
CAPÍTULO 8
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CAPÍTULO 8
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Harry fue a la siguiente función de Draco, y a la siguiente. Pronto vio lo que estaba bastante seguro de que Draco no: Que Draco tenía amigos, muchos; y que lo amaban.
Decidió probar esta teoría una noche en Mars.
—¿No hay un bar en la discoteca? —le preguntó a Úrsula, mientras le entregaba su menú al mesero.
—Lo hay —dijo Úrsula.
—Entonces, ¿Por qué siempre vienen aquí?
—Oh, ya sabes, esto es un poco más amigable para las personas que no beben.
Harry miró a su alrededor. Todos en la mesa tomaban vino o cerveza, excepto Draco, quien bebía una limonada y un refresco.
—La mayoría de ustedes beben —dijo Harry— Todos ustedes, excepto Draco.
Úrsula le dirigió una mirada que sugería que sabía exactamente lo que estaba haciendo.
—A Draco no le gustan los bares —dijo ella— Él nunca solía quedarse, cuando íbamos al bar. Así que ahora venimos aquí y él se queda.
Harry sonrió a sus cubiertos.
—Ustedes son buenos amigos —dijo.
—Es un corderito —dijo Úrsula con cariño. Draco la miró desde el otro lado de la mesa mientras hablaba, y ella levantó la voz— ¡Estamos hablando de ti, Draco!
Draco los fulminó con la mirada, se echó el pelo maliciosamente por encima del hombro y se giró para hablar con Rain, el MC.
—Entonces —preguntó Úrsula— ¿Están saliendo ustedes dos, o…?
—No —dijo Harry, jugueteo con su servilleta de papel en su regazo— Él no ha superado a su ex.
—¿Hugo? —preguntó Úrsula, sonando sorprendida.
—No, Michael.
—Oh, si, ese también fue problema de Hugo —dijo Úrsula— Pomposo idiota. ¿Sabes que una vez me preguntó por qué todavía tenía a mi Nanna cerca? “Nosotros le compramos una casa de campo en alguna parte. Nos envía tarjetas”. Resulta que se refería a su niñera, no a su abuela.
Harry, quien probablemente pudo haber escuchado a Úrsula hablar mal de los ex de Draco todo el día, hizo un sonido compresivo.
El camarero puso un plato de papas fritas frente a Úrsula. Cayó sobre ellas con entusiasmo.
—¿Así que estuvo con Hugo por un tiempo, entonces? —preguntó Harry, sintiendo que Úrsula estaba más interesada en las papas que en la conversación.
—Alrededor de un año, creo —dijo Úrsula— No me malinterpretes, Hugo era encantador. No sé si Draco hubiera dejado las drogas sin él.
—Oh —dijo Harry sombríamente. No había sacado a Draco de las drogas. ¿Era Harry siquiera encantador? Probablemente no. Y Michael también había sido elegante. Claramente, Draco tenía un tipo.
—De todos modos, no te rindas —dijo Úrsula— Él lo descubrirá, eventualmente.
—¿Descubrir qué?
Úrsula se rio y recogió una papa larga.
—¡Desafío de papas! —exclamó a la mesa— ¿Alguien tiene una más larga que esta?
—La tengo, debajo de la mesa —dijo Mark lascivamente, y todos le arrojaron comida, y Harry nunca supo qué era lo que Draco descubriría, eventualmente.
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HP: te equivocas con Úrsula
HP: le agradas
DM: ¿Eso es lo que ustedes dos estaban hablando tan a gusto esta noche?
DM: te veías como si estuvieras tramando un golpe de estado
HP: todos se preocupan mucho por ti
HP: piensan en ti como un buen amigo.
DM: Realmente no tengo amigos
HP: los tienes
DM: Supongo que depende de lo que entiendas por amistad.
HP: personas que te aman.
DM: definición defectuosa
DM: mi tía Bella me amaba
DM: mi tía Bella ≠ una amiga
HP: está bien
HP: entonces no lo se
HP: pero sé que se preocupan por ti
DM: son esencialmente compañeros de trabajo, Harry.
DM: no me conocen
HP: para que alguien pueda ser tu amigo tienen que conocerte
HP: Pero ¿cómo alguien puede conocerte si no los dejas?
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Draco no respondió por diez minutos. Cuando lo hizo, fue con una imagen de un gatito abrazando a varios pájaros.
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DM: HARRY HAS VISTO ESTO
DM: INTERNET ES SALVAJE
DM: LOS GATOS SON LOS DEPREDADORES NATURALES DE LAS AVES
HP: jajaja
HP: eres ridículo
DM: nueva idea de un acto
DM: Soy un pájaro sexy
DM: no espera
DM: gatito sexy, cubierto de pájaros
HP: Ya puedo decir que esto es una mala idea
DM: no escúchame
DM: Salgo al escenario con un abrigo hecho de pájaros vivos.
DM: los atraigo a mi cuerpo usando migas de pan
HP: Draco
DM: poco a poco revelando que mi cuerpo
HP: no digas “está cubierto de pelo”
DM: … ESTÁ CUBIERTO DE PELO
HP: te das cuenta que si no han visto
HP: EXACTAMENTE
HP: esa misma foto
DM: todos han visto esa foto
HP: estas trastornado
DM: te encanta
HP: seguro
DM: oh vamos
DM: es cierto
HP: es tarde
DM: biiiien
DM: buenas noches
HP: buenas noches
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Cada vez era más difícil no escribir “Te amo”.
La primera vez que Draco preguntó por Dean Thomas fue también la primera vez que Harry vio el departamento de Draco. Era el tipo de loft estudio que no habría impresionado a nadie si no supiera los precios de las casas en Londres; era pequeño con enormes techos altos y ventanas. La habitación principal del departamento se destinó al taller de vestuario de Draco. Harry se resistió a hacer un comentario sobre los trajes de Dementor que Draco había hecho en tercer año, que en retrospectiva parecían los comienzos desfavorables de un talento prometedor para la costura. Se accedía al desván por una escalera, y Harry casi podía distinguir una cama japonesa baja. Había muchas plantas.
—No sé sobre Dean Thomas —respondió Harry— No lo he visto en años.
Draco estaba jugando con bolsas de té.
—¿Crees que, está vivo? —preguntó casualmente.
—Jesús, Draco.
—¿Y bien?
—Me habría enterado si no fuera así —dijo Harry.
Draco no parecía tranquilo.
—Estoy seguro de que lo habría oído —dijo Harry.
—¿Leche? —preguntó Draco, aunque conocía las preferencias con el té de Harry.
—Gracias —dijo Harry.
—Algunas de las cosas que él y yo solíamos hacer —dijo Draco. Guardó la leche y comenzó a limpiar su horno, así fue como Harry supo que quería hablar. Draco encontraba más fácil hablar cuando tenía algo que hacer con sus manos; algo para mirar— Recuerdo, y… ¿Sabes cuantas veces compré píldoras al azar de extraños y las tomé sin verificar que eran?
Harry no dijo nada.
—Lo cual fue, como, particularmente imprudente —dijo Draco, restregando su impecable horno— dada la cantidad de gente que me quiere muerto, ¿Sabes? Y Dean era igual de malo. Solía irse a casa con los malditos hombres más matones. Estoy asombrado de que no haya sido asesinado.
Harry tomó su té del mostrador y se calentó las manos en él.
—Quiero decir —dijo Draco— estaba tan jodido después de la guerra. Era irónico. Realmente, que él estaba tratando de resolver todo conmigo, de todas las personas… cuando yo soy la razón…
—Él te perdono —dijo Harry.
Draco se rio.
—Oh sí. Nos drogábamos juntos todas las noches durante cuatro años, y cada vez que me lo decía me perdonaba. Una y otra vez —ser rio de nuevo— Él no me perdono una mierda. No pudo… solo estaba tratando de convencerse a sí mismo.
Draco apoyo sus caderas contra la encimera, su cabeza contra el extractor de aire. Harry se acercó despacio, muy despacio. Dejo su té. Puso una mano en el omoplato de Draco.
—Existe una cosa llamada MySpace —dijo Draco abruptamente.
Harry dejó caer su mano y se levantó para sentarse en el mostrador.
—¿Qué es? —preguntó, porque tenía la política de nunca resistirse a los cambios de conversación de Draco.
—Oh, es una cosa brillante de Internet. Yo mismo no lo entiendo muy bien, pero tengo que mostrártelo.
—De acuerdo.
Así que Draco trajo su computadora portátil y le mostró a Harry su perfil de MySpace y no volvieron a hablar de Dean.
—¿Dean? —preguntó Ron— ¿Has venido a la tienda a la hora del almuerzo para preguntar por Dean?
Harry se deslizó por la caja registradora.
—Sí —dijo.
—Quiero decir… —dijo Ron, luciendo desconcertado— Él está viviendo con Luna. Ella lo ha estado ayudando. Diría que deberías verlos, pero sé cuánto odias cuando…
—Sí, creo que lo haré. Gracias —Harry hizo una pausa— Eh, ¿Cómo has estado?
—¿Yo?
—Sí.
—Bien —dijo Ron, con cuidado.
Ron tampoco le contaba más cosas importantes.
—¿Todo va bien con Hermione?
—Si —dijo Ron.
—Genial, bien.
—Harry… ¿Estas saliendo con alguien?
Harry hizo Un Draco y comenzó a hablar sobre lo increíble que era Internet.
—Así que estos… memes… ¿Todos los muggles los leen? —preguntó Ron, claramente desconcertado por la dirección que había tomado la conversación.
—Sí, totalmente, no se cansan de ellos. De todos modos, será mejor que vuelva al trabajo, nos vemos, ¡Cuídate!
Dean y Luna vivían en una granja cerca de Winchester. Era un soleado día de primavera cuando Harry los visitó y tomaron el té en el jardín. Luna se veía exactamente igual que cuando tenía catorce años, y Dean se veía como de cuarenta y cinco.
—Es muy bueno verte, Harry —dijo Luna.
—Sí, también es bueno verlos —dijo Harry, mirando nerviosamente a Dean por el rabillo del ojo. Los pies de Dean golpeaban constantemente, y tamborileaba con los dedos en las piernas, y sus dientes eran como viejas lápidas, todos torcidos y podridos.
—¿Cómo has estado? —preguntó Luna.
Harry pensó en decir que había estado bien, gracias; pero estaba escrito muy claramente en el rostro de Dean cómo lo había estado pasando. Cualquier otra cosa que no fuera la verdad parecía una crueldad innecesaria.
—He estado realmente deprimido durante mucho tiempo —dijo Harry— Desde la guerra, en realidad. Creo que estoy saliendo de eso, sin embargo.
—Los Wingflorps8 maduran en nuestro cerebro alrededor de esta edad —dijo Luna, asintiendo sabiamente. Dean hizo un sonido sarcástico de risa. Luna le pasó una galleta. Él no la comió.
—¿Cuánto tiempo han estado viviendo juntos?
—Cuatro meses —dijo Luna.
—Al igual que en los viejos tiempos —dijo Dean con sarcasmo.
—Creo que es bastante diferente —dijo Luna seriamente— No estamos encadenados en un sótano, por ejemplo.
Dean hizo el sonido de risa sarcástica de nuevo.
—Er —dijo Harry— Hablando de eso, Draco Malfoy estuvo preguntando por ti.
Dean se sobresaltó, derramando su taza de té.
—¿Está vivo?
—Eh, sí —dijo Harry.
—Estaba seguro, era tan malditamente imprudente, solía mirar los obituarios…
—Lo está haciendo bastante bien —dijo Harry.
—Quiero verlo —dijo Dean, inclinándose seriamente hacia adelante.
—No estoy segura de que sea una buena idea —dijo Luna.
—Ha estado sobrio por más de tres años —dijo Harry, adivinando su preocupación— Ni siquiera fuma cigarrillos.
—Tengo que verlo —dijo Dean— Tengo que decirlo que yo…
Dean se apagó, pareciendo notar por primera vez que se había derramado té encima.
—Yo, er… comprobare si está libre —dijo Harry, repentinamente inseguro de si era una buena idea que Draco viera a Dean. Tal vez se arrastrarían el uno al otro de nuevo. Tal vez Draco se sentiría traicionado porque Harry lo había mencionado.
—¿Él está bien? —preguntó Dean.
—Una vez me dijiste que no lo conocías muy bien —le recordó Harry.
—Nunca hubiera dicho eso.
—¡Lo hiciste!
—Bueno, no recuerdo eso, ¿Verdad?
—Dean —dijo Luna— Harry es nuestro amigo.
—¡Lo sé! —Dean se recostó en el banco del jardín, respirando con dificultad— Lo sé —miró a Harry— ¿Tres años sobrio?
—Sí.
—Eso es… —Dean se rio— ¡Si Draco puede hacerlo…!
—Draco puede hacer cualquier cosa que se proponga —dijo Harry con frialdad. Dean parecía desconcertado.
—Quiero decir, porque él estaba más involucrado que nadie que yo conociera —dijo— ¿Por qué están ustedes dos pasando el rato, de todos modos? ¿Son amigos?
—¿De quién es esta casa? —preguntó Harry— Luna, ¿La compraste?
—Eso es lo que solía hacer Draco —dijo Dean— En un bajón. Desviarse. Nunca podía hablar, una vez que estaba sobrio.
—Compré la granja con el dinero que gané con mi literatura, Harry —dijo Luna— Es muy popular entre los mayores de 50 años.
—Oh —dijo Harry, deseando no haber dicho nada.
—Antes de que preguntes, Luna y yo no estamos saliendo, ni casados, ni suspirando el uno por el otro en secreto —dijo Dean.
—No capte esa vibra, no —dijo Harry.
—Creo que la amistad es mucho mejor que el romance, ¿No crees? —preguntó Luna.
Harry no se atrevió a estar de acuerdo.
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...CONTINUARÁ...