Draco Malfoy y el León furioso

Harry Potter - J. K. Rowling
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Draco Malfoy y el León furioso
Summary
La vida nunca ha sido justa para los inocentes, eso lo puede dar por hecho Draco quien ha vivido desde su más tierna infancia en un abismo de dolor, sin embargo, cuando pudo liberarse con secuelas de aquella vida y con esperanzas para el futuro todo se derrumbó cuando descubrió que no era amado por su familia, además de que el colegio a dónde iba a residir no era el lugar seguro que prometían ser.Lo único que le queda es seguir sobreviviendo.Solo sobrevivir o eso creía.
Note
Buen día, tarde o noche. Como podrán ver este fic será un reescritura de la saga, por lo cuál espero poder captar la atención sobre los nuevos sucesos que se vayan agregando con el tiempo.Además de que este capítulo, es como una introducción vago de los sucesos que se van ir desarrollando dentro de la serie.Advertencia de violencia, odio a uno mismo, amor poco saludable a la familia.Gracias.
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Regalos de Navidad

Al día siguiente del partido de Quidditch Draco pudo notar como los ánimos de las serpientes estaban decaídas, pero lo intentaban ocultar con la rabia. Podía ver como en el desayuno los de año superiores eran más crueles con los de otras casas. En cambio, los alumnos de primer año de Slytherin tenían una energía nerviosa que iba a explotar en cualquier momento, era un asunto el cual quería escapar debido a que no quería meterse más en problemas con el profesor Snape. Al terminar de comer se levantó, sus amigos gryffindor todavía no aparecían salvo Hermione lo más seguro es que se hubieran quedado dormidos, se acercó a su amiga y fueron directo a la biblioteca, querían algunos libros para estudiar y terminar su tarea.

 

En el camino, por fin Hermione pudo conocer a su hermano Lesath. Este suceso esperaba que se evitara lo mayor posible, pero como siempre, nunca tenía suerte.

 

Lesath apareció caminando en el medio de sus dos amigos, Parkinson y Bulstrode. Su hermano se veía completamente enojado por su pérdida del día anterior, intentaba ocultar la humillación de perder en su primer partido oficial “¡Oh! Veo que mi pequeño elfo doméstico está juntándose todavía con esta pequeña sangre sucia” se acercó y agarró con fuerza el brazo de Draco alejándole de la niña “Cómo no le haces casa a mí padre, yo voy a enseñarte con quienes debes juntarte, maldito niño” intentó alejarlo mediante jalones, pero Draco al tener una fuerza superior no dejó que su hermano lo moviera, ante la sorpresa de Lesath, que duro poco tiempo, porque empezó a transformarse en enojo.

 

“Lesath, puedes molestarme todo lo que quieras a mí, pero no voy a permitir que molestes a mis amigos” se soltó con facilidad de su agarre “Ni menos que les digas ese insulto ‘sangre sucia’. No sé qué puede significar, pero por el desprecio con lo que lo dices me hace notar que es un insulto muy fuerte. Nosotros nos vamos a retirar” dijo con una mirada seria a su hermano, que estaba sorprendido porque nunca le había respondido, los amigos de su hermano también estaban un poco sorprendido por la misma razón.

 

Draco aprovechó el momento y agarró a Hermione del brazo yendo a la biblioteca, a unos cinco pasos pudo escuchar atrás “No te atrevas a ir a la casa para Navidad, maldito bastardo. Y le contaré todo esto a mi padre, ya verás como te irá por tratarme así” Draco solo ignoró lo dicho por su hermano y siguió su camino.

 

“Ahora entiendo porque Harry y Ron decían que no debía conocer a tú hermano” dijo Hermione sorprendida por el actuar del hermano mayor de su amigo.

 

Soltó un suspiro “Quiero pensar que un día pueda cambiar Lesath, y deje de ser tan pedante con los demás, pero puede ser difícil porque sigue el ejemplo de nuestros padres” susurró mientras entraban a la biblioteca “Para él nuestros padres son un ejemplo que debe de seguir. Además de que ellos lo consciente demasiado, todo lo que quiere se lo compran. Y no solo ellos, también lo hace su madrina” empezó a buscar los libros que necesitaban.

 

Con una mirada confundida “¿Su madrina?”

 

“Si, la señora Zabini es la madrina de Lesath. Ella ha sido amiga de mi madre desde el colegio” contestó Draco

 

“¡Oh! ¿Y quién es tu madrina o padrino Draco?” preguntó con interés la de cabello castaño agarrando el libro que necesitaban para poder hacer el ensayo de la Historia de la Magia.

 

Ante la pregunta de Hermione se dio cuenta que no tenía respuesta, porque tenía entendido él no contaba con algún padrino o madrina, no creía que sus padres se hubieran tomado el tiempo de darle un padrino antes de abandonarlo. No tenía lógica. “Creo que no tengo un padrino o madrina” dijo mirando a la niña.

 

“Que mal que tus padres no te hayan dado un padrino, y a tu hermano sí” ante la indiferencia de Draco decidió dar por muerto ese tema “Creo que ya tenemos los libros necesarios para poder terminar el ensayo, hay que ir avanzando” los dos se acercaron a la mesa que siempre utilizaban y empezaron a avanzar su trabajo, a la hora recién llegaron Ron y Harry. Madam Pince paraba callando al grupo al escuchar como hablaban mucho, debido a que Draco y Hermione empezaban a señalar los errores de sus otros dos amigos y estos se lamentaban de sus fallas. La bibliotecaria solo aguantó media hora con todo ellos para luego botarlos de la biblioteca por ruidosos. Esto provocó el enojo de Hermione con sus amigos, porque los botaron de su preciado lugar favorito.

 

Así que sacaron los libros necesarios y fueron al cuarto mágico que Draco les había enseñado del día de ayer. Esta vez Hermione fue la encargada de pedir la habitación y cuando abrieron la puerta, vieron el comedor de una casa. Tenía una mesa de madera circular con cuatro sillas y a su alrededor había paredes blancas con cuadros colgado en estas. Los cuadros eran diferentes, algunos mostraban paisajes muy bellos, pero otros mostraban a una familia de tres, en el cuál se podía ver claramente en el medio a Hermione, y a los extremos deberían ser sus padres.

 

“Lo siento, solo se me vino a la mente el comedor de mi casa. Cuando estudiaba para el colegio siempre lo hacía en esa mesa, así que fue lo primero que pensé” dijo avergonzada. Pero los niños solo le dijeron que era muy bonito el lugar y que les gustaría estudiar ahí con ella, y eso fue lo que hicieron.

 

Lo que los tres niños no sabían, era que Hermione cuando estaba en el colegio muggle siempre había querido llevar a sus amigos a estudiar en su casa, pero los niños de su escuela eran crueles con ella por ser tan estudiosa, por su carácter mandón y por su apariencia. Ver a Draco señalando un error en el ensayo de encantamiento de Harry, mientras este se veía afligido al ver como se acumulaban sus errores a cada segundo; al ver como Ron le pedía que por favor revisara su ensayo de herbología y ella tomaba ese ensayo empezando a leerlo, por fin pudo sentir que pertenecía a un grupo, al fin tenía amigos. Ella por fin es feliz. (Esto obviamente sería información que compartiría en un futuro a sus amigos, por ahora solo disfrutaría este momento)

 

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Siguieron buscando información sobre Nicolás Flamel en vano, y pasaron las semanas, ya estaba terminando la primera semana de diciembre y los jefes de cada casa estaban pasando una lista para que se registren a los estudiantes que se iban a quedar para las vacaciones. Cuando Draco bajo a la sala común pudo ver al profesor Snape con un pergamino esperando que se registren las serpientes. Al verlo el profesor le pasó el pergamino sin preguntas, debido a que todos en Slytherin por no decir en todo Hogwarts ya sabían que no iba a ir a su casa esta Navidad, todo gracias al vociferador de su padre.

 

Al momento de agarrar el pergamino pudo ver que eran pocos los alumnos que se iban a quedar por parte de Slytherin, con él en total eran 5 alumnos anotados, le generaba dudas los otros cuatro nombres, porque no los había escuchado. Tal vez su mirada reflejó su pensar porque el profesor le respondió “Son alumnos de quinto año, se están quedando para seguir estudiando para sus TIMOS de Defensa contras las Artes Oscuras” el niño solo asintió “Deberías ir ya a desayunar” Draco apresuradamente puso su nombre y se retiró.

 

Al ir al desayuno se acercó a sus amigos para desayunar, debido a que era domingo.  “Entonces, ¿Quién se va a quedar para Navidad?” dijo Draco mientras agarraba unas tostadas y la mermelada de manzana, empezó a untarla, mientras Harry le servía su té de manzana. “Gracias Harry”

 

“De nada. Y yo me voy a quedar para Navidad, cómo les dije prefiero pasarla aquí en Hogwarts que en Privet Drive” habló Harry mientras recibía por parte de Draco una tostada untada con la mermelada de manzana (desde el partido de Quidditch tuvieron un acuerdo silencioso de que los fines de semana Harry iba a probar de la comida de Draco)

 

Mientras Ron seguía comiendo decidió intervenir “Yo también me quedo, mis padres y mi hermana estarán visitando a Charlie en Rumania, empezó a estudiar sobre Dragones”

 

“¿Sobre dragones?” dijeron los tres niños emocionados.

 

Ron solo asintió “Sí, a mi hermano siempre le ha gustado las criaturas mágicas, especialmente los dragones” sus amigos estaban impresionados ninguno sabía que existía una carrera como aquella.

 

“Yo me iré a casa, vamos a visitar a mis abuelos esta Navidad” dijo Hermione, un poco triste por no pasarlo con ellos, pero al mismo tiempo feliz porque iba a ver a sus padres luego de un largo tiempo.

 

“Diviértete mucho Hermione, aquí te extrañaremos”

 

Así pasaron los días, los cuatro amigos estaban intentando pasar el mayor tiempo posible juntos, porque Hermione se iba a ir esa semana. Cuando no tenían clase, sacaban la mayor cantidad de libros posibles de la biblioteca e iban a la habitación ‘necesito’ (sí, ninguno tenía imaginación para un buen nombre) para empezar a buscar sobre Nicolás Flamel y avanzar sobre las tareas que mandaban los profesores. Cuando Ron y Harry ya habían derretido sus cerebros de tanto leer, se daban un tiempo para distraerse jugando ajedrez o Snap Explosivo. Además, aunque le hayan insistido a Hagrid, este no quiso darles más información sobre Flamel.

 

“No hemos encontrado nada sobre Flamel, ni siquiera se nos permite entrar a la sección prohibida de la biblioteca” dijo Harry recordando como Madam Pince lo corrió de la biblioteca al verlo cerca de esta sección.

 

“Tal vez si fuéramos mayores podríamos entrar, los alumnos mayores que están en el curso avanzado de Defensa contra las Artes Oscuras pueden pedir esos libros” Ron mencionó mientras empezaba a jugar con su pluma.

 

Hermione cerró el libro que estaba leyendo “No somos esos estudiantes, por lo tanto, no nos permitirán entrar. Además, no conocemos a nadie de ese grado que nos quiera ayudar”

 

“En Slytherin se van a quedar algunos alumnos de quinto año para estudiar esa asignatura” recordó Draco la conversación con Severus. “Pero no creo que nos ayuden, no le agrado a nadie de ahí”

 

“Tal vez ellos tengan el permiso, si lo podemos robar podremos revisar los libros de ahí” dijo Harry pensando las formas de cómo obtener este permiso.

 

“Antes de hacer algo, debemos tener un plan. Ni siquiera debes conocer quiénes son esos alumnos o sí Draco” cuestionó Ron, recibiendo la negativa de Draco “Entonces debemos primero ver quiénes son, su itinerario, y luego quitarles su permiso, si lo tienen. También pensaba en Percy, pero creo que él está estudiando más sobre encantamientos y no creo que tenga ese permiso en sus manos.”

 

Estaban planeando como solucionar ese problema de la sección restringida, para luego pasar a las despedidas porque Hermione se iba el día siguiente.

 

“Deben seguir buscando mientras estoy fuera” dijo su amiga “Cuando encuentren información me mandan una lechuza”

 

Al comenzar las vacaciones, los tres chicos seguían buscando sobre Flamel, pero con menos intensidad que antes, eran niños, querían disfrutar de sus vacaciones. No podían culparlos.

 

Draco pasaba la mayor parte en la sala común de Gryffindor, conversando con sus amigos sobre el Quidditch, o hablando sobre algunos profesores, a veces jugando el ajedrez mágico, en ocasiones leyendo los libros seleccionados para encontrar sobre Flamel, y lanzar ideas sobre cómo quitar el permiso a los niños de quinto año (estrategias divertidas pero imposibles de llevar a cabo. Desde el chantaje hasta lanzarles un imperius fueron las ideas dadas) Cuando estaban cansados de estar ahí adentro, salían abrigados y agarraban la escoba de Harry para ponerse a volar, evitando que los profesores los vean.

 

“Solo me he montado en la clase de vuelo, no quiero subir, solo los voy a ver” decía Draco un poco asustado cuando le dijeron que era su turno. Pero no debía subir porque o si no quería empezar a jugar y aún creía que su condición le daría una ventaja injusta. Todavía quería creer que era una buena persona.

 

“Vamos Draco, si quieres puedes subir conmigo, yo no te dejaré caer” dijo Harry mientras subía en la escoba y esperaba que Draco se posicionara atrás.

 

Ante la insistencia del niño aceptó “Si me dejas caer Harry, te juro que te mato” dijo lo más serio mientras se ponía atrás del niño y lo abrazaba con fuerza por la cintura al sentir el movimiento brusco. Podía sentir como iban subiendo, pero tenía su cara enterrada en la espada de Harry porque podía sentir la adrenalina de estar volando, pero no quería ver, no quería que le gustara.

 

No quería emocionarse.

 

Porque si le gustaba, y no podía jugar. Se sentiría mal.

 

“Mira Draco, que bello paisaje” dijo Harry agarrando una de sus manos que estaban apretando su casaca. “No te vas a arrepentir con la vista” la curiosidad lo hizo levantar la mirada y pudo ver el blanco de la nieve siendo iluminada por los rayos del sol que se estaba escondiendo para darle bienvenida a la luna. Eran tan bello, que se quedó hipnotizado con el paisaje frente de él, solo pudo sentir como Harry se movía, pero su mirada seguía en el paisaje “Hermoso”

 

“Tienes razón Harry, es tan hermoso” le encantaba la vista “Debo de afirmar que tuviste razón por primera vez, ¿no?” dijo divertido mientras lo miraba “¿Te estás resfriando? Te dije que esa chaqueta no era suficiente para abrigarte, eres un tonto, si te enfermas no te voy a visitar en la enfermería” dijo un poco molesto Draco, haciendo resoplar de la risa a Harry “Todavía te ríes de mí, eres un descarado Potter” ahora se encontraba indignado iba a seguir hablando cuando vieron abajo como Ron se movía exageradamente, hasta que vieron que era la señal de “Un profesor” dijeron asustados y bajaron lo más rápido posible, lo bueno es que no estaban a una altura muy elevada y estaban siendo tapados por unos árboles.

 

Cuando bajaron, vieron que Ron ya había excavado un hueco en la nieve en el cual pusieron la escoba y la taparon, empezando hablar disimuladamente mientras esperaban la llegada de la profesora McGonagall. “Puedo saber ¿Qué hacen?” dijo la profesora mirándolos con sospecha, debido al frío y que estaban un poco apartados del castillo.

 

“Estábamos aburridos en la sala común profesora, queríamos salir un rato” dijo Ron un poco nervioso.

 

Harry asintió “Sí estábamos paseando, y les estaba proponiendo a Draco y a Ron sobre una guerra de nieve”

 

“Si, sonaba muy divertido, esperaba que pudiéramos jugar” dijo Draco emocionado.

 

La profesora se lo quedó viendo por unos segundos para luego suspirar “Está bien, no se olviden que terminando se deben de bañar con agua caliente para no enfermarse, y dentro de dos horas se estará sirviendo la cena” Los tres niños asintieron y cuando la profesora se estaba dando la vuelta Harry hizo una bola de nieve y se la lanzó en toda la cara a Ron. Dejando estupefacto a Ron por el repentino ataque.

 

Esta acción solo generó una risa en Draco, y la venganza por parte de Ron que le lanzó otra bola de nieve a Harry. Así empezó la guerra de nieve entre los tres niños.

 

.

En la mañana de Navidad, cuando Draco se levantó en su solitaria habitación pudo ver en los pies de su cama unos regalos. No esperaba que le llegaran estos regalos a él, estaba muy sorprendido. Eran en total 4 regalos que tenía, pudo ver los nombres uno era de los Weasley, otro de Harry, otro de Hermione y el último el más grande era de Snape.

 

No le sorprendió que no tuviera regalos por parte de sus padres, pero dolió. Dolió mucho.

 

Agarró el regalo del profesor Snape, un objeto que tenía guardado en su baúl y fue a la habitación del profesor de pociones apresuradamente, no había ido a esa habitación desde el comienzo del año escolar, cuando recibió el pase para entrar abrió la puerta.

 

A diferencia de la primera vez, la habitación no se sentía fría, esta vez podía sentir la calidez en ella. Tal vez Snape calentó la habitación por el clima tan frío de hoy.

 

“Buenos días, profesor. Feliz Navidad” dijo entrando con una pequeña sonrisa “Gracias por su regalo” dijo mientras levantaba el regalo.

 

“Draco, feliz Navidad” dijo Snape dejando su té negro a un lado, sabía que era el té favorito del profesor. Snape se levantó y le tendió una taza de té de manzana, el cuál tomó muy feliz. “Espero te guste el regalo” susurró mientras le daba un sorbo a su té negro.

 

Draco decidió en ese momento abrir el regalo, estaba emocionado, Snape ya le había regalado una lechuza ahora le estaba dando otro regalo. Cuando rompió la envoltura vio un peluche de un Dragón muy adorable, se sorprendió porque esperaba libros o un set completo de plumas o cualquier cosa útil, pero no esto “Te acordaste” dijo mientras abrazaba al peluche. Hace un mes mientras estudiaban sobre dragones (por pedido de Draco más que nada), le gustó mucho sobre el dragón Opaleye de las Antípodas, sin querer soltó que quería uno. Recibiendo una negativa por Snape, diciendo que estaba prohibido tener dragones, sacándole un puchero a Draco por eso. “Me diste mi propio dragón Opaleye de las Antípodas. Muchas gracias” dijo emocionado, dando leves saltos de felicidad. “Este es mi regalo para ti, espero te guste. Aunque fue hecho a mano” dijo un poco apenado lo último.

 

Le dio un pequeño pergamino envuelto, estaba ansioso mientras veía como el profesor desenrollaba el dibujo.

 

Como no veía ningún movimiento por parte del profesor se acercó y empezó a explicarle su dibujo “Somos los dos mientras me enseñabas como alimentar a Aquiles, me gusta recordar ese momento. Me ayudaste mucho con él, no sabía cómo cuidarlo apropiadamente. Siempre me estás ayudando. Gracias Snape” le dio un abrazo rápido para luego salir corriendo al ver como el profesor se había paralizado.

 

No quería sentirse rechazado.

 

Dejó su peluche en su cama, para agarrar los demás regalos e ir a la torre de Gryffindor, había acordado con sus amigos que iban a abrir sus regalos juntos. Al llegar a la hora acordad susurró la contraseña que le habían dicho. Subió corriendo a la habitación de los niños y al verlos dormidos le lanzó a cada uno una almohada en su cara para que se levanten. “¡Feliz Navidad! Ya levántese o yo les quitaré todos sus regalos” dijo Draco mientras empezaba a saltar en la cama de Harry.

 

Los dos niños se levantaron con mucho sueño y al mismo tiempo le lanzaron sus almohadas, comenzando así una pelea de almohadas entre ellos. Que terminó cuando cansados se tiraron en la cama de Harry. “Feliz Navidad” dijeron los dos niños recién levantados. “Es hora de los regalos” dijo Ron emocionado mientras veía sus regalos.

 

Ron al ver que ellos tenían un regalo envuelto deforme, se sonrojó “Yo le comenté a mi madre sobre ustedes. Que tenía tres amigos y acordamos en que hiciera este jersey yo elegí el color para cada uno y yo bordé la letra del medio” Los dos niños abrieron. Harry tenía un jersey tejido a mano de color verde esmeralda con una letra H de color dorado. Draco tenía uno de color gris con una D dorada. Se lo pusieron y les quedaba un poco grande, pero estaban felices.

 

“Gracias Ron” dijeron con una gran sonrisa.

 

Por parte de Hermione cada uno recibió unas galletas caseras muy deliciosas de sus sabores favoritos.

 

Al ver como sus amigos agarraban sus dibujos se puso también nervioso. A Ron le regaló un dibujo de Ron jugando ajedrez mágico contra Percy, mientras los tres animaban a su amigo a ganarle a su hermano. A Harry le regaló un dibujo de los tres (Ron, Hermione y Draco) emocionados viéndolo mientras sostenía una snitch en su entrenamiento. A Hermione le había dibujado mientras ella les leía un cuento muggle, los tres atentos a ella. “Espero les guste” dijo sonrojado “Si no les gusta, pues mala suerte, no hay nada más”

 

“Está increíble Draco” dijo con una sonrisa Harry mirando detalladamente el dibujo.

 

“Sí amigo, tienes talento”

 

Por parte de Harry recibieron un tallado algo brusco y un poco deforme de madera de la figura de una cabeza de un león y arriba de ella la cabeza de una serpiente, y en la parte de atrás estaba tallado el nombre de cada uno. “Recibí un poco de ayuda de Hagrid, es un adorno” los dos felicitaron a su amigo por su trabajo. A parte de esos regalos, su amigo de ojos verdes tenía uno extra que al abrirlo vieron una capa de color gris plateado.

 

“Es una capa de invisibilidad” dijo emocionado Ron. “Debes probártela”

 

Harry se la puso en sus hombros y solo era una cabeza flotante, sus amigos lanzaron un jadeo sorprendido. Harry leyó la nota adherida al regalo “Era de mi padre”

 

“¿En serio? Pero ¿Quién te la mandó?” dijo Draco desconcertado. Harry iba a responder, pero en ese momento entraron los hermanos de Ron, los gemelos. Inmediatamente su amigo escondió la capa, los otros dos entendieron que Harry quería mantenerlo en secreto.

 

“¡Feliz Navidad!”

 

“¡Mira, Harry y Draco también recibieron su jersey Weasley!” Dijeron los niños mientras enseñaban sus jerséis de color azul. Los gemelos empezaron a generar revuelo cuando vieron que Ron todavía no se ponía su jersey, también cuando Percy entró y todavía no tenía puesto el suyo.

 

Mientras ellos hacían todo ese bullicio Harry se les acercó y dijo “Se me ocurrió una idea de cómo entrar a la sección prohibida” tenía una sonrisa mientras disimuladamente señalaba con la cabeza a la capa de invisibilidad.

 

Draco y Ron solo sonrieron emocionados. Hogwarts estaba abierta para ellos.

 

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