CAPÍTULO 11
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CAPÍTULO 11
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Harry estaba temiendo la cena. Comieron en el comedor.
—¿Estuviste con los Mortífagos por mucho tiempo? —preguntó Timothy, como si estuviera preguntando sobre el pasatiempo de Draco.
Harry lo pateó debajo de la mensa. No tuvo el efecto deseado.
—¡Ay, Harry! ¡Me pateaste!
Draco tenía los más bellos modales en la mesa. Cortó su carne como si fuera tan suave como la mantequilla, cuando en realidad Kreacher había dejado que se pusiera dura y fibrosa.
—Dos años —dijo.
—Mis padres son grandes admiradores de Voldemort —dijo Timothy.
—También los míos —dijo Draco.
—No molestes a Draco con todo eso, Timothy —dijo Harry. Draco y Timothy lo miraron.
—Él no me está molestando —dijo Draco.
—Tal vez lo estamos molestando —dijo Timothy a Draco. Draco sonrió.
—Puede que estés en algo, Timmy.
—No es exactamente una conversación para la cena, ¿Cierto? —dijo Harry.
—¿Qué no lo es? ¿Voldemort o mis padres? —preguntó Draco, con un borde peligroso en su voz.
—Harry dijo que no podía ser purista de sangre si quería vivir aquí —dijo Timothy alegremente— ¿Eres un sangre pura?
—Sí —dijo Draco— Pero estoy de acuerdo con Harry. Es una tontería, y la gente solo cree en eso porque es ignorante e insegura.
Timothy se quedó pensativo.
—Quizás. Aunque tienes que admitir que la cultura muggle es inferior.
—Timothy —dijo Harry.
—Sus libros son mejores —dijo Draco.
—¿Lo son? —preguntó Timothy, al mismo tiempo que Harry decía— ¿Qué?
Draco se encogió de hombros.
—No leo mucho —dijo Timothy, luciendo poco convencido— De todos modos, piensa en cosas como… medicina muggle. Eso es mucho peor.
Draco se encogió de hombros de nuevo.
—Solo en algunos aspectos. Tienen una comprensión mucho mejor de las enfermedades mentales, por ejemplo.
—¿Mental qué?
—No tengo más que añadir —dijo Draco.
A Harry se le ocurrió que en realidad no se había molestado en hablar con Timothy sobre sus prejuicios. Él acababa de prohibirlos. Se quedó en silencio mientras Timothy y Draco discutían sobre la pureza de sangre y la cultura muggle. Draco era firme y paciente.
—Yo también pensaba eso —decía a menudo, antes de socavar completa y persuasivamente cualquier opinión intolerante que Timothy acababa de expresar. Para cuando terminaron el postre, Timothy parecía estar reconsiderando seriamente todo su sistema de creencias.
—Es extraño —dijo, mientras Harry comía el último bocado de su pastel de chocolate. Draco había comido el suyo limpiamente.
No siempre era ordenado. Harry recordó cómo se veía en la cama; rogando, con los ojos desorbitados.
—Extraño, ¿Cómo? —preguntó Draco.
—Hablar con alguien que pensaba como yo, pero cambió de opinión. El señor Croome siempre decía…
La mano de Draco se congeló en su vaso.
—¿Alfred Croome? —él preguntó.
—Sí. Tú también trabajaste para él, ¿No?
—Te estuve buscando allí —dijo Harry en voz baja.
Draco frunció el ceño y luego giro la mirada hacia Timothy.
—¿Fuiste su aprendiz? ¿Recientemente?
—Sí —dijo Timothy.
Draco alineó su cuchara y tenedor en su plato.
—¿Él está… bien?
—Sí.
Hubo un largo silencio. Draco fingió mirar su reloj de bolsillo.
—Oh, es tarde —dijo.
—Yo limpiaré la mesa —dijo Timothy.
—Gracias —dijo Harry.
Cuando Timothy se fue con los platos, Draco se puso de pie.
—¿Conociste al señor Croome?
Harry asintió. Draco se detuvo junto a la puerta, su mano en el dintel.
—Me sentí muy mayor cuando tenía dieciocho años —dijo— Pero Timothy parece muy joven y tiene veinte años.
—Él no ha pasado por una guerra, para ser justos —dijo Harry.
Los ojos de Draco revolotearon hacia él.
—Sí. Supongo que realmente no tuve la ingenuidad como excusa.
—¿Una excusa para qué? —preguntó Harry. Draco frunció el ceño y miró hacia otro lado.
—Iré a ayudar a Timothy con los platos.
Harry los dejó así durante veinte minutos. Cuando finalmente fue a la cocina, Draco estaba hablando en voz baja y seria; y Timothy asentía, con los ojos en el suelo y los brazos cruzados. Draco tenía una mano sobre el hombro de Timothy.
—¿Todo bien? —preguntó Harry.
Timothy y Draco instantáneamente intentaron parecer ocupados con los platos. Ambos no tuvieron éxito.
—Sí —dijo Timothy.
—Bueno, buenas noches —dijo Draco, pasando por delante de Harry.
—Buenas noches. Ah, y Draco… —Harry lo siguió por el pasillo. Bajó la voz— Gracias por hablar con Timothy sobre la pureza de sangre y todo eso.
Draco asintió.
—Harry… no sé si debería decirte esto, pero… bueno, si te acuestas con él…
—No lo hare —dijo Harry. Draco puso los ojos en blanco.
—Es solo que el señor Croome podía ser un poco… depredador. Eh, sexualmente. Así que…
—Sí, lo sé. Era espeluznante como el infierno. Por eso le dije a Timothy que viniera a vivir aquí.
Draco parpadeó.
—¿Sabías?
—¿Qué el señor Croome busca a hombres jóvenes sin opciones y los presiona para que se acuesten con él? Sí, me di cuenta de eso.
Draco se sonrojo de un rojo intenso.
—Está bien. Bueno. Ten cuidado con él, eso es todo. Podría haberlo estropeado un poco.
—Estropearlo, ¿Cómo? —preguntó Harry, tocando suavemente el antebrazo de Draco, porque sabía que en realidad ya no estaba hablando de Timothy.
—No sé, podría haberlo hecho sentir un poco inútil y confundido, así que no, ya sabes, no lo jodas, porque podría encontrarlo muy difícil de manejar.
Harry tomó la mano de Draco y la apretó.
—Está bien —dijo— Lo tendré en cuenta.
—Gracias —dijo Draco. Alejó su mano de la de Harry y se dirigió a subir las escaleras— Pues buenas noches.
—Buenas noches, L.
Draco se detuvo en las escaleras por una fracción de segundo, luego continuó.
Harry no podía dormir. No podía dejar de pensar.
Después de una hora de inquieta miseria, sacó un viejo cuaderno y comenzó a escribir.
«D—-—-—-—-—-—-—-—&—-—-—-—-—-—-—-—H»
Querido L:
Dijiste que no me conoces. Quizás tengas razón; Supongo que depende de lo que constituye conocer a alguien. ¿Te conozco? Sé cómo te veías cuando estabas enojado cuando eras niño. Sé de tu prolongada y lamentable fase de peinado hacia atrás. Sé que te uniste a los mortífagos a los dieciséis y sé que lo odiabas. Sé que eres un buen volador, pero te distraes fácilmente y haces trampa (serías mejor Cazador. Siempre lo he pensado). Sé que eres como un verdadero adulto cuando se trata de finanzas. Sé que te estresas cuando las cosas están desordenadas (en todos los niveles). Sé que lloraste toda la noche cuando murió tu padre porque tenías miedo de que nadie te volviera a querer.
¿Eso es conocerte?
Si separamos las dos formas de conocer a una persona en: 1. Los hechos y 2. El alma (perdón por usar una palabra como “alma”, sé que da vergüenza), creo que nos conocemos bastante bien de la segunda manera. Pero entiendo que la primera forma también es importante.
No soy yo tratando de recuperarte, porque tienes razón. Te mereces algo más fácil que esto.
Sin embargo, fuiste mi novio durante un año, así que también siento que mereces saber más cosas de la categoría 1 sobre mí. Hechos.
Hecho N° 1: Mis padres están muertos. Lo sabes, obviamente. Pero no sé si sabes quién me crio en realidad. Fueron mi tía y tío. Me odiaban, lo que era una especie de insulto añadido a la herida. En que, ya era una mierda que mis padres estuvieran muertos, pero además de eso, sus reemplazos me hicieron dormir en un armario debajo de las escaleras.
Hecho N° 2: Nadie me amó hasta que tuve once años, lo que tiene que tener un impacto en una persona. Quiero decir, funcionó, cierto, porque soy independiente. ¡Y eso es algo bueno! ¡Estaba dando vueltas por Hogwarts matando monstruos cuando tenía once años! (Como adulto, reconozco que eso es genial y también horrible).
A veces dudo si alguna vez hubiera logrado algo, si hubiera sido amado cuando era niño. Había algo en sentir que a nadie le importaría si moría que hacía más fácil ser valiente.
Esa es una de las cosas que me hacen tropezar en los Días Malos. Tú sabes de qué estoy hablando; eras bueno lidiando con ello, en el entrenamiento. Me cuidaste. Nadie ha hecho eso nunca, de verdad, no de esa manera, como, Oh, veo que estás preocupado por esto, así que me encargaré de ello por ti. Creo que los padres deben hacer eso por sus hijos. Probablemente todo eso es una mierda y muy freudiano que me haya gustado tanto cuando lo hiciste.
Gracias por cuidarme tan bien. Me has enseñado mucho sobre lo que estoy buscando.
Joder, esta carta es realmente muy larga. Que imposición. Obviamente no necesitaba respuesta, yo solo… ¿Realmente me molestó cuando dijiste que no me conocías? ¿Por qué si tú no lo haces, entonces nadie lo hace? Y eso es demasiado malditamente solitario para siquiera contemplarlo, así que.
No tengo ni idea de cómo firmar esto.
K.
H—-—-—-—-—-—-—-—&—-—-—-—-—-—-—-—D»
La luz aún estaba encendida en la habitación de Draco cuando Harry deslizó la carta por debajo de la puerta. Harry permaneció despierto por horas, pero no obtuvo respuesta y finalmente se durmió.
Cuando despertó, había una hoja de papel en el suelo junto a su puerta.
«D—-—-—-—-—-—-—-—&—-—-—-—-—-—-—-—H»
Harry:
Hecho N°1. Mate a Anna.
Malfoy
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...CONTINUARÁ...