
Una nueva estrella del alba.
En medio del balcón principal del hotel, Caiphus y Charlie se miraron frente a frente. El sabueso tenía una expresión seria en el rostro mientras que la princesa lo miraba atónita. Y en medio del inquietante silencio, Caiphus habló.
“Vine hasta aquí dispuesto a casarme contigo porque tu padre me amenazó y porque creí que era lo mejor para el bebé. Pero ahora sé que ese cachorro jamás será feliz mientras esté contigo.”
Al oír esto, Charlie frunció el ceño ligeramente. “¿Te parece correcto separar a un bebé de su madre?”
“No es el primer ni el último cachorro que crece bajo esas condiciones.”
Ella alzó la voz en desacuerdo. “Pero es mi hijo y quiero tenerlo conmigo.”
“Y lo tendrás.” -Declaró. “Mientras coma de tu pecho podrás cuidarlo, pero en cuanto ya no te necesite me lo llevaré.”
Charlie lo miró unos segundos con incredulidad. Luego cerró los ojos y suspiró con pesar. Pero al instante su transformación demoniaca se activó en el momento en que abrió los ojos. “NO.” -Dijo seriamente. “Está bien que quieras formar parte de la vida de Cookie, pero no permitiré que lo alejes de mí.” -Declaró con seguridad y lo miró de forma amenazante con la postura firme y su largo cabello rubio ondeando en el viento.
El sabueso gruñó enseñando los colmillos. “Sólo porque puedas comprar costosos biberones no significa que seas la mejor opción para cuidarlo.”
“Cuidar a un bebé implica más que eso, pero ¿qué te hace pensar que eres una mejor opción?”
“Porque si se queda conmigo tendrá una vida simple y crecerá junto a otros cachorros que no tendrán problema en verlo como uno más de la camada. Algo que dudo mucho de los que nacieron en cuna de oro como tú.”
Ambos compartieron un duelo de miradas durante unos largos segundos hasta que Charlie desvaneció su transformación y regresó a su forma normal. La expresión de la princesa se aligeró y miró al sabueso durante unos segundos con pesar. Luego bajó la vista al suelo y suspiró derrotada.
“Tienes razón…” -Murmuró con tristeza. “Sin importar cuánto me esfuerce, nadie en mi círculo social va a querer tenerlo cerca. Y aunque logre ser una buena madre, vivir conmigo lo hará infeliz.”
Las lágrimas se formaron en la comisura de sus ojos mientras hablaba. Afrontar la realidad sobre el destino de su hijo era algo difícil que generaba un cumulo de sentimientos en su corazón. Y sintiéndose abrumada, Charlie se cubrió el rostro con sus manos y comenzó a sollozar. Al ver esto, el sabueso frunció el ceño con incomodidad y apartó la vista de ella. Él guardó silencio durante unos segundos mientras ella se desahogaba.
Entonces, cuando sintió que era suficiente llanto, Caiphus regresó a verla y habló suavemente con el ceño fruncido. “Relájate. No es tú culpa que las cosas sean complicadas. Después de todo yo me acosté contigo y arruiné tu reputación, así que lo mejor es que asuma la responsabilidad por lo que te hice.”
Charlie se descubrió el rostro y se secó las lágrimas con sus manos. Luego alzó la vista y miró a Caiphus. “No, yo también tengo la culpa de lo que pasó esa noche. Después de todo se necesitan dos para bailar un tango.” -Expresó con una suave sonrisa y los ojos llorosos.
Caiphus apartó la vista de ella de nuevo y se llevó la mano derecha al cuello. “Bueno, si al final ambos somos culpables, tal vez deberíamos afrontar esto juntos ¿no?” -Comentó.
Antes de que Charlie pudiera responder, una sacudida repentina recorrió su cuerpo como un rayo, lo que la hizo jadear de sorpresa y dolor. Sus ojos se abrieron cuando sintió que algo se rompía en lo más profundo de ella. Instintivamente, se llevó la mano al abdomen, solo para sentir una humedad cálida y pegajosa entre sus piernas. Al principio, la princesa estaba confundida y avergonzada, pensando que de alguna manera había perdido el control de su vejiga en su momento de miedo y rabia. Pero luego otra ola de dolor la golpeó, más fuerte que la primera, y supo que algo estaba muy mal.
Se le había roto la fuente.
Charlie se encorvó y se llevó ambas manos al estómago. “Caiphus… se me rompió la fuente...” -Murmuró mirando a la nada.
Él regresó a verla confundido. “¿Cuál fuente...?”
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Dentro de una elegante limusina, Charlie se encontraba sentada en uno de los asientos mientras apretaba la mano de Vaggie, quien estaba sentada a su costado izquierdo mientras que Caiphus se sentó al costado derecho de Charlie. Por otro lado, los padres de la princesa estaban sentados en el extremo opuesto, mirando a su hija lidiar con las contracciones.
Vaggie miró a Charlie con preocupación. “¡Creí que aún faltaba un mes!" -exclamó, mientras el pánico crecía en su pecho.
“Lo sé… Pero supongo que Cookie tiene otros planes.” -Dijo la princesa forzando una sonrisa. De pronto cerró los ojos y apretó los dientes cuando otra contracción la azotó. “No creo que pueda hacer esto. No estoy lista.” -murmuró.
Vaggie le besó la frente y le acarició suavemente el cabello. "No te preocupes, vamos a superar esto juntas, cariño. Estoy aquí para ti."
Una hora después llegaron al anillo de la pereza. Todos estaban apiñados en la sala de espera de la clínica privada, esperando nerviosamente noticias sobre Charlie, que había sido atendida por los médicos inmediatamente después de llegar al hospital. La sala de espera era muy moderna, mucho más bonita que lo que estaban acostumbrados a ver en la ciudad pentagrama. Las paredes estaban decoradas con fotos de familias felices con niños de diferentes edades, música relajante emanaba de los altavoces montados en la pared e incluso había una planta solitaria en la esquina de la habitación.
Vaggie caminaba de un lado a otro con la preocupación grabada en su rostro. Ella estaba cerca de la entrada de la sala de maternidad donde se habían llevado a Charlie. Lucifer estaba de pie cerca de la ventana, con los brazos cruzados y el ceño fruncido, acompañado por su esposa. En cuanto a Caiphus, estaba sentado sobre una silla en completo silencio con la espalda encorvada y los codos sobre los muslos mientras su vista estaba en el suelo. Después de lo que pareció una eternidad, las pesadas puertas dobles se abrieron y una enfermera de raza zorro finalmente salió al pasillo. Ella se acercó al pintoresco grupo, vestistiendo una filipina rosa y cargando una carpeta con los registros médicos de Charlie.
“Escuchen, voy a ir al punto. La princesa Charlotte Morningstar está pasando por un parto prematuro, pero por ahora se encuentra bien. Entonces la pregunta crucial aquí es, ¿quién la acompañará a la sala de partos?” -Hizo una pequeña pausa y luego agregó. “Yo digo, y solo es una sugerencia, que sea el padre del bebé porque solo permitimos que esté un familiar por cada paciente.”
Al oír esto, Lucifer decidió intervenir y se acercó a la enfermera. “Y yo soy el rey del infierno, y EXIJO que hagan una excepción y nos dejen pasar.”
La enfermera lo miró detenidamente unos segundos antes de agachar la cabeza. “Como desees.”
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Dentro del Lobby del hotel, la mayoría de los residentes estaban aglomerados junto a la televisión de la pequeña sala de espera, viendo el programa de entrevistas de Katie Killjoy. Angel Dust y Nifty estaban en primera fila comiendo palomitas mientras miraban la televisión atentamente. Dentro del estudio de noticias “666” la mujer rubia vestía su traje rojo, y sentado frente a ella estaba Seviathan von Eldritch, un aristócrata y miembro de la distinguida familia Von Eldritch, quien curiosamente era exnovio de la princesa del infierno. Mientras que Katie miraba a la cámara con entusiasmo, Seviathan miraba la mesa con desinterés, jugando con una copa de vino tinto en su mano derecha.
"Bienvenidos a ¡¿No es una coincidencia?! El día de hoy tenemos un regalo inesperado para ustedes: ¡una entrevista exclusiva con nada menos que el mismísimo Seviathan von Eldritch!"
La cámara enfocó el rostro del joven Eldritch, quien no se tomó la molestia de sonreír mientras una fuerte ovación se escuchaba en el fondo. Entonces la cámara regresó a Katie quien retomó la conversación con la vista en el joven aristócrata.
"¡Gracias por acompañarnos con tan poca antelación!"
Seviathan cerró los ojos y tomó un sorbo de vino sin dar una respuesta. Katie ignoró su falta de interés y regresó a ver a la cámara.
"Mientras hablamos, nuestro equipo está estacionado afuera del hospital, donde Charlotte Morningstar está actualmente en labor de parto." -Miró al aristócrata y continuó. "Ustedes dos solían ser una pareja muy famosa hace un par de años. Pero ahora que han tomado caminos diferentes, ¿Cómo describiría su relación con la hija de Lucifer?"
Él respondió con simpleza demostrando su completo desinterés.
“Bueno, Katie, debo decir que fue un romance vertiginoso, pero, en última instancia, no éramos compatibles. Verás... Charlotte siempre tuvo grandes ideas sobre cambiar el infierno, pero yo sabía que no era más que una quimera.”
Katie enarcó una ceja, intrigada. "¿Y qué opinas de la situación actual de la princesa? Quien justo ahora está a punto de tener un bebé fuera del matrimonio y con un perro del infierno, nada menos."
Seviathan se reclinó en su asiento, con una sonrisa condescendiente en su rostro. “Oh, es realmente una vergüenza ver a alguien tan prometedor como ella caer tan bajo. ¿Una unión con un humilde perro del infierno? Está por debajo de su posición social. Hecho que me hace poner en duda su buen juicio.” -Expresó frunciendo ligeramente el rostro con disgusto. “Pero debo decir que siempre supe que le gustaba mezclarse con la clase baja, solo basta con echar un vistazo a ese patético hotel que está tratando de administrar. ¿Pero tener un hijo bastardo? Eso sin duda es desagradable.”
Mientras los televidentes comenzaban a murmurar entre ellos, Husk el barman del hotel se mantuvo ajeno al bullicio, ocupando su atención en limpiar un vaso de vidrio, ignorando el hecho de que sus orejas de gato se movieron ligeramente para captar el ruido de las voces que murmuraban sobre la princesa.
“Esto es muy divertido. Creí que abortaría al bebé. Qué lástima…. ¿Un hijo bastardo puede tener derecho al trono…? La chica es linda. Me pregunto si podré acostarme con ella. El embarazó le sienta bien.”
De pronto el vaso de vidrio se rompió.
Husk arqueó las cejas con sorpresa, luego frunció el ceño y gruñó molesto. Entonces el demonio de la radio se materializó de entre las sombras, sentándose en un taburete con los codos sobre la barra, mientras miraba al barman con una alegre sonrisa.
“¿Por qué la cara larga? ¿Te molesta que hablen mal de la princesa?”
“Me importa un carajo.” -Respondió sin mirarlo mientras se metía los pedazos de vidrio a la boca, masticándolos como si fueran hielo.
“Como digas. Yo personalmente considero que un hijo fuera del matrimonio es algo tan común tanto en la tierra como en el infierno, así que no entiendo por qué hacen tanto escándalo por eso.”
“El hecho de que la hija de Lucifer tenga un hijo es una gran noticia, supongo.” -Comentó Husk mientras agarraba una botella de licor barato de uno de los estantes detrás de él.
“¿Sabes cual sería una gran noticia?” -Preguntó Alastor y guardó silencio esperando por una respuesta por parte de Husk. El barman lo ignoró mientras cerraba los ojos y bebía la botella hasta el fondo. Al ver su desinterés, Alastor agregó con emoción. “¡Que muriera durante el parto!”
Al oír esto, Husk abrió los ojos de golpe y apartó la botella de su boca mientras tosía fuertemente. Una vez que se recompuso regresó a ver a Alastor, frunciendo el ceño con incredulidad. “¿Qué?”
“¡Vamos, piénsalo! Una criatura pseudo inmortal como la princesa del infierno puede tener todos los hijos que quiera, y estoy seguro de que la gente dejará de importarle una vez que llegue al undécimo parásito del linaje Morningstar. Pero su muerte sería una noticia de la que valdría la pena hablar en mi programa de radio.”
El demonio gato frunció el ceño con desagrado. “¿No tienes otro lugar donde decir estupideces?”
Alastor arqueó las cejas con sorpresa y respondió alegremente. “Me sorprende tu reacción. Normalmente ignoras lo que digo, pero esta vez noto algo de indignación en tu mirada de desprecio. Y si tuviera que adivinar… intuyo que es porque me expresé mal de la dulce Charlie ¿o me equivoco?”
Husk lo ignoró y apoyó los codos sobre la barra mientras miraba a lo lejos la televisión. “No, es solo que... todos estamos aquí porque lo merecemos, pero la princesa es una excepción a la regla y no merece que su vida personal sea diseccionada de esta manera.” -El agarre de Husk en el vaso se hizo más fuerte. “Y tú y ese idiota pomposo deberían meterse sus opiniones por el culo.” -Declaró cerrando los ojos y bebiendo de su botella de licor barato.
“Sabes, esto podría ser un nuevo récord para la cantidad de palabras que te he escuchado pronunciar en una sola respiración.”
El barman respondió levantando el dedo medio de su mano izquierda. Al ver su reacción, el demonio de la radio cerró los ojos y agachó la cabeza mientras se reía entre dientes.
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En los espacios estériles y poco iluminados de la UCIN, rodeada por el zumbido constante de las máquinas y entidades del infierno, Charlie se encontraba de pie junto a la incubadora de su bebé, vistiendo una de las batas del hospital. Vaggie estaba de pie a su costado izquierdo, apretándole el hombro suavemente, mientras que Caiphus estaba al costado derecho de la princesa, excepto que estaba de rodillas mirando al bebé en la incubadora y agitando la cola inconscientemente.
Por otro lado, los padres de la princesa estaban a un par de pasos detrás de ellos. Lilith estaba de pie en toda su altura, mientras que Lucifer se había convertido en un pequeño pájaro que descansaba sobre el hombro derecho de su esposa para no ser escuchado por su querida hija, mientras murmuraba respecto al bebé.
“No podemos negar que tiene rasgos caninos, ¿cierto?” -Comentó el rey.
Lilith respondió suavemente. "Si eso es lo único, entonces salió mejor de lo esperado."
Ajenos a su conversación, Caiphus observó atento al bebé con una expresión incrédula. “Es muy pequeño.” -Murmuró con asombro.
Al ver la confusión en Caiphus, Vaggie agregó. “Nació antes de tiempo, pero tal vez crezca muy rápido debido a su herencia de sabueso infernal.”
El sabueso regresó a ver a la princesa. "¿Cómo lo llamarás?" -Preguntó curioso.
Pero antes de que pudiera responderle, Lucifer en su forma de pájaro aterrizó sobre la cabeza de su hija, quien alzó la vista para mirarlo mientras él intervenía en la conversación con una actitud arrogante. “Morningstar, por supuesto. Lleva la sangre de nuestra familia y, como tal, requiere un apellido adecuado.”
Lilith agregó mirando seriamente al sabueso. “Así que ni se te ocurra mancharlo con el tuyo, sea cual sea.”
Caiphus apartó la mirada de ella luciendo incómodo y sus orejas se apegaron a su cráneo. Percibiendo la tensión en la habitación, la princesa miró a su madre y la corrigió amablemente en tono suave. “De hecho. No me opongo a la idea de usar el nombre de Caiphus, pero la verdad es que estaba pensando en combinar mi nombre con el de Vaggie.”
Lucifer extendió sus pequeñas alas y voló hacia la incubadora, aterrizando sobre su superficie. “¿Estás segura?”
“Sí.” -Respondió con firmeza mirando a su padre.
Vaggie la miró con una sonrisa triste. Luego agregó poniendo su mano derecha en el hombro de la princesa. "Yo… Creo que tu apellido le haría la vida mucho más fácil."
Charlie la miró, sus ojos se abrieron con sorpresa al principio, a lo que Vaggie respondió con una sonrisa agridulce. La princesa miró al suelo y murmuró. “Creo que necesito unos minutos para pensarlo.” -Alzó la vista y agregó con entusiasmo. “¡Así que mejor pensemos en un nombre para el bebé!”
Caiphus miró a la princesa y frunció el ceño confundido. “Creí que su nombre era Cookie.”
“No, pero es una buena sugerencia.”
Vaggie miro a su novia con una sonrisa de reproche. “Charlie, no podemos llamarlo Cookie.”
“¿Por qué no? Dijiste que era un lindo nombre.”
Lilith intervino. “Yo sugiero que busquen un nombre elegante como Charles.”
Antes de que las chicas pudieran responder, Lucifer usó su magia para manifestar una bocina portátil y su celular personal encima de la incubadora. “Bueno, en lo que ustedes deciden pondré algo de música para animar el ambiente.” -Comentó presionando la pantalla de su celular con su pata derecha.
MUSICA DE FONDO. https://www.youtube.com/watch?v=BNCRIAE324o
Una alegre melodía comenzó a sonar, envolviendo la habitación. Al oír el ruido, el bebé arrugó el rostro y comenzó a moverse sobre las sábanas de la incubadora. La princesa miró a su bebé con preocupación. “Papá apaga eso.” -Exigió ella.
“Dame un minuto, cariño. Solo necesito encontrar la canción adecuada.” -Respondió mientras buscaba en su repertorio musical.
La alegre melodía no dejaba de sonar, y entonces el bebé comenzó a llorar de frustración.
“¡Papá!” -Exclamó la princesa.
Sintiéndose presionado, Lucifer se alejó de su celular y caminó hacia su hija con sus pequeñas patas de ave. “Estoy haciendo lo que puedo, ¿de acuerdo?” -Expresó, frunciendo el ceño con tristeza y extendiendo sus alas. “Lamento no conocer los gustos musicales de un recién nacido, pero al menos déjame intentarlo…”
RUIDO DE FONDO. https://www.youtube.com/watch?v=xNN7iTA57jM
En medio de su discurso Caiphus tomó el celular del rey y cambió la canción por sonidos del bosque. Al oír esto, Lucifer guardó silencio y arqueó las cejas con sorpresa. Entonces en un abrir y cerrar de ojos regresó a su forma normal y se puso de pie frente a Caiphus.
“¿Qué es eso? ¿Qué hiciste?” -Preguntó, mirando al sabueso con el ceño fruncido.
El perro del infierno agachó las orejas y miró asustado al rey del infierno, sosteniendo su celular en sus manos. “ahm…” -murmuró sin saber qué decir.
Charlie miró a su bebé, quien había dejado de llorar y sonrió sintiéndose aliviada. “A él le gusta.” -Dijo suavemente.
Lucifer le arrebató su celular a Caiphus. “Dame eso.” -Respondió, ligeramente molesto y leyó el título de la pista de audio. “Sonidos de bosque para dormir...” -Murmuró con el ceño fruncido.
Vaggie sonrió y puso las manos en sus caderas. “No está mal. Cuando era pequeña solía caminar por el bosque porque me gustaba lo pacifico que era.”
Charlie se sorprendió. “¿En serio? Nunca mencionaste eso antes.”
Vaggie se encogió de hombros, restándole importancia a sus palabras. “Sabes que no fue fácil con mis padres. Les costó mucho aceptar quién soy. Solo mi abuelo estuvo a mi lado todo el tiempo, y fue él quien me mostró todos los buenos lugares del bosque donde podía relajarme y escapar del mundo. A veces me llevaba a su casa cuando tenía demasiado miedo de regresar a la mía, y eso fue lo que me salvó de perder la cabeza.”
Charlie frunció el ceño con tristeza y la abrazó. “En verdad lo siento.”
La chica polilla le devolvió el abrazo. “Descuida, fue hace mucho tiempo.” -Luego rompió el abrazo y miró a la princesa. “De hecho, apenas y lo recuerdo.”
“¿Recuerdas el nombre de tu abuelo?”
Vaggie miró al suelo mientras respondía. “Creo que era Silas, o algo así.”
Lilith se unió a la conversación. “Es una coincidencia interesante. Silas significa: del bosque.”
La princesa miró a su madre y luego al bebé. “Silas. Me gusta cómo suena.” -Regresó a ver a su novia con una sonrisa. “Si no puede tener tu apellido, esta es otra forma de honrar a tu lado de la familia.
Vaggie se sorprendió por la sugerencia, pero luego una pequeña sonrisa se deslizó en la comisura de su boca. “Gracias.”
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Dentro del Hotel, Angel Dust estaba de pie junto a la puerta de entrada recibiendo a los residentes que regresaban por las noches. Él vestía su uniforme como portero del hotel mientras mantenía las puertas abiertas, mirando de reojo a los pecadores que entraban y salían. De pronto su celular vibró desde el interior del bolsillo de sus pantalones. Él lo sacó y revisó las notificaciones. Charlie le había mandado un mensaje directo con una foto.
“SILAS MORNINGSTAR. o(*°▽°*)o”