
CAPÍTULO 9
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CAPÍTULO 9
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HP: entonces
HP: yo
HP: [escribiendo]
DM: ¿teniendo un aneurisma allá arriba Harry?
DM: tratando de confesar amor eterno o algo así
HP: Vi a Dean
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HP: Draco
DM: sí, estoy aquí.
DM: ¿cómo estaba?
HP: tus dientes están en mejor forma que los suyos
DM: pero entonces, él no está horriblemente deformado.
HP: [escribiendo]
DM: no te molestes, Harry
DM: ¿cómo estaba?
DM: ¿él estaba…?
HP: sobrio, sí.
HP: recientemente, por lo que parece
DM: ¿estaba sobrio?
DM: ¿estás seguro?
DM: los adictos pueden ser así de engañosos
HP: bastante seguro
HP: parecía malditamente miserable
DM: ah, una certeza
HP: y está viviendo con Luna
DM: Cristo
HP: no, es bueno que ella lo esté cuidando.
DM: no no yo
DM: eso es bueno
DM: me alegro
DM: Es solo
DM: ellos juntos
DM: juntos de nuevo
DM: como en los viejos tiempos
DM: LOL9, y todo eso
HP: él quiere verte
DM: ¿Me mencionaste?
HP: pues si
DM: ¿él quiere verme?
HP: dijo que quiere decirte algo
DM: Sí, estoy seguro de lo que quiere.
HP: estas asumiendo lo peor
DM: ah sí
DM: ¿Qué supones que estoy asumiendo o no?
HP: que quiere recuperar todos esos te perdono
HP: pero eso no es lo que parecía
HP: Creo que te extraña
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HP: Draco
DM: ¿Sabías que el corazón de un camarón se encuentra en su cabeza?
HP: no
HP: ¿dónde guarda su cerebro?
DM: un segundo
DM: horrible
DM: Solo encuentro recetas de salsa de cerebro de camarones
DM: quienes son estas personas
HP: vas a venir más tarde
DM: mmm
HP: puedes traer queso feta
DM: si
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—Me gusta que siempre me dejes cambiar la conversación cuando quiero —dijo Draco, a propósito de nada. Harry tranquilamente tomó otro bocado de su ensalada. Draco frunció el ceño a la mesa.
—Hace que sea más fácil mencionar las cosas —dijo, después de un momento.
Harry tomó un sorbo de su calabaza de grosella roja.
—¿Sabías que los muggles tienen un juego llamado futbol que creen que es tan importante como el quidditch? —pregunto Draco.
Harry se rio
—Sí, lo sabía. Es la Copa del Mundo este año.
—Úrsula sigue insistiendo en ello —Draco volvió a fruncir el ceño— Ojalá pudiera hablarle sobre el quidditch.
—Debe haber sido un alivio, al principio, que no supieran sobre la guerra —dijo Harry.
—Lo fue —dijo Draco. Miró con confianza a Harry— No quiero hablar de ello.
—¿Entiendes las reglas del futbol? —preguntó Harry.
—No.
Así que salieron después de la cena y Harry le enseño, bastante mal, cómo driblar.
Fue divertido, pero “No quiero hablar de eso”, parecía un gran progreso de simplemente cambiar el tema. Ocurrió varias veces, durante las próximas semanas.
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DM: Hugo era así de alto
HP: ¿en serio?
HP: ¿más alto que tú?
DM: oh si
DM: solía doblar un poco las rodillas a veces
DM: y poner sus ojos a mi nivel
DM: Y decir “así es como se ve el mundo para ti”
DM: era condescendiente como la mierda
DM: Me encantaba
HP: lo amabas
DM: yo
HP: no tienes que responder
DM: no yo
DM: En cierto modo
DM: Fingí estar enamorado de él
DM: porque necesitaba un lugar donde quedarme
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DM: lo puse malditamente triste
HP: ¿cuánto tiempo estuvieron juntos?
DM: un año
HP: tus padres te encontraron después de 6 meses
HP: entonces no lo habrías necesitado después de eso
DM: si bueno
DM: También fingí conmigo mismo
DM: Fui una mierda con él
HP: suena más como si estuvieras tratando de averiguar
HP: algo como
HP: ¿tus propios sentimientos?
DM: no podemos
HP: claro
HP: Entonces, ¿qué estoy aprendiendo de esa anécdota de Hugo antes?
HP: es que en secreto te gusta que te condesciendan
DM: no te hagas ninguna puta idea
HP: ay
HP: eres tan lindo cuando tratas de ser intimidante
DM: que si lo hago
HP: shh cariño
HP: yo te cuidare
DM: [escribiendo]
DM:
DM: estás perturbado
DM: Y perturbándome
HP: te gusta
DM: [escribiendo]
DM: [escribiendo]
DM: Literalmente no sé cómo responder a eso.
DM: las profundidades de tu maldad no pueden ser sondeadas
HP: jajaja
HP: buenas noches Draco
DM: buenas noches
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En otra ocasión, estaban caminando por un campo de campanillas, en Kent.
—¿Cuántas cartas crees que me enviaste? —preguntó Draco.
—Estaba pensando en eso el otro día —dijo Harry— Al menos cien, ¿Verdad?
—Las tengo todas. Podríamos contarlas.
—¿Las guardaste?
—Por supuesto. Quién sabe cuándo podría necesitar unos cien mil fáciles. Son dinero en el banco, Potter.
—Jaja —Harry siguió adelante pensativo— ¿Michael sabía que te escribía?
—Él lo odiaba.
—Oh —dijo Harry.
—Estaba enojado conmigo por decirte cuándo él y yo volvimos a estar juntos —dijo Draco, hundiendo los puños en los bolsillos de su chaqueta de Barbour10— Quería mantenerlo en secreto.
Harry miró cuidadosamente al frente, sin dejar que su mirada se detuviera en el rostro de Draco.
—Él no estaba avergonzado de ti —dijo Harry.
—Tú no sabes nada al respecto.
—Sé que te amaba.
—Probablemente pensó que era glamoroso salir con un mortífago, al principio —dijo Draco con amargura— Una especie de “Mira que tanto supere la guerra”.
Harry negó con la cabeza. Recordó la última conversación que había presenciado, recordó a Michael, casi llorando, diciendo “Eres tú a quien quería, por qué no puedes verlo… me estás rompiendo el corazón…”
Simplemente no parecía que Michael hubiera estado ahí para solo decir que había salido con un mortífago.
—De todos modos —dijo Draco— No quiero hablar de ello.
—Estás campanillas son bonitas —dijo Harry. Draco se rio.
—¡Solo bonitas! Harry.
—Son, no sé, divinamente sublimes, ¿Eso es mejor?
—Un poco —dijo Draco, golpeando juguetonamente su cadera con la de Harry— Una pequeña mejora.
Hoy, era una muy buena noche para que Ron y Hermione organizaran su intervención. Draco se estaba reuniendo con Dean, así que Harry estaba libre de todos modos.
No lo llamaron una intervención. Pero vinieron y ordenaron comida para llevar e hicieron preguntas alegres sobre su trabajo y él sabía que era solo cuestión de tiempo.
—Entonces —dijo Hermione— ¿Algo nuevo en tu vida?
Harry se salvó de contestar por el timbre de la puerta.
—Ese será el curry —dijo Ron— ¡Lo traeré!
—Ron dice que compraste un teléfono móvil —dijo Hermione, mientras Ron corría buscando dinero en efectivo.
—Tengo dinero —dijo Harry, poniéndose de pie.
—No —dijo Ron, quien finalmente había encontrado su billetera muggle— ¡Lo tengo, amigo!
Salió de la habitación.
—Él piensa que estás saliendo con alguien —dijo Hermione.
Entonces desde el pasillo, Harry escuchó que la puerta se abría y Ron exclamaba.
— ¿Malfoy?
Harry ni siquiera estaba consciente de cómo llegó al vestíbulo.
Draco estaba de pie en el umbral, con el cabello despeinado y los pulgares asomando por los agujeros de las mangas del jersey. Estaba mirando a Ron, inequívocamente devastado.
—¿Qué diablos estás haciendo aquí? —preguntó Ron— ¿Estás bien? ¿Estás en problemas, o algo así? ¡Todos pensaban que estabas muerto!
—Draco —dijo Harry. Los ojos de Draco se posaron en él.
—Lo siento —dijo— Dirección incorrecta.
Se Apareció.
—Oh mierda —dijo Harry, regresando a la sala de estar para buscar su teléfono. No lo había visto en toda la noche— ¡Joder, Joder!
—¿Harry? —preguntó Hermione.
—Oh —dijo Ron— Es Malfoy. Has estado viendo a Malfoy.
Harry sacó todos los cojines del sofá y su teléfono se deslizó al suelo.
—¿Pensaste que te juzgaríamos? —preguntó Hermione— Sabes que nos llevamos bien con él después de la guerra.
Tenía seis llamadas perdidas.
Y luego estaban los textos.
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DM: ¿estás ahí?
DM: Acabo de regresar de la reunión con Dean
DM: siento que voy a recaer
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DM: él estaba mucho más
DM: metido en ESO, todavía
DM: me dio su libreta de contactos.
DM: para que la guarde
DM: está colocada en la mesa frente a mí.
DM: me está volviendo un poco loco
DM: Ya no tenía los contactos
DM: Y ahora los tengo
DM: están todos aquí
DM: Podría comprar lo que quisiera
DM: Ni siquiera sé qué compraría primero
DM: (Sé exactamente lo que compraría primero)
DM: ¿Alguna vez probaste la cocaína?
DM: se siente como magia
DM: buen humor en polvo
DM: como si te lo merecieras
DM: si eso tiene sentido
DM: se siente genuino
DM: como ser una buena persona o algo
DM: maldita sea, tengo tantas ganas de salir de mi cabeza
DM: ¿estás ahí?
DM: Estoy harto de esto
DM: Han pasado malditos AÑOS
DM: la última recaída fue cuando tenía 24 años
DM: Estaba en una fiesta y todos estaban locos y
DM: no lo se
DM: Fui a la cocina y bebí una botella de vino blanco
DM: me entregué a Úrsula unos minutos después
DM: ella dijo
DM: Que todavía podría seguir contando como sobriedad
DM: porque había sido honesto
DM: Cristo, estoy sintiendo pena por mí mismo
DM: perdiste a toda esa gente decente en la guerra
DM: y aquí estoy yo, actuando como si tuviera derecho a ti
DM: Debo ponerte la piel de gallina
DM: se me eriza la piel, por cierto
DM: Me pica todo el cuerpo
DM: ¿Crees que será así, para siempre?
DM: tratar de mantenerse sobrio como tratar de mantenerse despierto cuando no has dormido en días
DM: tal vez la recaída es inevitable
DM: como quedarse dormido
DM: No sé por qué diablos te estoy enviando mensajes de texto con todo esto
DM: Nunca le he contado a nadie nada de esto
DM: por una buena razón, probablemente
DM: autocomplaciente como la mierda
DM: oh, Cristo
DM: Me gustaría que respondieras
DM: yo
DM: voy a pasar por ahí
DM: ¿está bien?
DM: Espero no estar cruzando la línea
DM: Solo estoy
DM: malditamente trepando por las paredes aquí
DM: Lo siento si me estoy pasando de la raya
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Harry bajo el teléfono móvil, su corazón latía con fuerza.
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...CONTINUARÁ...