
Rescate
Mientras caminaban por La Hilera para llegar a su casa, Severus decidió hacer una parada en una esquina antes de su hogar. “Draco, tengo que advertirte que hay una visita indeseada en la casa. Ese inútil pavo real convenció a Dumbledore de que aún necesita mucha asesoría y está viniendo a casa para poder realizarlo” hablaba cansado por toda la situación.
“¿Qué? ¿Está en la casa?” hablaba indignado Draco de tener a alguien indeseable dentro de su hogar, especialmente a ese ser que le gustaba pavonearse “¿No podemos maldecirlo para que se valla?” su padrino solo negó totalmente arrepentido por tener que ver a esa persona.
Cuando llegaron a la casa, al abrir la puerta fueron interceptados por este llamativo señor que llevaba una túnica de color morada que en serio no combinaba nada con su persona, era un hombre rubio de cabellos ondulados, de ojos azules, no podía negar que era atractivo, pero todo eso e iba al caño al recordar la personalidad que tenía, según lo informado por Severus “¡Oh Severus! Qué bueno que ya estés aquí, te he estado esperan… ¿Quién es este pequeño?” preguntó cuando vio al niño frente suyo.
“Ve a dejar tus cosas en tu habitación Draco, voy a llevar al in… a Lockhart al despacho para tratar sobre temas de trabajo” empezó a empujarlo para que suba las escaleras.
“No me habías dicho que tenías un hijo Severus” se acercó con una gran sonrisa encantadora “Debes estar emocionado, ¿no, pequeño? Conocer a un mago tan famoso como yo. Podría darte mi autógrafo, solo porque eres hijo de mi amigo Severus” hablaba con toda la arrogancia posible, siendo este reflejado en una sonrisa. “Seguro estás lleno de felicidad de tener frente tuyo a tu más gran héro…” fue interrumpido.
“No te conozco” y no pudo evitar tener una sonrisa al notar que tocó un nervio, porque la sonrisa en el rostro del nuevo profesor se congeló. Draco subió a su habitación y pasó toda la mañana en ella.
A la hora del almuerzo bajó a la cocina para ver que había para cocinar, se había hecho una costumbre que los dos habitantes de la casa cocinaran juntos. En eso pudo notar a su padrino sentado en la sala comenzando a leer un nuevo libre y en la cocina al inútil pavo real cocinando “¿Y este?” señaló al que estaba invadiendo su cocina.
“Parece que dañaste su orgullo, ahora quiere de cualquier forma ganar tú admiración” hablaba mientras empezaba a pasar página al libro, totalmente despreocupado por lo sucedido. “Y yo no voy a interrumpir a alguien que quiera cocinar el almuerzo”
Los dos se quedaron en la sala esperando que los llamaran para comer, Severus estaba quitado de la pena leyendo, mientras Draco de vez en cuando giraba la cabeza para ver la cocina y ver que no la estén incendiando. A los 15 minutos fueron llamados, cuando se sentaron en sus asientos asignados en el comedor, Lockhart entró con platos levitando hacia ellos, era un delicioso salmón con manzanas.
Empezaron a comer en un silencio incómodo hasta que el cocinero decidió hablar, y en su opinión, mejor se hubiera callado “Entonces, dijiste que no me conocías, déjame presentarme soy Gilderoy Lockhart un mago internacionalmente famoso. He tenido diversas aventuras por todo el mundo mágico, en el cuál tuve que batallar con temibles yetis en las zonas más frías del mundo, con horribles ghouls que vivían dentro de los graneros en Kansas, vampiros conocidos como muertos vivientes, las esqueléticas y ocuras de las banshee, hombres lobos y los fuerte y tontos de los trolls. He podido batallar con diversas criaturas mágicas en mi corta vida, por eso soy una buena influencia para las futuras generaciones y no me sorprendería que quisieras ahora admirarme. Por ese motivo seré lo suficientemente competente para enseñar en Hogwarts” hablaba y hablaba de sus logros “Además, aunque no quiero presumir, pero he ganado el premio de la Sonrisa más encantadora de la revista Corazón de Bruja más de una vez” a lo último puso una sonrisa, que Draco supuso era la ganadora de tal revista.
Draco estaba a mitad de su comida escuchando todas las arrogantes palabras que salían de la boca del nuevo profesor de Defensa “Yo también peleé con un troll” soltó sin importancia, dejándolo sorprendido. “Además, de esa nueva criatura mágica registrada en el Ministerio, ya sabes el león negro” podía notar como poco a poco la sonrisa de Lockhart iba desapareciendo “¡Oh! Si quieres, podemos tener una batalla de magia” luego se metió un pedazo de salmón, podía ver como el Lockhart estaba entrando en pánico por dentro. Estaba tan asustado que parecía que había olvidado que un menor de edad no podía hacer magia fuera del colegio.
Snape también decidió atormentar un poco al invitado no deseado “Podría ser una buena idea, ya sabes Lockhart para que puedas ver el nivel de los niños de Hogwarts actualmente” hablaba Severus, escondiendo su emoción por ver como patearían el trasero del nuevo profesor.
“Eso… eh… suena muy divertido, si muy divertido. Pero, pero en este momento voy a traer… traer el postre. Sí, el postre” salió corriendo a la cocina.
Esto solo provocó una sonrisa divertida en el niño, al ver al adulto gran vencedor de criaturas mágicas correr despavorido a la perspectiva de pelear con un niño de 12 años. Sin embargo, cuando probó el postre se sintió un poco mal, solo un poco, de molestar al inútil pavo real, debido a que era la mejor tarta de manzana que había probado en su vida. “Esto es delicioso” soltó mientras pedía un nuevo pedazo de tarta “Deberías enseñarme la receta” dijo emocionado.
Parecía que esto pudo levantar los ánimos de Lockhart que había estado decaído desde que propuso la pelea “Por supuesto que te enseñaré mi pequeño padawan”
“¿Padawan?” dijo un Draco ofendido, pensando que tal vez lo estaba insultando.
Los ojos del inútil pavo real brillaron, sentía que se metió solo en la boca del lobo, irónico, siendo que él era el lobo “Oh, vas a adorarme con esto” soltó emocionado “Te presentaré la mejor trilogía del mundo”
Desde ese día cada martes, jueves y sábado Lockhart invadía su casa, al terminar su capacitación con Snape, en la tarde pasaba intentando ganarse la admiración de Draco, parecía que no le gustaba saber que era un desconocido para el niño, y además de que parecía que ese niño no le agradaba.
Primero fue con películas de Star Wars, que contra todo sentido común le agradó y gustó mucho. Luego de ello lo quiso llevar a que vean las obras teatrales que estaban inspiradas en sus cuentos (“No son cuentos Draco, en verdad hice todo eso” siempre contradecía el farsante) solo fue a uno de ellos, luego fue salvado por su padrino, quien le prohibió bajo amenaza al egocéntrico profesor que se lo llevara fuera de la casa sin su consentimiento. Seguía hablando sobre sus logros para nada creíbles y sobre hechizos que supuestamente había creado, pero hasta el momento se había negado a mostrarle alguno. Y le regaló todos sus libros, los cuales guardó en la parte más alejada de la biblioteca, tal vez lo leyera como si fueran historias de aventuras y ficción.
Esas semanas se dio cuenta que Lockhart era un mentiroso patológico, para cualquier situación mentía. Las únicas veces que en verdad disfrutaba su compañía era cuando le hablaba sobre el mundo mugle, sobre sus avances en el mundo cinematográfico y televisivo, solo en esos momentos le era pasable estar con él, hasta que volvía a mostrarse arrogante y egocéntrico, ante estas situaciones se iba corriendo a su habitación.
“¿Por qué necesita mentir el inútil pavo real?” preguntó Draco en un desayuno cuando el aludido no se encontraba en casa, esos días eran momento de paz.
“Hay personas que buscan la admiración por parte de los demás, debido al miedo del rechazo o la crítica, y necesitan tener una extrema aprobación. Tienen baja autoestima y son completamente inseguros” hablaba su padrino “Pero eso no justifica que uno tenga que aprovecharse de los demás, sin embargo, ese hombre se muestra como un egocéntrico y egoísta, a mi parecer es una fachada para ocultar todas sus inseguridades, aunque te debo advertir que ese tipo de personas nunca arriesgarían su vida por otros, porque no hay nadie que sea lo suficiente importante para ellos. Es un ejemplo de lo que uno no debe ser en la vida Draco” dijo sorprendiendo al niño que Severus ya lo haya psicoanalizado.
Aunque Lockhart haya pasado varios días en su casa, pudo tener un descanso de él en dos ocasiones. Una fue unos cinco días después de visitar a los Granger y la segunda una semana antes de ingresar al colegio.
En el primer caso, le llegó una carta por parte de Ron que estaba detallada de suma importancia.
Draco:
He seguido preocupado por Harry estas semanas. Se lo he comentado a Fred y George, en conjunto se nos ocurrió una grandiosa idea. Sabes, mi padre tiene un auto mágico, que puede volar. Pensamos hacer una expedición de rescate. Vamos a ir este sábado con este auto a rescatarlo, no me fio en sus cuidadores.
Aunque no le he hablado a mamá sobre la llegada de Harry, estoy seguro de que lo aceptara con los brazos abiertos.
Te informo todo esto, porque vas a ser importante en el plan, tú sabes cuál es la casa de Harry y también su habitación. Además, no sabemos si vamos a necesitar algo de fuerza extra, como sabes, no podemos usar magia fuera del colegio por lo cuál tu ayuda será necesaria.
Si deseas unirte, por favor, mándame tú ubicación para ir a recogerte, o el lugar que crees que es el más necesario para ir por ti. Especialmente que no esté el profesor Snape, siento que no nos dejaría hacer esta misión. O podrías decirle, que te vas a quedar en la Madriguera con nosotros unos dos días, para jugar Quiddicth o algo. Ya sabes, teníamos planeado que vinieras a la Madriguera, pero por la falta de comunicación de Harry no se pudo.
Mándame tu respuesta, amigo.
Ron (°-°)7
Draco inmediatamente salió de su habitación para correr a tocar la puerta del cuarto principal, la habitación de Snape, quería pedirle o rogarle, si era necesario, ir a la casa de su amigo ese fin de semana. Su padrino primero se negó sobre ello, pero al final con su “Quiero practicar Quidditch, me ha emocionado mucho. ¿Quién sabe tal vez me vuelva en cazador?”
“¿Te gusta el Quidditch?” lo miró con duda, era comprensible porque no había mostrado interés en el juego, Draco solo asintió tímido “Bien, pero te estoy recogiendo el lunes en la mañana, ni un día más. Ahora retírate niño problemático”
Para ese fin de semana Draco era dejado en La Madriguera, y cómo con los Granger, Severus se notó muy tenso, y se fue rápidamente, pero de la forma más cortés posible. Sentía que estos días iban a ser genial y divertidos, primero porque iba a pasarla con sus amigos, y segundo, no iba a pasarla con Lockhart.
“Buenos días, Draco. Es un gusto verte, me alegra saber que tú y mi Ron siguen siendo buenos amigos. No sabes cuánto ha hablado de ti y de sus otros dos amigos, se ve muy feliz y yo estoy feliz de ver que ha hecho grandes amigos” hablaba muy maternal la señora Weasley luego de presentarse, se veía muy feliz de tenerlo en su casa.
“El placer es mío señora Weasley, me da gusto conocerla, además quiero agradecerla en persona de nuevo por el jersey de Navidad. Me encantó muchísimo” la mujer asintió feliz, para luego tener que irse a arreglar algo en su casa.
Su amigo lo sacaba al jardín junto con los hermanos gemelos, empezaban a planear el rescate “La casa de los Dursley está en una zona con casas iguales por todos lados, Harry está durmiendo en el segundo piso de la habitación, será sencillo sacarlo, el problema serán sus cosas, como no podemos hacer magia no lo podemos encoger. Además, que no sabemos si hará ruido Hedwing” hablaba Draco, para luego tirarse para el suelo y empezar a forcejear con un gnomo, un ser muy pequeño de cabeza grande y huesuda “Toma Ron, haz lo tuyo” decía mientras le pasaba al gnomo, que lo tenía sujetado de sus pies.
Ron lo agarró, y le dio vueltas para luego lanzarlo. “Será esta noche, papá se va a tener que ir toda la noche al Ministerio por algunas redadas”
“Sí, aprovecharemos para tomar el carro” decía un gemelo.
“Y conduciremos hasta Harry” habló el otro.
“Espero que todo sea sencillo” rogaba Draco, no quería meterse en problemas, porque sabía que sino su padrino lo castigaría eternamente.
Luego de terminar de cazar a los gnomos, empezaron a entrenar. En la casa solo había tres escobas, una del Dragón Weasley, y otras dos de los gemelos Weasley. Al enterarse la posición que cada uno los pequeños querían entrar los hicieron competir, debido a que Ron quería ser Guardián y Draco quería ser cazador, entonces los gemelos se turnaban para ser los golpeadores.
Mientras Ron iba protegiendo el aro, Draco intentaba esquivar la bludgers que le lanzaban uno de los gemelos, además que intentaba introducir la Quaffle a través de único aro en la casa. Estuvieron jugando por un largo tiempo, todo muy divertido. Hasta la pequeña niña Weasley se había unido, jugando también de cazadora.
En la noche, luego de una abundante comida la señora Weasley mandó a Draco a que durmiera en la habitación de Ron, para ello la madre de familia transfiguró una mesa en un pequeño colchón para que Draco descansara ahí. Como a medianoche, escucharon un leve toquido en la puerta, eran los gemelos.
“Listos para…” “El rescate” hablaron, se veían muy emocionados por lo que iban hacer.
Salieron de la casa hasta que llegaron a la parte de atrás de la casa dónde se podía ver un coche de color azul turquesa, los niños se sentaron en sus posiciones. Draco y Ron atrás, mientras los gemelos se fueron en la parte adelante del vehículo, los gemelos empezaron a prender el auto emocionados “Si saben cómo volar esta cosa, ¿no?” preguntaba Draco un poco preocupado porque no había pensado sobre eso.
“Obviamente Dra-qui-to” decía cantarín uno de ellos, y el auto despegó de una forma aparatosa asustando a los que estaban dentro, para luego empezar a volar rápidamente y luego frenar de la misma forma aparatosa. “Ja ja ja creo que ya le agarré el truco” decía el gemelo sacando un poco la lengua, haciendo reír al otro, mientras Ron y Draco se miraban asustados por este viaje mortal. Empezaron a volar de una forma rápida, pero lo bueno es que fue continuo, todo se fue calmando cuando prendieron la radio escuchando las diversas canciones de los mugles.
“Oh me gusta esa, súbele a la música” hablaba Fred, el que estaba conduciendo “Hey you with the pretty fase. Welcome to the human race” cantaba y su hermano con él. Los dos niños de atrás solo movían la cabeza de un lado a otro escuchando.
Estuvieron cantando hasta que pudieron visualizar Privet Drive y decidieron apagar la radio para pasar desapercibidos.
“La habitación de Harry es la ¿Qué tiene rejas? ¿Cuándo le pusieron rejas?”
“¿Rejas? Lo tienen como animal enjaulado esos horribles mugles” hablaba enojado Ron, siendo secundado por sus dos hermanos.
“Nos vamos a acercar lo máximo posible para que ustedes puedan golpear la reja y despertar a Harry, para sacarlo de ahí” hablaba seriamente uno de los gemelos.
Draco estaba al lado de la ventana enrejada, por lo que empezó a golpear los barrotes esperando ver despertar a su amigo “No funciona, ¿Hay algo para tirarle?” hablaba Ron mientras buscaba un objeto para golpear con ello a su amigo.
“¡Draco!” exclamó Harry acercándose a la ventana con velocidad, abriendo levemente esta, pero sin poder salir por las rejas “¿Qué hacen aquí? ¿Cómo lograron hacer volar ese auto?”
Su amigo de ojos verdes estaba con la boca abierta sorprendido, los gemelos empezaron a burlarse “Es una misión de rescate, estábamos preocupados por ti amigo, especialmente cuando mi padre llegó diciendo que recibiste una advertencia oficial por utilizar la magia delante de mugles” hablaba Ron.
“No fui yo, pero ¿Cómo se enteró?”
“Trabaja en el Ministerio de Magia, sabes que no podemos hacer ningún tipo de magia fuera del colegio, ¿verdad?” contestó Ron.
“Gracioso que tú me digas eso”
“Esto no cuenta, solo hemos tomad…” se quedó en silencio ante el carraspeo de Draco.
“Creo que podemos hablar cuando Harry ya esté fuera de esta casa, ¿no?” preguntó el niño rubio generando un sonrojo en los dos niños “Entonces Harry ve preparando tus cosas porque vamos a sacarte de ahí”
“Mis cosas se encuentran guardadas bajo llave en la alacena debajo de la escalera, y yo no puedo salir de la habitación”
Los cuatro niños del coche se miraron “Yo voy por su baúl, ustedes vayan ayudando a Harry a escapar. Entraré por la puerta trasera de la cocina, pueden entrar después de mí” Draco saltó del auto sin esperar una respuesta, corrió a la puerta y agarrando fuertemente el picaporte lo rompió, la puerta se abrió con facilidad. Mientras iba entrando a buscar el baúl en total silencio, se dio cuenta que ni Ron ni los gemelos lo seguían. Al momento de que pudo encontrar la alacena, escuchó un motor acelerando y a los segundos un sonoro crujido.
“Maldición” susurró, corriendo hacia la alacena rompiendo el candado y empezando a cargar el baúl de su amigo, subiendo las escaleras hasta la habitación con las rejas. Al estar a unos pasos de la puerta, la habitación de al lado salió el hombre gordo con bigote con una mirada de sueño, que se fue transformando al momento de verlo, no quiso seguir viéndole por lo que le tiró el candado que no se había dado cuenta que tenía en la mano.
Entró a la habitación rompiendo de nuevo el picaporte. Tenía que decir que los picaportes mugles eran muy delicados a diferencia de los mágicos.
Al entrar a la habitación, pudo ver a uno de los gemelos en el alféizar de la ventana, mientras Harry seguía cerca a la ventana parecía que lo esperaba, corrió pasándoles con fuerza el baúl quienes empezaron meterlo en el auto apresuradamente cuando en ese momento entró Vernon muy enojado quien tenía la frente roja. Al ver a los dos niños empezando a subir el alféizar de la ventana empezó a gritar “¡Petunia! ¡Se escapa!” bramaba de forma loca.
Al escucharlo gritar los niños saltaron para subir al mismo tiempo al carro, Draco pudo meterse completamente, sin embargo, Harry se le quedó los pies afuera del vehículo, siendo aprovechado por el bigotón para sujetarlo por sus tobillos con fuerza. Ron, uno de los gemelos y Draco empezaron a jalar por los brazos a Harry, mientras su tío lo jalaba por los tobillos. Afortunadamente Vernon tuvo que soltarlo al notar que empezaba a acercarse peligrosamente a la ventana y a una caída muy dolorosa. Con su amigo completamente adentro, Ron cerró con fuerza la puerta.
“¡Fred aprieta el acelerador!” gritó Ron, y al segundo salieron disparados a dirección de la luna.
“¡Hasta el próximo verano!” gritó Harry por la ventana trasera del auto, mirando como se iba alejando de ese lugar. En ese momento los cinco niños empezaron a reírse.
Ya calmados, George se movió al asiento del copiloto. Y los tres niños se acomodaron atrás, mientras iban acomodando todas las cosas de Harry para que estén totalmente cómodos en el viaje, soltaron también a Hedwig para que pueda estirar las alas. “¿Por qué tuvieron que hacer tanto ruido? Pudieron entrar atrás de mí y sacar a Harry en silencio” habló Draco ya bien acomodado en el vehículo.
“Si, pero no hubiera sido divertido” habló uno de los gemelos.
“Y a nosotros nos gusta la acción” siguió el otro, para luego entre los dos chocarse las manos por la travesura.
Cuando Draco rodó los ojos por las travesuras de los gemelos, Ron decidió hablar “¿Qué es lo que ocurrió Harry, por qué estabas enrejado?”
Su amigo soltó un suspiro cansado para empezar a contar su historia “Al día siguiente que regresé a casa, mi tío invitó a un futuro cliente a su casa, supuestamente la fecha se había atrasado por un avistamiento de perros salvajes, parece que el cliente era alérgico a ellos” dijo con una sonrisa mientras miraba a Draco “Entonces me mandaron a mi habitación para no interrumpirles la cena, cuando apareció un elfo doméstico, no me dijo su nombre ni quienes eran sus amos. Pero empezó a decirme que no debía regresar a Hogwarts, que era peligroso, y … y ¡Era él quién interceptaba mis cartas!” esto hizo jadear a los dos niños.
“Pero ¿Por qué interceptaba las cartas?”
“El elfo buscaba que pensara que ustedes me habían olvidado, y así desanimarme a regresar a Hogwarts” habló indignado.
“Eso es muy cruel”
“Sí, todas esas semanas antes de que me visitaras me hizo sentir mal no recibir ningún mensaje por parte de ustedes” dijo mirando a Draco y Ron “Al final, terminó haciendo desastres en la casa, levitando algunos objetos, y Vernon puso las rejas en la ventana. Especialmente se enojaron cuando les llegó la advertencia de que no podía usar magia”
Fred habló “Esto es muy sospechoso”
Su hermano continúo “¿Ni siquiera te dijo quién estaba detrás de todo?”
“Creo que no podía, cuando parecía que quería decírmelo empezaba a golpearse contra la pared, daba un poco de miedo” se estremeció el niño.
“Los elfos domésticos son castigados por sus amos por no hacer las cosas bien, en la mansión Malfoy pude ver como Lucius y Narcisa mandaban a planchar sus manos a sus elfos” Draco miró por la ventana “¿Cómo estarán? Estoy preocupado por Ranry era un elfo doméstico viejo, que por su edad era muy lento” recordar a esas pequeñas criaturas le dolió, Draco pudo salir, pero ellos todavía seguían ahí encerrados y atrapados con los crueles Malfoy. Draco volteó a mirar a su amigo de ojos verdes, cuando este le agarró la mano para darle un apretón. Se sintió reconfortado por su toque.
Escuchó como los gemelos se reían adelante, y luego una tos por parte de Ron, en ese momento dejo de mirar los ojos de su amigo para ver a su amigo pelirrojo. “De cualquier manera, estoy feliz de que pudiéramos rescatarte de esos horribles mugles. Las primeras semanas sin tener comunicación de ti, empecé a echarle culpa a Errol de que no te llegaran mis cartas, hasta estaba a punto de pedirle a Percy que me prestara a Hermes, pro afortunadamente Draco nos informó el problema”
“¿Errol? ¿Hermes?” preguntó Harry desconcertado.
“Errol es la lechuza de la familia y Hermes es la lechuza personal de Percy” explicó Ron.
“Sí, nuestros padres se lo regalaron cuando lo nombraron prefecto” habló Fred.
“Este verano, Percy se ha comportado más extraño de lo normal, ha estado montones de cartas y encerrado mucho tiempo en su habitación, seguro pasa todo el día sacando brillo a su insignia y viéndose en el espejo, enamorándose de sí mismo” rodó lo ojos George.
Siguieron hablando hasta que llegaron a la cochera guardando el auto. “Bien, entonces ustedes se van a la habitación de Ron a dormir, y en el desayuno bajaran como los niños buenos que son, Draquito por favor pones una carita adorable he visto que mamá tiene una debilidad por ti, y le dirán que Harry acaba de llegar en la noche” hablaba Fred apagando el motor y volteando para ver a los niños en los asientos de atrás.
“Mamá aceptará la llegada de Harry, nunca se enterará que nos llevamos el auto, y todos viviremos para ver el amanecer de un día más” continuaba George quien también estaba viendo a los niños.
Draco señaló al frente “Creo que ninguno verá otro amanecer” los dos mayores volearon, pero no veían nada igual que Ron y Harry, estaba oscuro, en ese segundo se iluminó la cochera.
“¡Ahhhh!” gritaron los gemeleos mientras se abrazaban al ver a su madre frente de ellos, quién tenía una mirada enojada en su rostro.
Los cinco niños bajaron del auto con resignación, igual ya los habían atrapado. Al tener a los niños al frente la señora Weasley habló de forma aterradora “¿Tienen idea de lo preocupada que estaba?” empezó a gritar enojada mirando a sus tres hijos que solo se quedaron el silencio aceptando todo lo dicho. A los minutos de estar regañando a sus hijos, se giró a los otros dos niños que dieron un paso atrás asustados “Me alegra de verte Harry, y lamento que mis hijos te hayan arrastrado Draco. Vamos, les serviré el desayuno” dijo maternalmente, dejando perplejos a sus hijos por el cambio de carácter.
Entraron a la casa y fueron directos a la cocina, mientras terminaban un desayuno abundante hecho por parte de la matriarca de la familia Weasley, los niños empezaron a contar sobre las circunstancias que estaba viviendo Harry y que era necesario ir a rescatarlo. En medio de su narración, escucharon como la pequeña Weasley bajaba y al ver a Harry Potter dio un grito para correr lejos de la cocina.
“Parece que no le agradas a Ginny amigo” habló Ron por la rara reacción de su hermano “Aunque es raro porque Ginny ha hablado sobre ti todo el verano y eso que no te conoce en persona” miró a Draco quién solo levantó los hombros sin saber que comentar, ayer niña Weasley estaba jugando con ellos muy tranquila, pero ahora se había ido corriendo muy paniqueada.
“No hay nada raro en nuestra hermanita, solo debe estar arreglándose para que Harry le dé su autógrafo, es muy fan tuyo” dijo guiñándole un ojo al mencionado Fred con una sonrisa muy burlona.
“Si, es tú más grande admiradora Harry. Debes avisparte Dra-qui-to” George dijo su nombre en forma cantarina, para luego empezar a reír con su hermano, pero luego se quedaron callados al ver la mirada matadora de su madre.
Tanto Draco como Harry y Ron se miraron sin comprender lo dicho por los gemelos. Al final, la madre ordenó a sus hijos a seguir atrapando a los gnomos y los otros dos niños también decidieron ayudarlos. Cuando salían pudo ver como la madre de Ron sacaba de un estante un libro que tenía letras doradas que decía Gilderoy Lockhart: Guía de las plagas del hogar y en la portada estaba la fotografía del hombre guiñando el ojo.
Al salir “A su madre, ¿Le gusta Gilderoy Lockhart?” hablaba un desconcertado Draco.
“¡Ugh! Le encanta porque es guapo y muy fuerte” decía con burla el gemelo.
Draco tenía que admitir que ese charlatán parecía que sí tenía gente que le creyera todas sus tonterías, por eso cuando Draco cuestionaba todas sus supuestas aventuras se ponía nervioso, además que aún seguía buscando que el niño lo admirara.
Era tan egocéntrico.
Estuvieron toda la mañana lanzando gnomos, hasta con competencia de quien lanzaba más lejos a esas criaturas “Y con eso me convierto en el ganador indiscutible, arrodíllense ante mi” hablaba burlón Draco al ver que su gnomo fue el más alejado de todos.
“Eso es trampa, el tuyo era más pequeño” se justificaba Fred
“Sí, también estaba más delgado. Los nuestros eran más robustos” continuaba George. En eso empezaron todos los niños a rodar peleando en forma de broma por el césped, hasta que escucharon una puerta cerrándose. Llegó el señor Weasley.
Estuvieron hablando con el señor sobre su trabajo, pero la señora Weasley terminó metiéndose en la conversación por el coche mágico, y decidieron hacer una retirada estratégica al ver como la madre de Ron empezaba a enojarse cada vez más con su esposo. Pasaron una hora en la habitación de Ron, quién les hablaba sobre los Chuley Cannons y el ghoul que vivía en su casa. En la tarde pasaron jugando Quidditch, y cómo los gemelos estaban durmiendo por la casa y Ginny parecía que esta vez no quería acercarse, las tres escobas estuvieron libre para ellos tres.
Los tres en la noche se quedaron a dormir en la habitación de su amigo pelirrojo. A la mañana siguiente mientras terminaban el desayuno escucharon que intentaban llamar por los polvos flú. “Debe ser Severus” dijo Draco, mientras empezaba a agarrar una pequeña mochila dónde guardaba sus ropas y objetos personales para esos dos días que se quedó en la madriguera.
“¡Oh, Draco! Sabes que mi casa tiene la puerta abierta para ti” dijo maternal la señora Weasley, Draco solo asintió agradecido por su hospitalidad.
Al darle el permiso de entrada a Severus, su padrino se quedó mirando a un invitado extra que antes no estaba ahí, y solo pudo estrechar la mirada al niño “Estoy agradecido que hayan podido dejar a mi ahijado quedarse en su casa” habló mirando a los jefes de familia. Tuvieron una conversación tensa entre ellos, mientras Draco se despedía de sus amigos, mientras les hacía recordar que el 18 de ese mes se iba a encontrar en el Callejón Diagón para hacer las compras de los útiles de este año.