Traducción: "Code Name L" de GallaPlacidia

Harry Potter - J. K. Rowling
M/M
G
Traducción: "Code Name L" de GallaPlacidia
Summary
Los aprendices en el Departamento de Misterios se mantienen bajo un hechizo de identidad oculta durante dos años. Harry ni siquiera sabe de quién se ha estado enamorando todo este tiempo. Está nervioso por La Revelación, pero en realidad, ¿Qué es lo peor que podría pasar?Con Draco Malfoy dañado, Harry Potter dañado, todos dañados. Además, ¡Espías e Intrigas!
Note
IMPORTANTE: La presente es una traducción del fanfic de GallaPlacidia “CODE NAME L” . Quien ha eliminado su cuenta en esta plataforma, así como todos sus fanfics, como una fan que ama su trabajo he decidido traducir sus fanfics al español para que sus fans de habla hispana podamos seguir disfrutando su trabajo. Nota de GallaPlacidia en la versión original: Me inspiré para escribir esto en parte por la estructuración del Departamento de Misterios en You, A Violent Desire de de Alpha_Exodus, así que, si te gusta ese aspecto de este fic, ¡Ve a leerlo! Es genialEste es un regalo para Tepre. ¿Le gustará? No sé. Vamos a averiguar.¡Únanse a mi boletín de newsletter.gallapod.com! Notas de la traductora: Enlaces de contacto a Gallaplacidia: Gallapod.podbean Y newsletter.gallapod Fanfics de Gallaplacidia Descargados La Portadautilizada en esta historia es una edición hecha por mí, utilizando una variedad de imágenes de internet. LA UTILIZACIÓN DE CADA IMAGEN ES SIN FINES DE LUCRO.
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CAPÍTULO 2

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CAPÍTULO 2

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Harry apenas se dio cuenta de cómo regresó a su dormitorio. En el momento en que vio quién era L, fue como si su cuerpo se moviera sin su consentimiento, arrastrado por una ola de furia y miseria ultrajada que se había apoderado de él.

 

Draco Malfoy. Había dejado que Draco Malfoy lo follara. Cada noche. Por un año.

 

Paseó por su habitación. ¿Cómo diablos se le había permitido a Malfoy unirse al Departamento? ¿No había restricciones para evitar que los Mortífagos trabajaran en el Ministerio? Y Malfoy era mayor de edad, debió haberse unido a los veinticinco, como Harry. ¿Hermione lo sabía? ¿Había sabido Malfoy quién era Harry?

 

Se preguntó si Malfoy habría comprado su entrada al Departamento. Recordó a Ron diciendo que los Malfoy siempre se salían con la suya. Se les dio oportunidad tras oportunidad, a lo largo de la historia. Siempre privilegiados, y ahora Harry estaba sufriendo por ello.

 

Llamaron a la puerta. Era Malfoy.

 

   —K —dijo.

 

   —¡No me llames así, maldita sea! —dijo Harry, con la sangre hirviendo… violado…furioso.

 

   —¿Puedo entrar?

 

Harry no respondió. Se dio la vuelta. Malfoy lo siguió adentro y cerró la puerta con un clic silencioso.

 

   —Harry —dijo.

 

   —¿Cómo te uniste? —preguntó Harry.

 

   —Me reclutaron —dijo Malfoy.

 

   —Tienes que renunciar.

 

   —Harry. Vamos. Esa es… esa no es la solución.

 

   —¿Sabías? ¿Sabías que era yo?

 

   —Por supuesto que no —dijo Malfoy— Estoy tan sorprendido como tú. Pensé que eras un Veinteañero-Más-Sabio-Que-Los-De-Tu-Edad. Me sentí un poco raro al respecto.

 

   —Tienes que renunciar.

 

Malfoy frunció el ceño.

 

   —No puedo —dijo— No sabes lo que estás diciendo.

 

   —¡Este es mi derecho! —dijo Harry— Tengo derecho a un trabajo que no odio. Sacrifiqué todo para que gente como tú y tu maldito padre no exterminaran a la mitad de la población. ¿Cómo te atreves?

 

Malfoy extendió las manos apaciguadoramente.

 

   —Harry… lo sé… Harry…

 

   —Me siento enfermo, mirándote —dijo Harry. Eso era cierto. Su estómago se revolvió cuando el levantamiento del hechizo permitió que todos sus recuerdos se filtraran en reversa, completos en retrospectiva donde no lo habían estado en el presente. Recordó dónde habían estado las manos extendidas de Malfoy sobre su cuerpo. Recordó la cara de Malfoy cuando se corría, y la mirada extraña y melancólica que ponía después.

 

   —Estás siendo cruel —dijo Malfoy. Harry se rio.

 

   —¿Yo lo soy? ¿Cómo eras con Dobby? ¿O Hermione? ¿O conmigo? ¿Cuándo has sido otra cosa que cruel?

 

   —No estoy diciendo que estés siendo cruel conmigo como Draco. Estoy diciendo que estás siendo cruel conmigo como tu novio.

 

   —Yo no soy… —dijo Harry, horrorizado— ¡Ni siquiera… ni siquiera digas eso!

 

   —Escucha, esto tampoco es fácil para mí, ¿De acuerdo? Ya estaba lo suficientemente preocupado por cómo reaccionarías cuando… —se tocó el antebrazo izquierdo— Esperaba… estaba asustado. ¡Sabes lo que más me asusta!

 

   —Oh, no me llores un río, Malfoy. Saliste impune después de la guerra y esperas que todos simplemente… ¿Qué, dejen todo atrás?

 

   —Sabes que no estaba de acuerdo con todo lo que hizo mi padre. Tú lo sabes. Te salvé, en la mansión.

 

   —¡Ay, Por Dios! —dijo Harry, girando en un éxtasis de rabia— ¿Me salvaste? ¿Es eso lo que te dices a ti mismo? Fuiste demasiado cobarde para salvarme, Malfoy. Hiciste lo mínimo. ¡Y luego trataste de entregarme en la Batalla de Hogwarts! Y ahora solo estás, qué, aquí, para ser mi colega, que maldita broma

 

Malfoy no se había movido ni un centímetro desde que entró. Se quedó de pie junto a la puerta inmóvil.

 

   —Entonces, para aclarar, ¿Crees que nunca debería ser perdonado? ¿Es correcto?

 

   —Bueno, estoy seguro como la mierda que no debería tener que perdonarte —dijo Harry— Y si tuvieras un poco de decencia, renunciarías y me dejarías en paz. Este es el primer lugar que encontré que me hizo sentir cuerdo, pero no me quedaré si estás aquí.

 

Hubo una larga pausa. Cuando Malfoy habló, lo hizo con una quietud feroz.

 

   —No sabes a lo que me estás enviando de vuelta —dijo.

 

   —No es tan divertido ser huérfano, ¿Verdad, Malfoy? —dijo Harry. Distantemente, se preguntó sobre su propia maldad. Se preguntó de dónde venía.

 

   —Si quieres que renuncie y desaparezca, renunciaré y desapareceré —dijo Malfoy— Pero por favor, solo… piénsalo… te amo…

 

Harry vio rojo.

 

   —¡Tú no me conoces! —dijo, y golpeó a Malfoy en la cara.

 

Supo al instante que había hecho algo mal.

 

Había golpeado a Malfoy en la cara tantas veces antes, en la escuela. Malfoy le había pisoteado la nariz. Lucharon como iguales y como rivales, y fue amargo, pero nunca se había sentido así. Como golpear a Hermione o a la Señora Weasley. Como golpear a alguien que había confiado en que no lo harías.

 

La cabeza de Malfoy fue impulsada de costado por el golpe. Su mano voló a su mandíbula y la abrió y cerró varias veces, tentativamente.

 

   —Malfoy… —dijo Harry.

 

Malfoy levantó la cabeza y miró a Harry con una mueca típicamente Malfoy.

 

A Harry se le ocurrió que no había visto esa mueca en dos años. Se dio cuenta de que ninguna de las expresiones que Malfoy había hecho desde La Revelación le había recordado a Harry cómo fue en la escuela. Había entrado en la habitación como L, para hablar con K, y en su lugar había sido recibido por Potter, que odiaba a Malfoy.

 

Pero ahora, definitivamente era Malfoy otra vez. Altivo, con una mueca en el labio.

 

   —Tienes razón —dijo— Evidentemente, no te conozco, después de todo —miró a Harry de arriba a abajo— Supongo que no debería sorprenderme que estés atrofiado emocionalmente, dado que nadie te amó cuando eras niño. Ni siquiera Dumbledore, al final, aunque escuché que fingió hacerlo. Eso debe hacerte sentir terriblemente pequeño, Potter.

 

   —¡Vete a la mierda!

 

   —De buena gana —dijo Malfoy, y se fue, cerrando la puerta detrás de él.

 

Era típico de Malfoy saber exactamente qué palabras viajarían más rápido al corazón de Harry con una precisión hiriente.

 

Harry destrozó su habitación. Rompió su silla, la arregló y la volvió a romper. Volcó su escritorio, arrojó sus marcos de fotos y rompió sus cinco tazas.

 

Pero cuando su ira se disipó, aún le quedaban los pequeños e indiscutibles toques de Malfoy por toda la habitación.

 

Su armario estaba organizado por color y textura.

 

   —¡Dios mío, K! ¿No te estresa esto todas las mañanas? —L había preguntado poco después de mudarse al dormitorio de Harry.

 

   —Oh, sí, un poco —dijo Harry.

 

   —Pobre ángel en apuros. Déjame arreglarlo por ti.

 

Pasó esa noche sacando todas las prendas de vestir que Harry tenía y dividiéndolas en pilas de “aceptable” y “por favor, dónalo a alguien que no te agrade”. Harry pensó que todo era un montón de tonterías, pero para su sorpresa, realmente era más fácil vestirse por la mañana con el nuevo sistema de L. Era aún más fácil estar a la moda, porque L había emparejado atuendos probables. Hermione y Ginny comentaron sobre el nuevo sentido de la moda de Harry, y Harry se sintió mejor, más sexy.

 

Cuando Harry arregló su escritorio, encontró un largo formulario de Gringotts que casi había sido llenado. Había una nota adhesiva en el frente, con la letra inclinada de L… de Malfoy.

 

«D—-—-—-—-—-—-—-—&—-—-—-—-—-—-—-—H»

 

Querido miope. Todavía no has iniciado una pensión, ¿Verdad? No mientas, sé que no lo has hecho. Completa el resto de esto y luego te explicaré sobre el interés compuesto. ¡Te amo!

 

«H—-—-—-—-—-—-—-—&—-—-—-—-—-—-—-—D»

 

Harry miró fijamente la nota durante unos segundos antes de darse cuenta de que había sido un idiota monumental y que necesitaba encontrar a Malfoy ahora mismo, de inmediato.

 

La habitación de Malfoy estaba vacía. Nunca había habido mucho en él, de todos modos, sin fotografías o toques personales. Siempre había usado la ropa del Departamento de Misterios, para dormir incluso. Nadie usaba la ropa del Departamento de Misterios. Era horrible. Era la razón por la que siempre terminaban durmiendo en la habitación de Harry.

 

Harry volvió a su propia habitación y esperó una hora antes de volver a comprobarlo. La habitación de Malfoy aún estaba vacía.

 

Se suponía que estarían en su “segundo empleo” ese fin de semana. Probablemente se fue antes. Eso es lo que Harry habría hecho, en la misma situación.

 

En el transcurso de lo que se sintió como el fin de semana más largo de su vida, Harry trató de pensar en su última interacción sin prejuicios esta vez.

 

Había sido devastador descubrir con quién se había estado acostando, por supuesto. Harry había pasado largas noches imaginando los peores escenarios antes de La Revelación, pero nunca se le había ocurrido nada tan horrible como esto. Por supuesto que no había querido que se le ocurriera que estaba saliendo con un mortífago.

 

Por otro lado, Harry no podía evitar el hecho de que conocía a L y, en consecuencia, a Malfoy. Él era la persona que había consolado a Malfoy cuando su padre murió. Ahora Harry sabía que era Lucius, recordaba haberlo leído en los periódicos al día siguiente. Sabía que Malfoy entendía todo lo que había que saber sobre finanzas y economía, que era organizado, generoso y propenso a episodios de depresión tranquila y distraída.

 

Harry supo que había roto algo cuando golpeó a Malfoy. Era difícil sentarse con ese conocimiento. Ni siquiera sabía lo que quería de Malfoy. No podía salir con él, obviamente no, solo el pensamiento lo hizo entrar en pánico, pero la idea de no salir con Malfoy lo hizo sentir desesperada y desgarradoramente solo.

 

El domingo se dio cuenta de que era porque amaba a Malfoy.

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...CONTINUARÁ...

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