Traducción: "Code Name L" de GallaPlacidia

Harry Potter - J. K. Rowling
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Traducción: "Code Name L" de GallaPlacidia
Summary
Los aprendices en el Departamento de Misterios se mantienen bajo un hechizo de identidad oculta durante dos años. Harry ni siquiera sabe de quién se ha estado enamorando todo este tiempo. Está nervioso por La Revelación, pero en realidad, ¿Qué es lo peor que podría pasar?Con Draco Malfoy dañado, Harry Potter dañado, todos dañados. Además, ¡Espías e Intrigas!
Note
IMPORTANTE: La presente es una traducción del fanfic de GallaPlacidia “CODE NAME L” . Quien ha eliminado su cuenta en esta plataforma, así como todos sus fanfics, como una fan que ama su trabajo he decidido traducir sus fanfics al español para que sus fans de habla hispana podamos seguir disfrutando su trabajo. Nota de GallaPlacidia en la versión original: Me inspiré para escribir esto en parte por la estructuración del Departamento de Misterios en You, A Violent Desire de de Alpha_Exodus, así que, si te gusta ese aspecto de este fic, ¡Ve a leerlo! Es genialEste es un regalo para Tepre. ¿Le gustará? No sé. Vamos a averiguar.¡Únanse a mi boletín de newsletter.gallapod.com! Notas de la traductora: Enlaces de contacto a Gallaplacidia: Gallapod.podbean Y newsletter.gallapod Fanfics de Gallaplacidia Descargados La Portadautilizada en esta historia es una edición hecha por mí, utilizando una variedad de imágenes de internet. LA UTILIZACIÓN DE CADA IMAGEN ES SIN FINES DE LUCRO.
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CAPÍTULO 9

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CAPÍTULO 9

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A medianoche, cuando Harry fue al baño, vio que la luz de Malfoy aún estaba encendida. Se quedó fuera de la puerta, preguntándose si debería llamar.

 

Al final, solo dijo:

 

   —¿L?

 

Escuchó a Malfoy moviéndose en la habitación, y luego la voz de Malfoy, justo al otro lado de la puerta.

 

   —¿Qué quieres?

 

Harry apoyó la frente contra la madera.

 

   —¿Te desperté?

 

Hubo una pausa.

 

   —No.

 

Harry asintió, aunque sabía que Malfoy no podía verlo.

 

   —Me siento… me siento agradecido —dijo Harry— De que estés vivo.

 

   —Realmente no lo he asimilado todavía —dijo L, después de un momento.

 

   —Estoy sentado —dijo Harry, hundiéndose de espaldas a la puerta. También escuchó a L sentarse.

 

Harry inclinó la cabeza para hablar por la rendija de la puerta.

 

   —Te extrañe como un loco.

 

A L se le cortó la respiración. Harry se sorprendió de lo cerca que sonaba, justo al otro lado de esa grieta. No podía decir si era por lo que había dicho o porque L estaba sufriendo.

 

   —¿Estás bien? —preguntó Harry— ¿Puedo traerte algo?

 

   —No. Sí. Yo solo… no sé muy bien qué hacer contigo.

 

   —Intenta decir cómo te sientes —sugirió Harry.

 

Escucho la risa baja de L.

 

   —¡Te diré cómo me siento…!

 

   —Por favor, L.

 

L suspiró.

 

   —Pensé que hacer el bien se sentiría mejor que esto —dijo.

 

   —Estás pensando en el Knutter que te ayudó a escapar —dijo Harry.

 

   —Fue Pansy.

 

   —Oh, Draco. Lo siento mucho.

 

   —Me estás llamando por todo tipo de nombres, Harry.

 

   —Son todos tú.

 

Podía oír la respiración de L. Harry deseaba tanto abrir la puerta y entrar por la fuerza, para levantar a L en sus brazos.

 

No lo hizo.

 

   —Lamentó cómo reaccioné después de La Revelación —dijo, después de que había pasado casi un minuto.

 

   —No hagamos esto, Harry.

 

   —Fue solo eso: Una reacción. No era como me sentía en realidad, cuando pensaba en ello. Solo estaba… sorprendido. Quiero decir, no lo excusa, pero de repente solo pude verte como eras en la escuela, no como realmente eres…

 

   —Justo ayer me dijiste que era, y citó: “Malo”.

 

   —¡Acababas de matar a un hombre!

 

L suspiró de nuevo.

 

   —Estoy cansado —dijo— Y adolorido, y he perdido a una amiga. No quiero tener que… No puedo defenderme más de ti. No puedo convencerte de… Solo estoy cansado, Harry.

 

   —No tienes que defenderte. Eso es lo que estoy diciendo —dijo Harry.

 

   —Ahora. Y luego llegará nueva información, y todo será “Largo, escoria de mortífago”. Otra vez.

 

   —¿Hay más cosas que estás escondiendo…?

 

   —Ese no es el punto… oh, no importa. Ve a la cama.

 

Harry escuchó el sonido de L poniéndose de pie, pero no se alejó. L estaba esperando a que Harry se fuera.

 

   —Realmente lamento lo de Pansy —dijo Harry.

 

   —Gracias —dijo L con una voz profunda.

 

   —Me gustaría que me dejaras abrazarte.

 

   —No es una buena idea —dijo L. Harry podía oírlo llorar, y se sentía como un dolor físico en el pecho de Harry.

 

   —Está bien —dijo Harry— Me quedaré aquí, entonces.

 

Escuchó mientras los sollozos de L se calmaban y finalmente se detenían por completo.

 

   —¿Sigues ahí? —preguntó L.

 

   —Sí —dijo Harry.

 

   —Deberías irte a dormir.

 

   —En un rato —dijo Harry. L soltó una risa acuosa.

 

   —Terco —dijo.

 

   —Decidido —dijo Harry— Estúpido, arrepentido y enamorado de ti.

 

L no respondió. Harry no estaba seguro de haber oído. Después de que habían pasado unos minutos, Harry dijo:

 

   —¿L? —y fue recibido solo con silencio. L se había quedado dormido, justo al otro lado de la puerta.

 


 

Harry despertó en su propia cama. Había una nota escrita a mano por Timothy en la mesita de noche.

 

«D—-—-—-—-—-—-—-—&—-—-—-—-—-—-—-—H»

 

No puedo creer que voy a tener que guiarte con esto.

 

  1. Te dolerá el cuello si te quedas dormido en el suelo de esa manera. Eres
  2. ¡¡No seas tan acosador, lo vas a asustar!!

 

«H—-—-—-—-—-—-—-—&—-—-—-—-—-—-—-—D»

 

Harry rio un poco y volvió a dormir.

 

Cuando bajó a desayunar a la mañana siguiente, Draco ya estaba en la cocina, haciendo un omelette. Harry ni siquiera sabía que había huevos.

 

   —Deberías verificar que todavía estén buenos —dijo Harry.

 

Draco lo miró desdeñoso.

 

   —Todo lo que hay en tu refrigerador ha pasado de su fecha de caducidad. Eres una excusa patética para un adulto.

 

El pecho de Harry se contrajo ante el insulto.

 

   —Sí —dijo, tratando de reír, pero sin lograrlo— Lo sé.

 

Draco frunció el ceño y luego abrió la alacena del té.

 

   —No… —dijo Harry, pero ya era demasiado tarde. Las docenas de cajas de té mal apiladas cayeron sobre la cabeza de Draco.

 

   —Maldita sea, K, ¿Esto no te estresa? —preguntó Draco, sacudiendo las bolsitas de té sueltas mientras caían sobre él.

 

   —Sí… si —dijo Harry, con un nudo en la garganta.

 

Draco se enderezó.

 

   —¿Cómo está tu mano? —preguntó Harry.

 

Draco lo flexionó experimentalmente.

 

   —Bien. Mejor. Se siente bien.

 

   —¿Tuviste otra herida? Tus… —Harry hizo un gesto hacia su propia boca. La mano de Draco voló para cubrir la suya.

 

   —Dientes. No pensé que se notaran tanto —dijo— No pude hacer que el hechizo funcionara correctamente, seguían creciendo colmillos.

 

   —Hermione podrá…

 

   —Por supuesto —dijo Draco, aun tapándose la boca— Bien. Deberías, eh, ordenar ese armario.

 

   —Sí —dijo Harry.

 

Draco cerró la boca con fuerza, recogió su plato y se dirigió hacia la puerta.

 

   —¿No querías té? —preguntó Harry.

 

   —No, me comeré esto arriba.

 

   —Oh está bien —dijo Harry— ¡Sí, nos vemos luego!

 

Pero Draco ya se había ido.

 


 

Harry sacó cada caja de té de su alacena y comenzó a volver a apilarlas.

 

Timothy entró mientras lo estaba haciendo.

 

   —Me preguntaba si alguna vez harías eso —dijo.

 

Harry no dijo nada.

 

   —¿Estas bien, Harry?

 

Había demasiadas malditas cajas. Presa de una intensa y repentina desesperanza, Harry tomó todas las cajas y las arrojó a la basura.

 

   —… ¿Harry?

 

   —Estoy bien —dijo Harry, y salió furioso, plenamente consciente de que se estaba comportando como un niño.

 

Fue al plátano de sombra5 en la parte trasera de su jardín y lo pateó un poco, hasta que sus ojos dejaron de sentir calor. Luego se sentó en el banco debajo de él y trató de pensar seriamente en lo que sucedería si Draco no lo aceptaba de regreso.

 

Realmente no lo había considerado, hasta ahora. Hasta que Draco lo llamó K, y señalo que el armario debía estar estresándolo, y le dijo que lo arreglara él mismo.

 

Draco no volvería a confiar en él. Harry lo sintió en un millón de pequeñas formas. Al terminar una semana, Draco se iría y Harry tendría que descubrir cómo ser una persona sin alguien a quien guiar y ser guiado.

 

Era una perspectiva devastadoramente solitaria.

.

.

.

...CONTINUARÁ...

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