![A Siriusly Complicated Situation [Traducción]](https://fanfictionbook.net/img/nofanfic.jpg)
Chapter 22
Harry llamó a la puerta de Snape y la abrió cuando oyó que el maestro de pociones le decía que entrara.
-¿Cómo se encuentra, profesor?- preguntó Harry.
-Mucho mejor-. respondió Snape, dejando su libro a un lado.
-Te he traído información y algo para que te entretengas-. Harry contuvo su sonrisa por muy poco.
-Eso es algo que ni necesito ni quiero, Potter-.
-Oh, sí, querrás esto-. Harry dejó entrever su sonrisa.
-¿Qué has hecho?- Snape lo miró con el ceño fruncido.
-Hemos acabado con Riddle, ¿verdad?-.
-Soy consciente-. La expresión de Snape se transformó en una mirada anodina, pero para los que lo conocían, su placer era evidente.
-Bueno, resulta que matarlo convirtió en squibs a sus seguidores Marcados-. Harry continuó. -Todos serán interrogados bajo veritaserum pero había unos cuantos en la Madriguera, que no estaban allí porque quisieran-. Snape enarcó una ceja. -No estaban marcados. Eso planteó un problema para el DMLE. La mayoría eran menores de edad y tenían padres o abuelos no marcados, así que el DMLE los envió a casa, con un auror para explicarles lo que se esperaba de ellos. Casi todos obtuvieron Bonos de Buena Conducta. Tres fueron liberados por completo. Los padres de Daphne Greengrass estaban prisioneros en la mansión Malfoy, para asegurar su obediencia. El padre de Tracy Davis fue ejecutado y su madre torturada, ella está en San Mungo mientras Tracy se queda con la familia Greengrass-.
-¿Y la otra?-.
-Notificamos al Ministro y al DMLE su Voto y lo que implicaba-. Harry eludió la pregunta. -No creímos que te opusieras, ya que Riddle murió y nosotros salimos sin heridas. Con permiso-. Harry tendió un pergamino, sujeto con las cintas formales y el sello del Ministro de Magia.
-¿Mi qué...?- Snape parpadeó.
-Su perdón-. Repitió Harry. -Un perdón oficial por todos y cada uno de los crímenes, cometidos antes de hoy-. Sonrió alegremente. -Es libre, profesor. Azkaban ya no pende sobre usted-. Snape no sabía qué decir. -Y aunque faltan pocos días para que comience el año escolar, los miembros en edad escolar de La Unidad están en reserva. La mayoría de nosotros vamos a pasar esta última semana con nuestras familias- La cara de Snape se quedó en blanco. -Así que pensé que le gustaría tener compañía. Con sus padres ahora squibs y su tía y su primo totalmente ocupados con las secuelas de anoche... Draco necesita a su padrino-.
-¿Draco?- Snape se levantó rápidamente.
Harry se hizo a un lado y Draco entró en la habitación. -¿Tío Sev...?- Los que no conocían bien a Draco y los que no habían observado el suyo tan de cerca como Harry, no habrían visto el miedo en el rostro del rubio. Miedo al rechazo, miedo al asco, miedo a lo desconocido.
-Draco-. Snape le tendió una mano y el joven mago cruzó a su lado rápidamente, dejando que la mano del profesor se posara en su hombro. Snape se volvió hacia Harry. -¿Condiciones de su liberación?-.
-Ninguna-. Harry sonrió. -Él, Tracy y Daphne fueron liberados por completo. Algunos otros no tuvieron tanta suerte. Kingsley les dará a ti y al profesor Flitwick los detalles de ellos, esta tarde, ya que son sus jefes de casa-.
-Me encargaré de que no reincidan-. Snape asintió.
-Lo sé-. Harry se volvió hacia Draco. -Y si quieres, puedes unirte a nosotros para el entrenamiento extraescolar. La Unidad está aquí para proteger nuestro mundo y el Estatuto. Esperamos trabajar en colaboración con una organización muggle que hará más o menos lo mismo, desde el lado muggle. Los muggles no están preparados para la magia, todavía no-.
-Puede que nunca lo estén-. Advirtió Snape.
-Lo sé-. Harry asintió. -Y aunque ocurra, no será pronto-.
-No, no lo será-. Snape estuvo de acuerdo.
-Pero eso no nos impedirá trabajar para que llegue el momento en que nos acepten-. Harry sonrió. -Piénsalo, Draco, sin presiones pero serías bienvenido-.
-Gracias, Potter-. Draco asintió pero seguía receloso de acceder a cualquier cosa que le sugiriera su adversario de colegio.
-Habla con Snape, él te explicará más-. Harry miró a Snape. -Sólo información a nivel de reclutamiento-.
-Entiendo-. Contestó Snape.
Llegó el 1 de septiembre y los estudiantes patrocinados por La Unidad se reunieron cerca de las chimeneas públicas del andén 9¾, con sus baúles encogidos y recogidos. Cada uno de ellos llevaba una bolsa o mochila colgada del hombro, con bocadillos y algo con lo que entretenerse durante el largo viaje en tren. Se repartieron recordatorios sobre la divulgación y sobre lo que podían hablar y lo que era información restringida.
Después, se saludó a los amigos y los alumnos de la Unidad se separaron para seguir su camino, algunos en busca de compartimentos vacíos, otros en busca de amigos.
Harry y Hermione encontraron su compartimento habitual y se acomodaron, y poco después se les unieron Luna y Neville. Charlaron y sorbieron las bebidas que habían traído, mientras esperaban a que el Expreso se pusiera en marcha.
Unos minutos antes de las once, Draco apareció en la puerta de su compartimento. -¿Puedo acompañarlos?- Preguntó en voz baja.
-Claro-. Harry asintió.
-Gracias, Potter-. El rubio entró y se acomodó junto a Luna. -Te debo una disculpa-. Le dijo la chica. -Tío Sev me llevó a Gringotts para arreglar el desastre que hicieron mis padres con la hacienda Malfoy. Como había tantos miembros de la familia borrados del árbol genealógico sin ser realmente repudiados, no teníamos ni idea de si había algún familiar vivo, así que los duendes sugirieron que me inventara una herencia de sangre-.
-¿Disculpa, Draco?- preguntó Hermione. -¿Qué es una herencia de sangre y en qué se diferencia de un árbol genealógico?-.
-Un árbol genealógico es como suena, pero la gente puede ser eliminada, ya sea repudiada o expulsada-. contestó Draco. -Una herencia de sangre ignora cosas como repudiar, ser marginado o asesinado. Registra a todo el mundo, dependiendo de la cantidad de sangre que des hasta dónde se remonta-. Se estremeció. -Tuve dos hermanos y una hermana, pero según la herencia de sangre, están muertos. Asesinados por ser squibs o no ser lo suficientemente poderosos-.
-Lo siento...- Hermione no sabía cómo reaccionar.
-Los mató, sólo porque no eran lo que él quería-. Una sola lágrima recorrió la mejilla de Draco antes de apretar la mandíbula y respirar entrecortadamente. -Pero yo tengo familia. Un tío y una prima. Al parecer, mi abuelo echó a mi tío de la familia cuando se negó a tomar la Marca Tenebrosa-. Se volvió hacia Luna. -Tu padre es mi tío, somos primos-.
-Primos... Familia...- susurró Luna.
-No puedo traerte de vuelta a la familia hasta que tenga diecisiete años y tome el Señorío Malfoy. Padre lo perdió automáticamente cuando... cuando se convirtió en...- Draco no pudo decirlo.
-¿Un squib?- dijo Hermione, vacilante.
-En realidad, no-. Draco negó con la cabeza. -Cuando se convirtió en esclavo de alguien que ni siquiera había reclamado una cabeza de familia y mucho menos un señorío-. Cuando dijo la palabra "esclavo", Draco torció la cara en una mueca de desprecio.
-¿Riddle?- preguntó Neville.
-Sí-. Respondió Draco. -Podía llamarse a sí mismo Lord, pero nunca había reclamado mágicamente un Señorío-. Se burló. -Ni siquiera había reclamado el puesto como cabeza de su familia. Al menos no mágicamente-.
-¿Y eso qué importa?- preguntó Hermione.
-Oh, sí-. Draco asintió con fervor. -La Dama Magia es quien nos otorga los Señoríos y, por supuesto, si no actuamos como Ella aprobaría que lo hiciéramos, puede revocarlos. Cualquiera puede decir que es un Lord, pero sólo se reconocen los Señoríos otorgados por Lady Magia. Los Malfoy han sido Señores, mágicamente, desde el siglo XIII, sólo para que mi... para que Lucius echara todo por la borda por un loco-.
-¿Pero no puedes reclamar el señorío de los Malfoy?-. Preguntó Hemione.
-Fui a Gringotts a preguntar eso-. Respondió Draco. -Lady Magia ha puesto condiciones a mi ascenso al Señorío. Tengo que reclamar la cabeza de familia y repudiar al traidor antes de poder reclamar y prestar mis Juramentos. Si alguna vez me retracto de esos Juramentos, pierdo el Señorío, no sólo para mí, sino para todos mis descendientes-.
-Vaya...- Harry susurró.
-No es algo para tomar a la ligera-. dijo Draco en voz baja.
-No- Harry estuvo de acuerdo. -No lo parece. ¿Tendré que pasar por eso?-.
-Hasta cierto punto-. contestó Draco. -Cuando vayas a Gringotts, te dirán los detalles exactos, la Dama Magia los establece de forma diferente para cada persona. Va a ser más complicado para mí que para ti, sobre todo porque le hice caso a... Lucius, en lugar de pensar por mí mismo-.
-Oh... vale...- Harry titubeó.
-No te preocupes. Gringotts te lo explicará-. Draco hizo un gesto desdeñoso con la mano.
-Tiene razón-. añadió Neville con cautela. -Gringotts te sacará de esto-.
-Todavía no estoy seguro de que lo esté deseando-. Murmuró Harry. -Sirius me contó que cuando papá se enteró de lo que tenía que hacer, se acobardó-.
-¿No aceptó el señorío?-. preguntó Draco.
-Al parecer, no-. Harry sacudió la cabeza. -Algo que esperar, supongo-.
-Tú no eres tu padre, lo que tendrás que hacer no es lo mismo que habría tenido que hacer él-. dijo Neville.
-¿Y tú?- Luna preguntó.
-Ni idea-. Neville se encogió de hombros. -Tienes que tener dieciséis años para averiguarlo e iba a dejarlo para cuando pudiera reclamar el título. Supuse que si me enteraba con demasiada antelación, tal vez no quisiera hacerlo. Pero ahora que papá se ha recuperado, no tengo que preocuparme por eso durante años, todavía-.
-No sabía cuántos años tenía que tener, así que tío Sev me llevó para averiguarlo-. Dijo Draco.
Harry y los otros chicos de sexto año se instalaron de nuevo en su dormitorio, dejando sus baúles en la base de sus camas. Este era el primer año en que Ron no se uniría a ellos y eso les daba un poco más de espacio, lo que significaba que el dormitorio no era tan estrecho. Una ducha y los cuatro se tumbaron en sus camas.
-Me pregunto cómo estará Ron-. dijo Seamus.
-Mol...Millie dijo que estaba empezando a calmarse-. Harry había recibido una carta de la antigua Molly Weasley, ahora Millie Prewett, aquella misma mañana. -No le gustó la nueva casa durante un tiempo, tampoco a Percy-. Soltó una carcajada. -Aunque Percy se calmó en cuanto vio la casa del árbol-.
-¿Qué hicieron con lo de Percy y Ron acordándose de los demás?-. Preguntó Dean.
-El sanador les cambió los recuerdos, hizo que pareciera que Bill, Charlie y los gemelos son sus primos, que con la supuesta salida de Molly y Arthur del Reino Unido, los verían un poco más-. Harry respondió.
-Entonces... ¿Siguen siendo familia?- preguntó Dean.
-Sí, sólo que no tan unidos-. dijo Harry.
-Puede que eso no sea tan malo-. dijo Seamus. -Ron no se sentirá tan eclipsado si piensa que sólo tiene a Percy y Ginny para competir-.
-Cierto-. dijo Harry. -Y sin Pettigrew para moldearlo, se parecerá más a lo que debería haber sido, sin la interferencia del traidor-.
-Será interesante ver cómo resultan-. Dijo Neville. -Ron no era el tipo más agradable, a veces-.
-Era un imbécil-. Harry se rió. -Sólo espero que esta vez sea más feliz-.
-No tiene a Pettigrew en la cabeza-. Dijo Dean.
-Sin Potter que lo arrastre a aventuras descabelladas-. Neville añadió.
-Sin gemelos que lo usen como sujeto de pruebas-. Seamus agregó.
-Sí, será más feliz-. Harry rió mientras las luces se apagaban. -Buenas noches-. Se recostó y sonrió. Su amigo tendría una vida mejor, lo sabía.
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El año transcurrió sin dramas, a diferencia de los últimos cinco años. Hubo algunas miradas curiosas cuando los alumnos apadrinados de la Unidad, así como Draco, Tracy y Daphne, fueron vistos corriendo por los terrenos del castillo y subiendo y bajando las escaleras de la Torre del Reloj. Más curiosas aún fueron las miradas cuando algunos de los alumnos apadrinados, menos Draco, Tracy y Daphne, no estaban en cuatro de las clases principales.
Se llegó al punto en que el profesor Dumbledore se vio obligado a anunciar que estaban siendo apadrinados por La Unidad y qué era La Unidad. A esto le siguió lo que eso significaba para los estudiantes y cómo su entrenamiento de verano los había llevado a hacer OWLs y NEWTs en DADA y, para unos pocos, NEWTS en pociones, encantamientos y transfiguración.
Después de ver cómo Bucky y Sirius los sometían a un entrenamiento junto al lago, la curiosidad se convirtió en compasión, ya que los pocos que habían creído que podrían unirse a ellos se encontraban con que mantener el ritmo les resultaba casi imposible y les dolía durante días.