![The Missing parts of History [Traducción]](https://fanfictionbook.net/img/nofanfic.jpg)
Chapter 17
4/3/1954
Hadrian sintió que los tres se habían acercado más desde el cumpleaños de Abraxas, un par de semanas atrás, de una extraña manera. Nada había cambiado, pero Orión era mucho más indulgente ahora, yendo un par de pasos detrás de Hadrian y Abraxas cuando salían, cosa que ahora hacían más.
La forma de hablar de Abraxas también se estaba volviendo más fácil de entender ahora, ya que sabía de dónde venía el hombre, y ya no se sorprendía si el hombre parecía saber cosas que no debía. Aunque Abraxas había dicho que no podía "leer" a Hadrian como los demás, seguía siendo muy bueno leyendo el lenguaje corporal y las emociones y también era muy bueno en la adivinación típica, lo suficiente como para que sus conjeturas siguieran siendo extremadamente acertadas.
Por otra parte, ambos hombres mayores parecían mucho más relajados, por alguna razón. No sabía qué había provocado el cambio, pero no se quejaba. Descubrió que ahora le desagradaba mucho el silencio del apartamento, ya que Orión y Abraxas parecían coordinarse cuando pasaban por allí y él casi nunca estaba solo.
Abraxas le ayudaba a preparar las pociones -(nada parecía listo para explotar todavía, así que eso era bueno)- mientras Orión se iba a África a trabajar un par de días más.
-¿Crees que podría quedarme esta noche?-. Parpadeó, Abraxas no había preguntado antes, simplemente se había quedado dormido en el sofá -(Abraxas no entraba en el dormitorio por su cuenta, al parecer era muy inapropiado)- y parecía no arrepentirse de ello por la mañana. Miró al hombre, que seguía concentrado en la receta de la poción. -Mi mujer ha decidido hace poco que se aburre y quiere tenerme cerca. Sólo el tiempo que ella quiera, en realidad, y luego me echa cuando yo, y cito, 'la abrumo con mis rarezas'-.
Frunció el ceño, aquella relación era un poco horrible pero nunca se lo había preguntado. Lo había intentado una vez, pero Orión lo había detenido con la mirada, así que lo dejó estar.
-Claro pero... ¿Por qué estás con ella?- Preguntó, maldiciendo su falta de filtro. -Quiero decir, sé que no te gusta y me parece horrible-.
Abraxas no respondió de inmediato, optando por ayudarle a cortar un ingrediente en un ángulo diferente para que pudiera añadirlo al caldero. Continuaron en silencio durante un rato y aunque la poción no tenía exactamente el color que debía, no era un completo desastre. Abraxas fue a asearse mientras decidía terminar de limpiar su puesto y embotellar la poción -(no era un Sueño sin Sueño perfecto, pero era utilizable aunque un poco menos potente)- antes de ir él mismo al baño.
Abraxas se estaba poniendo crema en las manos, la cara y el cuello en el baño, que Hadrian prefería usar en vez de su baño después de estar en el laboratorio, cuando llegó allí. No sabía qué decir, era la primera vez que ofendía al hombre -(no había otra forma de llamarlo, y deseaba haber escuchado las indicaciones de Orión y no haber preguntado)- y no sabía cómo arreglarlo. Abraxas parecía cansado.
El rubio se apoyó en la encimera mientras se limpiaba en el fregadero, luego cogió los mismos productos que había estado usando antes en sí mismo y empezó a aplicárselos en la piel con cuidado. Resultó que el problema de "mala higiene" de Snape era fácil de evitar. Si bien los ingredientes y vapores de las pociones podían dañar la piel y el cabello, había muchos productos hechos para evitarlos que debían usarse después de prepararlas. Abraxas y Orión lo habían mirado un día y no había pasado una semana cuando Abraxas lo había llevado al baño para explicárselo. Entre todos los shampoos, cremas, aceites e incluso bálsamo labial, costaba una fortuna que él no quería saber.
(No, no se había asustado cuando Abraxas le había puesto el bálsamo la primera vez. Con el dedo. En absoluto. El hombre había estado tan cerca que había podido ver incluso la línea azul oscuro alrededor de su iris. Quién iba a decir que los ojos del hombre tenían motas grises desde tan cerca).
-Lo siento, no debería haber preguntado-. soltó, incómodo.
-No pasa nada. No me había dado cuenta de que no estabas acostumbrado a ese tipo de cosas-. Dijo Abraxas, suavemente. -En realidad no sé cuánto sabes de mi situación familiar-.
-Nada-. Abraxas le miró a la cara, perplejo.
-Pero te llevas tan bien con Orión...-
-Tú también-. Se encogió de hombros. -Sé que no te llevas bien con ellos, pero eso era muy obvio porque ni siquiera intentas ocultarlo. Y creo que Orión no quería que preguntara, pero es que no entiendo por qué te quedarías-.
Se quedó allí, torpemente, mientras Abraxas lo miraba fijamente. Inesperadamente, el hombre suspiró y dejó caer la cabeza sobre su hombro derecho por un momento antes de enderezarse a su altura completa de nuevo.
-Bueno, esta es una conversación para tener con unas copas, si no te importa-.
-Eh, claro-.
🌿🌿🌿🌿🌿🌿
Abraxas dio un sorbo a su chocolate caliente. Una bebida que padre odiaba verle beber, pero de la que Hadrian se había aprovisionado después de que se le escapara que le gustaba más que el té. Su padre pensaba que era demasiado muggle para ellos, pero el azúcar que contenía solía hacerle sentir mejor que la cafeína que tanto ansiaban los demás. Reflexionó sobre qué decir. Hadrian era digno de confianza, por lo que él sabía, y también honesto. Pero era un enigma.
Abraxas no sabía nada de su familia aparte de su -(sospechosa herencia)- ni de dónde había salido. Era como si hubiera aparecido de la nada y de algún modo hubiera conseguido que Orión estuviera pendiente de cada una de sus palabras en unos pocos meses. Si tuviera que comparar a su mejor amigo con la versión de él que conoció hace un año, sabía que serían tan diferentes como Abraxas y Orión cuando se comparaban entre sí.
Hadrian dejaba muy poco de sí mismo al margen. Claro, sabía que le gustaba cocinar y volar, que disfrutaba comiendo y leyendo y saliendo a hacer ejercicio. Sabía que le gustaba su trabajo y que se esforzaba en todo lo que hacía.
Conocía sus hábitos -(algunos)- y su carácter, más o menos. Pero no sabía nada más, lo que le había convertido en el chico frío que parecía dispuesto a correr y matar cuando algo caía de repente. No sabía qué había moldeado su infinita bondad. No sabía por qué apenas dormía ni por qué se esforzaba tanto en sus estudios. Sabía que le faltaban muchas cosas, cosas que Orión sabía pero no contaba.
¿Por qué Orión estaba a cargo de Hadrian? ¿Cómo se conocieron? ¿Qué pasó con la familia del adolescente? ¿Fue la guerra? ¿Por qué Hadrian se escondía tanto? ¿Por qué no se puso en contacto con los Potter si tenía tantos problemas? Con su aspecto, ni siquiera era necesario un análisis de sangre para incluirlo en la familia. ¿Por qué? Y sin embargo...
suspiró.
-Se trata del divorcio, ¿no? Tu pregunta-. Recibió un asentimiento. -Primero, tienes que entender cómo funciona el matrimonio en mi mundo. No en el Mundo de los Magos, en mi mundo, el de los Sangre Pura-.
-¿Qué significa eso?-.
-Primero, hay dos tipos de matrimonio en el Mundo de los Magos un matrimonio legal, que es la opción que yo tomé, y una Vinculación. Un matrimonio legal es sólo un contrato. Una Vinculación es un compromiso de por vida, hay varios tipos de enlaces, pero lo que todos tienen en común es que son irrompibles, a través del enlace la pareja adquiere la Magia Familiar de cada uno y otros beneficios similares, depende de las personas y del tipo de enlace que elijan. Esto es lo básico-. Recibió un asentimiento. Hadrian bebió de su taza, aún con el ceño fruncido. -Elegí un matrimonio legal porque quería divorciarme, obviamente, y porque un Vínculo no puede forzarse pase lo que pase, así que si no lo quería, fracasaría y que fracase un vínculo significa que no puedes casarte legalmente según las leyes actuales del Ministerio. Usé eso para salirme de la Vinculación-.
-Eso está bien-. Dijo Hadrian. -Sería horrible estar atrapado así-.
-Lo sería, sí-. Estuvo de acuerdo. -Bueno, con la Vinculación fuera del camino, puedo divorciarme. El problema es que soy el heredero de una familia de sangre pura. Mis padres y los padres de Druella firmaron un contrato, que luego Druella y yo finalizamos con nuestra boda-.
Reflexionó sobre sus pensamientos.
-Normalmente, en esos contratos hay cláusulas por si una de las dos partes quiere romperlo. Pero mi padre no quiere hacerlo, y mi madre tampoco. Soy su hijo, su propiedad. Mi padre es mi Jefe de Familia y Lord, y no puedo ir en contra de su voluntad en esto, ni en nada. Soy el único heredero, así que tengo cierto margen de maniobra, pero si mi padre se pone firme en algo, nada de lo que yo diga o haga lo cambiará. De hecho, podrían quitarme los privilegios que tengo actualmente si él lo desea-.
-Pero tú eres el Heredero, así que no lo han hecho-.
-Sí, para ellos es preferible que yo esté de acuerdo con ellos, porque perderme a mí sería perder la línea principal de los Malfoy, y los sangre pura odian eso, porque es la confirmación de que su sangre no es "lo bastante buena" para seguir siendo transmitida. Por eso estamos encerrados, no puedo ir contra ellos más de lo que ya lo hago y ellos no pueden forzarme a menos que quieran que me vaya. Cosa que haría, al diablo la Magia, no voy a permitir que me arruinen-.
Sentía cada palabra que decía, lo había hecho desde que cumplió 18 años y le dijeron la fecha en que se celebraría su matrimonio, desde que miró a su padre a la cara y le dijo, clara y decididamente, que sería lo último que le obligaría a hacer. Odiaba pensar en perder la magia de su Familia, constituía una parte tan importante de él, pero sabía que sería capaz de sobrevivir a una desheredación completa si llegaba el caso.
-¿Así que no puedes dejarla en absoluto?-.
-Ahora mismo no, mi única opción es esperar a convertirme en el Lord y deshacer los contratos yo mismo. Puede que tenga que dar alguna compensación económica o algunas otras cosas, dependiendo de lo que dijera el contrato completo, pero el dinero es lo de menos-.
-Lo siento-. Abraxas se sorprendió al ver que Hadrian realmente lo sentía. Sonrió débilmente.
-Está bien, como has dicho, no es un misterio que odio mi situación y a mi mujer, o que mis padres y yo no estamos en los mejores términos, y al menos aún puedo salir de casa tanto como quiera-.