
Chapter 11
Capitulo 11
Había pasado una semana desde que su Sensei les había dado la noticia de los exámenes Chunnin, cada uno de los equipo que fueron seleccionados para participar para el exámenes se encontraba entrenando a mas no poder. La mayoría son miembros de clanes importantes que preferían entrenar dentro de su clan las técnicas secretas de su clan, mientras que otros como Jin o Minato tenían que arreglárselas como pudiera ya que Jin al ser el único miembro de su clan en la aldea no tenía nadie quien le enseñara mientras que Minato no era miembro de un Clan, sino que se podía decir que su familia era comerciantes civiles que llegaron a la aldea una dos generaciones atrás por lo que tampoco tenía un Clan que lo entrenara, pero a diferencia de Jin, su Sensei Jiraiya le ofreció entrenarlo personalmente ya que tanto Hiashi como Fugaku entraban en sus clanes en lugar de los tres juntos como siempre lo hacía porque Minato acepto y debido a esto se fue a un corto viaje con su maestro fuera de la aldea y que regresaría unos días antes de macharse a Iwagakure.
Como siempre Jin se encontraba en el campo de entrenamiento sola esta vez sabía que Minato no vendría en varias semanas, pero aun así se había propuesto entrenar a más no poder, ya que sabía que el rubio había estado creando algunas técnicas secretas ya que él se lo había dicho, pero todavía no sabía qué clase de técnicas solo que se iba a sorprender al verlas cuando lograra hacerlas y que si ella quería se las enseñaría.
Jin miraba algo insegura la pequeña rana que tenía dentro de una jaula, no sabía si utilizar la técnica o no, nunca le había gustado utilizarla si no fuera necesario. Pero por desgracia tenía que practicar, si quería hacerla a la perfección como antes, a tal punto que no necesitaba sus manos para hacerlo. Después de su batalla contra Yemon, aparte de despertar un poco más su lado demoniaco y poder utilizar el fuego así como un poco las sombras y la oscuridad, Jin descubrió que también había despertado su poder sobre el control del agua aunque no lo tenía al cien por ciento como antes, al menos podía hacer algunas cosas sin utilizar Chakra, como el control de sangre. Técnica en la que se inspiró luego de ver una serie animada en su otro universo, ya que había tenido curiosidad si en verdad se podía hacer luego de que absorbiera el poder de Hidroquinesis de uno de sus enemigos y que con el tiempo había evolucionado hasta el punto de poder usar el agua en sus tres estados sin ningún problema.
Y ahora que había despertado su poder, tenía que saber si podía hacerlo, si es así sería útil en el futuro aunque odia tener que practicar con animales inocentes, si todavía fuera con sus enemigos sería diferente.
-muy bien aquí voy, y para que conste rana, lo siento por esto.-murmuro Jin antes de concentrarse y comenzar a utilizar su técnica.
Al principio no sucedía nada, pero después de casi un minuto de concentración la Rana se comenzó a mover muy raro, sus movimientos no tenían sentido pero aun así parecía molestar a la rana ya que soltaba pequeño chillidos que Jin ignoraba ya que si les hacía caso perdería la concentración. Luego de varios intentos más Jin pudo lograr que la rana se parara en dos patas y diera pequeños pasos, lo cual la hizo sonreír orgulloso a pesar de que se sentía algo mal por lo que le había hecho al pequeño animal a pesar de que las ranas no eran de todo su agrado.
-solo tengo que practicar más, no solo con la rana sino también con un animal más grande y poder utilizarlo en una persona de preferencia a uno de mis enemigos, aunque un par de ancianos de la aldea están en mi mente. –dijo Jin luego de dejar a la rana descansar.
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Tres días después
-hola Jin.-saludo Sakumo a su alumna cuando se encontraron en la salida/entrada de la tienda de comestibles.
-oh, hola Sakumo-Sensei.-saludo Jin en sus brazos traía varias bolsas de comestibles.
-¿y cómo te ha ido tu entrenamiento individual?.-pregunto Sakumo curioso, sabía que Mikoto y Hana entrenaban con sus respectivos clanes, pero con Jin no estaba seguro, tal vez se encontraba entrenando con un Sensei diferente. Al principio se había reunido para entrenar todos juntos pero después de tres días, tanto Mikoto como Hana le había dicho que ya no podían juntarse más ya que sus padres le habian exigido el cien por ciento de su tiempo para entrenarlas por lo que Sakumo no tuvo otra opción que aceptar.
Desde entonces no había visto a ninguna de sus alumnas.
-bueno diría que me va bien, me las arreglo como puedo.-dijo Jin encogiéndose de hombros con indiferencia.
-me alegro, estoy seguro que el Sensei que te esté entrenando te enseñara buenas cosas.-dijo Sakumo feliz de que alguien le esté enseñando.
-¿Sensei? A que Sensei se refería, no tengo ninguno además de usted.-la pelirroja lo miro completamente confundida.
Ante esto el peliblanco abrió los ojos sorprendido y la miro incrédulo.-p-pero dijiste que te va bien en tu entrenamiento individual. Todos los que van a hacer el examen han conseguido un Sensei-
-“todos menos yo, al parecer”.-pensó Jin con amargura antes de suspirar con resignación ya debió de haberse acostumbrado.-entonces parece que soy la única sin ningún Sensei, nadie se ha ofrecido para entrenarme y sinceramente no se lo he pedido tampoco a nadie. Así que, me las arreglo sola.-
-entonces ya no lo harás.-dijo Sakumo serio.
-no entiendo Sensei.-
-ya no entrenaras sola porque yo te entrenare personalmente.-dijo Sakumo decidido, si nadie quería entrenarla entonces él se encargaría de hacerlo al fin de cuentas sus otras dos alumnas ya tenían quien se hiciera cargo de ellas por lo que sería muy injusto que la pelirroja fuera la única sin ningún Sensei personal a cargo de ella.
-……¡¿Eh?!.-Jin lo miro confundida por unos segundos hasta que comprendió lo que quería decir y lo miro con incredulidad sin poder creer lo que había dicho.
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Al día siguiente-
A la mañana siguiente Jin fue a la casa de su Sensei, aun si poder creer que él fuera entrenarla personalmente, ayer le había dicho que fuera al día siguiente a su casa para empezar con el entrenamiento. Por lo que después de dudar un poco en si venir o no, decidió que no tenía nada que perder.
Al tocar la puerta de la casa de su Sensei espero varios segundos hasta que se escucharon pasos corriendo hacia la puerta, no tuvo que esperar mucho cuando esta fue abierta. Jin miro algo confundida cuando no vio a nadie hasta que bajo su vista y vio que un niño de unos tres o cuatro años de cabello gris, piel blanca y ojos color ónix la miraban fijamente.
Por alguna extraña razón esa mirada se le hizo conocida, y la invadió un sentimiento extraño que no podía explicar, a pesar de nunca haber visto ese niño hasta ahora.
-eh, hola. Sakumo-Sensei me dijo que viniera.-dijo Jin algo incomoda por la presencia del niño.
-¿eres Jin-San?.-pregunto el niño serio a pesar de su corta edad. La pelirroja solo asintió.- otôsan está en la cocina me dijo que te abriera la puerta.-
-gracias.-dijo Jin aun algo incomoda mientras entraba a la casa.
El niño solo asintió antes de cerrar la puerta y comenzar a caminar hacia la cocina siendo seguido por la chica, aunque después se detuvo por unos segundos y la volteo a ver.-cierto, mi nombre es Hatake Haiden.-se presentó con una sonrisa.
De nuevo Jin sintió ese sentimiento extraño al ver la sonrisa del niño, sentía como si ya la hubiera visto muchas veces.
-Uzumaki Jin, aunque ya lo sabias.-
-si, otôsan habla mucho de su equipo cuando se lo pregunto.-dijo Haiden antes de comenzar a caminar de nuevo.
Al llegar a la cocina Jin pudo ver a su Sensei sin su chaleco Jōnin ni su banda ninja, y con un delantal puesto mientras cocina, a un lado en la mesa sentado en una silla alta se encontraba un bebe también de cabello gris y ojos oscuros. A Jin se le hizo extraño ver esta escena ya que nunca había visto a su Sensei cocinando con un delantal.
-¡oh, hola Jin!. Pasa siéntate ¿ya desayunaste?.-dijo Sakumo alegre cuando los vio entrar a la cocina.
-N-No.-contesto Jin mientras se sentaba.
-muy bien entonces primero desayunaremos y luego entrenaremos.-sentenció Sakumo.
El peliblanco no le dio ni oportunidad de contestar cuando le sirvió también un plato de huevos con salchichas y tocino.
-g-gracias.-agracio la pelirroja mirando su plato como si este tuviera un alimento de otro mundo en lugar de huevos. Nunca nadie antes la había invitado a desayunar, y mucho menos en su casa, ni siquiera la familia de Minato lo había hecho y eso que eran amigos desde hace años. Aunque si la habian saludado con amabilidad o habian hablado amigablemente con ella cuando iba con Minato a visitar el local de su familia.
-gracias otôsan.-dijo Haiden feliz de ver tocino extra en su plato.
-¡vamos que esperas! Come.-la animo Sakumo mientras se sentaba en la mesa con su propio plato con comida además de un pequeño plato con puré.-por cierto este es mi hijo menor Kakashi.- le presento al pequeño bebe de apenas un año.
Jin sin saber que decir solo miro al bebe que balbuceaba y asintió, antes de comenzar a comer su desayuno.
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Con el pasar de los días se había hecho un habito desayunar al menos tres veces a la semana en la casa de su Sensei con el y sus hijos antes de empezar su entrenamiento en el patio de su casa, aunque también la invitaban a cenar con ellos, mientras que otros tres días entrenaban en el campo de entrenamiento, y el día que faltaba de la semana Jin lo aprovechaba para practicar mas sus habilidades personales.
Sin querer durante todo este tiempo Jin había estado conviviendo más con la familia Hatake pero sobre todo con Haiden Hatake quien al parecer se estaba volviendo algo apegado a ella, y para su desgracia estaba igual. No sabia porque pero algo en ese niño en verdad que le hacía sentir sentimientos extraños, y no de mal forma sino mas como el hecho de que lo comenzaba a ver como un hermanito, y algo en ese pensamiento se le hacía correcto.
Pero a pesar de eso, Jin sabía que no debía apegarse a el, después de todo solo era el hijo de su Sensei o mejor dicho su sobrino ya que Haiden le dijo que sus padres había muerto cuando tenía un año y que sus tíos lo había adoptado, aunque su tía había fallecido a dar a luz a su hijo.
Algo en ese hecho le hacía recodar a su viejo amigo ya que su situación era casi igual con la de Haiden solo con excepción que Sakumo-Sensei si amaba y se preocupaba profundamente por su sobrino, muy al contrario de los tios de su viejo amigo que preferían verlo muerto que tenerlo con ellos.
Por un segundo y por muy loco que sonara, a Jin se le paso por la mente en que si ella había renacido en este universo ¿sería posible que alguien más lo hubiera hecho?.
No, eso lo dudaba ya que para que eso sucediera tendrían que haber utilizado su ritual lo cual sería imposible ya que se había traído todo lo suyo con ella, incluyendo su inmensa biblioteca portátil con cientos de miles de libros así como una infinidad de pociones, ingredientes de pociones, plantas, hiervas y muchas otras cosas más que tenía ocultas en su baúl mágico, el cual también se encontraban sellado con magia. Lo único que se le había olvidado era una pequeña libreta de anotaciones que se le había olvidado pedirle a Luna, en ella había tenido una parte del ritual pero dudaba que pudieran descifrarlo, así que sería imposible que él o alguno de ellos estuvieran aquí.
-si solo es mi imaginación.-trato Jin de convérsese a si misma.
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