![A Siriusly Complicated Situation [Traducción]](https://fanfictionbook.net/img/nofanfic.jpg)
Chapter 19
-¿Todos encontraron su habitación?- Harry llamó y fue contestado por un coro de respuestas positivas. -Brillante-. Sonrió. -Lo primero es lo primero. Programaremos una visita de varita, todos se someterán a pruebas para ver qué tan compatibles son sus varitas, con su núcleo. Todos recibirán varitas nuevas, no necesariamente para reemplazar las que tienen... a menos que no sean compatibles... pero queremos que todos tengan tres varitas. Una estará registrada en el Ministerio. Las otras no. Serán sus varitas de Unidad, guardadas para entrenamiento y llamadas-.
Hubo algunos aplausos, algunos de los que tenían problemas económicos usaban varitas heredadas que no respondían tan bien como esperaban.
-Lo siguiente será la ropa-. Harry levantó una mano. -Vaya, cosas de diario no. Cosas de entrenamiento, túnicas de duelo y cosas así-. Las objeciones vacilaron. -Peggy, Tonks, Hermione y Annette llevarán a las chicas, mientras que Robert, Justin, Dean y Remus llevarán a los chicos. Tonks, Annette, Remus y Robert tienen listas de recomendaciones, si hay algo que quieras que no esté en la lista, convéncelos. Sólo recuerda que si los convences, todos los demás recibirán los mismos artículos. No necesariamente los mismos, pero sí equivalentes-. Vio alivio en un par de caras mientras se tocaban la ropa. -Ahora pasemos a un tema más serio. La Unidad es oficial, pero hasta que no prestes juramento, tu ingreso en ella no lo será. El Juramento es sencillo-.
Kingsley agitó la varita y se formaron letras en el aire.
Yo... (insertar nombre) juro por mi vida y por mi magia que no revelaré información que aprenda o descubra durante el desempeño de mis funciones en la Unidad Antiterrorista conocida como La Unidad, sin el permiso expreso del Director de La Unidad.
-No es tan malo como suena, la mayoría de las cosas se excluirán con la frase 'Esto no es información restringida', lo que significa que tu Juramento no se aplicará y si lo deseas puedes hablar de ellas. Si no es así, entra en juego tu juramento. En caso de duda, habla y pregunta a alguien, no se arriesguen-. Les advirtió Harry.
-Ahora, es el momento, de que cada uno de ustedes preste ese Juramento-. Dijo Kingsley. -Yo mismo, el Auror Tonks y la Sanadora Tonks aceptaremos sus Juramentos con los Profesores Dumbledore, McGonagall y Flitwick como testigos. Para los menores de edad, el Juramento sólo los vinculará hasta que cumplán diecisiete años, lo que significa que tendrán que volver a hacer el Juramento entonces, pero seguirán vinculados a todo lo que cubra el Juramento de hoy. ¿Entendido?- Casi todos asintieron y los que no, aceptaron verbalmente. -Bien. Los primeros son... Oliver Wood, Penny Clearwater y Angelina Johnson. Vengan aquí y empezaremos-. Kingsley señaló a la izquierda.
Sonó una campanita y, mientras muchos fruncían el ceño, una niña pequeña se palmeó la cadera.
-Es Andrew-. Dijo, sacando una pequeña caja cuadrada con un botón en la parte superior. El botón parpadeaba en rojo. -Oh, vaya. ¿Puede alguien llevarme a ver qué le pasa ahora?-.
-Yo puedo hacerlo-. Un hombre con el pelo oscuro ondulado, dijo.
-¿Quieres que vaya?- Preguntó un segundo hombre con acento americano.
-No, nosotros nos encargamos-. Dijo el primer hombre y apretó un beso en los labios del otro. -Nos vemos pronto-. Cogió a la chica del brazo y se marcharon.
Aterrizaron en un amplio balcón situado en la parte trasera de la casita en la que Peggy había vivido los últimos años.
-Señorita Carter. Señor Black-. Phillip Coulson los saludó. -Gracias por venir. Parece que tenemos un problema-.
-¿Qué tipo de problema?- Preguntó Peggy.
-Del tipo Stark-.
-¿Anthony?- Peggy preguntó.
-Sí-. Coulson asintió. -No se tomó bien la noticia de tu... desaparición y está causando roces-.
-¿Fricciones que no serán buenas para nosotros?- Preguntó Sirius.
-Sí-. Contestó Coulson.
-¿Dónde está?- Peggy preguntó.
-En la casa grande-. Coulson asintió hacia la casa principal.
-¿Hay alguien con él?- Preguntó Peggy.
-De momento, no-. Coulson negó con la cabeza.
-Llámale para que baje-. Peggy ordenó.
-¿Estás segura?- Coulson contraatacó.
-Hágalo, agente-. Peggy dijo bruscamente.
-Sí, señora-. Coulson asintió y se apartó de ellos para hablar por un pequeño dispositivo que llevaba en la muñeca. -Está de camino, señora-.
-Bien, siéntate, Phillip-. Peggy señaló un asiento.
-Sí, señora-. Coulson fue tranquilamente y se sentó donde ella le había señalado pero Sirius tuvo la sensación de que quería estar en cualquier sitio menos allí.
Pasaron unos minutos y un joven de unos veinte años cruzó el césped dando saltitos.
-Agente, ¿habló con su... quien sea?- Subió de un salto los pocos escalones. -¿Qué le han dicho? ¿Sabían dónde está la tía Peggy? ¿Tenían alguna información? ¿Aprendiste algo? ¿Alguna idea?-.
-Anthony Edward Stark, cierra la boca-. Dijo Peggy bruscamente, haciendo que el joven cerrara la mandíbula audiblemente y girara para mirarla. -Siéntate y deja en paz al agente Coulson. Estaba operando bajo mis órdenes-.
-¿Tía Peggy...?- Tony Stark frunció el ceño al ver a la joven sentada primorosamente ante la mesa de hierro forjado.
-Sabes muy bien el grado de modales que te exijo cuando estás en mi casa, Anthony-. Dijo la chica.
-¿Eh...?-
-Tony...- El ceño fruncido le dio a Tony su primera señal clara de que sus ojos y oídos no le estaban jugando una mala pasada.
-Sí, tía Peggy-. Suspiró. -¿Tienes idea de lo preocupado que estaba? ¿Y qué demonios te ha pasado?-.
-Ven y siéntate, Tony, y te lo explicaremos-. Dijo Peggy.
Tony miró de reojo a Coulson mientras pasaba junto al otro hombre y se sentaba donde Peggy había señalado.
-Todo esto empezó en 1945, con la misión en la que se capturó a Armim Zola-. empezó Peggy. -El sargento Barnes iba con el capitán Rogers, en un vagón de vanguardia...-, comenzó la larga tarea de poner a ambos hombres al corriente de la situación e introducirlos en la magia. -... Estoy segura de que no necesito decirles, que esto no va más allá de nosotros-.
-Parece que ya ha ido mucho más lejos-. Murmuró Stark.
-No en el mundo muggle-. replicó Sirius.
-Entonces, ¿Barnes sigue vivo?- Stark resopló. -¿Y el capitán?-.
-No-. Peggy aún sentía profundamente su pérdida. -Tampoco pudimos recuperar su cuerpo. Ni él ni la nave en la que viajaba llegaron al fondo del mar, sin lo cual, la magia de Lord Black no fue capaz de localizarlos-.
-Maldita sea-. Stark suspiró.
-De acuerdo-. Bucky salió de la casa para reunirse con ellos. -Remus me trajo, los niños ya terminaron y los esperamos a ustedes dos, para la introducción-.
-Santo cielo...- Susurró Stark.
-Saber es una cosa-. Coulson asintió. -Ver es completamente diferente-.
-Ajá...- Stark gruñó, con los ojos firmemente fijos en Bucky, que ahora tenía un brazo alrededor de los hombros de Sirius y le había apretado un beso en la frente. -Vale... tiempo muerto, tiempo muerto. Ustedes dos son...-
-Oh, Dios mío-, Sirius suspiró. -¿Estamos haciendo esto otra vez...?-
-Sí, estamos casados-. Dijo Bucky, reduciendo toda la explicación a tres palabras.
-Oh, vale...- Stark sólo parpadeó. -¿Es eso legal?-.
-En el mundo muggle, no-. dijo Peggy. -Pero vivirán predominantemente en el mundo mágico y allí está comúnmente aceptado-.
-De acuerdo...- repitió Stark. -¿Qué quieres contarle al mundo?-.
-Nada-. Dijo Peggy. -Dejemos que Margaret Elizabeth Carter se desvanezca. Soy, gracias a Phillip aquí presente, legalmente Margaret Victoria Carter, nieta del ex director de S.H.I.E.L.D. Carter-.
-Sin embargo, te agradecería, si liberaras mi paga del ejército-. Dijo Bucky.
-Oh, sí, el viejo lo invirtió por ti, ¿verdad?- Stark asintió. -Sí, claro, puedo hacerlo-. Hizo una pausa. -¿Obie va a querer saber 'por qué ahora'? ¿Qué quieres que le diga?-.
-Nada-. Dijo Peggy. -Puede que tu padre confiara en Stane, pero yo no lo hago y nunca lo he hecho-.
-Tía Peggy...- Tony empezó.
-No-. Dijo Peggy con firmeza. -Sólo dile que al revisar mis efectos, descubriste que Bucky Barnes tuvo una hija, puede que haya muerto pero su hijo está vivo y vive en Escocia. Seguro que Phillip puede 'encontrarte' los documentos adecuados para convencer a Stane-.
-Puedo-. Coulson seguía mirando con recelo la varita de Sirius.
-¿Entonces qué?- preguntó Stark. -¿Cuándo podré verte? Eres la única familia que me queda, tía Peggy, no quiero perderte-.
-Eres su ahijado, ¿verdad?- Preguntó Sirius de repente.
-Sí, papá insistió-. Contestó Tony con cautela.
-Bueno, si quieres mantener la conexión, podrías ser el padrino de Peggy-. Dijo Sirius.
-Sobre el papel, aunque sea-. Bucky dijo.
Al llegar de nuevo a la isla a última hora de la tarde, Bucky y Sirius observaron cómo Peggy se unía a los demás niños para retozar en la piscina.
-Hicimos lo correcto, hoy, ¿no?- Sirius le preguntó a su marido.
-¿Decírselo a Coulson y Stark?- Bucky preguntó.
-Sí-. Sirius asintió.
-Sí-. replicó Bucky. -Necesitamos contactos en el mundo muggle y qué mejor que la mano derecha del director de S.H.I.E.L.D.-
-Fury le dijo a Coulson que sería nuestro único contacto-. Sirius asintió. -Y una vez que acabemos con Riddle y La Unidad esté en marcha, tener a Coulson como contacto podría ser beneficioso si pasa algo en Gran Bretaña-.
-Ah, has vuelto-. Kingsley se acercó a ellos. -Hemos estado posponiendo las presentaciones hasta que volvieran-.
-Estamos de vuelta-. Bucky dijo. -Vayan por ello-.
-Wssss...- Kingsley agitó su varita y ésta emitió un fuerte silbido. -Ahora que todo el mundo está relajado y toda nuestra gente ha vuelto de sus recados, estamos listos para algunas presentaciones. Y un rápido recordatorio de que esta parte está cubierta por su Juramento-.
Sólo llevó unos minutos nombrar a todos los adultos y algunos se quedaron boquiabiertos cuando los muggles se dieron cuenta de quiénes eran Bucky, Falsworth, Morita y Dum-dum. Sorprendentemente, pocos sabían quién era Peggy.
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Durante las dos dilataciones siguientes, la Unidad se fue uniendo. Muchos adultos se sorprendieron de que Harry fuera a quien la mayoría de los alumnos acudían para que interpretara lo que los "adultos" intentaban que hicieran. Los hermanos pequeños de muchos de los ED. se unieron a ellos en la segunda dilatación y, aunque al principio tuvieron dificultades, Harry y Neville trabajaron con cada uno de ellos, uno a uno, y después de unas pocas sesiones, se recuperaron y rápidamente ganaron terreno a los alumnos mayores.
Ver cómo todos los alumnos tomaban la poción animago fue tan bueno como un rictusempra, haciendo reír a muchos de los llamados "adultos", algunos se marchaban sujetándose las costillas doloridas, otros se limitaban a sacudir la cabeza y sonreír. Todos los alumnos dominaron el turno en un período de tiempo notablemente corto. McGonagall había previsto que no todos lo conseguirían y que los que lo hicieran tardarían mucho más tiempo en lograrlo.
Las clases de animagos dejaban la isla como un zoo sin recintos, sin embargo, a los alumnos les encantaba, todos cogían el turno con facilidad. Lo que más sorprendió a los adultos fue que Peggy pidió tomar la poción y, a pesar de ser una squib, fue capaz de transformarse en un gato abisinio. Esto animó a los cuatro Aulladores a intentarlo, pero hasta el momento, sólo Bucky fue capaz de hacer el cambio, siendo un rottweiler masivo, aunque hay que decir que no estaba muy impresionado con ser un perro de origen alemán, la guerra estaba todavía demasiado fresca en su mente.
El 20 de agosto, Dumbledore llevó a los alumnos sus cartas escolares, a lo que siguió una discusión de ocho horas sobre lo que había que hacer antes del 1 de septiembre. Riddle era el principal tema de discusión, ya que necesitaban ocuparse de aquel idiota con cara de serpiente antes de que se reanudaran las clases.
Se elaboró un plan y se encargó a unos y otros que lo hicieran pedazos. Al cabo de una hora, Harry dijo que necesitaban más información sobre cómo trabajaban los mortífagos y que, por lo que veía, Snape era el único mortífago que podría ayudarles.
Sirius sugirió que Snape hiciera un Juramento Inquebrantable o sería obliviado después de su aportación. Harry aceptó el juramento, pero se mostró reacio a excluir a Snape, pues quién sabía si volverían a necesitar su ayuda y explicarle todo aquello era un fastidio.
Finalmente, Dumbledore sugirió preguntarle a Snape qué prefería.