
Capítulo diez Baile de Halloween
Capítulo diez
Baile de Halloween
El primer partido de Quidditch de la temporada no involucraba ni a Slytherin ni a Gryffindor. Los protagonistas fueron Ravenclaw y Hufflepuff y el ganador, sin sorpresas a segundos de empezar el partido fueron los segundos. Eso los posicionó en el primer lugar en la pelea por la Copa de las Casas, por los puntos ganados por su partido. En dicha competencia, Slytherin iba última. Les habían empezado a descontar muchos puntos, toda una movida de los prefectos de otras casas después de un anuncio muy duro de la directora McGonagall en contra de quienes vociferaban las descabelladas ideas políticas de Catherine Jones.
Estaba determinantemente prohibido repetir cualquier discurso de aquella mujer y para quien lo hiciera, sería terriblemente sancionado. Al principio, quienes usualmente repetían el lema “Muerte a los mortífagos” creyeron que nadie los iba a delatar, pero cuando hablaron enfrente de Rose Weasley, a la pelirroja no le tembló la lengua en ir corriendo a acusarlos con la directora. El castigo había sido considerado brutal. Volvieron los castigos por el Bosque Prohibido para ayudar al profesor Hagrid.
La fama del Bosque Prohibido era suficiente para aterrorizar a cualquiera, incluso a los alumnos y alumnas del último año. Allí no solo habían criaturas de todos los tipos, como las arañas gigantes asesinas que solo escuchaban a Hagrid, o los centauros que no tenían mucha fe en los magos y brujas. Sino que el Bosque Prohibido era el lugar donde había sido enterrado el cuerpo Barty Crouch y donde se había escondido el mago más tenebroso de todos los tiempos, Voldemort.
El Bosque Prohibido era un sitio que solo llamaba a la muerte.
De hecho, se decía que los chicos castigados se encontraron con las arañas asesinas gigantes. Rose dijo que eso era mentira, porque sabía de muy buena fuente (su madre) que se encontraban en las profundidades del Bosque Prohibido. Desafortunadamente, pronto descubrieron que era verdad, porque al parecer, dos estudiantes castigados, entre los que estaba el tal Michael, quisieron hacerse los vivos y se adentraron en lo espeso del bosque pensando que escapaban al castigo, en consecuencia, terminaron encontrándose con ellas.
Aterrorizados de ser enviados al Bosque Prohibido como forma de castigo, nadie se atrevía casi a decirles algo, por lo que les descontaban puntos con tan solo verlos. Jenna y el prefecto de Slytherin no serían amenaza alguna contra ellos aunque quisieran hacer lo mismo.
Para cuando llegó Halloween, la directora les tenía una sorpresa. Hogwarts organizaba un baile. Albus y Scorpius se miraron con los ojos como platos.
Quedan todos invitados al baile de disfraces edición Halloween.
Estudiantes de Primero a Tercero: 20 a 22 hs.
Estudiantes de Cuarto a Séptimo: 20 a 00 hs.
¡Chicos, es momento de invitar a las chicas!
M. McGonagall
Escuchó la voz enojada de Rose al terminar de leer el aviso.
—¿La directora McGonagall está un poco atrasada, no lo creen? —les preguntó. Albus no sabía qué decir, buscó a Scorpius con la mirada, pero estaba en blanco. Sophie pareció ser la única que la entendió.
—Sí, Rosie. Tienes razón. ¿Qué es eso de todos? ¿Dónde estamos nosotras? ¿Y eso de los chicos invitar a las chicas? ¿Es que no lee Corazón de Bruja?
Ahora la sorprendida fue Rose.
—¿Qué tiene que ver Corazón de Bruja? ¡Es basura, Sophie!
Sophie se adentró en la historia del momento. Ya no eran Scorpius y Rose, aunque a ellos eso no les importaba por lo que Albus pudo ver. La historia era de un mago llamado Theo y su novio Ryan. Uno era el cantante de Magos de caldero indecente y el otro un Buscador para un equipo que la verdad, Albus no sabía que existía.
—Yo conozco Magos de caldero indecente. No tienen mala música —dijo Scorpius, y fue ignorado olímpicamente, menos por Albus que… ¿Qué carajos?
—Las parejas del mismo sexo —explicó con toda la naturalidad Sophie, como si alguien hubiera dicho algo, por lo que le hizo dudar a Albus ¿estaba mal sentirse asombardo como estaba sintiéndose él?—, no son nuevas, pero sí raras. Aún más raro si lo dicen así. Usualmente, solo se casan con mujeres y mantienen su relación en secreto. Por eso, Theo y Ryan están encabezando el frente… esperen, LGBT, creo se llama, para que todas las parejas del mismo sexo se animen a salir a la luz y casarse sin esconderse. Creo que es una buena causa, la directora debería de pedir parejas, no quien debe invitar a quien y solo hombre y mujer ¿no crees, Rose? ¿Y ustedes?
Todos retrocedieron cuando ellas lo miró. Albus no se olvidaba de su mano fuerte sin varita. Asintió sin pensarlo ni analizarlo. Thomas enseguida enfatizó:
—100%, Sophie, tienes toda la razón del mundo.
Rose también los miró a todos con el ceño fruncido, intrigada por su reacción. Ella no había visto el poder de Sophie, evidentemente. Pero al final, después de pensarlo, asintió.
—Sí, pero no debería contar solo para el hombre hombre, la mujer también debería ser libre de elegir.
—Tienes razón —terminó Sophie.
Albus no habló mucho del tema hasta que se quedó a solas con Scorpius esa noche en la sala común, mientras hacían una redacción de Pociones que tenían atrasada por un entrenamiento de Quidditch. Vincent, de alguna manera, se la había arreglado para terminarla.
—¿Qué piensas del baile, Scorp.?
—Jooo, Al. Estaba pensando en eso, ¿sabes? También en lo que dijeron Rose y Sophie. Es que hay algo que... —su amigo hizo un mohín—. ¿Por qué suena que eso de invitar a una chica o lo que sea es todo una cosa relacionada a lo romántico? ¿Es que nadie puede ir como amigos?
Albus asintió. Eso le sentaba incluso mucho mejor. Le hacía creer al menos que se divertiría, sin presiones. Además, él nunca había ido a un baile. Su padre los odiaba, se saltaba todos los del trabajo.
—Mi papá una vez fue a una fiesta, como amigos, con la madrina de mi hermana. ¿Sabes? Yo nunca he ido a un baile —confesó en voz baja—. Tampoco me gusta eso de invitar a una chica —hizo un mohín—. ¿A quién? Imaginate si le pregunto a Sophie —llevó sus manos a su cabeza. Scorpius se rió.
—Yo fui a unos cuantos. Sé bailar y todo —le confesó Scorpius. A Albus se le abrieron los ojos como platos y el otro se volvió a reír—. Mis padres y mis tíos, sus amigos, suelen hacer fiestas entre ellos, ya sabes, no es como si los demás nos invitaran —se encogió de hombros—. Y mi madre cree que todos debemos saber bailar. Incluso Merlina sabe. Y créeme, a ella le encantan los bailes aunque no lo demuestre. Solemos bailar juntos. ¡Ah! Y los bailes en casa de los Flint gracias a Jenna suelen tener música de jóvenes.
—¡Por eso conoces esa banda... ! ¿Cómo era?
—Magos de caldero indecente.
—Sí, ese. ¿Sabías eso de que salía con otro hombre? —eso también formaba parte de su inquietud ¿Qué pensaría Scorpius, un Malfoy, una familia que en un momento pensó pestes de los sangre muggle? Ya no pensaban así, pero era raro eso de dos personas del mismo sexo juntas, aunque venía escuchando voces a favor del caso.
Scorpius no negó ni asintió de inmediato, se quedó con gesto pensativo antes de responder.
—Jenna comentó una vez que eran rumores. Su padre puso cara de asco, lo recuerdo bien porque Jenna se peleó con él enfrente de todos, defendió a Theo como defiende su hermano. Con uñas, dientes, y todo.
¡Oh, eso era nuevo! No tenía idea de muchas familias.
—¿Jenna tiene hermano?
—Oh, sí. Se llama Quincey. Entra con Mer el año que viene.
Albus asintió. Jenna no parecía mala persona, tenía que admitirlo, y era buena prefecta. Por un segundo, pensó en que antes de entrar a Hogwarts creía que Slytherin era una casa llena de gente terrible y ahora que era parte, descubrió que estaba lejos de ser verdad. Dio gracias a Merlín haber conocido a Scorpius antes de llegar a Hogwarts.
Dándose cuenta que Scorpius no encontraba la relación entre dos chicos detestable, sino que al parecer, o no creía nada, o le daba igual, hizo la siguiente pregunta.
—¿Invitarás a una chica al baile, entonces? —preguntó curioso. Scorpius se sonrojó terriblemente pero sacudió la cabeza.
—No. Eso de ir tras una chica, ya te dije, no me va. ¡Tenemos solo doce años, por las Barbas de Merlín! —Albus no podía estar más de acuerdo—. ¿Tú?
—¡Ya te dije! ¡No! Aunque me gustaría ir al baile.
Era cierto. Tenía muchísima curiosidad, e iba en aumento desde que Scorpius le dijo que él conocía y bailaba. Lo vio pensar duro hasta que de repente, mirándolo con ojos grises chispeantes, sonrió.
—Tengo una idea. ¡Oh, a Rosie va a encantarle y va a detestar que no se le ocurriera a ella! —empezó a reírse solo. Albus se sintió dejado de lado.
—¡Dime! No te rías solo. ¿Qué es?
—Vayamos juntos, como amigos. Como tu papá con la madrina de tu hermana. Así la directora deja de eso de parejas... ¡Argh! Nos divertiremos un montón. En serio, Al, tienes que vivirlo por ti mismo.
A Albus le pareció buena idea. Con su amigo tendría la diversión asegurada y podría enseñarle a bailar. Asintió de inmediato. Además, también se rió. Era una forma de atacar las normas y etiquetas viejas. Rose se moriría de envidia de que la pensaran ellos y no ella.
Al día siguiente, efectivamente, Rose pareció fastidiada porque la idea no se le ocurrió a ella, pero se le pasó cuando vio a Sophie y decidieron ir juntas. Pronto, tomó aquello como una rebelión y acarreó a Thomas y a Vincent. Aunque el último se quejó un poco.
—¡Aunque yo sí quería invitar a alguien! Pero está bien, apoyaré tu causa, Rose.
Sophie intercambió una mirada con él antes de mirar a su mellizo..
—¿A quién pensabas invitar?
—¿Te gusta alguien? —preguntó Thomas sin poder creerlo. Vincent lo ignoró pero a su hermana le encogió de hombros.
—No te incumbe.
La melliza dejó sus labios en una línea recta de disconformidad.
Finalmente, sólo tuvieron una tarea más, escoger sus disfraces.
***
Querida Merlina:
Es mi deber informarte, antes que te enteres por otros medios, como padre o madre, o tristes rumores, que he decidido asistir al baile de disfraces de Halloween en Hogwarts con Albus. ¿Puedes creer que no ha ido nunca a un baile? ¡Ni siquiera sabe bailar! Tengo que llevarlo y enseñarle.
Ah, ¿por qué voy con él? Sé que lo estarás preguntando.
Espero que no hayas quemado la carta antes de leer esta parte. Voy con él porque no queremos invitar chicas. ¿Por qué la directora quiere obligarnos a ir con chicas? Además, Vincent irá con Thomas y Sophie con Rosie. Rose. Esta será nuestra forma de protestar. Jenna está muy contenta, porque dice que ayudamos a Theo, ya sabes, su cantante favorito que ha anunciado su relación con otro chico. De hecho, Jenna nos ha hecho unos prendedores de arcoiris muy bonitos, dice que es la bandera de los que quieren ser libres de salir románticamente con quien quieran.
Pero ya ves, no salgo románticamente con Albus, vamos como amigos para así divertirnos en grande.
Saludos,
Scorpius H. Malfoy
***
El día del baile, el dormitorio que compartía Albus con Scorpius, Thomas y Vincent se llenó de carcajadas mientras se miraban entre sí. Todos, sin excepción, habían decidido ir de Vampiros y se rían cuando miraban sus colmillos falsos, pero especialmente cuando lo miraban a él, aunque una vez que se vio en espejo, ¡Maldición! ¿cómo no reírse?. Su cabello, por primera y seguramente última vez, estaba en su lugar, pegado a su cráneo. Scorpius y Thomas se habían tomado un tiempo largo para peinarlo, incluso desde hace dos días que trabajaban en una poción que serviría para ello. ¡Se gastaron todo el caldero! Pero allí estaba, ningún pelo fuera de su lugar.
Se veía muy raro. No parecía él. De verdad se veía gracioso. Además… ¿un vampiro con anteojos? Soltó una carcajada que no logró cortar hasta que se quedó casi sin respirar y debió sentarse en el piso a respirar hondo.
Merlín casi se mea encima.
Estaban tan atrasados que cuando estaban estabilizando después de reír tanto, la puerta se abrió y Sophie, vestida con una túnica fea de color verde arapienta, con una nariz que esperaba fuera falsa, larga y torcida en la punta y un grano espantoso en la mejilla, entró enfurecida.
Albus se quedó mirándola. Incluso su cabello parecía descuidado, y él sabía muy bien que estaba lejos de ser su cabello cuidado ¡Cuánto esfuerzo había dedicado a su disfraz! Se veía opuesto a lo que era, una chica muy linda y soñadora. Verla así, logró que Albus se olvidara del por qué se reía, hasta que se acordó que era por su apariencia y sintió que quería esconderse.
—¡Por los bigotes de…! —les gritó la chica—. ¿Cuánto más van a tardar? —Sophie se veía cabreada—. ¡Pero si ya están listo! Hace media hora que estoy afuera esperando con Rose. ¡Merlín! Vamos, vamos. Después dicen que las chicas somos las que más tardamos.
Sophie no se detuvo a mirar a nadie más de dos segundos. Albus agradeció eso y en cuanto la vio ondear su horrible cabello al darse vuelta para irse, todos la siguieron sin decir ni A.
Rose, como bien Sophie les anunció, estaba fuera de la mazmorra. Albus se sorprendió al verla de…
—¿Qué eres? —preguntó, sabiendo que sonaba ofensivo, pero de verdad no lo sabía. Vestía un vestido largo blanco sin mangas y unas hebillas doradas bordeaban sus brazos. Su cabello, suelto al natural, parecía fuego con sus rulos. Miró a sus amigos a ver si ellos sabían, pero solo los vio a todos boquiabiertos. Frunció el ceño especialmente a Scorpius, que parecía haberse petrificado.
—Eso es porque tío Harry, aunque se crió con Muggles, no te enseñó nada de ellos y su cultura. Vengo de una de las guerreras más importantes en las leyendas Muggles.
—¿Una guerrera? —Scorpius pareció haber encontrado su voz—. ¿Cómo se llama?
—Atena. De hecho, era la misma Diosa de la Guerra —Rose elevó su mentón y pareció enderezarse todo lo que pudo. Se veía imponente, orgullosa de su elección. Luego miró a Sophie—. Vamos, con suerte tendremos una hora de baile.
Albus pensó que era injusto. Ahora, se sentía algo tonto que todos ellos eligieran el mismo disfraz, sin embargo, todo aquello quedó lejos cuando ingresaron al Gran Salón donde sería el baile. Estaba lleno. Pero eran los únicos que venían todos juntos. Donde mirase había parejas hombre - mujer. Hasta su hermano, James, disfrazado de calavera, estaba con una chica que tal vez fuera disfrazada de duende.
—¿Con quién vino James? —susurró a su prima. Su prima respiró hondo.
—Hernietta Jones
Ante esta respuesta Albus abrió los ojos como platos. Miró otra vez. No la había reconocido. Por un momento pensó que se trataba de alguien más chica y por eso aceptó venir con el idiota de su hermano, pero era mayor. Aunque ahora que miraba mejor, su hermano podría haber ido en pareja, pero se veía aburrido e infeliz. Se encogió de hombros y miró al salón. Ya había gente bailando. Tiró entonces del disfraz de Scorpius.
—Vamos, me dijiste que me enseñarías a bailar.
La música que sonaba creía haberla escuchado en La Madriguera, tal vez por Fred o Dominique que eran los más aficionados. Cuando empezó a moverse se sintió cohibido. Muchísimo a decir verdad. Casi le dice a Scorpius de salir de allí. Pero su amigo había tenido razón al decir que con amigos sería más divertido, pronto, incluso ya cantaba el estribillo de la canción y estaba seguro que seguía bien los pasos de su amigo que reía y lo miraba con aprobación.
Las canciones fueron pasando, y mientras se la pasaba en grande, riéndose como nunca con Scorpius, echó una mirada alrededor. Rose y Sophie también la pasaban bien, Incluso Thomas y Vincent estaban carcajeando a lo grande. Entonces, los ojos y bocas de las Calabazas más grandes que colgaban en el techo se prendieron y apuntaron a lo que era un escenario.
***
Scorpius estaba agotadisimo de tanto saltar y bailar con Albus. No fue por agua porque se la estaba pasando en grande, y porque donde estaba el agua estaba sentado James Potter con su cita, Henrietta Jones. No tenía nada contra ella, de hecho, estaba sintiendo lástima, la pobre estaba sentada al lado de alguien que estaba claro no saldría bailar nunca. Él era el problema. Scorpius temía que de acercarse, James dijera algo que pudiera arruinar esta noche. Ya lo había visto dirigirle miradas de odio puro.
James estaba vestido de calavera. La pintura estaba muy bien elaborada. Aunque era una pena que cubriera sus pecas, pero el azul de sus ojos era magnetizante. El cabello rojo con olas rebeldes le daba un aire único. Una calavera muy viviente y atemorizante al mismo tiempo.
Aprovechó para respirar cuando las Calabazas se centraron en el escenario y un estudiante de Hufflepuff se septimo anunció a Magos de caldero indecente. Scorpius abrió la boca y los ojos y miró a sus amigos y amigas que estaban parados cerca de ellos. A lo lejos, escuchó gritar y llorar a miles de chicas, pero especialmente a Jenna. La pobre parecía que se iba a desmayar en cuanto Theo apareció allí, frente a ellos.
Y la música empezó a sonar.
Y los estudiantes se volvieron locos.
Sophie tiró a quien tenía más cerca, gritando enloquecida, llevando a Thomas con ella. Una chica que estaba seguro era de quinto y Ravenclaw, de los que en su momento les pronunció el discurso de Catherine Jones, se olvidó de la enemistad y se llevó a Vincent. Buscó a Albus, pero justo apareció una de sus primas, la más chica, Roxanne, y se lo llevó. Entonces, miró a Rose. Ambos se sonrieron y fueron a la pista mientras Theo cantaba.
Scorpius amaba la letra de esta canción. Rose parecía que también. Ambos bailaron, girando por turnos, a veces al mismo tiempo, riendo y cantando hasta la última nota de voz.
Sigo aguantando
Puede que nunca sepas cómo es.
Tu sangre en tus venas se congela como el hielo.
Sólo hay una fría y solitaria luz que te hace brillar.
Terminarás como los restos del muerto que escondes,
bajo esa máscara que llevas
¿De verdad creías que no podría ganar?
Bueno, mírame, vuelvo a estar de pie.
Probé el amor,
Y mientras yo este aquí, aguanto,
tú simplemente te desvanecerás (*)
***
Minerva estaba satisfecha por cómo estaba saliendo todo. Los bailes siempre unían a la gente. Aunque le sorprendieron las parejas de algunos Slytherin, pero logró ver casas entremezcladas. Ahora, incluso, veía otras casas con Slytherin. Alguien se acercó. Miró. Era el fotógrafo que llamó, y un ex estudiante de Hogwarts. Su nombre era Dennis, su apellido…
—Señor Creevey, bienvenido.
—Directora, gracias por invitarme. Así que este es el baile de Halloween.
—Así es. Ha llegado justo, señor Creevey. Logrará captar lo que quiero, la unión de las casas.
Dennis parecía que discutirá, entonces vio a los los jóvenes Malfoy y Weasley.
—Por Merlín —exclamó—. Es cierto.
Minerva miró en esa dirección.
—Si se refiere a su amistad, así es. Si hay algo más, lo desconozco. Son chicos todavía, señor Creevey. Además, esta noche, Scorpius llegó como pareja de Albus Potter. No de Rose, esto acaba de suceder por la emoción del artista.
Dennis asintió con aire distraído y empezó a sacar fotografías. Pronto, Minerva se preguntó si llamarlo resultaría una buena idea. Luego, sin embargo, le sacó fotos a más estudiantes y su ansiedad bajó de niveles.
—¿Qué sucede con el otro hijo de Harry Potter? Desde que llegué no se ha levantado de su lugar.
Minerva suspiró con frustración.
—Me temo que se parece demasiado a su padre, sentado allí con una chica que desde aquí se nota que se muere por bailar.
No agregó nada más. Henrietta le dio pena. Nadie parecía querer acercarse. Eso que en su momento fue popular este año por su tía, pero al no opinar como ella, los estudiantes volvieron a verla como la protagonista del rumor de luna llena. Cuando escuchó que James Potter la invitó, había visto una esperanza, pero ese chico tenía demasiado Potter en él. Miró a Albus, divirtiéndose con su prima.
Oh. Muy interesante lo que veía. De repente, la pista era ocupada por un grupo enorme. Los amigos habían vuelto a bailar entre ellos y Roxanne se les unió al igual que la chica de Ravenclaw. Corriendo, vio a los Scamander llegar para saltar con ellos.
Creevey, vio Minerva, se apresuró a sacar una foto a ese evento.
***
Corazón de Bruja: ¡ScorSe está que arde!
Finalmente tenemos noticias de nuestra pareja favorita: ScorSe.
El pasado 31 de Octubre, Hogwarts celebró un baile de disfraces. Todos esperábamos este momento, volver a ver a la pareja juvenil llena de amor del momento. Sin embargo, testigos nos contaron que Scorpius Malfoy asistió al baile como cita de Albus Potter.
¿Problemas en el paraíso?
No. Gente cercana a ellos aclararon que fue como forma de apoyo al colectivo que encabeza Theo de Magos de caldero indecente. Todos tenían un hermoso prendedor en su pecho. El movimiento dentro del colegio fue organizado, de hecho, por la misma Rose Weasley que asistió como la compañera de Sophie Goyle.
Pero el ScorSe no puede estar separado durante mucho tiempo, ni siquiera por una buena causa, y mientras Theo cantaba frente al colegio, Scorpius y Rose no pudieron evitar bailar juntos.
Sin duda, no solo representan los derechos de salir con quieras, sino la fuerza del amor, la única capaz de vencer el odio más grande.
No es Muerte a los mortífagos magos y brujas, no se equivoquen, el lema es “Basta de odio”
La imagen de Scorpius bailando con Rose fue tapa de Corazón de Bruja.
***
El Profeta: Harry Potter, el padre que nadie quiere para sus hijos.
Albus Potter no sólo fue seleccionado para Slytherin, casa de los magos más tenebrosos del mundo mágico, sino que estableció amistad con el mini mortífago Scorpius Malfoy. Ahora, su hijo mayor, que parecía ser el único con dos dedos de frente, sale con una chica lobo.
Ver también: Chica lobo, sobrina de Catherine Jones.
Ver también: Catherine Jones: Potter usa a su hijo para mantener callada y engañada a mi sobrina.