Traducción: "Code Name L" de GallaPlacidia

Harry Potter - J. K. Rowling
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Traducción: "Code Name L" de GallaPlacidia
Summary
Los aprendices en el Departamento de Misterios se mantienen bajo un hechizo de identidad oculta durante dos años. Harry ni siquiera sabe de quién se ha estado enamorando todo este tiempo. Está nervioso por La Revelación, pero en realidad, ¿Qué es lo peor que podría pasar?Con Draco Malfoy dañado, Harry Potter dañado, todos dañados. Además, ¡Espías e Intrigas!
Note
IMPORTANTE: La presente es una traducción del fanfic de GallaPlacidia “CODE NAME L” . Quien ha eliminado su cuenta en esta plataforma, así como todos sus fanfics, como una fan que ama su trabajo he decidido traducir sus fanfics al español para que sus fans de habla hispana podamos seguir disfrutando su trabajo. Nota de GallaPlacidia en la versión original: Me inspiré para escribir esto en parte por la estructuración del Departamento de Misterios en You, A Violent Desire de de Alpha_Exodus, así que, si te gusta ese aspecto de este fic, ¡Ve a leerlo! Es genialEste es un regalo para Tepre. ¿Le gustará? No sé. Vamos a averiguar.¡Únanse a mi boletín de newsletter.gallapod.com! Notas de la traductora: Enlaces de contacto a Gallaplacidia: Gallapod.podbean Y newsletter.gallapod Fanfics de Gallaplacidia Descargados La Portadautilizada en esta historia es una edición hecha por mí, utilizando una variedad de imágenes de internet. LA UTILIZACIÓN DE CADA IMAGEN ES SIN FINES DE LUCRO.
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CAPÍTULO 4

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CAPÍTULO 4

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Dos meses después de que Malfoy se fuera, Harry regresó a Grimmauld Place para encontrar a Timothy sentado en el sofá de su sala de estar.

 

Se puso de pie cuando Harry entró.

 

   —Dijiste que podía venir aquí —dijo a la defensiva, como si Harry le hubiera dicho que se fuera.

 

   —Lo hice. De nada. ¿Estás bien?

 

Timothy se limpió el ojo con el interior de la muñeca. Había un pequeño morral en el suelo a su lado, y nada más.

 

   —Es mi cumpleaños —dijo.

 

   —Feliz Cumpleaños —dijo Harry.

 

   —Mi vigésimo cumpleaños —dijo Timothy.

 

   —De acuerdo. Estás sobre la colina —dijo Harry.

 

   —Me dio muchas advertencias —dijo Timothy— He estado buscando otros trabajos, pero… y no tenía a dónde ir. Él… eh… me dio algunas sugerencias, pero…

 

   —¿No te gustó cómo eran? —supuso Harry.

 

Timothy negó con la cabeza.

 

   —No mucho. Entonces pensé en ti. Harry Potter —Timothy se rio con esa risita desesperada— ¡Si mis padres supieran que te estoy hablando…!

 

   —Probablemente no les agrado mucho —dijo Harry.

 

   —Oh, que se jodan —dijo Timothy, sentándose en el brazo del sofá— ¡Demonios! No quise insultar.

 

   —No soy tu maestro. Puedes insultar delante de mí.

 

Timothy negó con la cabeza.

 

   —Es una falta de respeto. Debería respetar a mis mayores.

 

   —Realmente no soy mucho mayor que tú —dijo Harry.

 

   —Tienes veintisiete años —dijo Timothy, con la expresión de alguien que le explica a un viejo jubilado que es demasiado mayor para operar maquinaria

 

   —Estas… sugerencias que dijo el señor Croome —dijo Harry— ¿Crees que Draco Malfoy las hubiera aceptado?

 

Timothy se estremeció.

 

   —Espero que no —dijo.

 

   —¿De qué tipo de cosas estamos hablando?

 

   —Eres un Auror —dijo Timothy— Estás intentando arrestar al señor Croome.

 

Harry inclinó la cabeza.

 

   —¿Quieres que arreste al señor Croome?

 

   —¡No! —dijo Timothy, poniéndose de pie con repentina energía, luego obligándose a sentarse de nuevo— Yo… yo lo amo. No como… pero… es la única persona que fue amable conmigo.

 

   —Él se aprovechó de ti —dijo Harry. Timothy negó con la cabeza.

 

   —No lo entiendes —dijo.

 

   —Realmente creo que eres tú el que no lo entiende. No debería haber…

 

   —¡Me iré si vuelves a hablar de él así!

 

   —Está bien —dijo Harry— No diré nada. Y no lo arrestaré —Harry agregó silenciosamente “todavía” a esa declaración— Pero me gustaría saber qué tipo de opciones habría tenido mi amigo, después de su aprendizaje.

 

Timothy parecía muy cansado.

 

   —Pandillas, principalmente. No… no era sexo. Puedo tener sexo. Eran más del tipo de crímenes violentos —pateó malhumorado el borde de la alfombra de la chimenea— No soy del tipo de persona que comete crímenes violentos.

 

   —Tampoco Malfoy —dijo Harry.

 

   —Bueno, entonces no le habrá ido muy bien con ellos —dijo Timothy. Él suspiró— ¿Cuánto tiempo puedo quedarme?

 

   —Todo el tiempo que necesites —dijo Harry— Pero tienes que buscar un trabajo.

 

Timothy asintió. Luego miró a Harry, con una mirada astuta y temerosa en sus ojos.

 

   —¿Y qué… esperas… de mí…?

 

   —Ya te dije. Lava los platos de vez en cuando.

 

   —Está bien —dijo Timothy— Platos. ¿Y…?

 

   —No quiero acostarme contigo —dijo Harry con impaciencia. Timothy sonrió.

 

   —Oh Dios. Estoy cansado.

 

   —No me refiero solo a esta noche —dijo Harry— Quiero decir, en absoluto. No me malinterpretes en esto.

 

Timothy se estiró, luciendo más feliz y más relajado de lo que Harry lo había visto hasta ahora.

 

   —Supongo que debería sentirme insultado —dijo— Pero no lo estoy —su expresión cambio— No vas a asesinarme, ¿Verdad?

 

   —No estaba planeando eso —dijo Harry.

 

   —Eso es bueno —dijo Timothy pensativo. Bostezó.

 

   —Kreacher te mostrará tu habitación —dijo Harry, porque sospechaba que Timothy tendría una idea equivocada si Harry lo llevaba allí— Ah, y una cosa más: mientras estés aquí, no debes usar ningún lenguaje supremacista de sangre.

 

   —Está bien —dijo Timothy suavemente— No me importa, de cualquier manera.

 

Kreacher lo condujo escaleras arriba.

 

   —¡Feliz Cumpleaños! —gritó Harry detrás de él.

 

   —Gracias —dijo Timothy.

 


 

Hubo otro año de entrenamiento después de La Revelación, por lo que la vida de Harry era, estructuralmente, muy parecida a como había sido antes. Cuatro días a la semana, entrenaba en el Departamento de Misterios. Tres días a la semana, trabajaba en el Departamento de Aurores.

 

   —Te vas mucho —dijo Timothy.

 

   —Cosas secretas de Aurores —dijo Harry.

 

   —Lo sé —dijo Timothy— No me estaba quejando.

 

Llevaba una semana quedándose con Harry. Trató de mantenerse fuera del camino de Harry, pero rivalizaba con Harry en pereza. Kreacher se quejaba constantemente mientras recogía objetos perdidos por toda la casa.

 

   —¿Alguna vez alguien te ha llamado Tim? —preguntó Harry. Era lunes por la noche y Harry había cancelado los planes con Ron y Hermione para poder quedarse con Timothy. Timothy sabía los nombres de las pandillas que el Sr. Croome le habría recomendado a Malfoy. Harry necesitaba esos nombres.

 

   —¿Tim? ¿Por qué me llamarían así? —preguntó Timothy.

 

   —Como un apodo —dijo Harry.

 

   —Mi nombre es Timothy —dijo Timothy, mirando como si estuviera tratando de resolver algo en su cabeza.

 

   —Cierto, si —dijo Harry— Solo que, Tim es más corto, ¿No?

 

Timothy se encogió de hombros.

 

   —Llámame como quieras. Es tu casa.

 

Harry le sirvió una copa de vino.

 

   —No pago alquiler de aquí, ¿Sabes? O impuesto. Lo heredé.

 

Timothy vio como Harry le pasaba el vino. O más exactamente, parecía evaluar cuánto vino estaba bebiendo Harry. Harry imaginó que probablemente sería información útil para recopilar, cuando Timothy dependía de Croome.

 

   —Lo que quiero decir —dijo Harry— Es que deberías pensar en ti mismo más como un compañero de casa que como un invitado. No necesitas ser tan cuidadoso todo el tiempo.

 

Malfoy había sido cuidadoso. Harry había pensado que era por el hechizo y, por supuesto, el hechizo le había impedido confiar en Harry. Pero Harry recordó todas las formas en que L había tratado de mejorar la vida de Harry y se preguntó si eran una manifestación de ese cuidado. Un deseo de hacerse útil, indispensable, para no ser desechado.

 

   —¿Me estoy comportando de una manera que no te gusta? —preguntó Timothy, pasando su dedo por el borde de su vaso.

 

   —No me importa cómo te comportes.

 

Timothy tomó un sorbo de su vino.

 

   —Te estoy muy agradecido —dijo, después de la pausa.

 

   —Timothy… necesito saber los nombres de esas pandillas.

 

Los ojos de Timothy se dispararon hacia los de Harry. Se lamió los labios.

 

   —¿Qué pandillas?

 

   —Las que te recomendó Croome. Puede que sean la única forma en que pueda encontrar a Draco.

 

Timothy frunció el ceño.

 

   —Draco, Draco, Draco, estás obsesionado con él.

 

   —Dijiste que estabas agradecido. Dame un nombre —dijo Harry.

 

   —Los arrestarás a todos, y luego arrestarás al señor Croome —dijo Timothy.

 

Harry cerró los ojos y respiró por la nariz.

 

   —Timothy. Si detengo a una banda de delincuentes violentos, tengo que arrestarlos. Si el señor Croome está involucrado en actividades ilegales, tengo que arrestarlo.

 

   —Hay muchas otras formas en las que puedo mostrar mi gratitud —dijo Timothy, poniendo su mano sobre la de Harry. Harry se lo quitó de encima y Timothy se inclinó hacia atrás en su silla— No quiero decirte los nombres de las pandillas. Puedes obligarme a hacerlo, si quieres—equilibró su silla sobre sus dos patas traseras— Podrías amenazarme con echarme si no lo digo. Podrías drogarme con Veritaserum. Podrías golpearme. El señor Croome nunca me obligó a hacer nada, pero puedes obligarme a contarlo, si ese es el tipo de persona que eres.

 

Harry apretó los dientes y sonrió.

 

   —Hubieras sido un Slytherin —dijo.

 

   —Probablemente —dijo Timothy.

 


 

Cuando Harry bajó a desayunar, Timothy se sentó en la mesa de la cocina con la cabeza entre las manos pensando en las solicitudes de empleo.

 

   —¿Cómo te va? —preguntó Harry.

 

   —Soy un inútil —dijo Timothy, y Harry recordó lo joven que era. A veces lo olvidaba. Pero Timothy parecía al borde de las lágrimas, y su cabello estaba revuelto por tirar de él— No puedo hacer nada. El señor Croome siempre lo decía. ¿Quién me va a contratar? ¿Qué voy a hacer?

 

“¿Qué había hecho Malfoy?”, se preguntó Harry. “¿Quién lo había ayudado? ¿Tenía a alguien?”

 

   —No eres un inútil —le dijo a Timothy— Tienes habilidades transferibles…

 

   —Sí, pero no estoy tratando de que me follen por dinero, ¿Cierto? Oh… —se tapó la boca con la mano— Lo siento. Por insultar. Lo siento.

 

Harry suspiró y se sentó a su lado.

 

   —Vamos, déjame ayudarte. No soy bueno en este tipo de cosas, por lo general L… Draco lo hace por mí, pero lo intentaré.

 

Sorprendentemente, Harry descubrió que realmente había mejorado con el papeleo, de todas las veces que L lo había guiado a través de los formularios. Pudo ayudar a Timothy a armar su Currículum, escribir una carta de presentación y completar varias solicitudes de empleo. Incluso le escribió una recomendación a Timothy, que sospechaba que le serviría mucho más como sustituto de las credenciales oficiales. Trató de no pensar en Draco Malfoy a los veinte años, repentinamente a la deriva, con una madre muerta y un padre en prisión.

 

Timothy lo observó mientras hacía todo esto. Harry podía sentir el peso de su mirada en un lado de su cara.

 

   —Allí —dijo Harry, después de unas horas (El Departamento de Aurores nunca fue particularmente estricto con la puntualidad, al menos, no en lo que respecta a Harry) — Ahora podemos enviar todo esto, y pronto recibirás una respuesta.

 

Se giró para mirar a Timothy y descubrió que sus narices casi se tocaban.

 

   —Gracias —dijo Timothy, en voz baja e íntima. Bajó sus ojos a los labios de Harry y los volvió a levantar.

 

   —Bien, bueno, no estaré en casa esta noche —dijo Harry.

 

Estaba cachondo, pero no tanto.

 


 

   —Bueno, por supuesto que se va a enamorar de ti, Harry —dijo Hermione, cuando la llevó a un lado en el Departamento de Misterios esa noche y le contó todo— Nadie ha sido nunca amable con él. Eres guapo, famoso y rico. Se queda en tu casa. ¿Qué esperabas?

 

   —¡No sé! ¡No esto!

 

   —¿A ti te gusta? —preguntó Hermione.

 

   —Es un bebé —dijo Harry.

 

   —Es la misma diferencia de edad que pensabas que había entre tú y L.

 

Un Inefable que accidentalmente había transfigurado su cabeza en la de un pez pasó jadeando junto a ellos. Harry acercó a Hermione a un rincón.

 

   —¿Por qué este Departamento es siempre tan caótico? —murmuró.

 

   —Es el costo de la creatividad —dijo Hermione— ¿Y bien? La diferencia de edad no te molestó con L.

 

   —Sí, pero él no es L —dijo Harry.

 

   —Lo extrañas.

 

   —¡Claro que lo extraño! Me estoy volviendo loco, él piensa que lo odio, lo golpeé Hermione, ¿Te dijo eso?

 

   —Lo dijo, en realidad —dijo Hermione— Harry, tienes que seguir adelante. Él se fue. No puedo decirte dónde está. Yo… —el hechizo que aún la ataba le impidió decir algo.

 

   —¿Esperas que me rinda? ¿Me conoces siquiera?

 

   —No hay… no hay nada que puedas hacer por él, Harry —dijo Hermione, sonando angustiada— Ojalá pudiera contarte más.

 

   —¿Por qué? ¿Por qué no puedes?

 

   —Todos lo Inefables estás protegidos por estrictos hechizos de privacidad, lo sabes, incluso si abandonan el Departamento.

 

   —Entonces tendré que averiguarlo de otra manera —dijo Harry.

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...CONTINUARÁ...

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