Juro solemnemente que mis intensiones son buenas - Lo que pudo ser de la orden del fénix

Harry Potter - J. K. Rowling
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Juro solemnemente que mis intensiones son buenas - Lo que pudo ser de la orden del fénix
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Lo que Albus Dumblendore sabia

Admitir que la poca dedicación a sus estudios le estaba pasando la cuenta era algo que nunca haría en voz alta, pero que, sin duda, se estaba repitiendo muy seguido en su cabeza. En general se estaba tornando deprimente, Hermione es buena estudiando naturalmente, antes Harry y él se apoyaban habitualmente en su retraso, ahora su amigo se había vuelto realmente bueno en sus calificaciones y en su tarea con una dedicación que le costaba un poco dilucidar el porque de su cambio. Es cierto que desde que cambio de cuidador Harry ha cambiado, ya no le aguanta todo, ahora se relaciona con otras personas y esta bien. Tal parece que el único problema de Ron es el mismo y le llega a dar incluso vergüenza el pedirle a Hermione que le haga sus introducciones porque todos sus amigos se están esforzando y él quiere estar a la altura de ellos.

 

Es solo que le cuesta.

 

Asi que si pasa por casualidad más tiempo en la biblioteca y maldice más seguido sus calificaciones es solo problema suyo. Es simplemente…que no entiende en que rayos se esta equivocando…

 

Sentado hasta casi llegada la hora del cierre, permanece un segundo tratando de analizar la gramática y como es que el profesor quiere que responda con el ceño tan fruncido que siente que se le quedara permanentemente en la cara cuando otra persona toma el puesto delante suyo. Levantando la vista se encuentra con Pansy quien lo mira divertida.

 

“Lárgate, Parkinson, no tengo tiempo” le responde de mal humor con ella resoplando.

 

“Si que has pasado últimamente bastante tiempo aquí, ¿no, Weasley?” pregunta en broma.

 

Ron le pregunta si lo ha estado espiando a lo que ella pone los ojos en blanco respondiendo que no es el centro del universo ni mucho menos el único que tiene TIMOS.

 

“¿Y bien? ¿Qué te tiene de nervios?” pregunta la slytherin con Ron finalmente bajando su pergamino con una A.

 

“No entiendo porque me saco malas notas, estoy leyendo la materia, pero aun asi no puedo sacar otra cosa que no sea un aceptable” suelta frustrado para mirar finalmente deprimido la calificación en encantamientos “creo que simplemente soy estúpido” confiesa viendo a Parkinson fruncir el entrecejo.

 

Tomando su pergamino, comenzando a hojearlo Parkinson murmura un “quizás” al que contesta poniendo los ojos en blanco.

 

“O quizás solo eres demasiado literal” explica entregándoselo.

 

Ron no entiende de que esta hablando.

 

“Escucha, a los profesores no solo le interesa que contestes la pregunta, sino que le demuestres que sabes porque es esa respuesta y es algo que no haces, ¿entiendes?, lo que debes hacer cuando estas en una prueba o haciendo un trabajo es contar una historia con la respuesta”

 

“¿Contar una historia?”

 

“¡Sí! Es como el trabajo que nos dio la profesora Mcgonagall, sobre los hechizos desvanecedores. Si te preguntan sobre porque son más fáciles que los comparecedores tienes que decir la ventajas como también compararlo con los comparecedores para demostrar que sabes lo que es cada uno” explica tomando el pergamino para comenzar a tachar algunas cosas y explicarle como debería de ir el orden.

 

Con Pansy explicándoselo a detalle concluye que en realidad no es tan difícil como lo pensaba, solo se trata de exponer lo que ha leído en el papel, aunque tenga que escribir más ya que, como la slytherin dice es mejor que sobre a que falte ya que tiene mas probabilidad de conseguir un mayor puntaje.

 

Tomando anotaciones sobre sus consejos de estudio, da por terminado el día guardando sus pertenencias y viendo a Pansy comenzar a cargar sus libros.

 

No sabe que se le mete en la cabeza, pero se ofrece a acarrearlos aun cuando sabe un encantamiento para encogerlos o hacerlos más livianos y Parkinson lo mira totalmente sorprendida haciendo que la sangre se le suba a la cabeza. Esta comenzando arrepentirse de su ofrecimiento, sopesando que tendrá que irla a dejar a las mazmorras y Ron nunca ha ido a parar voluntariamente a ese lugar, sin embargo Pansy es más rápida y se encuentra entregándole los seis libros, que no sabe para que rayos son, con ella encogiéndose de hombros diciéndole que Crabe y Goyle le han encargado que los pida a su nombre.

 

“¡¿ELLOS LEEN?!”

 

Pansy resopla.

 

“Goyle no, él los usa como pisa papeles, pero Crabe sí” responde informándole que aunque lo dude no son tan estúpidos como parecen “tienen sus talentos, raros, pero útiles” murmura.

 

“Si sabes que no tienes que hacerlo ¿verdad?” le pregunta irritado pensando que se están aprovechando de ella consiguiendo unos ojos en blanco.

 

“Ya lo sé, es solo- una vez que los conoces de verdad te encariñas con ellos” explica encogiéndose de hombros con un cariño en su expresión que le hace sentir volteretas en el centro de su estomago.

 

Admitiendo en voz alta que quizás no lo entienda nunca, espera que Parkinson discuta como siempre hace para mostrar su punto, algo que nunca se da, ya que ella simplemente sonríe tranquila murmurando un “quizás…” que lo deja realmente pensativo y curioso por lo que esta pensando.

 

Deteniéndose dos pasillos antes de llegar a las mazmorras Parkinson le dice que puede entregarle sus libros, que ella regresara a las mazmorras desde aquí a lo que Ron parpadea sintiéndose aliviado de no bajar a ese lugar y a la vez inquieto en un compendio de sentimientos que finalmente, llegando al retrato de la señora gorda, puede ponerle un nombre.

 

Culpa.

 

Siente culpa porque sabe en lo profundo que Parkinson no lo dejo acompañarla a la entrada de las mazmorras porque sabe que Ron no se siente del todo cómodo con su casa. Hace años atrás eso no le hubiera importado, es más, probablemente incluso se hubiera jactado, sin embargo ahora se siente como la peor mierda del mundo.

 

No entiende que le pasa, mucho menos porque Parkinson es quien provoca todo esto.

 

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Ginny Weasley podía ver desde su distancia como esto iba a salir muy mal.

 

La profesora Trelawey no lo estaba logrando y podía ver que absolutamente todo el resto de los alumnos se estaban dando cuenta de ello.

 

Preguntándole cuantos años ha ejercido el curso, su promedio de aprobados además de sus credenciales, todos descubren que la mujer proviene de una larga línea de videntes reconocidos, algo que los sorprende bastante porque hasta ahora el único factor común de sus videncias es que siempre alguien de su salón iba a morir y justo al que le dijo que tendría un futuro brillante pues ese si se murió, por lo que ni a eso logra atinarle.

 

Insistiendo en que puede ver en su futuro. Ginny ve a la profesora pensar nerviosa, moviendo sus ojos de un lado a otro esperando que algo cruce su mente.

 

No es su profesora favorita, en realidad su alumna más destacada es Luna y ella tiene de maestro preferido al profesor Snape lo cual habla bastante de su calidad como profesora considerando que el único alumno al que le va bien no te tiene en sus prioridades, sin embargo siente un poco de empatía por ella.

 

“¿Entonces no tiene nada que decir?” pregunta Umbridge murmurando lo apenada que es todo esto.

 

La profesora de adivinación se congela.

 

Podria decirle cualquier cosa, cualquier cosa menos-

 

“¡Oh-oh!” exclama Trelawey y Ginny se siente suspirar de alivio. Parece que ha logrado pensar en algo “¡Puedo ver peligro! ¡usted esta en un grave peligro!” advierte y Ginny ve a Harrison Holder golpear su frente con la palma de su mano.

 

Es el fin.

 

Tarareando complacida Dolores Umbridge suelta un “que pena” que deja a la profesora Trelawey confundida y ligeramente ansiosa.

 

Solo espera que las consecuencias no sean tan graves.

 

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No había manera de encontrar al director en su propia escuela. Pregunto a Minerva en su estudio, reviso solo en caso de que fuera a parar nuevamente los invernaderos, incluso se arriesgo enviando un patronum sin obtener respuesta. Molesto espero apoyado en el gran escritorio con los minutos transcurriendo, hasta que con media hora transcurrida y los nervios a flor de piel con los directores diciéndole que no pierda el tiempo, que el director de Hogwarts esta en su propia cruzada ve al anciano atravesar el fuego.

 

Deteniéndose en la entrada un segundo, saludando a Severus, paso rápido ignorando sus preguntas sobre donde estaba pues lo había estado buscando. Admitiendo que el director no iba a contestarle, paso a lo más importante. Los sueños de Harry y ante eso, Albus lo miró.

 

“¿Qué le está ocurriendo, Albus?” pregunto escuchándose como un estudiante buscando consejo.

 

Albus solo lo miró.

 

“Ya sabes lo que esta ocurriendo, Severus. Sabes que una conexión mental no se da sin que los dos implicados estén presente-”

 

“Pero el señor tenebroso no esta Hogwarts-”

 

“En presencia no” dice y Severus siente que necesita sentarse cuando su cabeza comienza a hacer conexiones. La magia mental es caprichosa, si Harry tiene estas visiones de lo que esta haciendo el señor tenebroso no quiere decir que sea un leggeremens propiamente como tal sino más bien una especie de enlace mental, pero para que aquello se de debe de existir una unión a nivel mágico primero y las implicancias de aquello lo hacen sentir un vuelvo en su pecho.

 

En 1981, cuando se produjo el ataque a los Potter el señor tenebroso fue eliminado corporalmente, sin embargo no de espíritu y para que aquello que se lograra debía de haber realizado ya al menos un horrocrux. Según lo que Narcissa le explico a medida que se realizan cada vez más de estos el alma y la esencia misma de la persona se va volviendo cada vez más inestable en la presencia metafísica, entonces es muy probable que al recibir su propia maldición asesina el alma del señor tenebroso volviera a fragmentarse.

 

Para crear un horrocrux se necesita matar a alguien, ese día, en ese mismo instante Lily se cruzo frente a la maldición asesina y el hechizo por algún motivo reboto, primero matando a Lily, luego golpeando al señor tenebroso, y al matar primero a Lily se cumplió la base de la creación de todo horrocrux. Había asesinado a alguien. Y aquella pieza del alma desprendida del señor tenebroso fue a parar a lo primero que encontró, aquello con magia que lo atrajo.

 

Harry.

 

Harry era un horrocux y la fuerza de aquella conclusión se sentía incluso más dañina que los cientos de cruciatus que ha vivido en su vida. Con la respiración contenida, sintiendo el ambiente cambiante, más angustiante, más denso, puede ver a Albus frente a él diciéndole que respire, que se calme, estirando su mano que busca tocarlo y a la que se aleja como si fuera a hacerle daño, similar a otra mano.

 

“¿Hace cuanto sabes de los horrocrux?” respira viendo la expresión herida de Albus.

 

“Desde el segundo año de Harry, cuando hablo parcel, la familia Potter no tiene conexiones con hablantes de esa lengua por lo que la probabilidad de tener esa habilidad era prácticamente inexistente a menos que hubiera esa conexión, aunque debo de admitir…que la existencia de los horrocrux me fue confirmada con el fantasma de Tom poseyendo a Quirinus Quirrell” y Severus no puede creerlo.

 

No quiere creerlo.

 

“¿Y no has hecho nada?”

 

Albus lo mira como si no entendiera a que se refiere, preguntándole que espera que haga.

 

“¡Hacer algo al respecto! ¡Harry tiene un trozo del señor tenebroso en su núcleo mágico y no has hecho nada para sacarlo de allí!” acusa furioso escuchando a la vajilla traquetear.

 

“¿Y que se puede hacer? Solo una persona antes de Tom ha realizado ese tipo de aberraciones-”

 

“¡Pues se tiene que investigar! ¡intentarlo!” exclama dando un paso adelante para encararlo y Albus comienza a explicar que en realidad Harry no parecía ser afectado por el fragmento por lo que no lo considero importante, sin embargo todo alcanza un nuevo nivel de indignación cuando el director comienza a mencionar esa maldita profecía que Severus corta preguntando que tiene que ver aquello consiguiendo una mirada de satisfacción cuando Albus responde un “todo”.

 

No lo entiende.

 

Es entonces que el director le recuerda que él nunca llego a escuchar por completo la profecía comenzando a recitarla de memoria.

 

“El único con poder para derrotar al Señor tenebroso se acerca. Nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes... Y el Señor tenebroso lo señalará como su igual, pero él tendrá un poder que el Señor tenebroso no conoce... Y uno de los dos deberá morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras el otro siga con vida...” termina con expresión complacida como si acabara de probar el mejor trago de toda su existencia con Severus sin saber como expresar lo que esta sintiendo ni reaccionar a todo aquello más que un solo cuestionamiento sobre su sanidad mental.

 

Pareciendo un poco irritado por su nula aceptación a todo, Albus lo llama a lo que Severus lo corta molesto, irritado, completamente indignado porque no lo entiende. No entiende esta inclinación de los magos a creer en cosas tan caprichosas como profecías, primero el señor tenebroso, ahora Albus Dumbledore, ¿acaso no hay alguien con un poco de sentido común? si todo el mundo ignorara estas sandeces no solo se estarían ahorrando a un señor tenebroso cazándolo si no también estas malditas estupideces.

 

Si dejaran de concentrarse tanto en el condenado futuro quizás podrían hacer algo realmente productivo con el presente.

 

“¡¿Y que mierda se supone que debería de hacer con eso?! ¡¿dejar el fragmento del alma del señor tenebroso allí?! ¡¿permitir que un menor de edad se enfrente a un mago oscuro para salvar a todo el maldito mundo mágico?! ¡¿te estas escuchando?! ¿analizas si quiera lo que estas pensando, Albus?” le pregunta con voz contenida viendo al director apretar la mandíbula “Eres…el director de Hogwarts, el mago más poderoso de gran Bretaña y estas aquí…confiando…en una profecía…¿acaso no puedes ver lo absolutamente irrisorio en todo esto?” pregunta sin conseguir respuesta sintiendo el ambiente alrededor cambiar cuando algo en su pecho cobra fuerza con decisión.

 

Dando media vuelta, rindiéndose a obtener esa respuesta tan similar a la que espero cuando Sirius Black casi lo mata con su broma, finalmente se detiene en la puerta volteando a mirar la figura de Albus Dumbledore que lo mira con tristeza.

 

Respira profundo.

 

“No sé que estés planeando, pero no voy a permitir que arriesgues a ningún alumno en todo este circo, voy a quitar ese pedazo de horrocrux del alma de Harry y quizás también mate al señor tenebroso considerando que aquello, al parecer, no esta en tus planes. No intentes meterte en mi camino, Albus, porque las consecuencias a ello no serán amigables”

 

“Créeme, Severus, que no hay nada que odie más en esta vida…que decepcionarte. No tienes que preocuparte por mi, en estos instantes he de confesarte que tengo otros intereses en mente y, considerando tu renuencia a estar más tiempo ante mi presencia, debo de advertirte que he dado una entrevista a la revista el quisquilloso, cuyo dueño es el padre de una querida alumna tuya, Xenophilus Lovegood-”

 

“¿El padre de la señorita Lovegood?”

 

“Me temo que el ministerio no reaccionara favorablemente” advierte y Severus siente que no le queda fuerza para molestarse más.

 

Se encuentra pidiéndole a Albus que por favor evite más conflicto por ahora, obteniendo una mirada de disculpas y una respuesta de que no pueden bajar los brazos, aunque aquello solo conlleve a que el ministerio de magia se vuelva más paranoico y por ende ponga en una situación cada vez mas difícil a todo Hogwarts.

 

“Lo que tenga que llegar llegará, a veces simplemente no nos damos cuenta que estamos en el camino indicado” dice enigmáticamente algo que en estos momentos solo se siente ridículo.

 

“Debo de suponer que las ordenes de no responder a la correspondencia de Harry en el verano tienen que ver con el tema de...la conexión mental”

 

“Pensé que mientras menos supiera Harry menos riesgoso seria para todos” admite con Severus recordándole que el chico tiene un manejo básico de la occlumacia, aunque Albus insiste en que era mejor prevenir, algo que Severus no le ve el punto considerando todo lo que sabe a estas fechas.

 

Debe de cruzar los dedos porque el señor tenebroso no sepa de su lealtad. Hubiese sido bueno que le avisara antes, pero Albus y su agenda se interpusieron en el camino y ahora están tropezando entre ambos.

 

“Esto no puede seguir, nos estamos perjudicando entre ambos, necesitamos ponernos de acuerdo en algo” decide viendo a Albus fruncir el ceño pensativo para decidir que en estos momentos, considerando que Severus tiene planeado eliminar el horrocrux de Harry, lo mejor será adelantar aquello y buscar por su cuenta el resto.

 

Informándole que, por ahora, solo tienen la copa de Helga Hufflepuff en su poder y que Dobby le había traído por un instante el diario y la espada de griffyndor ya que quería revisarlo, con Albus asintiendo de acuerdo explicándole que esta servía para eliminar los horrocruxes gracias a sus cualidades mágicas, algo que ya sabia. Afirmando tener una idea sobre la ubicación de otro posible horrocrux, Albus le dice que apenas de con su paradero lo pondrá al tanto y Severus lo acepta ya queriendo salir de toda esta conversación.

 

“Y Severus” llama haciéndolo voltear de nuevo “sé que quizás no lo parezca, pero confió en ti” asegura con tono solemne.

 

No pude evitar pinchar aquello.

 

“Tienes razón, Albus. No lo parece” dando media vuelta para salir finalmente del cuarto.

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