Veritaserum. Pero más tarde cuando acabe mi explicación." Paró otro poco más. "Me robaron la poca libertad que aún tenía y sellaron del todo mi destino.
Y eso simplemente no podía permitirlo así sin más. Así que sí, me obsesioné con el Señor Oscuro y perseguí cualquier pista sobre él y su pasado como un loco. Aunque, bueno, siendo un Black, eso no es tan extraño." Recibió algunas pequeñas risas de los cierto que era eso. Todos escucharon hablar de la locura Black. "Su pasado, su nombre anterior, dónde y cómo vivió, cómo se había convertido en lo que era, sus debilidades... Todo.
Mis padres, lo que más querían, era ver a ese cabrón alzarse y triunfar junto con sus creencias, y así volviendo a tener el poder que la familia había tenido en antaño. Así que, ¿qué mejor manera de venganza que arruinar lo que más querían? Además, ese cabrón seguía siendo un cabrón y no me molestaría que muriera. Derrotarle, aunque no fuera directamente, valdría la pena mi propia muerte. Esa era la mentalidad que tenía en ese entonces.
Acabé... descubriendo algo." Miró a Albus directamente. "Estoy seguro de que, como mínimo, usted ya lo sospecha. Y también seguramente recibió un papel anónimo sobre que existían hace más de una década." Albus parecía saber de lo que hablaba. "Horcrux. ¿Saben lo que son? Seguramente no. Es algo tan negro y casi perdido en el tiempo que incluso en la Biblioteca Black solamente hay un par de menciones y el ritual a secas para hacerlos sin ninguna otra explicación. Ni siquiera habla de lo que son." Se paró otra vez para mirar a los otros. "¿Sabían ustedes que cuando matan a alguien, su propia alma se parte? Es algo que no dura mucho ni normalmente sería algo grave para el alma directamente y así solo. Pero con cierto ritual... dicho corte se hace más permanente y puedes guardar esa mitad de tu alma en un objeto. Prácticamente inmortalidad. Es tentador, ¿no? Pero, de verdad, no quieren pasar por el dolor de no tener la mitad de vuestra alma. Y eso solamente si lo haces solamente una vez. La primera vez que lo haces, tienes la mitad. En la segunda, tienes un cuarto en tu cuerpo. En la tercera, un octavo. Y así sucesivamente.
Algo así te rompe tanto el alma como el resto de ti. De todas formas, ese ritual solamente estuvo en la Biblioteca Black según lo que sé y me encargué yo mismo de borrarlo. Así que que no os tiente.
Conociendo a ese cabrón, hizo más de uno." Paró otra vez, esta vez quedándose mirando a la nada. "Yo debería haber muerto esa noche. No lo hice y no sé por qué, pero pasó lo que pasó y ahora estoy aquí.
Descubrí con certeza la localización de uno de esos Horcrux, después os diré el resto de sospechas que tengo sobre estos." Paró otra vez. Le estaba obviamente costando hablar d esto y Sirius también se estaba hinchando de alcohol. "El Guardapelo de Slytherin. Estaba en una cueva con demasiadas trampas, más de las que preví.
Ese cabrón mandó a K- al elfo doméstico de esta casa a un recado al haberle 'dado yo permiso'. Como si me hubiera podido negar. Le ordené volver con vida y eso hizo, pero muy mal herido y para mí, esa fue la gota que colmó el vaso.
Dejé todo preparado por si no iba a salir de esta. Tiene que estar por ahí apuntado, preguntadle a K- al elfo doméstico. Sabía que no iba a salir de esa cueva con vida. Al parecer, tuve razón, de no haber pasado lo que quiera que pasara como para que yo esté aquí." Paró un segundo. "Aparecí más tarde en la puerta de un orfanato en ese mismo siglo pero bastantes años atrás." Algunos parecían querer protestar, pero Regulus no les dejó. "Era un bebé y no me acordaba de nada de lo que pasó antes, solamente sabía algunas cosas que no debería saber y tenía algún que otro presentimiento conforme iba creciendo. El único recuerdo nítido que tenía lo recuperé unos años más tarde y era sobre mi muerte. No sabía cómo llegué ahí ni lo que estaba haciendo.
Pero recordaba fuego rozándome la piel y un montón de largas y estrechas extremidades arrastrándome aún más abajo mientras que mis pulmones estaban llenos de agua." Paró, "¿Sabéis lo que son los Inferi? Para los que no lo sepan, son lo más parecido a los zombis de los muggles. Cuerpos de muertos que se mueven bajo la orden de sus amos incluso cuando estos ya habían muerto, cuyo concepto fue creado en un intento de devolverle la vida a los muertos, un clásico de la Necromancia Mediaval, que no se debe confundir con la Necromancia Original, cuya creación original era la curación, especialmente del alma, y nada que tuviera que ver con devolver a la vida a los muertos. Siempre me enerva cuando la gente se confunde con estas cosas, como si lo proclamado 'oscuro' fuera malo. Siempre con las etiquetas. Para empezar, lo que llaman muchos actualmente 'oscuro' es en realidad ilegal sin tener por qué ser oscuro. Hay magia ilegal que no es oscura, sino lumínica. Y ni hablar con que no es lo mismo oscura que 'negra' y no estoy hablando de nuestro apellido. El verdadero concepto que los muggle y mucha gente hoy en día tienen sobre la 'magia oscura', es más bien la magia negra. La magia oscura es solamente el otro extremo de la línea, igual que al otro lado está la magia lumínica y, en el centro, la magia neutral, la cual no se debe confundir con la magia gris. Porque tanto la negra, como la blanca y como la gris, son las verdaderas magias con el cartel de 'prohibido pisar'. De hecho, el encantamiento Patronus es, en teoría, magia oscura por el uso en grandes cantidades de las emociones, da igual qué emociones sean. Porque mientras que la magia oscura va sobre emociones y deseos, la magia lumínica va más sobre pura intención, o al menos casi pura, con el más mínimo uso de emociones posibles, y por eso se tiende a conseguir una mayor claridad y exactitud más fácilmente. Según los historiadores mágicos más notorios, apoyados de sus investigaciones las cuales están abiertas al público, el mito de que la magia oscura es igual a mal empezó alrededor de la Edad Media cuando-"
"Reggie. Sé que te encanta todas esas cosas nerd y todo, pero te acabas de ir del tema." Sirius, a pesar de sus palabras, estaba contento, contento de que su hermano seguía teniendo algo de ese niño pequeño que recordaba Sirius (que por fin recordaba. Parecía haberlo olvidado por años, siempre viendo a sus padres en vez de a su hermano. ¿Sería verdad que Reggie nunca fue como esos dos ni como el resto de la familia? ¿Qué significaba eso para Sirius?).
Aunque parecía ser que su desvío de la conversación no había sido mal recibido del todo. Algunos no se lo creían, por supuesto, igual que Sirius no se lo había creído por muchos años. Pero a Regulus siempre le había gustado el conocimiento y siempre comprobaba en al menos cien sitios diferentes que eso era verdad, no solamente de los obviamente parciales libros como algunos de la Biblioteca Black, así que a lo mejor tenía algo de razón.
"La verdad es que no sé cómo te fuiste para Slytherin. Siempre había pensado que acabarías en Ravenclaw." No pudo evitar decir en voz alta. Regulus suspiró.
"Lo dices como si hubiera tenido opción." No lo dijo de mala manera y inmediatamente después de reaccionar como reaccionó, Sirius se arrepintió, pero algo en esa frase le puso de mal humor.
"¿Perdona?" Ahora el que estaba molesto era Regulus. Sirius reconocía que no debió haber reaccionado así, pero ya no podía echarse atrás, como siempre.
"Sí, el Sombrero Seleccionador tiene en cuenta tus preferencias." Lo dijo como si fuera obvio. Regulus le dirigió una mirada afilada.
"Sí, por supuesto, si puedes permitirte dejarte llevar por esas preferencias, obviamente." Esto iba a acabar mal.
"Da igual lo que esos dos viejos que se hacían llamar nuestros padres dijeran. Podrías... No sé, haber ido a Ravenclaw o incluso conmigo a Gryffindor o a Hufflepuff. No lo que te dijeran ellos. Yo lo hice."
"Lo dices como si fuera fácil." Sirius fue a abrir la boca para decirle que sí, era fácil, pero Regulus continuó hablando. "Padre y madre ya estaban enfadados con que tú hubieras ido a Gryffindor. ¿Qué crees qué hubiera pasado si yo hubiera ido a cualquier otra casa aparte de Slytherin? ¿Más gritos? ¿Más torturas de madre? ¿O a lo mejor por fin se decidiría en usar la Cruciatus en vez de todas esas tonterías? A lo mejor, si tú hubieras ido a cualquier otra casa que no fuera Gryffindor, sin tener que ser Slytherin, yo hubiera podido ir a Ravenclaw. Pero no, tenías que rebelarte porque eres la oveja blanca de la familia sin pensarte las consecuencias dos veces.
Las acciones tienen consecuencias, Sirius. Y no todos podemos ser como tú, sin miedo a lo que pasaría. Sé que los estereotipos están mal y que a lo mejor ha cambiado en estos últimos años, pero a lo mejor es verdad que encajas perfectamente en Gryffindor, con los que piensan que todos deben ser valientes, heroicos y simplemente Gryffindor. Como si esa debiera ser la norma y, los que no son así, son los malos. Porque así era la mayoría de tu casa al menos cuando nosotros íbamos a Hogwarts. Estar en 'la casa de los leones, los héroes' no es un pase para hacer bullying o para que las bromas que claramente no lo son porque sois de Gryffindor. En cambio, si lo hubiera hecho alguien de otra casa, sería bullying. Oh, y si fueran específicamente de Slytherin, entonces no solamente sería bullying, es claramente un acto de maldad, una muestra de que van a crecer para ser malvados y oscuros. Como si tener el núcleo naturalmente inclinado a la oscuridad fuera malo, como si la oscuridad fuera el mal. Sirius, tú también tienes un núcleo oscuro. Más luminoso que la mayoría de la familia, especialmente porque tendías a usar hechizos lumínicos mucho más a menudo, pero sigue siendo oscura y lo sabes. No puedes ignorar todo porque te venga bien.
Y sabía yo que por alguna razón prefería el lado no mágico del mundo incluso sin memorias de este tiempo. Debía de ser mi subconsciente gritándome sobre lo imbéciles que pueden llegar a ser los mágicos." Eso último lo dijo más en un susurro, pero obviamente todos lo oyeron. Regulus suspiró para tranquilizarse para hablar antes de que alguien saliera del shock e interrumpiera. "¿Sabes qué? Hay gente presente, no deberíamos meternos en todo esto."
Sirius tenía que darle la razón, especialmente porque él mismo iba a empezar a gritar otra vez. Seguramente ni sabría qué exactamente decir para defender su lado, pero con el ambiente y todo eso que estaba pasando... Sirius ya era muy impulsivo de por sí, esto no estaba ayudando en mucho.
"Sí, creo que mejor seguimos... ¿Qué te parece mañana sobre la misma hora? Y por eso precisamente necesitábamos a gente en la habitación." Se dirigió al resto para relajar la atmósfera.
"Sí, me viene bien. Aunque a lo mejor vengo antes. A lo mejor cocinar me relajará lo suficiente como para que esto no pase otra vez." Sirius no había sabido que Regulus sabía cocinar. Aunque a lo mejor aprendió en ese viaje en el tiempo o lo que sea. "Solamente tengo que encargarme de algo primero... ¡Kreacher!" Ah, claro. El elfo doméstico. Cómo no. Y ahí apareció.
"¡Joven amo Regulus!" Qué diferencia. Nunca había dicho el nombre de Sirius con tanta alegría como con Regulus. Y... ¿estaba llorando?
"Hey, Kreacher. ¿Cómo estás?" Regulus se puso con una rodilla en el suelo delante de Kreacher para estar más o menos a la misma altura. El resto estaban sorprendidos de que alguien fuera tan bueno con un elfo doméstico como para preguntarle que cómo estaba, y más teniendo en cuenta que era Kreacher. Sirius no estaba sorprendido. Regulus siempre había tenido un lugar muy blando para Kreacher en su corazón.
"Mejor ahora que el joven amo Regulus está de vuelta." Y se estaban abrazando... ¿Dónde había una cámara cuando la necesitabas? Esas caras debían ser inmortalizadas. "¿El joven amo Regulus está bien?"
"Me alegro. Y sí, estoy bien. Me tengo que ir, pero volveré a visitar mañana y continuaré viniendo aunque sea solamente para verte, ¿vale?" A Kreacher parecía que le habían regalado lo mejor del mundo.
"Vuelva cuando quiera. Kreacher limpiará la casa para el joven amo Regulus. ¿Kreacher debería echar a estas alimañas también?" Espera un segundo, ¿cómo les había llamado?
"Kreacher, son invitados de mi hermano. No puedes hacer eso y aunque no te caigan bien, al menos intenta no molestarlos. Y si ellos te pegan o te empujan o se pasan más allá que, a lo mejor, una muy pequeña ofensa hacia ti, tienes mi permiso para echarles y no dejar que vuelvan el resto del día. Y buen trabajo, Kreacher." Kreacher, sin embargo, empezó a llorar y esta vez no era de alegría.
"Kreacher no ha hecho un buen trabajo. Kreacher no pudo cumplir la última orden del joven amo Regulus." ¿Qué última orden?
"Sshh. Tranquilo, Kreacher. No pasa nada. Yo ya sabía que seguramente no podrías destruirlo, pero es algo por lo que no tienes la culpa, ¿vale? Pero ahora estoy aquí y puedes devolvérmelo para que yo lo destruya, ¿vale?"
"Kreacher vuelve enseguida." El elfo despareció algo más animado y no tardó en volver con una caja. Sirius nunca había visto esa caja antes. Regulus la cogió con sumo cuidado y se la pasó a Albus.
"Aquí dentro está el Guardapelo de Slytherin, uno de los Horcruxes de los que hablé antes. Fue por el que casi morí por sacárselo de las garras a ese cabrón. No estoy seguro de cómo se destruiría uno, pero los hechizos normales no funcionan. Aunque un Fiendfyre podría funcionar." Todos movieron la mirada hacia la caja ahora en manos de Albus. "Y con eso, me voy. Hasta mañana." Se giró para irse pero Moody le paró.
"Espérate, no te vayas tan deprisa. Hay que confirmar con Veritaserum y está también el hecho de que te ves demasiado joven, especialmente si ese viaje en el tiempo es real."
"Eso se puede hacer mañana. Volveré, que os lo diga Sirius."
"Es verdad. Regulus no dejaría de visitar a Kreacher, al menos."
"Exactamente. Además, creo que he dado prueba suficiente como para tener algo de credibilidad por ahora."
"Es un Horcrux. Este tipo de magia es inconfundible." ¿Y cuándo le había echado Albus un vistazo al interior de la caja? Sirius ni lo había notado.
"Y lo de parecer joven es debido a una maldición que hizo que yo junto a otros pocos más estuviéramos en una versión nuestra de unos dos o tres años físicamente entre otras cosas. No hace mucho que pudimos deshacerla y conseguir que nuestros cuerpos tuvieran la edad anterior a ser malditos, de hecho. No os puedo contar mucho por la confidencialidad, y hay lugares peores que Azkaban que ya os aviso que no queréis conocer y yo no tengo ninguna gana de estar ahí. A lo mejor podría contarle más a Sirius, o a Harry también al ser este su ahijado, pero a nadie más de aquí y, aunque os lo contara, seríais vosotros también los que iríais a un sitio peor que Azakaban si lo divulgáis. Aunque, si os suena de algo, como todos aquí sabemos sobre la magia, al menos podría deciros el nombre de la maldición. La maldición Arcobaleno. Si os suena, genial, lo sabéis. Si no, os tendréis que aguantar. Y no, no podréis intentar preguntármelo bajo Veritaserum. Tengo mis métodos para negarme a hablar, al menos. Buenas tardes a todos." Desapareció del pasillo usando su conexión de heredero aparente con las barreras de la casa.
Maldición Arcobaleno... No le sonaba.