Harry Potter y los viajes multiversales.

Harry Potter - J. K. Rowling 僕のヒーローアカデミア | Boku no Hero Academia | My Hero Academia (Anime & Manga)
Gen
G
Harry Potter y los viajes multiversales.
Summary
Levanto la vista y lo primero que vio fue a tres figuras vestidas de negro acercándose.Mierda. O: Harry es perseguido por mortifagos y, en un intento de escape, su hechizo falla o... ¿lo llevo al lugar exacto donde deberia estar?
Note
Ni idea de donde salio esto, pero estaba viendo a Harry Potter mientras mi amigo veia BNHA en su celular y automáticamente se encendio la vela jaja.Es probable que Harry actue un poco OOC pero es porque viajo entre dimensiones (ponele jaja), de todos modos, este fue un momento de inspiración inesperado, por lo que no intenten entender del todo las lineas de tiempo del canon de HP. Disfruten!!
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Chapter 11

Reviso cada pasillo, cada habitación, cada maldita esquina del lugar y no había nada.

 

Absolutamente nada.

 

Todo estaba vacío.

 

— ¿Qué carajos pasó aquí?

 


 

Desde la otra noche, la conversación que tuvo con Harry dio vueltas en sus cabezas, sobre su peculiaridad; Sabía que era fuerte, creyeron que el chico solo tenía miedo de su peculiaridad, pero logró defenderse sin problemas de cinco héroes (aunque intentaban no lastimarlo), fue solo por un descuido y la puntería del detective que lograron calmarlo.

 

Les preocupaba los cambios emocionales repentinos del chico, por lo que llamaron a Hound Dog ayer y "reprogramaron sus sesiones de terapia regulares" (no sabían si las conversaciones que tenían en la sala de profesores contaban como sesiones no oficiales, pero ayudaban a Harry) ; Era obvio que había estado lidiando con sus emociones por su cuenta desde hace tiempo.

 

Miraban a Harry preparar su mochila para el viaje de hoy, su vuelo sale dentro de 7 horas y el aeropuerto está a 30 minutos de aquí, esta era la quinta vez que volvía a ordenar todo para verificar que no olvidaba nada.

 

Ninguno específico a donde iban, solo que era un viaje largo en avión; ambos levantaron las cejas cuando lo escucharon decir: "Bueno, al menos será menos desastroso que el auto volador", y rápidamente decidieron que no valía la pena tratar de entender algo de eso en este momento.

 

No habían tenido que planear o pagar prácticamente nada, el ratón se había encargado de la estadía y transporte, ellos solo tenían que pagar la comida (y algún recuerdo que les guste); No sabían lo que estaba planeando el director, pero lo más probable sea su impulso por ver el mundo arder.

 


 

El viaje fue...interesante.

 

Para empezar, no esperaron los lugares en primera clase, cuestan mucho, también notaron como Harry ni siquiera parpadeaba ante las turbulencias, ni siquiera las más fuertes, incluso ellos se tomaron de las manos en un momento, pero el chico no reaccionó en lo más. . . . mínimo.

 

Vieron en primera fila como el chico se volvió fanático de las películas distópicas pre-peculiares, Hizashi no pudo evitar reírse de sus reacciones con cada cosa que pasaba en ellas; Shota tocio (si alguien dice que está riendo, miente) cuando Harry deliberadamente pasó de largo todas las películas de All Might.

 

No veían muchas películas en casa, la mayoría de ellas estaban basadas en los héroes famosos y no les llamaba la atención; la única que han visto los tres juntos hasta ahora fue una comedia animada que no se molestó en aprender el nombre.

 

Luego de siete horas seguidas de películas, Harry por fin se cansó y durmió el resto del vuelo; El rubio no pudo evitar tomar una foto del chico acurrucado en el asiento.

 

Se acomodaron en sus propios lugares y también durmieron lo que quedaba de viaje.

 


 

Estaban en un auto alquilado camino al castillo, salieron a primera hora de la mañana, ya que era un viaje de 5 horas y querían tener tiempo suficiente para explorar los alrededores.

 

La mayor parte del camino era valles y montañas, no esperaba que reconociera nada en realidad, pero esperan al menos una pizca de reconocimiento; lo que si vieron fue que Harry reconoció la ciudad donde estaban, estaba nervioso, girando su varita una y otra vez en sus manos y mirando por la ventana cada pocos minutos.

 

—¿Estás bien?— preguntó Hizashi girándose y mirando al chico.

 

—Sí, solo... ¿Qué hacemos aquí?— lo vio presionar su agarre sobre la varita.

 

—Turismo, tenemos que aprovechar las vacaciones al máximo— Harry entrecerró los ojos.

 

—Inténtalo de nuevo porque no me lo creo— lo miró a los ojos.

 

—¿La verdad?— dijo Shota esta vez.

 

—De preferencia, sí, muchas gracias— los miro intensamente.

 

—Buscamos tus dibujos— dijo simplemente.

 

—Dijiste que venías al castillo con tus amigos— esta vez fue Hizashi— ha estado cerrado al público por bastante tiempo.

 

—Nos colabamos— esperaron un momento a que continuara— entrábamos y nos quedabamos jugando por horas a que eramos caballeros o algo por el estilo.

 

—Ese castillo corre peligro de derrumbe, de hecho ya se está derrumbando, no es bueno que hayan entrado sin supervisión— dijo Shota.

 

—Estábamos supervisados... La mayor parte del tiempo— se rascó la nuca.

 

—¿Por un adulto responsable?

 

—Podrías decir eso.

 

El silencio volvió a reinar en el auto; Mientras más se acercaban a su destino, más inquieto se ponía Harry, miraba al cielo buscando algo que no podía identificar, el agarre en su varita era tan fuerte que tenía sus nudillos blancos.

 

—Hay una cosa que no nos has dicho aún— dijo el rubio despreocupado— ¿Cuándo es tu cumpleaños? Debemos prepararnos para el gran día.

 

—Gran día?— el otro ascendiendo— la verdad no suelo celebrelo, mis amigos son los que hacen una pequeña fiesta entre nosotros.

 

—¿Por qué no lo haces?— su voz sonaba un poco triste.

 

—Mis tíos realmente nunca lo celebraron, mi primo es el consentido— los héroes se miraron.

 

—Nunca lo celebraron?— el chico asintio— entonces con más razón debemos hacer una fiesta ¿Cuándo es?

 

—Es... el 31 de julio— hubo una pausa donde nadie habló.

 

—Harry... Hoy es 31 de julio— otra pausa— ¿POR qué no dijiste nada?— Shota borró su peculiaridad antes de que rompa una ventana.

 

—No pensé que fuera importante— se encogió de hombros.

 

—Por supuesto que lo es, Dios, prometo que te compraremos un pastel cuando volvamos.

 

—¡No tienes que hacerlo!— dijo alarmado— en serio, está bien, ya hicieron mucho por mí y lo agradezco de verdad, no tienen que hacer nada más.

 

—Bueno, con tus tíos, tu primo era el consentido, pero con nosotros el consentido eres tú, así que te haremos una fiesta tan genial que hasta él lo va a envidiar.

 

La risa que salió de sus labios fue todo lo que necesitaban para que el estado de ánimo volviera a la normalidad.

 

—Feliz cumpleaños, Harry— dijeron ambos.

 

—Gracias.

 


 

Shota no tenía idea de cómo al llegar no encontraron nada que evitara que entrara en los terrenos, Harry tuvo que mostrarles por donde ir, ya que no había caminos señalizados y solo se detuvieron cuando les dijo que podían caminar.

 

Intento convencerlos de que podía ir solo, pero no se alejaron de él mientras entraban en el sendero de piedra que atravesaba el bosque; Caminaron por unos minutos hasta que en una parte del camino vieron un pequeño parche que no tenía árboles y más abajo el castillo.

 

Era mucho más impresionante que en las fotos, escuchaban un jadeo delante de ellos, cuando se giraron para ver a Harry, él estaba pálido, sus ojos parecían que estaban a punto de caer, estaba horrorizado por lo que sea que vio.

 

Antes de poder decir algo, salió corriendo, lo siguió rápidamente; Llego a un punto donde ni siquiera estaban en algún tipo de camino, solo estaban esquivando árboles y saltando raíces. 

 

Cuando finalmente llegaron al final del bosque, vieron la enorme estructura frente a ellos, había un puente de piedra que llevaba a la entrada, Harry está avanzando lentamente en él, sus ojos viajaban de un lado a otro, procesando todo lo que estaba viendo.

 

Algo andaba mal.

 

Harry conocía el lugar, no reaccionaría así si todo estuviera bien; no saben que está mal, el lugar se ve igual que en las fotos.

 

—¿Por qué no puedo verlo?— lo escucharon decir.

 

—¿El qué?— preguntó Shota.

 

No respondió.

 

Caminaron lentamente por el puente, miraban a todos lados para tratar de encontrar lo que sea que asusto al chico; por más que miraran, no encontraban nada.

 

La puerta de madera parecía un punto de caer de sus bisagras, el pasillo estaba lleno de polvo y algunas piedras despedazadas; Por cada habitación que pasaban, Harry estaba a punto de entrar en pánico.

 

 —Es imposible, no puede ser tan grande, nunca son tan grandes— dijo mientras sacaba su varita y la apuntaba a un lugar al azar— Riddikulus.

 

Y la represa se rompió.

 

Un grito desgarrador y horrendo salió del chico, las lágrimas se formaron a sus ojos, pero no las dejaba caer; su rostro se contorsionó en horror, luego tristeza, entendimiento y por último, rabia pura y fría.

 

Lo seguí por el resto de pasillos, caminaba con pasos firmes y poderosos, era como si estuviera caminando al campo de batalla para una guerra.

 

Vieron a una figura vestida de negro saliendo corriendo de una de las habitaciones y Harry lo siguió con la varita apuntándolo; al girar en una de las esquinas hacia lo que parecían las escaleras, la figura lanzó un rayo color azul hacia Harry y rápidamente se convirtió en una pelea.

 

 Los rayos salían disparados de las varitas y rebotaban con barreras u otros rayos, era como ver un espectáculo de fuegos artificiales bajo techo; Era una de las personas con una peculiaridad igual a la de Harry, intento borrarlo, pero al igual que con el niño, no tuvo efecto.

 

Intentaron ir a ayudarlo, pero fueron empujados por una ráfaga de aire devuelta al pasillo y una barrera se formó alrededor de ellos.

 

Vieron a Harry lanzar un último rayo al la otra persona y esta vez logro darle en una de sus piernas, lo que lo hizo caer por las escaleras, la capucha que llevaba se deslizó por su cabeza, rebelando su rostro.

 

Otro niño.

 


 

 

Harry miró con los ojos abiertos a la figura al pie de las escaleras, sus ojos estaban rojos, la piel más pálida de lo que recuerda, mucho más pálida; el cabello normalmente limpio y brillante, estaba sucio y opaco, parecía enredado en varias partes.

 

Se miraron a los ojos por lo que parecieron horas y ninguno se movió.

 

—Malfo…— dijo Harry y el otro se levantó de un salto para correr.

 

Harry lo tomo del brazo y lo escucho gruñir de dolor, sus pasos tambalearon, jadeo antes de volver a caer; miro la extremidad intensamente.

 

—Ni siquiera te di en el brazo, no exageres— dijo mientras lo soltaba.

 

—Vete a la mierda, Potter— volvió a intentar levantarse.

 

—Lo mismo digo, Malfoy— por el rabillo del ojo vio a los adultos todavía atrapados en la barrera y las deshizo— ¿Qué paso aquí?

 

Ambos hombres se acercaron hasta llegar a él.

 

—¿Y por qué sé…— los vio— ¿Quiénes se suponen que son esos?— frunció el ceño.

 

—Ellos me están acogiendo por el momento— dijo rápido— ahora, contesta la pregunta.

 

—Aww, ¿el pequeño Potter necesita que lo cuiden?— una sonrisa engreída se formó en sus labios.

 

Los adultos fruncieron el ceño ante la actitud del Slytherin.

 

—Contéstame— gruño.

 

—No lo sé, cuando llegue el lugar estaba así— se encogió de hombros, volvió a mirar a los héroes— ¿Son muggles?

 

—Sí, ¿algún problema con eso?— se cruzó de brazos.

 

Antes de que el otro pudiera contestar, su rostro cambio a uno de dolor y jadeo, su cuerpo se puso rígido, acuno suavemente su brazo; lo escucho maldecir en voz baja mientras pequeñas lágrimas se formaban en sus ojos.

 

Los adultos se acercaron y alejaron su brazo lentamente, Malfoy no pudo luchar contra el movimiento.

 

Remangaron la gabardina y cuando rebelaron su antebrazo pudieron ver la marca oscura, moviéndose y burbujeando bajo la piel blanca.

 

—Debes saber algo, tienes la marca oscura— dijo firme.

 

—Oh, por Merlín, no se nada.

 

—No me mientas.

 

—TÚ…— su expresión se transformó en una de dolor y tristeza-… solo porque sea un Slytherin no quiere decir que siempre miento.

 

—Demuéstralo entonces— los héroes lo miraron, pero los ignoro.

 

—OH, CLARO, ¡Porque todo el mundo debe arrodillarse ante el increíble Harry Potter! ¡No tengo que darle ninguna explicación al niño dorado!— alejo a los hombres y se acercó hasta Harry.

 

—Lo haces si todo esto es obra de los malditos mortifagos – lo empujo.

 

—¡No tengo nada que ver con esto! ¡No soy parte de ellos!

 

—¡Lo eres si tienes la marca!

 

—¡Lo hice porque mi padre lo quiso así!

 

—¡Oh, sí, Draco Malfoy siempre obedeciendo a su padre! ¡No pongas excusas de…!

 

—¡NO TE ATREVAS A HABLAR DE COSAS QUE NO SABES! ¡Nunca lo sabrás porque eres el consentido de todo el mundo! ¡Harry Potter esto, Harry Potter aquello, OH, MIREN TODOS, EL GLORIOSO NIÑO QUE VIVIÓ ESTÁ DEVUELTA EL HOGWARTS!— grito en su cara.

 

—Malfoy…

 

—¡NO SABES LO QUE SE SIENTE SER VISTO SOLO COMO EL MALVADO RIVAL DEL ASQUEROSO NIÑO DE ORO!

 

—¡Malfoy…!

 

—¡NO SABES LO QUE ES TEMER POR TU VIDA CADA DÍA! ¡ESTAR ATERRADO DE TU PROPIA FAMILIA! ¡NO LO SABES PORQUE DESDE QUE SOBREVIVISTE TODOS TE VIERON COMO EL MALDITO HÉROE DE TODA LA HISTORIA! ¡TU FAMILIA TE TRATA COMO A UN REY! ¡TODO EL MALDI-¡

 

—¡DRACO!— el otro por fin lo miro respirando rápidamente, unas cuantas lágrimas habían rodado por su rostro mientras gritaba— ahora eres tú el que no sabe de lo que está hablando.

 

Shota e Hizashi se había quedo quietos al margen, pero cuando lo escucharon decir eso, su atención estaba plenamente en él, dudo un poco antes de continuar, pero aun así lo hizo.

 

—Mi familia no me tiene en un trono de oro, nunca lo hicieron, porque ellos desprecian la magia, me desprecian a mí; cuando era más joven incluso llegue a pensar mi nombre era Chico o Fenómeno, no me dejarían comer durante días y si robaba algo de las sobras, me golpeaban y me enseraban en mi “habitación” que estaba debajo de unas putas escaleras, donde no caben dos personas adultas.

 

Los tres lo miraron atónitos.

 

—Ahora eres tú el que miente— siseo.

 

—Pues usemos un maldito veritaserum y pregúntame otra vez.

 

Nadie dijo nada más, los héroes los llevaron de vuelta por los pasillos (tuvo que darles algunas indicaciones porque casi terminan en la cocina) y los sacaron de ahí adentro.

 

Terminaron en la entrada trasera, que estaba casi totalmente derrumbada, pero aún se podía pasar; camino lentamente hasta donde tendía que haber estado la cabaña de Hagrid, pero no encontró nada.

 

—¿En serio no sabes nada?— pregunto suavemente.

 

—Solo sé que estabas desaparecido durante dos meses y luego escape hasta aquí hace una semana— respondió igual de suave.

 

—¿Llevas una semana aquí? Pero todo está destruido ¿Por qué?— volvieron a mirarse por unos segundos.

 

—No tengo a donde más ir— dijo suavemente.

 

Harry está confundido, no estaba actuando como sí mismo.

 

—¿Qué quieres decir con eso? ¿Qué paso con la mansión?

 

—¿Tú que crees, Potter? Voldemort está ahí ahora, hay mortifagos en casi cada esquina— pateo una piedra.

 

Vio que los otros estaban algo lejos, supuso que era para no molestarlos, pero lo suficientemente cerca como para escucharlos, realmente ya no le importaba.

 

—¿Por qué viniste en primer lugar? ¿Fue tu primera opción?

 

—¿Algo así? Solo que salir de ahí, todo lo que tenía en mente era ir a un lugar seguro y cuando llegue aquí no sabía lo que pasaba— explico tranquilo, en serio ¿Qué le estaba pasando?

 

—Así es… como yo llegue aquí— dijo.

 

—¿Qué?— lo miro con el ceño fruncido.

 

 

—Estaba escapando de los mortifagos, la verdad no sabía a donde ir, solo que quería estar en un lugar seguro; cuando hice la aparición llegue a un callejón muggle y me encontré con él— señalo a Shota.

 

—¿Por qué un muggle?— pregunto genuinamente interesado, no había malicia en su voz.

 

—No lo sé, pero la verdad, estoy más preocupado por como terminamos aquí y ahora— a punto hacia abajo agrandando el movimiento.

 

—¿Qué significa eso?— pregunto levantando una ceja.

 

—Has estado aquí todo el tiempo, así que no me sorprende que no lo hayas descubierto aún, nosotros— se acercó un poco al oído de Draco— estamos en el futuro— susurro.

 

—Ahora si estoy seguro de que perdiste la cabeza, de todas las conclusiones a las que pudiste llegar, ¿esa fue la que elegiste?— se frotó el rostro.

 

—Lo digo en serio, mira— saco su teléfono— es el 31 de julio de 2XXX.

 

—Esa cosa muggle definitivamente está dañada, no hay manera de que sea la fecha correcta— sacudió la cabeza en negación.

 

—No es así— lo guardo de nuevo— en todas parte es la misma, avanza igual en todas partes, no cambia nada… excepto la hora por las zonas horarias— dijo rápidamente.

 

—Okay, todo esto es una locura, no tiene sentido, no hay ningún hechizo capaz de hacer eso, es imposible sin un gira tiempo, y aun si tuviéramos uno, esto sería inaudito; los gira tiempos solo van al pasado un día, no más que eso, no pueden ir al futuro por más que lo intentes, tiene que haber otra cosa— esta fue la primera vez que lo vio morderse las uñas.

 

—También lo pensé, pero no se me ocurre nada, no hay hechizos para viajar en el tiempo que sean seguros y ni siquiera sabemos cuáles son, dudo que los hayamos lanzado por accidente y no nos diéramos cuenta o que salieran sorprendentemente bien— ambos guardaron silencio unos minutos.

 

Observaron el cielo, las nubes cambiantes en el cielo que poco a poco se hacía gris, llovería en unas horas; miro el castillo intensamente, Draco siguió su mirada, donde se suponía que debería estar la torre de Gryffindor, pero no había nada, el área estaba completamente destrozada y en sus cimientos, supone que el área de las otras casa estará de una forma similar, excepto Slytherin, que probablemente estaba inundado.

 

—¿Has visto todo?— pregunto suave.

 

—Aún no, hay lugares donde ni siquiera se puede llegar porque no hay caminos, las escaleras donde estábamos era uno de los pocos lugares que aún están en plena forma— dijo mientras arrugaba sus mangas en un movimiento nervioso.

 

—Probablemente encontremos una forma de pasar— se giró para mirarlo.

 

—¿Quieres jugar al explorador, Potter?— dijo con una sonrisa, una de verdad.

 

—Solo si no tienes miedo de caer, Malfoy— se miraron a los ojos y corrieron devuelta al castillo.

 


 

Siguieron a los adolescentes por el patio y devuelta al castillo, era como si olvidaran que se atacaron el uno al otro hace menos de una hora y nunca hubiera pasado; recorrieron los pasillos de la planta baja, no había nada en ellas, ni un mueble o cortinas o alfombras, nada, como si lo construyeran todo solo como una decoración de las montañas para el ojo de los turistas.

 

Llegaron hasta unas escaleras que llevaban a lo que los chicos llamaron las mazmorras, estaba oscuro y no podían ver más allá de unos metros en el pasillo, con un movimiento de sus varitas las antorchas que estaban en las paredes se encendieron, el lado de Harry era dorado y de Malfoy era verde; pasaron un par de pasillos antes de llegar a unos grandes barriles, había uno casi tan grande como la pared.

 

Una parte estaba podrida y se rompía sobre sí misma, cuando lo atravesaron vieron una especie de salón, pero estaba completamente inundado, un movimiento de sus varitas y era como si el agua estuviera siendo succionada por los tragaluces en las paredes, el agua se quedó ahí, casi formando una pared líquida.

 

—Me sorprende que no lo hayas hecho antes— dijo Harry.

 

—Lo hice, pero el hechizo no duro tanto como pensé, creo que solo lo hizo por unas cinco horas— aclaro el platinado.

 

Hechizo, Harry dijo que sus tíos odiaban la magia, era como si estuvieran en una película de magos; estos chicos llamaban a sus peculiaridades magia, tenían varitas y lanzaban hechizos ¿Qué está pasando?

 

—¿Dónde estamos?— preguntó Hizashi.

 

—En la sala común de Slytherin, mi casa; espero que el hechizo dure más esta vez— volvieron a salir.

 

—¿Tu casa?— se acercó al niño.

 

—¿No les dijiste nada y aun así los trajiste?— miró a Harry.

 

—Trate de que se quedarán en el auto, no es mi culpa— levanto las manos en defensa— no les he dicho nada todavía, de hecho, no tenía planeado quedarme, pero no he podido volver.

 

—¿No puedes? Estoy seguro de que alguno de tus amiguitos de Gryffindor estaría dispuesto a traerte de vuelta— intento alejar un mechón de su rostro, pero frunció el ceño cuando no pudo pasar los dedos por la enredadera.

 

—No es eso, de verdad no puedo, no funciona la aparición— suspiro.

 

—¿Qué quieres decir con que no funciona? De seguro lo estás haciendo mal.

 

—Ya lo he intentado varias veces ¿Por qué no intentas hacerlo tú mismo y vemos como te va?— se cruzó de brazos y se detuvo al pie de las escaleras.

 

—¿Me desafías, Potter?— el otro solo sonrió— bien, que así sea.

 

Tomo su varita y la sostuvo frente a su rostro, esperaron un momento, pero nada paso, susurro algo y volvió a intentarlo.

 

—Tienes que estar bromeando— miro expectante al otro.

 

—Me temo que no— ambos suspiraron.

 

Volvieron a seguirlos por los pasillos, llegaron hasta las escaleras donde estaban antes, en ese momento estaban más concentrados en la pelea de los más jóvenes que no notaron como más de la mitad ellas estaban colapsadas.

 

—Es extraño no ver las pinturas.

 

—Y que lo digas, el primer día vine aquí para hablar con ellos, pero estaba vacío.

 

¿Hablar con ellos?

 

Subieron un par de escaleras antes de llegar a uno roto, pero cuando iba a decir algo, ambos chicos volvieron a levantar sus varitas y escucharon un estruendo de la parte de debajo de la torre; en cuestión de segundos, grandes rocas se levantaron y flotaron para formar un camino frente a ellos.

 

Siguieron cuidadosamente hasta llegar al piso siguiente.

 

—La señora gorda debería estar aquí— dijo mientras pasaban sus manos por el marco de la puerta gastada— pero solo está esto.

 

—¿Señora gorda?— preguntó Shota.

 

—Es la que cuidaba la entrada a la torre de Gryffindor, mi casa— intento abrir la puerta.

 

Ahí está de nuevo, casa, ¿ellos vivían aquí antes? ¿Por qué estaba dividida por casas?; cuando empujar no funciono, Harry se alejó y tomo impulso para azotar la puerta, las bisagras rechinaron y se salieron, con otro empujón cayó inútilmente al suelo.

 

La habitación que estaba del otro lado estaba llena de escombros, la luz del sol brillaba dentro, ya que al parecer el techo se había derrumbado.

 

 

Harry susspiró y continuó por las escaleras, se detuvo en dos puertas más antes de llegar a un piso en concreto, caminó por los pasillos y atravesó un par de puertas y paredes.

 

Llegaron a otras escaleras, subieron hasta lo que parecía lo más alto de una de las torres, la vista era... Hermosa.

 

—Al menos algo sigue como siempre— dijo Draco.

 

— ¿Siempre estuvo así?

 

—Sí, nunca se molestaron en reparar esta zona.

 

—Aquí es donde Hedwing venía a dormir— ambos lo miraron.

 

—Pero dijiste que era en tu escuela— dijo Hizashi.

 

Ambos chicos se miraron a los ojos un momento y se voltearon hacia ellos.

 

—Bienvenidos al colegio Hogwarts de Magia y Hechicería— dijeron al mismo tiempo— aunque suele ser más impresionante cuando no está en ruinas— termino Harry.

 

—Finalmente sabemos lo que ven los muggles cuando ven el castillo— dijo Draco justo antes de que un rayo cayera a la distancia y las primeras gotas de lluvia se hicieran presentes.

 

Los cuatro miraron la lluvia caer por un momento antes de que Shota hablara.

 

—Será mejor que nos vayamos antes de que llueva más fuerte— los otros asintieron.

 

Estaban por bajar las escaleras cuando Hizashi noto de Draco no los estaba siguiendo.

 

— ¿Qué esperas? Vamos— dijo el rubio, vio al chico fruncir el ceño.

 

—Si creías que ellos te dejarían aquí, en un castillo abandonado, a punto de caer sobre sí mismo en cualquier momento, pues estás muy equivocado, vamos— dijo Harry mientras se acercaba y lo tomaba del brazo.

 

Parecía querer negarse, pero rápidamente se rindió, fueron por los pasillos y escaleras hasta llegar a la entrada principal; la lluvia se había hecho más intensa y cuando estaba por maldecir por no traer paraguas, vio a los chicos mover sus varitas suavemente hacia arriba.

 

No entendieron que fue lo que hicieron hasta que salieron en la lluvia, las gotas de lluvia formaron la figura de un paraguas invisible, Harry les hizo señas para que los acompañaran.

 

Vieron las miradas melancólicas que lanzaban los niños al castillo antes de que desapareciera entre los árboles.

 

 

 

 

 

 

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