
Chapter 12
El viaje de regreso a la ciudad fue silencioso en su mayor parte.
No paso mucho tiempo de que salieron en la carretera y vieron como Draco se quedó lentamente dormido, Harry se aseguró de que su cinturón estaba bien ajustado para que no se moviera mucho y se despertara.
El chico se veía mal, era obvio que no había dormido en días o al menos no en un lugar lo suficientemente cómodo como para descansar adecuadamente; se sacó la gabardina, pero aún cubría el brazo donde tenía el tatuaje, lo llamaron marca oscura, no entendieron como era posible que se moviera de la forma en que lo hizo, a menos que fuera por una peculiaridad… o magia.
Estaba pálido, más de lo que puede considerarse saludable, pero parecía que se alimentaba bien, era delgado, pero estaba en forma.
O eso pensaron.
Vieron a Harry hacer un movimiento lento con su varita y era como si una ilusión de cuento de hadas se desvaneciera ante sus ojos; las ojeras apenas visibles se convirtieron en círculos oscuros, su cabello se volvió un poco más largo y desordenado, sus labios estaban rotos y secos, marcas de mordidas a su alrededor, su piel ya no solo era pálida, era como si se estuviera volviendo gris , sus mejillas perdieron algo de volumen y la camisa que traía de pronto parecía demasiado grande para él.
—Sabía que algo andaba mal— escuchando a Harry susurrar.
—¿Qué quieres decir?— pregunto Hizashi.
—Estaba siendo muy dócil, era demasiado fácil hablar con él— los vio ladear la cabeza— si no eres de su grupo de amigos, nunca es fácil hablar, además, no esperaba que reaccionara así.
—Harry— dijo Shota, el chico lo miro— necesitamos que nos hables, hemos hecho lo que pudimos con lo poco que nos das, pero esto, él— hizo señas al niño dormido— no sabemos qué hacer a partir de ahora, no entiendo que es lo que está pasando, necesitamos que nos expliques que es todo esto, que pasó.
—Lo intentaré, pero no ahora, necesito hablar con Malfoy sobre algunas cosas antes— bajo la cabeza y miro sus manos.
—Por supuesto, no te preocupes, les daremos a ambos un tiempo para que se acomoden y aclaren las cosas— dijo Hizashi y el chico sonriendo.
No les había agradado el actuar del platinado en un principio, pero luego de que ambos discutieran, su personalidad cambio radicalmente, como si diera un giro de 180°.
Verlo tan… Demacrado de un momento a otro fue impactante, era como volver a ver a Harry en aquel callejón, pero también eran como las dos caras de una moneda; Mientras que uno aún tenía algo por lo que luchar, motivaciones para seguir adelante, el otro había perdido todo y no le quedaba nada.
Fue deprimente y les dolió el corazón.
Ambos estaban en el balcón, uno en cada lado, la luz estaba apagada así como la de la habitación, el sol se había puesto hace poco más dos horas por lo que la única luz que iluminaba el lugar era de la luna.
Al ser una ciudad rural, apenas había gente en las calles, el hotel estaba cerca de la costa, podía sentir el viento que traía consigo el aroma del mar y todo se sentía tan tranquilo, en una forma extraña.
Miro a Malfoy(¿Debería seguir llamándolo así? Ya lo llamo por su nombre, pero él aún no lo llamó por el suyo) por el rabillo del ojo, tenía pantalones holgados y una polera suelta, era raro no verlo bien vestido.
Tampoco creyó que algún día lo vería devorar la comida, se negó a comer la comida muggle al principio, pero luego de probar un bocado, inmediatamente hundió sus cubiertos en el plato y no cree que alguna vez haya visto a alguien meterse tanta comida a la boca de una sola mordida (excepto por Ron y los gemelos, claro) y no pudo evitar reír.
Aún se veía mal, pero no tanto como antes, luego de comer y dormir la mayor parte de la tarde (en la cama de Harry, cabe destacar) se veía mucho mejor, aún estaba pálido, pero el tono gris de su piel desapareció, sus ojos ya no estaban rojos y su cabello estaba libre de enredos (con ayuda del acondicionador, magia e Hizashi).
El otro noto su mirada y se giró para verlo.
—¿Qué?— dijo, no irritado, ni exasperado o molesto, solo… Preguntando.
—Nada, yo…— pensó un momento, la verdad no sabía que decir o preguntar, quería saber lo que paso mientras no estaba, pero no sabía por dónde empezar.
Había tantas preguntas en su mente y no era capaz de pensar en la primera, hasta que vio como el cuerpo de Malfoy se contrajo, fue solo un pequeño espasmo y acerco su brazo a su cuerpo; lo vio hacerlo alrededor de todo el día, incluso dormido.
—¿Lo querías?— pregunto suave, Malfoy frunció un poco el ceño.
—Qué co…—otro espasmo, miro su brazo— ¿La marca?— el otro avanzando— yo… No, no lo quería.
—Entonces… ¿Por qué?— jugueteo con sus uñas, podía sentir como se astillaban.
—No es como si tuviera otra opción— volteo el antebrazo para que ambos la vieran.
—¿Duele?— se golpeo la frente internamente, era obvio que sí.
—Ahora solo un poco— araño la piel sobre la marca, sus uñas dibujaron líneas rojas— dolió más cuando la hizo.
—¿Qué tanto?— bien, ahora quiere azotar su cabeza contra la pared.
—Mucho— dijo mientras volvía a arañarlo— se supone que no debe doler más de lo que lo hace un tatuaje normal, pero eso es cuando te lo hacen una voluntad—explícita.
—Y si no lo es, duele más— termino Harry, Malfoy asintio— ¿Por qué tú? Dijiste que tu padre te lo dijo.
—Eso dije, pero fue más…— pensó un poco— el señor oscuro necesitaba que alguien hiciera algo, aún no estoy seguro de que, mi padre le dijo que yo podría hacerlo, pero necesitaban saber que realmente lo haría— esta vez paso las yemas de sus dedos, suavemente.
—Necesitaban que tengas la marca.
—Sí— se cruzó de brazos y los apretó contra su cuerpo.
—Le dijiste a tu padre que no querías hacerlo?— el otro lo miro incrédulo.
—No podía hacer eso, si lo hacía, iba a enojarse y no tengo idea de lo que el señor oscuro hubiera hecho— dijo rápidamente.
Una de las frases que dijo cuando estaban discutiendo volvió a su mente.
—¿Te hizo daño alguna vez?— Malfoy parecía confundido—tu padre.
—No— la respuesta tardo en salir, la duda se derramaba de su voz— nunca me lastimaría, normalmente solo me mira con decepción y deja de hablarme o me ignoraría directamente, a veces un golpe en la mano con su bastón cuando toco algo que no debo, pero casi no duele, es más como un empujón duro.
—Antes dijiste que tenías miedo— apretó sus brazos con más fuerza— ¿te último alguna vez? ¿Intento hacerlo?
El silencio lleno ambiente, solo el silbido del viento y los pequeños insectos nocturnos podían oírse, el rostro de Malfoy estaba en blanco, pero sus ojos mostraban todo lo que sentía y la tormenta que se estaba formando en su mente.
—Solo una vez— susurro tan suave que casi se lo pierde— bueno, quizás más de una vez, pero fueron accidentes, él nunca me lastimaría apropósito.
—¿Qué hizo?— intento relajado mantenerse.
El silencio se volvió a caer, Harry espero pacientemente hasta que decida hablar, lo vio dejar caer su peso a un lado para recostarse en la baranda.
—Crucio— dijo finalmente.
Harry sintió que sus entrañas se revolvían con horror, intento no hacer una mueca, pero al parecer no funciona, ya que el otro solo se acurrucó más sobre sí mismo y oculto su rostro entre sus rodillas; Malfoy había sido un idiota, uno muy grande, pero nunca lastimo básicamente a alguien, al menos no intencionalmente.
Era verdad que hizo cosas estúpidas y que están entre la fina línea de la moralidad, pero escucharlo decir que su padre había usado la maldición en él más de una vez fue como sentir un balde de agua fría caer sobre su cabeza; Nunca le gusto Lucius, pero nunca lo creyó capaz de hacerle eso a su propio hijo.
Si tiene que ser sincero consigo mismo, la verdad, sí lo veía como a un rival, jamás como a un enemigo, se dio cuenta de que no era que el otro no fuera consciente de las consecuencias de sus acciones, sino que era hiperconsciente de ellas; se preguntó cuantas de sus acciones eran realmente suyas y cuantas provocadas por el miedo.
Puede despreciar a los otros por no ser sangre pura, se guiaba por: “sino estás conmigo, estás contra mí”, se burlaba de los demás y era arrogante, pero… Lo criaron así , le enseñaron que eso estaba bien , le inculcaron esos. . . . . pensamientos desde que era un niño…
...aún lo es.
Ambos lo son.
—Draco— dijo lo más tranquilo que pudo— Draco, mírame.
Lo vio estremecerse, levanto la cabeza solo lo suficiente como para poder verlo, pero se presionó más contra la baranda.
—¿Por qué dices que fue un accidente?— se miraron a los ojos.
—Dijo que fue un accidente— dijo suavemente.
—¿Todas las veces?— pudo ver como sus ojos brillaban.
—Él nunca lo haría apropósito— susurro mientras las lágrimas se acumulaban en la esquina de sus ojos.
—Draco— se acercó un poco, pero se detuvo cuando lo vio intentó hacerse más pequeño en su rincón.
—¿Qué?— su voz salió áspera.
—Ambos lo sabemos, sabemos demasiado bien que cualquiera puede lanzar crucio, pero utilizarlo es algo que solo puede hacerse cuando verdaderamente quieres—vio las lágrimas empezar a caer antes de que volviera a ocultar su rostro.
—Tuvo que ser un accidente— sollozo.
Su cuerpo tembló mientras más sollozos seguían al primero, lo escucho ahogarse en sus lágrimas, sus manos subieron hasta su cabello y tiro de él; se acercó lentamente y poso sus manos sobre las del otro, un grito ahogado salió de sus labios mientras hundía más la cabeza entre sus rodillas intentando alejarse del toque.
—No voy a lastimarte— susurro.
Apoye suavemente una mano en su espalda, sintió su estremecimiento, pero no se alejó; Puso la otra mano en su rodilla y lentamente lo atrajo hacia él.
Se arrodilló, presiono a Draco contra su cuerpo y lo abrazo con cuidado, dibujando pequeños círculos en su espalda mientras más sollozos se escuchaban; lo sintió voltearse antes de envolver sus brazos alrededor de su cintura, haciendo que volver a caer al suelo, presionó su rostro contra su estómago y sintió su agarre tan fuerte sobre sus ropas que pensaba que los romperia.
—Va a estar bien— se quedó quieto unos segundos, Harry temió haber dicho algo mal.
Miro incómodo a lo lejos hasta que Draco volvió a sollozar y empezó a llorar libremente, sintió las lágrimas mojar su ropa; a pesar de estar amortiguado, se preocupó de que alguien más escuchara y puso un hechizo alrededor de ellos para bloquear el ruido.
Lo sostuvo todo el tiempo, acariciar su pelo solo lo hizo llorar más fuerte; No sabía que sentir en este momento, ver de esta forma, tan vulnerable, se sintió mal, como algo que no se supone que debería presenciar, entonces no lo miro, llevo la vista al horizonte, pero jamás lo soltó.
Podía escuchar murmullos entrecortados por el llanto y no comprendía su significado hasta que una frase salió con más claridad que las otras y solo lo hizo abrazarlo más fuerte.
Quiero a mi mamá.