Draco Malfoy y el León furioso

Harry Potter - J. K. Rowling
F/M
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Draco Malfoy y el León furioso
Summary
La vida nunca ha sido justa para los inocentes, eso lo puede dar por hecho Draco quien ha vivido desde su más tierna infancia en un abismo de dolor, sin embargo, cuando pudo liberarse con secuelas de aquella vida y con esperanzas para el futuro todo se derrumbó cuando descubrió que no era amado por su familia, además de que el colegio a dónde iba a residir no era el lugar seguro que prometían ser.Lo único que le queda es seguir sobreviviendo.Solo sobrevivir o eso creía.
Note
Buen día, tarde o noche. Como podrán ver este fic será un reescritura de la saga, por lo cuál espero poder captar la atención sobre los nuevos sucesos que se vayan agregando con el tiempo.Además de que este capítulo, es como una introducción vago de los sucesos que se van ir desarrollando dentro de la serie.Advertencia de violencia, odio a uno mismo, amor poco saludable a la familia.Gracias.
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Severus Snape

A la mañana siguiente se levantó más temprano que sus compañeros de habitación (aunque no sabía si era que se estaban escondiendo de él o seguían desmayados) y se puso el uniforme de Hogwarts con los colores verdes junto a su túnica que lo representaba como parte de la casa de Slytherin. La vestimenta que traía era de su hermano, las que usó el año pasado en el colegio, debido a que sus padres no pensaban gastar más dinero de lo necesario con él.

Mientras bajaba a la sala común pudo notar otros estudiantes de grado superiores que al verlo se quedaron completamente callados, y de nuevo, lo seguían evaluando. Si siguen pensando como actuar a mi alrededor, me hace creer que son de lento pensamiento. Se dirigía a la puerta para salir cuando escuchó una voz muy familiar 

"Bien mi pequeño sirviente, lleva mis cosas al comedor" dijo su hermano mientras le lanzaba su bolso al rostro. Esta simple acción por parte de Lesath logró que los alumnos del Slytherin vean que Draco no contaba con ningún favor de su familia, con ninguna honra y como tal lo calificaron. Como un ser inferior.

Draco aguantando lo que quería gritarle a su hermano, decidió salir con su bolso, no quería que la mala relación se intensificara con el único familiar que estaba cerca con él en el colegio. Así fue como llegó al gran comedor, caminando detrás de su hermano y de los dos amigos de este, que paraban hablando peste de cada alumno que veían, haciendo que huyeran asustados algunos de los alumnos, otros solo los ignoraban. Parecían acostumbrados a este actuar de los Slytherin.

Cuando llegaron a la mesa de Slytherin su hermano lo espantó cuando estaba por sentarse junto con ellos, así que levantándose se fue a la esquina más alejada del comedor. 

Estaba concentrado buscando algunas manzanas cuando en eso escuchó que lo saludaban atrás suyo "Hola Draco" dijo Potter junto a un Weasley quién se encontraba más dormido que despierto, los dos se estaban acercando a la mesa de Slytherin. Weasley al estar medio dormido se notaba que solo seguía a la persona a su lado. Este acercamiento solo provocó que los demás estudiantes empezaban a cuchichear, parecía que un Gryffindor fuera amigo de un Slytherin, o que uno se acerque a la mesa contraria, era un sacrilegio.

"Hola Potter, Weasley. ¿Qué tal sus compañeros de cuarto?" intentó conversar cordialmente con los dos, ya tuvo demasiados roces el día anterior y quería evitar cualquier nuevo enemigo. Se levantó de la mesa al sentir la mirada de su hermano, era una miraba llena de enojo "Mejor deberíamos ir a su mesa a conversar, aquí puede ser un ambiente muy hostil" mencionó mientras empezaba a caminar a la mesa de Gryffindor que para mala suerte era la más alejada a Slytherin, debido a que estaban a extremos del comedor, en el medio de las dos se encontraban la mesa de los Ravenclaw y Hufflepuff. Los dos niños solo lo seguían sin ningún problema, mientras Potter se dedicaba a hablar sobre sus otros tres compañeros unos tal Neville, Seamus y Dean.

Los tres estaban desayunando mientras seguían hablando, bueno Potter seguía hablando. El de cabello negro y Draco estaban sentados juntos, frente suyo estaba sentado Weasley que devoraba todo lo que tenía en el camino "En serio Weasley, eres un cerdo" dijo Draco disgustado al verlo comer como si nunca hubiera comido en toda su vida, hasta parecía que estuviera atragantándose con la comida con lo rápido que se lo llevaba todo a la boca.

"Al menos yo si me alimento Malfoy, no como tú que solo estás comiendo esas manzanas, eso no es comida a mi opinión culinaria" dijo hablando con la comida aún en la boca mientras lo señalaba con una tostada, asco "Y ahora que ya estoy más consciente y despierto, ¿Qué haces en esta mesa?" dijo mirándolo con sospecha.

"Potter me invitó" dijo, pero al ver que este iba a refutar a sus palabras, su mirada cambió a una un poco más dura "¿O no Potter?" no iba a ser tachado como un mentiroso, aunque en realidad no lo hayan invitado. Solo quería escapar de la presión que sentía por las miradas que le dirigían los Slytherin, especialmente su hermano.

"Eh... ah.... Sí, sí yo lo invité" dijo haciendo un puchero. En ese momento Granger se sentó al lado de Weasley que al ver como comía parecía que estaba reconsiderando su decisión.

"Me sorprende que hayan bajado tan temprano" habló mientras empezaba a servirse su desayuno mirando a los tres niños, especialmente a los que estaban frente de ella "Y, ¿No está contra las reglas que estés sentado aquí?" su mirada se detuvo en Draco al verlo sacado de la pena sentado en la mesa de los leones, intentando ignorar todas las miradas que iban dirigidas a su dirección.

"No sé si existe esa regla en el colegio, pero ya llevo varios minutos aquí y ningún profesor nos ha reprendido, he de suponer que no hay ningún problema" levantó los hombros restándole importancia al asunto. Siendo secundado por Potter.

"Draco tiene razón, ya estamos sentados aquí por unos diez minutos y no han dicho nada, ni siquiera los de nuestra casa" dijo mirando a sus compañeros Gryffindor que estaban lanzando miradas extrañas al grupo reunido, y él creía que no decían nada porque querían llevarse bien con Potter, parecía que era alguien famoso en esta comunidad mágica.

Potter y Draco estaban esperando a que terminaran de desayunar Granger y Weasley, este último todavía no había terminado porque había desayunado como hasta por tres personas. Al terminar los leones se dirigieron a su jefa de casa que era la profesora McGonagall y Draco se dirigió al suyo, Severus Snape, que al verlo llegar a la mesa de Slytherin para recibir su horario de clases solo le dijo: "Luego de la cena, reúnete conmigo" asustando a Draco completamente porque su mirada se sentía vacía. No podía creer que a las justabas iba a comenzar su primer día de clases y ya se había metido en problema con los profesores, especialmente con este profesor tan espeluznante.

Así se retiró del comedor con todo el grupo de Slytherin de primer año, que iban a las mazmorras a recoger sus útiles para los cursos necesarios del día. Al salir pudo ver un gryffindor esperando, tal vez el único alumno de todo Hogwarts que parecía siempre buscarlo "Draco que mala suerte que solo tengamos un curso juntos" Potter señalaba su horario, en el cual se podía apreciar que el único curso que tenían era 'Pociones', mientras empezaba a caminar a su lado. "¿Vas a tu casa? Si quieres te acompaño y no te preocupes por mis cosas, Ron lo va a llevar a nuestro salón" hablaba un poco avergonzado.

Estaban los dos caminando mientras comparaban sus horarios para ver si al menos tenían tiempo libre juntos, cuando notaron en un extremo que se acercaban a ellos unos niños. "No me sorprende que Malfoy esté junto a un sucio Gryffindor, esa es la casa que deberías haber entrado y no en una casa tan prestigiosa como la de Slytherin" habló el niño moreno junto al de cabello chocolate, siendo resguardados atrás por los dos grandulones, eran sus compañeros de habitación.

Potter como el valiente caballero de brillante armadura que era se adelantó "Dejen en paz a Draco" se puso entre él y los bravucones de Slytherin, intentando proteger y ocultarlo con su cuerpo, esperando que no sea visto por esos cuatro niños. Podía ver tensa su espalda y como apretaba con fuerzas sus puños y parecía que, en cualquier momento, ante cualquier otra provocación saltaría sobre eso ellos.

Poniendo una mano sobre el hombro de Potter dio un paso adelante "Por lo que veo su tardanza al comedor fue para que les desaparezcan los moretones que tenían en la mejilla" se burló Draco mientras señalaba su ojo con una sonrisa engreída, recordando que en ese lugar los había golpeado ayer en la noche. Esto solo ocasionó el rencor en los Slytherin, provocando de que se acercaran, por ello levantó su puño de forma amenazante y los niños retrocedieron asustadizos. Parece que había generado un trauma, esperaba que siga así y no vuelvan a molestarlo de nuevo. 

Cuando notó la mirada de Potter llenas de dudas sobre el raro intercambio le susurró en el oído "Te lo contaré más tarde, pero espérame voy a entrar para sacar mis cosas" se metió a la casa de Slytherin para ir corriendo a recoger sus útiles. Cuando salió pudo ver a Potter recargado en la pared opuesta un poco sonrojado y que al verlo se acercó rápidamente "Vamos Potter, si corremos podemos alcanzar nuestras clases" empezó a correr siendo seguido por el pelinegro.

 

Al terminar el día, estaba de nuevo en la mesa de Gryffindor acompañando a Potter mientras escuchaba como discutían Granger y Weasley "Han estado así todo el día" se quejó Potter viendo que ahora empezaban a discutir sobre los modales en la mesa de Weasley "Se ve que no se caen nada bien, los dos paran molestándose" al terminar de comer se despidieron y solo pudo aguantar la risa mientras los tres leones se iban retirando, con esos dos discutiendo y Potter con un caminar cansado, con los hombros caídos y mirando el suelo como si se estuviera lamentando sus decisiones.

Así se fue lo más rápido posible a las mazmorras para preguntar al prefecto dónde quedaban las habitaciones del profesor Snape, porque no había olvidado en todo el día que lo habían citado. Su apuesta más segura era que lo citaron para castigarlo por sentarse en la mesa de los Gryyfindor, no recordaba haber hecho nada malo, a menos que los Slytherin lo hayan delatado por los golpes. Llegando al despacho del profesor Snape tocó su puerta y pudo escuchar una escalofriante voz que le dio el pase.

"¿Vas a quedarte en la puerta toda la noche y desperdiciar mi tiempo?" siseó el profesor de pociones mientras bajaba el libro que estaba leyendo para dedicarse a mirarlo con una mirada vacía. Haciendo que entrara con rapidez cerrando la puerta a sus espaldas, al entrar al despacho sintió un frío desagradable por lo cual dirigió su mirada a las ventanas que se encontraban cerradas, por lo tanto, no sabía de dónde venía esas corrientes de aire helada "Primer día de clases y estás confraternizando con esos Gryffindor" lo último se escuchó como si decir esa palabra fuera lo más repugnante de la vida "Me puedes explicar, ¿Por qué? ¿Por qué decides alejarte de los niños de tu propia casa? ¿Además de que tus compañeros de habitación se hayan presentado temprano a la enfermería para poder curar unos moretones que no tenían en la noche de selección, pero sí a la mañana siguiente?" se levantó de su asiento y se fue acercando a Draco.

"Am... en realidad..." estaba nervioso, muy nervioso. Ese hombre tenía un aura muy oscura que lo intimidaba, pero al ver como su mirada se afilaba por su tartamudeo dio un respiro y decidió responder a todas sus dudas "Estaba con esos Gryffindor porque no había nadie más que quería estar conmigo en todo el día. Todos los Slytherin me odian o me ignoran, así que cuando esos niños querían pasarse de listos conmigo no los iba a dejar, porque prefiero ser temido que maltratado por esos tontos" soltó mientras tomaba un gran respiro y miraba al profesor directamente a los ojos. No sabe que pasó, pero la mirada de ese tenebroso profesor parecía ¿suavizarse? al verlo, tal vez ya estaba volviéndose loco "Y no pienso disculparme por eso" miró a otro lado, nadie lo iba a obligar a disculparse por defenderse, nadie.

Escuchó un suspiro por parte del jefe de su casa "Detención" Draco volteó a verlo con los ojos y boca abiertas por la sorpresa e indignado "Por dos meses, todos los sábados en la noche te reunirás conmigo" lanzó una sonrisa media siniestra cuando vio que iba a quejarse, por lo ello decidió callarse "Además, no puede ser posible que decidas atacar a esos mocosos como si fueras un muggle, debes recordar de que eres un mago, niño insensato. Además de dos puntos menos a Slytherin. Puedes retirarte" volvió a sentarse en la silla en la cuál estaba anteriormente y agarró el libro.

Así Draco salió del despacho del profesor con la duda de que acababa de pasar.

Al día siguiente, pudo ver como los niños que compartían habitación con él habían sido castigados, pero para su satisfacción el castigo de esos mocosos fue pesado y sucio, debido a que era llevar los costales de abono de la clase de herbología completamente sin magia, por lo menos dos meses. Se alegraba de que esos niños no supieran levitar las cosas para hacer trampa en su castigo. Solamente esperaba que ese año no le enseñen eso en 'Encantamientos', quería seguir disfrutando, viéndolos sufrir mientras él estaba descansando en la sombra de un árbol, en ocasiones solo u otro acompañado de los Gryffindor (Weasley y Potter disfrutaban con él el castigo porque habían presenciado en persona lo horribles que eran esos alumnos, mientras Granger intentaba decirles que estaba mal disfrutar el sufrimiento ajeno).

 

Todavía era su primera semana de clases, Draco acababa de entrar al comedor con los demás niños de Slytherin mientras se reía internamente al ver como esos 4 tontos se quejaban del dolor de sus brazos por el trabajo pesado y al fin ya podía saber quién era quién, gracias a las listas que pasaban los profesores en cada clase, además ya conocía también los nombres de los demás Slytherin de su año, aunque se veía que nadie quería acercársele. Bueno lo que se pierden, se intentaba animar a sí mismo con esas palabras.

Al llegar a su mesa pudo ver que no había ninguna manzana por ningún lado, así que giró la cabeza viendo en las otras mesas, pero nada de nada. Hasta sus tres Gryffindor también negaban la cabeza ante su pregunta silenciosa de ¿Dónde están la manzanas? ya que conocían su gusto excesivo con esa fruta, así que solo se dedicó a sentarse a esperar que todos acabaran para retirarse de ahí lo más rápido posible. 

Tenía un acuerdo con Snape de que solo se sentaría en la mesa de los leones los fines de semana, esa conversación tomó toda la terquedad de Draco para que el malhumorado profesor aceptara su propuesta ya que este no quería dejarlo involucrarse con ningún Gryffindor, pero al final aceptó, pero sus meses de castigo aumentaron a un mes más por su desfachatez. Bueno, lo que uno hace por comodidad.

Cuando ya podían irse del Gran Comedor se acercó a los tres Gryffindor. Esos días se había dado cuenta que Granger solo estaba cerca de ellos porque él conversaba con la niña de las clases y al parecer eso los hacía cercanos, la relaciones sociales eran todavía una muy difíciles de procesar para él. Weasley y Potter eran un poco distantes con ella, uno más que otro, pero distantes debido a su comportamiento mandón.

"Draco, ¿Qué nos comentas del profesor de pociones?"

Al escuchar la pregunta de Granger solo pudo alzar levemente los hombros "Lo he tratado dos veces y en esas dos veces he recibido un castigo por su parte. Así que no sabría que comentarles de él"

"¿Castigado?" preguntaron los tres niños mirándolos sorprendidos "¿Sólo vamos cuatro días de clase? ¿Qué pasó?" cuestionó un muy curioso Potter.

"Mis hermanos me han dicho que es un profesor gruñón y que tienen un odio intenso hacia los Gryffindors, aunque tú no lo eres" acotó Weasley pensativo.

Granger levantó el rostro, haciendo respingar su nariz "Un profesor no puede odiar a una casa entera, sería poco profesional"

"Descubrió que fui el causante de los golpes de los chicos de mi año" los otros lo miraron nada sorprendidos porque ya les había narrado la historia sobre su primera pelea en Hogwarts. Ese día Granger solo se dedicó a decirle las normas de conducta de la escuela y los otros dos solo se reían por sus palabras, felices de escuchar que aquellas serpientes recibieron su merecido "Y sí, si es posible que odie a toda una casa entera. Puede que no me creas, pero cuando dice o escucha 'Gryffindor' pareciera que quisiera arrebatar puntos a diestra y siniestra en el mejor de lo casos, en el peor parece que quiere cometer homicidio en el acto"

Así llegaron a las mazmorras, decidieron sentarse juntos mientras seguían hablando, en esta ocasión Weasley estaba liderando la conversación sobre el comienzo de la nueva temporada de Quidditch en Reino Unido. En ese momento entró de forma dramática el profesor Snape, haciendo respingar a varios estudiantes. Empezó a pasar lista e igual que otros profesores se quedaron un rato cuando recitaron el apellido Potter (información proporcionada por Granger), sin embargo, su acción después de eso fue totalmente discordante a lo de otros profesores.

"Nuestra nueva... celebridad" comenzó el profesor viendo al niño con los ojos más fríos y vacíos que pudo verle en esos pocos días de tratarlo. Siguió pasando lista, sin dejar de mirar a Potter haciendo que este se ponga incómodo bajo la mirada del mayor. Al terminar de pasar lista empezó a hablar sobre el arte de las pociones y sobre la incompetencia de varios alumnos en esta área "¡Potter! ¿Qué obtendré si añado polvo de raíces de asfódelo a una infusión de ajenjo?" preguntó de pronto sobresaltando a los alumnos, especialmente al mencionado.

Draco solo intentaba fusionarse con la silla, porque no conocía la respuesta y para ser sincero no quería que le pregunten a él debido a que parecía que Potter no conocía tampoco la respuesta y se quedó completamente en blanco ante la mirada fría del profesor (había visto a otros profesores que cuando un alumno no sabía la respuesta, preguntaban a otro y este mayormente era al más cercano) el niño de ojos verdes con su mirada pedía ayuda a sus compañeros de mesa más cercana, que para mala suerte suya eran Wealey y él, debido a que estaba en medio de los dos, pero ellos estaban igual de perdidos que él. En cambio, Granger, que estaba al lado de Draco, levantaba la mano queriendo demostrar que ella sabía la respuesta, pero lamentablemente fue ignorada. 

Se podía escuchar la risa de los niños de Slytherin de fondo estaban burlándose de la situación, Potter solo pudo decir: "No lo sé, señor"

Con una curva en los labios de Snape de forma burlesca continuó "Es evidente que la fama no lo es todo en la vida. Otra oportunidad: ¿Dónde buscarías si te digo que me encuentres un bezoar?" ante el silencio de Potter, los niños de Slytherin seguían riéndose a su costa. Y Granger agitaba su mano esperando ser notada.

"No lo sé, señor" repitió Potter totalmente humillado.

"Parece que antes de venir no ha revisado sus libros, ¿No es así, Potter?" susurró burlesco el profesor. "Última oportunidad: ¿Cuál es la diferencia, Potter, entre acónito y luparia?"

Era obvio que Potter no sabía la respuesta, por lo cual Draco giró su mirada a Granger quien agarró su mano debajo de los asientos, sobresaltándolo por el toque repentino, y con sus dedos en su palma hizo un signo de igual. Sorprendiéndolo por la respuesta dada y disimuladamente volteó donde Potter estaba congelado para, igual que Granger, dibujar un igual en la mano del niño-que-vivió-para-estar-en-problemas (Si, Granger ya le había comentado toda la historia de Voldemort). Pero lamentablemente Potter no se caracterizaba de ser la persona más discreta de la sala porque tuvo que bajar la mirada a sus manos y luego subirla a él, por lo que tuvo que girar su mirada a otro lado evitando que lo involucraran en la situación y posiblemente en un aumento de su castigo "Son ¿iguales?" terminó preguntando, mirando al profesor que se le agrió la mirada burlona que había ganado unos segundos atrás.

El maestro empezó a caminar a la pizarra "1 de 3, para ser preguntas básicas ha demostrado que no cuenta con la competencia mínima sobre pociones, así que más le vale empezar a leer. Eso va para todos" dijo mientras volteaba a mirar a la clase "Además que se restará un punto por su descaro Potter, cree que no me he dado cuenta de que recibió ayuda" recitó las respuestas de las dos preguntas no respondidas y luego empezó a escribir las instrucciones para la cura de forúnculos, pero nunca mencionó quién había ayudado a Potter.

Ese día le demostró que, si algo puede salir mal, entonces puede volverse aún peor. Primero, Snape asignó a los grupos a su elección para poder hacer esa poción poniendo a Draco y Nott en el mismo equipo, Draco solo esperaba que Nott le siga teniendo miedo, pero lamentablemente estaba rodeado de las demás serpientes, al lado suyo estaban el equipo Zabini y Parkinson (una niña que paraba molestando a otras niñas de primer año de otras casas), al frente suyo estaba Crabbe y Goyle, atrás se encontraban Greengrass y Bulstrode. Así que estaba en el medio del nido, mientras recibía las miradas siniestras de estos niños. Era como si fueran más fuertes juntos. 

Del lado de los de Gryffindor, el profesor puso en un equipo a Weasley y Granger (combinación explosiva si le preguntaban su opinión), y a Potter con un niño rubio llamado Longbottom, que estaba muy nervioso hasta le temblaban las manos.

Así comenzaron los niños a hacer la primera poción del curso y para él de su vida. Mientras los estudiantes estaban pesando las ortigas secas y aplastando los colmillos de serpientes, el profesor paseaba alrededor de todas las mesas criticando a todos los Gryffindor porque no podían seguir las instrucciones correctamente. 

En el caso de los Slytherin, aunque no lo hacían mejor que los leones no recibían críticas por parte del jefe de su casa, pero si recibían una mirada de molestia por parte del profesor, cómo si se sintiera decepcionado de sus propias serpientes. 

Draco estaba relajado, se sentía en su fuerte, aunque nunca había hecho alguna poción con anterioridad. Estar aplastando, pesando y removiendo el caldero se sentía tan relajado que se había olvidado de que no estaba en lugar seguro. Por lo cual, lo tomó desprevenido ver cómo sus ortigas y colmillos eran robados por parte de un equipo de Slytherin, decidió no darle importancia para evitar el enojo del profesor Snape, por lo que tomó más ingredientes para empezar de cero, sin embargo, ese robo pasó una vez más hasta que decidió hablar "No me sorprende que necesiten quitarme mis ingredientes, después de todo son tan tontos e incompetentes que ni siquiera saben usar una balanza" susurró lo suficientemente alto para que los grupos más cercanos lo escucharan, en el momento que iban a responderle se escuchó un silbido y luego apareció un humo verde.

El caldero del equipo Neville-Potter acababa de empezar a botar una sustancia viscosa que se esparcía por la clase. Por suerte Potter fue lo suficientemente rápido para apartar a Longbottom cuando el líquido estaba a punto de rebalsarse y salpicara el líquido viscoso. 

Con un movimiento de varita, Snape limpió todo el desastre. "¡Chico tonto! Supongo que añadiste las púas de erizo antes de sacar el caldero del fuego, ¿no?" se notaba el enfado en su voz al profesor "Tú, Harry Potter, porque no evitaste que tu compañero de poción añadiera las púas de erizo, querías quedar bien, ¿no? Éste es otro punto que pierdes para Gryffindor" Draco vio cómo Potter iba a reclamar esta injusticia, aunque algo pasó que lo hizo morderse la lengua para no decir nada y probablemente empeorar la situación. 

De esa forma fueron botados de la clase de pociones todos los alumnos, él estaba terminando de guardar sus cosas para irse dónde estaban los tres niños Gryffindor, que lo esperaban para llevarlo a la clase de Defensa contra las artes oscuras, debido a que el curso de Encantamientos se encontraba de camino a ese salón, curso que los Gryffindor en ese momento tenían; sin embargo, la voz de Snape lo detuvo "Joven Malfoy, quédese" ahora se preguntaba ¿Qué había hecho? ¿Sabe que fue él quien le sopló a Potter la respuesta? ¿Lo escuchó con los Slytherin? Pudo escuchar las risas de los Slytherin al ver que se quedaba y la mirada de preocupación de los otros tres niños.

"Vayan yendo" les susurró a los leones, quedándose sentado esperando a que todos los niños se retiraran para que el profesor pueda decirle lo que tenga que decirle, ya estaba preparando mentalmente su defensa.

Cuando en el salón solo estaban Draco y el profesor, este último se levantó para sentarse a su lado, en el asiento libre que dejó Nott "Malfoy, he notado que estos últimos días solo te haz alimentado con manzanas ¿Por qué no has tocado otro tipo de alimentos? ¿Tienes alguna alergia del que tus padres no nos han advertido? ¿O solo eres quisquilloso con la comida?" terminó sorprendiendo al niño porque no esperó que para eso lo llamara. El profesor había tratado tan mal a Potter, por eso era sorprendente que mostrara preocupación a su persona, antes ningún adulto se había preocupado por él, siempre creyó que cuando uno crecía se volvía indiferente a las situaciones de otros o disfrutaban más en torturarlos, pero creía que Ollivander era una excepción, sin embargo, aquí estaba también Snape mostrando preocupación, aunque tal vez solo sean acciones que hacen todos los profesores, ya saben, sus obligaciones ¿Quién sabe?

"En realidad solo me gusta comer las manzanas, si como otra alimento me he de sentir muy mal. Una vez recuerdo que intenté comer una pieza de pollo, pero no pude darle más de dos mordiscos antes de empezar a hiperventilar, antes de sentir de que iba a vomitar" susurró mirando al profesor a los ojos, viendo como estos lo analizaban.

"Curioso caso ¿Sabes el motivo de este suceso?" le dio una negativa debido a que no confiaba completamente en Snape, aunque Draco sintió que el profesor no le creía en su mentira, pero debía darle un punto extra porque su intuición era correcta "Has intentado probar algún alimento que contenga esta fruta" decidió no exigir respuestas el profesor a su antigua interrogante.

Draco negó con la cabeza, nunca se le había pasado probar alimentos que tengan a la manzana en su preparación "No señor, nunca he comido la manzana en otro tipo de comida, para ser sincero no sabía que se preparaban alimentos a base de esa fruta" respondió porque los días que había conocido al profesor descubrió que este prefería que hablen antes de hacer gestos.

"Bien, ordenaré a los elfos domésticos que preparen todos los días alimentos a base de manzanas, espero puedas elegir y digerir esta elección de comida porque solo comer manzanas no te darán los nutrientes necesarios" se levantó y agarró un contenedor en el que se encontraban varios frascos de pociones "Además, después de las cenas toma una dosis de esta poción. Te dará los suplementos que deben hacerte falta por solo comer manzanas tanto tiempo, me sorprende que esa dieta que has llevado no te halla matado. Cuando se acaben te acercas a mí de nuevo, ya para esa fecha tendré terminada la nueva tanda de pociones" dijo despidiéndolo del salón con el movimiento de una mano, metiéndose en la sala dónde estaban todos los ingredientes.

"Gracias" susurró, agarrando el contenedor y guardándolo en su bolso. 

Ese profesor lo seguía sorprendiendo porque se tomó el tiempo de hacer esta poción específicamente para él y todavía iba hacer más pociones para el futuro. Sabía que era cruel con los alumnos, especialmente con Potter, pero le sorprendía que esa crueldad no se transmitiera con él, especialmente porque ha demostrado ser una paria entre los Slytherin. Era curioso e intrigante su accionar.

Con todos esos pensamientos llegó a su clase de Defensa contra las Artes Oscuras dictadas por el profesor Quirinus Quirrell, un profesor muy tembloroso y miedoso, parecía que en cualquier momento iba a tener un ataque de nervios. Era tan pasivo que no le preguntó el motivo de su tardanza, sino que seguía dictando su clase con muchos tartamudeos. Le sorprendía que fuera contratado como profesor debido a que su enseñanza era pésima a su opinión, porque no entendías nada de lo que hablaba por su tartamudeo, lo que más lo perturbaba era que en ocasiones parecía que hablaba a la nada.

Que raros son los magos.

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