Chapter 7
Harry estaba sentado en su habitación a oscuras, en el borde de la cama, mirando con los ojos bien abiertos la pantalla del teléfono en sus manos.
Cuando terminaron de cenar, Hizashi había puesto una pequeña caja envuelta frente a él, lo miro por unos segundos antes de tomarla y sacar el papel que estaba pegado, casi lo deja caer cuando ve la imagen de un teléfono en el dorso de la caja.
Los héroes habían insistido en que se lo quedara a pesar de sus protestas; dijeron que era para que pueda llamarlos si los necesita en algún momento y ellos no están cerca.
Solo había estado abriendo algunas aplicaciones para ver de que se trataban, pero ahora en su habitación, estaba investigando el dispositivo con más atención; la hora y fecha eran casi del mismo color que el fondo de pantalla, por lo que no se había dado cuenta hasta ahora que la fecha estaba mal.
“4 de julio de 2XXX”
Eso…
Eso no es posible.
Había estado viendo la fecha por casi 20 minutos, esperando que su vista lo estuviera engañando o que el teléfono lo reajustara a la fecha correcta, pero lo uno que cambio fue la hora.
Él… Él no había tenido un gira tiempo consigo cuando hizo la aparición, y estaba seguro de que dijo el hechizo correctamente para que solo cambiara su ubicación, pero aquí estaba, en el futuro.
Y no tenia idea de que hacer a partir de ahora.
Hizashi estaba leyendo cuando escucho que la puerta de Harry se abría, Shota fue a hacer su patrulla hace una hora, por lo que solo estaban ellos dos.
Se levanto de la cama y fue hasta la puerta, la abrió para ver al chico caminando de puntas por el pasillo (debió pensar que estaba durmiendo), casi cierra la puerta pensando que estaba yendo al baño o por agua, pero cuando se giró para ir a la sala pudo ver su rostro.
Su piel estaba pálida, sus ojos vidriosos, y tenía una expresión que no pudo describir, era como si estuviera a punto de llorar en cualquier momento o preparado para quemar toda la ciudad.
Lo siguió y lo vio encender la estufa, miro al fuego unos segundos antes de hablar.
—¿Sirius?— el fuego se movió un poco— ¿me oyes?
Harry empezó a respirar cada vez más rápido, acerco su rostro al fuego e Hizashi temía pudiera quemarse.
—No es gracioso, di que me escuchas— el fuego volvió a tambaleante y aumento su tamaño por un momento antes de volver a la normalidad— no, no, no…
Hizashi estaba confundido, no sabía lo que estaba haciendo el chico, pero se estaba poniendo nervioso.
¿Era esta otra peculiaridad?
—Har…— escucho una voz saliendo del fuego— no pue…te.
—¡Sirius!— el chico salto de alegría— escucha, no sé cómo, pero…
—¡HARRY!...fu…do!… ¿Cómo…-el fuego se salió de control, estaba subiendo y bajando, se volvía más brillante por segundos y pudo jurar ver una cara.
—¿Sirius? ¿Qué está pasando?— lo miro con las manos tembladas; Hizashi casi va a alejarlo por miedo a que el fuego lo alcance.
—Los…fagos…ata… ¡no te…yendo!— el rostro se volvió más claro por unos segundos, parecía asustado.
—¿Qué paso? ¿Estás bien?— ahora Harry era el que se estaba asustando.
—Te…guro…bien…todos…estar bien!— el fuego volvió a la normalidad finalmente, Harry estaba extremadamente quieto.
Espero un momento antes de dirigirse hasta el chico y fingir que acababa de llegar, no estaba seguro de como reaccionaria si supiera que lo estuvo espiando, obviamente no estaba en el estado mental apropiado para una confrontación.
—¿Harry?— apago la estufa rápidamente y puso una cara confundida— ¿Qué haces despierto? Mañana tienes clases, ¿todo bien?
—Sí, solo me dio sed— no miro al hombre— ¿te desperté?
—No, descuida, también tengo sed— se acercó, tomo un par de vasos y les sirvió un poco de agua.
Ambos bebieron en silencio, el chico nunca levantó la vista del suelo; cuando terminaron, lo dejo ir a su habitación tranquilo, debe hablar de esto con Shota.
El hombre no apartó los ojos de Harry durante las clases, Hizashi le dijo sobre lo que sucedió anoche y fácilmente pudo adivinar que el chico no durmió, las ojeras lo delataban y sus ojos se cerraban cada pocos minutos.
Supuso que algo le había pasado al hombre y Harry estaba preocupado, pudo ver que los demás también lo estaban; Midoriya se giraba y lo observaba cada vez que tenía la oportunidad.
Cuando sonó la campana del final de la clase, antes de salir del salón vio como Harry oculto su rostro en sus brazos; su siguiente clase era con Nemuri, esperaba que la mujer cuidara del chico.
Anoche había salido un poco más temprano para poder reunirse con Tsukauchi, le dio algunas copias de los dibujos del bosque y el castillo, también el nombre del padre de Harry y su padrino, creyó que encontrarlo sería rápido ahora que tenían el apellido, pero hasta el momento no había recibido ni una llamada o mensaje del detective.
No podía dejar de pensar en la expresión que tenía Sirius cuando lo vio bien, algo malo paso en Grimmauld Place, aún no sabía lo que fue, pero algo andaba mal; pudo notar que Sirius estaba tratando de decir que todo estaría bien, realmente esperaba que así fuera.
Sintió un toque en su hombro, miro hacia arriba y vio a Izuku junto a Uraraka y Kirishima; no dijeron nada, pero le ofrecieron una sonrisa de consuelo, el rojizo levantó los pulgares con duda en su rostro, Harry espero un segundo antes de asentir lentamente y volver a ocultar su rostro.
Los tres se miraron antes de ver al resto de la clase y encogerse de hombros, volvieron a sus asientos antes de que llegara Nemuri, los escucho hablar suavemente.
No presto atención a las clases que siguieron ese día, en el almuerzo ni siquiera fue ala cafetería, se dirigió a la sala de profesores y se acostó en el sofá; Hizashi había traído su almuerzo de la cafetería eh intento que comiera algo, en el desayuno solo había tomado una tasa de té y nada más.
Solo comió un pedazo de carne antes de ir corriendo hasta el basurero cerca de la puerta; término tomando solo un baso de agua para luego volver a caer sobre los cojines y cerrar los ojos.
El sonido de los pasos saliendo del salón fue lo que lo despertó, los que quedaban dentro del lugar intentaron convencerlo de que se quedara y descansara, pero les dijo que estaría bien y volvió al salón.
Shota estaba supervisando a su clase mientras entrenaban, estaban haciendo sparring, Harry estaba en una esquina del gimnasio mirando al centro con la vista desenfocada y retorciendo sus dedos en la tela de su uniforme de gimnasia.
Sintió su teléfono vibrar y cuando miro la pantalla vio los mensajes de Tsukauchi, frunció el ceño y apretó los puños; había algo mal con esto, no pudo entender como era posible.
Tsukauchi: La embajada dice que no hay nadie con esos nombres.
Tsukauchi: Buscaron en toda la base de datos, pero no pudieron encontrar registros de personas con el apellido Potter, dicen que continuaran buscando.
Tsukauchi: ¿Estás seguro de que escuchaste bien?
Apretó la mandíbula y escribió una respuesta rápida.
Aizawa: Estoy seguro de que escuche Potter, debe haber algún registro, es imposible que no haya ningún tipo de información, ¿tienes tiempo luego?
Tsukauchi: ¿Vamos por un café? Nos vemos donde siempre a las 17:30.
—
La última campana sonó a las 16:40, espero a que Harry se cambiara y se dirigió a la sala de profesores con el chico a su izquierda por sus cosas, cuando Hizashi llego le dijo que se fueran ellos dos a casa, el rubio no hizo preguntas y se llevó al chico.
Se tomó un momento para organizar sus pensamientos antes de dirigirse al café donde se reuniría con el detective; repetía una y otra vez las palabras del hombre en su cabeza, definitivamente no se había equivocado en el nombre.
Respiro hondo y empezó a caminar hasta el lugar, una cafetería poco concurrida cerca de la estación de tren, estaba algo escondida, pero eso es lo que lo hacía agradable.
Al entrar salido al dueño, pidió lo de siempre: un café con crema y caramelo (solo el dueño y su esposo sabían de su preferencia por café ridículamente dulce, y quería que se quedara de esa manera), fue hasta la esquina que frecuentaban cada vez que estaba disponible y espero.
Acababa de recibir su orden cuando llego Tsukauchi, lo saludo con un asentimiento y espero a que pidiera algo y fuera hasta la mesa.
Cuando el detective se sentó, puso una carpeta frente al héroe, tenía documentos con los sellos de la embajada británica y un par de fotos.
“James Potter —Surrey, Inglaterra:
No se han encontrado coincidencias referentes a la combinación nombré y apellido dentro de la ubicación establecida.
James —Surrey, Inglaterra:
Se han encontrado 37 coinsidencidencias referentes al nombre en la ubicación establecida.”
Las siguientes cinco hojas estaban llenas de fotos con información básica de los que se encontraban allí; se tomó un momento para analizar las fotos, pero ninguno se parecía al chico.
“Harry Potter – Surrey, Inglaterra:
No se han encontrado coincidencias referentes a la combinación nombré y apellido dentro de la ubicación establecida.
Harry Potter —Inglaterra:
No se han encontrado coincidencias referentes a la combinación nombré y apellido dentro de la base de datos.”
Había pensado que fue extraño el que no hubieran encontrado nada del padre, que tal vez el hombre no había nacido en esa ciudad o que no había registrado su residencia; también pensó que la razón por la que no encontraban a Harry era porque quizás era adoptado, pero eso seguía sin tener sentido, estaría en los registros.
La información decía que no había nada en la base de datos, si lo hubieran adoptado, le habrían cambiado el apellido por el de ellos, a menos que el niño prefiriera conservar el apellido biológico, pero eso seguía sin explicar por qué no había nada.
“Sirius Potter —Surrey, Inglaterra:
No se han encontrado coincidencias referentes a la combinación nombré y apellido dentro de la ubicación establecida.
Sirius Potter - Inglaterra:
No se han encontrado coincidencias referentes a la combinación nombré y apellido dentro de la base de datos.
Sirius - Inglaterra:
Se han encontrado 2 coinsidencidencias referentes al nombre en la base de datos.”
Las únicas dos fotos pertenecían a un hombre de 65 años y a otro de 21 años, ninguno de ellos con algún parecido remoto al hombre que vio en el fuego.
Suspiro y le devolvió la carpeta al detective.
—Tomaré eso como un no— dijo luego de agradecer al camarero y tomar un sorbo de su taza.
—No tiene sentido, sé lo que escuche— bebió su café haciendo una mueca cuando el líquido caliente le quemo la parte posterior de la garganta.
—Encontraremos a los padres del chico, no tienes que preocuparte.
—Sé que lo aremos en algún punto, pero Harry volvió a hablar con Sirius anoche y al parecer las cosas no están nada bien— se pasó una mano por el cabello.
—Aún no entiendo como funciona la cosa del fuego, ¿qué paso?— se juntó las manos sobre la mesa, mirando expectante.
—Zashi dijo que escucho a Harry salir de su habitación pasada la media noche, dijo que no se veía bien, así que lo siguió y vio como hablaban, bueno, como intentaban hablar— bebió otro trago— el fuego se movía frenéticamente y la voz era entrecortada y distorsionada, dijo que parecía asustado.
—¿Crees que…
—Es probable, tal vez es la razón por la que no encontramos información de ellos.
—Si estos… Mortifagos encontraron a su familia, eso quiere decir que aunque los encontremos, Harry no podrá volver— ambos guardaron silencio, los perseguidores del chico eran peligrosos, eso estaba claro.
Las palabras de Harry volvieron a su mente.
No puedes ayudarme.
Creyó que el chico estaba intentando zafarse de ellos, pero mientras más buscaban, menos sentido tenía todo; no sabía quiénes eran estos villanos o como trabajaban y eso le ponía los pelos de punta, temía que no pudiera alejar a Harry de ellos.
—¿Buscaste los dibujos?— pregunto finalmente.
—Aún no tuve tiempo, pero se lo delegué a alguien más— el héroe asintió cansado.
—Está bien, también buscaré como pueda, no creo que sea tan difícil de encontrar, dijo que él y sus amigos iban cada año, debe ser un lugar turístico lo suficientemente famoso.
Ambos continuaron hablando hasta que se terminó el café y se despidieron poco después.
Hizashi vio al chico desplazarse por las noticias en su teléfono, nunca se detenía mucho en una.
—¿Seguro que estás bien?— pregunto suavemente.
—Sí— si el apartamento no hubiera estado en silencio, no estaría seguro de que lo hubiera escuchado.
—Puedes hablar de lo que sea, no importa el que— acercó su mano al brazo del chico y espero una confirmación para tocarlo, Harry asintió.
—No es nada, de verdad— dejo el teléfono sobre la mesa y miro de reojo al héroe.
—Definitivamente es algo si te está molestando— lo vio juguetear con sus manos.
—En serio, no es nada, yo solo…— se detuvo en la cicatriz en su mano, no debo decir mentiras y guardo silencio antes de bajar la cabeza.
—¿Harry?— pregunto mientras observaba como el chico se apagaba, la maldita marca-¿crees que puedas hablarme eso?-recibió una negativa— está bien.
Se quedó con el chico hasta que llego la hora de la cena y tuvo que preparar algo, no lo obligo a comer, solo lo vio beber agua; miro la estufa con el ceño fruncido una vez que Harry fue a tomar una ducha, no comprendía como funcionaba esa… llamarada telefónica, pero no pudo evitar acercarse y encenderla.
—¿Hola?— no paso nada— ¿alguien me escucha?— aún nada— no sé cómo hacer esto, pero si alguien puede oírme, quien sea, por favor, diga algo— miro el fuego por un largo momento antes de suspirar y volver a apagarlo.
Lavo los platos y le deseo las buenas noches al chico, solo asintió y se despidió en voz baja antes de entrar a la habitación; la expresión en su rostro le dijo que no volvería a dormir.
Habían cuatro figuras dentro de la habitación, tres de ellas estaban vestidos completamente de negro, dos ellos sostenían al cuarto que llevaba una camisa y pantalones de vestir, estaba descalzo.
Los dos tenían sonrisas en sus rostros mientras el tercero levantaba la cabeza con superioridad, el cuarto no dejaba de retorcerse; el tercero saco una varita y apunto al cuarto, se acercó y apoyo la punta sobre la piel desnuda de uno de sus brazos, sonrió mientras lanzaba un hechizo.
Un grito desgarrador salió de los labios de la cuarta persona, resonó por toda la habitación y a través de las puertas.
Cayó al suelo temblando, el tercero dijo algo y acarició su cabello, lo que le causo un estremecimiento; las tres figuras salieron de la habitación, el cuarto espero un poco antes de salir corriendo por la puerta y los pasillos, ignorando una voz femenina que lo llamaba.
Corrió lo más rápido que puedo hasta llegar a otra habitación al otro lado del recinto y encerrarse por el resto de la noche.
No abrió la puerta ante la voz de la mujer, no importo cuan amable sonará, solo quería alejarse de todo.