Traducción: "GOODNIGHT FROM YOUR FUTURE HUSBAND" de GallaPlacidia

Harry Potter - J. K. Rowling
M/M
G
Traducción: "GOODNIGHT FROM YOUR FUTURE HUSBAND" de GallaPlacidia
Summary
Draco accidentalmente le envía a Harry una carta estando ebrio proponiéndole matrimonio. Y Harry responde.
Note
IMPORTANTE: La presente es una traducción del fanfic de GallaPlacidia “GOODNIGHT FROM YOUR FUTURE HUSBAND” . Quien ha eliminado su cuenta en esta plataforma, así como todos sus fanfics, como una fan que ama su trabajo he decidido traducir sus fanfics al español para que sus fans de habla hispana podamos seguir disfrutando su trabajo. Nota de GallaPlacidia en la versión original: Hace algún tiempo, escribí la carta de Draco después de una conversación con Feelsforbreakfast. Esperaba que simplemente… lo terminara por mí, pero no lo hizo. ¡Este fic es un regalo ridículo para Feelsforbreakfast! ¡Únanse a mi boletín en newsletter.gallapod.com! Notas de la traductora: Si desean apoyar a Gallaplacidia, les comparto dónde adquirir su libro debut “In Memoriam por Alice Winn” , ya que elimino sus redes sociales desde hace tiempo.Enlaces de contacto a Gallaplacidia: Gallapod.podbean Y newsletter.gallapod Fanfics de Gallaplacidia DescargadosDISCLAIMER: El universo mágico de Harry Potter pertenece a J.K. Rowling, sin ánimo de lucro. La Portada utilizada en esta historia es una edición hecha por mí, utilizando una variedad de imágenes de internet.Toda la historia publicada no me pertenece solamente hice la traducción y la correspondiente edición. LA UTILIZACIÓN DE CADA IMAGEN ES SIN FINES DE LUCRO.
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CAPÍTULO 4

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CAPÍTULO 4

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«—-—-—-—-—-HP-—-—-—-—-—»

 

Draco no respondió la carta de Harry. Harry se dijo a sí mismo que probablemente era porque Draco estaba ocupado siendo un analista de datos deprimente. Luego decidió que probablemente se debía a que todo había sido una broma extraña o un sueño febril. Entonces decidió que había herido los sentimientos de Draco.

 

.

«D—-—-—-—-—-—-—-—&—-—-—-—-—-—-—-—H»

Draco:

Realmente no quise molestarte, si

«H—-—-—-—-—-—-—-—&—-—-—-—-—-—-—-—D»

.

 

Arrugó el pergamino. Eran las dos de la tarde de un domingo. Blaise estaría levantándose de la cama. Harry entró en su apartamento.

 

   —¿Blaise?

 

La voz de Blaise estaba apagada.

 

   —¿Mmgmgmmgf?

 

Todavía estaba en la cama. Se veía muy mal.

 

   —¡Tarde! —dijo Harry alegremente.

 

   —Mmgmgmmgf —dijo Blaise. Harry le llevó un poco de jugo de naranja y se subió al borde de la cama. Blaise estaba misericordiosamente vestido y se volvió un poco más humano mientras bebía.

 

   —¿A qué debo el honor? —preguntó, cuando pudo abrir los ojos.

 

   —¿Cómo está Malfoy en este momento? —preguntó Harry.

 

Blaise se puso rígido.

 

   —¿Malfoy quién?

 

Harry frunció la boca y se recordó a sí mismo que no podía hacer las cosas con Blaise como las haría con Ron o Hermione.

 

   —Es un poco jodido, ya sabes. La manera en que finges que no lo conoces —dijo.

 

   —Unnh, Gryffindors —dijo Blaise— ¿Qué importa lo que diga de alguien cuando no está?

 

   —Solo quiero sabes cómo está —dijo Harry.

 

   —¿Cómo debería saberlo?

 

Harry se resistió a sacudirlo.

 

   —Tal vez —dijo— Porque es tu mejor amigo, y la única persona en la que confías tu verdadera personalidad, y hablas con él por teléfono todos los días cuando preparas la cena.

 

Las manos de Blaise se apretaron en el edredón.

 

   —¿Disculpa?

 

   —Ríndete, Blaise. Es patético, y cobarde. Si te preocupas por alguien, debes tratarlo como si fuera importante.

 

Blaise solo parpadeó hacia él.

 

   —Y todavía no has respondido a mi pregunta —dijo Harry— ¿Cómo está el?

 

   —Un poco loco —dijo Blaise. Habló como si las palabras le hubieran sido arrebatadas.

 

   —¿Loco?

 

   —Él no es mi amante gay secreto —dijo Blaise.

 

   —¿Eh? —dijo Harry— ¿De acuerdo?

 

   —Es solo que, estabas actuando como si él fuera mi amante gay secreto. Y no lo es.

 

   —Correcto. Y él está… loco.

 

   —No, quiero decir, es solo una persona bastante ansiosa —dijo Blaise— Y le dije que le estabas haciendo una broma con tus cartas, y él…

 

   —¡¿Tú qué?!

 


 

Media hora más tarde, Harry estaba en el umbral del apartamento de Draco. No estaba seguro de qué estaba haciendo exactamente. Sentía como si su cabeza hubiera estado dando vueltas desde que recibió la primera carta de Draco. «“Te he amado la mitad de mi vida”». Draco Malfoy: Horrible, mimado, desagradable Draco Malfoy, símbolo de todo lo que Harry nunca había tenido. Draco Malfoy a quien le gustaba su trabajo como analista de datos porque era moralmente complejo.

 

Draco abrió la puerta cuando Harry tocó el timbre. Se veía diferente e igual de cómo se veía en la escuela. Mejor vestido, ciertamente, y silenciosamente más guapo, aunque Harry no podía decir si era realmente porque era más guapo, o si era que se veía mucho más feliz. Su postura era relajada, y su rostro mostraba tranquilidad, como si esperara así, agradarle a todos los que conocía.

 

   —Potter —dijo sin comprender.

 

   —Hola —dijo Harry— Eh, ¿Puedo entrar?

 

   —Ciertamente —dijo Draco, y dio un paso atrás en el apartamento. Estaba sucio. Draco lo condujo por un estrecho pasillo hasta una puerta que se hundía ligeramente sobre sus goznes. La abrió solo un poco, e inmediatamente la cerró de nuevo cuando el sonido de una risa enloquecida y chillona se escuchó.

 

   —Vamos a mi habitación —dijo. Harry miró con curiosidad la puerta cerrada y Draco suspiró. Están jugando a “Cazar al Rey”.

 

   —¿Qué es “Cazar al Rey”?

 

Draco negó con la cabeza con tristeza.

 

   —Es un juego tonto —dijo, pero no dio más detalles. Condujo a Harry por unas escaleras chirriantes hasta su dormitorio.

 

La habitación de Draco estaba cubierta, absolutamente cubierta, con posters muggles. Empapelaban completamente las paredes, amontonándose unos sobre otros: posters de películas, de bandas, de fotografías de la época de la depresión estadounidense, de arte francés del siglo XIX. Había un desnudo de Modigliani y “El grito” de Munch. Estaba Casper el Fantasma Amigable y los Picapiedra y Aundrey Hepburn con una tiara.

 

   —Wow —dijo Harry— Uh.

 

Draco se paró junto a la cama, mirándolo.

 

   —Hola —dijo.

 

   —Hola —dijo Harry.

 

No, Draco definitivamente era más guapo de lo que solía ser. No era solo que pareciera más feliz. Se había convertido en sí mismo: era un poco más alto, sus rasgos eran más uniformes. Su piel parecía… tocable. Harry quería tocarlo.

 

   —¿Cuál es el plan entonces? —preguntó Draco. Su voz era irregular— Tengo entendido que tienes uno. Personalmente, siento que tienes más que suficiente para avergonzarme con mis cartas, pero supongo que la minuciosidad es lo que diferencia a los héroes del resto de nosotros.

 

Correcto.

 

   —No estaba tratando de avergonzarte —dijo Harry— Estaba extremadamente confundido, pero no te estaba engañando. Lo prometo.

 

Draco frunció el ceño, sin mirar a Harry.

 

   —Blaise dijo…

 

   —¿Por qué dejas que te trate así? ¿Mantenerte en secreto? ¿No te hace enojar?

 

Draco se rio, todavía sin mirar a Harry a los ojos.

 

   —Sí. Lo hace —dijo.

 

Hubo un momento de silencio. Entonces, Draco levantó la vista. Grandes ojos grises en un rostro delgado y pálido. Tenía el colorido de una fotografía en blanco y negro. Era tan obvio ahora que Harry lo miraba. Era tan obvio que esto, se sentiría bien.

 

   —He decidido que deberíamos salir juntos —dijo Harry.

 

Draco siguió la corriente.

 

   —Está bien —dijo.

 

   —No te estoy pidiendo que seas mi novio —aclaró Harry. Draco parecía sorprendido.

 

   —Por supuesto que no —dijo, dando un paso atrás.

 

   —Bien, espera —dijo Harry, un poco ofendido— Pensé que querías ser mi novio.

 

   —¿Yo… acabas de decir que no querías…? —dijo Draco.

 

   —Sí, pero no tiene sentido que salgamos si finalmente no quieres ser mi novio —dijo Harry.

 

Draco asintió con un lento y confuso movimiento que se convirtió en una clara afirmación.

 

   —Si, no, estoy demasiado drogado para esto —dijo.

 

   —¿A las dos y media de la tarde? —dijo Harry.

 

   —Es el fin de semana de Eurovision —dijo Draco, como si eso lo explicara todo.

 

   —Entonces, ¿Debería irme…? —dijo Harry.

 

   —¡No! —Draco interrumpió, con las manos extendidas— No. Simplemente, estoy confundido.

 

   —Yo también estoy confundido —dijo Harry— Esa maldita carta que me enviaste… la primera, quiero decir. En realidad, no, todas ellas. Qué diablos.

 

Draco lo miraba con una expresión extraña, esperanzada y alegre. Lo iluminó detrás de los ojos.

 

   —Eres tan hermoso —dijo Draco.

 

Harry abrió la boca y luego la volvió a cerrar. Podía sentir la sangre acumulándose en sus mejillas.

 

   —¿Yo? —preguntó. Draco asintió.

 

   —Tú —dijo.

 

Harry no puedo detener la sonrisa que se extendía no solo por su rostro, sino también a través de él, de alguna manera. Nadie lo había llamado hermoso nunca.

 

   —Tú también —dijo. Draco dio otro paso adelante, y Harry tentativamente puso sus manos en la cintura de Draco. Draco puso sus brazos alrededor de los hombros de Harry.

 

   —No soy una persona fácil —dijo Draco.

 

   —Tienes que ser más fácil de lo que eras —dijo Harry. Draco parecía pensativo. Su cara estaba tan cerca. Harry inclinó la cabeza para que sus narices encajaran una contra la otra.

 

   —No —dijo Draco— Francamente, creo que solo soy difícil en formas nuevas y divertidas. Ya verás.

 

   —Sí —dijo Harry, hablando en voz baja, la palabra rozando los labios de Draco— Lo haré.

 


«—-—-—-—-—-DM-—-—-—-—-—»

«~»

UN MES DESPUÉS

«~»

 

   —¡Pero dijiste que no éramos exclusivos! —dijo Draco.

 

   —¡Sé lo que dije! —dijo Harry, pasándose una mano por su cabello negro como la tinta. Estaba claramente erizado de frustración, lo que Draco no entendía en absoluto.

 

   —¡Dijiste… dijiste que estabas saliendo con otras personas! —dijo Draco.

 

   —Debería irme —dijo Klaus. Llevaba nada más que una vieja camiseta de quidditch de Draco, y su pene asomaba inocentemente por debajo del dobladillo.

 

   —¿Te gustaría desayunar? —ofreció Draco cortésmente.

 

   —Debiste haberme dicho que tenías novio —dijo Klaus.

 

   —No tengo novio —dijo Draco— Harry dile.

 

Harry no se lo dijo. Solo continuó frunciendo el ceño a Klaus.

 

Harry se había ido el fin de semana, era la despedida de soltero de Ron. Draco había pasado la tarde del viernes decidido a no enloquecer. Desafortunadamente, Blaise también estaba en la despedida de soltero de Ron, por lo que Draco se había visto obligado a no enloquecer con Pansy, Theo y Goyle. La velada había sido algo así.

 

.

«—-—-D&H-—-—»

 

Draco (tocándose los padrastros hasta que sangraron): …por supuesto que ambos estuvimos de acuerdo en que no éramos exclusivos. Quiero decir, eso hubiera sido una locura, apenas nos conocemos. Así que es realmente lo mejor si está follando con alguien más en este momento. A largo plazo, quiero decir.

 

Pansy: Te estás avergonzando, Draco. Deberías deshacerte de él y casarte con un millonario muggle. Encontré un sitio web de Sugar Daddys que creo que arrasarías.

 

Theo: Draco no está en condiciones de ser un Sugar Daddy.

 

Pansy: No seas tan Goyle, Theo.

 

Goyle: … ¡Oye!

 

Pansy: Obviamente, Draco sería el Sugar Baby.

 

Draco: Quiero decir, podría estar durmiendo con varias personas y, personalmente, no creo que tenga la obligación de decírmelo, porque lo mantenemos informal, ¿Saben?

 

Theo: Astoria piensa que Potter es realmente atractivo. ¿Dónde están, de nuevo? ¿Berlín? Probablemente haya toneladas de alemanes atractivos allí.

 

Draco: (sonidos indescifrables de dolor).

 

Pansy: ¡Bien! ¡Lo admitiré! Ya te hice una cuenta en el sitio web de Sugar Daddys y has tenido doce solicitudes desde el miércoles.

 

Theo: ¡Doce! Déjame ver.

 

Draco: Tal vez Harry no sabe que estoy enamorado de él.

 

Pansy: Lo sabe.

 

Theo: ¿Cómo iba a no saberlo?

 

Goyle: Le dijiste, ¿No? En tu carta, y la primera vez que tuvieron sexo, y cada vez que bebiste lo llamaste, y esa vez cuando vino mientras jugábamos “Cazando al Rey” y tú estabas en la ronda de Veritaserum

 

Draco: Es un juego tonto.

 

Theo: Son todos bastante gays en Berlín, ¿No?

 

Draco: ¿Lo son?

 

Theo: Solo he leído a Christopher Isherwood7. Parecen bastante abiertos con eso. (Inclinación reflexiva de la cabeza). Pero tal vez todos sean rubios. No me gustan los rubios.

 

Draco: … ¡A Harry le gustan los rubios!

 

Pansy: Probablemente esté metido hasta los huevos en algún chico rubio al que no pasó toda su infancia odiando. Ven a ver estos Sugar Daddies.

 

Draco: (sonido de gemido bajo).

 

Goyle: O tal vez solo está tomando unas copas con Blaise y Weasley.

 

Theo (Mirando el sitio web de Sugar Daddy’s): Draco, algunos de estos hombres no son tan malos. ¿Cómo te sientes acerca de la calvicie?

 

Pansy: Este tiene una casa de campo en Dorset. Dorset es encantador. Dice que le gusta tu cuerpo núbil, Draco.

 

Draco: ¿Cómo sabe él sobre mi cuerpo núbil?

 

Pansy: Subí esa foto que te tomé en la ducha.

 

Draco: Correcto. Eso es todo. Mañana voy a follar con alguien.

 

«—-—-H&D-—-—»

.

 

Así encontró a Klaus, que había sido una pareja sexual perfectamente agradable, si no te importaba la vertiginosa soledad.

 

Pero a las diez en punto del domingo por la mañana, Harry había entrado en la habitación de Draco con un ramo de flores, y se puso bastante gritón al ver a Klaus y su inocente pene rosado colgando.

 

   —Me iré —dijo Klaus, con mucha dignidad.

 

   —Fue un placer conocerte —dijo Draco. Klaus asintió.

 

   —Tienes un cuerpo muy núbil —dijo. Harry hizo una especie de sonido tenso y gruñido.

 

   —Gracias —dijo Draco. Los ojos de Harry parpadearon entre Draco, quien estaba desnudo excepto por el edredón que se había envuelto alrededor de su cintura, y Klaus, quien parecía haberse dado por vencido en encontrar sus bóxers y fue directo a sus jeans. Después de lo que pareció mucho tiempo, Klaus estaba vestido.

 

   —Adiós Duko —dijo, serio.

 

   —Draco —corrigió Harry, con los dientes apretados. Klaus frunció el ceño.

 

   —¿En serio? Pensé que era Duko —dijo, mirando a Draco— Deberías haberlo dicho.

 

   —Pensé que tenías un impedimento del habla —dijo Draco.

 

   —Vaya. Bueno, adiós, Draco.

 

   —Adiós —dijo Draco.

 

   —Y no vuelvas —dijo Harry, lo que Draco pensó que era grosero, y también innecesario. Dudaba mucho que Klaus estuviera persiguiendo a Draco de alguna manera, después de que Harry lo hubiera mirado así.

 

La puerta se cerró detrás de Klaus. Harry estaba mirando a Draco, pero Draco no podía mirarlo a los ojos, y su estómago se revolvió con una especie de dolor aterrador.

 

   —¿He hecho algo mal? —logró decir. Un segundo después, había manos cálidas sobre los hombros de Draco, y Harry estaba tirando de Draco hacia su pecho.

 

   —No —dijo Harry— No, lo lamento, lo lamento, no quise hacerte sentir así. No hiciste nada malo.

 

   —Dijiste que estabas durmiendo con otras personas —dijo Draco, el dolor asfixiante llegaba a su garganta. Harry presionó la cara de Draco contra su hombro y le habló al oído.

 

   —Viendo —dijo— Tuve una cita con un chico hace una semana. Fue basura. Él no eras tú.

 

   —Pensé que estabas teniendo sexo alemán pervertido con un DJ clandestino tatuado —dijo Draco.

 

   —Tú eras el que tenía sexo alemán —dijo Harry— ¿Dónde diablos lo encontraste?

 

   —Hay un sitio web que Pansy… ya sabes, no quiero explicarlo —dijo Draco. El edredón se había caído entre ellos. Draco salió de él. Estaba desnudo, pero Harry lo abrazó demasiado fuerte para que se sintiera vulnerable.

 

   —No me he acostado con nadie desde que comencé a verte —dijo Harry.

 

   —Pero tu dijiste…

 

Harry lo empujó hacia atrás sobre la cama y se subió encima de él.

 

   —A la mierda lo que dije. Te quiero para mí —dijo Harry— Déjame tenerte.

 

   —Está bien —dijo Draco.

 

   —Solo yo —dijo Harry.

 

   —¿Esto va en ambos sentidos? —preguntó Draco, entre besos.

 

   —Sí. Quiero pertenecerte —dijo Harry.

 

   —B-bien —dijo Draco. Harry hizo una pausa, su boca contra el cuello de Draco.

 

   —¿Estás bien?

 

   —Sí. Sí. Bien. Sí.

 

Harry se deslizó fuera de él, se apoyó en un codo y miró a Draco con una expresión de afecto.

 

   —Porque pensaste que lo había arruinado —dijo. Draco asintió.

 

   —Pensé que te había entendido mal y te había engañado —dijo.

 

   —Lo siento —dijo Harry— Solo estaba celoso —acarició la mejilla de Draco— No hiciste nada malo.

 

   —Está bien —dijo Draco— Tengo dolor de estómago.

 

Harry lo beso.

 

   —Te haré té de menta —dijo. Recogió el edredón del suelo y lo arropó alrededor de Draco.

 

   —Harry —dijo Draco, cuando Harry estaba en la puerta. Harry lo miró expectante— Entonces… ¿Somos exclusivos?

 

   —Sal conmigo, Draco —dijo Harry, y se alejó con una sonrisa.

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…CONTINUARÁ…

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