The Missing parts of History [Traducción]

Harry Potter - J. K. Rowling
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The Missing parts of History [Traducción]
Summary
En retrospectiva, Harry podía admitir que tocar cosas al azar en Grimmauld Place no había sido una buena idea. Sin embargo, era un poco tarde para eso.Varado en el tiempo, sin camino de regreso a casa, Harry tuvo que aprender a hacer frente a su vida mientras vivía en los años 50.Por extraño que parezca, Orion Black no se parecía en nada a lo que esperaba. Abraxas Malfoy tampoco. O sus amigos, en su mayor parte.Honestamente, tratar de mantenerse al día fue agotador.
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Chapter 28

Agosto de 1954


-No puedo creer que haya pasado un año desde que nos conocimos-. Dijo, parpadeando su sorpresa.

Casi lo había olvidado, el tiempo había pasado volando antes de que pudiera darse cuenta. Habían estado desayunando, los dos solos ya que Abraxas ya se había ido a trabajar, cuando vio la fecha e intentó procesar la información.

-¿Ha? Huh, eso fue bastante rápido- respondió Orión, mirando la fecha en el periódico que Hadrian tenía en las manos. Orión lo miró, preocupado. -¿Estás bien?-.

-Yo... creo que sí. Pensé que dolería más. Es... extraño-. Dijo, tratando de dar voz al desorden en su cabeza. -Como... reconozco que ha pasado mucho tiempo, pero no lo sentí así en absoluto, ¿es normal?-.

-En algún momento los años empiezan a pasarte, sí. Todavía parece que fue ayer cuando me gradué en Hogwarts, y no ha pasado el tiempo desde que entré por primera vez-. Orión puso una mano sobre la suya, quitando El Profeta con la otra y dejándolo a un lado. -A veces parece que va más rápido cada año-.

-Ah-. No supo qué decir.

No era como si no echara de menos a sus amigos, o a Sirius y Lupin, aunque apenas había tenido relación con este último desde su tercer año. No era como si no tuviera que vivir respirando alrededor de una herida en el pecho todos los días, ignorándola lo mejor que podía. Pero había pasado un año y no había hecho nada para volver. ¿Estaba mal que le gustara más estar aquí? ¿Sin guerras, sin experiencias cercanas a la muerte, sin un padrino fugitivo al que tuviera que proteger de sí mismo? ¿Ningún loco asesino de masas pisándole los talones?.

Sabía que esas cosas volverían de un modo u otro, pero ¿tan malo era que sólo quería seguir con su vida? ¿Que echaba de menos a sus amigos pero no a ellos? Habían estado arreglando las cosas cuando él se fue y ahora sus peleas parecían inútiles, una pérdida de tiempo en medio de todo lo que ocurría a su alrededor y de todas las cosas que no les contaban "por su propia protección"...

-Creo... que hoy necesito algo de tiempo a solas-.

¿Por qué esto lo estaba poniendo tan emocional? No era como si no tuviera que pasar por esto, ¿qué, cada año? Eso hacía 41 años más de espera, ¿verdad? Era mucho, y cuando volviera a su época ya no sería él, Harry Potter, ¿verdad? No podía ser el ahijado de Sirius al que apenas conocía, la especie de sobrino distanciado de Lupin, el mejor amigo de Ron y Hermione.

Incluso con sólo un año de diferencia sabía que no sería la misma persona que ellos recordaban. ¿Cuánto peores serían las diferencias en cuatro décadas más?.

-¿Tiempo a solas, o tiempo tranquilo?- Preguntó Orión y ahogó un sollozo. Por supuesto que Orión no se iría así como así.

-Tiempo tranquilo-.

-Está bien, vamos, querido, tienes que comer algo, sólo un poco. Acabas de terminar la última de tus pociones, no hay necesidad de dejar de comer ahora-.

Pasaron el día acurrucados en el sofá, cada uno inmerso en su propio libro. ¿Y qué si estaba sentado en el regazo del hombre, uno de sus brazos sujetándolo por la cintura para que no se le escapara, la cabeza anidada en el pliegue del cuello de Orión y tan juntos que no necesitaban hablar más allá de un susurro para conversar?.

Era tranquilo y cálido, y lo necesitaba. Podía enfrentarse al mundo mañana, a Orión no le importaba esperarle un poco.

🌿🌿🌿🌿🌿🌿

-¿Hadrian?-.

-¿Sí, Brax?- El dijo.

Estaba de mucho mejor humor después del parón de ayer. Abraxas se había asustado al llegar a casa anoche, pensando que algo malo había pasado y su respuesta inmediata había sido ponerse ropa más cómoda y unirse a los mimos sin hacer preguntas. Fue una monada. Sin embargo, nunca lo superaría si le dijera a Draco Malfoy que consideraba mono a su abuelo, así que ni siquiera se atrevió a decirlo en voz alta.

Aun así, tras un largo y tranquilo día sin hacer nada y una larga noche de sueño -(Orion le había obligado a tomar un Sueño sin Sueños, alegando que no le haría ningún bien tener una pesadilla encima de su ya de por sí mal día)-, hoy se sentía con más energía para quemar.

-Bueno, entonces, ¿dijiste que estabas mejor hoy? ¿Sin crisis ni nada?-.

-¿Sí? ¿Por qué?-.

-Aquí tengo tu carta de informe-. dijo Abraxas, mostrando con displicencia una carta de pergamino sellada.

Hadrian podría jurar que había oído un ruido de latigazos por lo rápido que Orión había girado la cabeza de los pergaminos en los que estaba trabajando. En serio, le preocupaba que uno de estos días Orión pudiera perder movilidad en el cuello.

-¿Qué dice?-.

-¿Cómo voy a saberlo? Ni siquiera puedo abrirlo. Toma-.

Las cartas no solían llegar al apartamento. Cualquier búho era redirigido a la Oficina Postal de Búhos, calle abajo, por donde Hadrian podía pasar al volver de correr. Estaba dispuesto así porque, por alguna razón, las cartas para Orión y Abraxas también habían empezado a llegar aquí la mayor parte del tiempo y Hadrian, sinceramente, no quería tener que lidiar con tantas lechuzas a diario.

Sin embargo, hoy no las había revisado, sólo las había dejado en la bandeja del armario junto a la puerta para revisarlas más tarde. Se le había hecho tarde y tenía que empezar a desayunar. Una mala elección ahora, mirando el sobre aparentemente inofensivo con el sello de la ICW que Abraxas le había puesto delante. Orión y él estaban sentados a la mesa mientras Abraxas acababa de llegar, lamentablemente había tenido que pasar la noche en la mansión.

-No quiero leerlo-. Dijo, temblando ligeramente. Miró a sus amigos.

-Nadie quiere, de verdad, lo peor que puede pasar es que tengas que repetir un examen-.

Se mordió el labio. Así que sabía que la carta iba a llegar, incluso la esperaba, pero ahora que la tenía deseaba que hubiera tardado más en llegar. Completamente ilógico, claro, pero daba igual. Rompió descuidadamente el sello de la carta y sacó todos los pergaminos. Sin querer leer ni una sola palabra, se los pasó a Orión y lo miró expectante.

Riendo, Abraxas caminó alrededor de la mesa y se inclinó para mirar por encima de los hombros de Orión mientras leían. Vale, quizá no fue la mejor idea, porque ahora estaba aún más ansioso, a lo que no ayudaba la cara de suficiencia de Orión ni la sonrisa feroz de Abraxas.

(En serio, esas cosas no deberían estar tan buenas como parecían).

-Bueno, definitivamente no está mal para un año-. Dijo Orión, la satisfacción le salía por todos los poros.

-Espera, ¿qué quieres decir con un año?- Abraxas preguntó.

-Hadrian empezó la mayoría de las asignaturas que sentó el pasado septiembre-. Dijo Orión, con una sonrisa cada vez más pronunciada. -Incluyendo aritmética y alquimia. Enhorabuena, ahora no eres el peor profesor de por aquí-.

-Un año. Joder-.

-¡¿Pero qué me han dado?!- Preguntó frenéticamente, ¡¿por qué no podían salir con eso?!.

-Aprobaste todo, Hadrian, tranquilo. Además lo hiciste bastante bien-. Eso lo desinfló.

Bien... ¿Espera qué? ¿Todo? Estaba seguro de haber suspendido al menos Herbología y Derecho Mágico, por no hablar de Pociones. Aunque con toda la investigación que había estado haciendo antes de los exámenes podría haber subido sus notas allí.

Se levantó para intentar coger las cartas de Orión, pero se dejó llevar por Abraxas y su entusiasmo.

-¡Abraxas!- Gritó, sorprendido, cuando el rubio lo levantó en brazos y le dio unas cuantas vueltas antes de volver a dejarlo en el suelo y besarle la sien.

Besar su... besar... ¿eh? ¿Qué? ¿Acaba de...?.

-Estoy muy orgulloso de ti. Y de mí también, pero más de ti-. Abraxas dijo. -Quiero decir, tienes más O.W.L.s que yo. Sólo uno, eso sí, pero es genial. 10 Sobresalientes, cuatro Supera las expectativas y uno Aceptable son puntuaciones bastante buenas, si me preguntas-.

Abraxas le puso una mano bajo la mandíbula, con el pulgar en la barbilla, obligándole a levantar la cabeza, y entonces le dio un segundo beso, más fuerte, en la mejilla. Luego se rió, probablemente de su cara de estupefacción, y fue a sentarse junto a Orión, sirviéndose un poco de té.

Su cara estaba ardiendo. Literalmente ardiendo. Y aún podía sentir los labios de Abraxas sobre él. Tan suaves... ¡NO! Hadrian malo, detente... ¡Oh Merlín! ¡¿Qué demonios acababa de pasar?!.

A lo lejos oyó a Orión ahogar una carcajada y le quitó de las manos los deseados pergaminos mientras el hombre se distraía con su propia locura.

Así que tenía quince O.W.L., ¿alguien quería informar a la futura Hermione de que no era un fracasado académico? ¿No? ¿Todavía tenía que esperar unas décadas? Bien.

Querido Sr. Evans,

Desde la Confederación Internacional de Magos, hemos revisado la siguiente lista de materias de examen para los Niveles Ordinarios de Magia. Por favor, asegúrese de comprobar los resultados adjuntos.

El periodo de revisión durará dos semanas a partir del 1 de agosto y cualquier reclamación deberá ser remitida vía lechuza al Departamento de Educación Mágica de su respectivo Ministerio de Magia. En caso de interés en la repetición de algún examen, deberá presentarse una solicitud de dos semanas antes del 1 de septiembre.

Notas aprobatorias

•O - Sobresaliente
•EE- Supera las expectativas
•A - Aceptable

Notas de suspender

•P - Deficiente
•D - Pésimo
•T - Troll

Le deseamos suerte en sus futuros proyectos académicos,

Dpto. de Educación Mágica Internacional, Confederación Internacional de Magos.

Bueno, eso ya era algo. Al pasar la página, encontró una lista de todas sus asignaturas con su calificación de aprobado al lado. Frunció el ceño.

-¿Por qué hay algunas asignaturas con estrella?-.

Orión sonrió, de un modo que hizo que sus dientes parecieran más afilados y pronunciados.

-Has batido un récord. O unos cuantos-.

-Pero, ¿pociones?-.

-Que se te dé fatal preparar pociones no significa que se te dé mal. Sólo necesitas práctica. Y con lo mucho que has estado estudiando pociones, me sorprende que no seas otro Theodorus Nott a estas alturas-. Dijo Abraxas, alegremente.

-Cállate-. Dijo con timidez.

Con todo, Hadrian estaba bastante seguro de que no habría podido tener tantas buenas notas hace sólo un año. O le habrían acusado de hacer trampas. Probablemente de lo primero, no te pueden acusar de hacer trampas si suspendes, ¿no? No podía dejar de mirar el pergamino que le decía que había batido récords en Pociones, Encantamientos, Alquimia y Defensa.

El único que podía creerse era el último, aunque había algunas especificaciones. Sólo había batido los récords prácticos, excepto en Pociones y Alquimia, donde al parecer había obtenido puntos extra por su examen escrito.

-¿Y ahora qué?- Preguntó. No había esperado aprobar todos los exámenes, en realidad pensaba dejar los que suspendiera.

-Nada, sólo tienes que elegir qué N.E.W.T.s quieres hacer en dos años. Estás haciendo estudios independientes así que tus notas no importan mucho más que para presumir-.

-¿Qué?-.

-Los O.W.L.s importan a los que necesitan cierta nota para entrar en una clase en Hogwarts, a los que no quieren hacer sus N.E.W.T.s e ir a trabajar enseguida y los necesitan para mantener sus derechos de varita-. explicó Abraxas. -Vas a hacer los N.E.W.T.s así que se supone que las notas que saques ahora te darán una idea de lo que quieres estudiar y en qué quieres trabajar. Encontrar una carrera. Cosas así, pero no estás obligado a dejar una asignatura si la nota es demasiado baja porque no tienes un profesor de verdad que te diga 'no', ¿verdad?-.

-Tampoco tienes que decidirlo ahora, así que no te preocupes demasiado. Y come más-. Dijo Orión, señalándole su silla.

🌿🌿🌿🌿🌿🌿

A pesar de las palabras tranquilizadoras de Orión, Abraxas estaba seguro de que Hadrian se iba a poner enfermo de preocupación. Para ser honesto, Hadrian nunca había mencionado una sola carrera que quisiera tomar, y no es como si hubiera tenido una reunión profesor-alumno para señalarle la dirección correcta como Abraxas y Orión habían tenido. Abraxas sabía que se dedicaría a la Aritmancia desde que tenía nueve años y Orión estaba obsesionado con las Runas desde que cumplió seis, así que era un camino bastante claro para ellos. Aun así, habían asistido a la reunión y Slughorn le había ayudado a convertir sus planes de "Aritmancia" en algo más tangible, además de darle referencias de maestros con los que ponerse en contacto y cómo solicitar su ingreso en el Gremio.

Seguía estudiando por su cuenta, aburrido del ritmo lento que le había impuesto su maestro, además de diversificar su abanico de estudios, pero había tenido una reunión y le había ayudado, más o menos.

Ya había pasado una semana y todavía sorprendió a Hadrian mirando la carta del ICW con la preocupación escrita en su cara.

Así que esperó a que Orión se marchara a Grimmauld -(tenía trabajo que hacer, una disputa familiar que no había acabado bien y su padre le había pasado el asunto pero era demasiado delicado como para gestionarlo en otro lugar que no fuera la casa del pueblo)- para abordar el tema.

Mirando al adolescente que estaba de pie frente al fregadero, limpiando entre todas las cosas aunque sabía que Hadrian podía ordenar a su magia que hiciera eso en su lugar, ladeó la cabeza, sumido en sus pensamientos. Esto sería más fácil si supiera qué era lo que preocupaba tanto al adolescente. Al menos podría pensar en contra-argumentos antes de tiempo. Bueno, no había nada que hacer al respecto.

Se acercó al adolescente, asegurándose de hacer suficiente ruido para que se le oyera por encima del desorden de los platos, y lentamente le rodeó la cintura con los brazos, agachándose lo suficiente para apoyar la barbilla en el hombro del adolescente.

-¿Qué necesitas, Brax?- Hadrian no detuvo sus acciones ni se volvió para mirarlo, pero tampoco hizo que Abraxas lo soltara. Hadrian estaba recurriendo cada vez más a la comodidad física a un ritmo lento y era emocionante.

-Me gustaría saber qué te tiene tan sometido. Es como si no estuvieras contento con los resultados de tu O.W.L.-.

-No, lo estoy. En realidad estoy conmocionado por ellos, es difícil de procesar-.

-¿Y eso por qué?- Me preguntó. -Háblame-.

Hadrian le miró de reojo, inquieto. Se mordió el labio, concentrándose en su tarea y sin contestar. No fue hasta que no tuvo nada más que hacer que Hadrian suspiró, agarrándose al borde del mostrador con ambas manos, con la cabeza gacha. Abraxas se enderezó y le dio la vuelta a Hadrian en un rápido movimiento, sujetando al adolescente por la cintura -(tan pequeña aún, que las manos de Abraxas podían sostener más de la mitad)- y mirándolo a los ojos. Hadrian, a su vez, se agarró a sus bíceps, cogido por sorpresa.

Abraxas no le dio la oportunidad de girar la cabeza y evitar mirarle.

-¿Y bien?-.

-No es nada, sólo...- Hadrian se cortó, probablemente esperando que Abraxas hablara en su lugar, pero se quedó allí de pie, sin moverse ni un centímetro y esperó. Hadrian suspiró de nuevo. -En realidad no es nada, yo... como que esperaba que me reprobaran, ya sabes, no soy el mejor estudiante y tomar tantas materias, ¿aprender lo suficiente en un solo año para aprobar? Claro, sí, nunca habría pasado antes. Esperaba suspender al menos la mitad de ellas, pasara lo que pasara, así que podía seguir con lo que mejor se me diera y ahorrarme el problema-.

-Ah, bueno, eso no va a pasar, ya que parece que eres lo suficientemente bueno-.

-Ni siquiera sé cómo ha pasado eso-.

-No hiciste más que estudiar durante meses, esperaba que acabaras más de una vez quemado, la verdad es que no me sorprende que te haya ido tan bien-.

-¿Y? Eso no me ayuda a saber qué viene después y tampoco un simple trozo de pergamino-.

-Podrías preguntar, ¿sabes?-. Hadrian puso los ojos en blanco, golpeándole ligeramente el hombro.

Abraxas le siguió la corriente y tiró de Hadrian con él. Fue bastante fácil tirar del adolescente hacia la isla que separaba el salón de la cocina y hacerle saltar sobre ella. Abraxas se acomodó entre sus piernas, no dispuesto a renunciar a su tipo de abrazo todavía. Un movimiento de su varita trajo hasta ellos la carta ofensiva, pero prefirió dejarla junto al adolescente por el momento. Así, Hadrian era ligeramente más alto y no tenía que inclinar tanto la cabeza hacia abajo.

-¿Qué estás haciendo?- preguntó Hadrian, procesando por fin la situación.

-Me estoy asegurando de que no huyas de la conversación. Eres así de escurridizo, así que no me arriesgo. Ahora sé sincero, ¿qué tema te gusta más?-.

-¿Y eso qué tiene que ver? ¿No deberías preguntarme qué se me da mejor?-.

-Vaya, ¿qué sentido tiene elegir asignaturas que odias aunque se te den bien?-.

-¿Qué sentido tiene elegir una asignatura que ya sé que voy a suspender?-.

-Podríamos seguir todo el día, Rian, no me importa. Aunque, para responderte, tú también pensabas que ibas a suspender las oposiciones, así que no creo que sepas esas cosas-. Hadrian hizo un mohín, sus manos en los bíceps de Abraxas se tensaron lo más mínimo y fue con un respingo que Hadrian se dio cuenta de que seguía aferrado a ellas y las soltó. Decepcionante. -Ahora, ¿qué es lo que más te gusta?-.

-No lo sé-. Dijo, y aunque no era la mejor respuesta, al menos era una señal de que Hadrian había aceptado que no iba a salir de esta si no contestaba.

Pequeños pasos, Abraxas.

-¿Cuál no te gusta?- Hadrian frunció el ceño, pensando.

-Historia, definitivamente historia. Sin ofender a Orión, pero es lo suyo, no lo mío-.

Abraxas se rió, asintiendo y convocó un pergamino vacío y una de las plumas estilográficas de Hadrian, escribiendo "Caído" en él e Historia de la Magia debajo. El ángulo era un poco duro y sus letras estaban inclinadas hacia un lado, pero era legible.

-Ves, esa es una de la que no tienes que preocuparte, excepto por seguirle el ritmo a los desplantes de Orión-. Dijo, optimista, y eso calmó a Hadrian significativamente.

-Si es así, creo que ya sé bastante de muggles yo solo-. Lo apuntó. -Y las criaturas, creo que sólo me gustaban por mi amigo-.

-Bien, tres de quince de los que ya no tienes que preocuparte. ¿Algo más?- El adolescente negó con la cabeza.

-Bien, siguiente pregunta. ¿Conoces alguna carrera que te interese?-.

-La verdad es que no. Algunas cosas suenan guay, como romper maldiciones o auror, pero la verdad es que no sé nada de ellas-.

-Hmmm, ¿quieres un consejo?-. Un ned. -No elijas nada que te entierre en papeleo-.

-Estoy seguro de que todos los trabajos tienen algo de eso-.

-Lo tienen, sí, pero hay contratos y hay trabajos de oficina. Te volverías loco con uno de esos, sentado en una silla todo el día leyendo cosas que no te interesan-.

-Pero no es que odie leer-.

-Sobre cosas que te gusta investigar, claro, pero casi suspendes Derecho Mágico y sólo aprobaste los estudios muggles tan bien como lo hiciste porque eres educado muggle-.

Hadrian le miró con los ojos muy abiertos y la boca abierta. ¿Qué había dicho ahora?.

-Eso me gusta-.

-¿Qué?-

-Investigar, me gusta investigar y hacer cosas-.

Bueno, pensó Abraxas, eso no es una sorpresa. Hadrian le había dado tantas ideas a Orión que el Gremio siempre estaba detrás del hombre para conseguir más. El propio Abraxas había tenido que ponerse en contacto con un amigo suyo, un artesano de hechizos, sólo para desarrollar algunas de ellas. Si Investigación y Desarrollo era lo que le llamaba, entonces Abraxas podría ayudarle a hacerlo realidad.

-Todos los gremios tienen una rama de Investigación y Desarrollo, así que imagino que te decantarás por una maestría-.

-Lo había pensado, pero creía que los O..W.L.s...-

-Déjalo, puedes elegir lo que quieras y Orión y yo te daremos todas las herramientas que necesites para lograrlo aunque sea tu peor asignatura. Puedes pasar toda tu vida holgazaneando y no nos importaría-.

-No puedo hacer eso-.

-Sí, puedes. Esa es la cuestión, Hadrian. Que haces esto porque es una elección, no una obligación-. Dijo.

-¿Y qué si no sé qué elegir?-.

-Pues hazlo todo-. El adolescente lo miró boquiabierto y él no pudo evitar reírse. -Hadrian, si no puedes elegir si quieres trabajar en nuevas pociones, hechizos, encantamientos, runas o guardas o cualquier otra cosa, no importa, tienes el dinero y los medios para pasarte la vida aprendiéndolos, desarrollando cosas y vendiéndolas. Sólo porque no sea tu trabajo ministerial de 9 a 5 con una descripción y deberes establecidos no significa que no sea un trabajo. No tienes que preocuparte de que no parezca un trabajo de verdad o algo así-.

-Las cosas no funcionan así-.

-No es así como funcionan las cosas para la gente que no tiene dinero para pasarse la vida entera sin tener que preocuparse por la comida o la vivienda o las necesidades básicas. Tú ya no formas parte de ese grupo, así que así es como funcionan las cosas para ti. Y si fracasas no va a pasar nada, no será una pérdida de tiempo ni de recursos, sólo una oportunidad de aprendizaje-.

-Pero... ¡Pero es una locura!-.

-No, no lo es-.

-¡Sí lo es!-.

Abraxas no se había dado cuenta de lo profundamente que Hadrian había creído que iba a ser pobre toda su vida. Debería haberlo visto venir, la mayoría de la gente veía los estilos de vida de Abraxas u Orión como cosas que nunca podrían alcanzar, así que por supuesto un cambio tan repentino había afectado al adolescente. Hadrian seguía viviendo su vida pensando de la misma manera que solía hacerlo antes de conocer a Orion y aunque sus circunstancias habían cambiado su mentalidad seguía estancada.

-Hadrian, mírame-. Dijo, suavemente, moviendo su mano para ahuecar una de sus mejillas y acariciándola con breves pasadas de su pulgar. Hadrian le miró, con las mejillas enrojecidas y la mandíbula apretada. -Esta es tu vida ahora. Loca o no, éstas son ahora tus posibilidades. Podría decirse que vives en un mundo diferente y no sería una mala apreciación-.

-No me parece justo-.

-Oh querido, no te preocupes por eso, no lo es. El mundo no es un lugar justo y yo no tengo suficiente moral para renunciar a mi estilo de vida. ¿Donaciones? Sí. ¿Renunciar a mis riquezas, mis títulos y privilegios? Ni hablar, no por algo así-.

-¿Soy una donación, entonces?-.

-Eres mi amigo-. Dijo. Luego, con una sonrisa de satisfacción. -Además, Orión te va a obligar a quedarte con Gestión Empresarial si vas a entrar en I+D. A mí también me obligó cuando le dije que prefería trabajar por mi cuenta en vez de aceptar los encargos del Gremio-.

Hadrian gimió, escondiendo la cara entre las manos y dejando caer la cabeza sobre el hombro de Abraxas.

🌿🌿🌿🌿🌿🌿

-¿Abraxas?-.

-¿Sí?-.

-¿Puedes ir a llamar a Hadrian un momento?-

-Hmm, ¿por qué?-.

-Estaba leyendo lo que hizo para batir récords, ya sabes que esos siempre se mandan-.

-¿Y?-.

-¿Un patronus? ¿Tiene un patronus?-.

-¡Hadrian! ¡Ven a explicarte!-.

🌿🌿🌿🌿🌿🌿

-¿Qué está pasando?- preguntó. Había estado mirando la lista de libros que Nott le había dado a Orión para él -(no es que el hombre estuviera informado de eso)- y fue sacado de sus pensamientos por un Abraxas sobreexcitado. -¿Orion hizo algo para ponerte así?-.

-Ven conmigo, por favor-.

No le dio tiempo a negarse, Abraxas simplemente le cogió de la mano y le obligó a seguirle hasta el salón.

-¿Qué está pasando?- Preguntó, molesto.

-¿Un patronus?- Dijo Orión. Ahora estaba confundido.

-¿Sí? ¿Y qué?-.

-¿Puedes hacer un amuleto patronus? ¿Completo?- Preguntó Orión, incluso su forma de hablar era diferente a la normal.

-Sí. Mi patronus es corpóreo, ¿de qué va esto?-.

Ambos hombres mayores lo miraron, boquiabiertos.

-¿Sabes lo difícil que es incluso conseguir que salga vaho de tu varita?-.

-Sí, claro, yo tardé semanas en conseguir algo-.

-Semanas, dice-. Dijo Abraxas, atónito, soltando una carcajada incrédula.

-Y, por favor, dime, Hadrian, ¿cuánto tiempo tardaste hasta que produjiste un patronus completo?-.

-Err... ¿unos meses?-.

-¿Y cuándo sucedió esto?-.

-Cuando tenía unos trece años-. Respondió, frunciendo el ceño.

-Me rindo, prepotente... Probablemente no entiendas por qué esto es tan raro-.

-No, y me encantaría una explicación. Además, ¿cómo sabías que puedo hacer un patronus?-.

-Aquí Orión se olvidó de leer tu carta de "logros", la que explica lo que has hecho fuera de los parámetros normales de los exámenes para ser considerado récord, así que la leyó justo ahora-. explicó Abraxas. -Además, ninguno de los dos sabe hacer un patronus. Lo he intentado a ratos durante años y ni por asomo-.

-Pero... ¿por qué?-.

-¿Porque es uno de los hechizos basados en emociones más difíciles de hacer? ¿Justo ahí arriba con los Imperdonables?-.

Bueno, seguía sin entender qué era tan importante, pero...

-Bueno, si te portas bien te lo enseñaré el año que viene, cuando cumpla diecisiete. Por ahora, volveré a mi investigación-.

Se dio media vuelta y se fue, aún tenía que terminar uno de sus libros de hoy, su fórmula de poción estaba quedando muy bien pero aún no era lo suficientemente buena como para no explotarle en la cara si intentaba hacerla.

-Maldita sea-. Fue lo último que oyó decir a Abraxas antes de cerrar la puerta del despacho tras de sí.

🌿🌿🌿🌿🌿🌿

Orión era... bueno, sabía que Hadrian era poderoso. Abraxas se lo había desglosado en números, pero una cosa era saberlo y otra conocerlo. Claro, el Patronus no necesitaba tanta fuerza mágica para ser lanzado, pero los requisitos emocionales lo hacían imposible para él. No entendía eso de "piensa en tu recuerdo más feliz y lánzalo". Dicho así, sonaba tan fácil. Pero no lo era.

Y ahora un Hadrian de trece años había demostrado que era posible. Trece, Morgana, eso era otra cosa. Por supuesto, Hadrian llevaba sus emociones a flor de piel la mayor parte del tiempo, así que no debería sorprenderse, pero maldita sea, lo estaba.

Hadrian había llevado una vida difícil, entre abusos y el asesino de sus padres y sus secuaces queriendo matarlo, y sin embargo, ¡¿qué memoria había utilizado para producir semejante magia?! ¿Qué hacía inútiles los intentos de Orión? ¿Había algo mal en su forma de vivir que hacía que sus mejores recuerdos no fueran lo suficientemente buenos?.

Respiró profundamente. No tenía sentido darle más vueltas. Tal vez, una vez que Hadrian les mostrara su Patronus, estaría dispuesto a darles a Abraxas y a él algunos consejos. Habían pasado algunos días desde que había descubierto esta última información, y Abraxas todavía miraba a Hadrian como si fuera algo que tuviera que entender, pero era más paciente.

Después de todo, uno no mostraba su patronus a cualquiera. Claro, no lo dejarías de lanzar delante de un dementor que intentara darte el Beso, pero ¿mostrarlo sólo porque sí? No, eso era demasiado personal. El hecho de que Hadrian estuviera dispuesto a considerar hacerlo ya le sorprendía, así que no insistiría.

Abraxas le había hablado de darle a Hadrian más clases de Negocios, ya que al adolescente le gustaba la idea de desarrollar, investigar y crear cosas -(no era una sorpresa en absoluto, sólo le entristecía que ya no fuera él quien hiciera la mayor parte del trabajo rúnico después de que Hadrian se volviera lo suficientemente bueno en ello)-, así que debería planearlas.

El hecho de que el adolescente hubiera decidido seguir adelante con doce asignaturas para sus N.E.W.T. aún le hacía dudar de su cordura, pero había aceptado sus argumentos. Hadrian haría la mitad de sus exámenes el próximo junio y la otra mitad dentro de dos años, así que al menos tenía en cuenta su salud. Una cosa eran los O.W.L., que aunque difíciles podían ser pan comido si te preparabas lo suficiente, y otra muy distinta eran los N.E.W.T. Entre proyectos, créditos extra, exámenes prácticos y la absoluta pesadilla que eran los exámenes escritos, obligaría a Hadrian a dejar al menos cinco asignaturas más si quisiera hacerlos todos a la vez.

Aunque el plazo de un año para Pociones, Transfiguraciones, Defensa, Runas Antiguas, Astronomía, Herbología y Encantamientos seguía siendo un infierno, no era ni mucho menos tan malo. De su primera tanda de exámenes, cinco tenían prácticas, lo que convertía siete asignaturas en doce exámenes.

Cierto, menos mal que Abraxas y él decidieron hacer que Hadrian avanzara todo lo posible sin decírselo. Se suponía que todos los exámenes prácticos de varita de las N.E.W.T.s se hacían con lanzamientos silenciosos y Hadrian ya era bastante bueno en ellos, así que era una cosa menos. Había menos pociones que aprender para los N.E.W.T., ya que se centraban en la improvisación, la creación y la mejora de recetas ya existentes, así que eso también era bueno.

Su único problema era averiguar cómo enseñarle a Hadrian dos lenguajes rúnicos completos, sus aplicaciones, su historia, cómo aplicarlos y cómo usarlos él mismo, además de guiarle en un proyecto de su propia elección en un plazo de diez meses.

Bien, sin ninguna presión.

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