A Siriusly Complicated Situation [Traducción]

Snape entró en el salón de baile y lo encontró lleno de animales. Sus cejas se alzaron al darse cuenta de que todos esos animales eran, de hecho, animagos. Casi dos docenas de animagos en un solo lugar. Era inaudito.

Bajó las cejas y una mirada fulminante se posó en su rostro cuando vio a Harry Potter sentado entre un león y un lince.

-¿Puedo preguntar por qué estoy aquí?-. Su voz era grave y sedosa.

McGonagall no contestó, sólo le entregó una hoja de pergamino.

-Necesitamos que elija una de esas opciones, profesor-. Dijo Potter, con los dedos acariciando las orejas del lince.

-¿Por qué?-.

-Tenemos los medios para acabar con la guerra antes de que se reanuden las clases, pero necesitamos que nos dé su opinión y nos negamos a arriesgarnos a que Riddle le mate porque no le gusta lo que hay dentro de su mente-. Respondió Potter. -Esos protegerán tu mente, al menos según el director-. Frunció el ceño. -Pero si tienes una opción mejor, estamos dispuestos a escuchar-.

-Sabes por qué estoy en la posición en la que estoy...-

-No, señor, no lo sé-. Potter interrumpió. -Sólo cuatro personas, aparte de usted y Dumbledore, lo saben y yo no soy una de ellas-.

-Tenía la impresión de que el director te lo había dicho-. Snape fulminó al adolescente con la mirada.

-Lo sé, pero te propuse una opción que te da un poco más de privacidad. No necesito conocer los detalles, si alguien de confianza los conoce. Lord Black, la sanadora Tonks, el auror Moody y la directora Carter fueron informados. Los demás no necesitábamos saber los detalles, lo único que necesitábamos saber era si el razonamiento del Director para confiar en ti, era válido. Los que fueron informados no quedaron impresionados con las acciones del Director y Lord Black, como mi nuevo tutor, declaró que nunca estaré a solas con él, ni iré a ningún lado con él, sin hablar con Lord Black y personalmente, y obtener su permiso-.

Snape lo pensó detenidamente y asintió. -Eso suena... justo...- Se sentó en la única silla que estaba apartada de todos los demás, suponiendo que era para él. -Prefiero el voto, con una cláusula que establezca que una vez que el Señor Tenebroso ya no esté, quedaré liberado de ese voto-.

-Veinticuatro horas después, no inmediatamente-. contraatacó Potter.

Snape entrecerró los ojos y estudió al adolescente. Había cambiado, era difícil saber exactamente cómo. Una parte, sin duda, era confianza, pero también había una alteración física.

-Veinticuatro horas después, sin embargo, si me interroga el Ministerio, puedo decirles que he hecho un voto y que seré liberado veinticuatro horas después de que el Señor Tenebroso muera, permanentemente-. contraatacó Snape.

-De acuerdo-. Potter asintió. -Haremos que Hermione redacte el acuerdo y estará bloqueado con una contraseña que sólo tú tendrás. En él se indicará que has trabajado para la Unidad antes de la muerte de Riddle y que tu juramento fue... será... presenciado por Kingsley, el director de la Unidad-.

-Yo sugeriría que alguien más, además de mí, también tenga esa contraseña, Potter-. Snape contraatacó. -¿Si soy el único y estoy herido o no puedo hablar...?- Levantó una ceja expectante.

-Entonces estarías jodido-. Potter asintió. -¿Elegirás a alguien o aceptarás a alguien que no esté in situ en el... llamémoslo el final de Riddle... Mantendremos a varios de nuestros jóvenes fuera de las instalaciones-.

-Me gustaría conocer a la persona que propones utilizar-. Dijo Snape con indiferencia.

-¿Peggy?- Potter parecía dirigirse a la sala, en general.

Un gatito de patas desgarbadas, color óxido y orejas grandes salió de entre un par de cachorros de labrador. Se acercó a Potter y agitó la cola antes de transformarse lentamente en una niña que no tenía edad suficiente para ir a Hogwarts. La niña se levantó y se acercó a Potter. La niña se levantó y caminó hasta situarse frente a Snape, estudiándolo atentamente con la mirada.

Se sintió claramente expuesto ante aquellos ojos color chocolate.

Ella asintió bruscamente y volvió a colocarse detrás de Potter. -Yo lo haré-. Dijo.

-Aún tengo que aceptar tu propuesta, Potter-. Snape no le dirigió la palabra a Peggy.

-Lo harás-.

-¿Por qué estás tan seguro?- La curiosidad de Snape aumentó.

-¿Qué son los mortífagos sin sus Imperdonables?-. Potter sonrió satisfecho.

Snape se quedó pensando en la pregunta unos instantes. -Muy bien-. Asintió. -Aceptaré a la señorita... ¿Peggy? ¿Era?... como portadora de la contraseña. ¿Qué tienes planeado?-.

-No hasta que haga el Voto, Profesor- objetó Potter. -No nos arriesgaremos a que Riddle se te meta en la cabeza-.

Snape miró fijamente a Potter. -Eso suena sospechosamente a preocupación, Potter-.

-Por supuesto que lo es, profesor-. Potter resopló. -Si no estuviéramos preocupados por ti, habríamos hecho que Dumbledore te trajera aquí, te drogara con veritaserum, te interrogara y luego te obliviara. Maldita sea. Hay formas más fáciles de conseguir lo que queremos que negociar contigo-.

Snape parpadeó. -Ya veo. Mis disculpas. Mis observaciones sobre ti durante nuestra... animosidad... me dieron pocos indicios de que fueras capaz de dejar de lado esa animosidad para trabajar conmigo-.

-Lo sé...- Potter suspiró. -No es fácil, pero prefiero hacer lo correcto que lo fácil-.

-Muy... Gryffindor-. se burló Snape.

Harry resopló. -La única razón por la que no me tenías en Slytherin es porque ya había conocido a Malfoy-.

Snape parpadeó. -Ese chico es más Gryffindor que tú. Nunca sabré cómo lo clasificaron en Slytherin-.

-Nadie más lo tendría, probablemente-. sugirió Potter.

-Muy posiblemente-. Snape asintió. -¿Qué tienes planeado? ¿Dónde? ¿Y qué quieres de mí?-.

-Voto, primero-. Albus Dumbledore les recordó.

-Muy bien-. Snape le tendió la mano y vio como Potter le estrechaba la muñeca. Ambos asintieron a Dumbledore. Su varita giró sobre sus manos unidas y unas finas hebras de luz dorada se enroscaron alrededor de sus manos.

-¿Acepta usted, Severus Snape, responder a todas las preguntas que se le formulen en este lugar, según su leal saber y entender?-. preguntó Dumbledore.

-Acepto-. Snape dijo claramente.

-¿Acepta usted, Severus Snape, retener cualquier información que conozca, mientras esté aquí en este lugar, declarando únicamente que la información será proporcionada veinticuatro horas después de la muerte de Tom Marvolo Riddle, si se la pide un Auror autorizado del DMLE?-.

-Sí, acepto-.

-¿Acepta usted, Severus Snape, prestar toda la ayuda de que sea capaz a Harry Potter y a sus aliados, mientras se encuentre en este lugar?-.

-Acepto-. Una hebra de luz comenzó a pulsar y Dumbledore se volvió hacia Potter.

-¿Acepta usted, Harry Potter, entregar la información mencionada a alguien que hará todo lo posible para asegurarse de que la información sea entregada veinticuatro horas después de la muerte de Tom Marvolo Riddle?-.

-Acepto-. Potter asintió.

-¿Acepta usted, Harry Potter, hacer todo lo posible para que la persona mencionada se mantenga a salvo durante el acontecimiento que causará la muerte de Tom Marvolo Riddle?-.

-Acepto-.

-¿Aceptas tú, Harry Potter, liberar a Severus Snape de todos los votos y juramentos hechos con respecto a tu vida y bienestar, veinticuatro horas después de la muerte de Tom Marvolo Riddle?-.

Los ojos de Snape se abrieron de par en par y su corazón empezó a latir más deprisa, ¿sabía Dumbledore lo que estaba preguntando? ¿Lo sabía Potter?.

-Lo sé-. La red de luz se iluminó y se tensó, filtrándose en la piel de sus brazos. -Qué astuto, profesor-. Potter sonrió a Dumbledore. -Sabe muy bien que nunca he considerado que el profesor Snape me deba nada-.

-Lo hice-. Dumbledore guiñó un ojo. -Pero esto te permitirá desechar todos y cada uno de los juramentos o votos sin tener que conocer los detalles de cada uno-.

-Genial-. Potter se volvió hacia Snape. -Tus tres últimas preguntas. ¿Una? ¿Qué tenemos planeado? ¿Dos? ¿Dónde tendrá lugar? ¿Y tres? ¿Qué necesitamos de ti? ¿De acuerdo?-.

-Correcto-.

-Uno. Vamos a poner guardias que impidan a cualquiera lanzar un Imperdonable. Dos. Sucederá en la Madriguera. Tres. Necesitamos saber un poco más sobre cómo se entrenan los mortífagos-.

Snape ladeó la cabeza y entrecerró los ojos, no miraba nada, mientras sus pensamientos se volvían hacia su interior. -Pocos de ellos son apenas más que capaces-. Respondió finalmente. -La mayoría tienen varitas a medida para conseguir la máxima fuerza detrás de sus hechizos. Yo los separaría en tres niveles. Sólo unos pocos son peligrosos sin los Imperdonables. Bellatrix, Dolohov, Rookwood y Greyback. El segundo nivel serían aquellos capaces de duelos básicos de nivel OWL pero no lo suficientemente competentes como para enfrentarse a un NEWT en la materia. Pettigrew, los gemelos Carrow, Yaxley, Lucius, Rosier, Mulciber, Narcissa y Draco. El resto son patéticos, todos a un nivel similar al de Crabbe y Goyle. Hasta Longbottom podría con ellos-. El león gruñó bajo en su pecho.

-Tranquilo, Nev-. Potter puso una mano tranquilizadora sobre el cuello del león.

Snape parpadeó. -¿Ese es... Longbottom?-.

El león se sacudió y, en su lugar, se sentó Neville Longbottom, pero, al igual que Potter, había cambiado.

-Muy bien hecho, Potter, Longbottom-. Snape asintió. -Si pudiera asignar puntos, les daría a cada uno, por lo menos cincuenta. La transformación Animago es compleja y requiere mucha habilidad. Y tus negociaciones, Potter, estuvieron muy por encima de lo que esperaba. Nunca esperé tanta duplicidad de tu parte-.

-Oh, no, profesor-. Potter se rió. -Aquí no hay duplicidad. El primer año era hundirse o nadar. ¿Y después? Haz memoria, mira tus recuerdos de lo que me pasó. ¿Estaba realmente ocultando algo?-.

Snape frunció el ceño, pensando detenidamente. Pasaron minutos antes de que suspirara. -No. No, no lo hacías-.

-No, no lo estaba-. Potter estuvo de acuerdo. -Pero nadie miraba, sólo veían lo que esperaban ver, al Niño que Vivió. Incluso tú sólo viste lo que esperabas, el hijo de James Potter. Unos pocos vieron más, muy pocos-. Potter sonrió. -Hermione, por supuesto-. El lince se desdibujó y Hermione Granger ocupó su lugar. -Los gemelos-. Un par de zorros se convirtieron en un par de adolescentes pelirrojos. -Luna, Lee, Angie, Katie, Alicia y Oliver-. A medida que hablaba más animales se convertían en jóvenes adultos. -Hay más, por supuesto-. La colección de animales se convirtió en una colección de niños de varias edades, algunos no eran familiares para Snape, siendo claramente menores de edad de Hogwarts y algunos eran claramente mayores.

-Interesante colección, Potter-. Snape asintió.

-¿Verdad que sí?- Potter sonrió satisfecho.

-Muy-. Snape volvió a asentir. -Has dicho la Madriguera. ¿Por qué allí?-.

-¿Sabes lo que les pasó a los Weasley?-. preguntó Potter y Snape asintió como respuesta. -Bueno, se van del país. La propiedad ha vuelto a manos de Lord Weasley y piensa venderla, sobre todo para recuperar el coste de instalar a los señores Weasley en... dondequiera que sea, se mencionó algún lugar de África, pero no recuerdo los detalles exactos. Como sea, la propiedad va a ser despojada de magia y vendida a muggles. ¿Así que nosotros, siendo destruidos por Mortífagos...?-.

-No es una preocupación-. Snape volvió a asentir. -He oído que Lord Gareth Weasley y Lady Muriel Prewett ofrecieron opciones de reasentamiento a algunos de los chicos...- Potter negó con la cabeza, pero aun así contestó.

-Liberación de la Casa Weasley y adopción de toda la Casa Prewett, para Bill, Charlie y los gemelos. Además, Bill asumirá el señorío de los Prewett-.

-¿Y los otros Weasley?-.

-Dejando Inglaterra-. Potter contestó. -No participarán en el derribo-.

-¿En serio?-.

-En serio-. Dijo Potter. -Bill ha estado trabajando en un pabellón para bloquear los Imperdonables, es una variante de un pabellón rompedor de maldiciones usado para bloquear maldiciones oscuras-.

-Pero como lo estoy alterando para que se active a distancia, cuando lleguen Riddle y sus esclavos no estará activo, así que no lo detectarán-. El pronto Lord Prewett agregó. -Trenzaré los tres guardianes, uno para cada maldición, y los ataré a una piedra de guardián. Una vez que lleguen, Harry, o quien designemos, podrá activarla. Tienen que estar en el centro exacto de las piedras, o no funcionarán-.

-¿Y sólo los tendrás aquí?- preguntó Snape.

-Sólo las de esta habitación-. Potter estuvo de acuerdo. -Aunque no todos estarán en el lugar-.

-¿Oh...?-.

-Usted es criado muggle, profesor. ¿Conoce mucha historia muggle?-.

-Algo...- Snape frunció el ceño ante el aparente cambio de tema.

-Encontramos algunos aliados muggles-. Potter sonrió satisfecho. -Los encontramos y, con su consentimiento y el del DMLE, les quitamos la edad. La antigua directora de S.H.I.E.L.D., Peggy Carter-. La joven que había accedido a la titular de información de Snape, asintió con la cabeza.

-Comandos Aulladores, James Falsworth, James Morita y Timothy Dugan-. Los tres hombres que habían estado sentados detrás de la mayoría de los animales, se levantaron y se pusieron en posición de desfile. Snape parpadeó, conocía esos nombres.

-El Comando Aullador desaparecido, James Barnes-. Buchannan Black asintió pero no quitó el brazo de los hombros de Cyril Black.

-Lord Cyril Black. Anteriormente, Lord Sirius Black-. Black asintió a Snape.

-¿Cómo? Tenía entendido que el Velo mataba a los que entraban en él-. Snape estaba demasiado sorprendido para tener otra reacción.

-No tanto el Velo como donde te escupe-. Respondió Black. -Según mis investigaciones, he determinado que está a la misma distancia por encima del suelo que el Velo por debajo. Y como los que son arrojados a través de él no tienen varita mágica y suelen llevar esposas mágicas o han sido besados... No es el Velo lo que mata, sino la caída al otro lado-.

-¿Y tú?-.

-Estaba reparando una escoba cuando me llamaste-. Black se encogió de hombros. -La encogí y la metí en el bolsillo-.

-¿Por qué no regresaste de inmediato?- Snape frunció el ceño.

-Me escupieron, a principios de 1945-. contestó Black. -Me llevó un año y medio averiguar cómo hacer que el Velo me enviara de vuelta. Un tipo de vuelta al remitente, a este año. Pero incluso entonces, había varias opciones para nuestra llegada-.

-¿Nuestra?-.

-Yo vine con él-. Buchannan Black dijo. -No tenía nada por lo que quedarme, Steve estaba muerto y...-

-¿Steve?-.

-Mi mejor amigo, Steve Rogers-.

Snape frunció el ceño, conocía ese nombre, ¿por qué conocía ese nombre?.

-¿Steve Rogers, ya sabes...? ¿Capitán América?- Dijo Black.

-Ah-. Snape asintió. -Por favor, continúe-.

-Peggy iba a venir con nosotros, pero Phillips la convenció para que se quedara en la SSR y creara una nueva organización, S.H.I.E.L.D.-. Barnes continuó.

-No tengo ni idea de lo que se supone que significa todo eso y la verdad es que no me importa demasiado-. murmuró Black.

Barnes besó suavemente la cabeza de Black. -Calla, tú-. Se volvió hacia Snape. -Salimos...- Le hizo a Snape un breve resumen de todo lo que había pasado desde entonces.

-Ya veo-. Snape suspiró. -Muy bien. Necesitaré consultar con mis colegas y los encargados del entrenamiento para determinar un régimen de entrenamiento, el tiempo es el factor primordial, o más bien la falta de él-.

-Tenemos tiempo de sobra, profesor-. Dijo Potter. -Esta isla dispone de un campo de dilatación temporal Diez-en-Uno-.

-¿Diez en uno...? Sí, eso debería funcionar bien-. Dijo Snape. -¿Si fuera a verle el 24 o el 25 y le dijera que planeas quedarte con los Weasley hasta que se marchen el 26 o el 27 y que se han quitado las protecciones de la propiedad para preparar una venta muggle...?-.

-Es probable que aproveche la oportunidad para acabar conmigo-. Potter estuvo de acuerdo.

Snape se instaló en la habitación que le habían asignado y volvió al salón de baile para reunirse con los formadores. Rápidamente se dio cuenta de que aquel grupo no iba a tolerar su enfoque habitual de la enseñanza y, tras observar un par de clases diferentes, empezó a apartar a pequeños grupos de dos o tres y a hacerles pasar por algunas de las simulaciones que se utilizaban con frecuencia como escenarios de entrenamiento para el ejército del Señor Tenebroso.

Tener un campo de dilatación temporal Diez-en-Uno cubriendo la isla era extremadamente beneficioso. Les daba de treinta a cuarenta "días" o rotación de entrenamiento antes de que Snape tuviera que presentarse ante el Señor Tenebroso. Treinta o cuarenta días para trabajar con el personal de la Unidad y convertirlo en una fuerza de combate aceptable. Treinta o cuarenta días para darse cuenta de que había subestimado gravemente la capacidad de Potter para enseñar.

El mocoso había cogido a niños de doce años con menos de dos años de formación mágica y los había hecho realizar fácilmente hechizos de nivel NEWT. Hechizos que él había aprendido a los trece años. ¿De qué sería capaz el chico si hubiera tenido profesores decentes durante toda su carrera educativa?.

Eso hizo que Snape se replanteara muchas interacciones con el chico y decidiera que si el chico iba a aprender de él, él le enseñaría, como es debido.

Al poco tiempo de hacerlo, descubrió que tenía un pequeño grupo de seguidores que realmente querían aprender pociones. Potter, Granger, Longbottom, los gemelos Prewett, Finnigan, Johnson y el pequeño Creevey. Les enseñó lo básico, como hacía con sus serpientes, y descubrió que todos absorbían las lecciones como esponjas.

Cuando el tiempo exterior llegó al sábado 24 de agosto, el campo de dilatación se bajó en preparación para la inminente colisión de fuerzas y la gente se fue en distintas direcciones.

Bill Weasley fue a la Madriguera, ahora vacía, a pasar horas tejiendo las guardas contra los Imperdonables. Snape envió una caja llena de pociones curativas con Andi a casa de los Lovegood, que estaba a sólo unos cientos de metros, pero lo bastante cerca como para que, en caso necesario, pudieran llevar a sus heridos hasta allí, a mano. Dumbledore, Kingsley y Tonks se dirigían al Ministerio, para reunirse con Amelia Bones. McGonagall y Flitwick volvían al colegio, alguien tenía que poner en marcha el plan de estudios del curso siguiente.

Algunos de los alumnos, sin embargo, se dirigían al Ministerio, Snape había declarado que la mayoría de ellos habían llegado al punto de poder completar sus NEWT y aprobarlos cómodamente y los había convencido para que se presentaran a los exámenes de DADA, pociones, encantamientos, transfiguración y duelos.

Los alumnos mayores ya habían solicitado volver a presentarse a los exámenes, citando a Madam Umbridge como causa de la interrupción de sus estudios. Madam Marchbanks les había respondido que podían repetir los exámenes que quisieran. Sólo los niños que aún no habían empezado Hogwarts no formarían parte de ese grupo.

-Cuídese, profesor-. Potter le dijo a Snape. -Si hay alguna duda de que puedas alejarte, o él trata de entrar en tu mente, usa el Traslador. Por favor-.

-Tengo toda la intención de verlo morir, Potter-. Snape replicó. -Ya sea directamente de tu mano o por orden tuya a los francotiradores-. Señaló con la cabeza a los dos Black y a Granger. -No me dirigiré a su mansión hasta que hayan salido del Ministerio, esta tarde. Activaré el encantamiento de escucha antes de entrar en su sala de audiencias, así sabrán su respuesta, aunque no sea capaz de alejarme antes de que ordene la salida del ejército-.

Los dos compartieron un momento solemne, antes de que cada uno asintiera y Snape se alejara de la isla.

-Muy bien, todos, hora de partir-. Potter tendió un gran aro y esperó a que los que iban al Ministerio lo agarraran. -¿Listos?- Preguntó.

-¡Listos!- Contestaron.

Pronunció la frase de activación, -WEA exams-, y el Traslador se los llevó.