
Los casi algo
“¡Veto el club de duelo! ¡no puedo creerlo! Primero defensa y ahora el club de duelo” suelta Lupin apenas cruza el fuego increíblemente molesto maldiciendo a Umbridge y al ministerio, seria un espectáculo sino estuviese esperándolo para partir hacia la lengendaria cámara de los secretos.
Diciéndole que se tranquilice, que no saca nada con luchar con eso ve a Lupin explotar.
“¡Ya lo sé! Es solo que...” se detiene con expresión adolorida agitando el corazón de Severus “todo estaba yendo bien…y como siempre el ministerio viene y manda todo a la mierda” suelta frustrado con tono frágil peinándose con Severus acercándose para actuar por instinto, tomando su rostro para encontrar sus ojos, asegurándole que pronto lo solucionaran, que encontraran una manera para lograrlo y dado su punto debería de soltarlo, dar un paso atrás y volver a su espacio, sin embargo Lupin pone sus manos sobre la de Severus y el aire entre ellos parece esfumarse, es difícil respirar y su corazón comienza a latir con tal fuerza en sus oídos que teme con tanta fuerza que Lupin lo escuche. Se siente ridículamente nervioso y probablemente sea solo su imaginación, pero casi puede decir que Remus se esta inclinando hacia adelante y adelante y una voz en su cabeza empieza a gritar cada vez más fuerte.
¿Va a besarlo? ¿quiere besarlo? ¡¿Lupin va a besarlo?! O quizás simplemente es Severus cediendo y poniéndose en vergüenza.
Entonces un idiota golpea la puerta.
Separándose como si tuvieran que evadir un hechizo, Remus balbucea algo, Severus no lo capta porque esta seguro que esta completamente sonrojado, su temperatura corporal se ha elevado, su mente esta corriendo en círculos y la puerta sigue sonando de modo que levanta los escudos, respira profundo y la abre para revelar a un slytherin de primer año.
Su nombre, su nombre, su nombre, piensa rápido repasando una cadena de más de cien nombres que han pasado por su sala de clase.
“Señor Mason ¿en que puedo ayudarlo?” pregunta con el niño de once años frotándose las manos un segundo para el siguiente mirar con rostro lloroso soltando un “¡Me quiero ir a mi casa!”
Ah…
Se le olvidaba esto del inicio de año, piensa con todo rastro de nerviosismo cayendo en picada.
Otra voz lo pone inmediatamente alerta.
“Ah…señor Manson, buenas noches” saluda Lupin ante el niño que le parpadea absolutamente confundido de que hace ahí mientras Severus le da su propia mirada patentada y molesta de “¿Qué haces aquí?” y la mirada llorosa aumenta en un nivel más con el señor Mason repitiendo un definitivamente lloroso “¡quiero volver a mi casa!” al que Lupin arrulla.
Severus respira profundamente.
Invitándolo a entrar e ignorar al profesor Lupin quien le sonríe al niño divertido que lo mira frotándose los ojos, Severus pide un chocolate caliente a Dobby para sacar una lista con las direcciones que tiene sobre un mueble, todo esto con los ojos de Lupin mirándolo atento desde el escritorio.
Entregándole la taza de chocolate caliente al niño que envuelve con una manta en los hombros, ofreciéndole una caja de pañuelos y lanzando un poco de polvo flu para llamar a los padres. Es una estrategia que suele funcionar, los padres dan soporte emocional que necesita el niño y lo animan a seguir adelante.
Escucha a los padres hacer exactamente eso y pronto el niño ya no esta llorando en camino a casa, le piden que se quede una semana más y sabe que eso simplemente se extenderá hasta que el niño se olvide de ese mundo hogareño para reemplazarlo por la escuela.
“¡Buenas noches, profesor Snape!” exclama el señor Manson feliz con voz chillona entregándole la taza para volver a la sala común.
Remus le esta sonriendo desde adentro con esa expresión que Severus a llegado a asociar cuando ha hecho algo que considera “lindo”.
Poniendo los ojos en blanco, ignorando deliberadamente lo que estaba (quizás) a punto de ocurrir, preguntando si tiene lo que le pidió. Remus asiente sacando una grabadora de mano, de seguro los magos enloquecerían.
Contándole como tuvo que explicarle al adolescente que Severus necesitaba ver el cadáver del basilisco sin dejar entrever mucho del tema de los horrocrux. Solo tuvo que pedirle a Harry que dijera un ábrete en parsel, pero para aquello necesito transfigurar un objeto en una serpiente ya que no podía simplemente ir y hablarlo cuando lo deseaba, necesitaba de una serpiente cerca.
Colocando un hechizo de alértame, en caso de que alguien más lo buscara, se encaminaron hacia los baños de las chicas en el segundo piso con Remus guiando ya que fue él quien recibió las instrucciones.
“Harry quería venir” le informa divertido en el camino, al parecer le había dicho que solo verían restos malolientes, dejaría que Severus tomara algunas muestras y se irían del lugar por lo que todo interés del chico menguo, terminando de convencerlo con que podía dormir más.
Obviamente eso fue suficiente, los adolescentes aman dormir, piensa Severus cruzando el baño para ser recibido por Myrtle la llorona quien lo mira entre confundida y fascinada obviamente recordándolo como “el chico Snape”.
En su tiempo de estudiante se entero que nadie venia al este baño, por lo que era perfecto para realizar sus experimentos o simplemente esconderse en algún lado para lamer sus heridas. Muchas veces cuando estaba enojado lavándose la sangre de la nariz Myrtle venia para darle apoyo moral y decir que sus bravucones eran unas mierdas, otras simplemente se quedaba junto a él asiéndole compañía.
“Hola, Myrtle” saluda Remus viéndola parpadear perdida para chillar al segundo sonriéndole coqueta y preguntándole si se conocían a lo que el hombre le comenta que también fue alumno y que la vio unas cuantas veces, pero no tan seguida con ella respondiendo que es obvio sino lo recordaría con un guiño demasiado obvio que hace reír a Lupin.
“Podría corregirse, si vinieras más seguido” intenta lo cual es un poco incomodo considerando que se trata de una menor de edad muerta.
Ignorándola saca la grabadora comenzando a contar los lavados de acuerdo a lo que Harry indico, cerciorándose de estar frente al que tiene la serpiente grabada mientras Mirtley le pregunta a Remus si tiene novia con el licántropo contestando obviamente que no.
Aun más coqueta todavía la fantasma le pregunta si le gusta alguien con Severus no pendiente de eso si no que escucha porque es un ruido del fondo.
Pero Lupin duda, es un segundo, pero lo hace contestando un “No” reticente que incluso a la misma Myrtle le suena falso porque insiste y el licántropo decide que ha tenido suficiente acercándose a Severus que enciende la grabadora reproduciendo el ciseo.
Asi que a Remus le gusta alguien, piensa con un sentimiento de decepción automático instalándose en su pecho.
El parsel de Harry siempre le ha sonado distinto al del señor tenebroso, es más suave, más dulce, el del señor tenebroso suele sonar más letal, atacante.
Abriéndose el compartimiento, revelando un túnel, todo de acuerdo a lo que le dijo el adolescente a Lupin.
Remus anuncia caballerosamente que ira primero para investigar si esta bloqueado el paso por el derrumbe y Severus ya no lo escucha porque simplemente se ha lanzado, deslizándose por el túnel y frenando cuando siente que cobra velocidad con su magia desprendiéndose a su alrededor similar a cuando va a despegar su vuelo, llegando a buena velocidad al final para mirar como el camino se ha despejado un poco, probablemente cuando Albus mismo tuvo que venir a mirar.
Girándose hacia el túnel comienza a decirle a Remus que esta despejado dándose cuenta tarde del sonido de alguien deslizándose para ser impactado y lanzado contra el suelo con Lupin a peso completo sobre él. Soltando un sonido de sorpresa rápidamente Remus se levantan disculpándose, ayudando a ponerlo de pie y también limpiando su ropa del posible polvo y tierra que se hubo adherido mientras seguía balbuceando disculpas mirándolo atentamente de que estaba en buen estado.
Avanzando por la abertura, pasillo que parece descender a una cámara más grande se congela no por olor a peste que lo golpea sino por la magnitud de estar en presencia de tal lugar, la cámara secreta de Salazar slytherin y Severus se pregunta seriamente porque las personas poderosas tienen una tendencia a grabar sus caras en todos los lugares visibles.
“Que asco” se queja Lupin tapándose la nariz.
Claro, al tener el sentido más agudo le afecta en mayor medida, piensa Severus diciéndole que puede quedarse allí, avanzando con el lobo preguntándole a donde se dirige para comenzar a llamarlo cada vez más alarmado al darse cuenta que su objetivo son los restos putrefactos del basilisco.
Siente que se le encoge su estomago de solo mirarlo, contra esto tuvo que luchar Harry cuando tenia doce años. Un maldito basilisco, tomando nota de lo largo de los restos.
Sacando de su bolsillo un kit de pociones que engorgia y apoya en el suelo comienza a catalogar lo que sirva de lo restos con un sentimiento de emoción surgiendo.
No puede creer que vaya a cosechar un basilisco…
Un basilisco en estado de putrefacción, pero es un basilisco…
No se da cuenta que esta sonriendo hasta que Remus le dice que nunca lo había visto tan emocionado.
“Mi próximo regalo de cumpleaños será otro cadáver”
“Que sea de algo que pueda diseccionar por favor” responde sarcástico sacándole una sonrisa.
Colocándose los hechizos de protección, vistiéndose los guantes, se va hacia lo importante, los dientes que cosecha con detallada precisión debido al veneno que desprenden aun si el basilisco ha muerto. En total logra cosechar tres colmillos, sumado al que ocupo para atacar el diario seria cuatro en total. El resto del tiempo consiste en intentar rescatar la piel que aun no se pudre, la sangre lastimamente es una perdida, pero los huesos molidos pueden ser un ingrediente con el que le gustaría experimentar. Parece demorarse bastante tiempo porque Lupin mira la cabeza de Salazar slytherin y hace la pregunta que se hizo sobre la gente famosa obsesionada con su figura.
“Prometo que cuando seas famoso no dejare que se te suba a la cabeza” le dice el licántropo con Severus poniendo los ojos en blanco burlándose de la creencia de que alguna vez será famoso.
Suspirando pensativo con las manos en la cadera Remus piensa en voz alta como rayos Harry se las arreglo para matar esto con Severus congelándose.
¡Eso es!
“¡La espada!” exclama poniéndose de pie con Remus parpadeando admitiendo que él no trajo ninguna espada a lo que Severus pone los ojos en blanco “No, lobo” dice viendo las cejas del licántropo levantándose sorprendidas “la espada de gryffindor fue la que apuñalo al basilisco y le dio muerte, por sus propiedad mágicas es capaz de absorber magia que la haga más poderosa si atravesó al basilisco entonces estuvo en contacto con el veneno por lo que puede usarse para eliminar horrocrucex” explica con Remus comenzando a sonreír encantado.
“¡Eres un genio!”
Con una maleta repleta de ingredientes que le podrían valer una fortuna continúan explorando los pasillos.
A Remus se le ocurre la loca idea de asustarlo apareciendo desde un costado exclamando, haciendo saltar y maldecir con Severus apuntándole con un maleficio ya en la lengua.
“No vuelvas a hacer eso” le sisea con Remus apoyándose en su costado juguetón, con su peso haciendo presión, pidiendo disculpas.
Finalmente llegan hacia otra salida con el licántropo reproduciendo la voz de Harry. Esta puerta, compuesta por un basilisco que se mueve para girar en un circulo abriéndose para revelar la salida a un pasillo. Mirando a ambos lados Lupin sale primero diciendo que esta despejado, Severus lo sigue reduciendo la maleta para guardarla en su bolsillo. Es en medio de la noche, se supone que ninguno tiene guardia por lo que seria bastante sospechoso que están doblando el pasillo para congelarse cuando Filch los encuentra.
Mirando entre ambos el squid saluda con un “profesores…que curioso…encontrarlos por el pasillo a esta hora de la noche…” con sus ojos yendo y viniendo de Severus a Remus y siente que el rostro se calienta cuando devuelve el saludo siguiendo caminando con Lupin en silencio a su lado por todo el trayecto.
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No se había dado cuenta que no estaba soñando, al menos no al principio. Primero se estaba deslizando por el suelo y luego veía una esfera tan brillante con luz que parecía de las estrellas, la quería, la deseaba con tanta fuerza que se preguntaba de donde podía sacarla, entonces lo escucho, una voz, llamándolo, pronunciando un “Harry…Potter…” y solo había sentido terror cuando se dio cuenta lo que estaba pasando.
¡Era Voldemort! ¡estaba en su mente! Medio consciente con el miedo aturdiéndolo cerro su mente de un segundo a otro para despertarse, mirar alrededor con un sentimiento de pánico creciendo. La había cerrado, la había cerrado ¿no? ¿estaba él? ¿era Voldemort en su mente? escuchando la voz de Ron a su costado mirándolo preocupado, preguntándole si estaba bien, le respondió rápido que sí, poniéndose de pie sacando su capa con el otro preguntándole medio a adormilado que a donde se supone que iba en medio de la noche con Harry respondiéndole que necesitaba ver al director.
Una mentira, Harry iba directo a las mazmorras avanzando con la capa de invisibilidad absolutamente angustiado abriendo la puerta de la oficina de Severus justo a tiempo que Remus esta cruzando la chimenea.
“¿Qué hacia Remus aquí a esta hora?” pregunta sorprendiendo a Severus quien lo mira un segundo para suspirar que estaban revisando la cámara, por si no recordaba que el profesor Lupin le pidió que le indicara como llegar.
Haciendo un sonido de comprensión Harry deja su capa a un lado para sentarse en el sofá con los ojos de Severus encima suyo. Preguntándole si ha ocurrido algo, el maestro de pociones se acerca y Harry traga nervioso, lanzando miradas de soslayo para admitir que parece que dejo entrar a Voldemort a su mente viendo la expresión de alarma y luego confusión por eso.
Pidiéndole que explique a que se refiere Harry le habla de como en la plataforma del tren sintió la presencia de alguien intentando entrar, que se había sentido similar a como Severus lo hacia, pero lo había bloqueado de inmediato porque le había parecido demasiado obvio, sin embargo ahora, en medio de un sueño, no lo había hecho ya que había confundido la intrusión por una fantasía y no se dio cuenta hasta que escucho la voz de alguien diciendo su nombre. Era Voldemort, una parte de el estaba segura.
“Lo sentí, fue como…si estuviera pensando y luego…hablándome…y yo-yo lo siento, no se que vio, intente apartarlo, cerré rápido mi mente” suelta rápido con sev pidiéndole que se calme.
Invitandolo a sentarse, aun viéndose confuso Severus le informa que establecer una conexión mental desde tan lejos es imposible, que ni siquiera los leggeremens más poderosos pueden bordear la distancia, sin mencionar que hay que mirar a los ojos de la persona si se desea intruciar en la mente de otro. Harry no lo entiende, se encoge de hombros desanimado.
“Era él…estoy seguro” dice y Severus parpadea.
“Y dices que viste un orbe-”
“Era…como una esfera de cristal, como esas que ocupa la profesora Trelawey” explica gestualizando con las manos, habla de como parecía que estaba sobre un repicero y que Voldemort parecía quererlo.
Adquiriendo una expresión pensativo, Severus le dice que se mantenga tranquilo, que mientras mantenga sus escudos en alto cuando duerma todo estará en orden y Harry asiente más conforme, dejando que el otro hombre lo envié a la oficina de Remus ubicado en la torre, donde el licántropo lo recibe con una sonrisa afectuosa, sin intentar profundizar en lo que le ocurre, ofreciéndole un poco de chocolate caliente y enviándolo a dormir al dormitorio donde se recuesta en la cama, medita unos segundos concentrándose en su respiración y finalmente se duerme con los escudos en alto.