Draco Malfoy y las hienas mellizas

Harry Potter - J. K. Rowling
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Draco Malfoy y las hienas mellizas
Summary
La vida siempre ha sido incierta, eso lo comprende Draco porque el último año había tenido momentos felices y tristes, donde avanzó y retrocedió, donde una sombra de su pasado volvió para sacudirle el mundo, solo espera que este nuevo año sea completamente diferente.Obviamente sus deseos nunca son escuchados cuando de nuevo el bosque prohibido tiene unos habitantes con actitudes sospechosas, la pregunta que le carcome es ¿amigos o enemigos? ¿podría obtener de nuevo a una manada?Solo queda averiguarlo y no seguir sufriendo ante la respuesta que obtenga.
Note
Comenzamos la segunda parte de la serie.Espero les guste.El capítulo presente intenta detallar los días de vacaciones de Draco, los momentos felices antes de la tormenta.
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31 de octubre

Ese día, el 31 de octubre, tenía una agenda muy apretada debido a que en la noche tendría un cumpleaños de muerte de Nick Casi Decapitado que había invitado a Harry (y por consecuente a Draco, Ron y Hermione) a esta fiesta para que hable lo terrorífico que era el fantasma. Los únicos emocionados por esta invitación eran Draco y Hermione, en caso de Ron, este se encontraba molesto porque se iba a perder la cena por la fiesta de Halloween, y Harry no estaba emocionado por esta fiesta, pero ya había dado su palabra en asistir. En la tarde iba a tener un express entrenamiento con los Slytherin, su capitán no perdonaba ni siquiera que este día era Halloween, y luego de ello tenía que visitar a su amigo Hagrid.

En este momento Draco estaba esquivando las Bludgerd que le lanzaban los golpeadores de Slytherin.

“¡Deben darle al menos una vez!” gritó un desesperado Flint, el capitán del equipo de Quidditch de Slytherin, a sus golpeadores que hasta el momento no le habían podido dar un golpe al niño, sabía que el capitán lo hacía para lastimarlo, pero Draco buscaba lo positivo a todo, había tomado esto como una práctica de sus reflejos. Esto solo le ganó más el enojo del capitán “¡No puede ser posible que llevemos varias semanas practicando y todavía no sean capaces de atinarle! ¡Y tumbarlo al piso!” gritaba enfurecido volando a varios metros alejados de sus jugadores, viendo cada jugada y golpe que estaban lanzando.

 Draco voló lo más cerca posible del capitán “¡Tal vez no hiciste una buena selección!” voló sobre él mirándolo con burla al ver como su rostro se iba reflejando cada vez más el enojo “¡Aunque no me sorprende, has mostrado tener siempre un mal juicio!” habló mientras agarraba la Quaffle que le lanzó el capitán con enojo esperando que este le estrelle en el bello rostro de Draco “Y también tienes un mal brazo, eso fue muy débil” dijo con burla, mientras volaba con rapidez a un aro para anotar con mucha facilidad ante la sorpresa del pobre guardián que se quedó congelado y se ganó un nuevo reproche por parte de Flint.

Lo que le había sorprendido del equipo de Slytherin es que eran muy egoísta en el juego, querían sobresalir por sí mismo sin darle brillo a otros. Esto generaba que sea todo un caos al momento de hacer jugadas, porque en ocasiones cuando hacían formaciones para los movimientos de cazadores, Flint esperaba que le pasen siempre la Quaffle, aunque este no sea el movimiento más factible, el otro cazador enfurruñado se lo pasaba (en algunas ocasiones, en otras ocasiones se iba de frente con la Quaffle a anotar) y Draco solo para no tener ningún problema se lo daba, igual estaban entrenando, no era un partido oficial.

Otro punto que había notado es que los Slytherin buscaban mucho el contacto físico en el juego, buscaban golpear con sus codos, empujones para que reduzcan la velocidad y hasta casi agarran la escoba de otros. Eran muy sucios y tramposos.

Eso era todo lo malo, pero lo que iba aprendiendo de ellos es mantener la suficiente fuerza para que no sea tumbado de la escoba, además de poder lanzar con la suficiente fuerza la Quaffle para que no se vea antinatural. Y volar, lo disfrutaba y amaba, tal vez sea una de sus actividades favoritas. Aunque sea sobreexplotado porque aparte de que hacía las prácticas con los cazadores con sus diversas formaciones y anotar contra los guardianes, Flint lo obligaba hacer el blanco de los golpeadores para que tengan una rápida reacción a la hora de atacar al otro equipo. Todo esto solo provocaba que empezara a meterse con el capitán, devolviéndole los insultos y desprecios.

Los demás jugadores empezaron a ignorar las interacciones de su capitán con el nuevo cazador de segundo año porque era una situación de todas las prácticas que eran muy molestos para todos, menos para Draco, todo eso le parecía divertido.

“¡Es un mocoso escuálido, por el amor a Salazar!” volvió a gritarle a sus golpeadores.

Draco volvía a esquivar la Bludgerd y le sacó la lengua en forma burlesca al capitán mientras volaba frente suyo “Este mocoso escuálido ha sido capaz de limpiar el piso con todos tus jugadores… ¡Ah! y contigo también” al terminar de hablar se fue de picada porque la Bludgerd iba a él por la espalda, y Flint como no pudo ver este balón le terminó golpeando su pecho con fuerza quitándole el aire por varios segundos.

Draco siguió volando mientras se reía ante las maldiciones que lanzaba el capitán contra él y sus golpeadores luego de recuperarse, además escuchaba las disculpas desesperadas de esos jugadores.

El niño rubio no podía evitar meterse contra Flint, era divertido poder sacarlo de sus casillas y molestarlo. Tal vez, aparte de volar lo segundo que disfrutaba de las prácticas era poder molestar a Flint, era su segunda actividad favorita.

Al terminar su entrenamiento pudo notar como su capitán lo miraba enojado por lo sucedido en la práctica, le iba regañando sobre que tácticas debía mejorar y cómo debía dar golpes de hombros más fuerte porque o sino no sería capaz de quitar la Quaffle al otro equipo. Le estaba dando una retroalimentación de su entrenamiento.

Luego de ello, se bañó con rapidez en la casa de Slytherin con los de su equipo para irse a la cabaña de Hagrid, le había prometido ayudar con sus calabazas, en darle forma a estas con la temática de Halloween. Al llegar ya estaban sus amigos ayudando al guardabosque mientras le hacían rostros a la calabaza, así que se puso manos a la obra.

“¿Cómo te ha ido en los entrenamientos Draco?” decía mientras sacaba la pulpa de una calabaza “¿Siguen molestándote los de tu equipo?”

Draco recibió la calabaza de Hagrid para empezar a tallar el exterior, el niño solo levantó los hombros “El único que me molesta es Flint, los demás me ignoran hasta Lesath, es como si no estuviera ahí para él” decía empezando ver la calabaza y pensando que forma le daría, deseaba mantener su mente ocupada, no quería pensar en su hermano. Miró a la calabaza de sus amigos “¿No se ven muy sonrientes para una noche terrorífica?” dijo con una sonrisa media burlona al ver la gran sonrisa feliz de las calabazas.

Harry lo empujó con no mucha fuerza “Y qué piensas ponerle tú, ¿unas cejas fruncidas?” se jactó el niño.

“No es una mala idea” se puso a tallar la calabaza muy emocionado por la idea que le habían dado. Al pasar el tiempo Draco podía admitir que las suyas eran las más terroríficas entre todas las calabazas que se habían tallado esa tarde.

“Cof… las más feas dirás… cof” dijo Ron haciendo reír a Harry, Hermione y Hagrid, pero haciendo que Draco chille muy indignado, lanzándole un cojín a su cabeza.

“De todos son terroríficas así que ya cálmense, niños” recalcó lo último Hermione cuando Ron y Draco empezaron a rodar por la cabaña, jugueteando como si estuvieran peleando.

Harry se acercó y levantó a Draco, que estaba encima de Ron golpeándolo levemente con un cojín, para alejarlo y sentarlo a su lado “Terminemos de tomar el té y luego debemos ir a la fiesta de Nick” dijo cansado Harry porque no quería ir a esa fiesta. Hagrid ya se había retirado a poner los adornos de Halloween en el Gran Comedor.

“No puedes arrepentirte Harry, diste tu palabra, tú palabra de Gryffindor y tengo entendido eso debe valer mucho” Draco se mofó de su amigo, para luego mirarlos muy emocionado mientras salían de la cabaña “Es mi primera fiesta de muerte, ¿Qué creen que vamos a encontrar?”

“Supongo que algo lúgubre y terrorífico” dijo pensativa Hermione.

“¿Debemos cambiarnos de ropa? ¿Es algo formal?” dijo un ansioso niño rubio porque no quería desentonar en esa fiesta.

Hermione le puso una mano en el hombro “Debes calmarte Draco y no creo que haya una etiqueta para esa fiesta” intento tranquilizar.

Harry solo levantó los hombros restándole importancia “Creo que con cualquier ropa te verías lindo” soltó haciendo que Hermione y Draco lo miraran fijamente porque estaban curiosos por la elección de sus palabras. El niño de lentes al darse cuenta que lo miraban empezó a sonrojarse al darse cuenta de sus palabras “Sí, te verás lindo, igual que Hermione y… y Ron, ¿verdad Ron?” pidió ayuda a su amigo, pero al mirar a su lado este no estaba cerca “¿Ron?”

Al voltear pudieron ver a Ron, varios metros atrás suyos, mirando el bosque prohibido, se acercaron a su amigo preocupados.

Desde que habían llegado a Hogwarts no se habían acercado a ese bosque, le estaban haciendo caso al director de estar fuera de esos terrenos, no porque respetaran las reglas, sino porque aún Draco, Hermione y Harry recordaban lo sucedido hace varios meses atrás en ese lugar, de cómo atacaron al rubio y la aparición de Voldemort-Quirrell.

Hermione puso su mano en el hombro del pelirrojo al estar cerca de él “Ron, ¿Qué sucede?” dijo mirando al niño muy preocupada porque el niño estaba completamente pálido.

Por otro lado, Draco estaba inspeccionando todo lo que podía ver del bosque y se quedó tenso al notar a dos sombras juntas que estaban mirándolos, específicamente mirándolo a él. No podía ver sus formas, solo sus sombras y unos ojos negros muy terroríficos.

Su corazón latía con rapidez, solo se quedó mirando y empezando a tensar sus músculos por algún ataque que no sucedió. A los segundos estas sombras desaparecieron.

Tal vez solo sea una criatura del bosque, una criatura muy curiosa que se lo quedó viendo a él, analizándolo y dirigiéndole una mirada completamente llena de rabia. Solo era eso, una criatura que no le caía bien.

No podía ser otro león.

No podía ser un lobo.

Ya no debían existir más experimentos, solo eran él y su antigua manada… y un león. Nada más.

“¿Qué era eso?” susurró Harry a su lado, en ese momento Draco se dio cuenta que había tomado la mano de su amigo con fuerza y parecía que a este no le importaba, también pudo notar como Hermione tenía abrazado un brazo de Ron mientras miraban a la misma dirección. Aunque Ron no hubiera presenciado a ese león, este había visto como los otros fueron afectados por su presencia.

“No lo sé” Draco empezó a caminar al bosque lentamente “Pero, debo averiguarlo” los tres caminaron atrás suyo. Cuando estuvieron en el lugar en el que vieron que se habían situado las sombras sacaron sus varitas, esperando un ataque, una estampida o una broma de los gemelos, sin embargo, nada pasaba.

Mientras se iban acercando el aroma empezaba a intensificarse.

Los dos aromas lo estremecieron.

Era como si oliera al león y a él. Eran la combinación perfecta entre hombre y animal, no podía identificar que animal, pero eran de la misma especie, además de que olían muy similar su forma humana.

Draco se equivocó.

Si existía más como él y el león.

Venían a matarlo.

¿Venían a matarlo?

Lo sacudieron levemente “Draco, no hay nada. Debemos irnos” dijo Hermione a su lado.

“Lo que sea que estaba aquí ya se fue” dijo Harry empezando a jalar a Draco al castillo.

Ron también caminaba a paso lento “Nos habían estado viendo desde que salimos de la cabaña de Hagrid, ¿Desde qué hora estaría ahí esas criaturas?”

Decidió no comentarlo, quería pensar que lo que sea que había estado ahí no querían pelear. Que solo estaban de curioso. No había razón para ser atacado, él no tuvo la culpa de nada.

También fue una víctima, ¿no?

No, él no era una víctima, era un monstruo que está viviendo con dicha que en un momento se detendrá, siempre se acaba.

Y como era un monstruo a veces se sentía sucio en estar cerca a sus amigos, esos niños puros y él tan lleno de oscuridad, con manos manchadas de sangre. Tenía miedo de ensuciarlos con su oscuro pasado, por ello una parte secreta de Draco quería tener a otra persona como él para poder, tal vez, sanar y arrepentirse juntos todo el daño que habían sufrido y habían hecho sufrir a otros, porque sus odios, miedos y dolores eran el mismo. Solo ellos podían entenderse.

Nadie más podía entender este sentimiento.

“Tal vez solo fue una criatura mágica” dijo Draco restándole importancia al asunto mientras entraban al castillo y se dirigían al Gran Comedor.

Al llegar, seguía pensando en esos aromas, ¿qué hacían ahí? ¿Solo vinieron a lastimarlo o a conocerlo? ¿Serán amigos o enemigos?

Lo único preciso era que iba a estar alerta, no podía dejar que nadie del castillo sea lastimado por estos seres. Nunca se lo perdonaría.

Pero por el momento encerraría estas preocupaciones dentro de su cerebro, había una fiesta que quería disfrutar, quería ser un niño normal de 12 años un poco más. Esperaba que no le explotara todos sus sentimientos suprimidos un día.

 

Entraron al Gran Comedor y lo que resaltaba del lugar fueron las calabazas flotando con una vela dentro por todo el salón, era un gran detalle espeluznante en una fiesta tan alegre. Solo llegaron para coger algo para comer en el camino, porque Draco se había quejado de que no había comido desde el almuerzo y entrenar lo había dejado muy hambriento.

“Ahora estamos un poco retrasados” se quejó Hermione, y veía como Ron iba comiendo dos papas rellenas de queso, Draco un gran pedazo de tarta de manzana y Harry con su tarta de melaza. “Y lo peor, dos de ustedes solo agarraron un postre como alimento. Eso no es saludable” reprochó mirando a los culpables, quienes se sintieron intimidados por la mirada de su amiga por lo cuál decidieron mirar para otro lado. Ron solo se sonrió levemente.

Al llegar a las mazmorras, Draco se detuvo por un horrible sonido que le hizo taparse los oídos con la mano, pudo notar como sus amigos preguntaban qué le pasaba, pero no podía concentrarse. El sonido era como si un millón de uñas arañasen una pizarra con fuerza y completo odio. “Accio orejeras” sacó su varita, en eso a los segundos llegó unas orejeras felpudas para el frío color gris, que se lo colocó con rapidez. El sonido seguía presente, pero ahora era mucho menor “No se preocupen, había un ruido muy agudo que me había hecho doler los tímpanos” dijo empezando a caminar, siendo detenido por Harry.

“Draco, si hay un sonido muy molesto deberíamos irnos” Draco se concentró en escucharlo, porque con las tapaderas se escuchaba un poco más bajo.

Draco sacudió su mano restándole importancia “No debes preocuparte Harry. Ahora vamos es nuestra primera fiesta de muerte, espero sea más terrorífica que la fiesta de Halloween o sino estaré muy decepcionado”

Acercarse más, el frío iba aumentando y sus amigos escucharon el ruido “¿Eso es música?” se quejó Ron “¿Estás seguro de que no te duele?” miró a Draco que le dijo que estaba bien.

Se encontraron con Nick Casi Decapitado quién les dio la bienvenida, al entrar pudieron ver varias personas transparentes, quienes estaban muy desanimados paseando por el lugar, o bailando de forma horrible y de una ‘orquesta’ que tocaba esa horrible supuesta música. Draco empezaba a caminar y podía notar que de su respiración salía un humo blanco, parecía que el frío era superior a lo que había pensado.

Empezaron a caminar por toda la sala, Draco estaba emocionado de ver a todos esos fantasmas, Hermione analizaba a cada uno de ellos seguro pensando cuales eran sus historias, Harry solo buscaba entrar en calor debido al frío del lugar y Ron miraban todo con nerviosismo.

“Es el Barón Sanguinario” susurró Draco al ver al fantasma de Slytherin en esa fiesta, lo señaló para que sus amigos aprecien al terrorífico fantasma que espantaba a Peeves “Pensé que era un ser antisociable, pero miren parece disfrutar la fiesta”

Los niños miraron al fantasma mencionado “¿Disfrutar la fiesta?” dijo Harry completamente incrédulo.

“¿Estamos viendo al mismo fantasma?” Ron y Hermione preguntaron al mismo tiempo.

“No está frunciendo el ceño, eso significa que está disfrutando de la fiesta para mí” terminó la conversación Draco, tenía que defender a su fantasma de casa. Es un compañerismo Slytherin, aunque no sabía si ese fantasma había sido uno.

Siguieron viendo a los diversos fantasmas hasta que Hermione agarró de los brazos a Ron y Draco, quienes estaban a su lado, para detenerlo y empezar a jalarlos en dirección contraria dónde estaban yendo. Draco solo jaló de la manga de la túnica de Harry para que vaya con ellos. “No debemos ir por ahí, está Myrtle La Llorona” decía un poco nerviosa. “Siempre está en los lavados de chicas del segundo piso”

“¿Los lavados?”

“Para llorando en los lavados y los deja inundados. Ese baño no se ha podido usar desde que llegamos a Hogwarts” explicó Hermione a la duda de los niños.

“¿Myrtle La Llorona? Si fuera un fantasma me gustaría tener un mejor nombre para ser reconocido, tal vez como el Barón Sanguinario” dijo Draco sorprendido y horrorizado por ese nombre que la pobre fantasma tuvo que quedarse por toda su muerte.

Sus amigos no decepcionaron en seguirle el juego “O el Lobo defensor de Hogwarts” dijo Harry provocando la risa del mencionado.

“O, como dijeron Fred y George, el Cazador de Gryffindor” continuó Ron.

“Si fueras el Cazador de Gryffindor, los de nuestra casa nunca querrían acercarse. Aunque conociéndote disfrutarías asustándolos” Hermione también aportó dejando de lado su nerviosismo con la fantasma.

En eso vieron una mesa larga donde había diversos alimentos podridos, como pasteles, pescados, quesos. Toda la comida era completamente no comestible para vivos, pero los fantasmas pasaban sobre esta abriendo la boca. Cómo si pudieran degustarla.

“¿De esa forma pueden saborearlo?” preguntó Harry al fantasma.

Este con resignación solo pudo responder “Casi” para luego alejarse muy deprimido.

“Seguro lo dejaron pudrirse para que tenga más sabor” dijo Hermione con un aire curioso viendo de más cerca el pastel que estaba lleno de larvas blancas. Sí, esperaba nunca ser un fantasma, no podría estar de esa forma por una eternidad, era muy triste.

Harry dio un paso para atrás “Que feo debe ser no poder comer tu comida favorita” susurró lo más suave posible para que los fantasmas no lo escucharan y se enojaran con ellos. Los tres niños asintieron, especialmente Ron quién amaba mucho la comida.

Se alejaron de la mesa de aperitivos debido a que su amigo pelirrojo estaba poniéndose verde del asco por el fuerte aroma. “Tenemos que admitir que esto es un poco… deprimente” Harry habló al estar un poco alejado de varios fantasmas, los cuatro estaban en una esquina escondidos. Draco en ese momento vio a sus amigos que estaban un poco tensos, no sabía si era por lo sucedido en el bosque o por la deprimente fiesta de la muerte en la que estaban.

Cuál sea la razón, no iba a permitir que siguieran tensos.

“Vamos Harry, no podemos permitir contagiarnos de esta depresión, enseñemos como se debe bailar” Draco le extendió la mano, el cual el niño lo miró con duda su mano y luego a la pista de baile “¿Asustado Potter?” dijo para poder molestar a su amigo, sabía que, si se metían con su valentía, este buscaría defenderlo.

Y tal vez, si Hermione y Ron los ven en la pista de baile, ellos también se animen.

“Ni un poco” completamente decidido tomó la mano y jalándolo unos pasos adelante. No estaban en el centro de la pista de baile, estaban en una esquina “Ya estamos aquí, ¿Cómo se baila?”

Esto provocó una risa en Draco “Tampoco sé, pero podemos seguir el ritmo de los demás fantasmas y darle un aire vivo” dijo juguetón, haciendo que el niño de ojos verdes se sonrojara levemente y girará a mirar a los fantasmas que estaban bailando. A los segundos Harry agarró de la cintura a su compañero de baile con una mano, mientras la otra agarraba su mano, y empezaron a moverse como los demás fantasmas. Giraban cuando los veían girar. Estuvieron un tiempo bailando de la forma más descoordinada posible “¡Auch! Ese en mi pie” dijo enojado Harry al sentir como le pisaban.

“Es tú culpa por girarme con tanta rapidez, casi me mareo” se quejó Draco y lo pisó esta vez con intención. “Ups”

“Eso lo hiciste a propósito” esto solo provocó que Draco se riera ante la mirada estupefacta de su amigo “Estamos con esas, ¿no?” como venganza inclinó a Draco para atrás de forma repentina, supuestamente solo lo iba a asustar, sin embargo, Harry no contó con el peso y los dos niños se fueron contra el piso porque Draco no lo soltó.

Si él caía, su amigo también iría con él.

Ya en el suelo, Harry estaba encima de Draco. Los niños empezaron a reírse por todo lo sucedido, sí eran muy malos bailarines. Cuando las risas pararon Draco se dio cuenta que sus rostros estaban bien cerca y lo único que podía ver de Harry eran sus ojos, solo pudo pensar que los ojos de su amigo eran de un hermoso y único color verde. Le hacía recordar al verde de los bosques, esos bosques en el cuál podía correr de forma libre en su versión de lobo, en el lugar que podía sentirse en paz y tranquilidad.

Su pecho se sintió caliente sin ninguna razón lógica.

Fue muy extraño.

“Creo que eso en un punto para los muertos y cero para los vivos. Bailan peor que ellos” se burló Ron acercándose a los dos niños que seguían en el piso, que al escucharlo sus miradas se apartaron de los ojos del otro para mirar a su amigo pelirrojo, quién también estaba en la pista de baile junto a Hermione, seguro su amiga lo obligó a que la sacara a bailar “Creo que soy un mejor bailarín que ustedes dos juntos”

Hermione asintió “Aunque me sorprendió, eso parece. Los dos se veían muy graciosos intentando bailar el vals” dijo conteniendo la risa su amiga, seguro recordando como bailaron los dos niños.

Al ya levantarse, Harry ofreció una mano a Draco para ayudarlo. Estando los dos en pie miraron a sus otros dos amigos que, aunque no se veían bien bailando, parecía que bailaban mejor que ellos.

“No puedo creer que Ron baile mejor que yo” Draco habló haciendo reír al mencionado y a Hermione que estaban bailando cerca de ellos, mostrando sus dotes bailarines, siendo malos por parte del pelirrojo, pero mucho mejor que Draco y Harry “Es que el mundo se volvió loco”

En ese momento sintió que le jalaban, era Harry “Podemos seguir practicando, ¿no?” lo miró con duda “Para destronar a Ron y a Hermione de los líderes en vals” esto encendió el espíritu competitivo de Draco, quién jaló a Harry a su esquina de baile. Nadie lo iba a vencer, y aunque apreciara a Ron, en esta actividad no podía ser superado.

No supieron cuánto tiempo bailaron, y aunque la música no era la óptima para bailar los cuatro se divirtieron mucho. Hicieron leves competencias de baile hasta que Ron y Harry compitieron de quién hacía girar más a su pareja, logrando que tanto Hermione y Draco se marearan, y decidieran dar un pequeño descanso.

“Nunca vuelvas a girarme así Ronald o te la verás conmigo” gruñó una poco verde Hermione dándole una mirada enojada a Ron, quién solo pudo sonreír nervioso. Y aunque Draco no dijo nada, con solo verlo, Harry supo que esa amenaza también la tenía él sobre su cabeza.

Decidieron seguir caminando por la fiesta para tomar un descanso, pero fueron sorprendidos por Peeves quién intento darles unos cacahuates mohosos que al negarse este poltergeist decidió molestarlos.

“Los he oído hablar de la pobre Myrtle” dijo con total inocencia “No han sido muy amables con la pobre Myrtle. ¡Myrtle!”

Su amiga dio un paso adelante intentando querer callar a Peeves “Por favor, no le digas lo que he dicho, le afectará mucho” estaba desesperada ante la sonrisa malvada y burlona del poltergeist “No quise decir eso, no me importa que ella… Eh, hola, Myrtle” saludó al fantasma cuando llegó ante el llamado de Peeves.

Era el fantasma de una jovencita, de la edad de un estudiante de 14 o 15 años. Esto sorprendió a Draco porque había visto fantasmas de personas mayores, de adultos, pero el fantasma que estaba frente suyo falleció demasiado joven.

La vida era injusta, adolescentes y niños mueren sin poder disfrutar su vida, muriendo antes de poder vivir.

Myrtle murió siendo una adolescente.

Su manada murió siendo unos niños.

Y hay seres perversos afuera que siguen viviendo y dañando a inocentes.

La vida era una perra.

No sabe cuánto tiempo se quedó mirando fijamente a la adolescente fantasma, pero volvió en sí cuando ella empezó a llorar de forma desconsolada “¡Paran insultándome! ¡Todavía ese niño de ahí se me ha quedado mirando como si fuera un fenómeno! ¡Cómo es bonito seguro le parezco repugnante!” y salía con velocidad de las mazmorras, dejando sorprendido a Draco que se había perdido en sus pensamientos.

Peeves gritaba “¡La granos! ¡La granos!”

“¡Dios mío!” la tristeza se reflejó en el rostro de Hermione por lo que había sucedido.

Draco miró por el camino que se había ido la fantasma, necesitaba aclarar el malentendido “Ya vuelvo” dijo empezando a correr hasta la salida, pudo notar como sus amigos intentaron seguirlo, pero Nick Casi Decapitado se interpuso, seguro el evento principal de la fiesta iba a comenzar. Qué lástima que se lo iba a perder.

Draco corrió hasta que pudo ver las coletas de la fantasma “¡Myrtle!” la niña dejó de alejarse para voltear a verlo “Quería disculparme por el malentendido. Eh… ¿lo siento?” dijo acercándose “No te estaba viendo por tu aspecto físico, sino por tu edad” se paró frente a la fantasma “Me sorprendió mucho lo joven que eres”

“¿No me mirabas por mi aspecto?” preguntó aun llorando, el niño solo negó “¿Mi edad?”

Draco suspiró “Sí, es que me pareces muy joven para que seas un fantasma. He visto a varios de ellos, pero ya son adultos y me sorprendió mucho ver a una…” la señaló con sus manos “adolescente”

“¡Oh, sí! Soy una de las más jóvenes en la edad de mi muerte. Me volví una fantasma para vengarme de Olive Hornby” ante la mirada dudosa del niño continuó “Era una niña que me molestaba en el colegio, siempre me intimidó” se generó un silencio incómodo por varios segundos “Parece que no solo viniste a disculparte”

Draco tragó saliva, sentía que podía molestar con su pregunta o incomodarla, pero necesitaba saber “¿Es oscuro y doloroso?” susurró. La fantasma lo miró con duda, así que decidió aclarar “¿Cuándo tu alma se fue de tu cuerpo, fue doloroso y tenebroso?”

“¡La muerte! En mi caso yo no sentí nada” dijo encantada de poder ofrecer su experiencia sobre este tema “Aunque no podría decirte que de todos sea igual, yo solo estaba en el baño del segundo piso, escondiéndome de Olive Hornby. Y empecé a escuchar que alguien entró al baño, y pensé que era ella, así que decidí decirle que se largue. Pero mientras más me acercaba me di cuenta de que era un chico, y le iba a decir que se fuera a su baño, pero en ese momento morí” dijo orgullosamente lo último. Draco solo pudo pensar que los fantasmas eran un poco raros.

“¿Así nomás? ¿No te acuerdas como moriste?”

La fantasma negó “Solo vi unos ojos amarillos y luego estaba flotando, pero decidí regresar para molestar a Horny. Así que no sentí nada de dolor cuando mi alma salió de mi cuerpo. Todo fue tranquilo y lleno de paz, pero mi sentimiento de venganza pudo más y regresé. ¿Eso responde a tu pregunta?”

Draco asintió “Gracias Myrtle, me trae un poco de tranquilidad” al ver su mirada curiosa decidió explicarle, al final le ayudó a contestar su duda “Tuve algunos… amigos que fallecieron y quería saber si, ya sabes, les dolió despedirse del mundo terrenal” Draco sabía que algunos sufrieron antes de morir por desangramiento o dolor, pero no quería que cuando quedaran como espíritus ese dolor aún los persiguiera, deseaba que estén en paz. Merecían un descanso tranquilo.

“No hay problema niño bonito”

“¿Niño bonito?”

“Nunca me dijiste tu nombre”

Draco se dio cuenta que había estado hablando con la fantasma sin siquiera presentarse, se sonrojo levemente escuchando en su mente una voz que era similar a la de su padrino regañándolo por sus pésimos modales “Draco Malfoy, mucho gusto” dio una leve reverencia. Se despidió de la fantasma para ir corriendo a la fiesta de Nick, justo a tiempo para ver a sus amigos saliendo de la fiesta de forma apresurada.

“¡Chicos!” gritó corriendo a su lado, quienes al escucharlo lo esperaron. Ya todos juntos empezaron a subir unas escaleras.

Draco mientras más se alejaban de la fiesta, decidió quitarse las orejeras “Que bien que ese espantoso ruido ya no esté presente” dijo Draco, siendo afirmado por sus amigos, que luego le preguntaron dónde había ido “Fui donde Myrtle, quería disculparme por el malentendido” empezó a explicarles sobre su sorpresa de ver a una fantasma tan joven, aunque no les contó sobre la pregunta que le hizo a la fantasma, seguía hablando cuando vio a Harry mirando a los lados nervioso “¿Todo bien?” le preguntó.

Su amigo en ese momento se detuvo para agarrarse del muro de piedra. “Es esa voz de nuevo” los niños se sorprendieron porque había pasado un buen tiempo desde que su amigo lo había escuchado “Hagan silencio un momento”

Draco también decidió concentrarse en los ruidos del lugar, podía escuchar los latidos de los corazones de sus amigos, que estaban yendo muy rápido seguro por el miedo, además de algunos pasos más alejados de ellos. Pero había un sonido distinto a los demás, era un siseo que se escuchaba a lado de la pared donde su amigo se había recargado, sin embargo, a los segundo ese siseo se escuchó arriba de ellos. Eso lo sorprendió. Lo que sea que estuviera produciendo este ruido era rápido.

“¡Por aquí!” gritó Harry empezando a correr escaleras arriba, siendo seguidos por los tres. Siguieron corriendo, pasando por el Gran Comedor, y yendo al primer piso con más velocidad.

“Harry, ¿Qué estamos…?”

“¡Chssst!” mandó a callar Harry mientras se detenía, Draco solo escuchaba ese siseo, pero su amigo cada vez empezaba a ponerse más nervioso y pálido “¡Va a matar a alguien!” gritó de un momento a otro, empezando a subir otras escaleras.

Si tan solo pudiera utilizar su sentido del olfato dentro de Hogwarts podría llegar más rápido dónde Harry dice que iban asesinar a alguien, pero por el perfume que inundaba el lugar, su nariz estaba saturada. Todo lo que le quedó hacer, fue estar lo más cerca de su amigo que dirigía el camino.

Giraron a un corredor, en donde su amigo se quedó quieto “Harry, ¿Qué pasa?” preguntó Ron jadeando por haber corrido tanto, estaba secándose con su túnica el sudor.

Hermione gritó “¡Miren!”

En el muro tenía pintada unas palabras de color rojo, el lugar estaba levemente iluminado por las antorchas, por lo cuál dieron unos pasos más cerca para leer lo que se decía en el muro.

LA CÁMARA DE LOS SECRETOS HA SIDO ABIERTA.

TEMAN, ENEMIGOS DEL HEREDERO.

La letra era temblorosa y de un modo con una caligrafía terrorífica, y debajo de esta había un gran charco de agua.

Se acercaron un poco más al ver que algo colgaba debajo de la inscripción, y al llegar pudieron notar que era la Señora Norris, la gata de Filch, que colgaba de su cola en una argolla en el cuál había una antorcha para iluminar el lugar. La gata estaba rígida como una tabla, con sus ojos abiertos, fijos y asustados.

“Mierda” soltó Draco al ver todo lo que estaba frente de ellos. Debía admitir que estaba asustado, especialmente al ver a la gata que aunque no le caía bien, no le deseaba ese destino.

Ron empezó a agarrarlos a los tres de sus túnicas para alejarlos de ahí “Debemos irnos de aquí”

Harry intentó soltarse para acercarse a la gata “Deberíamos intentar ayudar” decía todavía en shock su amigo, en realidad todos lo estaban. La gata estaba colgada y parecía que las letras de la pared habían sido pintadas con sangre.

Draco también se soltó del agarre de su amigo pelirrojo, pero para agarra a Harry “Ron tiene razón, debemos irnos, si nos encuentran aquí nos echaran la culpa de todo esto” mientras daban la vuelta para desaparecer corriendo del lugar, se dieron cuenta que ya era tarde.

La fiesta había acabado.

Los alumnos de Hogwarts empezaban a acercarse al pasillo dónde los cuatro se encontraban, y no había dónde correr porque por los dos lados se escuchaban los pasos y voces de los estudiantes. No había como esconderse, fueron atrapados en una escena del crimen.

Y fue más notorio ante el silencio que se prolongó por todo el lugar, los alumnos los vieron frente al muro donde se encontraba la gata colgada.

“¡Teman, enemigos del heredero!” gritó en ese momento Nott haciendo que varios alumnos saltaran del miedo.

“¡Los próximos serán los sangre sucia!” continuó alegremente Zabini.

Lesath se puso delante de la masa de los estudiantes “Y los asquerosos traidores de sangre” dijo fascinado por ver todo el espectáculo formado, y al final mirar a Draco a los ojos.

Sí, estaban jodidos.

Los gritos de sus compañeros de año provocaron que Filch se acercara al bullicio para castigar a los niños ruidosos que ya deberían estar yendo a sus casas y no amontonados en el pasillo. Estaba con una sonrisa malvada de poder impartir castigos, pero esta desapareció de su rostro al ver a la Señora Norris colgada, a los segundos su rostro expresó una mirada completamente horrorizada y adolorida por la vista de su fiel amiga y compañera.

“¡Mi gata! ¡Mi gata!” gritaba avanzando hacia su mascota, su mirada se dirigió a los cuatro niños que estaban en su camino “¡Ustedes! ¡Ustedes mataron a mi gata! ¡Los mataré! ¡Los mataré!” gritaba fuera de sí el conserje, que iba abalanzase ante los niños, que estaban sorprendidos por el descontrol del hombre.

Fue detenido por una mano en su hombro “¡Argus!” que era del director Dumbledore quién llegaba con los profesores. Se acercó a la gata colgada y la sacó de esa argolla “Vengan Argus, Potter, Weasley, Granger y Malfoy” mencionó mirando a cada uno.

Entraron al despacho de Lockhart, a sugerencia del hombre, mientras el director empezaba a revisar a la Señora Norris. Atrás suyo podía sentir la mirada de su padrino, quién junto a la profesora McGonagall y Lockhart también estaban en la habitación.

Con la mirada su padrino sentía que le estuviera transmitiendo un ¿Qué pasó? y Draco solo pudo negar levemente alzando lo hombres, intentando transmitir un No sé, cuando llegamos la gata ya estaba colgada y las paredes pintadas, no fue nuestra culpa, de ninguno de nosotros. Ayúdanos. Nosotros estábamos en una fiesta de muerte, no hicimos nada. Bueno, esperaba que se hubiera transmitido bien todo el mensaje, aunque lo dudaba por lo largo que fue. Pero Snape solo asintió.

Por otro lado, era raro ver a Filch llorar por los comentarios que lanzaba Lockhart sobre las diversas formas de muerte que pudo haberle ocurrido a su gata. Draco no sabía si lo hacía apropósito o era tan inconsciente al dolor ajeno. Para ser sincero, sintió casi un poco de pena por el conserje, y ese casi es debido a que casi lo mata hace unos momentos por algo que no hizo.

Luego de una larga inspección el director levantó la mirada a los presentes, especialmente a Filch “No está muerta Argus” dijo y Draco sintió que no iba a ser culpado por asesinato de gato, tal vez de un delito menor. “Está petrificada” dijo intentando calmar los lloriqueos del conserje “Pero no podría decir cómo fue petrificada”

Filch los miró cuando el director terminó de hablar “¡Pregúnteles!” chilló enojado. Su rostro estaba lleno de lágrimas y reflejaba enojo.

“Son estudiantes de segundo, y esto es magia negra muy avanzada. No podrían haberlo hecho” defendió el director a los cuatro estudiantes.

Señaló a Draco “¡Entonces él tiene la culpa, viene de una familia llena de asqueroso magos oscuros!” gritó enojado acercándose peligrosamente a Draco.

En ese momento alguien se interpuso, por un momento pensó que era Snape, pero él nunca vestiría unas túnicas de color naranja chillón “Hay que calmarnos Argus. Ya nuestro estimado director dijo que es magia muy avanzada para estos niños” puso una sonrisa deslumbrante esperando con ella calmar al conserje, situación que no logró porque lo sacaron del camino fácilmente, botándolo a un lado.

Esta vez sí intervino Snape “Argus” con solo esa mención, el hombre se quedó quieto y lo miró “Dar ese tipo de comentarios a un alumno, no es tolerable” pudo sentir la mirada incrédula de sus amigos Gryffindor quienes siempre recibían comentarios nada tolerables de su padrino “Puede ser que hayas encontrado al joven Malfoy y a sus amigos en el lugar de los hechos, sin embargo, esto simplemente no prueba que hayan realizado el daño a tu gata” hablaba de una forma que todos lo miraban, dio un paso adelante para interponerse entre los niños y Filch, intentando mantener el mayor espacio entre su ahijado y el conserje enojado.

“¡No estaban en la fiesta de Halloween! Eran los únicos que pudieron hacerlo” dijo enojado.

“El joven Malfoy me había informado con anterioridad que no iban a poder asistir a la fiesta de Halloween debido a que iban a ir a la fiesta de muerte de Sir Nicolás Casi Decapitado” dijo el profesor, mientras los cuatro niños de atrás asentían a lo dicho con rapidez “Aunque me gustaría saber porque estaban en el corredor” miró directamente a su ahijado.

Los amigos se miraron y Harry decidió hablar “Estábamos cansados y… y queríamos ir a la cama” dijo con una leve duda en sus palabras.

“¡Ajá!” gritó Filch como se hubiera descubierto el secreto de la piedra filosofal “¿Sin cenar?”

“Ya habíamos comido” dijo Ron con voz potente.

En eso Lockhart también habló, él estaba a un lado de los niños “Eso lo puedo confirmar, entraron rápidamente al Gran Comedor y se llevaron varios alimentos” exagero en ‘varios alimentos’, pero su declaración hizo creer la afirmación de Ron, y ellos no iban a refutar una afirmación que los beneficiaba.

“Inocentes hasta que se demuestre lo contrario” dijo el director luego de ver todo lo sucedido entre Filch y sus profesores, el conserje siguió quejándose por todo lo sucedido “Vamos a curar a la Señora Norris, con las mandrágoras que la señora Sprout ha conseguido, cuando estas maduren se mandará hacer una poción para despetrificarla” Luego de eso le siguió una pequeña discusión entre Lockhart y su padrino por quién haría la poción, y como el director parecía que no quería que sus estudiantes vean a sus profesores así, los mandó a los niños a sus habitaciones.

Al salir, con velocidad se alejaron del despacho hasta que pudieron entrar a una habitación para poder hablar.

“¿Creen que tuve que hablarles sobre la voz que escuché?” preguntó un Harry muy nervioso.

Ron y Hermione negaron con la cabeza “Oír voces que nadie puede oír, no es una buena señal amigo. Ni siquiera en el mundo mágico”

Harry miró a Draco “¿Llegaste a escucharlo?” le preguntó porque sabía de su oído era más agudo que de otros.

Draco se recargo en una mesa “Escuché otro latido aparte de los nuestros” dijo haciendo que los niños lo miraran atentamente, esperando que continuara “Pero… pero no escuché ninguna voz extraña” eso hizo decaer a Harry. “Sin embargo, escuché otro sonido, era como un siseo”

“¿Un siseo?” Draco solo asintió “Esto es muy raro”

“Sí, Harry escuchó una voz y Draco un siseo. Hay algo que no cuadra”

Harry soltó un suspiro “Esta noche ha sido muy extraña. Además, lo escrito en el muro ‘La cámara ha sido abierta’, ¿Qué es eso?”

Draco y Hermione negaron saber ese conocimiento, salvo Ron que dijo “Me suena, tal vez Bill me ha contado sobre ello. Mañana le voy a escribir una carta para saber si conoce algo”

Siguieron hablando sobre los sucesos extraños de esa noche y de cómo seguro para toda Hogwarts eran los culpables. Eran los ‘asesinos’ de gatos.

“Tal vez el director apacigüe todos los rumores que seguro ya están rondando por todos los estudiantes” dijo Hermione dándose ánimo a ella y a sus amigos.

Draco susurró “¿Cómo si alguna vez le hicieran caso al director?” ante la mirada ofendida de los alumnos decidió explicar “El año pasado entramos por la habitación prohibida que era custodiada por Fluffy y este año entramos al bosque prohibido, por lo menos unos 15 metros. Tanto caso no les hace a sus advertencias, al menos nosotros” los niños suspiraron resignados.

Cuando escucharon el sonido del reloj, se dieron cuenta que ya era medianoche, se fueron a dormir.

Draco se sintió aliviado de ver que sus compañeros de cuarto estaban dormidos, que bueno, no quería enfrentarse a ellos en ese momento que estaba tan cansando.

Fue un día lleno de sentimientos.

Lo único que le quedó en duda era sí ese siseo tenía algo que ver con las sombras que deslumbró en el bosque prohibido.

Esperaba que no.

 

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