
Y esto pasa si los combinas
Ambos saltaron al piso del edificio rodando con el impulso de la caída con otro guardia pasando por el espacio de abajo un instante después.
En silencio se miran contando hasta diez antes de moverse nuevamente.
Levantándose cautelosos se acercan y observan un momento el interior del edificio desde el domo de cristal que da al interior, se puede apreciar desde el salón principal lleno de diplomáticos hasta las escaleras, vislumbrando un pasillo del segundo piso que conecta al salón desde las escaleras.
Dando una seña para guiar a su amigo, pero Maes mira un minuto más dejándolo avanzar, Roy camina hacia donde él supone que está un cuarto que los lleve a ese pasillo del segundo piso, vuelve su vista para ver a Hughes quien le señala un poco más atrás, levantando la ceja y retrocediendo hasta recibir un pulgar arriba, para ser seguido por su amigo un par de segundos después.
Sin duda, Roy aplaude, haciendo que la piedra se deforme hasta hacer un agujero con una escalera que permite bajar a lo que parece una oficina.
contando unos segundos antes de bajar, pasando la mirada por el lugar, Maes se adelanta a la puerta mientras la luz de la transmutación ilumina el lugar mientras Roy oculta la escalera dejando que todo regrese a como estaba hasta hace unos instantes antes de que llegaran.
Roy alcanza a Hughes quien escucha el exterior del pasillo, toman un respiro y abren la puerta avanzando con calma.
Valoran que no se den más de un par de miradas hacia ellos, ambos continúan su camino, tomando un par de bebidas de un mesero pasando con una charola llena de copas entre los invitados.
Ellos agradecen que se tomaron el tiempo de aprender etiqueta mientras estaban en el ejército, los eventos formales, aunque no constantes, no eran poco comunes y esto, aunque discordante con las últimas semanas, era una de las tareas más fáciles de las últimas semanas
El salón se ve lleno de personas charlando, Roy toma la delantera en esto, caminando con gracia es quien abre camino para su amigo y quien empieza a hablar con lo que descubre después de algunas preguntas que se trata de una secretaria del parlamento. mostrando fascinación, el logra ganar tiempo mientras Hughes encuentra a quien ambos identifican como la secretaria del primer ministro, de manera que sus ojos se iluminan.
Mustang habla con un tono ligero, viendo de reojo Hughes en su espalda, puede escuchar a la mujer hablar casualmente, explicando un poco de su trabajo, el la mira con encanto, esperando el momento en que ella parece estar terminando su explicación para darle un codazo a Hughes en su espalda.
“Roy, te presento a Nathaly ¿y quien es tu compañera?” Hughes pregunta amistoso, dando la vuelta como si de una coreografía se tratara.
“Un gusto Nathaly” inicia Roy tomando su mano y besando sus nudillos, antes de volver su atención a su compañera “un placer, quizá se conozcan, ella es Lilia”.
Un ligero sonrojo cubrió las mejillas de Nathaly mientras contestaba, ignorando la ligera molestia de Lilia por la atención que recibió “si, algunas veces, aunque no puedo decir lo mismo de ti”.
“Claro, mi error, veras, no me permito mucha libertad para esta clase de eventos”. explica Roy mientras los cuatro se acomodan en un círculo en la esquina del salón.
“Una lastima” dice ella con pesar.
Hughes contesta a su lado “ciertamente, sólo es la vida bajo el papeleo” bromea tomando una copa tanto para él como para Nathaly.
Fueron quizá tres copas lo que les permitió aprovechar para empezar con su plan, luego de hablar casualmente no pasó mucho antes de llevar a ambas fuera para conseguir un transporte, antes de volver al salón sin segundas miradas de parte de los guardias.
Una sonrisa adorna el rostro de ambos, entrando, Roy le da un golpe en el hombro alzando la ceja él podía ver en su rostro un, te lo dije.
Maes resopla avanzando mientras le devuelve un golpe, no cantes victoria, parecía su respuesta mientras señalaba al ministro
Al verlo ambos caminaron hacia la esquina del salón donde parecía hablar con un par de personas importantes, fue solo una mirada rápida lo que necesitaron para darse cuenta de que eran parte de las listas que lograron hacer; el jefe de policía y una jueza por lo que pudieron identificar.
Caminaron lentamente, escuchando con cuidado hasta identificar una pequeña pausa utilizada por Roy “ministro, cree que pueda tomar un minuto de su tiempo?” pregunta él con calma.
La mirada extrañada del ministro no pasa desapercibida por ninguno de los dos mientras habla con un tono neutral ligeramente acusador “disculpa pero no creo reconocerte”.
“No tendría razón de hacerlo, no se preocupe, solo es un mensaje sobre Nathaly si me permite” le contesta con una ligera mentira, moviendo la mano a un lado restando importancia.
Con comprensión en su rostro el ministro se excusa siguiéndolos a un lado de sus compañeros, apenas suficiente para no ser escuchados.
Hughes sonríe al informar la verdad al ministro “no se preocupe, solo creímos que seria prudente informarle que se ha retirado por la noche y es posible que mañana se sienta ligeramente mareada, se ha ido con una conocida suya”.
La comisura de la boca del ministro se eleva ligeramente contestando menos hostil “veo, parece que se divirtió, ¿son ustedes la causa?”.
“Quizá, en cualquier caso disculpe cualquier inconveniente de esto” le contesta Roy con una sonrisa casual.
Esto parece dejar tranquilo al hombre, tomando el mensaje, listo para volver a su conversación anterior “no es problema, gracias por comunicármelo”.
“Un placer” responde Roy con un poco de humor mientras extiende su mano, siendo recibido por el ministro que abre ligeramente los ojos al sentir una nota.
Mientras el ministro luce tenso ambos se alejan con una última despedida antes de mezclarse entre la gente.
Su camino se vuelve mucho más fácil, pasos pasan desapercibidos por los invitados, evitando nuevas interacciones, es sencillo expresar su necesidad de algo de tranquilidad ante uno o dos curiosos en el camino.
Al volver a la oficina por la que entraron ambos se permitieron relajarse verdaderamente, con roy masajeando su hombro mientras camina al centro de la oficina y Hughes recargándose en el escritorio frente a la ventana.
“¿crees que venga realmente?” pregunta sarcásticamente Maes con poca esperanza.
Roy resopla bajando los brazos y encorvándose “creo que fue lo suficientemente llamativo para no ignorarlo” contesta con ligera burla.
“O llamar a la policía” responde ligeramente tenso.
Ambos ríen suavemente mientras esperan, sintiendo el ambiente pesado, pasa poco antes de que el sonido de unos pasos acercándose a la puerta los haga tensarse ligeramente.
Hughes acomoda uno de sus cuchillos bajo su manga y Roy oculta una de sus manos en detrás de la espalda listo para chasquear los dedos.
Cuando un golpe resuena en la puerta ellos intercambian una mirada y Roy se dirige a abrir cauteloso, encontrando para su tranquilidad al ministro sin compañía. “tienen 5 minutos antes de que un guardia llegue” le informa fríamente.
Un poco mas confiado Roy le contesta mientras se hace a un lado para dejarlo entrar “ya sabe, si esto fuera un intento de asesinato se necesita mucho menos tiempo” comenta siniestramente.
“Pero si lo fuera no hubieran tomado tantas molestias y ciertamente no mostrarían sus caras” afirma con el mismo humor entrando a la oficina con su vista pasando entre los dos.
“Es un punto justo” dice Hughes de acuerdo, apoyando peso parcialmente en sus manos apoyadas en el escritorio.
El ministro resopla antes de contestar seriamente “¿qué quieren?”.
“Un trato” responde Roy desde la puerta “ya que tenemos tan poco tiempo seré claro ¿usted sabe sobre el mundo mágico no es así?” explica sin titubear.
La sospecha es clara en el ministro mientras los estudia “¿a qué debo la pregunta?” cuestiona sin contestar realmente, pero ambos notan que no es necesario, quedando claro que tienen a la persona correcta.
Hughes saca su varita desde su saco aun amigable, moviéndose lentamente para evitar lucir amenazante “no se preocupe por eso, solo es para saber su opinión de este” habla mientras extiende su mano, dejando a la vista la herramienta.
“¿Mi opinión?” Pregunta burlón dejando ver algo de recelo “¿vienen de parte del ministerio?”.
Roy contesta, mostrando sus manos en rendición “nada de eso, digamos que somos externos ¿podría contestar?”.
El ministro cruza sus brazos, notándose su descontento, pero luego de un momento de consideración su respuesta es clara y no sorprendente “bien, creo que están locos, sin ningún respeto por las personas normales y con un ego tan grande que es equivalente a su estupidez y pomposidad” dice serio.
Hughes contiene una risa mientras guarda su varita y Roy mira con una sonrisa de simpatía “eso suena como una respuesta demasiado cerca de la verdad”.
“¿Por qué importa?” cuestiona desconcertado.
“Como dije, considere un trato, por lo que sabemos usted es informado de solo lo estrictamente necesario y se que eso posiblemente también implica muchas veces actuar a ciegas, se lo molesto que llega a ser eso” explica Roy, luciendo un poco más como el Coronel que es, formal y directo, por no decir astuto.
Siendo complementado por la voz más amable de Maes, el jefe de inteligencia, que hace pasar fácilmente su complicidad “Entonces… ¿Qué tal un acuerdo mutuamente conveniente?”
Pueden ver la desconfianza que el hombre expresa, como si negociaran con un tigre que está estudiando su entorno, determinando si está hablando con un par de presas o si podrían ser otros depredadores “¿qué clase de acuerdo?”.
“Si nos dice cualquier información medianamente relevante que podamos usar para lo que viene, nosotros le podemos dar más detalles de lo que realmente está sucediendo” declaró Mustang sin esconder su mirada calculadora por primera vez.
“... Te refieres a la falsa resurrección de su criminal” le manifiesta con incredulidad.
“Nos referimos a la verdadera resurrección de un terrorista con sed de sangre y pocos escrúpulos”
Con los ojos entrecerrados, es claro que el ministro no toma del todo en serio la declaración, pero aun así no rechaza de inmediato la idea “...¿tienen manera de mostrar que cumplirán con su parte?”.
“Podemos intentar transmitirle algunos periódicos o información una vez que la tengamos, pero por ahora eso es todo lo que tenemos” le explica Hughes.
Con una mueca él pasa sus ojos entre ambos, tomando eso como una oportunidad Roy saca su varita y aparece un libro tomándolo entre su mano y extendiéndolo hacia el “la decisión es suya, este es un diario de doble sentido, lo que se escribe en uno se transmite a otro, siendo ese nuestro propio diario, si decide hacer este trato, comuníquese con nosotros por medio de este”.
Él toma el diario mientras lo examina con la mirada “¿y si me niego?” responde con total seriedad, casi comparable a que el hombre considera este acto como un trato con el diablo.
“No estoy seguro de cuán peligroso sería la falta de información en su posición, pero gente inocente puede morir en consecuencia si debe ir a ciegas por la falta de comunicación de los magos, ¿no es así? por nuestra parte no habrá repercusiones al menos.” le informa Mustang con honestidad, guardando su varita y acercándose a la pared siendo seguido por Hughes “disfrute el resto de su noche ministro”.
Fue lo último que se escuchó en la oficina antes de que Roy formará una escalera en la pared tal y como llegaron, permitiendo que ambos se fueran, saliendo con incertidumbre ante una mirada desconfiada y desconcertada del hombre que dejaban atrás.
Todo fue silencio mientras la luz de la transmutación volvía a iluminar dejando todo a como estaba antes de llegar, se miraron con incertidumbre en el techo del edificio “si nos acusa todo se irá al caño”.
“esperemos que ese no sea el caso Maes” señaló inseguro viendo el piso que transmuto segundos antes, mientras, el silencio de la noche se extendía entre los dos con el suave sonido del evento dentro del edificio se convertía en el ruido de fondo que los acompañaba.