A Siriusly Complicated Situation [Traducción]

El verano de 1997 fue muy ajetreado. Se habían puesto en contacto con Tony para que se formara en tecnología muggle moderna y éste se había puesto muy contento cuando llegó a la isla para trabajar con ellos. Habían utilizado la dilatación Diez-en-Uno y el genio de la mecánica había pasado la primera "hora"... según su reloj interior... desmontando un reloj, para ver si encontraba una razón física para que siguiera la hora exterior. Cuando eso falló, hizo pucheros durante un rato, pero la perspectiva de mostrar sus juguetes a alguien que estuviera interesado, era demasiado grande para desperdiciarla. Todo lo que Obie quería ver eran armas y Tony se estaba aburriendo de hacer bombas.

Tabletas y teléfonos inteligentes, ¡eso sí que era un reto!.

Remus, Peggy y Flitwick habían pasado unos días bajo una dilatación previa, trabajando en cómo "probar mágicamente" un área para que la tecnología de Tony funcionara correctamente. La idea de tener que "probar mágicamente" sus cosas enfureció al genio, que estudió su trabajo y les hizo explicarle cada secuencia rúnica y la razón de su uso. Aquella "noche" se llevó a su habitación los libros de encantamientos, transfiguración, runas y aritmética, desde el primer año hasta los niveles de maestría, y salió a la "mañana" siguiente sin haber dormido nada y habiendo trabajado todos los niveles de las cuatro asignaturas.

Les regaló con orgullo un pequeño teléfono móvil y vio cómo los magos fruncían el ceño.

-Está protegido-. Chistó alegremente, con una sonrisa ligeramente maníaca.

-¿Protegido?- dijo Remus.

-Bueno, sí-. dijo Tony, cogiendo una cafetera. -La protección es básica, lo único que hace es traducir la energía mágica en energía eléctrica utilizable-.

-Pero... ¿cómo?- dijo Remus.

-Con runas-. Contestó Tony. -Leí todos los libros que me dio Filius, anoche y... es sencillo. Usando el alfabeto rúnico como sistema alfanumérico, escribí una secuencia que crea una protección que intercepta la energía mágica entrante y la transfigura en una energía eléctrica compatible con el objeto en el que está grabada la secuencia y la modula al amperaje que el aparato usa para recargarse-.

-Pero tú eres muggle, ¿cómo has activado la secuencia?-. Fue lo primero que se le ocurrió a Remus.

-Hice que formara parte de la secuencia que se activaba sola cuando detectaba magia-. Contestó Tony. -No hay magia y tienes que cargar el aparato eléctricamente. La magia y la secuencia se encargan de todo eso-.

-¿Quieres decir que leíste todos los libros de Filius, anoche, y ahora eres un Maestro de runas?- Bill preguntó.

-Sí-. Sorprendentemente, no fue Tony quien respondió, sino Bucky, Sirius y Peggy, que hablaron al mismo tiempo.

-Es una cosa de Stark-. Peggy continuó. -Combina memoria fotográfica, memoria eidética y comprensión intuitiva y tendrás una idea de cómo la mente de un Stark lee algo y comprende al instante el lenguaje y la teoría que hay detrás de la explicación-.

-Howard solía cabrearme con eso, cada vez que se hacía con mis apuntes-. Murmuró Sirius.

-Es bueno saber que el viejo no era perfecto-. Murmuró Tony.

-¿Perfecto?- Bucky balbuceó. -Howard, ¿perfecto? Perfecto gilipollas, tal vez-.

-Perdí la cuenta de cuántas veces no podía mantener las manos quietas y cogía algo en lo que yo estaba trabajando y se quedaba pasmado o saltaba por los aires-. Sirius resopló. -No tenía nada de perfecto. Era un imbécil-.

-¿Cuántas veces lo aturdiste y lo ataste por los pies, a las vigas?-. preguntó Bucky, ladeando la cabeza pensativo.

-Dejé de contar después de una docena-. Sirius respondió.

-¿Y la ropa rosa y amarilla?- preguntó McGonagall. -Estoy segura de que se mencionó-.

-Oh, lo fue-. Bucky sonrió satisfecho.

-Sólo tuve que hacerlo dos veces-. Dijo Sirius. -Até el amuleto a él y a cualquier tela que tocara-.

-Es increíble que no anduviera por ahí tocando la ropa de los demás-. Peggy dijo.

-No, se lo até a él-. Dijo Sirius. -Era parte del maleficio, si el objeto pertenecía a otra persona y estaban en contacto físico con él, el encantamiento ignoraba ese objeto. ¿Cualquier objeto que Howard considerara suyo...?-.

-Rosa o amarillo-. Remus asintió.

-¿Lógica vacilante?- preguntó McGonagall.

-Por supuesto-. Dijo Sirius. -Era una especialidad de los Merodeadores. Dirijamos nuestras bromas a una persona y sólo a esa persona-. Frunció el ceño. -Sin embargo, había veces que, de alguna manera, Snape se lo saltaba-.

-Eso era bastante sencillo-. Dijo Snape, dando un sorbo a su té. -La mayor parte de la ropa que llevaba en Hogwarts era de segunda mano. Es fácil saltarse la lógica afirmando que la prenda no era exclusivamente mía-.

Sirius parpadeó un par de veces. -Ooh... Sí... Eso funcionaría...-

-Entonces... ¿Tony?- Kingsley había observado en silencio. -¿Te interesaría fabricar algún equipo para La Unidad?-.

Tony parpadeó, había estado tan concentrado en los comentarios de Sirius y Bucky sobre su padre, que había dejado que el resto de la sala se desvaneciera.

-Oh, claro, ¿por qué no?- Asintió. -¿Qué buscas?-.

-Comunicaciones, más que nada-. Kingsley dijo. -Algunos dispositivos de rastreo. Tal vez algo que anule cualquier magia que se le lance-.

-Hmm...- La mente de Tony daba vueltas. -¿Podría crear una secuencia rúnica que absorbiera, rechazara o redirigiera la magia que se le lanzara ignorando la magia ambiental?-.

En el bolsillo de Peggy empezaron a sonar pequeñas campanillas.

-Oh, vaya-. Suspiró. -Me pregunto cuál es el problema de Phillip-.

-¿Es que...?- Tony ladeó la cabeza, escuchando la melodía. -¿Es esa America the Brave?-.

Peggy sonrió con satisfacción. -Por supuesto. Consideré la obsesión de Phillip con Steve y usar el tema de la USO, pero no podía enfrentarme a los recuerdos que evocaba, cada vez que tiene una pregunta-.

-¿Por qué hablas con él?- Tony era siempre curioso.

-Phillip era un Ranger del ejército, Tony-. Peggy respondió. -Y nos gustaría que organizara un campamento de entrenamiento para La Unidad, dar a los reclutas un entrenamiento avanzado-.

-¿Van a él o viene aquí?- Tony seguía desconfiando de aquel hombre, parecía tan corriente pero podía ser tan letal si le apetecía.

-Aquí, por supuesto-. Peggy dijo. -Necesitaremos el campo de dilatación, si queremos que saquen algo del tiempo que él puede disponer-.

-Sabes que querrá traer a sus mascotas con él-.

-Te sugiero que te abstengas de llamar mascota a la señorita Romanov, Anthony-. Peggy negó con la cabeza. -Ni ella, ni Barton ni Phillip lo tolerarán-. Inclinó la cabeza. -Aunque sería bastante interesante ver lo que ella o Barton te harían, si lo hicieras-.

-Sí, eso no va a pasar-. Tony sacudió la cabeza. -Pensaba que el Halcón era el que hablaba y ella la que actuaba, pero me equivoqué. Ya sabes, sólo con mirarla, ella es peligrosa, pero él pasa desapercibido, es tan... pueblerino, que pasas de él. Justo hasta que saca ese arco y... whoa, nellie...-

-Puede derribar a Phillip, en CQC-. Peggy se ofreció.

Tony se atragantó con su café. -¿El Halcón puede derribar al Agente?-.

-Sí-. Peggy se sirvió una taza de té y le añadió un chorrito de limón-.

-Vaya...- exclamó Tony casi en silencio.

-¿Quieres quedarte a mirar?-. sedujo Peggy. -Estarán aquí a partir del 21 de julio, durante una semana-.

-No puedo-. Tony murmuró. -Tengo un asunto en Culver, algo que ver con la beca de mamá. Tengo que estar allí para una cena el 20, talleres el 21, 22 y 23, una presentación y otra cena el 24 y luego Obie me tiene haciendo una presentación gubernamental el 26 en Fort Lewis, seguida de otra en Benning el 28-. Suspiró. -Luego agosto es igual de malo, pero son cosas de papá en el MIT y CalTech-.

-Pobre Tony-. Peggy sacudió la cabeza, divertida ante la expresión enfurruñada de Tony. -Tener que visitar las principales universidades de Estados Unidos, qué faena-.

-No son las universidades, Peg, son los estudiantes-. Tony corrigió. -Tengo que aguantar sus presentaciones-. Salió como un quejido.

-Oh, cállate-. le reprendió Peggy. -Nunca se sabe, puede que encuentres a alguien con quien merezca la pena hablar-.

-Pero son estudiantes, Peg-. Tony siguió lloriqueando.

-Y tú también lo eras-. Contestó ella.

-Lo sé, por eso no quiero ir-.

-Oh, deja de lloriquear, Anthony-. Peggy suspiró. -No es a mí a quien tienes que convencer, sino a Stane-.

-Por eso me quejo, no haré cambiar de opinión a Obie y lo sé-.

-Entonces disfruta de tu tiempo aquí y quédate con un ordenador independiente para el trabajo de La Unidad-.

-Haré algo mejor y escribiré una secuencia rúnica que mantendrá fuera a cualquiera que no haya hecho el Juramento de La Unidad-. Dijo Tony. -Yo confío en Obie pero está claro que otros no y él no ha hecho el Juramento. Sin Juramento, no hay participación-.

-Gracias, querido-. Peggy asintió.

Phillip Coulson era una sorpresa para la mayoría del personal de primera línea de la Unidad, al igual que Clinton Barton, pero Natasha Romanov no, podían ver claramente la tensión enroscada y los ojos en constante movimiento cuando la joven los observaba.

Pero Coulson y Barton fueron una sorpresa. Verlos pasar de una actitud suelta y aparentemente relajada a un "te mataré si mi cuchillo atraviesa tu defensa" sin tapujos fue un poco chocante para algunos. Harry pareció aceptarlo como era de esperar, pero dado lo que había visto y en lo que se había visto envuelto a lo largo de los años, era comprensible. Neville, Draco y Colin estaban pendientes de cada palabra de Coulson, absorbiendo todo lo que decía y esforzándose por emular al encargado de S.H.I.E.L.D.

Euan y Dennis estaban fascinados con Natasha y no sólo por su aspecto. Su estilo de lucha se adaptaba bien a los cuerpos pequeños y ágiles y, aunque algún día Dennis llegaría a ser bastante alto, a juzgar por su padre, todos los miembros de la familia de Euan eran bajitos. Además de a los dos chicos, Natasha se llevaba a las chicas y les daba lecciones específicas para cada sexo sobre cómo utilizar sus cuerpos para sacarles el máximo partido a la hora de derribar al sexo opuesto.

Bucky y Clint mantenían una amistad intermitente durante las sesiones de entrenamiento de las que eran co-tutores. No era una sorpresa para nadie que Harry y Draco fueran dos de los mejores en dar en el blanco, con Luna y Natalie no muy lejos de ellos.

La expresión de Clint al recibir una escoba modificada por Tony Stark fue, como poco, escéptica, hasta que Sirius soltó una snitch y Harry alzó el vuelo, retando al arquero a unirse a él. Bastaron tres rotaciones para que Clint preguntara si podía probar la poción animagi. Con miradas dudosas, Kingsley y Andi aprobaron la prueba y tanto Clint como Natasha tomaron la poción.

Fue un éxito rotundo.

Ambos pudieron transformarse en animales adecuados para la pareja. Clint se convirtió en un halcón y Natasha en una gata oriental negra de largas patas con su reloj de arena carmesí en el pecho. La única diferencia entre la forma animago de Harry y la de Clint eran las plumas alrededor de sus ojos y su tamaño. En el caso de Clint, su Águila Halcón Negra, más grande, tenía el característico tono púrpura en las plumas, mientras que las de Harry brillaban con un verde iridiscente a plena luz y unas cuantas plumas de su cresta sobresalían, igual que su pelo.

Aquel verano, la Unidad tuvo una llamada de socorro. Un aspirante a Señor Oscuro de los Países Bajos pensó que Inglaterra estaba lista para ser tomada. Coulson, Natasha y Clint se dieron cuenta de que aquellos niños podían ser niños, pero que cuando llegaba el momento de acabar con un Señor Oscuro y su séquito, estaban tan curtidos en mil batallas como cualquier fuerza de asalto de élite.

Nunca dudaban a la hora de disparar... o lanzar, según el caso... al enemigo, nunca dudaban de sus habilidades, ni sobreestimaban sus capacidades. Clint flotaba en el aire observando como La Unidad se enfrentaba al autodenominado Lord Maximus y Natasha se acomodaba en un árbol con vistas despejadas mientras Coulson se veía obligado a observar desde lo alto de una colina a casi un kilómetro de distancia, utilizando unos prismáticos.

Fue frustrante y a su regreso a la isla, se acercó a Andi y le pidió permiso para tomar la poción Animagus, esperaba que su forma fuera algo similar a la de Clint. Desgraciadamente, lo que obtuvo fue un perro grande, tipo terrier negro. Útil en una operación de campo, pero no para la observación. No sabía si alegrarse o no.

Sí que causó un pequeño revuelo de interés en el DoM, ya que los Inefables no habían sido conscientes de que los muggles o squibs podían hacer cualquier tipo de magia y ahora La Unidad les presentaba a tres muggles, un squib y un Vacío Parcial que eran animagos. Según la definición de las Leyes del Ministerio, ser capaz de completar una transfiguración de nivel superior, como se consideraba la transformación animago, permitía a Coulson, Clint y Natasha reclamar el estatus mágico de ser nacidos de muggles, mientras que Peggy sería clasificada como nacida de squib y Bucky, debido a que se había casado con una sangre pura, sería clasificado como mestizo.

Además, Peggy se había puesto en contacto con Tony y le había dicho que, cuando pudiera escaparse, tenía que volver a la isla; no le dijo por qué hasta que llegó a finales de agosto. No le vio sentido hasta que Kingsley le dijo que si lo clasificaban como nacido de muggles, podría hacer OWLs en pociones, CoMC, encantamientos, transfiguracion, runas, aritmancia, historia de la magia y estudios muggles, así como NEWTs en transfiguracion, aritmancia, runas, historia de la magia y estudios muggles. Eso le permitiría obtener una maestría en runas y Aritmancia, lo que legitimaría su tecnología si los mundos mágico y muggle se unieran alguna vez y decidiera vender su tecnología a los magos.

-No voy a esperar a que el mundo mágico se despierte y huela el siglo XX-. Hermione despotricó. -Y no veo por qué tendría que hacerlo. Soy nacida de muggles y mis padres son muggles. ¿Por qué debería renunciar a mi herencia?- resopló.

-No deberías-. Draco estuvo de acuerdo. Había recorrido un largo camino para dejar de ser el snob sangre pura que la había atormentado en sus primeros años en Hogwarts.

-No, no deberías-. Tony dijo. -Nokia sacó el 3110 hace seis meses, puedo añadirles mi secuencia rúnica, si quieres-. Tony parecía nervioso de repente.

-¡Sí!- Hermione saltó hacia delante y abrazó al sorprendido tecno-mago, como ella lo había apodado. -Iba a pedírtelo cuando te vimos en Navidad-.

-Ahora ya no tienes que hacerlo-. Tony le palmeó la espalda con recelo y miró a Harry en busca de rescate.

Harry se limitó a sonreír. -Te das cuenta de que eso significa que tienes que encontrar otra cosa como regalo de Navidad, ¿verdad?-.

La alarma en la cara de Tony hizo reír a unos cuantos. -¿Quieres decir que no puedo regalarle joyas?- Exigió.

-No-. Dijo Hermione con firmeza. -Nada de joyas-. Sabía que cualquier cosa que Tony eligiera sería astronómicamente cara y a ella le aterrorizaría perder lo que fuera.

-Maldición-. Tony resopló.