The Missing parts of History [Traducción]

Harry Potter - J. K. Rowling
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The Missing parts of History [Traducción]
Summary
En retrospectiva, Harry podía admitir que tocar cosas al azar en Grimmauld Place no había sido una buena idea. Sin embargo, era un poco tarde para eso.Varado en el tiempo, sin camino de regreso a casa, Harry tuvo que aprender a hacer frente a su vida mientras vivía en los años 50.Por extraño que parezca, Orion Black no se parecía en nada a lo que esperaba. Abraxas Malfoy tampoco. O sus amigos, en su mayor parte.Honestamente, tratar de mantenerse al día fue agotador.
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Chapter 63

Vacaciones de Navidad                       
Parte 2                         

-A ver si lo he entendido bien, fuiste a patinar sobre hielo, en mitad de la noche sin supervisión, encendiste todos los fuegos que pudiste...- Se quejó Abraxas, diciendo que los fuegos habían sido un factor controlado. Ignoró al rubio. -...pasaste tres horas allí y cuando fuiste a apagar los fuegos, te diste cuenta de que los mantenían los encantamientos que rodeaban el lago alimentándose de su magia, así que... ¿tú qué? ¿Los disipaste?-.

-Disiparlos-. corrigió Abraxas torpemente. Miró a Hadrian, esperando al menos algún tipo de explicación.

-No contamos con el hecho de que el fuego aún habría hecho subir mucho la temperatura y para cuando terminamos de apagarlos y nos fuimos, el hielo que quedaba era tan delgado que se rompió. Así que, sí, como que derretimos el lago-.

-Les dije que no quemaran cosas, ¿así que en vez de eso las derritieron? ¿Es eso?-.

-En realidad, fue un accidente-. dijo Abraxas, sonriéndole.

-Y claro, estás muy orgulloso de haber seguido mis instrucciones-.

-Quiero decir, orgulloso no, pero tampoco es para tanto. Madame Elodie dijo que se congelaría de nuevo para cuando la Reserva reabriera para la Temporada de Invierno así que...-

-Ese no es el punto-. Les espetó.

¡¿Cómo?! Los había dejado solos durante dos semanas, ¿¡cómo se las habían arreglado para meter la pata así!? ¡Ese lago no se había descongelado en décadas! Estaba encantado. Le habían permitido ver los encantamientos que tenía, ¡una verdadera obra de arte que no se podía reproducir! Joder, quería volver a gritarles, pero era inútil. Porque lo peor era que sabía que no lo habían hecho a propósito, simplemente eran caóticos y tenían mala suerte.

Elevó una plegaria a cualquiera de los dioses de Abraxas que los estuviera mirando en ese momento, pidiéndoles paciencia. Sentía que la necesitaría más que nunca.

La única parte buena era que los encantamientos y las matrices de protección se habían anotado por si alguien los rompía y podían volver a colocarse cuando estuvieran seguros de que el lago estaba congelado.

-Tienen prohibido patinar sobre hielo durante el resto de nuestra estancia aquí. Y no se atrevan a escabullirse sin mí. Y voy a hacer que estudien los encantamientos vinculados a la guerra y cómo disiparlos con seguridad cuando lleguemos a casa, no se admiten quejas. Obviamente, el sentido común que habían conseguido cultivar ya ha desaparecido-.

-Lo siento-. dijo Hadrian.

Con la mirada, se acercó al adolescente y tiró de él para abrazarlo. -Tienes suerte de que te quiera, mocoso-. Dijo en voz baja.

-¿Me das uno de esos a mí también? Los dos te echamos de menos-.

-Ven aquí, Brax-. Extendió el brazo, dejando espacio suficiente para que Abraxas se introdujera cómodamente en el abrazo y estrechara a ambos.

Claro que estaba molesto, pero los había echado de menos a ellos y a sus travesuras.

🌿🌿🌿🌿🌿🌿

...Entonces Hadrian miró a Lucien como si hubiera matado a su mascota, ya sabes la cara que pone cuando está tan decepcionado que empieza a dudar de tu inteligencia, y...- Oyó que Abraxas le decía a Orión.

(Sinceramente, que Lucien Malfoy fuera un año mayor que él no le hacía ni mucho menos mejor ni inteligente, ¿se suponía que tenía que callarse la boca cuando alguien soltaba gilipolleces? Y realmente, hasta Abraxas lo había respaldado, así que no estaba tan preocupado por haber hecho algo malo).

Se apresuró a ponerse la ropa de dormir -vale, robó una de las camisas de Orión y un par de pantalones cortos de Abraxas, ¿y qué? Se lo permitieron- y se unió a ellos en la cama, colocándose automáticamente entre las piernas de Orión con la espalda apoyada en su pecho, con el álbum de fotos en las manos.

-¿De verdad vamos a hacer esto?- dijo Abraxas, mirando el álbum con recelo. Asintió con entusiasmo.

Orión resopló. -Sólo recuerda que éramos bastante jóvenes en la mayoría de ellas y puede que no recordemos lo que ocurre en las fotos-.

-Está bien-. Dijo.

Abriéndola desde donde la había dejado y asegurándose de que ambos hombres mayores pudieran verlas bien. Mientras Orión miraba por encima de su hombro, tenía una mano apoyada en la cama, dejando que Abraxas la sostuviera como si fuera su segunda naturaleza (Abraxas no había soltado a Orión desde que había llegado esta mañana, incluso si era sólo un pequeño toque como ahora), Abraxas había decidido acostarse boca abajo, con la cabeza apoyada en la palma de su mano libre. Hadrian no creía que fuera una buena posición desde la que mirar, pero seguramente el rubio se movería si se sentía incómodo.

Cierto, lo haría. Más le valía, o Hadrian le daría la vuelta él mismo.

-¿Pero cómo coño eran los dos tan condenadamente monos? No deberían haber crecido nunca, es una vergüenza-.

-Es nuestro encanto natural, cariño. Aunque ahora estoy bastante apegado a mi altura. Entonces era bajito-. Dijo Orión. Intentó no sonrojarse por el uso del apelativo.

Mientras Abraxas usaba sólo uno o dos (a menudo quedándose con 'soleil' que, ¿por qué demonios era un sol? No entendía el razonamiento de Abraxas). Orión se limitaba a decir lo que se le ocurría. Ya debería estar acostumbrado.

-Espera, ¿ese no fue cuando derribaste a mi padre?-. Abraxas señaló una de las fotos al pasar la página.

Un Orión de cuatro años se agarraba con todas sus fuerzas a un Abraxas de seis, frunciendo el ceño con toda la fuerza que puede tener un niño pequeño. (Se alegró de que las edades estuvieran escritas debajo de cada foto, junto con la fecha en que había sido tomada, facilitaba las cosas). Hacía tiempo que la foto había perdido los encantamientos necesarios para convertirla en una imagen en movimiento, pero ver la rabia protectora de un precioso niño pequeño en un ángulo extraño -(probablemente porque nadie había esperado que lo que fuera que había ocurrido le hiciera tener ese aspecto)- mientras el niño rubio se pasaba el dorso de la manita por uno de los ojos seguía siendo tan condenadamente adorable.

Entonces, su cerebro se reinició.

-¿Qué quieres decir con 'derribado'? ¿Orion?- Los miró, confundido.

-Abraxas había dañado accidentalmente un libro, creo. Fue torpe, y lloró, y Malfoy padre le dio un revés para que parara. Puedes ver en la foto cómo sus ojos y su mejilla derecha están más rojos de lo que deberían. Me enfadé, o eso me dijo mi madre. Mi magia se descontroló-.

-¿Y tiraste a Brutus Malfoy al suelo?-.

-Sí-. Dijo Orión, sonriendo con suficiencia. Abraxas dejó escapar una risita.

-Hay un montón de fotos como esa, pillados desprevenidos mientras Orión se comportaba como una madre gallina. Sinceramente, sólo fue una bofetada-.

-Las bofetadas duelen-. Dijo, mientras Orion miraba al rubio.

-Eras el chico más pequeño, delgado y delicado. ¿Y un hombre adulto te golpea y me dices que no debería haber perdido la cabeza?-.

-No estoy diciendo eso, solo que no es como... la peor cosa del mundo. Ya era lo suficientemente mayor como para no llorar por tonterías-.

-Claro, y por eso tu padre merece morir. Entendido-. El propio Hadrian asintió con esa afirmación. Abraxas se limitó a poner los ojos en blanco, pasando las páginas lentamente.

Intercambiaron las historias que recordaban. Desde Orión aprendiendo a leer correctamente hasta él tirando libros a la cabeza de la gente cuando lo molestaban. O Abraxas decidiendo que el fucsia era su color favorito y vistiéndose de él durante tres semanas antes de aburrirse.

(Más bien harto, en opinión de Hadrian).

-¿Qué hace eso aquí?- preguntó Abraxas unos cuentos más tarde, sacando una foto del álbum por completo antes de que Hadrian pudiera echarle un buen vistazo.

Miró a Orión interrogante. El hombre hizo una mueca.

-Es el séptimo cumpleaños de Abraxas. No sabía que alguien había captado ese momento-.

-¿Qué?- Dijo, confuso.

Abraxas se levantó de la cama y guardó la mencionada foto en una de sus bolsas antes de volver, sentándose de espaldas al cabecero y lo más cerca de ellos que pudo.

-Sólo soy yo desmayado después de recibir mi Don. No es gran cosa. Más tarde le preguntaré a mi tía a quién se le ocurrió que una foto así se consideraba lo bastante buena para un Álbum de Fotos de la Infancia. Orión entró en pánico durante semanas después de verme tirado en el suelo inconsciente, y nadie supo lo que había pasado hasta que me desperté tres días después medio delirando-. Abraxas explicó y Hadrian pudo entender por qué ver un momento así inmortalizado podía ser molesto. -Bueno, no estaba delirando, sólo drogado con magia natural y con insuficientes Escudos de Oclumancia para bloquearla. No es que entendiéramos que eso era lo que estaba pasando hasta que mi Abuela tropezó con ello en uno de los grimorios de la Familia-.

-Y...- Orión intervino. -...Se le dijo que lo mantuviera en secreto para todos. Lo que significa que me lo contó en cuanto volvimos a vernos una semana después de despertar-.

-Oh sí, mis padres tardaron meses en descubrir que Orión lo sabía-. Abraxas sonrió ampliamente. -Era super gracioso verlos tratar de encontrar palabras para referirse a mi Don con él cerca, porque yo me negaba a que se fuera en ese momento. Mientras tanto, Orión y yo nos moríamos de risa a sus espaldas-.

Frunció el ceño, no es que la imagen no fuera extremadamente graciosa. -¿Fue por la sensibilidad? Por qué querías a Orion cerca, quiero decir-.

-Sí, mis padres... tenían un montón de emociones y vibraciones negativas, y su magia era... rara, no podía calmarme con ella cerca, siempre punzándome la piel y... bueno, Orión siempre me ha calmado, aunque aún necesitaba descansos frecuentes para no agobiarme-. Dijo Abraxas, besando su mejilla. -De todas formas, prefiero que no veas esa foto, ¿vale? No es agradable, puedes verme enterrado en pastel, por poco favorecedor que sea-.

Se rió con ganas. -Vale, pero si alguna vez me desmayo, no hagas fotos-.

-Trato hecho-. Dijo Orión, estremeciéndose. -Sólo haremos fotos si es por el sueño, no por problemas médicos reales-.

-Sí, eso está mucho mejor-. Abraxas asintió, pasando otra página. -¡Oh! Este es Orión, Lucrecia y yo la primera vez que tuvimos una reunión justo después. Me miró como si fuera una criatura extraña y su cara era de risa-.

-Tal vez porque toda tu forma de hablar había cambiado para entonces. Y el comportamiento. Morgana encima, Rian, tendrías que haberle visto, de repente un niño de 7 años sobreexcitado, hiperactivo y extrovertido que no sabía callarse. Procedió a decirle... ¿Qué había sido? ¿Que él sabía que ella estaba insegura sobre "su posición como hermana mayor de Orión" debido a su presencia en nuestras vidas? Lo juro, estaba horrorizada-.

-Tenía razón, sin embargo-.

-Mi madre casi se desmaya-.

-Estaba exagerando. Y te ayudó con tu relación con ella a largo plazo-.

Vio la conversación como un ping-pong, tratando de contener la risa. Sinceramente, era algo que podía ver hacer a Abraxas. Era un poco extraño, mirando las fotos, cómo de un momento a otro todo el comportamiento, gustos y personalidad de Abraxas había cambiado para adaptarse a su nueva naturaleza.

Sin embargo, en todas las fotos en las que aparecía Orión, el chico de pelo negro no había cambiado nada, como si el cambio no le hubiera afectado en absoluto.

Siguió pasando páginas, viéndolos pasar de niños pequeños a niños completamente funcionales. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, los padres de Abraxas aparecían cada vez menos, el espacio lo ocupaban otros miembros de la familia, algunos que él no conocía y de los que le tenían que hablar.

(La sonrisa de Abraxas al hablar de su abuela era cegadora, aunque siguiera teñida de pena. Y era estupendo poder ponerle cara a la mujer que había sido tan importante para él).

...y algunos que ya había conocido.

Entre comentarios y anécdotas ("así que mi abuela dejó en su testamento que sus pavos reales albinos me quedaran a mí, por eso ahora vagan por los jardines de Malfoy Manor, los echo de menos, pero me reúno con los elfos domésticos para asegurarme de que están bien- y ''no, no fue así como ocurrió, yo no acepté ir a la feria, él me arrastró a ella". "Ya te gustaría" y "A Abraxas le gustaba intentar dibujarme lo que veía en los hilos, sólo para darse cuenta de que le salían horribles, lo que sólo le indignaba más y ahora sigue siendo un desastre dibujando cualquier cosa demasiado detallada". "¡Al menos lo intento! Lo único que sabes dibujar son runas!". E incluso "¿Cómo que sabes tocar el violín? Nunca has dicho nada". "Bueno, lo dejé hace años, mis compañeras de cuarto en Hogwarts odiaban que practicara antes de dormir que era el único rato libre que tenía para hacerlo, y sin la rutina simplemente no lo retomé". "Puedes volver a hacerlo, a Orión y a mí no nos importaría". "Me lo pensaré") sus ojos empezaron a bajar.

A las tres de la madrugada, bostezaba más que veía. Cuando levantó la mano para cepillarse los ojos lo suficiente como para poder mantenerse despierto un poco más Orión le quitó el álbum.

-¡Eh!-.

-Está bien, duerme. Es tarde-.

-Pero si ni siquiera hemos llegado a los años de Hogwarts-. Se quejó, haciendo pucheros y echando la cabeza hacia atrás.

Orión envió el álbum a la mesita de noche con un empujón de su magia, besándole la nuca mientras Abraxas se quitaba las gafas.

-Todavía podemos repasarlos más tarde. Y sólo son mis dos primeros años allí, podemos conseguirte más la próxima vez que Orión visite el Castillo Black-. Dijo Abraxas, estirándose sobre el costado para alcanzar la mesita de noche que tenía más cerca. -Ahora sí que tenemos que dormir-.

Hizo lo más maduro en esta situación poner mala cara como un niño y cruzar los brazos sobre el pecho. No consiguió más que hacerles reír. Abraxas puso sus manos y piernas en cada uno de sus lados, de alguna manera a horcajadas sobre él y Orión al mismo tiempo. Tomó la cara de Hadrian entre sus manos y lo empujó más cerca, casi enjaulándolo entre ellos y besándole la frente mientras Orión dejaba caer su cabeza sobre el hombro de Hadrian.

Podía sentir la sonrisa tirando de sus labios donde estaba presionado sobre su omóplato.

-Bueno, no vamos a dormir así-.

-¿Eso es un desafío?- Orion preguntó, apoyando la barbilla en su hombro con la cabeza inclinada hacia un lado lo suficiente como para mirarlos. -He dormido en peores condiciones, para tu información-.

-Eres horrible, y Abraxas prefiere dormir de lado, ¿recuerdas?-.

-O encima de cualquiera de ustedes. No es una elección difícil-.

-Quítate, estoy usando a Orión como mi calentador personal hoy-.

-¿Puedo al menos quedarme con su brazo para abrazarlo?-.

-Claro-.

-¿No puedo elegir aquí?-.

-No, has estado fuera demasiado tiempo-. Dijo Abraxas, orgulloso de sí mismo.

-Eran ustedes los que estaban fuera, en otro país-.

-Pero estábamos juntos, así que eras tú el que faltaba-. Aclaró, lo que hizo resoplar a Orión.

Aunque acabaron recolocándose para que tanto él como Abraxas pudieran abrazar a Orión.

(Vale, abracen a Orión. La semántica no era tan importante, ¿vale?).

🌿🌿🌿🌿🌿🌿

-Orion, cela fait longtemps-. le saludó Agatha, asintiendo con la cabeza en dirección a Hadrian y Abraxas. -Ces deux-là étaient si adorables ensemble que j'ai presque eu peur que tu aies été remplacé-. (Orion, ha pasado mucho tiempo. Esos dos eran tan adorables juntos que casi temí que te hubieran reemplazado).

-Comme si, plus comme détenu temporairement-. Respondió, su intercambio había llamado la atención de Abraxas y aprovechó para guiñarle un ojo al rubio, que se sonrojó y apartó la mirada, volviendo a su propia conversación con uno de sus primos. -Ne t'inquiète pas, nous allons te rendre malade avec notre flirt ensemble-. (Como si, más bien temporalmente detenido. No te preocupes, te enfermaremos con nuestro flirteo conjunto).

-S'il vous plaît ne faites pas ça, j'en ai assez-. Dijo ella, poniendo una cara de asco que le hizo reír. -Vous auriez dû les voir il y a quelques jours, le cousin Abraxas souriait comme un imbécile pour ce garçon. ¡Je ne savais pas qu'il pouvait faire une telle tête ! Tante Elodie prévoit déjà un mariage, j'ai dû lui rappeler que le cousin Abraxas est déjà marié-. (Por favor, no, ya he tenido bastante. Tendrías que haberlos visto hace unos días, el primo Abraxas sonreía como un tonto por ese chico. ¡No sabía que podía poner esa cara! La tía Elodie ya está planeando una boda, tuve que recordarle que el primo Abraxas ya está casado).

Había que decir que Agatha parecía decepcionada por el último hecho, así que en realidad no estaba en contra de la idea, sólo estaba siendo realista. Sonrió amargamente.

-Dis à ta tante qu'il y'aura un mariage sans le consentement d'Hadrian ou sans moi. Et pour garder ces plans archivés au cas où-. Ella lo miró boquiabierta. -Eh bien, je dois prendre congé maintenant, c'était bon de vous rencontrer-. (Dile a tu tía que no habrá boda sin el consentimiento de Hadrian o sin mí. Y que guarde esos planes por si acaso. Bueno, ahora tengo que despedirme, ha sido un placer hablar).

Se dio la vuelta para marcharse y, una vez que estuvo a unos cuantos pasos, ella pareció recuperarse porque gritó -Il y a des photos, il suffit de demander à Germain si vous voulez des copies!-. (¡Hay fotos, basta con pedir a Germain si quieres copias!).

Le devolvió la mirada, con una sonrisa que se dibujaba en su rostro. -Je le ferai, merci Agatha-. (Lo haré, gracias Agatha.)

🌿🌿🌿🌿🌿🌿

No había sido su intención. ¡Lo prometió, todo fue un accidente! ¡Sólo había tenido frío! ¿Cómo iba a saber que había gases cerca del bosque o algo así?.

Ahora, sabía que debía concentrarse en otras cosas. Como en que sus mangas seguían ardiendo, o en los árboles, o en los gritos que podía oír a lo lejos detrás de él. Pero estaba un poco entumecido.

(Sólo podía pensar en dragones, fuego y humo. La adrenalina de volar a toda velocidad en una escoba de madera para superar a una de las criaturas voladoras más rápidas del mundo).

Las llamas crecían, y estaban tan cerca y tan calientes... demasiado calientes, lo iban a atrapar, tenía que irse, tenía que...

Tropezó cuando dio un paso atrás, soltando un grito de dolor cuando sus antebrazos quemados golpearon de repente la fría, fría nieve y todo lo que podía pensar eran dragones y piel carbonizada y sus pulmones se estaban llenando de humo...

-...¡ian!- Un par de brazos fuertes le empujaron hacia un lugar seguro y todo se volvió negro.

🌿🌿🌿🌿🌿🌿

-Qu'est ce qui s'est passé?!- (¡¿Qué coño ha pasado?!).

-C'était les protections du lac, elles ne sont toujours pas en place mais elles ont protégé la major partie de la forêt environnante. Fuites de gaz, incendies inattendus, fonte du lac, même la neige a été réduite au minimum avec les protections afin qu'il n'y ait aucun danger à se promener-. Explicó su tía, mirándole nerviosa. -Il est normal que quelqu'un invoque le feu s'il reste là pendant un certain temps, donc les protections avaient du sens. Je n'avais pas tenu compte du fait qu'il ne connaissait pas toute l'étendue de leurs effets donc personne n'a dû conseiller de ne pas prendre de risques. Probablemente pensó que no había nada que hacer. C'était un malheureux accident-. (Fueron los guardianes del lago, aún no están en su sitio pero mantuvieron a salvo la mayor parte del bosque circundante. Los escapes de gas, los incendios imprevistos, el deshielo del lago e incluso la nieve se redujeron al mínimo gracias a las protecciones para que no hubiera peligro al caminar. Es normal que alguien conjure fuego si está parado allí durante algún tiempo, así que los pabellones tenían sentido. No había tenido en cuenta que él no conocía el alcance total de sus efectos, así que nadie debió aconsejarle que no se arriesgara. Probablemente, para empezar, no creía que hubiera ninguno. Fue un desafortunado accidente).

-Juste un accident?- (¡¿Sólo un accidente?!).

-Oui, neveu. Je sais que ça te fait mal de le voir comme ça, mais il va bien, sa magie l'a protégé de tout dommage durable et maintenant il a juste besoin de dormir-. (Sí, sobrino. Sé que te duele verle así, pero está bien, su magia le ha protegido de cualquier daño duradero y ahora sólo necesita dormir).

Frunció los labios. Quería enfurecerse y culparla, pero no podía. Él era la razón por la que los pabellones habían desaparecido, después de todo, debería haber sido él quien le explicara a Hadrian las medidas de seguridad que sabía que se habían puesto en marcha.

Joder.

-Abraxas-. Orión lo llamó. El más joven estaba sentado junto a Hadrian en el centro de su cama (sí, su tía había descubierto que dormían juntos, con lo de que todas sus cosas estaban en un solo dormitorio, daba igual, no era importante), el adolescente apretado contra su costado y tumbado de lado a pesar de haber sido puesto allí para dormir boca arriba, cuando se giró para mirarle. Las manos de Orión estaban envueltas en vendas hasta las muñecas, una pasta verde enfermiza bajo ellas para ayudar con las leves quemaduras que se había hecho cuando había rescatado a Hadrian. -Está bien, todo salió bien, ven aquí-.

-Je suis désolé-. Dijo, pero no sabía todo lo que lamentaba. (Lo siento.)

Él había sido el que había querido patinar sobre hielo en medio de la noche. El que había disipado accidentalmente las protecciones. El que no había hablado con Hadrian después. Esto era su culpa.

Orión suspiró.

-Abraxas, mon amour, viens ici-. Si su tía estaba sorprendida, no lo notó, moviéndose hacia Orión como le había ordenado y sentándose en el borde de la cama. -Madame Elodie, pourrions-nous avoir un peu de temps en privé ? Il n'y a plus rien à faire ici et Abraxas peut s'occuper de tout problème médical après le réveil d'Hadrian-. (Abraxas, mi amor, ven aquí. Madame Elodie, ¿podríamos tener un momento en privado? No hay nada más que hacer aquí y Abraxas puede ocuparse de cualquier asunto médico después de que Hadrian despierte).

-Bi... Bien sûr-. Dijo. Luego se recuperó de la sorpresa -Envoyez un elfe une fois qu'il se réveille, s'il vous plaît. Le feu a déjà été éteint et, s'il vous plaît, assurez-vous qu'il comprend que ce n'est pas sa faute et qu'il ne sera pas tenu responsable des dommages-. (Por supuesto. Envíe un elfo en cuanto despierte, por favor. El fuego ya ha sido apagado y, por favor, asegúrese de que entiende que no es culpa suya y que no se le hará responsable de los daños).

Se fue sin esperar a que le respondieran y así él y Orión se quedaron solos en la habitación, la respiración tranquila y constante de Hadrian era el único sonido importante en el que Abraxas podía concentrarse.

-No fue culpa tuya-. Dijo Orión, suavemente. -Sé que sientes que lo es, pero no estabas a cargo. Los dos se equivocaron con las guardas, lo cual está perfectamente bien porque fue un error y a veces pasan cosas, y a tu tía se le olvidó decirle lo que implicaban y que no hiciera ciertas cosas por si acaso. Todos dimos por hecho que ya lo sabía, sólo fue un error de comunicación-.

-No me haces sentir mejor-. Orión resopló, extendiendo la mano para tomar sus manos antes de recordar que no debía. -Lo siento por tus manos-.

-Lo haría un millón de veces. Estoy más preocupado por el hecho de que se quedó paralizado. No fue como si el fuego lo estuviera rodeando, él sólo... No se movió, Brax, podría haber escapado fácilmente pero no lo hizo. Eso me preocupa más-.

-Fue un flashback-.

-¿Qué?-.

-Tuvo que serlo, ¿verdad? Su tío le quemó las manos como castigo cuando era niño, así que seguramente fue un flashback. Sus manos estaban ardiendo, después de todo-.

-Tal vez. Aun así, quizá debería haber insistido en que hiciera terapia cuando nos conocimos-. Abraxas se encogió de hombros, sin saber qué decir. -Da igual, vamos, acuéstate conmigo, necesitas descansar-.

-Quiero estar solo-.

-No- Miró al hombre. Orión nunca decía que no cuando se negaba a dormir con ellos. -No lo necesitas, sólo te estás culpando, probablemente piensas que de alguna manera eres un peligro para él sólo por estar cerca, así que no, no puedes irte, no hagas eso, no nos dejes-. Orion le suplicó.

(No le gustaba. Orión tenía demasiada fuerza de voluntad para suplicar nada).

De mala gana, se tumbó y se agarró a la pierna de Orión, el más joven le puso una mano con mucho cuidado en la nuca.

-Deberías estar enfadado conmigo-. Susurró, porque había que decirlo.

-No, Brax. Estoy preocupado por ti. Pero no era tu responsabilidad advertir a Hadrian-.

-Es la reserva de mi familia-.

-Pero tú no trabajas aquí-. ¿Por qué no podía Orion simplemente gritarle? ¡Se lo merecía! ¡Hizo que hirieran a su Hadrian! ¡¿Por qué Orion no podía entender eso y reaccionar en consecuencia?! -Hubiera sido bueno que repasaras los Protocolos de Seguridad con Hadrian, eso es cierto pero, Brax, noera tu responsabilidad, tu Tía, en cambio, tiene mucha culpa. Aunque ella pensara que él conocía las normas, debería haber hablado con él para asegurarse, porque ella es la que manda. Y en el momento en que Hadrian se despierte y ambos nos aseguremos de que está bien, ella va a desear vivir al otro lado de este planeta-.

-Es mi tía y la quiero-. Comentó, débilmente, pero no discrepó. Tenía mucha culpa, pero también estaba enfadado con su familia ahora mismo.

-Lo sé, por eso no voy a matarla-.

-Tú y Hadrian siempre recurren al asesinato-.

-Es más bien definitivo. También hace que la gente deje de molestarte. Y aún no hemos matado a nadie-.

-Ese 'todavía' es bastante ominoso-.

-Bien. Ahora duerme-.

🌿🌿🌿🌿🌿🌿

Cuando despertó, aún le zumbaban los oídos y tenía el cuerpo dolorido.

-Shh, cariño, estás bien-.

-Duele-. Carraspeó, seguido de un ataque de tos.

Alguien le puso un vaso de agua con una pajita y bebió con gratitud. Maldita sea, ¿por qué tenía tanta sed?.

-Llevas día y medio durmiendo-. Dijo Orión era Orión, Abraxas había sido el que se alejó con el agua. -¿Un día y medio? ¿Qué? Hubo un incendio, porque claro que lo hubo, y tu cuerpo necesitaba descansar después de haber sido curado-.

-¿Es muy grave?-.

-No lo es, no te quedarán marcas ni efectos duraderos, aunque tienes prohibido hacer ejercicio extenuante y hacer magia durante toda la semana que viene. Y tampoco deberías forzar la garganta durante unos días, inhalaste mucho humo. Aparte de eso, todo se ha solucionado-.

-Qué suerte-.

-No, eso es Abraxas habiendo estudiado Curación durante cinco años-.

-Eso también-. Sonrió al hombre, que jugaba con su pelo. -Lo siento, no sabía que había gas-.

-Está bien, no se suponía que lo hubiera y tu varita ya fue revisada en busca de hechizos. Un encantamiento de llama pequeña no produce un fuego como ese, así que estás a salvo-.

-Aún así...-

-Las tetas de Morgana, Hadrian, no, esto no es tu culpa, eres igual que Abraxas. Fue un accidente. Uno del que voy a culpar a la tía de Abraxas, Elodie-. Orión dijo, exasperado. Podía imaginarse la mirada de reojo que acompañó a la diatriba. -Sólo porque siempre bromeo sobre Abraxas y tú quemando cosas no significa que realmente piense que tienes la culpa por defecto cuando hay un incendio real alrededor-.

-¿Gracias?- Abraxas dijo, volviendo de donde quiera que había ido.

-Brax-. Llamó, sonriendo ampliamente cuando el rubio se inclinó para besar su mejilla.

-Hola, ¿cómo te sientes?- ¿Por qué Abraxas estaba nervioso?.

-Dolorido-. Dijo. -Quiero dormir más pero estoy cansado de dormir-.

-Sí, puedo adivinar-. Orion dijo. -Duerme, no harás nada fuera de esta cama hasta mañana-.

-'Kay. ¿Te quedas?-.

-Por supuesto-. Se acurrucó más cerca del cuerpo de Orión a su lado. -Brax, en la cama. Te dije que nos querría cerca-.

-Correcto-. Abraxas susurró, como si las palabras de Orión hubieran estado alguna vez en duda.

Un chapuzón en la cama y algunos arrastrando los pies con las sábanas y tenía Abraxas presionando en su espalda, los brazos alrededor de él y besando su nuca. Si no supiera lo preocupados que se ponían cuando estaba gravemente herido (que parecía ser el caso ahora mismo...) haría esto más a menudo.

🌿🌿🌿🌿🌿🌿

-Por favor, quiero moverme-.

-No, prohibido-. Dijo Abraxas, manteniendo al adolescente entre sus brazos mientras se agitaba intentando zafarse. Hadrian resopló, dándose la vuelta para ponerle ojitos de cachorro. -Sólo unas horas más y te haré otro chequeo, después eres libre y podemos dar un paseo, ¿de acuerdo?-.

-Bien. ¿Dónde está Orión, de todos modos?-.

-Gritándole a mi tía sobre los protocolos de seguridad-. Dijo con naturalidad. Orion nunca ocultaba su opinión sobre la incompetencia de la gente, incluso si por lo general los respetaba. -Volverá pronto-.

-¿Por qué está haciendo eso?-.

-Porque te has hecho daño y la Reserva le pertenece. Sigo pensando que a mí también deberían gritarme, pero él se niega-.

-Si tú necesitas que te griten, yo también. Fui yo quien encendió el fuego-. Frunció el ceño y le dio un par de picotazos en la mejilla a Hadrian.

-No, no sabías que no debías hacerlo, no es culpa tuya. Olvidé que el magma que alimenta los manantiales naturales podía ser peligroso y soltar gases a veces por lo cerca que está de la superficie y debí avisarte porque fui yo quien te invitó y quien disipó los guardianes. Y, como ya he dicho, mi tía es la encargada del lugar, así que es culpa nuestra-.

Hadrian lo vio y se giró para quedar cara a cara con él, acercándolo y enterrando la cabeza en el pecho de Abraxas. Aprovechó para rodear completamente con sus brazos al adolescente, acariciando perezosamente su espalda de arriba abajo. -Accidente-.

-Esa es la opinión de Orión-.

-No es culpa tuya-.

-Lo que tú digas-.

-Gilipollas-. Soltó una risita cuando Hadrian le sacó la lengua, besándole la punta de la nariz en represalia. El sonrojo posterior de Hadrian fue delicioso de ver. -¿Aún podemos ir a los manantiales naturales una última vez antes de irnos de aquí? ¿Por favor?-.

-Primero comprobaré si son seguras para ti, luego responderé a eso. Si no, seguro que podemos encontrar otra cosa, nuestra bañera tiene mucho espacio-.

-Trato hecho-. Hadrian levantó la vista de su posición, sonriendo tanto que sus ojos se arrugaron.

🌿🌿🌿🌿🌿🌿

Fueron a dar ese paseo, y la tía de Abraxas le pidió disculpas profusamente.

(Tanto y tan formalmente que él no entendió la mayoría de sus palabras y Abraxas y Orión tuvieron que traducirlo después).

No tuvo la oportunidad de ir a los manantiales naturales, ya que al parecer la piel que le había vuelto a crecer necesitaba algo más de tiempo para asentarse, pero era increíble saber que se había quemado pero que aun así no le quedaría ninguna marca. La magia era increíble.

Desafortunadamente, Orión quería curiosear, lo cual... estaba bien. De verdad.

-¿Por qué no te alejaste del fuego?- Había sido una pregunta simple y directa.

-Yo...- No quería mentir, pero viendo cómo habían reaccionado al basilisco, no sabía cómo decir la verdad sin enviarlos directamente al modo sobreprotector. -No sabía que el fuego me afectaba tanto. No sé qué pasó, pero no podía moverme-.

-No pasa nada-. le aseguró Abraxas, con cara de preocupación. -Está perfectamente bien, pero no toda la verdad. Puedes decir que no te sientes cómodo compartiéndolo, Rian, no nos vamos a enfadar-.

-¿Pero?-.

-No podemos ayudarte si no nos dices qué te pasa. Entiendo que no quieras terapia, aunque sigo pensando que deberías intentarlo, pero aun así podemos intentar ayudarte-.

Resopló. -No es algo en lo que realmente puedan ayudar, ¿verdad? A menos que planees arrojarme a un pozo de fuego y esperar lo mejor-.

-No bromees con esto-. Abraxas dijo, suave pero seriamente. -Puede que no podamos ayudarte a olvidar o a superar por completo un trauma, pero podemos asegurarnos de que estés bien después de un ataque de pánico o una pesadilla o... Podemos ayudar-.

Se mordió el labio, bajando la cabeza. Cierto, confianza. Confiaba en ellos. Podía lidiar con la sobreprotección por un tiempo.

-Yo... puede que haya tenido un encuentro con un dragón antes. Y puede que intentara quemarme vivo. No es que se acercara lo suficiente como para lograrlo... Bueno, tal vez algunas veces, su aliento es... caliente. Como, infernalmente caliente. No es recomendable si quieres vivir una larga vida-.

Podría haber oído caer una horquilla en el silencio que siguió.

-Voy a empezar una nueva lista. 'Acontecimientos de tu vida y quién tiene la culpa'. Luego voy a arruinar la vida de los responsables-. Orión dijo, claramente, y se estremeció.

-Ayudaré-. Abraxas estuvo de acuerdo. -Rian, voy a conseguir ese plástico de burbujas que tanto les gusta a los muggles y te envolveré en él, indefinidamente, probablemente por el resto de tu vida-.

-Por favor, no, fue hace años-.

-Cuando dices eso, ¿te refieres a mucho antes de que vinieras a nosotros o...?-.

-Umm, ¿no? Sólo unos meses antes de eso. Menos de un año-.

-Cierto, luchar contra un dragón a los catorce, un basilisco a los doce. ¿Qué sigue, un dementor a los diez?-.

-Merlín no, no conocí la magia hasta los once. No, los dementores fueron cuando tenía trece-.

Aquello fue un error, porque Abraxas se aferró a él durante el resto de sus vacaciones y Orión no le permitió perderse de vista más de diez minutos, y eso sólo para ir al baño.

¿Debería haberles contado lo del gnomo cuando tenía once años y lo de que Lupin era un hombre lobo y quitárselo de encima? No, seguro que en algún momento saldría el tema. Sinceramente, todo lo que les contaba les ponía los pelos de punta. No era tan malo, ¿verdad?.

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