
Capítulo 8- Intento
Estaba echado sobre su cama, recién bañado y disfrutando del libro que le mando su madre, Sitara acostada en su regazo, cuando Draco llegó, azotando la puerta.
-¡Maldito Potter! -gritó apenas puso un pie en la habitación. Con la misma fuerza con la que abrió, fue con la que cerro la puerta. Farfullando maldiciones. Sitara se quitó de sus piernas cuando Theo se enderezó, permitiendo que se sentará en la cama para intentar hablar y entender que le pasa a su amigo.
-¿Que paso? -pregunta, tan fuerte para ser escuchado.
Draco detiene su avance en círculos por el centro de la habitación para mandarle una mirada de flecha.
-¡Que el muy idiota hace una escena en la biblioteca! ¡Por Finningan! ¡Me hace un drama en la biblioteca por el tarado de Finnigan! ¡¿Puedes creerlo?! ¡Yo no se como carajos supo donde estaba! ?¡Ahg! ¡Que puede pasarme de largo tan fácil pero hacer una tormenta porque me atreví a decir algo de Finningan!
Draco se deja caer sobre la cama de Theo, sabiendo de sobra que no va a ser echado de ahí. Theo acaricia a Sitara. Sabía que algo andaba mal desde que se encontró con Granger y Weasley en el pasillo sin Potter. ¿Pues que tan querido es Finnigan, que ya dos Gryffindor estuvieron tras de ellos para vengarse de un mal chiste en clase? De verdad que aveces no entendía como funcionaba el mundo alrededor.
Un olor llamó su atención, uno que no reconocía pero que provoco tensión en su espalda. Venía de Draco pero no era Draco.
-¿Pelearon?
-¿Tu que crees?...Algo así- Draco se sentó sobre las cobijas, aun demasiado metido en su molestia- salió de la maldita nada y comenzamos a empujarnos hasta que casi nos caen unos libros encima a los dos.
Y no es hasta ese instante que nota como Theo esta viéndolo con ojos críticos, más específicamente a su ropa. Algo confundido, baja la nariz a la tela de su túnica y olisquear. Los ojos grises se abrieron como platos al notar las fuertes feromonas impregnadas a él, resultado del encuentro que tuvieron, Theo debió sentirlas primero.
-¿Estas seguro de que solo pelearon? -pregunta con burla, una ceja alzada, esas feromonas no olían como molestia de alfa.
-Sí, ¿Por que te...¡Ay, no! ¡No jodas Theodore! -casi chilla Draco, alcanzando una almohada para aventársela al otro, Theo esquivo el almohadazo y huye por la habitación. Evitaba los lanzamientos de tela de su amigo mientras se paseaba entre las camas.
Ambos jugaron así hasta que un proyectil de almohada dio en el pecho de Theo y este se dejó caer como soldado caído a la cama a sus espaldas. Que era la de Draco, Draco se permitió reír a carcajadas, fue a donde Theo, quien le regresó la mirada. Ambos se acostaron en la cama del rubio viendo el doncel de la cama, en silencio y disfrutando de la compañía.
-...¿Te viniste a mi cama por que no quieres que arruine tus cobijas, verdad?
-Sí, apestas.
Draco se rió por la desfachatez de su amigo, volviendo a levantarse y buscar en su armario que ponerse.
-¡Bien! ¡Bien! Voy a bañarme...pero no creas que no reconozco que apestas a Blaise, quien sabe a quien te habrás acercado para que se haya puesto...
Esta vez fue a Draco a quien lo golpeó la almohada desde la espaldas, riéndose se encerró en la baño. Él por su parte regreso a su propia cama, tendiéndola de nuevo con un movimiento de varita, al volver a acostarse, Sitara regresó a su lado.
Sabía que algo tramaba Potter, sabía que no era normal ver al trío de oro incompleto, pero no supo hasta ahora. Suspiró y volvió a acostarse, preparándose para dormir. Su cabeza ya maquinando como haría las cosas mañana, como podría comenzar a mejorar.
****************
Esquiva a diestra y siniestra a los demás alumnos, su camino al invernadero estaba más concurrido que de costumbre y eso lo estaba molestando. La plata flotaba frente a él, mantenida ahí con un simple hechizo, aun no estaba demasiado familiarizado como para tocarla, menos porque aun podía ver la tierra ahí.
Cuando llegó al invernadero se detuvo, cerró los ojos y entró, se sorpende que al abrirlos, Longbottom ya esta ahí, empacando algunas cosas en un gran morral. El Gryffidnor detiene sus movimientos cuando nota la presencia de Theo, quien el dedica un asentimiento como saludo y es devuelto por Neville.
-H-Hoy haremos algo distinto...¿Trajiste la Puffapod? -Theo asiente y la maceta flota hasta posarse en la mesa, Longbottom ladea la cabeza antes de negar- Bien, veamos.
Lonbottom alcanzó la planta, analiza sus hojas, analiza su tallo, hasta analiza la tierra con parámetros desconocidos para Theo, que solo espera en silenció.
-Bien, esta sana, solo necesita un poco más de fertilizante, ha consumido el de la semana pasada- le informa, Theo se abstiene de hacer una mueca, ni de chiste va a tocar fertilizante ni abono, no, no quiere y no lo haría. -¿L-Le has puesto n-nombre? -le preguntan de repente, Theo ve a Neville confundido.
-¿Nombre? ¿A que?
-A tu Puffapod...a veces es más fácil cuidar de algo cuando se tiene un nombre.
Theo ve su propia planta, no, no se le había pasado por la cabeza ponerle nombre, era darle mucho crédito a una cosa, a un objeto, bueno, un objeto medio vivo. Esta extrañado, ¿Longbottom le pondría nombre a todas sus plantas? ¿Como los recordaría todos? ¿Por que? ¿Es acaso la razón por la que es tan comprometido con ellas? Es decir, son plantas, no es como que se vayan a molestar porque las llamaste del nombre equivocado.
-¿Para que es? -señala la bolsa con herramientas.
La expresión confiada de Longbottom solo logra poner en alerta Theo.
-Veras, hoy...haremos algo distinto.
¿Distinto? ¿Cambiar su rutina? ¿Interrumpir su rutina? Mil quejas y muecas se quedan encerradas en su silencia e inexpresión, se tiene que recordar a si mismo lo que va a intentar. Aunque este cambio de rutina parece suficiente material como para tener en alto su guardia otro buen tramo de semestre. Odia que las cosas se salgan del plan.
-¿Que, exactamente?
-Iremos al bosque a ver como van los sembradíos que hice con Sprout- le informa, con una sonrisa emocionada en el rostro, coloca la bolsa sobre su hombro antes de ver la ropa de Theo- sí, tal vez quieras dejar un poco la formalidad para que puedas moverte.
Theo, por su parte, siente la vena del cuello palpitar pero no dice nada, se quita la túnica, la guarda y acomoda su ropa, doblando perfectamente las mangas y el pantalón para que quede sobre su tobillo, alcanza su varita y lanza un hechizo a sus zapatos.
Neville frunce el ceño cuando no ve cambio alguno en los zapatos de Theo, pero pregunta nada, con un movimiento de varita, el saco de fertilizante comienza a flotar a sus espaldas y camina para salir del invernadero. Theo tiene que moverse para dejarlo pasar, pero no logra moverse demasiado, no quiere tocar las macetas y la mesa esta llena de tierra, por lo que se recorre solo un poco.
Neville esta a punto de pedirle más espació cuando nota que Theo no lo esta viendo a él, si no que sus ojos verdes están concentrados en moverse lo más cerca a los lados pero sin tocar nada que este manchado, sin tocar las plantas y esquivando el saco flotante de fertilizante. Más parece concentrado en intentar cumplir dos tareas a a la vez.
No cree poder conseguir más espacio sin tener un hechizo o un siseo de por medio.
-Ven, no es muy lejos- lo anima, llevando la bolsa en el brazo para pasar por el poco espació.
-¿No es...ese? -pregunta, señalando los enormes sembradíos atrás del invernadero principal. A lo que Neville niega, para gran horror de Theo.
-No, esos son Tulsís, nosotros vamos a ver las Dramagoras.
-¿Mandrágoras?
-No, Dramagoras, son de la misma familia pero unas son más peligrosas y un tanto más difíciles de sembrar. Vamos.
Theo toma aire. "Solo es por hoy, solo es por hoy" Se convence a si mismo antes de seguir a Lonbottom.
Los dos caminan hacia el bosque, no muy metidos en la parte oscura del bosque, si no a comienzos del terrenos oscuro, ahí donde la tierra es fértil pero no hay peligro, aun dentro del territorio escolar.
Theo se sorprende de ver el pequeño huerto, es grande pero esta oculto por los desniveles del suelo, se permite ver alrededor, el lugar es bello, como toda la vegetación que rodea a Hogwarts, crea un ambiente de paz y magia relajante, puede ver el lago negro no muy lejos. ¿Como no lo vio antes? Ah, cierto, él no era particular fan de salir a la intemperie.
Longbottom se movió con familiaridad, acercándose al huerto para dejar la bolsa a un lado y comenzar a buscar en su bolsa.
-¿Cuales quieres? -pregunto, extendiendo dos pares de guantes.
Theo al instante tomó los que siempre usa, al menos que algo siga igual, además, ya estaba logrando acostumbrarse a como se siente y que las especificas irregularidades que tenía. Neville uso los otros.
Longbottom tomó una par de tijeras y se acerco a la planta .
-Ven, pero no te acerques a la línea de siembra- Theo obedeció, se acercó y agachó a la altura, con muchísimo cuidado de no pisar ni cerca de donde comenzaba el sembradío, si Longbottom lo advertía, es que era cosa seria.
Se permitió ver la planta, el tallo era grueso, torcido y oscuros, y sus hojas largas y ancas, menos delgadas que las de las Mandrágoras, con un verde muchísimo más oscuro, que por ciertos ángulos de luz parecía tener venas rojas. Se acercó un poco curioso, estaba seguro que ese olor él ya lo había olido antes pero no recuerda de donde.
-Okay, mira, este es un sembradío de Dramagoras, son usadas en pociones de sueño por las propiedades de sus raíces, al igual que las Mandrágoras, las Dramagoras tienen un tubérculo abajó- señalo la tierra alzada bajo el tallo principal- ¿Ves este color ojo? -señala sin tocar la vena roja de la hoja- significa que aun es joven, cuando se adulta, la vena roja sera mucho más llamativa y tomará casi toda la hoja.
Theo se acerca más, apreciando la coloración, de verdad era una planta muy bonita.
-En esta etapa serviría para un poción renovadora y relajante, pero no mucho, el néctar de sus hojas en muy denso, por lo que es difícil medirlo. De hecho, es tan fuerte, que ese olor que sientes es el mismo néctar, su néctar se usa para los supresores y las lociones bloqueadoras.
Oh, de ahí conoce el olor.
-¿Que venimos a hacer aquí? -pregunta Theo, aun interesado en la extraña planta que se le presenta.
-Voy a tomar algunas hojas, pero hay que ponerles más abono y agua.
Genial, más suciedad.
Theo va a tocar la hoja, cuando Longbottom lo detiene, tomando su muñeca, Theo al instante se tensa como una piedra y voltea, el ceño ligeramente fruncido mientras exige una explicación en una silenciosa mirada.
Neville rápidamente lo suelta.
-L-Lo siento, es que, las Dramaogras son...especiales con su manejo, ellas no te conocen.
-¿Me tengo que presentar con la planta?
Neville aprieta los labios para no reírse, Nott acaba de preguntar eso con una seriedad abrumadora, como si de verdad creyera que tiene que hacerlo.
-N-No, no me refiero a eso- toma aire para explicar sin reírse, sabe que sangre pura tomaría ofensa en que se riera- es solo que...las Dramagoras pueden ser muy agresivas con extraños. Sus características a veces las ponen como la mezcla de una Mandrágora y un Lazo del diablo.
Eso solo las alarmas de Theo, que se enderezo, alejándose de la planta en un movimiento seco.
-¿Por que?
-Por esto- y Longbottom pegó suavemente la tierra bajo la mandrágora.
Al instante, de entre la tierra sale una gruesa raíz con picos verdes, larga y retorcida, que se enreda con fuerza alrededor del dedo invasor, para después más raíces salieran a enrollarse en toda la mano, jalándolo hacia la tierra. Theo se queda tan quieto como una estatua.
Neville se permite reírse bajito ante la expresión asombrada de Theo, sí, todos reaccionan igual ante la forma de la Dramagora.
-Las Dramagoras reconocen a sus cuidadores, por el mismo hecho de que funcionan como inhibidor y bloqueador, reconocen el olor- y mientras va hablando, el agarre de la raíz va perdiendo fuerza, hasta liberar en su totalidad la mano del Gryffindor, quien solo sacude un poco su mano. Le dedica una sonrisa nerviosa al Slytherin tensó- No te preocupes, yo me voy a encargar de tomar las hojas, tu solo debes poner un poco de agua y fertilizante, con que no las toques no pasara nada.
-Mhm.
-Así van a ir acostumbrándose a ti.
Eso parece ser suficiente para hacer reaccionar a Theo, quien ve a Neville en medio de un pánico interno.
-¿Vamos a regresar aquí?
Neville asiente con algo de nerviosismo, adivino que a Nott no le haría gracia tener que atender un sembradío de ese tamaño, pero no escucha queja cuando el Slytherin se levanta para tomar su varita.
-¿Un Aguamenti estaría bien? -pregunta.
-¡S-Sí! De hecho sería lo mejor, no tienes olor- esa simple observación, tan simple como inocente, es suficiente para poner alerta a Theo, una alerta silenciosa en la que prefiere centrar la vista en las hojas medio rojizas- al menos así...podrán reconocer tu...magia..
Y Neville sabe que dijo algo mal cuando Theo se tensa, pero no sabe exactamente que. Preguntar podría empeorar lo que sea que haya dicho.
-Vamos a empezar.
-Mhm.
Con un poco más de movimiento, el saco de fertilizante es abierto, una pala puesta y comenzaron a trabajar. Cada que Longbottom cortaba hojas de una Dramagora, Theo dejaba una pala de fertilizante, lo espacia con la herramienta y sellaba con un aguamenti, era una suerte que haya aprendido a controlar que tan fuerte sale el chorro de agua.
Lo maneja con la mayor distancia que puede, nunca tocando la tierra.
Aun con su trato cuidadoso, una que otra vez, las raíces sobresalen de entre la tierra, por lo que puede ver su coloración verde. Hojas rojas y raíces verdes, que planta tan extraña.
Se permite perderse en la rutina. En el movimiento repetitivo pero que aun así requiere atención.
Desde lejos, es observado por Longbottom.
Neville observa con detalle, Nott esta serio, como siempre, pero lejos de estar tenso, como siempre lo ve, sus movimientos mecánicos son más fluidos, con más gracia. Nota como es meticuloso, cuidadoso con no tocar las raíces, no rozar ni tantito la tierra con su ropa o manos, como de repente se queda quieto, viendo con especial atención las hojas de las Dramagoras, un silencioso interés que no parece querer expresar. Es extrañó, los otros niños de años inferiores y otros de años superiores no paran de hacer preguntas sobre las plantas que muestra, pero Nott esta encerrado, encerrado dentro de sí.
Tan encerrado, que ni siquiera su olor salia de él.
Todos sabían que el subgénero de Nott era Omega, pero nadie sabía a que olía, como era o su ciclo, era como si Theodore Nott solo existiera en si mismo y el resto del mundo venía sobrando.
No mentiría, a veces esa mirada fría, condescendiente y esa facilidad para ignorar las cosas injustas que pasan a su alrededor lo hizo considerarlo alguien cruel y cínico, mientras no le afectara no le importaba, antipático. Lo arisco que era, las pocas veces que hablaba era para ser cortante, alejar a los demás no muy amablemente, no entendía a Nott.
"Los omegas de alta alcurnia no son buenos, Nev, la mayoría están criados para ser serpientes inmisericordes"
Había dicho su abuela. Había confirmado eso con Malfoy, con Greengrass y otros omegas sangre puras, pero con Nott...algo era distinto. Seguro era su silencio lo que hacia dudar.
No estaba seguro de que se escondía tras esos ojos, pero sí estaba seguro de que, si era algo malo, él podría salir pagando muy caro. Era un alfa de Gryffindor con unos padres internados y no mucho dinero, la sociedad mágica tomaría el lado de Nott sin siquiera dudarlo, solo por considerarlo inferior a sus estándares. Nott era peligroso, todo lo que el significaba era peligroso.
¿Pero él, él solo, era peligroso?
No lo sabía, y no estaba seguro si valía la pena arriesgarse a saberlo.