The Missing parts of History [Traducción]

Enero de 1956                                

Al mirarse las manos y los antebrazos, seguía sin creerse que se hubiera hecho daño. Ya sabía que Abraxas era un buen sanador, aunque sólo fuera porque le gustaba la teoría que había detrás de los hechizos y había seguido con el tema e investigado por su cuenta después de Hogwarts, pero maldita sea, había una diferencia entre hacerle beber Skele-Gro después de romperse un hueso en un duelo y hacerle crecer de nuevo la piel manualmente -(después de pelarle también las partes quemadas, dios odiaba que Abraxas hubiera tenido que hacer eso)- durante lo que podrían haber sido horas.

Si se concentraba, aún podía sentir el cosquilleo fresco de la magia de Abraxas, que tardaría un poco más en desaparecer.

Aún así, volver a casa después de casi tres semanas completas fuera y volver a su rutina era casi un alivio. No es que eso detuviera a Orion y Abraxas de ser mocosos sobreprotectores.

Bueno, casi un alivio.

-¡¿Cómo que tu tía quiere conocerme?!-.

-Dorea, sí. Está bastante interesada en tu poción-. Respondió Orión. -Por supuesto, a ella no le importará si decides mantener tus interacciones a las cartas, pero ella sólo quiere información. Ni siquiera sabe tu nombre, sólo tus iniciales-.

-Ya. ¿Qué quiere saber? ¿Qué puedo compartir? El contrato dice que aún no puedo compartir la receta abiertamente-.

Orión sonrió satisfecho y dejó un pergamino doblado sobre su escritorio, justo delante de él. -Ella te hizo una lista de preguntas-.

-Por supuesto que lo hizo. Los Blacks son muy eficientes-. Puso los ojos en blanco y cogió el pergamino, echándole un vistazo superficial. Orión resopló. -¿Propiedades, exámenes médicos, efectos secundarios debidos a la edad avanzada? Creía que tu tía no era tan mayor-.

-No es para ella, sino para su cuñado y su mujer. Mi tía, y no se te permite compartir esto porque es personal, ha sido declarada infértil demasiadas veces como para seguir intentándolo-.

-Oh. Lo siento-.

Fleamont Potter y su esposa Euphemia. Palideció. Oh, oh joder.

-¿Está todo bien?-.

-Claro, me alegra informarte que mi viaje al pasado siempre debió ocurrir, aparentemente. Puede ser. Es un poco pronto pero las fechas aún podrían coincidir-.

-¿Qué?-.

-¿Te acuerdas siquiera de mi nombre?- Orión le miró sin comprender antes de parpadear repetidamente, como si hubiera llegado a una conclusión. -Correcto, existo porque hice que mi propia línea existiera a través de una poción creada décadas antes de mi nacimiento, por un servidor. Joder. Joder-.

-Bueno...- Orion se aclaró la garganta. -Bueno, Lady Potter aún podría quedar embarazada sin el uso de la poción, nada es seguro-.

-Sí, eso espero, me van a salir canas-. Dijo. Sin duda esperaba no haber tenido un papel tan clave en el nacimiento de su padre. Eso sería muy raro. Todavía le faltaban cuatro años para que James potter naciera, así que esperaría lo mejor. -¿Me ayudas a responderle? Nunca le he escrito una carta a una Señora-.

-Muy bien, vas a introducirte en el mundo de los primeros y segundos borradores de cartas antes de escribir la respuesta final-. Dijo Orión, tomando una silla y sentándose frente a él.

-Estás de broma, ¿verdad?-.

-Saca pergamino, va a llevar un rato-.

-Joder-.

De todas formas sacó pergamino. Mejor quitarlo de en medio.

Abraxas se puso con cuidado su nuevo juego favorito de pendientes. En realidad no era nada especial, sólo unos anillos de plata de diferentes tamaños, el mayor de los cuales no llegaba a los tres cuartos de pulgada de diámetro, cada uno de ellos conectado con cadenas blancas a otro pendiente en el lóbulo de su oreja que tenía un diamante.

A diferencia de la mayoría de sus juegos, éste era para sus dos orejas, no sólo para una, así que se tomó su tiempo para asegurarse de que eran idénticos.

-¿Estás bien?- Miró hacia la puerta, donde Orión le miraba preocupado.

-Claro, ¿por qué no iba a estarlo?&. Orion le miró sin palabras. -Está bien, tal vez estoy un poco nervioso. Yo estoy bien. Llevamos meses saltándonos las Noches de Juego de los sábados de forma intermitente, no voy a mantenerme oculto para siempre, no es sano. Tenemos que volver a la rutina y esto es lo último-.

Orión tarareó. -No nos quedaremos a dormir, y ya le dije a Carlisle que habías dejado el alcohol-.

Tarareó, tomando su delineador -(el rojo)- y haciendo las líneas practicadas sobre sus ojos. Orión ya le había prometido que mirarían la hora y volverían a la una como muy tarde. Abraxas no podía soportar dormir en un lugar desconocido ahora mismo, y mucho menos solo. Si se quedaban en casa de uno de sus amigos, alguna vez, a Orión y a él les darían a la fuerza habitaciones separadas, como correspondía, y no podrían cambiarlas para estar juntos.

No, él estaba agradecido que Orion ya se había ocupado de eso.

-No lo he dejado-.

-Lo sé, pero era más fácil decir eso que explicar por qué has reducido tanto tu consumo. Que dejes de beber por motivos indeterminados es normal, ya lo has hecho antes-.

-¿Y si me ven beber en algún momento?-.

Un encogimiento de hombros. -Ya me inventaré algo. O puedes explicarte más tarde si surge, decir que has decidido que emborracharte ya no es lo tuyo. En realidad no me importa, sólo que no quería que ninguno de ellos te empujara una copa-.

Miró al hombre más joven, que parecía no inmutarse por él, pero Abraxas podía discernir lo mucho que le preocupaba. Sonrió. -Gracias, Ry-.

-Vamos, ¿recuerdas que vamos a asustarlos? Eso debería ser divertido, al menos-.

Sonrió, mucho más abiertamente esta vez. -Sólo voy a sentarme en tu regazo. No es tanto-.

-Es suficiente. Quiero ver cuál de ellos se rompe primero, así que vamos a cortar el comportamiento de la pareja muy cerca, pero que no sea suficiente para nada que se pueda probar-.

-¿Y luego te vas a reír en su cara?-.

-¿Puedes culparme? Llevan años haciendo apuestas y riéndose de nosotros, Brax, se merecen que nos riamos de ellos para variar-.

-No digo que no debas, es divertido. ¿Rojo o rosa?-.

-Rojo-. Respondió Orión. Abraxas decidió que era una buena elección, no es que hubiera dado opciones equivocadas para elegir, y cogió su pintalabios rojo favorito para aplicárselo. Tenía un pintalabios favorito de cada color, en realidad, y este era uno más sutil que aun así se notaría claramente. -Hadrian dijo que al menos tienes que despertarlo cuando volvamos, por cierto-.

-¿Por qué?-.

-No entendí mucho, estaba divagando sobre elfos domésticos y pociones de nuevo, se está volviendo preocupante y me asusta un poco, los que consiguió parecen estar todos locos y Dorus ha estado alentando sus ideas en pociones también-. Un escalofrío recorrió la espalda de Abraxas. Cierto, tendría que comprobar en Hadrian para asegurarse de que no estaba haciendo nada que  Abraxas no haría. -Había algo sobre el cuidado del cabello mezclado sin embargo, así que creo que sólo quiere llevarte a un lado para asegurarse de que estás bien-.

-Odio despertarlo. Ha estado teniendo buenas noches últimamente-. Dijo, haciendo una mueca. -Estoy listo-.

Orión negó con la cabeza, haciéndole espacio para pasar por la puerta y extendiendo su mano para que la tomara, lo que hizo.

-Sólo despiértalo lo suficiente como para que puedas decir que lo hiciste sin realmente hacer que se levante-.

-Tal vez-. Sonrió. -Ahora vamos a asustar a unos amigos muy cotillas, ¿vale?-.

Abraxas iba a pasar una buena noche, y más valía que el mundo mantuviera la boca cerrada al respecto.

-Dorus, ¿por qué tantas pociones curativas tienen veneno?-. Preguntó, dejando caer una pila de notas que había tomado en las últimas semanas en uno de sus proyectos paralelos. -¿Y por qué la mayoría son a base de serpiente? ¿No funciona el veneno de escorpión? ¿Alguien ha probado ya a ordeñar un nundu?-.

-¿De dónde viene todo esto?-.

-Estaba intentando hacer una poción nueva. Nada demasiado malo, pero quería investigar primero. Todas las pociones curativas contienen al menos un veneno, veneno o sustancia comúnmente dañina que necesita ser neutralizada. Pero... ¿por qué?-.

El hombre lo miró, con una expresión de agotamiento en el rostro. Así que Dorus era tan adicto al café como él y rara vez dormía más de tres horas seguidas, ¿y qué? Gracias a Abraxas y Orión poco a poco iba mejorando en eso, al menos cuando se trataba de malas noches y no sólo de atracones de investigación. No es que bebiera menos café, pero ahora era sólo porque le gustaba, no porque no fuera una persona sin él.

Eso era una mejora, ¿no? Lo contaba como tal.

-¿Me creerías si te dijera la forma que tienen los mágicos de hacerse inmunes a venenos y ponzoñas de forma pasiva y lo dejara así?-.

-Acabas de soltar una idiotes. ¿Cuánto café has tomado hoy?-.

-No el suficiente-.

-La cafetera está allí, sírvete-. Hizo un gesto hacia el mostrador y vio cómo el hombre cogía la cafetera entera y, mirando directamente a los ojos de Hadrian, empezaba a beber de ella. -Bien, lo lavas y preparas el siguiente cuando termines-.

-Veneno. Pociones curativas-. Dijo Dorus, cambiando de tema. Idiota, no se iba a librar de lavar algo sin magia. -Las diferentes sustancias, dependiendo de la especie de la que se tomen los venenos y los venenos, tienen diferentes enzimas que no se pueden extraer. Así que mágicos solo... añaden todo y luego encuentran la manera de hacer que las partes dañinas de ellos no afecten realmente a la salud-.

-Así que sólo necesitas una parte del veneno, ¿verdad? Así que si pudieras, teóricamente, sintetizarlo o extraerlo, ¿no necesitarías nada más?-.

-Sí, excepto que en realidad no sabemos qué enzimas necesitamos, sólo sabemos que están ahí-. dijo Dorus. Claro, ¿por qué iba a preocuparse el mundo mágico por la investigación básica? Los muggles ya habían empezado a hacer ese tipo de cosas en los laboratorios, estaba seguro. -Por supuesto, conseguir descubrir eso cambiaría fundamentalmente cada poción elaborada con las enzimas en lugar del veneno. Tendrías que rehacer todas las pociones existentes, así que al final a nadie le importaría porque el método probado y comprobado es más fiable-.

-¿Así que incluso si alguien lo hubiera encontrado, no importaría?-.

-En realidad no, no se vendería. Podrías hacerlo por ti mismo, lo que es perfectamente aceptable, pero nada más-.

Lo que también significaba que la nueva receta sería imposible de rastrear, porque todo el mundo se dedicaría a descifrar qué veneno o ponzoña estaba siendo neutralizado por otros ingredientes, cuando desde el principio no habría ninguno. Y la mayoría de los mágicos eran tan ignorantes que ni siquiera pensarían en otras soluciones.

Sonrió a Dorus.

-Gracias, has sido de ayuda. Ahora tengo que investigar algunas cosas, nos vemos en el laboratorio dentro de un rato-.

(Si hubiera mirado hacia atrás, se habría dado cuenta de que Dorus le seguía con mirada recelosa).

-Gracias, Orión. Esto... significa mucho, de verdad-.

-Por supuesto, tía Dorea-.

Él observó como ella leía la carta, ya que él no había sido despedido. También la vio empezar a sonreír.

-Tú escribiste esto, sobrino-. Puso los ojos en blanco.

-No, yo ayudé a hacerlo. Mi amigo se asustó cuando le hablé de ti-.

Ella le sonrió. -Me imaginé que estaba allí cuando aún estabas aprendiendo a componer tus cartas, así que, aunque esta no sea tu letra, pude ver tus métodos por todas partes-.

-¿Tan distintivo es?-.

-Sólo para aquellos que ayudaron a entrenarte, alguien más sólo lo vería como un hábito de algún tipo-.

Explicó ella. Le hizo relajarse. Tendría que hablar con Abraxas sobre inventar un nuevo estilo, por si acaso. Si había algo tan predecible en él, cambiarlo casi lo haría irreconocible. Tal vez tratando de sacudir su escritura un poco, no lo suficiente como para ser forzado, sólo lo suficiente para ser diferente.

-Esto es bastante útil, aunque me entristece que aún no se hayan investigado los efectos secundarios de la edad-.

-Por desgracia, fue uno de los pocos aspectos que se le escaparon a mi amigo cuando ideó la poción. Estaba pensada para la mayoría de la población, sobre todo gente joven, y bueno, nadie esperaría que alguien que está entrando en años quiera tener un hijo a no ser que tenga alguna circunstancia especial-.

-Sí, supongo que es cierto-.

-Ya se ha hecho una petición de investigación al gremio, pero puede llevar algún tiempo-. Intentó consolarla.

-Bueno, no esperaba una solución fácil y rápida. Seguiremos estudiando lo que tenemos y esperaremos los resultados. Sólo tenemos el tiempo de nuestra parte, no es que haya otra solución. Esto ya fue bastante milagro inesperado-.

-Yo también me sorprendí mucho cuando me lo trajeron-. Sorprendido no lo cortaba, realmente, había sollozado como un niño entonces.

-¿Sabías que hay rumores de una Orden de Merlín para los promotores?-.

-¿Qué?- mierda, quiso añadir, pero no lo hizo.

-Sí, así es como lo encontré por primera vez, sobre todo. Ya sabes lo lenta que es la ICW para tomar decisiones de ese tipo, así que podrían pasar años antes de que salga algo de ahí-.

Que haya rumores ya es un logro, pensó Orión. Hadrian, con una Orden de Merlín. Maldita sea, bueno, debería habérselo esperado, Europa seguía alborotada y... bueno, Orión daba gracias de no ser profesor. Dentro de diez años las escuelas estarían superpobladas.

Se podría considerar que Hadrian había salvado por sí solo a la humanidad de los magos de la extinción en Europa. Después de todo, cuanto más disminuyera la población, más se desplazaría la gente restante para intentar encontrar una vida mejor con los de su especie. Europa habría necesitado gente que emigrara para aumentar la población o se habría quedado con muy pocas comunidades mágicas alrededor como para que les fuera posible sobrevivir, colapsándose la economía sin nadie que la mantuviera en pie y estable.

Cada vez que pensaba en esto, se daba de bruces con lo increíble que había sido lo que había hecho Hadrian. Completamente por accidente. Cierto, Hadrian probablemente trataría de rechazar la medalla, ¿no?.

Bueno, era demasiado pronto para preocuparse por eso todavía.

-Gracias por su tiempo, tía. Envíame cualquier carta que desees remitirle, ¿a menos que ya tengas algo preparado?-.

-No, hablaré contigo pronto, necesito discutir esto con mi cuñado primero-. Dijo ella, poniéndose de pie para acompañarlo al salón de la mansión Potter, donde se encontraba la floo principal.

-Siento no haber podido ser de más ayuda-.

-Tú y tu amigo ya han hecho bastante. Tengo paciencia más que suficiente, así que no hay problema-.

Ella dijo eso, pero él pudo ver lo amargo que era, que le dijeran que esperara de nuevo.

Añadió 'Tom Riddle convirtiéndose en un Señor Oscuro, de alguna manera' a la lista que estaba haciendo. No estaba organizada en absoluto. De momento, Orión y él se limitaban a anotar todo lo que sabían, e intentar hacer una cronología vendría después. Claro, no eran capaces de anotar fechas, si nada más Hadrian había sido cuidadoso con eso. Sin embargo, podían añadir que Riddle había "muerto" durante catorce años y que había regresado tres meses -(como máximo)- antes de que Orión conociera a Hadrian. Y situar los acontecimientos que conocían sobre los años escolares de Hadrian en referencia a eso, pero eso era todo.

Seguía dándole vueltas al hecho de que Riddle hubiera crecido hasta convertirse en un Señor Tenebroso y hubiera acumulado suficientes partidarios bajo un nombre falso sin conexión con las Casas Antiguas como para convertirse en el líder de uno de los bandos de una guerra, pero cuanto más lo pensaba, más sentido tenía.

Riddle había sido cruel y sanguinario, siempre, pero también era encantador e inteligente y sabía cómo ocultar sus rasgos menos deseables lo suficiente como para que quedaras atrapado en su red de mentiras mucho antes de que te dieras cuenta de que había algo más. Después de todo, así era como había ascendido al poder durante la escuela. Había tenido a todos los profesores menos a Dumbledore de su parte, había utilizado su poder y su incierta relación con el fundador de Slytherin para superar a sus compañeros y lo había hecho sin el apoyo que tenían personas como Dorus, Abraxas y Orión.

Era aterrador, y el panorama que pintaba para el futuro era desolador. Abraxas no veía con buenos ojos su eventual regreso y el comienzo del auge de la guerra. Con un poco de suerte, su padre estaría muerto para entonces, aunque era muy improbable.

No sabía exactamente qué había querido conseguir Riddle incitando una guerra, pero estaba bastante seguro de que sería algo con lo que Brutus Malfoy estaría de acuerdo. Tal vez incluso de su lado.

(El parricidio lo dejaría fuera de su propio Señorío, por desgracia).

-¿Brax?-.

-¿Hmmm?-.

-Ese 'recuerdo' del que habló Adriano cuando nos habló del Basilisco, que no puede estar en ningún sitio más que en Hogwarts, ¿qué crees que podría ser?-.

-¿Quieres el mejor o el peor escenario?-. Orión hizo una mueca.

-Ambos-.

-En el mejor de los casos, un objeto encantado funcionando como un pensadero improvisado que adquirió sensibilidad gracias a las protecciones de Hogwarts y a la conexión mágica con un núcleo mágico joven y sin entrenamiento-. Dijo, pero incluso eso le pareció demasiado poco. Tragó grueso. -En el peor de los casos, un Horrocrux-.

Los ojos de Orión se abrieron de par en par, llenos de miedo.

-Estás de broma, ¿verdad?-.

-¿Qué quieres que te diga? Un Horrocrux se forma con, aproximadamente, la mitad del alma actual del creador en el momento de... sí. Hipotéticamente y teniendo en cuenta que su memoria era joven, probablemente se hizo mientras Riddle aún estaba en Hogwarts. También hemos llegado a la conclusión de que tras la muerte de Myrtle Warren, Riddle pasó un poco desapercibido, como agotado, y tardó más de una semana en recuperarse de aquello, y nunca olvidemos que Dumbledore siempre creyó que era Tom el culpable, no el mestizo. Ahora sabemos que el monstruo de Slytherin era un basilisco, así que estamos seguros de que era Riddle quien aterrorizaba al colegio porque era el único parsel que había por allí, y no es difícil culparle también de la muerte de Warren. ¿Quién puede decir que no lo usó, puesto que ya la había cagado?-.

-Pareces creer que el peor escenario es más viable-.

-No me gusta pero...- La parte de Riddle en la cicatriz de Hadrian es -...pequeña. Un alma no es una sustancia física, realmente no tiene un alma definida. Por lo que sabemos, el alma de Riddle era tan horrible que casi no existía, pero si no lo era y asumimos la teoría de que las almas coinciden con un cuerpo físico siempre y cuando se deje intacto, entonces sólo tendría sentido que Riddle fracturara su alma más de una vez-.

-Continúa- Orión lo alentó, haciendo girar la pluma en su mano.

Respiró hondo. -Las circunstancias de la muerte temporal de Riddle cuando atacó a Hadrian también harían imposible que el ritual hubiera sido preparado, lo que podría significar que Rian es un Horrocrux no planeado, un pseudohorrocrux y no uno verdadero. Tendría sentido, ya que sólo podría ocurrir si el alma de Riddle no fuera capaz de resistir el retroceso mágico de la maldición asesina debido al sacrificio de la madre de Rian. Después de dividir su alma al menos una vez antes, una astilla podría haberse separado y, al tratar de aferrarse a la vida, se quedó atascada en Hadrian, que todavía tenía la magia de la sangre aferrada a él. Así que...-

-Entonces. ¿Estás seguro de que todo esto es hipotético?-.

-No puedo probarlo, no importa cuánto sentido tenga-.

-Genial, escríbelo, investigaremos si es posible y luego se lo plantearemos a Hadrian. Más tarde, cuando tengamos algo más concreto. Si se trata de un pseudohorrocrux y no de uno verdadero, ¿eso facilitaría la extracción de la astilla en Hadrian?-.

Negó con la cabeza, frunciendo los labios. -Podría ser en ambos sentidos. Aunque viendo que, si fue así, la astilla sobrevivió por su deseo de vivir sin rituales ni apoyo, podría intentar aferrarse a Hadrian y a su fuerza incluso más que un Horrocrux normal. También podría significar que la chapuza significa que el pseudohorrocrux no tiene todas las mismas propiedades y protecciones que el ritual le daría, por lo que es sólo un alma que está ahí-.

-¿Así que esperar lo mejor y prepararse para lo peor?-.

-Sí-.

-Tenemos que mantener un ojo en ese diario, tal vez tratar de obtener una descripción de Rian. Si un descendiente suyo estuvo tan involucrado en el segundo año de Hadrian en Hogwarts, tal vez tenga lazos más estrechos con tu familia de los que conocemos-.

-No me gustan las implicaciones-.

-Tu familia haría cualquier cosa por el poder-.

-No me gustaba el mocoso de Riddle antes, ciertamente lo odio ahora-. Orión rió entre dientes, sin sorprenderse lo más mínimo.

-No tiene que caernos bien, sólo tenemos que destruir su alma, dos o tres veces-.

-Es un buen número mágico, haría la conexión astro... Joder-.

-¿Qué?-.

-Bueno...-

-Sólo dilo, estoy acostumbrado a tus realizaciones a mitad de conversación-.

Abraxas suspiró y se llevó los dedos índice y corazón a la sien para intentar aliviar un poco la tensión que sentía. Esto lo iba a llevar a una tumba prematura.

-Si el alma-esquirla de Hadrian es un pseudo-horrocrux, entonces tres no era el número deseado, lo que haría que la cantidad de trozos de alma en que Riddle había dividido su alma fuera dos, que es uno de los números más inestables en aritmancia a menos que vaya acompañado de otros-  Explicó. -Eso también significa que o bien Riddle estaba demasiado asustado para seguir adelante, pensaba que nadie descubriría nunca lo que había hecho o bien tenía más de un horrocrux para cuando atacó a los Potter-.

Orión miró las notas que tenían y luego volvió a levantar la vista.

-Eres el mejor con los números, explícamelo-.

-Muy bien, así que Riddle es paranoico, siempre lo ha sido, probablemente resultado de su educación, su naturaleza o una mezcla de ambas. Era extremadamente inteligente y sabe aritmética, dijiste que tomó 12 O.W.L.s y N.E.W.T.s así que ciertamente conoce la teoría mágica y sus aplicaciones. Así que, teniendo en cuenta que el primer horrocrux podría haber sido creado a mediados de su adolescencia y que hay décadas entre- 1942 o '43 y cuando Hadrian- Harry Potter y sus padres fueron atacados, dudo seriamente que no hubiera querido más... failsafes-. Hizo una mueca, disgustado. "Así que, o bien ya tenía un alma tripartita durante la época en que atacó a los Potter, lo que hace que sean dos Horrocruxes más Hadrian los que tenemos que tener en cuenta, o bien pasó décadas con una conexión inestable con la magia-.

-Bien, sin presiones. Conocemos a Hadrian, y otro podría ser el diario más un objeto no identificado que podría ser literalmente cualquier cosa-.

-Todo esto son hipótesis y conjeturas, Ry, pero... yo no lo ignoraría-.

-Si Hadrian no estuviera en riesgo, me arriesgaría a ir a la ICW ahora mismo-.

-Sí, pero no podemos probar que Riddle hizo Horrocruxes a menos que tengamos en nuestras manos el diario. Sería perfecto, porque técnicamente Hadrian aún no se ha convertido en uno, así que no debería aparecer en ningún encantamiento o ritual de detección, ya que la parte de Riddle que está actualmente dentro de la cicatriz de Rian también sigue con Riddle-.

-Odio esto, cada vez que podemos arrancar de raíz un problema, aparecen más que nos impiden hacer nada-.

-Casi como el destino, ¿no?- Orión le miró, luego a la pared. Hadrian estaba en ese momento en su despacho con Dorus, así que Abraxas sabía que los engranajes de la cabeza de Orión estaban girando.

-Odio el puto viaje en el tiempo. ¿Cómo se supone que voy a hacer que las cosas cambien si ni siquiera sé si lo estoy haciendo bien?-.

¿No era esa la pregunta? Abraxas odiaba que lo único que pudieran hacer fuera encontrar información y prepararse para que las cosas sucedieran.

-¡Rian!-.

-¿Qué has hecho?-.

Dijo, instantáneamente a la defensiva, levantando la vista de su libro. Estaba medio tumbado en el sofá, intentando, y sin conseguirlo, entender por qué alguien querría convertir el oro en plomo. Había todo un proceso alquímico para ello, pero ¿por qué? A menos que quisieras envenenar a alguien, el plomo no servía para muchas cosas.

Era imposible que Abraxas no le hiciera una de sus peticiones ahora mismo. No con lo educado (casi cortés) que había sido con los elfos domésticos en los últimos días. Abraxas o había hecho algo o iba a hacerlo pronto, y era imposible que su comportamiento no tuviera segundas intenciones.

-Ouch, ¿de verdad parece que voy a hacer algo malo? ¿A qué viene ese tono?- Abraxas hizo un mohín.

-Abraxas, por favor, llevamos demasiado tiempo viviendo juntos como para que eso funcione conmigo-.

-Buhh, vale, arruíname la diversión, ¿por qué no?-. Él sonrió con satisfacción, la inquietud aumentando en él. -¡Tengamos una cita!-.

-¿Eh?- Soltó, con la mente en blanco.

-¡Sí! Hace tiempo que no salimos... Aparte de Yule, claro. Tú, Ry y yo, ¿qué dices?-.

-Eso es lo que siempre hacemos, no una cita-.

-Duh, sólo es una cita si lo llamamos así-. Abraxas se encogió de hombros, de repente parecía nervioso. -¿Te importa? Nos divertiremos, lo prometo-.

Muy bien, pros y contras aquí. Eso es lo que había empezado a hacer últimamente cuando necesitaba tomar una decisión. Aparentemente necesitaba tomar decisiones caso por caso o su cabeza explotaría y eso no sería agradable.

Pros, no creía que Abraxas u Orión tuvieran malas intenciones, así que probablemente sólo sería Abraxas arrastrándolos a algún lugar por el día. Le gustaba hacer eso, y tomarse un descanso le vendría bien.

Contras, una cita. ¡¿Qué coño hacía alguien durante una de esas?! Además, decir que sí... no tendría ningún efecto en cómo actuaban el uno con el otro, ¿verdad? Era muy consciente, gracias a Morgan, Marta y Frank y prácticamente todo el mundo que conocía, de que básicamente tenía una relación, sólo que nadie había sacado el tema y sabía que Orión y Abraxas no querían presionarle.

Eso estaba bien, realmente, lo apreciaba, pero ¿cuáles serían las consecuencias de decir "sí" en este momento?.

Más información, necesitaba más información.

-¿De dónde viene esto?-.

-Orion y yo pensamos que estaría bien, y le pregunté si podíamos hacer una cita. Me dijo que tenía que preguntarte, así que lo estoy haciendo-.

-¿Cuándo?- Dijo, sorprendido, Orión proponiendo una salida no era extraño, pero ciertamente no era la norma.

-¿Como en diciembre? Tenemos las vacaciones en medio y tú has estado muy ocupado últimamente y surgieron algunos de mis encargos y Orión ha estado lidiando mucho con su familia, así que no tuve tiempo de planear nada antes-. Abraxas se encogió de hombros, volviendo a su sonrisa cegadora y nerviosa. -¿Entonces...?-.

Suspiró, esperando no arrepentirse de esto. -Bien, sí, de acuerdo. Salgamos, ¿fin de semana?-.

Abraxas chilló y se inclinó para besarle la mejilla antes de salir corriendo por la puerta. Hadrian notó mucho sus mejillas rojas, que Abraxas probablemente intentaba disimular.

(Esto merecía otra charla con Marta, tendría que tomar nota antes del viernes. Se asustaría con ella y luego ella le daría una bofetada de lógica y todo iría bien. No es que no le interesara, le interesaba mucho, pero seguía siendo raro pensar en ello. Sí, necesitaba que Marta le hiciera entrar en razón antes de que la cagara.

Salía con dos hombres mayores a menudo, esto no debería ser tan desesperante como parecía).