
La identidad del guardian
Llevaba todo el papeleo metódicamente organizado, nunca en su vida había sido tan prolijo, ni siquiera cuando tuvo que hacer todo el proceso de postulación a la academia de auror y sí que fue un proceso fatigante hasta el punto en que a mitad del camino James tuvo que intentar ponerle un poco de orden y animarlo a seguir.
Pero ahora Sirius era diez años más viejo y se sentía listo, dispuesto a dar el salto, ¡paternidad ahí va!, al menos ya se salto la parte aburrida de cambiar pañales y no dormir, desde ahora solo diversión. Esta seguro, será el mejor padre del mundo tendrá que arreglar una de las casas de campo de la familia Black, pero eso era lo básico.
“¡Hola! ¡hola!, tengo una cita con la representante del ministerio, Anne Murphy” anuncio agitando el rollo de papeles ante la mirada aburrida de la vieja bruja que estaba detrás del escritorio.
Lanzando un suspiro, le indico que se dirigiera a la tercera puerta a la derecha por el pasillo más cercano y Sirius no perdió la oportunidad de bromear un poco, agradeciéndole con un guiño que pareció morir en el trayecto por su mirada aburrida.
Un poco más incomodo, se aclaro la garganta, arreglo las solapas de su chaqueta y siguió adelante tarareando pensativo.
Ya había visto una tienda en el callejón Diagon para el futuro negocio de bromas que abriría con los gemelos Weasley cuando terminaran sus estudios. Un bonito local de más de dos pisos, cuyo dueño lo había mirado sospechoso y desconfiado unos segundos hasta que Sirius afirmo que pagaría lo necesario haciendo sus ojos brillar.
Sí, la vida se iba mejor que nunca.
“Buenos días, señor Black” saludo la bruja tendiéndole la mano que Sirius agito coqueto, sonriendo diciendo un “solo Sirius” al que ella asintió paciente
“He traído todo el papeleo correspondiente para solicitar la custodia de mi ahijado, Harry Potter” informa orgulloso entregándole el rollo que la bruja revisa con atención haciendo ruiditos de afirmación, asintiendo con la cabeza de vez en cuando y soltando un “de acuerdo” para abrir un cajón del cual saca un grueso y pesado libro que deja con un golpe sordo sobre la superficie de la mesa.
“Harry Potter…Harry Potter…” murmura pasando páginas, leyendo el contenido “ah” exclama, frunciendo el entrecejo al segundo siguiente “oh…ya veo. Debo de informarle señor Black que ya hay otra solicitud en proceso y a espera de confirmación” informa con Sirius parpadeando confuso.
¿Otra solicitud?
“Y…¿Se puede saber quien es el otro solicitante?” Pregunto sintiendo la sospecha crecer en el centro de su estomago. No cree que el director haya reclamado la custodia de Harry, él se lo hubiera informado, ¿quizás sus tíos?.
Por supuesto todo resulta irse a la mierda cuando la mujer suelta un simple.
“Un tal Severus Tobias Snape” agregando tardíamente con sorpresa que la solicitud fue aprobada con recomendación del director de Hogwarts Albus Dumblendore y el ex miembro de la junta Lucius Malfoy dejando a la sala en un profundo silencio que la hace levantar su mirada curiosa hacia arriba.
“¿Todo bien, señor Black? ¿Prosigo con la solicitud?”