
La lección de Ron
Vivir con seis hermanos le ha dado a Ron lo que llamaría un instinto, aunque más bien los gemelos le dirían paranoia, pero solo porque se sienten muy orgullosos de haber desbloqueado ese estado por las múltiples bromas y travesuras que le han aplicado desde que pobremente tuvo la edad suficiente como para sentir miedo, y eso…es lo que lo hace caer en cuenta de que sospechosamente Pansy ha estado un poco más sumisa de lo habitual.
Lo cual es malo.
Muy malo.
Porque Parkinson se caracteriza por ser frontal y no pasar desapercibida. Acude a las reuniones, ha traído a otra chica slytherin de un año menor que al principio miraba a todos como si esperara algún comentario malintencionado o quizás una maldición y Hermione lo había empujado con el codo en una de esas ocasiones, apuntando con la cabeza hacia la chica que parecía luchar con el hechizo del día de hoy a pesar de que Parkinson se lo estaba explicando. No había interactuado mucho con ninguno de ellos, parecía hablar solo con su compañera de casa sin embargo desde ese día en la biblioteca ha estado…alejada. Es un sentimiento raro de explicar porque no es como que estuviera antes con ella todo el tiempo, es simplemente que ya casi no hablan, una lastima porque Ron mejoró bastante en sus calificaciones desde que le aconsejo y, aunque no lo admita en voz alta, disfrutaba de su carácter.
Cree que ahí esta el problema, su problema, y es que no dice estas cosas en voz alta. Lo haría con Harry, incluso Hermione u otro gryffindor después de mucho pensarlo, pero a esto lleva dándole vuelta más de un mes y no lo hace con Parkinson.
“Ey…hola” llamo acercándose a la chica con Parkinson mirándolo “estas agitando demasiado la varita”
“Vete, Weasley, eso ya se lo dije”
“Sí, sí, te vi desde allí” explica apuntando al otro lado de la sala y la niña parece extasiada porque abre la boca mirando a Pansy.
“¿Weasley? ¿él es el chico con que Nott te esta molestando?” pregunta y los ojos de Pansy se vuelve el doble de su tamaño con su rostro enrojeciendo mientras sisea el apellido de la chica quien se ve inmediatamente arrepentida diciéndole que por favor lo olvide.
Mira a Parkinson quien esta con los brazos cruzados y el mentón en alto.
Sí, ahí esta Parkinson.
Después de explicar con una paciencia impropia de él, solo para demostrarle a Parkinson que puede hacerlo, la chica finalmente exclama cuando el maniquí sale disparado a unos metros. Levantando los brazos en señal de victoria abraza a Ron dando saltitos felices por todo el lugar como una desquiciada.
Aunque Ron también se encuentra sonriendo.
Terminando de ejercitar, dando por cerrada la clase del día de hoy, se da cuenta de que si planea decir algo tendrá que lidiar con la otra chica slytherin de por medio. No le agrada, pero esta dispuesto a ello con tal de sacar de su sistema la preocupación constante de que Parkinson se ha enfriado con él. Así que, moviéndose sobre sus pies, piensa unos segundos en como iniciar la conversación, se siente aliviado cuando Fred se acerca a la otra slytherin, Amy, preguntándole si quiere ver unos trucos geniales.
“Oye…¿Qué tal las cosas?”
Pansy levanta una ceja en su dirección.
“¿En serio te has acercado solo para eso?”
“Sip, quizás para ayudar a la pobre chica de ti” explica apuntando a la slytherin con los gemelos.
Parkinson ahora levanta ambas cejas con una expresión que da a entender que esta considerando el nivel de inteligencia de Ron y que ha concluido que es definitivamente un estúpido.
Apretando los labios, traga la saliva que se ha acumulado y que baja por su garganta seca.
“Has estado algo callada” murmura.
Pansy no duda.
“¿A sí? pensé que eso seria bueno”
Los labios de Ron casi desaparecen de la cantidad de presión que pone para mirarla.
“Venga, sabes que no es así. ¿Acaso es por lo que dijo Amy? ¿eso que Nott te está molestando?”
“Nott no tiene la capacidad mental para molestarme-”
“¿Entonces?” pregunta comenzando a irritarse de este ir y venir.
Los ojos de Parkinson van hacia él un segundo, luego vuelve hacia la otra chica slytherin. No dice nada y Ron suspira con esa sensación de pánico creciendo en su pecho, no le gusta. Haciendo un sonido irritado mira hacia el piso frustrado. Parkinson finalmente parece tomar una decisión.
“¿Sabes que? Olvídalo” suelta para irse del lugar y Ron absolutamente desesperado por verla marchar se adelanta agarrándola del antebrazo un segundo para soltar rápido “¿quieres ir Hogsmeade?” con el corazón acelerado y negándose a prestar atención a su rostro cálido.
¿Qué está haciendo? ¿Qué se supone que está haciendo?
Toda esperanza es rota cuando una expresión dolorosa toma forma en su rostro. El dolor que siente parece apagar toda luz.
Ella lo mira irritada
“No puedo, iré con Dankworth” informa.
“¡¿Qué?! ¡¿Quién?! ¿Por qué?”
Ahora se ve molesta.
“¿Por qué? Porque me preguntó y a diferencia de alguien no siente cargo de conciencia cada vez otra persona lo ve conmigo” responde enviando una cuchilla directo al corazón que lo deja con la boca abierta en shock.
La mirada de la slytherin cae de molestia a simpatía y pena.
“Ya déjalo, Weasley, vete con tus leones” responde dando media vuelta para encaminarse hacia Luna que mira curiosa un maniquí al otro lado del cuarto con Ron, nunca apartando la vista de su figura en todo el camino sin poder quitarse esa sensación de vacío y tristeza que se ha instalado en el centro de su pecho.