The Missing parts of History [Traducción]

Harry Potter - J. K. Rowling
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The Missing parts of History [Traducción]
Summary
En retrospectiva, Harry podía admitir que tocar cosas al azar en Grimmauld Place no había sido una buena idea. Sin embargo, era un poco tarde para eso.Varado en el tiempo, sin camino de regreso a casa, Harry tuvo que aprender a hacer frente a su vida mientras vivía en los años 50.Por extraño que parezca, Orion Black no se parecía en nada a lo que esperaba. Abraxas Malfoy tampoco. O sus amigos, en su mayor parte.Honestamente, tratar de mantenerse al día fue agotador.
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Chapter 8

9/1953                          


-¿Qué quieres decir con estudios? Creía que ya habíamos hablado de eso-.

Estaban en la sala de estar del apartamento, Harry leía el periódico, aún intentando comprender lo que pasaba en el mundo mientras Black trabajaba en unas runas, con su ondulado pelo negro recogido en un sencillo moño en lo alto de la cabeza para que no le molestara.

El lugar estaba prácticamente terminado y tenía que admitir que Black sabía lo que hacía cuando se trataba de decoraciones. Las paredes estaban llenas de librerías frente a las paredes de color crema en el espacio designado para la sala de estar. La única parte de la pared que no estaba cubierta de estanterías llenas de libros estaba ocupada por una chimenea, con conexión floo incluida, que estaba encantada para que no cayeran cenizas. El sofá y los dos sillones, frente a él y con sólo una mesita baja de madera oscura, eran de terciopelo rojo parduzco. Al otro lado, justo delante de las ventanas, había una mesa de comedor con seis sillas sobre una tarima ligeramente elevada. La cocina estaba a sus espaldas, con mostradores y armarios blancos y negros completamente abastecidos, aunque anticuados para el gusto de Harry. Sin embargo, todo era de ahora. Y le gustaba tener la espaciosa isla en el centro, donde podía trabajar sin tener que preocuparse por la falta de espacio, como solía hacer en casa de los Dursley. Black había puesto tres taburetes a su lado, como si alguien fuera a utilizarlos de verdad.

Las otras habitaciones estaban tan bien amuebladas como el salón. Uno de los dormitorios había acabado siendo un despacho que Black insistía en que era imprescindible y el laboratorio de opciones estaba lleno de materiales e ingredientes con los que no sabía qué hacer.

Harry fue sacado de sus cavilaciones por la voz de Black.

-Dijimos que tomarías tus O.W.L.s y N.E.W.T.s independientemente, sí. Me refiero a las asignaturas. No sólo tienes que aprobar los exámenes teóricos, ¿sabes? Hay que practicar hechizos y pociones y hacer bastantes prácticas de herbología. No importa que aún no sepa qué asignaturas optativas quieres cursar-.

Harry se mordió el labio, pensando. En otro tiempo, había elegido Cuidado de Criaturas Mágicas y Adivinación para complacer a Ron. Por mucho que quisiera a su primer amigo -(o por mucho que siguiera enfadado con él)-, reconocía que había tenido miedo de que Ron se enfadara con él si no elegía las mismas asignaturas optativas que él al final de su segundo año. Como consecuencia, no tenía ni idea de cuántas asignaturas optativas había ni de lo que enseñaban.

-¿Cuáles eran las optativas en tu año?- preguntó, con cautela. Luego añadió -Puede que las cosas hayan cambiado-.

-Teníamos Runas Antiguas, Alquimia, Artes Oscuras, Teoría Mágica, Cuidado de Criaturas Mágicas, Estudios Muggles, Costumbres y Tradiciones Mágicas, Artes Curativas Básicas, Aritmancia, Adivinación, Ley Mágica, Ley Muggle, Administración de Empresas, Vigilancia, Magia Ritual, Encantamiento y Elementalismo. También había un par de clases de Música y Arte. Sin embargo, Teoría Mágica y Tradiciones y Costumbres Mágicas eran asignaturas troncales durante los dos primeros cursos y se convertían en optativas a partir del tercero, y eran asignaturas O.W.L. reales, así que eran... extras, se podría decir-. Black hizo una pausa, mientras resistía el impulso de quedarse boquiabierto. ¿Adónde habían ido a parar todas esas clases? -Hay algunas asignaturas más que se pueden cursar a nivel internacional, pero esas eran las que nos ofrecían-.

-Sí que cambió. Sólo había Runas Antiguas, Estudios Muggles, Cuidado, Aritmancia y Adivinación para nosotros. Creo que había una clase de alquimia para los alumnos del N.E.W.T., pero no estoy seguro-.

-¿Cómo se supone que la gente va a aprender bien sólo con eso?-. Harry se encogió de hombros, Black lo miró, molesto, pero Harry pensó que estaba mucho más molesto con el tema como para llamarle la atención. -Inaceptable-.

-Supongo. ¿Cuál tomaste?-.

-Vigilancia, Runas Antiguas y Magia Ritual. Por mi cuenta estudié Derecho Mágico y Muggle, Estudios Muggles, Administración de Empresas y Teoría Mágica. También me saqué un par más adelante-. Black hizo una pausa, mirándolo cuando soltó un grito ahogado de sorpresa.

-¿Cómo demonios has podido asistir a todas esas clases? Más de una debe haber entrado en conflicto al menos una vez a la semana-.

-Lenguaje-. dijo Black, frunciendo el ceño. -Había dos tipos de clases, en realidad. Vigilancia, Runas Antiguas, Magia RItual y Administración de Empresas, por ejemplo, necesitaban al menos un 75% de asistencia, pero las demás no y se podían aprobar simplemente haciendo los exámenes y completando los deberes. Lo único que hice fue elegir a qué clases podía faltar repasando el plan de estudios y estudiando con antelación para no perderme nada-.

-¿Te dejaban hacer eso?-.

-La verdad es que no, pero ¿qué iban a hacer cuando les enseñara sus propias normas? No era culpa mía que los demás no las aprovecharan-. Black sonrió, petulante, antes de fruncir ligeramente el ceño, pensativo. -Bueno, Abraxas sí, pero crecimos juntos, así que claro que le diría que lo investigara-.

Harry se rió, podía imaginarse a la profesora McGonagall completamente indignada si alguna vez intentaba algo así. También se preguntaba por qué Hermione no lo había hecho en su tercer año en lugar de perder el tiempo y casi quemarse, Harry estaba seguro de que habría mirado todo el plan de estudios durante el verano, memorizándolo también, probablemente.

-No creo que sea una opción para mí. En realidad no tengo todas esas optativas de todos modos-.

-Sin embargo, no tienes que elegir tus estudios basándote en la educación de Hogwarts de tu época. Podrías elegir algunas más y luego dejarlas si al final no te gustan-.

-Supongo-. Le sorprendió que el hombre se hubiera interesado tanto por el lado muggle de las cosas, pero se dio cuenta de que no lo conocía lo suficiente como para hacer ese tipo de suposiciones. -Tenía un amigo, no le gustaba mucho estudiar. Acabé siguiéndole la corriente cuando llegó el momento de elegir nuestras clases. Me arrepentí, pero no sabía si estaba bien cambiarlas, así que no lo hice-.

-No quiero ni saberlo, me imagino el lío que debió ser. Sólo dime cuál quieres ahora y cuál necesitas empezar de cero. Pero ya te digo que vas a aprender Oclumancia, Derecho Mágico y Administración de Empresas, independientemente de lo que elijas. También te enseñaré etiqueta, costumbres y tradiciones mágicas, pero no son clases propiamente dichas, sino cosas que todo mago adulto debe saber-. Hizo una mueca.

-Bueno, Alquimia suena interesante. Y siempre me gustó Cuidado de Criaturas Mágicas, aunque nuestro profesor de entonces pensaba que una acromántula y un dragón eran buenas mascotas, así que no sé lo apto que soy con ellas-.

-Perdona, ¿qué? ¿Por qué?- Black parecía boquiabierto y aun así se las arregló para sonar horrorizado y exasperado al mismo tiempo, bajando su libro y mirándolo como si estuviera loco. Se rió entre dientes.

-Es verdad. Nunca entendí realmente el atractivo de las criaturas más peligrosas, me gustan mucho los hipogrifos que trajo a nuestra primera clase-. Sonrió. Hagrid era realmente demasiado bueno para este mundo, aunque su sentido del peligro estuviera sesgado.

-Bien, ponlos en la lista 'desde cero'-. Dijo, pálido, mientras invocaba un rollo de pergamino y una pluma autoentintada y empezaba a escribir, formando dos columnas. -Sigue hablando-.

-Bueno, soy horrible en pociones, como realmente horrible aunque el profesor que tuve no me ayudó en nada, pero encantamientos, DADA, transfiguraciones y herbología creo que podría aprobar si estudio-. Black siguió escribiendo. Harry vio que pociones también había entrado en la lista de "desde cero". Black no parecía querer correr riesgos. -No tengo ni idea de Runas ni de Aritmancia, pero tenía una amiga a la que le gustaban mucho. Decía que eran las más difíciles-.

-Lo son, si sólo contamos las asignaturas de tu época-. Fue la única respuesta de Black, pero también las anotó. Harry sólo se había estado preguntando de qué se trataban, pero si cada materia que dijera iba a ser anotada tendría que tener cuidado. -¿Algo más?-.

-¿Ahora mismo Historia de la Magia la enseña un fantasma llamado Binns?-. Preguntó. Historia pasó enseguida a la lista de "desde cero".

-Sí, lo es, fue horrible tener que permanecer despierto para eso-.

-En realidad nunca lo hice-.

-Comprensible, pero aún así estudiarás para ello. ¿Nada de astronomía?-.

-Oh, me había olvidado de eso. Era fácil, a veces me gusta estudiar el cielo-. Black asintió y lo anotó.

-¿Qué hay de Protección? Va bien con las runas y se pueden estudiar juntas una vez que aprendas lo suficiente sobre runas-.

-¿No tendría sólo un año para todo esto?-.

-Si te parece poco tiempo cuando llegue junio, puedes esperar otro año. No tiene sentido hacer los exámenes de forma independiente si sientes que no estás preparado para ello-.

-De acuerdo entonces. ¿Cuántos son?-.

-Catorce, más oclumancia. Podrías completarlo con Estudios Muggles. Es un examen fácil y muchos trabajos en el ministerio te piden al menos la O.W.L en él-. Asintió, muy reacio. Ahora tenía, ¿cuántas? ¿Seis asignaturas más de las que Hermione había cursado nunca? Menos mal que Black no estaba en contra de dejar algunas o dejarle esperar un año más. -Te conseguiré libros para todas ellas y una guía sobre los Exámenes Oficiales del Ministerio y la ICW-.

-¿Por qué?-.

-Puedes examinarte con los dos, así que puedes mirar los planes de estudio y los requisitos de ambos y decidir. Al fin y al cabo, no hay razón para no hacerlo. Aunque los exámenes de la ICW son más difíciles, también tienen más ventajas-.

-¿Como cuáles?-.

-Poder trabajar en el extranjero sin tener que pasar un examen secundario en el país en el que vayas a residir cada vez que quieras sólo para poder demostrar que tienes las cualificaciones-. Por el tono molesto que había empleado el Heredero Black y su inesperado desplante, Harry pudo adivinar que ya había tenido que hacer eso antes. Soltó una risita, divertido.

-¿Cuántos exámenes has tenido que aprobar?-.

-Los suficientes como para ir a pedir a la ICW los pergaminos de convalidación. Trabajar para los goblins o como embajador del Ministerio también se salta el proceso, al igual que tener una recomendación, pero es demasiado engorroso-.

-Hmmm-. No supo qué decir. Parecía que Black estaba pensando a una escala mucho mayor que él y no sabía si era algo bueno o no.

Y ese pareció ser el final de la conversación, porque Black se guardó el pergamino en el bolsillo y volvió a su libro. Se preguntó si sería capaz de sobrevivir a su nuevo horario de locos. Estaba bastante seguro de que Black sólo había seguido anotando temas para torturarlo, en lugar de responder a sus preguntas, y tragó saliva. Con un poco de suerte su cerebro no se rendiría a mitad de curso.

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Orión ultimaba los últimos detalles de la improvisada agenda que había confeccionado para Hadrian. Era bastante tarde y seguía en el apartamento. Había adoptado la costumbre de hacer la mayor parte de su trabajo aquí, en la mesa del comedor, siempre que no se tratase de asuntos delicados sobre su familia o su trabajo.

Podía contratar a un tutor, pensó, si ayudar a Hadrian a aprender era demasiado, pero no creía que lo fuera. Con la forma en que el chico había devorado los libros de Oclusión y lo rápido que había aprendido los ejercicios de respiración y meditación, se daba cuenta de que les iría bien. Aun así, nunca estaba de más organizarse y tener planes de emergencia, así que lo anotó en su agenda.

Hadrian tendría que estudiar seis días a la semana, en lugar de las semanas de cinco días que Hogwarts favorecía, para lograr tener buenas notas en sus O.W.L.s pero Orion lo había visto levantarse tan pronto como a las cinco de la mañana, así que había hecho el horario con eso en mente.

Estaba sumido en sus pensamientos, intentando encontrar una forma de excusar su comportamiento ante su familia. Esto le iba a ocupar mucho tiempo -(no es que se permitiera hacer menos)-, así que esperaba que aceptaran que ahora tenía más trabajo que hacer. Suspiró, echando un vistazo de nuevo a sus planes para Hadrian. No estaba bien distraerse.

Podía ayudar a Hadrian con pociones e insertar un montón de herbología, cuidado de criaturas mágicas y teoría mágica y de pociones, todo al mismo tiempo, si era lo suficientemente minucioso. La alquimia en un nivel O.W.L. sería mejor clasificada como una clase teórica, ya que el conocimiento práctico no se ponía a prueba hasta el nivel N.E.W.T. Eh, ahora que lo pensaba, podía hacer listas de asignaturas sólo teóricas y de las que también tenían examen práctico. La teoría podía estudiarse de forma independiente sin mucha ayuda, y Hadrian podía preguntar o buscar más libros si los necesitaba, lo que básicamente reduciría su carga de trabajo a la mitad.

Asintió para sí, escribiendo Historia de la Magia, Herbología, Cuidado de Criaturas Mágicas, Aritmancia, Derecho Mágico, Estudios Muggles, Astronomía, Alquimia y Administración de Empresas en una sola lista con una nota para buscar tanto sus viejos libros de texto como textos de referencia adicionales para ayudar a Hadrian.

Podría aprovechar el tiempo en que Hadrian estuviera ocupado con sus estudios para trabajar y luego ayudarlo con sus hechizos y pociones por la tarde. Por supuesto, el hecho de que algunos exámenes no tuvieran un examen práctico no significaba que no fueran asignaturas prácticas, así que una vez que Hadrian estuviera más avanzado podría darle clases particulares de esas asignaturas, no sería bueno que tuviera tantas carencias. Aprobar un examen no te convertía en un experto en una materia. Después de todo, no se podía cultivar una planta ni domesticar un animal en menos de una hora, así que, por supuesto, no se examinaría de ello a un grupo de quince o dieciséis años.

-¿Orion?- Escuchó su nombre. Sobresaltado, con la concentración rota, se giró para mirar al centro de todos sus pensamientos últimamente.

Le había dado permiso a Hadrian para usar su nombre por pura frustración. Hadrian se había empeñado en llamarlo por su nombre para todo. Había tardado días en comprender que el chico se burlaba de él, cansado de dirigirse a él como es debido. Se había vuelto tan molesto que, antes de darse cuenta de lo que había dicho, le había ladrado para que lo llamara Orión. Nunca le había molestado la etiqueta. También era la primera vez que alguien se atrevía a hablarle en ese tono.

-¿Sí?-.

-¿Está bien si consigo un trabajo?-.

-¿Por qué querrías eso? Estás estudiando para tus O.W.L.s.- Dijo. ¿Cuándo iba a dejar Hadrian de actuar tan...? No le entendía en absoluto.

-Sí, ¿como un trabajo a tiempo parcial? No puedo usar tu dinero para siempre-. El ojo de Orión se crispó cuando lo vio encogerse de hombros, otra vez. No importaba lo que hiciera, Hadrian no se detenía, y se había convertido casi en una guerra silenciosa contra los modales básicos. Al menos se contenía en público.

-Soy responsable de ti-.

-No, tú estás a cargo de mi educación. Legalmente, estoy emancipado y debería poder cuidar de mí mismo. No digo que no vaya a estudiar, pero sería bueno para mí conseguir un trabajo y hacer algo por mí mismo en lugar de depender de ti para todo-. dijo Hadrian, frunciendo el ceño, con los brazos cruzados sobre el pecho.

Orión, sinceramente, no tenía respuesta para eso. Sí, Hadrian estaba emancipado y tenía edad suficiente para conseguir un simple trabajo a tiempo parcial. Y sí, sería bueno que aprendiera a valerse por sí mismo. Hadrian era una persona muy independiente, y Orion debería haberse dado cuenta de que su naturaleza abarcaría esto también. Pero, por alguna razón, lo sintió como un golpe a su orgullo.

Era literalmente rico, mucho más que el dinero de su familia. Sabía de lo que hablaba Hadrian porque él había hecho lo mismo en cuanto había podido. Diablos, había empezado incluso más joven, en cuanto su padre le permitió invertir su dinero a los 13 años. Pero Hadrian no necesitaba preocuparse por ganar dinero. A Orión no le importaba hacerse cargo de sus gastos hasta que terminara sus N.E.W.T. al menos. Apretó los dientes. Orgullo herido o no, no tenía derecho a negárselo a Hadrian.

-Mientras te asegures de cumplir el horario que te estoy haciendo, puedes hacer lo que quieras-. Hadrian sonrió. -Tienes que esperar un poco para que pueda afinarlo, y me aseguraré de que tengas al menos bastante tiempo libre por la tarde, pero si tus estudios se resienten por ello renunciarás-.

-Sí, sí. Lo sé, los estudios son más importantes y todo eso. Gracias, Orión-.

-Espera-. Gritó al ver que el chico más joven se daba la vuelta para marcharse. Hadrian lo miró con una ceja arqueada. -Asegúrate de avisarme cuando encuentres trabajo y cuando recibas tu primer pago. Te ayudaré a abrir tu propia cuenta en Gringotts-.

-Ah, claro. ¿Estás seguro?- Orión se recordó a sí mismo que Hadrian sabía perfectamente cómo hablar con frases completas, y que no lo hacía porque se sintiera cómodo con él, por alguna razón que no podía descifrar.

-Sí, así es. Tengo que tener en cuenta tu trabajo para que no acabes quemado y, aunque nuestra relación con los goblins no es mala, ellos intentarán obtener un mayor beneficio para sí mismos si pueden. Hacerlo cuando un cliente abre su primera cámara acorazada es la forma más fácil para ellos de sacar ventaja sobre ti y te hará quedar mal si te das cuenta del problema más tarde e intentas conseguir tarifas más bajas-.

Hadrian asintió y le dedicó una sonrisa distraída antes de volver a su despacho. Volvió casi de inmediato, asomando la cabeza por el pasillo.

-¿Sí?-.

-¿Te quedas a cenar?-. Orión frunció el ceño, mirando brevemente su reloj de bolsillo. Era más tarde de lo que había pensado.

-Si no es molestia-. Hadrian puso los ojos en blanco.

-Es tu casa-. Dijo, como si quién fuera el dueño del apartamento importara legalmente. -Empezaré a cocinar pronto, así que deberías terminar lo que sea en lo que estés trabajando también. Si te quedas, podemos usar la mesa,.

-¿Dónde comes cuando no estoy aquí, entonces?- Preguntó. Hadrian era extraño.

-En cualquier sitio, normalmente en la cocina o en el sofá. Como me encargo de limpiarlo después en realidad no importa. Comer solo en una mesa grande me hace sentir raro-. Se encogió de hombros y volvió a marcharse.

Orión se encogió de hombros, no entendía muy bien a qué se refería el adolescente. Nunca le había molestado comer solo.

Orión miró sus planes. Si Hadrian quería un trabajo a tiempo parcial, tendría que lidiar con no tener días libres. La única forma que Orión encontró para que funcionara fue trasladar algunas de sus horas de estudio de las tardes a las mañanas de los domingos. Tendría que asegurarse de tomar descansos adecuados con la suficiente frecuencia. Los problemas de salud mental eran una cosa, muchas gracias, y tener a Hadrian pasando por un agotamiento debido a algo tan fácilmente solucionable no estaba en sus planes.

Orión estaba eternamente agradecido por la Oclumancia y sus efectos. Un occlumens, incluso uno que no fuera un maestro, tenía mucha mejor memoria, tasa de retención de información y mucha más facilidad para entender conceptos complejos que una persona que no lo fuera. También era más rápido recordar información debido a las propiedades de organización mental del arte. Si Hadrian lo aprendía correctamente, no tendría demasiados problemas para seguir el ritmo. Sin olvidar las propiedades mágicas que otorga al establecer una conexión más estrecha con la propia magia.

Satisfecho consigo mismo, cogió otro pergamino y empezó a escribir el nuevo horario.

🌿🌿🌿🌿🌿🌿


-Hadrian, ¿has estado durmiendo?-.

Parpadeó, despejando la vista tanto como pudo. Tardó unos segundos en procesar la pregunta de Orión. No, no había estado durmiendo. El maldito Voldemort y el maldito cementerio y su estúpido viaje en el tiempo y... sinceramente había tantas cosas que no lo dejaban dormir por las noches.

-¿Hadrian?- Orión lo llamó de nuevo.

-Cierto, sí. Sólo fue una noche dura-. Dijo con el mismo tono de voz que usaba cuando quería convencer a Hermione de que estaba bien después de cada hazaña casi mortal que hacían. -No te preocupes, ya se te pasará-.

Miró discretamente a su alrededor. Había estado tan cansado que no recordaba haber preparado el desayuno ni haber invitado a Orión a acompañarle a la cocina cuando apareció por el floo, aunque sólo había tomado una taza de café para él. Cierto, prefería el té negro, tenía que tomar nota de comprar más y preparar al menos lo suficiente para un par de tazas por las mañanas. El hombre no parecía convencido pero por suerte lo dejó pasar.

-¿Encontró los libros que buscaba hace un par de días?-. Preguntó, llevándose a la boca un bocado de tortitas. Al parecer, su cerebro había decidido que hoy lo dulce era lo mejor.

-De hecho, los encontré. No sé cómo se perdieron de su lugar en mi oficina, pero los encontré en un viejo baúl en mi ático-. Orión señaló una pequeña pila -(bueno, "pequeña", 20 o más libros algo pequeña, la pila probablemente sólo se mantenía erguida gracias a la magia)- de libros que había dejado sobre la mesa. -La mitad son mis viejos libros de texto, la otra mitad son libros de consulta extra que utilizaba para sacar ventaja en mis clases. Bueno, los libros de aritmética son de Abraxas y los de opciones están todos garabateados por Theodorus -(ese es Nott)- porque le faltaba espacio en los suyos. También este...-

Orión sacó un paquete de su túnica y lo desencogio, dejándolo al otro lado de la isla, donde no se metiera en medio.

-¿Y eso es...?- Preguntó.

-Te he hecho un horario. No tienes por qué cumplirlo, pero siempre me ha parecido más fácil tener una rutina fija que seguir. También pensé que sería bueno para ti mantener un horario que más o menos se pareciera al de Hogwarts, ya que es a lo que estás acostumbrado-. El hombre bebió de su taza y luego procedió a añadirle otra cucharada de azúcar. -Quiero que leas todos los libros, despacio, y tomes notas. También puedes preguntarme si no entiendes algo, si no sé responderte seguro que puedo encontrar más libros que te ayuden-.

-De acuerdo, gracias, Orión-. Dijo.

La sonrisa afilada de Orión le produjo un escalofrío.

🌿🌿🌿🌿🌿🌿


-Buenas noches-. Dijo, entrando en el salón del apartamento. Llevaba un par de días ocupado en el Castillo Black y no había podido escaparse a visitarlo. La habitación estaba vacía, lo cual era extraño ya que Hadrian prefería sentarse en el suelo frente al sofá cuando estudiaba, y debería estar haciéndolo ahora mismo, y tan impecable como siempre. Se preguntó si la limpieza compulsiva era normal en los humanos. Desde luego, nunca había conocido a nadie tan dispuesto a limpiar como Hedrian, ni tan a fondo. Semejante pensamiento le devolvió la duda de cuándo exactamente Hadrian tenía tiempo para hacer tantas cosas como él.

El chico no había perdido el tiempo y había empezado a estudiar en cuanto le trajo los libros de texto, practicaba su meditación -(lentamente avanzando hacia la Oclumancia a un ritmo constante)- durante una hora todos los días, limpiaba el apartamento, practicaba con sus hechizos y se preparaba, por lo que sabía, tres comidas completas cada día. También seguía intentando encontrar un trabajo a tiempo parcial en los callejones cada pocos días.

Con la vista, se quitó el abrigo y lo dejó en una de las sillas antes de ir a buscarlo. Y lo encontró. Hadrian estaba casi enterrado entre libros en su despacho, ni siquiera se molestó en levantar la vista cuando abrió la puerta. Se aclaró la garganta, intentando no asustar al chico. Obviamente no funcionó, la cabeza de Hadrian se levantó tan rápido que incluso Orion pudo sentir la tensión de su cuello. Intentó levantarse torpemente, pero acabó tropezando y casi cayendo de espaldas con la silla, que cayó al suelo cubierto de alfombras con un sonido sordo.

-¿Argh, oops?- dijo Hadrian, torpemente, mientras la recogía. -Yo, eh, no te oí pasar-.

-No por falta de ruido, te lo aseguro. Es más de la hora de comer así que pensé que estarías en el salón-.

-Oh, no me había dado cuenta-. Dijo, mirando su propio reloj de pulsera. Orión había insistido en que se comprara un reloj de bolsillo para no tener que estar usando el encantamiento Tempus constantemente, pero Hadrian había afirmado que prefería más el diseño muggle. -Err, ¿has comido ya?-.

-Claro que sí-. Dijo con una mueca. No tenía por costumbre saltarse las comidas con regularidad.

-Bien, sé así-. Hadrian puso los ojos en blanco, levantando los brazos mostrando las palmas de las manos antes de volver a dejarlas caer. Orión estaba confuso por lo que quería decir pero le dejó pasar cuando se dirigió a la puerta y le siguió hasta la cocina donde se sentó en uno de los taburetes. Hadrian sacó unos huevos, verduras y algunas especias y empezó a cocinar... algo.

¿Cómo no se había dado cuenta de la hora? se preguntó Orión, porque seguramente había tenido hambre. El comportamiento de Hadrian era... extraño, y preocupante. Sin embargo, no sabía qué hacer al respecto. Al principio lo había atribuido a su viaje en el tiempo. Si él estuviera en su lugar, probablemente también perdería el sueño y el apetito, pero había pasado más de un mes y medio y nada había cambiado. Los ojos de Orión recorrieron la figura de su compañero e hizo una mueca. Tal vez debería llamar a su curandero.

-¿Ves algo interesante?- dijo Hadrian, sacándolo de sus pensamientos. Orión frunció el ceño ante la ceja levantada de Hadrian.

-Aún no lo sé-. Dijo, sin dar voz a sus pensamientos internos. -¿Cómo van los libros? Hace unos días que no te veo-.

-Es increíble. Quiero decir, la alquimia lo es. Estaba tan concentrado en ella que me olvidé de estudiar Historia. Tendré que ponerme al día más tarde, aunque el libro esté más seco que el Sahara-. Hadrian negó con la cabeza. -¡De todos modos, los principios básicos de la alquimia se basan en la ciencia literal! Aprendimos casi la mitad de las cosas que acabo de leer en mi escuela primaria muggle, hace ya años. Bueno, entonces se descubrieron más elementos, pero supongo que es normal. Aun así, a mí me gustaban más las ciencias y las matemáticas, ¡y pensar que podría transmutar cualquier metal que quisiera en otro es alucinante! ¿Tienes más libros sobre eso?-.

Orión parpadeó, sin haberse esperado la perorata del chico. Bueno, ese era un tema que no iba a dejar de lado, entonces.

-Sí, pero si sigues olvidándote de estudiar tus otras asignaturas tendré que aplazar el dártelos-. Hadrian hizo un mohín, sirviendo su tortilla en un plato limpio y convocando unos cubiertos y un vaso de agua, sentándose a su lado y comenzando a comer lentamente. Orión puso los ojos en blanco, algo por lo que su madre le habría matado. -Termina primero las que tienes y hablaré con algunos de mis amigos que tomaron la clase para que te den más material, ¿trato hecho?-.

Hadrian le sonrió -(todo lo que pudo sin abrir la boca, Orión agradeció que no le enseñaran la comida a medio comer que llevaba dentro)- y sus ojos esmeralda brillaron tras las gafas. Casi se atraganta cuando asintió efusivamente y Orión tuvo que ayudarle a recuperar la compostura y traerle otro vaso de agua. Orión soltó una risita, las emociones de Hadrian siempre se mostraban en su rostro y la clara felicidad que destiló durante el resto de la tarde acabó siendo contagiosa.

🌿🌿🌿🌿🌿🌿


-Eso es, voy a conseguir un sanador-. Orión dijo un día. Harry se volvió hacia él, más confundido de lo que había estado en su vida. Ni siquiera que le dijeran que era un mago coronó este momento. Además, había surgido de la nada, estaban repasando unos encantamientos -(Harry por fin había conseguido el Encantamiento Silenciador por primera vez después de una semana practicándolo)-. A Orión no le gustó que gritara el encantamiento y le dijo que lo practicara en silencio para mejorar su concentración, era un trabajo duro pero factible si usaba su muy limitada oclumancia.

-¿Qué?- Dijo completamente sorprendido. -¿Por qué?-.

-No deja de surgir en mi mente. Debería haberlo hecho desde el principio, pero pensé que te costaba adaptarte-.

-Realmente no lo entiendo-.

-De alguna manera eres más bajo que un niño de 13 años, apenas comes medias raciones todo el tiempo diciendo que eso es más que suficiente, no duermes lo suficiente y de alguna manera una de tus costillas acaba de crujir a pesar de que apenas te has movido-. Despotricó, frunciendo el ceño. -Voy a llamar a mi sanador pronto, así que prepárate-.

-Yo... pensé que estábamos manteniendo, bueno, a mí, ¿un secreto?-.

-Los sanadores tienen juramentos especiales para la protección de sus pacientes, y mi sanador personal está acostumbrado a que le pida más juramentos. No te vas a librar de esto-. Dijo, y Hadrian se tensó, todo su cuerpo rígido y sus ojos sutilmente no se encontraron con los de Orión. Dejó escapar un suspiro, intentando relajar de nuevo su cuerpo. -Prueba de nuevo los hechizos, cuanto más lo hagas más fácil te resultará. Ya sabes cómo funciona esto-.

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