Contigo

Esa también llegó con minutos de ventaja al invernadero. Se quedó parado en la entrada, con los ojos cerrados, se había mentalizado toda la tarde y ahora solo reunía valor. Contó hasta tres y hasta juraría que sintió el cambio de aire.

En definitiva lo odiaba.

Camino hasta el centro, un escaneo y escogió el mismo banco que la ultima vez. Una tanda de hechizos desinfectantes y un trapazo después estaba sentado en el centro de todo, esperando, espalda recta y manos en sus piernas, tan quieto como una estatua.

Hasta que pasaron los minutos y llegó el otro.

Longbottom entró al invernadero, un par de cosas bajo el brazo y sin la túnica de su uniforme, tal vez consciente de que la tela extra solo hacia más difícil el movimiento alrededor, algo que Theo haría si no fuera porque la túnica al menos le sirve de primer escudo.

Pero apenas Longbottom entra, Theo ya sabe que hay algo distinto, algo diferente. Camina más rápido, anda más derecha y sus ojos pegados al suelo con menos distraídos.

-Toma los guantes, hoy vamos a trasplantar algunas de las plantas más grandes a nuevas macetas.

-Mhm.

Neville fue por las macetas, él y Sprout las habían plantado a finales de la primavera pasada, habían tenido todo el verano y comienzos de otoño para crecer, suficiente para que sus pequeñas macetas fueran incomodas para las crecientes raíces. Cuando termino de traer todo, se dio cuenta de que Theo estaba parado frente a la mesa, con un mandil que quien sabe de donde saco pero sin los guantes, solo viendo la madera.

-¿Que estas esperando?

-No se donde están los guantes- le dice tan calmo, encontrando más entretenidos ver las plantas.

Pero sus ojos verdes subieron tan rápido como una flecha cuando escucho una risita. Longbottom se estaba riendo bajo mientras mueve un par de cosas bajo la mesa y le pasa los guantes. Theo no sabe como interpretar esa acción pero los acepta de todos modos. Vuelve a cerrar los ojos un par de segundos antes de ponerlos. Sigue sin gustarle como se sienten en sus manos pero es mejor eso a la tierra.

-¿Y ahora?

-Te explico- Lonbottom le pone a un lado una pila de macetas a su lado y un saco de tierra del otro, se aleja un paso discreto al verse encerrado entre los dos materiales- yo voy a sacar las plantas, son Amor de Hortelano, las conozco y no me picare con sus púas, tú llenarás solo la mitad de estas macetas con tierra, pondrás la planta que te pase y terminarás de llenar.

Ni siquiera han empezado y ya esta comenzando a odiar todas y cada una de las partes del proceso.

-Mhm- esa única respuesta saco un gesto irritado de Longbottom.

Theo comenzó a llenar la maceta. De poco para que la tierra reseca no salte sobre él.

-Lo estas haciendo mal- de repente interrumpe su tarea el Gryffindor.

Theo pausa su movimiento y lo voltea a ver, una interrogante en sus ojos. Longbottom se permite analizar sus plantas antes de dignarse a regresar la mirada, cayendo después en la maceta.

-Necesita agua, si esta muy seca la planta morirá.

Theo alcanzó la regadera llena a un lado, mojó la tierra y volvió a su tarea. Ahora extendiendo la mano para recibir la planta que, se supone, Longbottom le daría para colocarla.

-Todavía esta mal- se detuvo en seco y regresó la mirada. Lonbottom miraba con ojo aburrido su trabajo- el agua se debe mezclar con toda la tierra.

Miro su maceta, sí, el agua solo había caído en el centro, por lo que procedió a revolverla lo mejor que pudo con la pala, una vez estuvo uniforme a su parecer, volvió a pedir por la planta en silencio, pero Lonbottom la sostenía en el aire, viendo y acariciando sus hojas. Una ligera molestia creciendo cada vez más para Theo.

-Sigue mal- le dijo- es mucha agua, eso ya es lodo, se ahogara.

Theo respiro, solo para volver a tomar tierra y agregarla, volviendo a mezclar.

-Ahora es mucho material, las raíces no tendrán espacio- sitió el ligero tick en el ojo. Pero sin decir nada tomó otra maceta y colocó parte de la mezcla- cada mezcla debe estar fresca cuando la planta es puesta, si no se saca y- es interrumpido con el golpe de la arcilla ser dejada con brusquedad sobre la mesa.

Theo estaba con ambas manos recargadas en la madera, viéndole con una cara de reproche.

-¿Y que tal si en vez de solo esperar a que se te muera el tallo en la mano, me das instrucciones completas, eh?

El gryffindor volvió a dejar la planta en su maceta, enderezándose solo un poco.

-Bueno, como siempre te ríes y burlas de que Seamus es terrible en pociones, supuse que eras tan bueno que no necesitabas ayuda básica con herbología- le suelta.

Theo ladea su cabeza en incredulidad, ¿de verdad estaba haciéndole posponer ese infierno solo porque el torpe de Finningan estropeo una poción sencilla de una manera ridícula? Mira que se hubiera reído incluso si le pasaba a Draco. Resopló en molestia antes de soltar una risita baja.

-Son tus plantas, tu sabrás si las dejas morir por venganza o te ensañas con una pendejada.

-¡Yo nunca las dejaría morir! ¡Menos a costa tuya! -salta a defender el Gryffindor, pero solo se encuentra con cínicos ojos verdes. Unos que ni siquiera parecen interesados.

Theo solo ve como la postura del alfa se tensa mientras el descarta sus dos macetas usadas para comenzar de 0 la mezcla. La primera maceta es tomada por el otro, así por fin poniendo la planta y acomodándola con cuidado y colocando más tierra y un poco de agua.

Ambos se quedan en silencio mientras Theo vuelve a comenzar con otra maceta, si completa todas, puede irse, y si puede irse, puede bañarse.

-¿Como puedes ser tan cínico con los demás? - alzó una ceja en su dirección, Longbottom se ve tenso- Te burlas de Seamus, de todos los que fallamos en Pociones, pero no puedes hacer nada de Herbología, ¿Y no puedo decirte nada?.

-Me burlo... ¿Que dije?- pregunta mientras lo mira.

-...Nada, ¡Pero te reíste!

-¿De...él o de un chiste de mi amigo?

-¡Un chiste hecho a expensas de alguien más!

-¿Así como tu te diviertes conmigo a expensas de esta? -levanta la maceta con la Hortelano. Una que es arrancada de su agarre por un alterado alfa.

-¡N-No es lo mismo!

-No- concede- es peor.

-¿Que?

Theo ve a Neville.

-Nosotros lo hicimos cuando había gente alrededor, con un profesor presente y mismo apoyo, tú, por otro lado- alza los brazos, mostrando que tan vació esta el lugar.

Puede ver los engranajes moverse en los ojos del Gryffindor, captando que en ese invernadero esta un alfa de Gryffindor solo con un omega de Slytherin, sin nadie alrededor y en la parte más recóndita de la escuela. En cualquier forma, es una posición de poder distinta. Fue testigo de cuando esa realización e insinuación tomó sentido en la cabeza de Longbottom.

-¡N-no! ¡Yo nunca...nunca haría algo! ¡E-eso es una bizarra-!

Theo no dice nada mientras termina con su mezcla de lodo, viéndolo solo de reojo, su silencio permitiendo que el nerviosismo del alfa se interponga a la molestia e indignación anterior, solo observa como termina por retraerse y retenerse a su molestia.

Al ver que Theo no detuvo su tarea asignada, Neville optó por hacer lo mismo, comenzando a tomar las macetas ya listas y poniendo las plantas. Los ojos verdes se centraron en las raíces de la planta, llamando su atención que tan enredadas y delgadas se volvían, de lo más grueso a más delgado que un hilo, estaba seguro de que si tomaba un extraño y lo extendía, podría retroceder unos buenos pasos.

-Las raíces son muy buenas como las hojas, pero para distintos propósitos, por su dureza y conformación, siempre va más para pociones más complejas, más como medicinas y restauración, mientras las hojas son para pociones calmantes- le explica rápidamente Neville, apenas captando el interés del otro por la raíz.

-Mhm- asintió a lo dicho.

En silencio lograron terminar la asignatura. Theo se quita casi con desesperación los guantes, disfrutando de la libertad de sus manos, quería lavarlas, solo para quitarse la sensación del cuero gastado de los dedos. Pero igual, se encarga de dejarlos perfectamente doblados, (a punto de varita, claro, antes muerto a tocarlo después de mezclar lodo).

Neville se sentó a explicar el lugar de origen de la planta, al inicio viendo la nada, incomodo por su reciente choque. Pero conforme más se metía al tema de las plantas, de repente acariciando una que otra hoja cercana, la fluidez fue a él, la emoción lo cegó. Y mientras Theo estaba escuchando, también se permitió relajarse, perder en la información, exacta y certera, bien explicada.

Pero eso fue hasta que un aroma empezó a llenar el aire, opaco por completo su paz. Su cuerpo se tenso por la sorpresa pero se relajo después de un segundo, carburando que no había amenaza en ese olor. El alfa ignorante a sus propias feromonas continuó hablando.

Eso hasta cuanto tiempo había pasado y como él otro no se había movido, incluso ya habían excedido las horas de clase.

-Este...me parece que ya fue suficiente por hoy...-se comenzó a levantar de manera torpe- la próxima vez trae tu puffapod.

Theo asintió, tomando también sus cosas, volviendo a colocar su túnica antes de pasar a un paso acelerado por las plantas hasta la salida. Sin despedirse.

Su silencio estaba siendo útil, lo mantendría por el momento, además, no pensaba que Longbottom estuviera interesado en escuchar que saldría de su boca.