
Continuando la reunión y una conversación entre hermanos... y Harry
"¿Lo que nos dijiste ayer fue todo cierto?"
"Sí."
"¿La maldición Arcobaleno y lo que contaste sobre esta es realmente cierto?"
"Sí."
"¿Es verdad que no puedes decirnos nada más sobre dicha maldición?"
"Decirlo físicamente sí podría. Otra cosa son las consecuencias que eso incumbiría. Peores que ir a Azkaban. Así que no diré nada más sobre el tema."
A decir verdad, la interrogación fue bastante corta. Y eso de que podía no hablar aunque se le preguntase bajo Veritaserum era verdad. Moody lo intentó igual que otros que eran muy engreídos. Ahora había más gente ahí, la mayoría de la Orden. Aunque Neville ya había sido recogido por su abuela y Luna había vuelto con su padre (aunque Sirius escuchó a los jóvenes decir que cuando se vieran de nuevo les contarían todo).
Cuando terminó, le dieron el antídoto y se pusieron a hablar otra vez. Más detalles sobre todo lo que sabía sobre los Horcrux, qué había pasado exactamente en el Ministerio, un par de discusiones más hermano a hermano (con el resto delante. Al menos esta vez no hubo ningún grito y ambos se pidieron perdón de manera sincera)... Pero había algo que Sirius quería saber.
"Si no recordabas nada, ¿tienes otro nombre?" Regulus se rio un poco. Sirius no sabía por qué. ¿Qué podía hacerle tanta gracia?
"Claro. El orfanato me acabó llamando Cherep por lo pálido que era, significa calavera, por si no lo sabíais. Mi nombre registrado en los papeles oficiales mágicos es Cherep Hibari. Dicho apellido fue más bien por un amigo. Prácticamente adoptado. Creedme, me dio miedo pensar siquiera en rechazar la oferta y nunca podría decirle que no cuando lo pregunta así. Juro que hace trampas con esa sonrisa. No sé cómo la gente piensa que es la persona más calmada y centrada de nosotros." Lo último lo susurró. "Pero entre los no mágicos, mi nombre legal y oficialmente es mi... nombre artístico, digamos.
Que sepáis que yo no lo elegí. Fue una noche en la que todos bebieron, excepto yo porque no me dejaron al ser menor de edad. Iba a empezar a montar en moto en los espectáculos. Una moto, también llamada motocicleta, es un invento de los mundanos, la cual es otra palabra para muggle. Su propósito es principalmente el de transporte y, a diferencia de otros vehículos como los coche, tiene solamente dos ruedas con las que desplazarse. Pero también se usa, menos frecuentemente, para hacer piruetas y mortales que pueden servir como entretenimiento. Las personas que hacen de las piruetas y mortales o cualquier escena de acción un espectáculo, se les llaman especialistas. Yo, además, me especializo en la moto, pero también tengo experiencia en otros tipos de mortales y vehículos.
Dicho esto, después de irme del orfanato, me uní al circo y a los dieciséis, edad mínima legal para montar en moto, iba a hacer mi primer espectáculo en moto. Y como no tenía todavía un nombre artístico oficial por el que se me conociese, decidieron elegirlo mientras que estaban borrachos. No fueron muy imaginativos al traducir Cherep a Skull. Pero como eso les pareció soso, decidieron buscarme algún apellido o algo.
Para ese entonces, yo era conocido en el circo por sobrevivir a varios accidentes como caídas desde sitios altos sin ningún rasguño. Y no, no era magia. No estoy seguro de cómo eso llegó a elegirme el apellido de 'De Mort', yo creo que ni ellos en sus emborrachadas mentes sabían cómo llegaron hasta ahí, pero el nombre se quedó. Y es separado. De. Mort. Y en teoría eso fue antes de ese cabrón, así que, en cualquier caso, ese cabrón es el copión." Intentó seguir excusándose, pero Sirius interrumpió.
"Skull." Empezó Sirius. El ahora llamado Skull paró de hablar. "De Mort. El especialista en motos. Haciendo mortales y espectáculos. Entreteniendo a la gente y seguramente siendo social."
"Siri, querido hermano, ¿a dónde quieres llegar con todo eso?" Skull estaba confundido. El susodicho empezó a reírse.
"¿Estás de broma? Es de risa. Y tú siempre decías que los Gryffindor siempre son temerarios, pues fíjate ahora quién se mete en situaciones peligrosas y es su trabajo. Ja."
"Y tú eres un sensiblón y yo no lo he comentado." Le devolvió, la molestia que solamente un hermano puede tenerle a otro en su voz.
"¿Cómo que sensiblón?" Se ofendió Sirius aunque sin estar seguro de por qué. Tampoco era un muy buen insulto, pero bueno, eso siempre había sido así con Regulus cuando todavía ninguno de ellos había empezado Hogwarts todavía. Eran capaces de molestar con algo que ni siquiera hubiera molestado al otro en cualquier otra situación.
"Lo que eres, evidentemente. ¿O es que estás sordo además de viejo?"
"¡¿Viejo?!" Vale, eso sí era ofensivo. Sirius estaba en sus treinta y aunque había estado mucho tiempo en Azkaban, él seguía seguía teniendo ese cuerpo caliente que atrajo a tantos en la escuela, si pudiera salir de esa casa sin que le miraran raro por lo de ser recientemente encontrado inocente, pasaría lo mismo. Evidentemente.
"No creas que no te he visto esas canas. Te las has intentado esconder entre el resto de tu pelo pero no lo haces tan bien como te crees."
"¡No tengo canas! ¡Y no me cambies de tema! ¡No soy un sensiblón!"
"Escuché que tienes una moto. Una. Moto. O, bueno, la tenías. Y a ti nunca te interesaron las motos como para tener una y hacerle, encima, arreglos mágicos. A mí era al que le gustaban las motos incluso de niños y tú lo sabías. ¿Qué? ¿Me echabas tanto de menos que compraste una moto para que te recordara a mí?" Ya estaba, eso era lo último que iba a permitir. Sirius se lanzó a sí mismo contra Regulus y los dos rodaron por el suelo. Era una pelea de niños, aunque Sirius notó que su hermano tenía más fuerza de lo que recordaba. Sirius sabía que Azkaban no fue bueno para su capacidad física, pero había estado recuperándose y no estaba tan débil de fuerza física, pero Regulus obviamente había estado haciendo bastante ejercicio. Regulus, ese nerd que prefería tener la nariz metida en un libro que salir a dar un paseo afuera. Aunque claro, para hacer esos mortales de los que hablaba, debía tener una capacidad física decente al menos.
"¡Ya basta! ¡Os estáis comportando como niños!" Gritó Molly.
Los dos pararon y Regulus inmediatamente cogió el sillón bueno.
"¡Ey! Quedamos en que la próxima vez era mío." Se quejó Sirius.
"Y lo ha sido, ¿no?" Ese levantamiento de ceja le enfurecía mucho. ¿Desde cuándo no estaba enfadado de esa manera? Seguramente desde antes de que Sirius fuera a Hogwarts o que Regulus la empezara. "Te has estado sentando aquí desde el principio, ¿verdad? Te has sentado aquí 'la próxima vez'. Pero te has ido y yo me lo que cogido. Así de simple. No he incumplido nada." No estaba sacando la lengua pero Sirius de alguna manera encontró más ofensivo eso. "Pero tiene usted razón, señora Weasley." Le dirigió la mirada a Molly. "Pero me temo que llevaba sin interactuar con mi hermano así desde hace demasiados años, así que nos tiene que perdonar por ello." Una cosa sobre Regulus era que cuando hablaba de esa manera, nadie podía refutarle. Antes no había tenido esa sonrisa encantadora, pero incluso entonces, sus palabras eran cuidadosamente elegidas y por lógica no podían llevarle la contraria. Al menos, si no querían parecer tontos.
"Ah, bueno. Supongo que unas pocas peleas entre hermanos de broma no están de más." Incluso Molly se había retractado. Sirius quería pedir clases. "Pero llámame Molly, no hacen falta tantos formalismos."
"Por supuesto." Paró un segundo a pensar. "De todas formas, creo que hemos acabado de hablar aquí. No tengo más información por darles y creo que ya dije que si puedo ayudar en algo para acabar con ese cabrón, solamente tienen que decírselo a Kreacher y él me lo comunicará." Ese elfo siempre sabía dónde estaba Regulus.
"Espera un momento." Dijo Sirius. Todavía faltaba algo importante. "¿Cómo prefieres que te llamen? ¿Skull o Regulus?" Eso pareció pillar desprevenido a su hermano, perono tardó en responder.
"Supongo que sería mejor Skull en público por si acaso. Por ahora, al menos. No quiero que la gente equivocada me relacione con Regulus Black, pero aparte de eso, como mejor venga en la situación. Últimamente estoy más acostumbrado a oír Skull, pero también me resultaría raro si tú me llamaras así." Regulus estaba haciendo ese gesto otra vez. Ese de rascarse la nuca como si estuviera nervioso o incómodo. Regulus nunca había hecho eso antes, no estaba en su lenguaje corporal. Eso era parte de 'Skull', no del Regulus antes de todo... eso. Pero seguía siendo su hermano y eso que había dicho de que sería raro era cierto. Le llamaría Regulus en privado y Skull cuando fuera más conveniente.
Sirius asintió para mostrar que lo había entendido.
"Por cierto, todavía tenemos que hablar sobre lo que ha pasado estos años." Mencionó Regulus.
"Sí, vámonos a donde mi habitación. La tuya está actualmente ocupada por esos tres de ahí." Ron, Hermione y Harry se sorprendieron. Seguramente no lo habían sabido. "Es una conversación privada." Les avisó Sirius a los demás. Aunque también pondría hechizos de privacidad. Lo gemelos Weasley seguramente intentarían escuchar y a lo mejor Moody también. "Harry, tú te vienes también." El adolescente parecía sorprendido de ser mencionado. Bueno, mejor se iban yendo. Había mucho de qué hablar.
Harry no se esperó ser llamado a estar en dicha conversación. Era una conversación entre hermanos, pero Sirius le había dicho que fuera y Skull no había dicho nada en contra (le gustaba mucho el nombre de Skull De Mort. Era guay y también era alguna especie de 'vete a la mierda' para Voldemort, así que ese era el nombre por el que le llamaría en un principio).
La puerta se cerró tras Harry y tanto Skull como Sirius murmuraron hechizos con sus varitas en mano... Bueno, solamente Sirius usó su varita.
"Parece que has cogido algunos trucos, ¿eh?" Skull se encogió de hombros ante lo que dijo Sirius. A Harry le parecía muy confuso. Skull tenía un habla más pulida que solamente había oído hablar de los sangre limpia de Slytherin y hacía gestos que concordaban con ello. Pero había también a veces que hacía gestos menos elaborados y más normales. Eso le daba a Harry señales contradictorias.
"Sí, bueno. La magia sin varita es algo más común fuera de la mayoría de Norteamérica y Europa. Al final acabas aprendiendo cosas al viajar por el mundo." Se excusó Skull.
"Eh... ¿Por qué estoy yo aquí?" Tenía que preguntarlo. ¿Qué hacía él en una conversación entre hermanos?
"Eres mi ahijado y lo que quiera que dijo Regulus sobre solamente poder decírmelo a mí y posiblemente a ti es mejor que lo sepas. Os dicen poco ya de por sí, así que, ¿por qué no?" Esa respuesta se la esperaba. Pero, ¿qué había de Skull? Los dos se giraron a mirar a dicha persona.
"Creo que es mejor sincerarme con Sirius ya que él es familia inmediata y está permitido si se lo cuento. Y ya de paso, como eres su ahijado, también es posible decírtelo. Sé que Sirius quiere que lo sepas y yo no tengo ninguna pega mientras que no se lo cuentes a nadie. Ni siquiera a tus amigos." Le miró a los ojos. "Va en serio. Si el más mínimo susurro llega a ciertas manos, podrías ser encerrado en un lugar mucho peor en Azkaban. Y créeme cuando digo que son buenos enterándose de esas cosas, incluso en el mundo mágico por más barreras en las que estés cuando se lo cuentes a alguien." Harry podía sentir el peligro en su voz, pero-. "Y les pondrías en peligro. Más de lo que ya están, incluso. Les pondrías ese peso encima y ellos también podrían acabar igual si se lo cuentan a alguien aunque fuera sin querer e indirectamente. Si te lo estoy contando a ti, mientras que no se lo digas a nadie, puedes estar seguro. O tan seguro como puedes estar teniendo ya estos problemas. Y me niego a meteros en esto. Sé que Sirius no dejará que te metas en esto cuando sepáis de qué va. Así puedo estar seguro de ello, pero, ¿y tus amigos? Si ellos deciden meterse, yo ni nadie en quien confíe con esto podríamos detenerlos. Ellos podrían intentar buscar ayuda para esta guerra y acabar en una situación peor. No lo sé, no los conozco, pero no puedo tomar ese riesgo. Así que, ¿quieres oírlo?"
Harry se lo pensó. Normalmente, diría que sí y se lo diría a sus amigos de todas formas, pero esto se sentía muy peligroso por el tono de Skull y sus instintos le decían que hiciera caso. Harry había aprendido a confiar en esos instintos.
Terminó asintiendo. No se lo diría a sus amigos a menos que fuera totalmente necesario, pero haría caso por ahora.
"Bien." Respondió Skull. "Supongo que debería empezar con que el mundo mágico no es la única sociedad oculta del mundo normal." Harry ya no estaba sorprendido. De verdad. Ya había pasado por algo como esto una vez y estaba demasiado harto como para sorprenderse. "Porque la magia no es el único poder que existe. Hay algo llamado Llamas de la Última Voluntad, también conocidas como Llamas de la Voluntad de Muerte. Todos tienen Llamas pero muy pocos las despiertan. Los mágicos aún menos. No es magia, aunque en algunos textos muy antiguos pueda aparecer una mención de estas como 'Fuego del Alma', normalmente denominándolo magia del alma, pero no es magia. Son unas llamas que nacen de la fuerza de voluntad, de la convicción, de la creencia, de la fe que uno tiene en algo.
Y son muy difíciles de despertar. Muchos rozan la muerte, casi muriendo literalmente, para despertarlas. Ya fuera a propósito o no. La magia, en cambio, suele mezclarse mal con las Llamas en un mismo cuerpo, por lo que hay una probabilidad incluso mucho más pequeña de que las despierten.
Los usuarios de Llamas son los que tienen dichas Llamas activas. Hay un par de sets, solamente unos pocos tienen Llamas del set de la Tierra ya que son más frecuentes el set del Cielo. Yo os explicaré un poco este último porque tengo más experiencia con este.
Este set se separa en siete y cada tipo tiene distintos colores y propiedades especiales. Todas y cada una de ellas pueden quemar o no, dependiendo de la intención y el control del usuario. Las Llamas del Rayo, verdes y con la propiedad del endurecimiento; las de la Tormenta, rojas y con la característica de desintegrar; Niebla, color índigo y creación, el cual es la capacidad de usar ilusiones, dichas ilusiones son mucho mejores que las que puede hacer la magia, por cierto; Sol, amarillas, activación, son muy a menudo médicos y expertos en curar con sus Llamas; Lluvia, azules, tranquilidad, pueden usarse para distintas cosas, desde dormir a alguien hasta tranquilizar el corazón a alguien hasta llegar a pararlo; Nube, moradas, propagación, a veces también llamado multiplicación, son las segundas Llamas menos comunes del set; Cielo, como el nombre del set, naranjas, Armonía, la cual puede Armonizar con el resto de Elementos. Es algo así como volver a un hogar, o, al menos, así debería ser. Hay gente que las utiliza a estas o a dichos usuarios con malas intenciones. Son muy cotizadas y son las Llamas menos frecuentes del set.
La sociedad de las Llamas es, generalmente, lo que conocéis como el mundo criminal. La mafia especialmente, cuyo término se suele utilizar para generalizar la sociedad de dichas Llamas, pero también incluyendo otras organizaciones criminales como los yakuza en Japón. No todos los usuarios de Llamas están o estuvieron en la mafia, pero son la inmensa mayoría y cualquier usuario que no lo esté, lo estará. Es casi imposible escapar totalmente de la mafia.
Esto no tiene por qué ser algo completamente malo. Son criminales, yo soy un criminal en teoría a pesar de que las autoridades no me estén buscando, pero hasta nosotros tenemos nuestras reglas. No todo va sobre matar y asesinar, de hecho, todos estos de la Orden que has visto han matado también a muchos en estas guerras mágicas o en el trabajo si son Aurores ya que ser Auror no es todo de aventuras y peleas emocionantes. E incluso hay un montón de cosas mal vistas y límites y moral en la mafia.
Aunque hay algunas leyes que están más impuestas que otras. Hay una organización, los Vindice, que dirigen la cárcel llamada Vendicare. Esa cárcel puede ser mucho peor que Azkaban y no te quieres meter con ellos. Son algo así como la policía de la mafia. Y no, la policía de verdad no tiene mucho poder en la mafia. No todo criminal está metido en el asunto ni saben sobre las Llamas, pero los que están metidos no consideran realmente un problema a las autoridades. A lo mejor algún inconveniente ya que no quieren que se enteren de la existencia de las Llamas.
Tampoco todos en la mafia son usuarios, son bastante pocos en comparación, a decir verdad. Por cierto, para que los identifiquéis si los veis. Los Vindice están vestidos de negro a la antigua y están cubiertos por vendas. Llevan cadenas especiales con las que te inmovilizan y la maldición asesina no funciona con ellos. Ya están muertos, o como mínimo son unos no muertos, nadie está seguro del todo. El jefe tiene aspecto de bebé, pero es el más peligroso de todos ellos. Es un secreto que recientemente hemos descubierto unos compañeros míos y yo el que el jefe de Vindice una vez estuvo bajo la misma maldición que yo y otros compañeros. Ya os explicaré más sobre esta. Es mejor que este secreto no lo mencionéis ni a vosotros mismos. No hay ninguna regla respecto a ello pero los Vindice a lo mejor no estaán muy contentos si se esparce el rumor.
Dicho esto, también deberíais saber que las Llamas que usan los Vindice son unas de color negro, las cuales se llaman Llamas de la Noche, poco se sabe de estas y yo no voy a decir nada más sobre el tema. Excepto que ellos también regulan el Omerta, el cual es la ley de mantener en secreto las Llamas. Cualquier civil, mágico o no, no puede saber de ello excepto por algunas ocasiones, como que tengan Llamas activas o que sean familia inmediata como en este caso.
Aparte de eso, deberíais saber un poco de la jerarquía en la mafia. Una de las más antiguas y la más fuerte en los últimos siglos es la famiglia Vongola. Fueron originalmente un grupo vigilante para defender a los demás de la mafia pero desde que el Secondo Vongola, el segundo capo, son la famiglia con la historia más sangrienta. Sin embargo, el Decimo Vongola, el décimo capo, recientemente ha subido al poder y está, actualmente, básicamente haciendo limpieza en la mafia. Quiere que Vongola vuelva a sus raíces y muchos también le llaman Neo Vongola Primo, lo cual significa nuevo Primo Vongola, el cual es el primer capo de dicha famiglia.
Muchos de mis más cercanos compañeros están relacionado con Vongola y la décima generación y puedo decir con seguridad que esto es cierto.
Yo acabé en esta sociedad cuando un tío de aspecto extraño se me apareció. Yo me había separado del circo porque me estaba haciendo demasiado famoso y les estaba perjudicando, y él apareció. Por aquel entonces se hacía llamar Checker Face y nadie sabe su nombre real. Más tarde nos enteramos que también se hacía llamar Kawahira.
Me ofreció un trabajo en un grupo llamado I Prescelti Sette, lo cual se traduce a 'los siete elegidos'. Un nombre extraño, pensamos todos en ese entonces. Yo conocí a mis compañeros más cercanos en esa primera reunión del grupo y allí me enteré de que tenía que ver de lleno con la mafia. Antes era un posible trabajo misterioso y yo estaba aburrido y acepté ir a la primera reunión.
Una cosa llevó a otra y, tras unas misiones las cuales incluían el robo de unos experimentos para crear una nueva enfermedad, decidimos ir a una montaña a celebrar la última misión que salió con éxito. No fue realmente una decisión, el Cielo entre nosotros era una mujer que se había rendido a las visiones que veía. Era una vidente, una muy buena. No de esas que dan profecías, sino que simplemente ve el futuro y a veces el pasado y el presente. Ella dio la excusa de que fue por el bien mayor, pero nosotros estábamos en cuerpos de dos o tres años y unos chupetes de colores con respecto a nuestras Llamas que nos aprisionaban absorbiendo lentamente nuestras Llamas y nos condenaban a ser básicamente unas baterías para que el mundo siguiera en equilibrio y no se destruyera. Por eso mismo no nos convenció con su escusa.
Pasaron décadas, unos años mejores que otros, pero permanecimos juntos en cuanto nos recuperamos un poco. Y, tras tanto tiempo, el que sería el actual Decimo Vongola empezó a ser entrenado por uno de nosotros. Más tarde, ese mismo adolescente estuvo en el centro de todo cuando se encontró una forma de devolvernos a nuestros cuerpos reales y acabar con la maldición sin que el fin del mundo se acercara o tuvieran que condenar a otros al mismo destino. Tardamos un tiempo en volver a crecer pero mucho menos de lo que sería de manera natural, y tras unos pocos años más, me encuentro en el Ministerio de Magia Británico para devolver un traslador. El resto lo sabéis.
Supongo que lo que faltaría sería presentaros a esos compañeros, pero ahora mismo uno está en China, otro en América, otro en Japón, y tres en Italia. Si no se han ido a otro lado desde la última vez que lo comprobé, claro está." Skull tenía una cara pensante. "No os recomendaría enfrentaros a usuarios de Llamas porque las Llamas tienden a hacer que los efectos de la magia sean menores, cuanto más fuertes sean las Llamas, menos afecta, y son en general mejor en peleas que los magos. Los magos tienen más versatilidad pero no están acostumbrados al tipo de pelea de la mafia y la mayoría no saben pelear aunque fuera decentemente. Además, la maldición asesina puede solamente dejar en un coma a lo mejores usuarios de Llamas, así que supongo que así podéis haceros una idea. Y si os metéis con la gente equivocada, da igual que seáis niños o bebés o si lo hicisteis sin querer, acabaréis muy mal. Algunos incluso experimentan con niños, aunque eso está muy mal visto y a pesar de que muchos de ese tipo de experimentos están prohibidos por los Vindice, la gente es estúpida y lo sigue haciendo."
Harry acabó sorprendido. Y sí, no iba a contárselo a sus amigos. Ya la guerra contra Voldemort era mala, no quería agregar esas Llamas, pistolas y criminales cuyo trabajo de vida es ser precisamente un criminal. Tampoco querían que experimentaran con él o con sus amigos. Vale, vale. Harry captaba el mensaje, ¿por qué seguía Skull diciendo más cosas posibles de lo que podía pasar si se metía en la mafia o contaba el secreto?
Sirius suspiró dramáticamente, haciendo que Skull parara.
"Creo que Harry ya lo pilla." ¿Veis? Sirius estaba de su parte. "Además." Otro suspiro dramático. "No me digas que seguiste mi ejemplo. No era realmente culpable pero era públicamente un criminal. Mi pequeño e inocente hermanito..."
"Sí, claro. Si ni si quiera recordaba nada, ¿cómo iba a hacerlo para 'seguir tu ejemplo' como tú muy bien dices? Además, no soy inocente y lo sabes. Puede que no sea de los peores criminales ni de lejos, y puede que tampoco tolere los peores crímenes. Pero no soy inocente. Estoy metido de lleno en la mafia y he matado a gente. No estoy orgulloso de ello, pero tampoco me arrepiento. Así de simple. Esto es lo que hay siendo moralmente gris." Harry sabía que eso no era exactamente bueno pero ese de ahí era el hermano pequeño de Sirius y tampoco es que fuera de los peores como había contado antes. Por ahora lo aceptaría, pero se vigilaría con él. No creía que le fuera a hacer daño a alguien de ahí pero... Sí, mejor andarse con ojo. Incluso en los sueños que parecían tan reales (Sirius casi había muerto por su culpa. Skull le había hecho caerse pero si él no hubiera estado ahí, Sirius hubiera sido alcanzado por la maldición asesina de Bellatrix y puede que hubiera caído en ese extraño arco. Y hubiera sido culpa de Harry. Estaba agradecido con Skull de que eso no sucediera al final, a lo mejor por eso le estaba dando una oportunidad).
"No lo recordabas pero tenías presentimientos." Habló Sirius como si estuviera diciendo algo evidente. "Era tal tu amor por mí que incluso sin memorias te acuerdas de mí."
"Eso no tiene ni sentido." Le gritó un poco Skull. "Quitando lo contradictorio que es, yo ni siquiera había sabido que te iban a declarar culpable de un crimen ni había tenido forma de enterarme."
Los dos hermanos siguieron discutiendo. Harry lo veía y lo quería. Quería eso, justo eso. Estaban peleando pero era claramente de broma y se podía sentir su buena relación. Estaban recuperando lo que habían tenido antes pero se notaba que se seguían queriendo, que eran todavía familia. En ese momento, Harry desearía tener un hermano o hermana, diera igual si era mayor o menor que él. Le pasaba lo mismo cuando veía a los Weasley interactuar entre ellos. Se podían quejar todo lo que quisieran pero se seguían queriendo y seguían siendo una familia. Puede que esa pela con Percy fuera un poco mala, pero para que algo fuera así de malo, para que les afectara así, debía haber sido algo realmente importante para empezar. Eso demostraba lo fuerte que se querían como para reaccionar así. Y, vale, esa clase de pelea era mala. Harry lo entendía, pero... Quería tener algo así, porque eso significaba que tenía familia para tener una pelea familiar.
Harry había tenido algo parecido con sus dos mejores amigos pero... Eran sus amigos, no familia, ¿no? Y aunque ese año habían estado más unidos, aún le seguía doliendo que Ron y Hermione no le hubieran escrito ni siquiera una mísera y corta carta en el verano anterior solamente porque 'Dumbledore lo dijo'. No pidieron perdón, simplemente dieron esa excusa como si fuera realmente algo significante. Y el año anterior, aunque hubiera perdido perdón, Ron le había abandonado y solamente había vuelto después de que Harry se hubiera tenido que enfrentar a un dragón. Y Hermione se quedó neutral, pero hasta ella pasaba más tiempo con Ron que con Harry (y Harry pudo ver la inseguridad de Hermione cuando Harry había dicho que no fue él quien echó su nombre al cáliz. No rechazaba la posibilidad, pero tampoco le creía del todo). Y Harry los quería muchísimo pero este último año había sido una mierda y solamente desearía tener familia en esos momentos.
"Y tú. No te libras de esto." Sirius le sorprendió cogiéndole del cuello con todo un brazo para acercarle a él y procedió a despeinarle fuertemente (aunque ya estaba despeinado, no hacía realmente mucho, la verdad. El pelo de Harry era así de despeinado). En algún momento mientras que Harry no había estado prestando atención, la conversación había girado de forma que Sirius decidió despeinarle. Era un gesto tonto y un poco molesto pero... Eran como una familia, ¿no? Sirius era su padrino y Skull era... ¿Un tío? No estaba muy seguro de cuál era el término de su relación pero algo así. No le había conocido por mucho tiempo pero había estado dispuesto a contarle un secreto así cuando el resto de adultos le ocultaban todo (incluso Ron y Hermione aunque ellos no fueran adultos. No fue hasta que Harry llegó que había sabido sobre la existencia de la Orden del Fénix o sobre la casa de Sirius que al parecer también era una base de operaciones. Seguía mosqueado con ellos puede que no fuera para tanto su enfado pero sabía cómo guardar un rencor. Hasta que pidieran perdón, así sería. Aunque no es que él fuera a contárselo, que lo pensaran ellos mismos). Eso era algo que Harry valoraba mucho. Y lo que no les había dicho, era algo que claramente estaba estrictamente prohibido y Harry no quería que Skull acabara en ese Vindicare del que habló.
Los dos hermanos le incluyeron en sus interacciones, Sirius intentando poner a Harry de su lado pero él decidiendo tomar el bando de Skull o callarse y ser neutral. ¿Qué? Sirius podría ser su padrino pero Skull decía cosas muy lógicas, no podía llevarle la contraria en varias cosas, porque Sirius era una diva, dijera lo que dijera. Aunque después accedió y lo reconoció y empezó a decirlo con orgullo. ¿Para qué lo había rechazado si ahora estaba así? Sería una cosa entre hermanos. Puede que Harry no tuviera ningún hermano, pero podía sentir que podría aprender algunas cosas con esos dos a su lado. Y que tendría familia... Harry se sorprendió mucho cuando Skull se enteró de la condiciones en las que vivía y procedió a sonreír y a tener un brillo en los ojos que hizo que Harry tuviera un escalofrío. No era de miedo, pero podía sentir algo que decía que esto iba a ser bueno. Skull compartió una mirada con Sirius y tenían que tener alguna telepatía entre hermanos (lo cual existía al menos entre gemelos, como George y Fred, quienes lo demostraban con sus solas acciones aunque nunca lo confirmaran en voz alta para 'mantener el misterio') y le pegó su sonrisa a Sirius.
Y luego Skull le preguntó que si le gustaría que su nuevo guardián fuera él. En cuanto lo escuchó, Harry dijo que sí. Tenía el presentimiento de que ese verano no iba a ser tan malo después de todo.